Lo que afirmó el obispo Torras i Bages sobre Cataluña, tan acertado, podía haberlo dicho también de Francia e incluso de toda Europa. Europa será cristiana, o no será. Es una obviedad. Si alguien tenía alguna duda al respecto, tuvo oportunidad de verlo totalmente claro en los recientes Juegos Olímpicos de París. Si uno se emplea a fondo en la destrucción de sus cimientos y de sus paredes maestras, su ruina es ya inevitable. Está ya muy claro que ni Cataluña ni Europa serán. Renunciando a su cristianismo (más bien renegando de él), han dejado bien clara su voluntad de dejar de ser cristianas y que asumen el riesgo de perder con ello no sólo su esencia, sino también su existencia.
Con lo que está cantado que, como profetizó el obispo Torras i Bages, tanto Cataluña como Europa dejarán de ser. No tendremos ni Cataluña ni Europa. Y centrándonos en el aquí y ahora, está claro que, destruyendo el cristianismo, destruimos Cataluña. Y esto se mueve a gran velocidad. Son cada vez más las ciudades y poblaciones de Europa en que ya no es posible distinguir si estamos ante una inmigración o ante una avalancha. Y es justamente la enorme distancia cultural de los inmigrantes con el país que los acoge, la que amenaza convertir la inmigración en invasión. Sin olvidar que la religión es pieza fundamental y a menudo definitiva de esa diferencia cultural.
La duda que se nos presenta es si lo que destruye el cristianismo, está en condiciones de suplantarlo el islam. Es evidente que Europa está corroída por una profunda pasión suicida, y que parte sustancial de su suicidio, quizás el primer paso, es el desprecio de sus raíces cristianas; y como remate, el ataque frontal a esas raíces y a esos valores: así lo vimos en París. Vimos también en París algo especialmente llamativo, algo que “no vimos”: y es que, frente a la más descarnada falta de respeto al cristianismo, no nos fue posible ver algo equivalente con el islamismo. Los franceses (y el mundo) lucieron un inmenso respeto por esta religión: ¡ni la tocaron! Es que justo en París, ya saben cómo se las gasta el islam más observante.
Pero lo que nos falta adivinar es si el islam será capaz de llenar el vacío que deja el cristianismo. De momento, ya lo respeta más que nosotros mismos. Ahí están el ayatolá Jamenei y el presidente Erdogan denunciando, antes que ningún obispo, la blasfemia contra Jesucristo y la Virgen en la performance de París. Adelanto ya, al respecto, el increíble descubrimiento que hicieron algunos gobernantes tercermundistas: el imponente poder de la religión para construir sobre ella la política. Fue en la primera mitad del siglo XX, cuando nadie hubiera apostado por el potencial político del islam. Se pensaba que no era más que una religión de países invariablemente tercermundistas y andrajosos, que no representaban la menor sospecha de que pudieran convertirse en agentes políticos de primerísimo orden, tal como están demostrando ser hoy. Pero lo que era más insospechable aún, es que “el primer mundo” multiplicaría este poder religioso del tercer mundo utilizándolos como principales arietes de sus guerras sucias: Al Qaeda, Estado islámico, Isis… ¡Cosas veredes!
La entrada masiva de musulmanes en Europa (en nuestro caso, en Cataluña) es evidente. Y en nuestro caso, es el resultado de una política migratoria supuestamente bien estudiada para frenar con ello la inmigración sudamericana: por entender que los inmigrantes hispanos contribuirían a diluir la cultura “propia” de Cataluña, sustentada básicamente en su “lengua propia”. No se tuvo en cuenta que los hispanos compartían religión con los catalanes, mientras los mahometanos no. El caso es que la inmigración selectiva nos ha traído hasta 600.000 africanos (la mayoría musulmanes), de los que algo más de 100.000 se han instalado en Gerona. Y me refiero concretamente a Gerona, que pasa por ser el máximo exponente de catalanidad, porque es la provincia/diócesis en que se ve venir con mayor claridad eso de dejar de ser cristiana, con la derivada inevitable, cada vez más evidente, de dejar por ello de ser catalana. Lo de Torras i Bages: o será cristiana, o no será nada; no será.
