El video que encabeza este artículo corresponde a la conferencia que pronunció el pasado día 5 de febrero el cardenal Omella en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid, en unas jornadas tituladas “Parroquia misionera”. Aparte del interés de la amena charla de nuestro obispo, si pinchan a partir del minuto 44 encontrarán unas curiosas manifestaciones, en las que Omella, sin citar el nombre de la parroquia, “porque todo se encuentra en internet”, ponía el ejemplo como parroquia misionera de una de un barrio pobre e inmigrante, a la que acudió a la celebración de su cincuentenario y se encontró con un párroco que celebraba “ad orientem” y con muchas partes de la misa en latín, pero “que tenía la Iglesia así de llena”. Y añadió “que este sacerdote que es muy pillo”, había puesto cinco bloques de fotografías, de diez años en diez años, en los que se podía ver como sus antecesores celebraban en sus inicios con camisa abierta y sin alba, después solo con alba y finalmente de forma correcta.
A nadie que conozca un poco el paño de la diócesis de Barcelona adivinará, por los datos suministrados por nuestro arzobispo, que nos está hablando de la parroquia de San Juan Bautista del barrio de El Fondo de Santa Coloma de Gramenet y de su párroco, Mn. Francesc Espinar Comas, colaborador de este portal. No creo que se vaya a enfadar el cardenal por dicha revelación, que resulta de fácil acertijo.
Nuestro obispo ya ha acudido en dos ocasiones a la parroquia de El Fondo y ha podido constatar como en aquel auténtico melting pot, en el que se mezclan inmigrantes de otras partes de España de los años 60 y 70 junto con chinos, africanos, sudamericanos o europeos del este venidos a principios del siglo XXI, un hombre solo, un párroco solo, ha conseguido dinamizar la actividad religiosa del barrio y de su parroquia hasta unos extremos difícilmente imaginables, sino se constatan a pie de obra. Porque no se trata únicamente del lleno a rebosar en las misas o del récord de bautizos, comuniones e incluso de confirmaciones, sino que se trata de un cura que es una de las almas del barrio, que se corta el cabello en la peluquería pakistaní, que toma un café en un bar propio del Chinatown, que saluda a cada uno de los vecinos por su nombre e incluso es capaz de decir “hoy no te has pintado Paquita”, a aquella mujer que camina aquel día taciturna y preocupada.
A este cura, del que hace años escribí un artículo titulado “El milagro de El Fondo” , lo había descubierto previamente como fenómeno sociológico Luis Benvenuty en La Vanguardia, en un célebre reportaje sobre cómo confesaba a los chinos. Pese a aquel artículo y algún otro, este sacerdote ha seguido reculado en aquel barrio, que viene a ser el suburbio de los suburbios, sin obtener jamás el menor reconocimiento episcopal a su hercúlea labor. Designado en el año 2002 por el cardenal Carles, ya fue acogido con recelo por el clero de Santa Coloma, tan progresista. Sin embargo, su simpatía arrolladora, su “joie de vivre” y la naturaleza incansable que Dios le ha dado, le fue permitiendo que los demás curas le fueran aceptando poco a poco. Pero más bien lo aceptaban “porque es muy trabajador” y siempre podían contar con él.
Ni el cardenal Carles, que jamás acudió a su parroquia, ni el cardenal Martínez Sistach contaron jamás con él, ni tuvieron el mínimo reconocimiento a un cura que llenaba la iglesia, en tiempos en que se vaciaban los templos. Únicamente el obispo Carrera le dijo un día; “eres insustituible”, pero ese “insustituible” sonaba más a que se iba a momificar en el Fondo. Omella se ha dado cuenta y lo ha citado (aunque veladamente) en unas jornadas sobre la parroquia misionera. Le ha llamado pillo, porque pillo es, en cuanto no tiene un pelo de tonto. Omella tampoco. Sabe quién cumple, quien evangeliza y quien da fruto. Ha visitado ya casi todas las iglesias barcelonesas. Aquí tiene un cura de relumbrón, que ha empleado la mejor edad de su vida en levantar una parroquia periférica y pobre entre las pobres. Al menos, su actual obispo ha sabido reconocerlo. Algo es algo.
Oriolt
Por fin un cardenalico habla de un sacerdote germinante aunque fuera de Cataluña o mejor caspaluña.
