TAMPOCO ES QUE NOS IMPORTE MUCHO

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Hemos asistido la pasada semana a la infame ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París. ¿Y qué ha pasado en el sector más duramente agredido por la representación sacrílega de lo más sagrado de nuestra religión? Pues aparentemente, nada, porque los protagonistas de la agresión y de la injuria son esos “todos, todos, todos” por los que en los últimos tiempos se le ha despertado a la cúpula de la Iglesia un amor infinito y una solicitud verdaderamente maternal sumamente selectiva. Son los que además de luchar por sus derechos “especiales” con toda clase de armas contra todo y contra todos, luchan también denodadamente contra la maternidad. Así se entiende la extraña parálisis de la altísima jerarquía de la Iglesia ante la desvergüenza de esos feroces atacantes. Dignos de toda comprensión, ¡faltaría más! 

Así se entiende que a la inmensa mayoría de católicos representativos, parezca no importarles en absoluto lo que ha ocurrido: los han educado e instruido para que eso les parezca lo más normal del mundo y no les importe en absoluto que se haga la mayor exhibición que cabe (en la ceremonia inaugural de unos Juegos Olímpicos) del desprecio que sienten tanto el Comité Olímpico Internacional (gran poder globalizante) como el país organizador de esos juegos: Francia, por nuestra religión, por nuestros principios y por nuestra dignidad.

No olvidemos que en favor de esos “todos, todos, todos” (brazo ejecutor del crimen) se promulgó el documento eclesiástico más controvertido de los últimos siglos emanado de la altísima jerarquía de la Iglesia: con la prohibición implícita de cuestionar las doctrinas en que se sustenta el documento. Me refiero a la Fiducia supplicans. Con lo que tenemos contentos como unas castañuelas, en la Iglesia, a los que comparten esas doctrinas; mientras permanecen mudos como momias quienes no las comparten.

Pero resulta que éstos, debido a la estructura jerárquico-económica de la Iglesia, sienten pesar sobre sí como una losa, el deber de fidelidad a la máxima jerarquía. Con lo cual, al enfrentarse el pueblo y la jerarquía fiel a un fenómeno como el de esa ceremonia de abominación, el silencio desconcertado es la reacción más generalizada. Con algunas dignísimas excepciones. Es que el horizonte 2030 obliga muchísimo.

En efecto, poco a poco y con suma prudencia, se han ido alzando una voz por aquí, y otra por allí, mostrando su estupefacción (no mucho más, porque los parodistas están en su pleno derecho). Lo más conmovedor en este bando, que no es poco, es la llamada a la oración y a las ceremonias religiosas de desagravio.

Es que los católicos de hoy somos muy abiertos, muy comprensivos, muy inclusivos y sobre todo, muy dóciles a la autoridad. Sobre todo los que le deben su modus vivendi a esa autoridad.

No quiero ni pensar lo que hubiese hecho el papa si hubiese sido uno de los honorables invitados a tan desvergonzado acto. Porque si hay que ser inclusivo, hay que serlo con todas las consecuencias. Y, sobre todo, sin poner cortapisas, ni siquiera mal gesto al derecho que tienen “todos, todos, todos” a expresarse libremente. Con más libertad que los demás, claro está: en compensación por los larguísimos tiempos que estuvieron escondidos en el armario. Claro, nos faltan datos para poder juzgar con equidad este silencio “oficial” de la Iglesia.


En efecto, después de la Fiducia supplicans y en medio del fragor del París 2024, está la carta del papa al eximio jesuita James Martin, la cara visible y ostentosa del catolicismo LGTB plus; una carta que le ha escrito el papa con motivo de la gran concentración LGTB con todas sus variantes en Nueva York, convocada por este santo sacerdote, misionero de esa periferia eclesiástica, al que el papa le ha mostrado su especial afecto y su apoyo paternal para ese "nuevo mundo", tan multicolor, al que el santo jesuita se ha empeñado en hacerle un puesto de honor en la Iglesia.

Es obligado entender que teniendo el escarnio de la Última Cena un explícito formato LGTB, el papa no puede ni protestar ni afearle su conducta a ese colectivo, a esa oveja perdida por la que el sumo pastor ha abandonado al resto de su rebaño. Es que el papa tiene como gran objetivo de su pontificado traerse al redil sobre sus hombros a esa oveja sarnosa ultrajada, reconvenida y llamada a penitencia desde la bruma de los tiempos incluso por las sagradas escrituras.

Es obvio que el papa no esté dispuesto a estropear esa labor cuando parece que se acercan ya a sus sienes los laureles de la victoria. No, no puede cargar contra ese colectivo por el abominable ultraje a lo más sagrado de nuestra fe, que han protagonizado ellos solitos, sin ayuda de nadie: porque era importante para ellos que estuvieran ellos solos en el atentado. No iba a incriminarlos, el papa, del mismo modo que se cuidó muy mucho de no incriminarlos por la parte alícuota de abusos sexuales del clero, siendo nada menos que el 80% de esos abusos, de carácter homosexual.

