Cada año se lleva Omella a sus seminaristas de viaje de verano. El año pasado fueron a la diócesis de Osma-Soria donde fueron atendidos por su buen amigo el obispo Abilio Martínez Varea. Este año se han dirigido a la diócesis de Orihuela-Alicante. Lugar tórrido a estas alturas del año, pero donde han gozado del acogimiento que les ha dispensado el obispo Munilla. Tras un breve paso por Valencia, donde veneraron a la Virgen de los Desamparados, visitaron Calpe, Altea, el Santuario de la Santa Faz y Elche, acabando en Orihuela donde acudieron al museo diocesano y la catedral, bajo la guía del prelado alicantino, que demostró una llana sintonía y abierta francachela con nuestro simpático cardenal. Además de la visita a las riquezas artístico-religiosas de la sede oriolana, recibieron de Mons. Munilla una charla espiritual que los dejó encantados. Uno de los pocos obispos con personalidad de nuestro mapa episcopal. El entusiasmo de los llamados al sacerdocio fue enorme. No cabe duda de que, desde que se anunció el viaje, una de sus mayores ilusiones era poder departir con el mitrado guipuzcoano.
18 seminaristas y 6 diáconos recién ordenados fueron los partícipes del viaje junto a sus formadores, el rector Bacardit y el cardenal Omella. No es un gran número para la población de Barcelona, pero sí que mantiene un porcentaje superior a las demás diócesis catalanas, a excepción de la egarense. Cabe decir que la cantidad es baja pero la calidad de estos posibles ordenandos es muy satisfactoria. Por fortuna, tanto el progresismo como el nacionalismo no se hallan entre sus preocupaciones u obsesiones, como sucedió años ha. Por eso, el encuentro con un obispo perseguido por el progresismo y el nacionalismo, que sufrió en su diócesis natal una campaña furibunda en su contra, desde el momento mismo en que tomó posesión, con el obstruccionismo de sus dos predecesores, aquellos Setién y Uriarte de infausta memoria, les ha sentado de maravilla y ha sido una experiencia inolvidable que les ha dado coraje en su itinerario vocacional. Un obispo que habla claro no es muy frecuente en estos tiempos.
Por otro lado, debe destacarse la labor de los formadores actuales de nuestro Seminario. Debo hacer hincapié especial en el Dr. Pere Montagut Piquet, director espiritual. Sacerdote muy castigado durante el pontificado de Sistach, que le llegó a cerrar el Instituto de Teología Espiritual que dirigía. Hombre con una gran capacidad intelectual, un fructífero bagaje pastoral y una profundidad espiritual admirable, que dejó su rectorado en la parroquia del Remei para dirigir a los seminaristas, con una inmensa ilusión por encauzar a esa savia nueva que han de ser nuestros futuros capellanes. Cuando he hablado con Mn. Montagut siempre me sorprende lo bien que habla y lo orgulloso que está de estos brotes verdes que germinan en el edificio de Calle Diputación.
Lejos quedan aquellos fatídicos seminarios del postconcilio donde se tenía que rezar el rosario clandestinamente y donde se aborrecía del uso de vestimentas sacerdotales. Un postconcilio que se prolongó en demasía en Barcelona y en el que incluso existieron campañas execrables como las que sufrió el rector Ramon Corts, cuya cabeza tuvo que entregar el cardenal Carles al nacional-progresismo. La omnipresencia de aquel Arenas como director espiritual era un gravamen que debían soportar tanto los jóvenes como los formadores. En los primeros años de este siglo todavía eran normales los “Visca Catalunya Lliure” y otras consignas nacionalistas en el interior del edificio conciliar. Aquellos exabruptos fueron desapareciendo rápidamente y ni en la época más álgida del procés el seminario cobijó siquiera alguna señal independentista, al contrario de lo que llegaron a hacer los curas viejos.
