Tras el escándalo suscitado en Perú por la excomunión ferendae sentenciae de dos laicos peruanos, que tuvieron la osadía de denunciar ante la Fiscalía de la nación a Jordi Bertomeu por “revelación de secreto profesional”, nuestro minutante aparece ahora claramente como un hombre blindado por la incondicional protección del papa Francisco: El que se meta con Bertomeu se mete con el propio pontífice. Y la pena consiguiente es la capital. Sin embargo, algunos afirman con amarga guasa que el papa ha matado a dos míseros ratoncillos con un misil Kinzhal de cabeza atómica armado por Bertomeu, al que se le atribuye la misma redacción del decreto de excomunión. Como Juan Palomo: yo me lo guiso y otros se lo comen.
Por lo visto Bertomeu, tan contundente con sus peruanos detractores, fue a Bolivia tan solo para hacer amigos. Ciertamente, es lo que se deduce del mensaje enviado a a Infovaticana y a Religión Digital por Susana Inch, asesora legal de la Conferencia Episcopal Boliviana, jurando y perjurando al periodista Javier Arias y a José Manuel Vidal respectivamente que “en ningún momento Jordi Bertomeu llegó con fines investigativos”, ya que “las tres visitas realizadas por el P. Bertomeu han sido formativas y de gran valor para comprender mejor y encarar con herramientas más eficientes los desafíos que nos tocan en esta difícil tarea”. El minutante se rompió los cuernos trabajando a destajo con el Sodalicio de la Vida Cristiana en Perú, aunque en este caso no se trataba de delicta graviora (abusos sexuales a menores). En Bolivia, en cambio, pasó de puntillas sobre el escándalo provocado precisamente por esos delicta graviora que, por ser cometidos por jesuitas y encubiertos durante años por sus superiores, no han merecido la contundente actuación de Bertomeu, al estilo 007 (licencia para excomulgar) con el Sodalicio peruano.
Llama la atención que, desde Bolivia, estén tan pendientes de mantener impoluto el expediente del minutante tortosino y de desmentir cualquier presunto revés en su gestión. Suponemos también que, sin una sugerencia directa del Rvdo. Bertomeu, nadie en Bolivia se habría tomado la molestia de hurgar en Infocatólica una entradilla de La Cigüeña De La Torre dando cuenta de la publicación en Germinans de dos artículos, Jordi Bertomeu en el ojo del huracán y Jordi Bartomeu el Buldozer tortosino los cuales creíamos, hasta ahora, de limitado interés fuera de las riberas de nuestro querido río Ebro. También sorprende que el rastreo informático de Susana Inch la lleve a afirmar que le “preocupa que las publicaciones que corresponderían a Lluís Llagostera, que tienen algunas coincidencias con la noticia de Religion Digital”. Extraña afirmación, pues parece muy osado afirmar que Germinans se haya convertido en fuente de información para un portal tan progre y alineado con las altas esferas.
El mensaje de la doña Susana, de parte -suponemos- de la Conferencia Episcopal Boliviana afirma que le “preocupa que las publicaciones que corresponderían a Lluís Llagostera desinformen sobre un tema tan delicado”. ¡Ah, claro! La “desinformación” es la etiqueta con la que se anatematiza al que no traga con el discurso dominante, el oficial, el que difiere del que emerge desde las altas esferas del poder político o eclesiástico. ¡Desinformación! Sí, es la palabra mágica, el cajón de sastre por el cual el único criterio aceptable y veraz es sólo el del que manda, sea político y eclesiástico. Cualquier otro enfoque desenfoca, tal como afirma Mons. Argüello.
Pero vayamos a los hechos: tras el aparatoso y mediático aterrizaje de Bertomeu en Bolivia, ha tenido que ser la fiscalía del país andino la que tome cartas en el asunto, imputando a los superiores de la Compañía de Jesús como presuntos encubridores de los abusos cometidos por varios jesuitas durante muchos años. Por lo visto, las visitas del minutante eran, por supuesto, puramente formativas y de amistad sincera. Aunque, por alguna inconfesable razón, Bertomeu no investigó los jesuíticos abusos, sí que parece que hizo amigos por doquier. De esos que pueden sacarte de un apuro o echarte un capote cuando lo necesitas.
