El pasado 28 de febrero, el periódico nacionalista EL PUNT-AVUI, publicaba un escrito de opinión del periodista gerundense Jordi Grau Ramió sobre su actual obispo, titulado: "Fray Octavi, un monje que hace de obispo". Grau llegó a ser director adjunto de ese diario y es clara su ideología como lo demuestran sus libros: "Puigdemont, el president @KRLS" sobre su paisano ex-presidente fugado, o sobre la vida sexual y sentimental de la actual monarquía: "Los Borbones en pelotas" y "Las pelotas de los Borbones".
Aun así, su posición sobre cuestiones eclesiales no es crítica y abunda en elogios a sus prelados, incluyendo al actual, del que dice cosas interesantes en este escrito, lástima que se quede en alabanzas a su persona, pero sea incapaz de valorar su gestión al frente de esta diócesis tan compleja que necesitaba de un obispo que no tuviera precisamente este perfil.
Está en lo cierto Jordi Grau cuando dice que Fray Octavi es un monje que hace de obispo, es decir que el actual prelado gerundense sigue actuando y viviendo como un monje, cuando su vida nada tiene que ver con lo que hacía en el monasterio de Poblet, en una actividad tranquila y sosegada, estando al frente de un grupo de monjes en un recinto cerrado y con muy poca relación con el exterior.
El autor del escrito describe a Fray Octavi como un hombre sencillo, al que no le gusta acompañarse de secretarios, que le gusta ir solo, caminar mucho y conducir él mismo su propio vehículo. Pero no se pierdan esta afirmación del articulista: "Se comporta como un cura de pueblo", que recuerda al arzobispo de Barcelona, que en diversas ocasiones ha dicho que él no tenía aspiraciones y que pensaba que acabaría su vida sacerdotal como "un cura de pueblo" que es lo que fue hasta que el arzobispo Elías Yanes se fijó en él y lo convirtió en su delfín y obispo auxiliar de Zaragoza.
También nos dice el escrito que Fray Octavi se presenta en alguna parroquia para sustituir al párroco cuando éste está enfermo, con la sorpresa que se lleva la gente que no se esperaba ver al obispo presidiendo una Misa parroquial como un simple sacerdote, sin ninguna pompa episcopal. Así sucedió, por ejemplo, en la iglesia de Mercadal cuando su párroco Miquel Ramió estuvo enfermo.
Admirable la sencillez de vida del obispo y la disponibilidad para suplir al sacerdote enfermo, el problema es que por muy buena voluntad que ponga Fray Octavi no va a poder cubrir todos los huecos que poco a poco le van a quedar en su diócesis, y no por enfermedad temporal sino por defunción o jubilación, porque la situación dramática de la diócesis va a ir en aumento y necesita de medidas valientes y de cambios profundos en la pastoral fracasada que se ha llevado en estas últimas décadas.
No veo al obispo Vilá empezando un cambio radical en la manera de funcionar de la diócesis, se trata de un hombre tímido que aunque ha gobernado un monasterio, bastante fácil de llevar, no parece que vaya a enfrentarse a ese clero rebelde y descontrolado al que los últimos obispos le han dejado hacer lo que han querido para no meterse en problemas. Todo indica que Fray Octavi seguirá la senda de sus antecesores, incluso actuará con más timidez que su antecesor Francesc Pardo, que en algunas ocasiones, aunque pocas, sacaba el genio.
Girona necesita de un milagro para salir de su situación de caída libre, no parece que el actual obispo, por muy buena persona que sea, que nadie lo discute, con su humildad y timidez, sea la persona adecuada para levantar a esa iglesia diocesana, aunque la esperanza siempre tiene que ser lo último que se pierde.
Narcís Feliu
Si reza, si es "manso y humilde" ya tiene el 99%
ResponderEliminarSólo Dios puede resucitar a un muerto
Que resucite Gerona o la deje al albur de los bárbaros como Cartago
O sea sucesor de Omella si se mantiene el francisquismo. Y Narciso Felip pasará a ser Mercedes Eulalia o Merche Lali para los amiguetes
ResponderEliminarEl párroco del Mercadal Sigue enfermo y Gray Octavio celebrando la Misa a diario y nosotros contentos de tenerle cerca sin pompas
ResponderEliminarNo sólo en El Mercadal, ha estado en La Bisbal hace nada como antes en otros. Pues mira un obispo a pie y de a pie no está nada mal. Y ha doblado los seminaristas en meses. Pocos todavía cierto pero da gusto verle en los encuentros con jóvenes. Cura de pueblo que invita a Munilla
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