Y en esas tribulaciones, he aquí que el presidente Erdogan le echa una mano al sumo pontífice, proponiéndole hacer un comunicado conjunto para condenar la mofa de ese colectivo a la Eucaristía, justamente de ese colectivo al que tan poco aprecian los musulmanes. Como que le previno su nieta justamente de eso, para que no asistiese a ese espectáculo nefando.


Es que hemos aprendido tanto de tolerancia (¡mira que tener que aguantar eso!), de inclusión y de mantenernos indiferentes ante cualquier estrangulamiento de la fe y de la moral, que ya no podemos ir solos por el mundo, que han de ser los musulmanes, los islamistas o vete a saber quién, los que pongan mala cara cuando alguien nos ofende, y enseñen los dientes en defensa nuestra, si fuese el caso. A eso hemos llegado.

Eso sí, no faltarán misas y rosarios y actos de desagravio. Pero metidos en las iglesias, sin crear malestar entre los agresores, porque cualquier declaración pública al respecto podría ser mal entendida y dañar a quienes no queremos dañar; más aún, a quienes queremos venerar como representantes de la nueva santidad de la Iglesia.

La consigna tácita que nos viene desde lo más alto es que no nos hemos de alterar por esas cosas. Al fin y al cabo es un acto defensivo de un colectivo que lucha duramente por ser acogido por la Iglesia. Un colectivo que ha sufrido infinitas agresiones por parte de ésta. Así que tampoco nos ha de importar si en medio de la refriega nos insultan y nos ofenden y nos escarnecen también ellos a nosotros. Estamos en unos tiempos en que todo está bien, en que no hay que extrañarse ni incomodarse por nada. La Iglesia está para comprender y aceptar y acoger incluso a los que la ofenden en lo más sagrado. 

El papa ya comprendió que eso de que si alguien insulta a mi madre le levanto el puño, no es nada cristiano. ¡Y en qué momento lo dijo! Porque luego viene quien interpreta que bueno, te mando una misiva; y si ni así te enteras, pues un misil. Sin intención de hacer daño, por supuesto, sólo un gesto para que te enteres de que me has ofendido gravemente. Así que paciencia, resignación y a aguantar.

Hemos de entender que el papa está en verdaderos apuros. El papa necesita nuestras oraciones. Como dice el padre Santiago Martín, recemos por el papa.  

Virtelius Temerarius

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22 comentarios

  1. Catolicismo blando para católicos blandos, faltaría mas, los católicos duros no interesan, aquí
    https://infovaticana.com/2024/08/03/catolicismo-blandito-para-catolicos-blanditos-mientras-tanto-los-santos/ Sobretodo no enfadar a ningun colectivo y dar la otra mejilla siempre siempre.

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  2. No ha sentado nada bien el ominoso silencio de Francisco ante esa brutal representación sacrílega del momento del establecimiento de la Eucaristía. Admitamos que los participantes ignorasen el alcance teológico de su mofa. Pero era una magnífica ocasión para que desde Roma se explicara, sin atacar a nadie, el significado para el catolicismo de esa despedida del Señor, inicio de su Pasión y Muerte. Una ocasión de oro. Pero Francisco no quiere hacer proselitismo, no tiene interés en explicar, sino en incluir a todos, pero ¿en qué sociedad, en qué credo, en que pueblo? Eso ya no lo explica.

    Se queda en el populismo y la demagogia. Pero eso corre un riesgo. El la identificación con los poderosos de este mundo, que no tienen por qué ser los grandes capitalistas, sino ese Biden con quien se comparte abrazos y risitas mientras el norteamericano sigue en su cruzada abortista. O parejo comportamiento con Macron, responsable último de la blasfemia parisiense. Esa falta de pulso doctrinal, de brújula, ese guiarse por el alambre de la inanidad lleva a que leamos hoy en algún medio que su silencio ante un dictador como Maduro, que subyuga al pueblo venezolano, sea interpretado como un compromiso con quien tiene millones de dólares en la Banca Vaticana. Seguramente es mentira la noticia. Pero el bulo encuentra el caldo adecuado en esa selectiva manifestación y silencios.

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    1. De acuerdo, ominoso silencio anuente de Bergoglio: el que calla consiente. Ya no vive en este mundo sino en el mundo unicornio multicolor de la Agenda 2030.

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    2. Totalmente de acuerdo con el Sr. Silverio y el Sr. Valderas Gallardo.

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    3. El gran jefe pillo de Roma siempre dice lo de caminar juntos, todos todos todos .

      Pero nunca dice hacía donde, si al cielo o al abismo.

      Así las cosas!