ResponderEliminarEl desierto de FE sembrado por los que van de camioneros franceses ignoran el Sagrario la Liturgia odian el sacramento de la Confesion los sacramentales el latin........vamos que solo predican la santa trinidad:la nacio la cubana i el pruces y todos sus feligreses huyen callan rezan y ni un duro pero estan cubiertos por los obispillos que les premian e ignoran ocultan y castigan a los germinanted
Por fin sale a luz algo bueno
De acuerdo con lo que dice. Pero si pusiera puntos, comas y tildes se le entendería mejor.
EliminarSr.Anónimo 10/10,lo importante es la PRAXIS,NO la TEORIA GRAMATICAL.A buén entendedor pocas TILDES FALTAN,HOMBRE.
EliminarEfectivamente, tiene toda la razón. Escribir desde un smartphone tiene serios problemas.
EliminarTodo un testimonio. Omella se ha impresionado. Hay esperanza.
ResponderEliminarMatice, un obispo que siente lo que dice no lee un papel: habla su corazón de lo que tiene asumido. Lo mejor de Omella es cuando habla sin papel, y es cuando cuenta cuentucos de batallucas del agüeluco... aquí está genial.
EliminarFuit homo missus a Deo cui nomen erat Franciscus podría leerse en el altar mayor de la iglesia de san Juan Bautista del Fondo de santa Coloma. El texto de la Vulgata era, sabido es, no Franciscus, sino Ioannes. Pero uno que ha conocido, en la segunda mitad de los sesenta, los comienzos de aquel templo, no puede menos de personalizar en ese sacerdote de cuerpo entero la transformación experimentada. Fue el vago recuerdo de la fábrica lo que me sirvió de guía para volver a reconocer en el ahora abigarrado barrio la iglesia. Acudir allí a misa es puro disfrute espiritual. Incluso sin detallar los trabajos con los jóvenes, con los scouts. Una misa asistida por jóvenes con roquete, recogidos y con unción, que es lo importante. En las manos de algunos, el misalito, para seguir de cerca el santo sacrificio, tomando así parte activa. Oriolt, el Señor me ha concedido la gracia de ver actuar --actuar sacerdotalmente se entiende-- a mosén Francesc lejos de su parroquia. La verdad es que dondequiera que va es, así lo siente, su parroquia y actúa en consecuencia. Fuit homo missus a Deo... Muchas gracias mosén Francesc, que Dios le bendiga y le recompense.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr.Valderas Gallardo.
EliminarSiempre de acuerdo!
EliminarLa suya es una interpretación un tanto optimista. Lo que alaba Omella no es la labor del P. Espinar, sino la "fe" de la anciana que le lleva a querer por igual a todos los curas que pasaron por la parroquia... a pesar de lo raros que son algunos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. El cristianismo no puede reducirse a clericalismo.
EliminarMuy agudo el comentario de las 0:22; no había caído en la cuenta.
EliminarEs de agradecer que D. Juan José haya puesto este ejemplo en su conferencia, pero habla varias veces de "celebrar de espaldas"; sólo al final dice: "mirando a Oriente". No es un lenguaje muy propio para un Cardenal de la Santa Iglesia Romana.
ResponderEliminarPor cierto, ¿piensa Su Eminencia tomar alguna medida canónica respecto del antiguo párroco de El Fondo que le consta se ha casado (supongo que por lo civil) y sigue diciendo Misa?
Celebrar de espaldas es inadecuado, pues la misa del Concilio Vaticano II se celebra de espaldas al Sagrario y al Oriente, lo cual, desde un punto de vista religioso, es completamente erróneo, dado que la religión natural señala que hay que celebrar de Cara a la Divinidad. La misa del Vaticano II es extraña al homo religiosus, y es una modernidad que causa error y confusión a la espiritualidad: más bien es una conferencia y no una misa.
EliminarDe verdad? Está usted totalmente de acuerdo? Seguro?
Eliminarji.ji.ji...
EliminarHace años que le conocí durante una breve visita que realizó a Valencia.
ResponderEliminarDesde entonces le admiro y reconozco como un gran sacerdote. Con importantes cualidades humanas pero, ante todo, con grandes virtudes sacerdotales.
Enhorabuena Francesc. Dios te lo pague.