Mn. Pere Montagut Piquet
Tenemos una gran suerte con nuestros jóvenes presbíteros y nuestros seminaristas. Incluso les dejan leer Germinans, que antes se hallaba en el Índice de lecturas prohibidas. Chicos con carreras civiles en su mayoría, con sus preocupaciones intelectuales, orgullosos de su identidad sacerdotal, llamados a ser pastores de almas y no líderes sociales, muchos con acusada personalidad, jóvenes de su tiempo que utilizan las redes sociales como método de evangelización. Sus formadores, con el director espiritual Montagut a la cabeza, pueden estar orgullosos de estas hornadas. Y la visita a Munilla, acompañados de Omella, les quedará como un recuerdo inolvidable. ¿Podemos pedir más? ¿Un mayor número de vocaciones? Quizás sí; pero la calidad del pequeño rebaño a lo mejor da mayor fruto que una masa borrega.
Oriol Trillas
¿El seminario de Barcelona sólo tiene catorce seminaristas? Es lo que tiene cualquier seminario medio del sur de España.
ResponderEliminarSí. Pero los seminaristas dek sur parecen una gala del "orgullo". Punto final.
EliminarAnónimo 5.55...Seminaristas del Sur? De qué Sur? Porque al Sur de Barcelona está todo. Hasta podría estar incluido el Seminario de Toledo y/o el de Monseñor Munilla...
EliminarTambién el Sur es África que parece que es un semillero de vocaciones por la dureza extrema de la vida alli no como en nuestra decadente Cataluña donde el semillerá será de la de "aquelles" que salían en la cena parisina con Papá Pitufo
Pues que Omella se va de paseo con 8 seminaristas y 6 diáconos, ridículo número para la ciudad de Barcelona. Son los obreros de La Miés que en general han sido instruidos para no enfadar a nadie y poner siempre la otra mejilla. Por lo menos con las charlas del obispo Munilla pueden aprender algo de "lío" en algunas cuestiones. Por cierto que a Munilla de cardenal nada por parte del Papa y se ve el plumero de donde van los tiros en el Vaticano. Obreros de La Miés con savia nueva que incluso leen Germinans, y espero que también lean a don Silverio G. que viene de muy lejos con un gran esfuerzo logístico para introducir el Creacionismo en el Catolicismo. Savia nueva que debería predicar los 6 días, no los 6 períodos, faltaría más, y el ejército del Diablo y sus secuaces que rondan a doquier para engañar a los teólogos principalmente que son los predicadores del Mensaje. Que no falte en las clases de Teología el gran cataclismo planetario que lo cambió todo, tanto cambio que antes la tierra se regaba de abajo hacia arriba y ahora lo hace al revés de arriba hacia abajo con pedruscos incluso del tamaño de huevos de gallina. Que los nuevos teólogos se acuerden siempre de introducir oraciones para que llueva más frecuente en nuestra España que al paso que vamos ya Africa empieza en los Pirineos. Y que los obispos en sus escritos al Full dejen de volar gallinas y se prodigan más en filosofía de vuelo de àguilas.
ResponderEliminarA Munilla no le hace falta ser cardenal, esta en la mejor diocesis de España, 1.600000 habitantes, muchos sacerdotes, muchos seminaristas, aunque no como antes, gente muy acojedora, parroquias con mucha vitalidad, turismo que llena las iglesias, herencia del obispo Barrachina que casi estubo 40 años de obispo alli, en fin gran diocesis, que pasa un poco desapercibida por Valencia, pero los que nos hemos formado en su seminario y hemos estado de curas alli, sabemos la inmensa riqueza de esa diocesis. Munillla no necesita ascender a nada, porque ya esta en lo mas alto.
EliminarSr Garell, llover, lloverá donde Dios quiera. Mire sino que mientras en toda Europa no llovía en la llamada "Ciudad de las Luces", les cayó la del pulpo y..luego..les sobrevino un superación excepto en el Sacré Cour. Dios actúa como decide en su infinita libertad y, bien pudo haber creado el Mundo en 6 días. Llover, lloverá pero no sé sabe si agua o, más bien, fuego.