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  3. S'ha de pregar molt per la Conversió del Sant Pare, que no oblidi que l'Hospital de Campanya ha d'incloure també els que pensen que Fiducians Suplicans I Amoris Laetitia NO és sana doctrina, sino un invento de la jerarquía apostata per contentar al Món, a la Carn y, por ende, Al Princep d'aquest món representat pel COI, ONU, OMS ...

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    1. 19/49, lo que dice usted es incongruente e inútil, no pierdas el tiempo.

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  4. Lo que extraña de la ceremonia de apretura es que la coreografía no la hiciera el padre Rupnik y/o que el padre J.Martin, amigo de Francisco y abanderado de la pastoral LGTB+, no saliese de la bandeja esa en lugar del Pitufo .

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    1. Ridícula ceremonia, podría decirse Angola-Friquilandia 2024...

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  5. Cuando un Jefe de algo se pasa la vida criticando a los suyos y enalteciendo a los enemigos, algo falla!

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  6. Doctrina Social de la Iglesia: ¿existe aún? (i)5 de agosto de 2024, 5:03

    "En efecto, después de la Fiducia supplicans y en medio del fragor del París 2024, está la carta del papa al eximio jesuita James Martin, la cara visible y ostentosa del catolicismo LGTB plus"

    ---

    Opino que sólo puede de calificarse de cobardía de los cardenales y obispos, garantes últimos de la defensa de la Fé ante un Papa equivocado

    El adulterio y la fornicación son prácticas que desestabilizan la unidad familiar y la confianza entre los individuos. El mandamiento "No fornicarás" y las enseñanzas de Cristo sobre el deseo en el corazón (Mt 5, 28) resuenan en la filosofía, derecho y costumbres españolas y europeas al promover la pureza y la fidelidad. La infidelidad genera desconfianza y resentimiento, lo que fragmenta la estructura social y debilita el espíritu colectivo. Cuando los individuos se comportan de manera moralmente correcta, fomentan la confianza y la cooperación, fortaleciendo así la estructura social

    La doctrina social eclesial, base de la civilización occidental, afirma con radicalidad que la infidelidad no solo afecta a las personas directamente involucradas, sino que también tiene repercusiones en la comunidad en general. La desintegración familiar y la falta de confianza pueden conducir a problemas sociales más amplios, como el aumento de la delincuencia y la disminución del bienestar general. La familia es la unidad básica de la sociedad, y su estabilidad depende de la fidelidad y el respeto entre sus miembros. La unidad familiar es esencial para el desarrollo de individuos que contribuyan positivamente al bien común de la sociedad

    La moralidad sexual es una manifestación del respeto a las leyes universales establecidas por Dios dentro de las primeras unidades naturales: matrimonio (un hombre y una mujer) y la familia. Mantenerse fiel a estas leyes no solo fortalece el espíritu individual, sino que también contribuye a la armonía de la sociedad. Es trascendental educar a las nuevas generaciones en valores positivos y morales. Una sociedad que valora la fidelidad, el respeto y la pureza mantienen un espíritu social fuerte y saludable

    La cohesión coherente de la doctrina social de la Iglesia es congruente dentro de sus premisas y proposiciones:

    1. Divorcio, abandono y maltrato de hijos: la doctrina social dice que causan un daño significativo a la estabilidad emocional y social de los individuos, especialmente de los niños. La desintegración familiar puede llevar a una sociedad fragmentada y a una sociedad debilitado, afectando la capacidad de los individuos para formar relaciones saludables y contribuyentes al bien común. El divorcio desestabiliza la estructura familiar, afectando no solo a los miembros inmediatos, sino también a la comunidad al reducir la percepción de estabilidad y confianza. Efecto en los niños: experimentan inseguridad emocional y dificultades en la formación de relaciones futuras, lo que afecta su capacidad de contribuir positivamente a la sociedad. Fragmentación social: la proliferación de divorcios conduce a una percepción generalizada de inestabilidad en las relaciones humanas, afectando la cohesión social y la confianza comunitaria.

    2. Eutanasia y eugenesia: estas prácticas introducen la idea de que la vida puede ser controlada y terminada de manera arbitraria, socavando el respeto por la vida y la integridad de cada individuo. Esto puede llevar a una sociedad donde la vida no se valora intrínsecamente, afectando negativamente a la sociedad, prostituyendo el espíritu hipocrático de la medicina. Interrupción de la Vida: La eutanasia, especialmente en contextos de selección de calidad, es una negación del derecho fundamental a la vida, desestabilizando los principios éticos de la sociedad. Desconfianza en el valor de la Vida Humana: si la vida puede ser terminada basándose en juicios de calidad (expulsión de la vida de ancianos, enfermos, no trabajadores), se socava la confianza en la protección y el respeto por la vida en general, afectando la seguridad emocional y la cohesión social.

