Los cuatro seminaristas de Girona con el obispo, el rector del Seminario, el delegado de vocaciones y el director espiritual
El escrito de Francisco Fabra sobre Lucas Alves seminarista brasileño de Tarragona, me ha hecho dar cuenta de que en Girona tenemos una situación prácticamente calcada, dos nuevos seminaristas este curso y uno de ellos proveniente de América Latina, Edwin Oblitas, en este caso de Bolivia, de la localidad de Apolo. El nuevo seminarista boliviano tiene pasado en el monasterio de Poblet, por lo que el actual obispo Octavi Vilà no ha venido solo del cenobio cisterciense.
La diócesis de Girona tiene un clero escaso, anciano mayoritariamente y muy catalán. Pero las cosas ya empiezan a cambiar aunque muy lentamente y es que si solo cuentan con las vocaciones autóctonas y con el clero local esta diócesis tendrá que echar el cierre.
En nuestra diócesis ya se encuentran sacerdotes foráneos, que aportan juventud a la avanzada edad media de su clero. Los hay hispanoamericanos como Dagoberto Rojas en Llançà, Edwin Antonio Vásquez en Salt, John William Candelo en La Jonquera, también africanos como Jean Baptiste Kamman en Arenys de Munt o Jean de Dieu Ndizeye en Camprodon, éste último protagonizó un lamentable incidente, cuando conduciendo bebido provocó un accidente y huyó sin atender a las víctimas. Y por si no fuera suficiente, también hay representación de los países del Este en la persona de Yuri Fedorenko.
Se verá si el obispo Vilà tiene previsto continuar en esta línea de importación de sacerdotes, aunque sea lenta y no masiva, o escucha la vieja teoría del nacional-progresismo que dice que no hay que traer sacerdotes externos porque no se adaptan a nuestro "taranná" (talante), y que aunque no haya vocaciones, las parroquias las pueden llevar los laicos, a pesar de que esa idea se está cayendo poco a poco porque tampoco hay laicos jóvenes que quieran hacer ese servicio a la Iglesia.
La realidad es que en toda Cataluña hay pocas vocaciones y bastantes de ellas son foráneas. Sólamente hay que comprobarlo al mirar la fotografía de los seminaristas catalanes que este año han empezado su camino hacia el sacerdocio y que se encontraron con nuestro obispo Octavi.
Por cierto que sobre este curso introductorio en el que hay 16 seminaristas, y que Omella va presumiendo que los ha conseguido reunir a todos en el Seminario de Barcelona, hay que precisar que esto no es cierto. Los seminaristas de Terrassa y los de Urgell no residen en la barcelonesa calle Diputación. El cardenal creía que apartando a José Angel Saiz y enviándolo a Sevilla se acabaría la oposición a su proyecto de Seminario único, pero el clero de Terrassa ha presionado a su obispo Salvador Cristau, bastante más dócil a Omella que su antecesor para que no lo hiciera. De Vives ya sabemos que su relación con el turolense no es nada buena, y ya que no tiene nada que perder le hace ese feo para fastidiarlo.
Se quiera o no se quiera importar sacerdotes foráneos, está claro que en todas las diócesis habrá clero no catalán, porque con tanta descristianización en esta tierra, una de las pocas canteras que quedan de jóvenes cristianos es la latinoamericana, por lo que de ahí pueden salir candidatos al sacerdocio, y estos no se pueden rechazar en los seminarios por mucho racismo que haya por estos lares, incluyendo algunos clérigos.
Narcís Feliu
Si tuviera un hijo con vocacion de Sacerdote le prohibiria ir a cualquier seminario catalan.
ResponderEliminarEstan mas cerca del protestantismo que del catolicismo.
Bueno, Terrassa no está tan mal. En parte es por eso que se resisten.
EliminarPor suerte, Omella ya no es ningún joven. Gracias a eso, Cristau ha encontrado unos márgenes que de otra manera no hubiera conseguido tener.
Vostè és català?
Eliminar¿Se sabe algo del seminario de Barna?
EliminarCamprodon no es diocesis de Gerona sino de Vic. Narciso Félix o Felio infórmese bien ya se ve que no es foráneo, un gerundense nunca cometería este error propio de un barcelonés provinciano.