EliminarSr. Silveri o Silverio? Es la primera vez que algún colaborador de Germinans se hace autobombo: aconseja a los seminaristas que lean sus escritos. Sea modesto. Su sabiduría es muy limitada, tanto como su espíritu de revisar sus conceptos. Sólo nos faltaba que ahora el clero de Barcelona fuese creacionista.
EliminarLo que tenemos que hacer, para bien de Munilla, no alabarlo tanto.
EliminarTantas alabanzas pueden acarrear gravísimos problemas al aludido.
Miren que le pasó al Párroco del Espíritu Santo y de San José Oriol.
Al 🦜.
Totalmente de acuerdo con Sr. Silver Garrell.
EliminarGRANDIOSO 👌👌
Uno de los problemas que arrastra este seminario de la provincia eclesiástica de Barcelona (excepto Tarrasa) es de pasado (nacional-progresista, como vi en persona), y de futuro, es decir, es un seminario que se cargó su tradición tradicional (fueron malos con trienios y condecoración, banda y medalla), y también tiene un problema de futuro, es decir, de construcción de tradición, o de retomar la tradición corneada y fileteada...
ResponderEliminarOmella puede quedarse perfectamente hasta pasados los 80 años: 85, 90, hasta que tenga 100, tal como les pasa a los curas. Mira por donde, que obispos y curas van a jubilarse a los no-se-cuántos años. No hay absolutamente nada que lo impida, y de paso, se evita el crecimiento de "eméritos egregios" que entre todos debemos de mantener, con fieles y curas menguantes, pero la cabeza creciendo como un batracio... ¡Juanjo, tu penitencia es quedarte de director de orquesta hasta que no puedas con la batuta!
La misma normativa canónica lo dice claro: "se ruega" que a los 75 presente la renuncia, pero nada dice que a los 75 se deba de ir. De hecho, parece que a los 80-81, si eres arzobispo-cardenal, es cuando le da la vena al Vaticano de retirarlos, pero es sólo un uso (ni siquiera una costumbre), que puede derogarse de un plumazo, y volver cuando pasaba antes: el obispo se jubilaba cuando accedía vitaliciamente en la casita de madera...
Si Barcelona tiene unos 700 sacerdotes, cada año han de haber 14 ordenaciones, 140 en 10 años. Omella lleva 8 años, debería de haber ordenado 112 curas... ¿los ha ordenado? No, pues estamos en hundimiento, mala noticia... y nada digo en 8 diócesis catalanas.
Y eso que Barcelona tiene dos seminarios, el de la provincia de Barcelona (menos Tarrasa) y de Tarragona (8 diócesis).
Seguimos con problemas en Barcelona: baja participación, bajo financiamiento, baja espiritualidad, curas arrastrándose, cardenal en avión. Tenemos curas que son nacional-progresistas, y los tenemos fuera de la comunión de la Iglesia (cisma respecto Jesús-Pontífice y heresiarcas), por negar dogmas: infierno, demonio, exorcismos, milagros... gracias, gobierno arzobispal de Barcelona.
No tenemos aún la Iglesia Sinodal, no, no la tenemos, la que tenemos es una Iglesia Absolutista peor aún que la trentina que los nacional-progresistas criticaban.
De entrada, los obispos aún no son nombrados en una asamblea sinodal, o al menos, que se consulte sobre los candidatos. Los obispos ejercen su ministerio sin control alguno de la asamblea sinodal. Y se marchan de la diócesis sin responder ni rendir cuentas ante la asamblea sinodal.
Tenemos el caso de la parroquia del Espíritu Santo, a derribar para construir una facultad privada de Blanquerna, y reconstruirla más pequeñita (no dona calerets).