Eso se llama celebrar la misa con "unción", una especie de don del Espíritu Santo que nos traslada realmente al sacrificio eucarístico, término añejo y antiguo, recuperable hoy, para entender un fenómeno místico complejo:
ResponderEliminarAntes de todo, hay que entender la sutileza, por el que el cuerpo se espiritualiza, acercando el cuerpo según la tiera a la tota simul (todo a la vez) de Dios, y ello permite una serie de fenómenos místicos:
1. De un lado, el pan y el vino se convierten en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesús, hay una presencia física real que se come y bebe realmente (el que come mi carne... tiene vida eterna). Por tanto, en la comunión recibimos la presencia real de Jesús, su presencia corporal está en nuestro cuerpo: cuando comulgamos, por el fenómeno de la sutileza, Jesús nos ingresa íntimamente.
La definición clásica de la misa es la real exhibición incruenta del cruento sacrificio de la Cruz, es un sólo y único sacrificio de él con la Cruz (Catecismo Romano, Parte II, capítulo IV, n. 76): aquí y ahora se hace presente el hecho del Calvario.
2. Jesús, único y santo Sacerdote del Orden de Melquisedec (no de Aaron, derogado), interpenetra al sacerdote oficiante secundario y derivado, cuando dice las palabras de la consagración, actúa in persona Christi: está Cristo presente como Sacerdote-sacrificante, y a la vez, como Cristo-sacrificio, en el Cuerpo y Sangre que será comido y bebido.
3. De otro lado, se produce una bilocación del celebrante y de todos los reunidos, por el que se aproxima realmente el Calvario-Gólgota en el espacio de la misa.
Por ello, en conclusión, la "unción" significa que el sacerdote y los celebrantes se "introducen" por su fe en el Misterio pleno de la Eucaristía: está presente realmente Cristo-Sacerdote, y por otro lado, Cristo-sacrificio (Eucaristía), y está la bilocación en el Calvario de todos, así como la inter-com-penetración de Cristo con todos, sacerdotes y fieles, además de otros fenómenos místicos: María, los santos, los ángeles, las almas del purgatorio, también están presentes en la misa.
Aprovecho para animar a ver, quizás sea la última semana, la película "Garabandal, sólo Dios lo sabe", sobre las supuestas apariciones de la Virgen María en San Sebastián de Garabandal (Cantabria) en 1961-65, que si se hubieran aprobado, serían tan importantes como Lurdes y Fátima (son su extensión).
ResponderEliminarEs un buen momento para saber a través del cine, de la historia de las mismas. Se aprende mucho.
También aprovecho para que puedan ver Loving Vincent, sobre los últimos momentos de la vida de Van Gogh, pues es una gozada de imágenes para los ojos, dado que todas se han hecho al óleo. Y tambien El joven Karl Marx, sobre los primeros momentos de la vida de Marx y Engels, desde que se conocen hasta que publican el Manifiesto Comunista, y la forma curiosa de crear el Partido Comunista.
Tres pequeñas películas muy instructivas realmente y bien hechas, donde se aprende historia de la Iglesia, de la pintura y de la política. Aún las hacen, no se las pierdan.
Secundo la recomendación de la película sobre Garabandal.
EliminarGracias también por su comentario sobre los otros dos filmes. El cine es una herramienta pedagógica fantástica para todas las edades!
Gracias, y en la película de Garabandal, hay alguna revelación sobre informes eclesiales "retocados"... como es costumbre.
EliminarSoy de Valencia y no sabía nada de este sacerdote,absolutamente nada,ni nunca le había visto... pero desde que frecuento Germinans ( que es una gozada) y leo sus artículos nunca me ha dejado indiferente.Siempre me siento movido a escribir y darle las gracias.
ResponderEliminarMe importa un bledo que celebre la Eucaristía de espaldas o que haga uso del latín, lo bien cierto es que siempre me ha parecido un sacerdote excepcional de los que actualmente quedan pocos. Lógicamente tendrá problemas entre sus "colegas" que suelen ser ,por desgracia, bastante envidiosos. Mi enhorabuena al sacerdote y a Germinans.Gracias.
Totalmente de acuerdo con el anónimo Valenciano.Los problemas de la envidia entre el clero por desgracia es bastante habitual,lo más practico sería mandar a Mn.Espinar a la Iglesia de St.Ignacio de Loyola y a Mn.Moretó,este que quiere CERRAR Germinans,al barrio del fondo.Ya verían YA que cambio ,sé notaría MUCHOO!!!
