El consejero de Justicia de la Generalidad, Ramón Espadaler, peregrinó a Roma este fin de semana con motivo del Jubileo 2025, acompañando a los cerca de 200 profesores de religión que acudieron a la visita organizada por la Fundació de la Escola Cristiana. La actividad de este miembro del Gobierno catalán no se redujo a las actividades propias del peregrinaje, sino que aprovechó su estancia en la Ciudad Eterna para cenar con 7 personalidades catalanas con responsabilidades en la Santa Sede. Con toda, seguridad, las 7 personalidades catalanas. Estaban las dos más conocidas: Jordi Bertomeu y Armand Puig. Luego el veterano Valentí Miserachs, músico y canónigo de Santa María la Mayor; Agustí Borell, vicario general de los Carmelitas y Joaquím Erra, consejero general de la Orden de San Juan de Dios. Completaban el elenco dos laicos del Opus Dei, su dircom Marco Carroggio y Daniel Arasa Villar, decano de la Facultad de Comunicación de la Santa Croce. A ellos se unían la secretaria general de la Fundación de la Escola Cristiana, Meritxell Ruiz y el director general de Asuntos Religiosos, Ramon Bassas.
Es curioso que en estos momentos en que el Opus Dei cotiza a la baja en la Santa Sede e incluso en España, con la polémica del santuario de Torreciudad, la escasa presencia catalana en Roma se distinga con esos dos laicos punteros en la Obra fundada por San Josemaría Escrivá de Balaguer. Cabe decir también que los antecedentes de la actual factótum de la patronal catalana de la escuela cristiana, Meritxell Ruiz, conducen a esas fuentes, no en vano es hija de opusinos y estudiante del colegio Aura de La Canonja (Tarragona), propiedad de la Prelatura. Un buen contrapunto catalán a este Opus atacado últimamente por la periodista más emblemática del independentismo: Mónica Terribas.
El profesor Marco Carroggio, nació en Barcelona en 1967 y tras doctorarse en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Navarra, se incorporó al departamento de medios de la Prelatura el año 1998, compatibilizando su cargo con el de profesor en la Universidad de la Santa Croce y ostentando el cargo de director de Comunicación del Opus Dei desde el año 2006. Daniel Arasa Villar, decano de la Facultad de Periodismo de la Santa Croce y consultor del Dicasterio para la Comunicación, es uno de los siete hijos de Daniel Arasa Favá, escritor y periodista, conocido por su activismo cristiano en los medios. Curioso es también que entre esos siete catalanes se hallen dos oriundos de Tortosa (Bertomeu y Arasa), lo cual refuerza la ascendencia de dicha diócesis en el panorama católico catalán, donde cuenta en la actualidad con tres obispos (Casanova, Serrano y Vilanova).
La presencia de católicos catalanes en Roma ha ido decayendo de forma continuada en las últimas décadas hasta la paupérrima representación actual, probablemente compensada con el poder del cardenal Omella, a pesar de que, para la causa, será siempre considerado un aragonés. El desprecio a la influencia vaticana se inició en el post-concilio, después de largos años en que Cataluña tuvo a verdaderas eminencias (no solo cardenalicias) en la Santa Sede: desde Vives y Tutó a Albareda pasando por el Dr. Bonet Muixí, entre otras personalidades. El alejamiento de Roma por parte del nacional-progresismo se acentuó durante el pontificado de Juan Pablo II, pudiendo decirse que solo quedaron en Roma catalanes del Opus Dei.
El gobierno de Salvador Illa está cuidando de mantener unas relaciones exquisitas con la Iglesia (el propio presidente recibió este domingo a los cardenales Omella y Aveline, junto a la expedición del Med25), las cuales siguen bastante las líneas de un Jordi Pujol obsesionado en mantener los lazos, interrumpidos después en los años del procés. Ayuda bastante el hecho de que, por primera vez, se cuente con un director general de Asuntos Religiosos que huye del sectarismo de sus predecesores. Lo paradójico es que tenga que confiar con la inestimable ayuda del Opus Dei y este se muestre complacido en otorgársela. ¡Quién nos lo iba a decir en aquellos años en que era vilipendiado tanto por políticos como incluso por eclesiásticos!
Oriol Trillas
Esto es sólo politiqueo sin ningún fruto espiritual.