Los nombramientos de los cargos tampoco se desarrollan según la sinodalidad: transparencia, participación, deliberación y decisión del pueblo de Dios. Para que un cura entre y se marche, la asamblea sinodal parroquial debería de decir algo, ¿no?... estamos en una Iglesia Sinodal desde el 2021...
A ver si el agosto le da pilas recargadas y se enfrenta hasta la navidad... ¡Juanjo, prepara el arbolito, y dile al ayuntamiento de Barsalona que ponga un belén tradicional catalán!
El Estado democrático, eso dicen, quiere fabricar ciudadanos ignorantes, por eso la educación está fracasada, más aún en Cataluña, que quiere mariachis para engrosar sus manifas indepes y nada más. Carne de toque de cornetín, a formar y el cañón los hará en preciosas butifarras listas para ser comidas...
ResponderEliminarPero un ciudadano con cultura no es un ciudadano indefenso frente al político manipulador. Aprovechen el verano para leer, y les doy un fragmento que lo han de leer en 2 minutos para ser regularcito, es un texto de Emilia Pardo Bazán, "Los pazos de Ulloa", en 1886, nivel fácil (estamos en 2024 y somos superiores) y si se aturullan, malo, menos vídeos y más lectura... un ciudadano con cultura ya no es un ciudadano indefenso...
Cronómetro y listo... 2 minutos, máximo un plus de 5 segundos:
- Por más que el jinete trataba de sofrenarlo agarrándose con todas sus fuerzas a la única rienda de cordel y susurrando palabritas calmantes y mansas, el peludo rocín seguía empeñándose en bajar la cuesta a un trote cochinero que descuadernaba los intestinos, cuando no a trancos desigualísimos de loco galope.
Y era pendiente de veras aquel repecho del camino real de Santiago a Orense en términos que los viandantes, al pasarlo, sacudían la cabeza murmurando que tenía bastante más declive del no sé cuántos por ciento marcado por la ley, y que sin duda al llevar la carretera en semejante dirección, ya sabrían los ingenieros lo que se pescaban, y alguna quinta de personaje político, alguna influencia electoral de grueso calibre debía andar cerca.
Iba el jinete colorado, no como un pimiento, sino como una fresa, encendimiento propio de personas linfáticas. Por ser joven y de miembros delicados, y por no tener pelo de barba, pareciera un niño, a no desmentir la presunción sus trazas sacerdotales. Aunque cubierto de amarillo polvo que levantaba el trote del jaco, bien se advertía que el traje del mozo era de paño negro liso, cortado con la flojedad y poca gracia que distingue a las prendas de ropa de seglar vestidas por clérigos. Los guantes, despellejados ya por la tosca brida, eran asimismo negros y nuevecitos, igual que el hongo, que llevaba calado hasta las cejas, por temor a que los zarandeos de la trotada se lo hiciesen saltar al suelo, que sería el mayor compromiso del mundo. Bajo el cuello del desairado levitín asomaba un dedo de alzacuello, bordado de cuentas de abalorio. Demostraba el jinete escasa maestría hípica: inclinado sobre el arzón, con las piernas encogidas y a dos dedos de salir despedido por las orejas, leíase en su rostro tanto miedo al uartago como si fuese algún corcel indómito rebosando fiereza y bríos.
Al acabarse el repecho, volvió el jaco a la sosegada andadura habitual, y pudo el jinete enderezarse sobre el aparejo redondo, cuya anchura inconmensurable le había descoyuntado los huesos todos de la región sacro-ilíaca. Respiró, quitóse el sombrero y recibió en la frente sudorosa el aire frío de la tarde. Caían ya oblicuamente los rayos del sol en los zarzales y setos, y un peón caminero, en mangas de camisa, pues tenía su chaqueta colocada sobre un mojón de granito, daba lánguidos azadonazos en las hierbecillas nacidas al borde de la cuneta. Tiró el jinete del ramal para detener a su cabalgadura, y ésta, que se había dejado en la cuesta abajo las ganas de trotar, paró inmediatamente. El peón alzó la cabeza, y la placa dorada de su sombrero relució un instante.