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  7. Doctrina Social de la Iglesia: ¿Francisco crea una nueva iglesia? (ii)5 de agosto de 2024, 5:07

    3. Pornografía y la prostitución: erosionan el respeto mutuo y el amor genuino, fomentando una cultura de explotación y objetificación. Esto contraviene los valores de respeto y dignidad que son esenciales para una comunidad sana y fuerte. Desvalorización de la sexualidad: la prostitución es una desvalorización de la sexualidad humana, reduciéndola a una transacción comercial y afectando negativamente el respeto mutuo. Explotación y desigualdad: la prostitución está vinculada a la explotación y a la creación de desigualdades, fragmentando la cohesión social. Dignidad y respeto: las normas divinas enfatizan la dignidad y el respeto por la vida y las relaciones humanas, valores que se ven comprometidos en la prostitución. Estigmatización y trauma: la prostitución lleva a la estigmatización y al trauma psicológico, afectando negativamente la autoestima y la salud mental de los involucrados. Relaciones dañadas: las relaciones personales se ven afectadas, creando barreras para el desarrollo emocional y la conexión genuina con otros.


    4. Transexualidad y transgénero: la confusión de identidad de género y la transición son disruptivas para la estructura social y la función reproductiva, introduciendo inestabilidad y afectando la cohesión y la claridad en las funciones familiares, destruyendo la integridad física y psíquica, la salud, la vida y libre desarrollo de los niños. Confusión y estrés: la transición de género puede ser una fuente significativa de estrés y confusión para el individuo, afectando su bienestar emocional y psicológico. Ante las situaciones de hecho irreversibles, el apoyo y la no discriminación por parte de la comunidad son cruciales para la salud mental de las personas trans, promoviendo un equilibrio entre la identidad personal real (genética y orgánica) y la integración social.

    5. Homosexualidad e ideología de género: es una desviación del propósito reproductivo natural, afecta la cohesión social y la estabilidad demográfica, la reproducción y la continuidad de la especie y crecimiento poblacional, además de ser actos morales intrinsece malum al vulnerar el diseño ecológico divino del ser humano. Es un desafío a la reproducción natural, pues son parejas que han de recurrir a la reproducción artificial y donación de gametos. Diversidad y tolerancia: la aceptación de la dignidad humana y no discriminación es importante, pero debe equilibrarse con la necesidad de mantener la cohesión social, la continuidad de la especie y los roles reproductivos. Las normas divinas enfatizan la reproducción y la perpetuación de la especie y la moralidad de los actos personales y sociales. La ideología de género lgbt y el feminismo son pseudociencia legalizada, que causará un daño infinito a las personas, las llevará al fracaso y a la infelicidad, por eso la Iglesia debe de condenar, enseñar y gobernar, pero también acoger a esta población afectada por este gravísimo error antropológico que conlleva daños objetivos a la personalidad, humanidad y eclesialidad.

    6. Promiscuidad. Inestabilidad social: la promiscuidad conduce a inestabilidad social, conflictos y falta de confianza entre individuos, debilitando el espíritu social. Salud pública: implicaciones negativas para la salud pública, como la propagación de enfermedades de transmisión sexual. Alineación con las normas divinas de pureza y fidelidad: las normas divinas valoran la pureza y la fidelidad en las relaciones sexuales, viendo la promiscuidad como contraria a estos principios. Impacto en la psicología individual: la desconexión emocional, pues la promiscuidad conduce a una desconexión emocional y a relaciones superficiales, afectando la capacidad de formar vínculos significativos. Culpa y ansiedad: las consecuencias emocionales de la promiscuidad irresponsable incluye culpa, ansiedad y conflictos internos sobre el valor personal y la ética sexual.

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  8. Doctrina Social de la Iglesia (iii)5 de agosto de 2024, 5:08

    7. Aborto: es una interrupción injusta de la vida y una negación del potencial inherente de cada individuo para contribuir al bienestar colectivo. La práctica del aborto introduce una percepción de desvalorización de la vida humana y una falta de responsabilidad hacia los más vulnerables, minando la importancia y la santidad de cada ser humano, debilitando la cohesión y la fortaleza del espíritu colectivo. Priva a las mujeres abortadas de tener hijos, por lo que se pierden generaciones futuras. La doctrina social lo dice claro: cada vida humana tiene un propósito divino y una función específica dentro del tejido social y espiritual de la comunidad, cada individuo no solo contribuye al bienestar físico de la comunidad sino también al bienestar espiritual y social.

    8. Reproducción artificial, inseminación artificial y donación de gametos: la intervención artificial es una alteración de las leyes naturales y divinas. Utilizar espermatozoides y óvulos de donantes de terceros introduce complejidades éticas y sociales, como la identidad genética y la relación con los progenitores biológicos. Afecta a la psicología de los niños.