ResponderEliminarSi usted va a la página web oficial del obispado de Girona y busca la sección sacerdotes de la diócesis, aparece el P. Jean de Dieu. El porqué lo desconozco, evidentemente Camprodón es diócesis de Vic
EliminarEl Padre Dagoberto Rojas es ni más ni menos que el delegado de pastoral juvenil elevado a este cargo por el nuevo obispo que le ha confiado tan importante tarea.
ResponderEliminarTodos los importados menos uno son catalano hablantes. El de Camprodon también pero es de Vich.
ResponderEliminarVol dir que és de Vic, oi?
EliminarVull dir Vich que era com s'escrivia fins que els torracollons van simplificar la grafía per adaptar-la al vulgo
EliminarSr. Feliu, Camprodon pertany al bisbat de Vic.
ResponderEliminarDoncs té raó.
EliminarPer raons de facilitat d'accés s'atenen des de Camprodon (Vic) tres parròquies de Girona: Beget, Rocabruna i Bolòs, i, a l'inrevés, s'atenen des d'Anglès (Girona) la parròquia d'Osor i el santuari i parròquia de la Mare de Déu del Coll, que pertanyen a Vic.
EliminarEl argumento central del artículo, en mi opinión, es que si no hay jóvenes laicos comprometidos —ya sean ministros ordenados (como diáconos permanentes) o no ordenados (catequistas, lectores, etc.)— dispuestos a servir en las parroquias sin sacerdotes de Gerona, entonces no solo escasearán las vocaciones sacerdotales, sino que tampoco surgirán candidatos entre los viri probati.
ResponderEliminarEstos últimos serían hombres laicos maduros, respetados en sus comunidades por su santidad o prestigio, que podrían ser considerados para el sacerdocio o para roles de liderazgo eclesial, como se ha debatido en algunos círculos de la Iglesia (por ejemplo, en el Sínodo de la Amazonía de 2019, donde se planteó ordenar a hombres casados de probada virtud en regiones con escasez de clero, aspecto que fue muy discutible).
Hay una lógica circular aquí: la falta de vitalidad laical en las parroquias —especialmente entre los jóvenes— no solo reduce el "vivero" de posibles sacerdotes célibes, sino que también deja un vacío en la generación de boni viri probati. Si las parroquias están en declive, con feligreses envejecidos y poca participación activa, es poco probable que surjan figuras locales de prestigio que puedan ser identificadas como candidatos idóneos para sostener la vida eclesial, ya sea como laicos o como clérigos. Esto agrava aún más la crisis, porque ni siquiera hay una "reserva" de hombres maduros y santos que puedan compensar la falta de sacerdotes jóvenes.
En el contexto del artículo sobre Girona, esto encaja con la descripción de un clero "escaso, anciano mayoritariamente y muy catalán", y con la idea de que las vocaciones autóctonas son insuficientes.
Si no hay una base laical fuerte —ni jóvenes ni viri probati—, la diócesis depende casi exclusivamente de sacerdotes y seminaristas foráneos, como Edwin Oblitas o los mencionados sacerdotes latinoamericanos y africanos.
Pero esto, como se plantea, puede generar problemas de integración cultural y lingüística, lo que no resuelve del todo el problema de fondo: LA DESCONEXIÓN DE LA IGLESIA CON LA REALIDAD LOCAL.
Además, hay un aspecto implícito en la reflexión del articulista: la santidad o el prestigio de los viri probati requiere una COMUNIDAD VIVA que los reconozca como tales. Y la realidad es que el catolicismo de Gerona es una comunidad agónica, moribunda, en algunos casos, es una comunidad muerta.
Si la descristianización en Cataluña ha erosionado la participación en las parroquias, no solo faltan jóvenes, sino también ADULTOS EJEMPLARES que puedan ser vistos como líderes naturales POR LA COMUNIDAD VIVA.
Esto podría explicar por qué la idea de confiar las parroquias a los laicos (como propone el nacional-progresismo) no está funcionando: no hay ni cantidad ni calidad suficiente de laicos dispuestos o preparados, NI JÓVENES, ADULTOS NI ANCIANOS, NI RELIGIOSOS TAMPOCO.
Entonces, la observación del autor apunta a una CRISIS MÁS PROFUNDA AÚN: no es solo la falta de vocaciones sacerdotales, sino la ausencia de un tejido eclesial laical robusto, joven o maduro, que pueda sostener la Iglesia desde dentro.