La abogada de los obispos bolivianos ha amagado bien con la intención de sacarle el morlaco de encima al pobre Bertomeu que, de corajudo ejecutor de abusadores (007 del Vaticano), ha pasado ahora a simpático maletilla de fiesta patronal boliviana. No así en Perú. Sin embargo, tanto en una como en otra plaza, el burladero pontificio le protege de cualquier cornada. Está claro entonces que el toro no puede empitonar en ningún caso al que, cual caballo ganador, ha sido destinado por sus apostólicos mentores a cargos de cada vez mayor responsabilidad. Suponemos que por su grado de especialización en Dale Carnegie y su Cómo ganar amigos e influir sobre las personas.
Sin embargo, lo que no deja de sorprender, es la coincidencia en el tiempo con un elogioso artículo publicado este mismo agosto en La Razón por José Beltrán, titulado El FBI del Vaticano cerca al Sodalicio, más que un nido de abusos . En él se alaba especialmente la labor del arzobispo maltés Charles Scicluna y el secretario adjunto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Jordi Bertomeu, a los que el diario califica como “el FBI antiabusos del Vaticano”, en la expulsión del laico Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio para la Vida Cristiana en Perú y en la denuncia de las irregularidades financieras de la institución, que “podrían ascender a los 1000 millones de euros” y que interesa especialmente “más allá de los abusos”, afirma. Poderoso caballero es Don Dinero.
Un decreto vaticano del pasado 14 de agosto buscaría «restablecer la justicia dañada» por Figari «a lo largo de muchos años» por ser «causa de escándalo y grave daño». La edición en papel, no así la digital, lleva una interesante entradilla en letra negrita de esta guisa: “Aunque este papa haya pisado el acelerador, la Iglesia como tal llega tarde. Las primeras denuncias mediáticas contra Figari llegaron hace más de dos décadas y se miró para otro lado”, explica una fuente conocedora del caso, que lamenta que Scicluna y Bertomeu sean todavía una “isla” en el engranaje católico. Y continua esa “fuente conocedora del caso”: Ahora que están aflorando tantos casos que es inviable que sólo haya un “task force”, dejan caer quienes ven las carencias del departamento antiabusos del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Y sigue ya el periodista escribiendo por su cuenta y riesgo: “Al margen de verse cuestionados por los negacionistas de la pederastia y de los ‘avisos’ que reciben, los ‘Starsky y Hutch’ pontificios (Scicluna y Bertomeu) están curados de espanto ante las amenazas tras desenmascarar a depredadores disfrazados de gurús como el chileno Fernando Karadima. Y, sobre todo, porque cuentan con un respaldo inequívoco del pontífice argentino”.
Magnífico, sí. FBI vaticano (inteligencia y espionaje universal), Task force (puño de hierro), Starsky y Hutch (policía yanqui, contundente y decidida), “isla” de honradez y competencia, inmunes a las amenazas y, por encima de todo, respaldados por el mismísimo papa Francisco. Es decir, que el arzobispo Scicluna y su minutante Bertomeu destilan acrisolada honradez, pura masculinidad, testosterona a borbotones, casi como el caballo del general Espartero, cual dos machos alfa rodeados de esquinados mariposones que buscan obstaculizar infructuosamente su sagrada misión. Sin miedo a nada ni a nadie, la cumplirán a cualquier precio, apoyados por el papa Francisco en todo momento.
En fin, que el artículo de marras es cuasi un panegírico de beatificación. Tanto, que el desinformador Llagostera se hubiera quedado con un palmo de narices si no supiese que el interés en forzar el blanqueo de la gestión de Scicluna y su minutante Bertomeu no parte de la objetividad de su conducta, sino del deseo de salvaguardar sus preciosas personas ante cualquier sombra de imperfección. El poder nunca se equivoca y sus cipayos tampoco, y mucho menos si han de construirse una impecable e impoluta carrera eclesiástica. Todo debe ser perfecto en la trayectoria de un minutante con pretensiones y de un arzobispo curial. No puede haber errores y, si éstos se producen, se deben negar con vehemencia bajo capa de “desinformación”, y ahora de excomunión. Casi de libro.
