E la nave va (9/05/2022)
Hace justamente un año, Mn. Francesc Espinar nos contaba en este portal que se tomaba una pausa por enfermedad y que dejaba de escribir sus colaboraciones semanales, si bien seguiría publicando las glosas de los domingos, que tanto bien hacen a muchos de nuestros lectores. Debo decirles que su salud se va recuperando lentamente, si bien determinadas circunstancias familiares no han contribuido a solazar su alma y devolverle aquel ímpetu que le convertía en una fuerza de la naturaleza. Nuestro egoísmo nos llevaría a instarle a que reanudase las amenas reflexiones que venía agolpando en su sección “Un sacerdote de herradura”. No obstante, Mn. Francesc antes que nada es sacerdote y en todo este tiempo de salud quebrantada no ha dejado de ejercer como tal. Más vale conservar un sacerdote que un articulista.
Durante este año se lo he dicho en más de una ocasión: “¡Cuándo te pones la casulla, te transformas!” Y es que es así. Es tanto su celo sacerdotal, está tan viva su vocación, se halla tan cimentada su fe que la enfermedad podía con el hombre, pero no arrastraba al sacerdote. O al menos no lo arrastraba en pleno ejercicio de su ministerio. Por eso, se le encendían los ojos y resplandecía su cara cuando predicaba a los feligreses. Parecía un milagro. Era el de siempre; hasta que dejaba la iglesia y se tornaba cabizbajo, arrastrando los pies. Lo mismo pasaba en su parroquia de San Juan Bautista que en el Tanatorio de Santa Coloma de Gramenet, donde bendice y despide diariamente a los fallecidos en dicha localidad. No solo a los de su parroquia, sino a los de las ocho comunidades presentes en la villa.
Esa dedicación sacerdotal -claro está- tenía que producir sus frutos. Y como una de sus principales actividades es el apostolado con la juventud, este sábado tuvo el privilegio de ver como se confirmaban 18 jóvenes de su feligresía. 18 confirmandos no es una cifra menor. Especialmente, en una parroquia de la periferia, que no cuenta con colegios católicos en su demarcación, que le nutran de adolescentes que quieran recibir el sacramento. Puede que haya alguna otra iglesia (tampoco muchas) que supere esa cifra, pero, con toda seguridad, habrán agrupado los jóvenes de varias comunidades y/o contarán con centros religiosos que les faciliten la concurrencia. En la parroquia de San Juan Bautista de El Fondo los 18 confirmandos eran 18 feligreses. 18 hijos de feligreses de la parroquia. 18 chicos que se inscribieron voluntariamente a la catequesis de confirmación. No los proporcionaba ningún colegio.
Para impartir el sacramento se desplazó hasta aquella periferia el obispo auxiliar Javier Vilanova. Era la primera vez que acudía a la parroquia y pudo comprobar el dinamismo del melting pot que compone la feligresía y el amor y dedicación constante con la que se corresponden mutuamente párroco y parroquianos. Me consta que el obispo quedó gratamente impresionado. Como queda gratamente impresionado todo aquel que acude por primera vez a esa banlieu en la que se reúne la ONU del catolicismo, en un templo que parece un cobertizo y bajo la batuta de un cura de ojos vivarachos y cara de espabilado.
En más de una ocasión he visto celebrar al obispo Vilanova y he de confesarles que siempre me ha parecido que es una persona que refleja una fe muy profunda; pero no una simple fe piadosa, sino una fe que constituye el verdadero móvil de su vida. Monseñor Vilanova no será jamás un funcionario curial. Es mucho más pastor que burócrata y cuando le toque el traslado a otra diócesis, la misma podrá considerarse notablemente agraciada. Aparte goza del don de la simpatía y posee notables habilidades homiléticas. Y como todavía es joven (48 años) no para quieto.
Se unieron este sábado dos notables sacerdotes: el obispo Vilanova y el párroco Espinar. Y aparte de notables sacerdotes, se unieron dos personas de fe abnegada y de incansable trabajo pastoral, los que, como no podía ser de otra manera, van recogiendo los frutos que siembran.
Oriolt
OTROS ESCRITOS SOBRE MN. FRANCESC ESPINAR COMAS:
Mis felicitaciones a mossen Francesc Espinar y que Dios le regale muy buena salud para desempeñar su sacerdocio germinante.---- Existe una película espiritual en la televisión catalana titulada "Si Deu Vol", se trata de un medico cirujano y que su hijo quiere ingresar al seminario. El protagonista principal de la película es el sacerdote interpretado por el hijo de Vittorio Gassman con nombre de Alesandro Gassman. La película es cómica en gran parte pero la interpretación del principal protagonista como clérigo es excelente. A quienes tenéis fibra óptica en la televisión la podéis encontrar con el buscador.
ResponderEliminarLa labor de mosén Francesc trasciende los límites parroquiales. Somos muchos los que le seguimos a distancia y nos hemos beneficiado de sus palabras evangelicas, compasivas, iluminadoras. Diríase que el salmista pensó en él cuando dijo que "el celo de tu casa me consume. Que el Señor le siga asistiendo en esa magnífica labor de entrega a todos sin excepción.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarM’alegro que fa un any estigués millor de salut. Espero que s’acabi de recuperar. Resaré
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