Es muy difícil recopilar datos fiables sobre la práctica religiosa en base a encuestas. Sin embargo, hay estadísticas objetivas, muy reveladoras. Nos dicen esas estadísticas que el número de bautizos, bodas católicas y entierros católicos en Cataluña, siguen en caída libre. Y frente a esas estadísticas sobre la práctica religiosa en el cristianismo, tenemos el hecho (no cuantificado por encuestas) de que es ostensible la práctica religiosa de la población islámica de Cataluña, incluyendo la enseñanza religiosa en la escuela. Parece evidente, en efecto, el avance religioso islámico frente al retroceso religioso cristiano.
Y aquí es donde uno se da de bruces con la estrambótica realidad de que en general, el clero catalán (y esto es especialmente visible en Gerona) se ha dedicado con mucho más empeño a la promoción de Cataluña, con el respectivo barniz religioso, que al cultivo de su propia religión, el cristianismo. Olvidando que fue el cristianismo el que construyó Cataluña, y no ésta al cristianismo. Con lo cual cae por su peso lo de Torras i Bages: si Gerona deja de ser cristiana, Gerona deja de ser Cataluña. Así de simple.
Uno de los problemas de la Iglesia en Cataluña (me permito recoger la opinión de un comentarista de este blog) es la militancia política del clero. En todas las diócesis. Muy acusado en el caso gerundense y viguetano (Vic), cualquier obispo puede torcer la reticencia de sus sacerdotes, como ocurre en Urgel o en Lérida. La militancia política cela la militancia cristiana. Recuerdo a un teólogo eminente de la Comisión Central del Vaticano II a su paso por Barcelona. Acababa de producirse el exabrupto en Le Monde del abad Escarré. Se le preguntó al teólogo. Respondió: la política es capaz de matar el Evangelio, empezando por arruinar el celo de los sacerdotes.
Porque, no nos engañemos, progresismo en boca de algún sacerdote prominente y tutti quanti es política nacionalista, separatista. Una política que arruina la mismísima Doctrina social de la Iglesia. La Doctrina social, la Doctrina moral en general y la misma Eclesiología.
Esa militancia "`progresista" que lleva a algún prelado a afirmar que la Iglesia debe secundar la opinión del pueblo, no la moral objetiva, iusnaturalista. Y así no es de extrañar que aplaudiera el triaje en tiempos de pandemia o la instalación de símbolos separatistas en el templo. Conducta compartida por muchos otros. Hasta aquí la cita.
Pero he aquí que están ocurriendo en Cataluña, precisamente en la descreída Cataluña, hechos de una gran significación. Resulta que ahora el nacionalismo catalán (no todo él, claro está: que la mayoría, igual que los contrarios, están a la sopa boba); resulta, digo, que el sector más conspicuo del nacionalismo catalán ha entendido que la islamización de Cataluña es igual a la liquidación de Cataluña: totalmente en línea con el pensamiento de Torras i Bages.
Y lo que está ocurriendo tiene lugar, ¡oh casualidades de la historia!, precisamente en la cuna de la cristianización de Cataluña, en Ripoll. No es la abadesa del monasterio, sino la alcaldesa del municipio de Ripoll, Silvia Orriols, la que ha puesto pies en pared para frenar la islamización de Cataluña (no la de Ripoll, sino la de Cataluña). Porque dice, sin pelos en la lengua, que esa selección migratoria que eligió el inefable y muy honorable Pujol, desemboca en la muerte de Cataluña, en su desaparición irremediable.