La solución de "importar" sacerdotes foráneos es un parche temporal, pero no aborda la raíz del problema: el declive, la desaparición y la extinción del catolicismo en Gerona.
Buen análisis, aunque quizás un poco demasiado apocalíptico. Pero es cierto que el peor escenario se presenta así.
EliminarSon años de perseverar en una dirección completamente equivocada presionados por una ideología muy arraigada que se ha convertido en una burbuja totalmente desconectada del mundo real.
El tiempo dirá si aún se está a tiempo de cambiar de rumbo o en los próximos años veremos el fin del obispado de Girona.
La contradicción entre la falta de laicos y las vocaciones sacerdotales
ResponderEliminarHay una contradicción interesante: el nacional-progresismo propone que los laicos podrían llevar las parroquias en ausencia de sacerdotes, pero el artículo indica que no hay jóvenes laicos interesados en asumir ese rol. Esto lleva a la observación del articulista de que, si no hay un "caladero o veta" de laicos activos (jóvenes implicados en la vida parroquial como monaguillos, catequistas, etc.), entonces tampoco habría vocaciones sacerdotales autóctonas, ya que estas suelen surgir de esos entornos, de la Iglesia Doméstica (familias y matrimonios) catalana.
Pero manifiesta que algunas vocaciones podrían provenir de contextos externos (movimientos, retiros o seminaristas foráneos), lo que explicaría la situación actual, pero sin resolver del todo la contradicción: que Gerona verá desaparecer muy pronto el catolicismo por falta de vocaciones laicales, sacerdotales y religiosas, cada una con su propio carisma.
Una idea que podría explicar por qué, a pesar de esa falta de jóvenes laicos en las parroquias, todavía hay algunas vocaciones sacerdotales. El detalle es éste: no todas las vocaciones tienen que salir necesariamente de las parroquias locales. Algunas personas podrían descubrir que quieren ser sacerdotes en otros sitios o situaciones, fuera del entorno parroquial típico.
Por ejemplo:
1. Movimientos eclesiales: Grupos como el Camino Neocatecumenal, los Focolares o la Opus Dei, que organizan actividades, retiros o encuentros donde los jóvenes pueden conocer más la fe y sentir una llamada al sacerdocio.
2. Retiros o experiencias espirituales: Alguien podría ir a un retiro en un monasterio (como el de Poblet) o a un campamento religioso y ahí descubrir su vocación, sin haber sido muy activo en su parroquia antes.
3. Seminaristas foráneos: como el de Bolivia, que no viene de las parroquias de Gerona, sino de otro país, y llega ya con una vocación formada en su lugar de origen.
Esto significa que, aunque las parroquias de Gerona estén "secas y agostadas" de jóvenes laicos comprometidos, la Iglesia local puede seguir teniendo algunos seminaristas o sacerdotes porque estos llegan de fuentes externas (otros contextos o países), no del "vivero" parroquial tradicional.
La contradicción pone de manifiesto la esencia del problema, el colapso de la Iglesia Doméstica (familias y matrimonios) y una desconexión estructural entre la base laical y el clero en Girona.
Históricamente, la vida parroquial ha sido el semillero de vocaciones sacerdotales, pero la descristianización y el declive de la participación juvenil han roto este vínculo: la Iglesia Doméstica de Gerona ¿existe hoy en día?
La llegada de seminaristas foráneos sugiere que la Iglesia local está "sobreviviendo" gracias a recursos externos, pero esto no aborda la raíz: la falta de un tejido eclesial vivo que genere vocaciones propias: no hay Iglesia Doméstica, el nacional-progresismo, aliado de la izquierda, la ha matado.
El nacional-progresismo, al apostar por los laicos sin que haya una base real de compromiso, porque ha eliminado a la Iglesia Doméstica, parece más una teoría idealista que una solución práctica, revelando una crisis de relevo generacional tanto en el laicado como en el clero.
La propuesta de confiar en los laicos fracasa porque no hay suficientes personas —jóvenes o maduras— con el compromiso o la formación necesarios, y no las hay porque no existe la Iglesia Doméstica.
Síntesis: La esencia del problema
La esencia del problema en la diócesis de Girona y Cataluña es una crisis de vitalidad eclesial autóctona, el destrozo del nacional-progresismo hacia la Iglesia Doméstica, alimentada por la descristianización y la ruptura del vínculo entre el laicado y el clero por culpa de la ideología del nacional-progresismo modernista, de base marxista y liberal-protestante.