EliminarMe he mirado todo el video con atención. Lo que ha visto el cardenal, no es un "buen sacerdote", sino un sacerdote tan pillo como él, que tiene sus rarezas y que vale tanto como los camioneros que le precedieron. En efecto, lo más importante para Omella es el testimonio de la sacristana: todos muy buenos (ninguno mejor que otro). Una valoración que el cardenal hace suya: en su diócesis y en su alma cardenalicia, ningún sacerdote es mejor que otro. Hasta los de los lazos amarillos que nombra de refilón en la primera parte, refiriéndose a la iglesia mayor de Santa Coloma. Así que todo está maravillosamente bien, la Iglesia va en su diócesis tan bien como puede ir. ¿Hasta en una carroza de carnaval? ¿Y eso qué más da, si es lo que se lleva? El cardenal respira optimismo y autosatisfacción por todos sus poros. ¿Por qué ha de preocuparse pues, de nada? "Currant aquae", que decían los eclesiásticos vividores de antaño. "Relinquere res taliter qualiter" (dejar las cosas tal y cual), que añadían los que tenían alguna responsabilidad. Ése es Omella, que hace en el video un maravilloso autorretrato. De principio a fin. Incluido el chistecito del final que pone el broche de oro al video: "Mi hijo no tendrá ideas, pero palabras no le faltan". Ése es nuestro cardenal.
ResponderEliminarY respecto al retrato que hace Oriolt de mosén Francisco Espinar, para mí lo más auténtico es el remate: "Hoy no te has pintado, Paquita", como colofón de ese elogio final: "un cura que es una de las almas del barrio, que se corta el cabello en la peluquería pakistaní, que toma un café en un bar propio del Chinatown, que saluda a cada uno de los vecinos por su nombre". Sí señor, un cura que hace de cura a todas horas, en todas partes, con todo el mundo. Que no tiene el menor recato en ir por la calle cantando (no jotas, claro está, aunque también), que hace tres procesiones al año por las calles del barrio (Corpus, Viernes Santo y la Purísima), en las que es respetado por todos, porque todo el barrio le conoce, y nadie se atrevería a ser irreverente con un cura tan alma y vida del barrio. Aunque suene rarísimo, un auténtico cura de pueblo, como tanto dice el cardenal de sí mismo en el video. Ciertamente, un cura de pueblo (que ha de ser tan pillo como don Juan José, que encargaba un trabajo al pintor, otro al carpintero, otro al escultor para atraerlos a la iglesia). Pero eso el obispo no tiene ocasión de saberlo si no se lo dicen. Y no se lo dirán, claro.
Felicidades y gracias, Oriolt por tan sugerente artículo.
Esperemos que reconocerlo no sea llevarle a otro sitio. Esta gente le necesita
ResponderEliminarY porqué, fuera de Germinans, no cunde el ejemplo, y quien tiene la autoridad no la promueve? No cuesta tanto hacer las cosas bien ¿No será cuestión de vocación?
ResponderEliminarSoy sacerdote, y hay una cosa que me llama la atención al respecto del latín. En primer lugar, felicitar a Mn. Francesc por la respuesta de sus fieles, lo cual no deja de ser un don del Espíritu. Pero yo quiero dejar constancia que en muchos lugares, sobre todo en los rurales, es muy difícil introducir el latín. A mi la gente se me rebela cuando simplemente digo la Plegaria Eucarística en latín, y amenazan con no venir a la iglesia. En parroquias de 200 habitantes en total, eso puede ser catastrófico. Y no te digo nada si el que viene y te monta un berenjenal es un veraneante de esos que les parece que se lo saben todo y que lo único que te demuestran en que no saben nada... ¡Cuánto daño han hecho muchos curas en las ciudades, y también en los pueblos con el dichoso "espíritu del Concilio"! Si las parroquias de las ciudades son difíciles de levantar, no digo nada las rurales: sin feligreses, con los pocos que hay envejecidos, a los cuales no les puedes pedir más de lo que hacen, y con veraneantes que te vienen de fuera con leyes y queriendo que te sometas a su voluntad y gustos "litúrgicos". Discúlpenme, pero es que necesito desahogarme.
ResponderEliminarAh, y que conste que soy partidario 100% del modo ordinario y de la celebración "versus populum" -aunque no me hago problemas, pues la Misa de los días feriales la celebro en una capilla lateral y "coram Deo"; y nada entusiasta ni fomentador del extraordinario. Pero de un modo ordinario celebrado como manda la Iglesia. Un cordial saludo.