Sin embargo, a pesar de los interesados y obsequiosos amigos que les salen de debajo de las piedras, la colina del Vaticano ha acabado convirtiéndose, con Scicluna y Bertomeu repartiendo excomuniones, en aquel Montecarlo (sin ruletas ni casinos, claro está) que describió tan acertadamente el genial novelista Somerset Maugham: “Un lugar soleado para gente sombría”. Y cada vez hay más, a pesar de su forzada sonrisa.
Lluís Llagostera
Querido Lluis ojo la presión a tu edad es mala. El odio y la venganza no són muy cristianos. Y difamar solo te puede llevar a una denúncia.
ResponderEliminarO a una excomunión
Eliminar23.31 ¿Están ustedes en nómina de Bertomeu ?
EliminarNo, solo defendemos a los ministros de la Iglesia que ustedes siempre desprecian.
EliminarVeritat que ni l'Arquebisbe Scicluna ni mossèn Bertomeu hagin sentit parlar de Rupnik?
ResponderEliminarQuina debilitat per part de dos investigadors tan assiduosos en buscar casos seriosos d'abusos, oi?
FEM
En referencia al coment del moderador de Germinans en el artículo de Taltavull Catedral de Palma, y que dice "Germinans Germinabit17 de octubre de 2024, 11:43
ResponderEliminarSeñor comentarista, le llamo al orden como moderador. Esto es una página CATÓLICA, no acabo de entender que hace en ella, pero estamos abiertos a acoger a todo el mundo que venga a aportar algo, pero si viene con la intención de atacar a los CATÓLICOS se ha equivocado de página y me veré obligado a borrar sus comentarios."------Respondo yo que a quienes se debería reprender son a los "copipasteanos" que ponen textos largos, no a los pobres protestantes que ponen sus doctrinas, a éstos los podemos convertir al Catolicismo por más señas, los "copipasteanos" faltan a la buena educación ya que llenan el espacio con más texto que el articulista. El querer borrar los comentarios de los protestantes porque atacan a los católicos no es motivo para borrarlos pues aquí nosotros mismos como católicos atacamos a todo bicho viviente incluso al Papa.
Por un lado, al menos el "copyandpasteano" es original y no está dando constantemente la tabarra, durante años y años, con un minúsculo fragmento de doctrina.
EliminarPor otro lado, Garrell, usted no es un moderador aquí. Solo un don nadie que usa un blog que hace bastante bien y con éxito para intentar llevarse el agua a su molino y acerse publicidad.
9.31 "acerse" ha de hacerse publicidad el Sr Garrell que nos aporta una parte fundamental "eliminada" por el llamado "espíritu del Concilio". Dicho esto, Sr Garrell si aquí se ataca a un señor llamado Francisco que funge como Papa es porque lleva metiendo un lío que no Calvino ni Lutero juntos...
EliminarEn este video [1] se contiene la última declaración disponible de los dos laicos peruanos amenazados de excomunión, Giuliana Caccia y Sebastián Blanco. Evidentemente es su versión, y los hechos son presuntos con presunción de inocencia para todos, y la información es la que se dispone y puede tener errores y omisiones.
ResponderEliminarLa Misión Especial Pontificia de investigación, encabezada por Bertomeu y Scicluna, sobre presuntos actos ilícitos cometidos por dirigentes del Sodalicio, ha generado la denuncia de dos laicos de que Bertomeu habría cometido un presunto delito penal en Perú. Este delito consistiría en la violación del deber de secreto, reserva y confidencialidad profesional, lo que habría ocasionado un grave perjuicio a los derechos humanos de dos laicos, afectando su integridad, honor e imagen. Dicho perjuicio se manifestaría en forma de ataques mediáticos graves, los cuales habrían sido resultado de filtraciones e indiscreciones atribuidas a Bertomeu.
Además, se acusa a Bertomeu de un segundo acto ilícito e injusto: presunto acoso y represalia contra los laicos por haber presentado una legítima denuncia penal ante los tribunales peruanos, un derecho humano fundamental básico. Como consecuencia, afirman que Bertomeu, amparado en un precepto penal pontificio emitido por el Papa Francisco, habría ejercido una presunta presión sobre ellos, advirtiéndoles que si no retiraban la denuncia penal serían castigados con excomunión y multas.