La contradicción entre la falta de laicos y las vocaciones sacerdotales (y dos)
ResponderEliminarEsto se manifiesta en:
1. Falta de un "vivero-ecosistema" laical o Iglesia Doméstica: Sin jóvenes implicados en las parroquias, no hay base para vocaciones sacerdotales locales, y la llegada de foráneos (aunque útil) no resuelve la desconexión cultural y social con los feligreses.
2. Ausencia de recambio generacional: Ni los jóvenes ni los laicos maduros emergen como líderes, dejando a la Iglesia sin recursos internos para sostenerse. Y las mujeres tampoco solucionan el problema, sólo lo agravan, pues en las misas sin cura, su presidencia en el altar dan la sensación de que la Iglesia ha abolido totalmente el sacerdocio masculino.
3. Teorías inviables: El nacional-progresismo apuesta por los laicos, pero ignora la realidad de una comunidad debilitada y envejecida, incapaz de asumir esa responsabilidad, con una ideología nacional-progresista absolutamente muerta, que por motivos izquierdistas, despreció a la Iglesia Doméstica, base de las vocaciones.
4. Dependencia externa como parche: La "importación" de sacerdotes y seminaristas foráneos mantiene la Iglesia a flote, pero no cura la raíz del problema: la pérdida de arraigo y relevancia en la sociedad catalana.
5. Expolio neocolonial de otras Iglesias Domésticas: la Iglesia de Gerona, siguiendo sus argumentos de izquierda, actúa como una potencia colonial capitalista que explota e importa vocaciones religiosas y sacerdotales de otras Iglesias Domésticas... evidentemente, hablo en "marxista" tal como es el nacional-progresismo, lo que no deja de ser contradictorio: no quieren curas de fuera porque no son del taranná, lo cual es cierto, al no nacer en Cataluña, nada saben de nosotros.
Pero por otro lado, como están en modo de supervivencia, y como no renuncian a su ideología nacional-progresista, están con las vocaciones colapsadas, y deben de "robarlas" de otras Iglesias Domésticas lejanas, con lo que empobrecen a las Iglesias Locales de procedencia: vestimos a un santo de nuestra parroquia a costa de desvestir a dos o tres de otras parroquias.
En resumen, el problema esencial es que la Iglesia en Girona carece de una comunidad viva y autosuficiente que genere sus propios líderes, sean sacerdotes o laicos, es decir, no tiene Iglesia Doméstica.
La descristianización causada por el colapso moral y espiritual de la ideología protestante-marxista del nacional-progresismo, ha cortado las raíces de las que tradicionalmente surgían las vocaciones, la Iglesia Doméstica "nacional", y las soluciones actuales (sacerdotes externos o confiar en un laicado inexistente) son paliativos que no revierten el declive que conduce a la extinción.
El nacional-progresismo, de base marxista y protestante, ha aborrecido de la Iglesia Doméstica, pues le remite a la doctrina de la Iglesia en la cuestión de la moral personal y familiar: continencia, castidad, pureza, pudor, ascesis, santidad, anticoncepción, aborto, reproducción asistida, matrimonio heterosexual monogámico de padre-madre y esposo-esposa, remisión a la Sagrada Familia... todo eso lo aborrece desde lo más hondo de su corazón, por su procedencia marxista y protestante liberal.
Por eso colapsa como ideología anticatólica -Jesús lo quiere así- pero también porque es inconsistente: va contra la moral natural y la misma lógica racional de la reproducción demográfico de una nación: los números matemáticos mandan, y si no hay tasa de reposición (2,1 hijos por mujer) entonces el país se hunde y la emigración lo ocupa. Eso es ser necio por partida doble: no saber ni doctrina ni matemáticas.
Siempre lo mismo en Germinans. Ya desde muchos años los laicos hacen el trabajo de los curas, dan la Comunión, hacen las lecturas, y etc. ¿¿Que más queremos??? Consagrar la Eucaristía es lo único exclusivo del sacerdote. Luego para algo existen los sagrarios para guardar la Eucaristía. En donde no puede acudir el cura se hacen Celebraciones de la Palabra y listos. En cualquier ciudad de Cataluña mayor de 10.000 habitantes se celebran en fines de semana unas 4 misas, pues de estas misas se pueden celebrar algunas en pequeños pueblos aunque sea de vez en cuando para llenar los sagrarios de Eucaristía, y todo solucionado. Todo es muy bueno.
