Ya hace tiempo que hemos visto imágenes de iglesias de otros países reconvertidas en todo tipo de espacios alejados completamente de lo que fueron en su momento. Pero nos duele especialmente ver que algunas iglesias en nuestra tierra están empezando a correr la misma suerte (desgracia). Un amable lector nos ha informado, del primer Mercado del Regalo de Navidad en la iglesia de San Francisco de Berga, en la diócesis de Solsona. Lo que llama la atención es que la iglesia no está desacralizada y reconvertida arquitectónicamente para otros usos, como sí ha sucedido, por ejemplo, en las iglesias de colegios, que pasaron a manos de Ada Colau cuando fue alcaldesa de Barcelona y que rápidamente las reacondicionó para otros usos escolares, cuando más lejos de la religión mejor.
En el caso de esta iglesia de Berga se pueden ver en las fotografías como están todos los santos y los elementos religiosos, incluso las huchas y carteles para pedir por las obras franciscanas, cuya orden fue la que regentó el cuidado de este templo y del convento que hay a su lado. Es por ello que aquella imagen de Jesús echando a los vendedores del templo se te pasa por la cabeza, porque la iglesia mantiene todos sus elementos religiosos, pero está llena de paradas de venta de productos navideños.
Para entender cómo ha sucedido esto, nos tenemos que remontar al año 2016 cuando la provincia franciscana de la Inmaculada Concepción, que agrupa a todas las antiguas provincias españolas, decidió cerrar el convento de Berga, donde solo estaba habitando un religioso, por tanto, sin existencia de comunidad. Entonces empiezan las negociaciones para ver que se hace con tan inmenso recinto, uno de los más emblemáticos de la localidad.
El Ayuntamiento de Berga y la provincia franciscana estudian una posible cesión del recinto al consistorio, los primeros números que se hacen hablan de 2.116.000 euros por un periodo de 25 años, pero parece que semejantes cifras no concuerdan con el espíritu de pobreza que inculcó el santo de Asís. Finalmente, la cesión se realiza, pero sin ningún tipo de compensación económica, es decir, gratuitamente. Era una solución provisional, que era reversible al cabo de un cuarto de siglo, pero en poco tiempo los franciscanos acceden a cambiar las condiciones, y les conceden una cesión por 90 años, queda claro que la Orden no contempla la posibilidad de volver y da por hecho que, cada vez tendrán menos miembros y menos casas religiosas.
Hay que tener en cuenta que el Ayuntamiento de Berga, con quien han negociado los franciscanos, está gobernado por la CUP, candidatura independentista y antisistema, con un claro componente anticlerical, de hecho la rama juvenil de esta formación "Arrán" ha perpetrado diversas acciones vandálicas contra edificios eclesiásticos, y exhiben eslóganes en sus pintadas contra la Iglesia, que recuerdan los de los tiempos de persecución religiosa de los años 30 del siglo pasado. Se da la circunstancia de que entre los franciscanos martirizados en aquellos años por formaciones políticas con ideología bastante parecida a la de los actuales gobernantes de Berga, se encontraban religiosos vinculados a esa ciudad.
Otro amable lector nos informa que en Barcelona se está produciendo un fenómeno distinto, pero que coincide con la utilización de un templo con finalidades económicas, nos dice que ha intentado entrar en el templo de Sant Pere de les Puel·les para rezar y los guardias de la entrada le han dicho que no puede pasar si no paga la entrada correspondiente. Y esto no solo pasa en esa iglesia, sino en una buena parte de las del casco antiguo de la ciudad. Cómo ha cambiado esta parroquia desde los tiempos en que la regía su último buen párroco, Mn. Josep Maria Martí López, ahora se entiende por qué el materialista Antoni Matabosch se empeñó en defenestrar a su párroco y ponerse el mismo como sacerdote adscrito a esa parroquia.
Y podríamos continuar hablando de la "Inmobiliaria Omella" cerrando iglesias y sacando unos buenos réditos económicos por la cesión de esos terrenos. Al menos los beneficios económicos se quedan teóricamente en la Iglesia, algo que no pasa en Berga, donde los franciscanos les ceden gratuitamente el terreno a la CUP.
Francisco Fabra