Se alega que Bertomeu habría infringido su deber de confidencialidad profesional, de carácter ius cogens, al compartir con terceros no autorizados (periodistas) información confidencial obtenida en el curso de la investigación, que estaba reservada únicamente para las partes involucradas y los investigadores de la Misión Especial Pontificia. Esta información, según las acusaciones, tenía la garantía explícita de Bertomeu de que sólo debía ser conocida exclusivamente por el Papa, constituyendo una doble violación del deber de confidencialidad:
1. Compartir información confidencial con terceros no autorizados, marginales al proceso investigador de la Misión Especial Pontificia: Bertomeu habría compartido información sensible con periodistas, quienes no formaban parte del proceso investigativo ni tenían autorización para acceder a dicha información. Este acto violaría presuntamente el deber de confidencialidad que pesa sobre Bertomeu, ya que los datos compartidos estaban protegidos por el secreto profesional, pues Bertomeu no tiene ningún derecho a dar información a la prensa de los hechos conocidos en el marco de un proceso de investigaciónd de presuntos hechos ilícitos.
2. Divulgar información reservada exclusivamente para el Papa: Además, se alega que Bertomeu habría revelado declaraciones que, por su naturaleza, estaban destinadas exclusivamente al conocimiento del Papa. Al compartir esta información con personas externas al proceso (como periodistas), se comete una segunda violación del deber de confidencialidad, dado que dicha información estaba limitada a un ámbito de máximo secreto pontificio y, además, cuyo único destinatario era el Papa..
Para compararlo con hechos coetáneos, el Tribunal Supremo ha abierto una causa contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, imputado por un supuesto delito de revelación de secretos castigada por el art. 417 CP a una multa y a una inhabilitación de uno a tres años, en el caso abierto contra Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso, acusado de los delitos de fraude fiscal y falsedad documental, debido a una presunta filtración de un correo al que el fiscal general del Estado García Ortiz y otras personas tenían acceso, y también se imputa de un delito a la fiscal jefa provincial de Madrid, Pilar Rodríguez Fernández, que supuestamente envió al fiscal general del Estado datos relativos a la investigación para la redacción de una nota de prensa difundida por el Ministerio Público.
Ante esta filtración, los dos católicos interponen una legitima denuncia penal contra el sacerdote Jordi Bertomeu Farnós, miembro del Dicasterio de la Doctrina de la Fe y de la Misión Especial investigadora Pontificia, por supuestamente violar el secreto profesional.
ResponderEliminarComo respuesta, a estos dos católicos se les envía una especie de "sentencia penal firme e irrecurrible", por la que se les condena a unas penas por una serie de delitos probados, un documento denominado "precepto penal".
En el documento del precepto penal de excomunión, se afirma nada menos que los actos de estos dos católicos, que consistieron en denunciar penalmente a Bertomeu por su presunto delito de revelación de secretos, son sentenciados de manera firme e inapelable como delitos canónicos probados como ciertos, porque habrían tenido como finalidad:
1. Suscitar públicamente el odio contra la Sede Apostólica (intento de atentar contra la reputación y la legitimidad del pontífice y la Misión al presentar públicamente denuncias que la perjudican)
2. Impedir la libertad del ejercicio de la potestad eclesiástica (la denuncia podría estar interfiriendo contra la Autoridad Eclesial, contra el ejercicio del ministerio, cargo u oficio de un sacerdote, lo que es una ofensa en el derecho canónico)
3. Lesionar ilegítimamente la buena fama de terceros (daño causado a la reputación de Bertomeu y de rebote, a la Misión y al Papa)
La "sentencia" impone un facere en forma de 5 acciones de cumplimiento obligatorio inexcusable por parte de los dos laicos:
1. Retirar de manera inmediata la denuncia penal contra Bertomeu
2. Disculparse con los miembros de la Misión especial, Bertomeu-Scicluna
3. Dar explicaciones a medios de comunicación con los que se hayan contactado (dicen que esto es falso)
4. Notificar de lo anterior al Nuncio
5. Prohibido realizar en el futuro ninguna otra manifestación pública en los medios de comunicación social o denuncia sobre los hechos objeto de la Misión especial (se les limitan derechos fundamentales básicos reconocidos por la Lex Fundamentalis Ecclesiae y la Constitución del Perú y