    9. Vientre de alquiler y donación de gametos: es una comercialización de la capacidad reproductiva, lo que lleva a la explotación de mujeres, en especial en situación de vulnerabilidad, y a la mercantilización de los niños, creando desigualdades y tensiones sociales. Implicaciones en el vínculo maternal: la separación del niño de la madre gestante tiene efectos negativos en el desarrollo emocional y psicológico del niño, afectando también al espíritu colectivo social (familia humana y eclesial, comunión de los santos). Comercialización de la vida y la gestación: tratar la reproducción como una transacción comercial deshumaniza y desvaloriza la vida humana y la maternidad y paternidad, al ser objetos de mercantilización capitalista e intervención estatal, socavando principios fundamentales de respeto y dignidad. Confusión de identidad: la introducción de gametos de terceros genera complicaciones en la identidad y el sentido de pertenencia de los niños, afectando su desarrollo emocional y su integración en la comunidad.

    10. Congelación y selección de embriones en aborto y eutanasia. Manipulación de la vida: la selección de embriones de mayor calidad es vista como una manipulación de la vida que no respeta la igualdad intrínseca de todos los embriones. Introduce una mentalidad de perfección que discrimina a aquellos considerados "menos válidos". Desvalorización de la vida: la eliminación de embriones y la práctica de la eutanasia postnatal para seleccionar al niño "mejor" desvaloriza la vida humana, estableciendo precedentes peligrosos sobre el valor relativo de las personas. Pérdida de humanidad: tales prácticas llevan a una pérdida de empatía y humanidad en la sociedad, donde el valor de una persona se mide por su calidad genética, afectando la moralidad colectiva. Eugenesia y discriminación: La selección de embriones lleva a prácticas eugenésicas y a la discriminación de aquellos considerados "de menor calidad", lo cual es contrario a los principios de igualdad y respeto evangélicos.

    11. Reproducción artificial: desnaturalización del proceso reproductivo, introduciendo factores externos que alteran el equilibrio y la armonía natural. Impacto en la identidad y relación familiar: La introducción de terceros en la reproducción puede complicar las relaciones familiares y la identidad genética, afectando la cohesión y la claridad del vínculo familiar. Comercialización y mercantilización: la comercialización de la reproducción deshumaniza y desvaloriza los procesos y relaciones humanas, afectando negativamente a la familia humana, el espíritu colectivo o comunión de los santos.

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  9. Doctrina Social de la Iglesia (iv)5 de agosto de 2024, 5:09

    - Conclusión:

    1. Estas prácticas y su valoración moral son vistas como contrarias a la valorización intrínseca de la vida humana y pueden tener efectos negativos significativos en el espíritu colectivo (familia humana, comunión de los santos), de acuerdo con el sistema integral teológico y moral católico, minando la cohesión social, la responsabilidad y el respeto por la vida. Dios aboga por enfoques que respeten la naturalidad, ecología y la sacralidad de los procesos reproductivos, promoviendo la protección y el cuidado de todos los individuos desde la concepción hasta su muerte natural, dignificando la práctica de las profesiones médica, enfermería, anestesista y farmacia, impidiendo que sean profesionales del asesinato por imperativos egoístas del Estado y de grupos de poder globalistas.

    2. Es esencial comprender la concepción católica de personal interrelacionada con la sociedad, es decir, la interconexión entre los individuos y la sociedad en su conjunto de manera inextricable, para entender las razones anteriormente expuestas. El catolicismo valora enormemente la cohesión social, la unidad familiar, la moralidad y el respeto por la vida en todas sus formas. La persona humana tiene un aspecto individual (alma, espíritu y cuerpo en genética, genitales, gónadas, glándulas y gametos), pero también un aspecto comunitario, colectivo, social: primero está el conjunto de relaciones objetivas de radio creciente: matrimonio, familia (paterno-filiales), vecinal, regional, nacional, humanidad. Segundo, integra la familia humana y la comunión de los santos en un sentido espiritual: la santidad y el pecado afectan en bien o en mal a la humanidad, lo bueno y santo y lo malo y pecaminoso que haga un individuo afecta a la familia humana y a la comunión de los santos (espíritu colectivo humano y eclesial).


    ERRORES DE FRANCISCO Y CORRECCIÓN FRATERNA Y AMOR AL PRÓJIMO

    Existen los graves errores de Francisco al dar la absolución y confesión a los adúlteros impenitentes en Amoris laetitia y la bendición a homosexuales, adúlteros y concubinos en Fiducia supplicans, sin contar con la eliminación de la misa tradicional en Traditionis custodes.

    El católico medio, hoy en día mediocre, se ha quedado viviendo su religión en solitario, se haya quedado con la tradición familiar, y toda su catequesis terminó cuando acabó la primera catequesis cuando tenían 8 ó 10 años, mientras que durante toda su vida sólo se han dedicado a alguna peregrinación y al cumplimiento del precepto dominical. Son cosas que pasan y son normales, aunque no es bueno: sucede...