(Cuártago: caballito que no llega al metro y medio de alzada)
Como humilde fiel, lo de Barcelona es de traca y de matraca. Sr Cardenal, cuando acabe su tournée levantina me permito, "sinodalmente" hablando, pedirle que retire a los curas progres que están muy trontinados, sáqueles del pesebre que llevan instalados desde décadas; forme sacerdotes de sana doctrina (va a ser eso difícil cuando desde Roma sólo salen escritos tipo "flor de pitiminí") y comience a pensar en una merecida jubilación en su pueblo de Cretas, donde el frío turolense le permitirá reflexionar sobre el CVII y sus mimbres. Eso sí, le quisiera preguntar, por curiosidad de fiel, si los tirantes que luce en la foto, son los mismos que llevaba el día de la reunión con este lince de la política y que se tilda de católico, me refiero al feligrés Salvador Illa y a aquel encuentro donde debieron debatir de IBIs, cerrazón de templos y diezmos varios...¿Son los mismos históricos tirantes?
ResponderEliminar¿Illa católico?... Biden ha creado escuela.
EliminarEl ciudadano llamado Salvador Illa se declara católico, será para figurar o captar desorientados a su causa. También el ciudadano Junqueras se lo considera. Ya sabemos que PSC o ERC siendo masonicos de raíz puedan tener algo que ver con el catolicismo es irreal pero en este mundo de Yuppi nacido del CVII uno puede sentirse y ser lo que le pase por su cabecita sobre todo si es para pillar incautos que les vote
Eliminar18 seminaristas y 6 diáconos. Porque cada uno que escribe pone un número inferior. Más o menos el Seminario de Barcelona está en sus cifras. Es un lugar que durante mucho tiempo han sembrado de sal los nacionalprogresistas. Levantarlo va a ser muy difícil. Pero hay que tener en cuenta que la diócesis es mucho más pequeña desde 2004. Habría que sumar los que tienen Sant Feliu y Terrassa. Teniendo en cuenta que Barcelona tenía unos 30-35 y que Sant Feliu tiene 5-6 y Terrassa como 20, la antigua archidiócesis de Barcelona tendría ahora más de 50 seminaristas, cifra bastante buena para los tiempos que corren.
ResponderEliminarSólo Barcelona necesita el doble de 50, unos 110. O sea, está hundida...
EliminarSi Olla es Católico, yo soy Wladimiro Putin.
Eliminar8.29. Ya sabé ruso. Viva la dictadura rusa. Ya digo yo G.G aclaman a los aiatolas, ... realmente són católicos?
EliminarDel Rev. P. Alberto M. Weiss, en su obra: "El arte de vivir". Parece escrito para nuestros tiempos. He convertido esta obra en mi libro de cabecera de verano.
ResponderEliminar"Para hacer frente a toda esta miseria, preciso es, ante todo, que formemos nuestro propio espíritu con CLARIDAD y la FIJEZA, es decir, que hagamos penetrar en él CONCEPTOS CLAROS y TERMINANTES por medio de EXPRESIONES FIJAS y DECISIVAS que no se presten a ambigüedades (...). Guerra a muerte a esa fraseología insípida RECHAZEMOS ENÉRGICAMENTE semejante insoportable jerigonza que logrará producir indudablemente charlatanes y moluscos, hipócritas y camaleones, pero en modo alguno hombres pensadores, y menos aún caracteres viriles".
***
Apunte personal: cuando se habla que el traje clerical suscita vocaciones, sin lugar a dudas, no creo que influya tanto la tela, como la convicción fuerte que hay debajo: eso es lo que atrae. El relativismo, la tibieza, la indiferencia asquea...
Demos gracias a Dios que en el Seminario de Barcelona se han recuperado estas convicciones firmes. ¡Ánimos para los seminaristas y sus formadores!