En caso no se cumplan estas 5 condiciones, se impone una sentencia condenatoria ipso facto e ipso iure:
1. Excomunión ferendae sententiae. Por tanto, quedan prohibidos de recibir los sacramentos y los ministros celebrantes deben de alejarlos o interrumpir cualquier acción litúrgica a la que asistan estos dos católicos (o sea, que si un cura celebra misa y los ve, debe de parar la misa y expulsarlos, supongo que con un trabuquito)
2. Pagar como pena expiatoria 100.000 soles peruanos (25.000 euros) cada uno (200.000 soles ó 50.000 euros en total) a Cáritas Lima (aquí se han pasado treinta pueblos y cinco ciudades, pues 50.000 euros en Perú equivaldrían a un poder de compra al entorno de 200.000 euros en Europa, una locura de sanción, desproporcionada a todas luces, pues no tiene en cuenta la riqueza de los afectados ni la proporción con el daño causado, y por ello, es injusta e inicua y no se debe de obedecer)
3. Nunca jamás se podrán presentar como católicos en público ni representar a la Iglesia católica en ningún acto social (se les viola la integridad de sus derechos procesales y nada menos que se les expulsa de la comunión y por ello, de todos los bienes espirituales de la comunión de los santos, otra sanción desproporcionada más y, como dijo Juan XXIII, sin deber de obligar ni obedecer)
4. La imposición de la pena de excomunión se publicará en el boletín oficial de la conferencia episcopal de Perú para público conocimiento general y publicidad erga omnes (encima, que todo el mundo sepa que están totalmente excluidos de la comunión católica)
La excomunión ferendae sententiae es una pena eclesiástica que se impone mediante un juicio y que excluye a la persona de la comunión con la Iglesia.
ResponderEliminarEn este caso, se condiciona a la excomunión al cumplimiento de ciertas exigencias, lo que sugiere un intento de coacción para silenciar a los denunciantes.
Los dos laicos, evidentemente, han alegado que todo ello no es cierto, y que además, les han "abierto y cerrado" un proceso penal sancionador violándoles absolutamente todos los derechos fundamentales humanos de garantía procesal: presunción de inocencia, notificación de las acusaciones, derecho a abogado defensor, derecho a presentar alegaciones, derecho a un juez natural predeterminado por la ley, a la separación estricta de instancias investigadora, enjuiciadora y recursal, a no declarar ni a declararse culpables...
O sea, todo un despropósito que procede de este pontificado que ignora los mínimos derechos humanos procesales de que gozan todos los católicos, y que evidentemente, si se demuestra ante un juez civil de que se han vulnerado todos sus derechos fundamentales procesales, y que encima, se ha realizado un acto de represalia y coacción (un grave injusto según la directiva 2019/1937), van a gozar de una muy generosa indemnización civil por daños y perjuicios por violar la intimidad, imagen y honor por parte del Vaticano... además de que una excomunión inicua e injusta es nula de pleno derecho, ni que la dicte el Papa, pues está sometido a los principios fundamentales del derecho y de la Fé y moral, las cuales condenan todo acto injusto.
Benedicto XVI lo dijo muy claro: el derecho penal y el derecho administrativo sancionador, deben de regirse por dos principios equivalentes: las garantían procesales configuradas como derecho humano fundamental, y la defensa suprema de la verdadera Fé católica. Y Juan XXIII, en Pacem in Terris, lo dejó claro: toda sentencia o ley inicua carece de deber de obedecerla.
...
Es evidente que la Misión Especial Bertomeu-Scicluna ha fracasado totalmente en su "misión" investigadora, y es evidente también que se impone la máxima investigación escrupulosa sobre el estatuto jurídico de cualquier tipo de Misión Especial que exista en el futuro:
1. La misión especial debe de tener a investigadores con la capacidad y competencia sobre derecho procesal y técnico-científico y teológico-espiritual sobre las materias que investiga
2. El proceso debe de cumplir con todos los derechos fundamentales humanos sobre garantías procesales penales o administrativas sancionadoras, saber si actúa bajo el derecho penal o bajo el derecho administrativo sancionador. Esto está recogido en las constituciones nacionales, en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Convención Europea de Derechos Humanos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos... con la IA jurídica se puede saber todo...