    Los sacerdotes, por otra parte, tienen una grave obligación y deber, no deben de traicionar su misión por una falsa obediencia a quienes no obedecen a Jesús-Pontífice. Deben de decir claramente al rebaño de los fieles, como mínimo, que no se va a aplicar nunca jamás y bajo ninguna circunstancia, aunque lo mande el papa y el obispo, ni Amoris laetitia ni Fiducia supplicans, y dejar la condena de estos heterodoxos (papa, cardenales y obispos) al juicio de la Iglesia y de Dios, el último que va a decidir.

    El sacerdote tiene el deber de decir que Amoris laetitia y Fiducia supplicans van totalmente en contra de lo que dice el Maestro sobre adulterio, homosexualidad y concubinato, que ya venía desde el Antiguo Testamento. Y que además va contra la costumbre de la Iglesia que ya explicó San Pablo en sus cartas.

    Y pueden reforzar su mandato hablando de lo que han reafirmado los Padres y Doctores de la Iglesia, los grandes teólogos, los santos, los místicos, el magisterio vivo de la Iglesia, la Sagrada Tradición, los canonistas, los moralistas, apariciones y revelaciones autorizados, el sensus fidei (sentido de la fe), también llamado sensus fidelium (sentido de los fieles).

    En definitiva, como el incidente de Antioquía, todo fiel debe oponerse al papa si yerra, dándole corrección fraterna pero desobedeciendo su herejía y cisma contra Cristo-Pontífice. Y el amor al prójimo es decirle la verdad de Fé al pueblo de Dios.

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  10. Doctrina Social de la Iglesia (v)5 de agosto de 2024, 5:10

    Así, Benedicto XVI dejó claro respecto a los adúlteros, pues como papa sabio, conjugaba excelentemente la verdad, la justicia y el amor sin retorcer el cuello de la verdad de Fé ni de la justicia como hoy se hace desde el Vaticano:

    J. RATZINGER, Introducción a CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Sobre la pastoral de los divorciados vueltos a casar, Vaticano 1998, 7-29.

    1. Los fieles divorciados vueltos a casar se hallan en una situación que contradice objetivamente la indisolubilidad del matrimonio.

    2. Los fieles divorciados vueltos a casar siguen siendo miembros del pueblo de Dios y deben experimentar el amor de Cristo y la cercanía materna de la Iglesia.

    3. Como bautizados, los fieles divorciados vueltos a casar están llamados a participar activamente en la vida de la Iglesia, en la medida en que sea compatible con su situación objetiva.

    4. Por situación objetiva, los fieles divorciados vueltos a casar no puede ser admitidos a la sagrada comunión ni acceder por propia iniciativa a la mesa del Señor.

    5. Por su situación objetiva, los fieles divorciados vueltos a casar no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales (CCC 1650).

    6. Si los fieles divorciados se separan, o viven como hermano y hermana, pueden ser admitidos a los Sacramentos. [LOS MISMOS CÓNYUGES]

    7. Los fieles divorciados vueltos a casar, que están convencidos objetivamente de la invalidez de su matrimonio anterior, deben regular su situación en el foro externo.

    8. Los fieles divorciados vueltos a casar nunca pueden perder la esperanza de alcanzar la salvación.

    ...

    Las palabras de Dios, del Maestro y de la costumbre eclesial son definitorias respecto el adulterio:

    Antiguo Testamento

    - Mandamiento VI y IX: acto moral intrinsece malum per se semper et pro semper in omnibus locis
    - Éxodo 20, 2-17 (adulterio 14; de deseo 17)
    - Deuteronomio 5, 6-21 (adulterio 18; de deseo 21)
    - Génesis 2, 23-24: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque del varón ha sido tomada. Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne".
    - Levítico 18,22: No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación
    - Levítico 20,13: Si alguien se acuesta con varón como los que se acuestan con mujer, los dos han cometido abominación; ciertamente han de morir. Su culpa de sangre sea sobre ellos
    - Deuteronomio 23 ,17: No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.
    - Oseas 2, 7
    - Jeremías 5, 7; 13, 27: idolatría es como el adulterio

    --- Levítico 18:22 se encuentra entre leyes morales, no ceremoniales. El versículo 20 condena el adulterio, el versículo 21 el sacrificio de niños y el versículo 23 la bestialidad. Aunque el versículo 19 trata sobre la menstruación, solo prohíbe el sexo durante ese período. Los otros versículos describen males morales como "impurezas", "profanas", "pervertidas" y, en el caso del comportamiento del mismo sexo, "abominaciones". El sexo ilícito durante la menstruación nunca se llama "abominación" o "perversión". Levítico 18:24-25 aclara que acciones como el adulterio y las relaciones entre personas del mismo sexo eran parte de la ley moral y consideradas "inmorales e ilícitas" por Dios.