Compañero saceedote:Si desea partir sus experiencias con las mías,me pongo a su disposición, puede escribirme a mi correo (fecfondo@hotmail.com) Im corde Iesu, Mn Francesc Espinar Comas
EliminarPadre. Lo felicito y pido a Dios nuestro Señor que se sienta siempre guiado y acompañado de su Espíritu Santo. Que Dios le bendiga. Haga en cada momento lo que su corazón de sacerdote le indique.
EliminarAl amigo sacerdote de las 14:08
EliminarComo he tenido la suerte de compartir la experiencia de la misa en latín con mosén Espinar, le cuento un par de cosas que quizá le ayuden a dimensionar la cuestión.
Para mosén Espinar la misa en latín, coram Deo fue una forma de conectarse con la liturgia multisecular y universal de la Iglesia. Fue una cuestión devocional suya. Para esa misa no necesitaba público (en lenguaje religioso, fieles), así que optó por celebrarla los lunes temprano, porque ese día no había misa por tenerlo dedicado a otras funciones pastorales, entre ellas los escauts.
Así que empezó esas misas él solo, con un solo fiel-monaguillo, que era yo. Y así transcurrieron algunos meses. En esas misas me sentía feliz, porque en la soledad de la iglesia tenía la clara sensación de que ese era un genuino culto a Dios. Como en un monasterio, pero en su mínima expresión. En efecto, era evidente que el pueblo era prescindible. Esas misas eran para Dios, no para el pueblo.
Pero ocurrió que poco a poco pasando los meses, se fue enterando la gente y se fueron sumando, yo diría que todos con la misma impresión de que asistían a un rito en el que ellos se agregaban al sacerdote para rendir culto a Dios, hasta que llegamos a ser unos 15.
En ese momento consideró el sacerdote que sería bueno trasladar esa misa al domingo (a las 10) para que estuviera al alcance de todos los fieles que desearan asistir a ella. Y sí, al ser en domingo, la asistencia a esta misa está en torno a los 50 fieles. Un culto mucho más solemne, cantada en gregoriano, con organista, con incienso, con 4 monaguillos. Un culto tan solemne como es posible en una iglesia tan modesta. Un gran gozo para el espíritu, conscientes de que todo es realmente, Ad Maiorem Dei Gloriam.
En fin, que no se trató de convencer a nadie ni de imponer nada. Esta misa se abrió camino por su propia virtud, por su valor: el más aparente es el de que no es para los fieles y por tanto no es de cara a ellos, sino para Dios y de cara a Dios: ad orientem.
Esa es mi visión de los hechos desde la perspectiva en que he estado. Inmensamente agradecido, por supuesto, a un sacerdote que ha restaurado ese culto tradicional de la Iglesia. En principio fue él solo: por su convicción de que era bueno. Los demás nos hemos ido agregando a su obra. ¿No es ésa una buena manera de devoción? Unirnos los fieles al sacerdote, sin pretender que sea él quien se una a nosotros.
Lo mejor que podría hacer Omella es trasladar a Mn. Espinar a otra parroquia, una que esté en declive, a ver si la reanima. En Barcelona hay muchas canditadas. En el Fondo ya han tenido su dosis de Espinarín forte para unas cuantas décadas. No está bien que lo disfruten solo ellos.
ResponderEliminarEspero que no... es una zona que realmente necesita de este párroco.
EliminarMi experiencia con la catequesis de mi hija en preparaciónde su primera comunión (la común unión con Jesús que nos ha enseñado) ha sido estupenda. Las misas de los sábados para los niños son de lo más educativas, incluso introduciendo el latín de algunos terminos a los niños. La forma en como les explica a los niños los evangelios es preciosa y divertida al mismo tiempo. Me parece estupendo que una cosa no esté reñida con la otra. Y los niños han disfrutado muchísimos su carequesis.
Yo le doy las gracias por su sencillez y por todo lo que es capaz de organizar para llegar al corazón de los niños.
Más de un cubo de agua fría ha caído esta mañana encima de algún carcamal progre.
ResponderEliminarAlgo quizás más desapercibido de la charla de Omella es que algo que dice hacia el minuto 11' - 12', respondiendo al tema de las unidades pastorales del que escribió este portal aquí:
ResponderEliminarhttp://germinansgerminabit.blogspot.com.es/2017/09/por-donde-van-los-tiros-las-unidades.html
Para ir directamente al 11':
Eliminarhttps://youtu.be/agxlMDfl5Ak?t=11m
Para ir directamente al 44':
ResponderEliminarhttps://youtu.be/agxlMDfl5Ak?t=44m