He leído en el artículo de hoy una alusión a quien fue rector del Seminario Conciliar de Barcelona. Conozco a Corts desde que éramos jóvenes. La crisis del Seminario tuvo un responsable, Ricard M. Carles, que era persona de línea buena pero débil bajo todos los conceptos. A Carles le influenciaron en primer lugar Joan-Enric Vives al verse él mismo expulsado -esta es la expresión- del Seminario, despechado, se confabuló con todos los progres de su entorno que estaban además dirigidos por él. Creo que Ramón y Joan Enric Vives eran amigos desde el seminario, además, recordando aquellos tiempos, siempre oí al primero hablar elogiosamente de quien es ahora el arzobispo de Urgel. Siguieron otros (Pradó, grupos de revisión de vida, curas de la JOBAC, Unión Sacerdotal) que perseguían el mismo fin, sobre todo los curas agrupados en diversas plataformas que hicieron una campaña propia de sindicatos y de organizaciones políticas, los cuales no aceptaban la línea de formación que proponía Carles y que no era otra sin estridencias que la de Juan Pablo II y de la renovación teológica y litúrgica de Cataluña emprendida años atrás y culminada con el Concilio; estaba luego Bacardit que llegó a decir – y de esto hay testigos- que con Corts nos había colado un gol el Opus Dei. También el después secularizado Quim Cervera escribió en el diario Avui que ellos no tenían nada que ver ni elegían a Corts. Éste llevó 22 jóvenes al Seminario -era la entrada más grande vista en decenas de años-, volvían ilusionados después de la etapa anterior, querían seguir en la diócesis; muchos de estos hoy son sacerdotes. Fue una persecución no tanto por la debilidad de Carles como por la animadversión, particularmente a otro estilo de sacerdote según la directiva de san Juan Pablo II. Ramón estaba decidido a ayudar a entrar en el siglo XX a los nuevos presbíteros conservando una serena y renovada teología del sacerdocio y la identidad del sacerdote con una nueva imaginación, como tantas veces nos repitió san Juan Pablo II ¡Qué ocasión perdimos de tener un buen obispo! ¡Qué sufrimiento tuvo que aguantar y qué ejemplo ha dado el rector de la Concepción de discreción y serenidad perturbada sólo -lo veo- por la aparición de Omella y sus adláteres!
ResponderEliminarAnónimo 12.21, humildemente le doy las gracias por esta acertada defensa de mosén Corts, sana doctrina en él y un elenco de buenos sacerdotes le rodea. Se nota que es una persona culta y que da una gran relevancia al culto. Es triste el relego que ha de sufrir por una jerarquía sumida al poder secular. Dios le bendiga a él y a todo buen sacerdote! Lo único que no me ha quedado claro es lo del gol del Opus, pensaba que el Opus era más activo en la Bonanova y, ahora, en Gracia
EliminarBien acertado visitar a Monseñor Munilla.
ResponderEliminarEl mejor Obispo de España actualmente.
Otra cosa es que sigan su sana Doctrina.
Veremos!
Tenga cuidado con vitorear a monseñor Munilla...en Roma a pato que levanta la cabeza, se le abate (=misericordiar)
EliminarAl comentarista de las 9:59. ¡Qué manera más absurda de contar y de llegar a conclusiones! Cada diócesis tiene los seminaristas que ha sabido atraer. Por tanto, Barcelona tiene 18 más 16 y basta. Barcelona no tendría 50 seminaristas si no hubiese habido la desmembración de antaño, quizás hubiese tenido muchos menos. ¿Sabe Vd. que continúa habiendo jóvenes que no quieren entrar en el Seminario de Barcelona?
ResponderEliminarDiócesis (seminaristas), curso 2023/24. Fuente CEE.
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Mejor visitar a Munilla que a James Martin y su apostolado infame
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
EliminarMT
Al JMartin le vistan los del su gremio y los que Le pagan sus servicios. Exactamente igual que al "padre" Rupnik con su "arte"
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