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  11. Doctrina Social de la Iglesia (vi)5 de agosto de 2024, 5:11

    Nuevo Testamento

    - Mateo 5, 17 (Jesús viene a hacer cumplir la ley)
    - Mateo 5, 27-32 (prohibidos los actos interiores de los pecados: adulterio, 27; divorcio, 31)
    - Mateo 10, 19 (joven rico: no cometas adulterio)
    - Mateo 14, 18-20 (el adulterio sale del corazón)
    - Mateo 19,4-6 (son una sola carne, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre)
    - Mateo 5, 31 (el que repudia a su mujer, la induce a cometer adulterio, y quien se casa con la repudiada, comete adulterio)
    - Lucas 16, 18 (como Mateo 5, 31)
    - San Marcos 10, 11 (como Mateo 5, 31)
    - Juan 8, 2-11: Jesús perdona a condición de que la adúltera no peque más
    - 1 Corintios 7, 10-11: por mandato divino, quien se separa no puede pasar a nuevas nupcias
    - Hebreos 13: 4 Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros.

    ...........


    La costumbre de la Iglesia Católica bimilenaria confirma las Palabras del Maestro:

    - San Agustín de Hipona. El matrimonio y la concupiscencia, Libro I, X: ninguna causa hace lícita abandonar al consorte para unirse a otro

    Libro I, X: no se puede abandonar a la consorte para unirse a otra

    Libro I, XI, 13: en la Sagrada Familia hubo fidelidad, bien y bondad (no hubo adulterio ni divorcio)

    - Santo Tomás de Aquino. Compendio de Teología, cap. 183: sobre la pena en el adulterio

    Comentario a la Carta de San Pablo a los Hebreos, lec. 2, Heb 12, 5-11: perserverancia en la disciplina y adulterio

    - San Ireneo de Lyon. Contra los herejes, L. IV, 3.1: Cristo no abolió los preceptos naturales de la Ley, sino que los amplió y llevó a la perfección, como el no cometerás adulterio

    - Denzinger-Hünermann 1807. Concilio de Trento, Sesión XXIV, Doctrina sobre el sacramento del matrimonio, 11 de noviembre 1563: anatema sea quien niega que una nueva convivencia después de la separación de cónyuge no sea adulterio

    - Alocución Acerbissimum vobiscum, 27-09-1852: toda unión fuera del matrimonio, sea cual sea la ley, es concubinato (Denzinger-Hünermann 2991)

    - Pío XI. Encíclica Casti connubii,n. 26, 31 de diciembre 1930: “No fornicarás” (Ex 20, 14), que aquello de Cristo: “Cualquiera que mirare a una mujer con mal deseo hacia ella, ya adulteró en su corazón” (Mt 5, 28)

    - Proposiciones de la Comisión Teológica Internacional de 1977

    - Familiaris consortio, nn. 79-84

    - Ecclesia de Eucharistia, n. 37

    - CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Carta a los Obispos de la Iglesia Católica acerca de la recepción de la comunión eucarística por parte de los fieles divorciados vueltos a casar (14-IX-1994), en AAS 86 (1994), pp. 974-979

    - Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos sobre la admisión a la comunión eucarística de los fieles divorciados vueltos a casar (24-VI-2000), donde se relaciona la situación de los divorciados vueltos a casar con los criterios del c. 915

    - Encuentro de Benedicto XVI con el clero del Valle de Aosta (25-VII-2005), en el que el Pontífice reflexiona sobre la situación de los divorciados vueltos a casar

    - Sacramentum caritatis 29 (en particular el n. 29) donde de nuevo se ponen en relación la pastoral con los divorciados y el acceso a los sacramentos con la determinación de la validez del primer matrimonio: confirmada la praxis de la Iglesia, fundada en la Sagrada Escritura (cf. Mc 10,2-12), de no admitir a los sacramentos a los divorciados casados de nuevo; el amor por la verdad es el punto de encuentro fundamental entre el derecho y la pastoral

    - Encuentro de Benedicto XVI en Parco di Bresso, Milán (2-VI-2012), en el contexto de la Jornada Mundial de las Familias.

    - Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n. 502: ofensas a la dignidad matrimonial: el adulterio, el divorcio, la poligamia, el incesto, la unión libre (convivencia, concubinato) y el acto sexual antes o fuera del matrimonio

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  12. Doctrina Social de la Iglesia (vii)5 de agosto de 2024, 5:17

    - Catecismo de la Iglesia Católica:

    a) n. 1650: Si los divorciados se vuelven a casar civilmente, se ponen en una situación que contradice objetivamente a la ley de Dios. Por lo cual no pueden acceder a la comunión eucarística mientras persista esta situación, y por la misma razón no pueden ejercer ciertas responsabilidades eclesiales. (Marcos 10, 11-12)

    b) n. 1665: Contraer un nuevo matrimonio por parte de los divorciados mientras viven sus cónyuges legítimos contradice el plan y la ley de Dios enseñados por Cristo. Los que viven en esta situación no están separados de la Iglesia pero no pueden acceder a la comunión eucarística

    c) n. 1756: intrinsece malum: blasfemia, perjurio, homicidio, adulterio

    d) n. 2336: En el Sermón de la Montaña interpreta de manera rigurosa el plan de Dios: «Habéis oído que se dijo:  “no cometerás adulterio”. Pues yo os digo: “Todo el que mira a una mujer deseándola, ya cometió adulterio con ella en su corazón”» (Mt 5, 27-28).