Bueno, esta es la primera parte de su discurso. Pero démosle tiempo a la Sra. Orriols. Tal vez no tardará en proclamar que la salvación de Cataluña está en su esencia cristiana. Y nos recordará la profecía del obispo Torras i Bages. Y clamará por una política proactiva del nacionalismo catalán en pro del catolicismo. Y nos pondrá el ejemplo de Rusia, claro que sí, cuyos gobernantes han entendido que sin principios, no hay patria, ni “nació” ni nada que se le parezca. Y nos mostrará a Putin impulsando la iglesia ortodoxa rusa y facilitando el permiso de residencia para aquellos extranjeros que quieren asentarse en Rusia huyendo de países con ideologías neoliberales destructivas, que contradicen los valores espirituales y morales tradicionales (especie de refugiados ideológicos). Y todo eso sin que conlleve el menoscabo de las otras religiones -también la mahometana- que coexisten en Rusia. Y seguramente nos repetirá machaconamente la señora alcaldesa de Ripoll, que está escrito, y muy bien escrito, que Cataluña será cristiana o no será absolutamente nada. Dejará de existir.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.www.sacerdotesporlavida.info
Un detalle de noticia https://www.diariodeleon.es/opinion/tribunas/240816/1596762/marruecos-vacia-carceles-empuja-convictos-espana.html?fbclid=IwY2xjawE0jaxleHRuA2FlbQIxMQABHYjPSgh08N-nF3uMOaAnPhznY0EZpLbQ8l3fTO-C9xiOZYDMWdMu8aP1bA_aem_avVamIKE4ScFnalmX6YVaQ#utm_source=rrss-comp
ResponderEliminarOtro detalle de hace unos cuantos años es la entrevista que le hicieron al padre mossen Ballarin en la tv3, preguntándole sobre el lema de Torres y Bagés, Ballarín contestó: "Bahhh, Catalunya serà Catalunya tant si es cristiana com si no ho es". ---Pues bien ya vemos como un gran eclesiástico ordenado y un gran escritor de Cataluña opina en una entrevista en la Tele delante de miles de personas que lo verán en pantalla. Ya esta visto todo de quienes son los principales culpables: Los que van delante.
Sr. Garrell, Mosén tronco era de todo menos un Mosén.
EliminarPor Dios.
Sr. Garrell, muy triste el enlace donde se habla de la invasión de presos "indultados" por el rey de Marruecos...Supongo que muchos acabarán en Catalunya, tierra de acogida de estos nuevos Nouvinguts. No se si irán a sus mezquitas saladistas pero, a lo mejor, algunos de nuestros mosenes progres les tienen a bien acogerlos
EliminarQuise decir TRONCHO, de Col.
EliminarUn interesante estudio opinativo de la situación y circunstancias que se aproximan al artículo:
ResponderEliminarI. Problemáticas
A. Resistencia al Cambio
Estancamiento Intelectual: en general, la historia del tiempo presente identifica una tendencia de grupos extremos en el Islam hacia la resistencia al cambio y la innovación, que es de lo que se trata en lo sucesivo. Esta resistencia se manifiesta en la adhesión estricta a textos sagrados como el Corán, lo que limita el desarrollo de nuevas ideas y enfoques. La falta de fomento de la crítica y la curiosidad intelectual es un factor que contribuye al estancamiento en ciertos del progreso social y científico. El estancamiento intelectual en el Islam no solo afecta el progreso científico, sino también la evolución social y espiritual. La falta de apertura a nuevas ideas limita la capacidad del Islam para responder a los desafíos contemporáneos, como los derechos humanos y la adaptación a la globalización. Este estancamiento puede perpetuar un ciclo de regresión y aislamiento.
Después de tener la Edad de Oro del Islam (s. VIII-XIII) un ascenso científico en medicina, matemáticas, óptica, física, astronomía y filosofía con Avicena y Averroes, aprovechando la cultura greco-romana vía Bizancio y la cultura persa e india (matemáticas, astronomía, medicina, filosofía aristotélica-platónica) se impuso una idea teológica que el Corán era el libro supremo, y que la filosofía aristotélica y platónica, e incluso los mismos textos científicos, no podían contradecirlo, lo que implicó el hundimiento de la cultura islámica que había sido predominante de los siglos VIII-XIII
B. Colectivismo y Autoritarismo
Prioridad de la Comunidad sobre el Individuo: el Islam prioriza el colectivismo de la Umma sobre la libertad individual. Esto se manifiesta en un control social más estricto y en una estructura jerárquica que no fomenta la libertad de pensamiento y la autoexpresión, junto con la falta de visión multidimensional y holística en el Islam. La falta de interacciones personales espacio-temporales (duraderas y en todo lugar) por las cancelaciones jerárquicas y la rigidez del pensamiento impiden la adaptación y la evolución, de tal manera que el Islam tiende hacia la fosilización y el hundimiento hacia etapas regresivas. El colectivismo y el autoritarismo en el Islam empujan a la supresión de la diversidad de pensamiento y a la imposición de una visión monolítica de la realidad. Resulta en una sociedad homogénea que carece de la vitalidad necesaria para innovar y adaptarse. Además, el autoritarismo crea tensiones internas y externas, ya que cualquier desviación de la norma se ve como una amenaza: como en el nazismo y comunismo, en el islamismo el enemigo está siempre en el interior porque descohesiona la rigidez estructural del cuerpo social.