ResponderEliminarPSC y CiU-Junts no dejan de ser la misma burguesía catalana puesta en los lugares clave de este corralito autonómico, en donde se mueven los negosis que bebe de esta gran ubre de los presupuestos públicos, los contratos, los nombramientos y sus sueldos y sus puertas giratorias y prebendas (si se trabaja en la política, se tienen grandes beneficios personales en pensiones, cargos en empresas, etc.).
ResponderEliminarSólo hay que ver la composición y origen étnico-social de la dirigencia del PSC-Junts, y también de parte del ERC, Comuns y otros: pura burguesía bien aposentada y bien acomodada, formada en los mismos sistemas universitarios, anglosajonizada en cuestiones culturales (no saben las obras de la cultura catalana), sólo conocedora de la sociedad de la opulencia, bienestar y prosperidad de clase, aislada de la realidad social del país, y que hacen los mismos viajes, comen en los mismos sitios, van de vacaciones a los mismos lugares, estudian en las mismos sistemas educativos y universitarios, visten y decoran sus casas con los mismos estilos y son del mismo equipo culé.
En cuanto al Opus Dei, redefine su papel en la actual situación "teo"-estratégica. Bergoglio y los jesuitas ya entonan el canto del cisne en situación de rápido pato cojo hasta su fin, y el Opus es el Ave Fénix que resurgirá en el próximo cónclave.
La situación de la Iglesia es de objetiva decadencia hacia la extinción. Los instrumentos con los que hemos vivido ya están caducados y agotados, anacrónicos o obsoletos, que es el inoperativo Concilio Vaticano II de 1965, y la hermenéutica de la ruptura progresista y modernista, junto con la misa Novus Ordo de 1970 y todo el sistema litúrgico derivado, es una evidencia material abrumadora.
Eso va en paralelo con los grandes cambios geoestratégicos en el mundo en este mismo 2025: fin de la OTAN, ONU, OMS, UNESCO, Agencia de los Refugiados, el Consejo de Derechos Humanos; reconstrucción de la UE que debe de crear un ejército propio sin EEUU (inteligencia, logística y tecnología) y careciendo de economía, estructuras, industria, demografía y cultura suficientes; España y el colapso del gobierno Sánchez y sus aliados golpistas y bilduetarras junto con la política de la Constitución de 1978, además de tener 1 emigrante de nueva o primera generación de cada 3 habitantes (33 millones son españoles de origen sobre 49 mll.); nuevo orden mundial bipolar imperfecto: o hay cambios en España y UE, y rápidos y esenciales, o colapsará de inmediato.
2025 parece que será un gran año que tendrá tanta transcendencia como 1968 (cuando la Unión Soviética invadió Checoslovaquia, y hubo violentos disturbios en Francia y multitudinarias protestas contra la guerra de Vietnam en Estados Unidos.) y 1989 (la masacre de Tiananmen, la caída del Muro de Berlín y la sorpresiva implosión del imperio soviético).
No sólo implosiona el mundo, la UE, España y Cataluña, sino sin lugar a dudas colapsará el mismo Vaticano: será el fin de la era del Concilio Vaticano II, la hermenéutica progresista-modernista y la falsa Primavera francisquista (Amoris laetitia, Fiducia supplicans, camino sinodal alemán, Iglesia Patriótica china, represión de tradicionalistas). Jesuitas, preparaos, viene tempestad y terremoto...
La Iglesia deberá de afrontar sus desafíos básicos en esta era Trump postglobalista:
- ¿Qué va a hacer en Europa y la práctica desaparición de cientos de diócesis y órdenes religiosos y congregaciones? Europa se va hacia la liquidación absoluta en una generación
- En América debe de proteger al decreciente pueblo de Dios que está siendo fagocitado por las sectas protestantes sionistas, milenaristas y apocalípticos de los EEUU (Guatemala) o la represión (Nicaragua, Venezuela) o el izquierdismo (Méjico, Colombia)
- El catolicismo en Alemania (apostasía del camino sinodal) y China (Iglesia Patriótica) y África (Islam)
La Geoestrategia, la Geopolítica y la Teoestrategia, dentro del Cónclave, los Cardenales, politólogos internacionales mirando para el 2025-2040.