El Cabildo de la Catedral de Barcelona, ante las noticias que han aparecido estos días informando de que el Hospital de Sant Pau practicaría abortos en el Hospital Dos de Maig, ha pedido aclaraciones al respecto a la gerencia del Hospital de Sant Pau, a los que ha respondido con esta indicación:
La incorporación de la interrupción voluntaria del embarazo en la cartera de servicios públicos del Servei Català de la Salut en el año 2010, implicó una ordenación de los servicios para garantizar el acceso de todas las mujeres a la prestación con financiación pública. Esta ley fue modificada en 2023, la Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, y garantiza que en casos de ciertas patologías fetales que comporten un mal pronóstico neonatal o asocien riesgos para la madre gestante, las mujeres tienen derecho a la realización de una interrupción de la gestación dentro del sistema sanitario público.
En este sentido, para el amparo y cumplimiento de las obligaciones de la ley, y con el objetivo de garantizar esta prestación de la cartera de servicios pública en el territorio del Eixample Dret (AIS Dreta), en julio de 2025 la Direcció General d’Ordenació y Regulació Sanitària del Departament de Salut emite autorización administrativa para que el Consorci Sanitari Integral-Hospital Dos de Maig pueda prestar esta cartera de servicios y el Servei Català de la Salut contrata la actividad; lo que identifica a este hospital como centro referente del SISCAT para cubrir esta cartera en este ámbito de Barcelona, y en la práctica excluye de la contratación de esta prestación al Hospital de la Santa Creu y Sant Pau.
El Hospital Dos de Maig en base a su autonomía de gestión decidirá en todo momento cómo organizar los recursos y profesionales necesarios para prestar este servicio.
Por lo que respecta al Hospital de la Santa Creu y Sant Pau en base a los compromisos institucionales, como ya ha hecho hasta la actualidad, sigue derivando a las mujeres que tienen que someterse a esta prestación a los dispositivos acreditados por el Departament de Salut según la casuística clínica de la gestante y/o el feto (Hospital Dos de Maig, Hospital Clínic y otros dispositivos concertados por el CatSalut que no pertenecen a la red de utilización pública), manteniendo en todo momento la trazabilidad de la información clínica relevante. Con la diferencia de que el Clínico tiene su propia plantilla de médicos abortistas, mientras que al Hospital Dos de Maig se los aporta el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Por otro lado, el Hospital de la Santa Creu y Sant Pau, congestionado por el Arzobispado de Barcelona, ha excluido positivamente de sus servicios toda atención a las gestantes con problemas sin ofrecerles, por tanto, ninguna alternativa al aborto. Simplemente derivándolas a los respectivos mataderos infanticidas “en base a los compromisos institucionales”. Cosa que al Cabildo parece importarle bien poco.
Atendiendo a estas aclaraciones, que ponen de manifiesto que nada ha cambiado en la praxis mantenida hasta ahora por el Hospital de Sant Pau respecto a la no práctica de abortos (¿?), el Cabildo de la Catedral reitera su compromiso inequívoco con la defensa de la vida humana en todas sus etapas.
POLÍTICAMENTE CORRECTÍSIMO. De hecho, “En la práctica” el Servicio de Salud de la Generalidad excluye de la contratación del servicio de abortos, al Hospital de San Pablo.
Sin embargo, este hospital “colabora” con el Servicio de Salud en el cumplimiento de su programa abortista, derivando los casos al vecino Hospital Dos de Mayo (de hecho, es decir “en la práctica”, una extensión del Hospital de San Pablo, compartiendo con éste equipos médicos).
La verdad es que casi no se nota. Quien quiere entender que, por fin, el Hospital de San Pablo ha entrado en el servicio de abortos, puede entender exactamente eso y celebrarlo. Y quien quiere entender lo contrario (como el Cabildo catedralicio) cuenta con suficientes argumentos para entenderlo. Porque “en la práctica” el SISCAT excluye de la contratación de esta prestación abortista al Hospital de la Santa Creu i Sant Pau.
Es realmente una SOLUCIÓN SALOMÓNICA. Pero el niño no queda partido sólo por la mitad, sino que se hacen de él muchos pedazos. Y el Cabildo sale de ésta con las manos limpísimas, como Pilatos tras lavárselas, y como el obispo Copríncipe de la Seo de Urgel, de la mano de la Secretaria de Estado del Vaticano.
Juan Prats Ferrer