    e) n. 2380 El adulterio. Esta palabra designa la infidelidad conyugal. Cuando un hombre y una mujer, de los cuales al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque ocasional, cometen un adulterio. Cristo condena incluso el deseo del adulterio (cf Mt 5, 27-28). El sexto mandamiento y el Nuevo Testamento prohíben absolutamente el adulterio (Mt 5, 32; 19, 6; Mc 10, 11; 1 Co 6, 9-10). Los profetas denuncian su gravedad; ven en el adulterio la imagen del pecado de idolatría (Os 2, 7; Jr 5, 7; 13, 27).

    f) n. 2381: adulterio es injusto

    g) n. 2384: adulterio como ofensa grave a la Ley Natural

    h) n. 2400: adulterio, divorcio, poligamia y unión libre son ofensas graves a la dignidad matrimonial

    i) n. 2517: de dentro del corazón salen las intenciones malas, asesinatos, adulterios y fornicaciones (Mt. 15,19)

    h) n. 2528: el mira a una mujer deseándola, cometió adulterio en su corazón

    - Catecismo Mayor de San Pío X, n. 854- 855: los esposos unidos por matrimonio civil están en estado de continuo pecado mortal, y su unión será siempre ilegítima delante de Dios y de la Iglesia

    - Compendio Doctrina Social Iglesia, 226

    - Juan Pablo II. Encíclica Veritatis splendor, n. 52: toda violación de la sexualidad es intrinsece malum; n. 15: Jesús es el cumplimiento vivo de la Ley

    - Veritatis splendor, n. 13: el precepto negativo “no cometerás adulterio” expresa con máxima fuerza la excigencia indeclinable de proteger la comunión de las personas en el matrimonio

    - Veritatis splendor, n.17: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás, y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Rom 13, 8-9)

    - Juan Pablo II. Ángelus, n. 3-4, 12 de junio de 1994: el Decálogo está inscrito en la misma naturaleza humana

    - Juan Pablo II. Discurso al octavo grupo de obispos de Brasil en visita ad limina, n. 6, 16 de noviembre de 2002: hay certeza absoluta en temas morales

    - Declaración del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos sobre la “Admisibilidad a la Sagrada Comunión de los divorciados que se han vuelto a casar” (del año 2000)

    ...

    En conclusión, todos los sacerdotes están obligados a no aplicar en ningún caso ni Amoris laetitia ni Fiducia supplicans, obedientes sólo a la Palabra del Maestro y a la Sana Costumbre de la Iglesia, sin juzgar al pontífice de la Iglesia peregrina que dicta normas que van contra Cristo-Pontífice de la Iglesia total ni a los obispos. El sacerdote sólo debe obedecer a Dios y no a los hombres, como son el papa y el obispo, los cuales actúan fuera de la comunión con la Iglesia de Cristo, y deben de asumir la componente martirial de su oficio hasta sus últimas consecuencias. NO obedecen al error, la herejía y la heterodoxia.

    Juzgar corresponde a los obispos y cardenales, a los cuales se les imputa el delito y pecado graves de omitir su debida defensa de la Fé católica. Son perros y centinelas dormidos ante la venida subrepticia del enemigo. Pero Dios intervendrá pronto, pues a Él sólo está reservado el juicio y castigo final a los malos pastores que omiten su juicio debido.

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    Respuestas
    1. Al N VII. Todos los sacerdotes están obligados a no aplicar en ningún caso...SÍ, BWANA!

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  13. Muy buen artículo. Y sí, enormemente decepcionante la reacción por parte de los católicos que se dicen representativos.

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  14. Communiqué du Saint-Siège, 03.08.2024

    Le Saint-Siège a été attristé par certaines scènes de la cérémonie d’ouverture des Jeux Olympiques de Paris et ne peut que se joindre aux voix qui se sont élevées ces derniers jours pour déplorer l’offense faite à de nombreux chrétiens et croyants d’autres religions.

    Dans un événement prestigieux où le monde entier se réunit autour de valeurs communes ne devraient pas se trouver des allusions ridiculisant les convictions religieuses de nombreuses personnes.

    La liberté d’expression, qui, évidemment, n’est pas remise en cause, trouve sa limite dans le respect des autres.

    https://press.vatican.va/content/salastampa/it/bollettino/pubblico/2024/08/03/0598/01219.html

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  15. Tristemente ha acabado los tiempos del clero. La salvacion vendrá de manos de los laicos que se mantienen firmes con Cristo

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