ResponderEliminarLes celebracions presidides per laics fan perdre la poca fe dels feligresos i acaben tancant igual.
EliminarDecepcionant el seu comentari, senyor Garrell... això de "què más queremos? " és, amb tot el meu respecte, una bretolada protestantista. No és todo solucionado. Una celebració de la Paraula, per molt decorosa que sigui, no és una Eucaristia. Són actituds derrotistes com aquestes les que contribueixen també a la falta de vocacions. D'acord amb aquesta lògica n'hi hauria prou amb que el bisbe consagrés 100.000 hòsties i es distribuïssin entre els pobles com es van distribuir les urnes en el referèndum, tot solucionat, com diu vostè. Ens podríem estalviar tots els sacerdots pagant una agència de transports . I faríem calerons llogant les rectories i el seminari...
ResponderEliminarDonde estan un grupo de creyentes reunidos en mi nombre Yo estoy en medio de ellos (Jesucristo). Si las Celebraciones de la Palabra sirven para esto ya es bastante. En países comunistas cuando borraron los sacerdotes del mapa la Fe nunca desapareció de los creyentes que existían. La Fe antes que nada se mantiene mediante la plegaria sea individual o colectiva, los sacerdotes son unos administradores (ministros) de los sacramentos, no unos ídolos a quienes adorar.
EliminarDe protestantes lo son el 90 por cien de los que van a misa empezando por el monarca de Roma a quien criticamos en esta web.
EliminarLas vocaciones al ministerio sacerdotal, y a la vida religiosa las da Dios.
ResponderEliminarHemos de rezar más, mortificarnos, y sobretodo visión sobrenatural.
Claro Dios sigue llamando pero a veces la falta de generosidad para decir SI me fio de Dios, a veces son las familias que ponen pegas, y otras veces los Seminarios y/o alguno de sus formadores.
Hoy ser sacerdote es ser un heroe, casi todo en contra.
Y a veces desde dentro de la misma Iglesia y/o Diócesis.
Bienvenidos sean. Esos pueblos de la diócesis de Vich y provincia de Gerona fueron antaño un auténtico vivero de servidores de la viña del Señor. Celosos y santos, como san Francisco Coll y Guitart, natural de Gombreny. Muchos religiosos, cerrados los conventos y exclaustrados sus moradores, con la Desamortización del siglo XIX, llenaron las misiones de Oriente, sobre todo. Un fenómeno a escala menor ocurrió con la expulsión de los jesuitas en la Segunda República, si bien éstos se refugiaron en Italia y en Bélgica sobre todo. Gracias a ello, no hay jesuitas martirizados en la Guerra Civil como tales.
ResponderEliminarNada más prometedor que los pies de los que predican el Evangelio. Además, en muchísimas iglesias, la mayoría de los practicantes será coterráneos suyos. Estarán doblemente en su casa, pese a la xenofobia separatista.
La falta de presbíteros hace que muchas veces "importemos" curas de países tercermundistas, que llegan aquí con muy poca formación. Eso comporta episodios escandalosos.
ResponderEliminarTambién hay muchos problemas con el alcohol (Jean de Dieu Ndizeye, Padre Leandro/Israel Galvez)... tenemos que poner orden y procurar escojer la calidad.
No nos podemos bajar los pantalones delante de esa situación. ¡BASTA YA DE EXPERIMENTOS!!!!
No se preocupen en 20 años vista no habrá sacerdotes en Cataluña y gran parte de los comentaristas y articulistas de G.G contaran el entierro con suerte y poco mas
ResponderEliminarCasi todo depende de casi nada. Con el SEMINARIO ONLINE ha hbría donde escoger para tener sacerdotes. Todos los chicos pueden estudiar Teología si quieren desde sus casas, y luego con el título académico podrían sr sacerdotes en cualquier diócesis dle mundo. por lo demás, todos los candidatos a ser saqcerdotes deberían pasar un riguroso examen psicológico.
ResponderEliminarSe ve mucho derrotismo en estos últimos comentarios. ¡No pierdan la esperanza y manténgase firmes en la Fe! Y no menudeen ni con protestantes ni con modernistas que les van a triturar
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