3. Que la Misión Especial goce de la legal competencia objetiva, subjetiva, funcional y territorial: la identidad de sus componentes, sus nombramientos, posesión y juramento al cargo, su elección imparcial en el turno de reparto de asuntos, que sean jueces naturales, sus deberes y obligaciones
4. No estar incurso en causas de incompatibilidad, recusación o pena canónica, civil o penal.
...
Queda claro que si la denuncia penal sigue su curso normal, Bertomeu deberá de defenderse de las acusaciones. También se observa que las Misiones Especiales Pontificias no cumplen ninguna de las garantías procesales reconocidas como derechos humanos ni divinos (defensa de la Fé). Además, se lamenta una posible actividad de represalia y coacción, un abuso de autoridad y fraude de ley, dirigida por una instancia superior dotada de fuerza coercitiva contra dos indefensos laicos católicos, dada la naturaleza fuertemente coactiva del derecho canónico sancionador del Estado vaticano.
...
[1] facebook.com/ONGCATOLICASINCOMPONENDA/videos/giuliana-caccia-y-sebasti%C3%A1n-blanco-hablan-con-la-verdad/1085235446653383/
Gracias. Me entero mucho mejor por sus comentarios que por la redacción de la noticia.
EliminarNo es una noticia sino un artículo de opinión y crítica, pues presupone el conocimiento previo de los hechos, pero si se leen los lechos y luego este artículo de opinión y crítica, todo más comprensible.
EliminarEl tema del Soladicio es un tema bastante más largo, ya que hay muchas más personas afectadas por otras diferentes causas, casi todas las cuales se han quejado también del mal proceder del Vaticano de Francisco.
El tema de aria para casi una docena de artículos.
Alguien sabe por que Bertomeu ha llevado a cuatro seminaristas a ver al Papa? De que diocesis son y por que los lleva el?
ResponderEliminarhttps://www.romereports.com/2024/10/15/querian-una-foto-firmada-del-papa-y-al-final-se-reunieron-con-el/
https://www.lavanguardia.com/vida/20240929/9978791/cuatro-universitarios-aspirantes-a-sacerdotes-no-somos-unos-bichos-raros.html
EliminarNo son seminaristas, sino chicos que creen tener vocación pero aún no han entrado al seminario.
EliminarExcomunión por ejercer un derecho legal, asi estamos en el Vaticano de Francisco, vergogna!!!!
ResponderEliminar¡Qué Iglesia! Y después nos asustamos de que haya cada día más ateos y menos católicos...
ResponderEliminar13.18 "Permanezcamos firmes en la Fe y que no nos confundan", ese es el legado de B-XVI para no sucumbir a la Antiiglesia de F-I
EliminarBueno, es el orgullo y la soberbia típica de quienes salen de la nada y se recodean con quién les hizo algo, pero que éste los devolverá a la nada en la que nadeaban cuando no les sea útiles: Bertomeu el minutante y Scicluna el avispado obispillo, esbirrillos pillos...
EliminarBertomeu será el próximo Obispo de Tortosa y Cardenal.
ResponderEliminarEl solideo ya lo tiene rojo el obispo de Tortosa.
Dado que el actual obispo tiene 57 años, es poco probable que el próximo obispo de Tortosa lo nombre Francisco. Tal y como funciona la Iglesia, puede que el siguiente Papa lo nombre obispo de de Tortosa o lo destierre a una parroquia de la Siberia profunda. Yo no estaría seguro de nada.
EliminarPodria GG hacer un artículo sobre el tema erre que erre de las diaconisas y las "supiestas sacerdotisas" ordenades en Roma y que ahora están dando la lata sinodal
ResponderEliminar9/53, las diaconisas y sacerdotisas no existen.
ResponderEliminarLa Iglesia no tiene ninguna autoridad para ordenar semejante herejía.
Faltaría más!!!