Carácter combativo: Existe también una observación sobre el carácter combativo que puede derivarse de la interpretación de ciertos textos sagrados. En algunos contextos, esta combatividad puede llevar a conflictos y tensiones tanto dentro como fuera de la comunidad musulmana, especialmente cuando se enfrenta a ideologías o religiones diferentes, e incluso entre corrientes musulmanas (sunitas y chiítas). Este carácter combativo y la falta de tolerancia interna como una barrera significativa para la cohesión y el avance del espíritu colectivo musulmán. La combatividad fragmenta la comunidad y perpetua conflictos que impiden su desarrollo social, pues el riesgo existencial de perder la propia integridad personal y el enraizamiento personal, familiar y profesional es definitivo.
C. Enfoque en Textos Sagrados
ResponderEliminarDependencia del Corán: La centralidad del Corán en la vida musulmana es un arma de doble filo. Mientras que refuerza la cohesión y la identidad religiosa, también limita la adaptabilidad y la capacidad de responder a nuevos desafíos.
El enfoque riguroso en la omniinterpretación de los textos sagrados obstaculiza la innovación y la apertura a nuevas ideas. Esta falta de adaptabilidad es un factor que lleva a la auto-destrucción del espíritu social islámico. La rigidez, conculcación y coercitividad en la interpretación de los textos sagrados sofoca la innovación y el crecimiento.
La combatividad es un síntoma de la falta de integración de la diversidad, manifiestada en conflictos violentos, tanto dentro de la comunidad musulmana como con otros grupos, lo que impide la paz y la estabilidad, llevando al Islam como una fuerza divisiva en el ámbito global.
Regresión: el espíritu comunitario del Islam experimenta una regresión, especialmente en contextos donde el autoritarismo y la falta de crítica se han vuelto más pronunciados. Esta regresión se asocia con la tendencia a rechazar influencias externas y a resistir el cambio, lo que limita el avance en áreas como los derechos humanos, la ciencia, y la tecnología, la filosofía y la misma teología, y todas las ciencias humanas y, como no, artísticas. La falta de adaptabilidad y apertura son un obstáculo para la integración de las comunidades musulmanas en un contexto global. El aislamiento resultante aumenta las tensiones y dificultar la convivencia en sociedades abiertas.
D. Comparación con India
Politización de las Identidades Religiosas en la India
La politización de las identidades religiosas en India exacerba las divisiones entre las comunidades musulmanas e hinduistas, contribuyendo a un clima de desconfianza y hostilidad. Cuando los líderes políticos utilizan la religión para movilizar apoyo, se crean fracturas sociales más profundas, lo que puede resultar en episodios recurrentes de violencia sectaria y en una mayor dificultad para construir un espíritu colectivo inclusivo y pacífico.
La comunidad musulmana en India, que representa una minoría, sufre discriminación y desigualdad en áreas como el empleo, la educación, y el acceso a servicios públicos. Esta situación crea un sentimiento de marginación y agrava las tensiones. La persistente desigualdad y discriminación alimentan el resentimiento y al aumento en la radicalización dentro de la comunidad musulmana. Las tensiones históricas, conflictos políticos y sociales, el sistema de castas y diferencias religiosas y filosóficas dificultan la construcción de un espíritu colectivo nacional unificado, que es esencial para la estabilidad y el progreso de India como una potencia emergente.
Exclusivismo Religioso
Tanto el islam como el hinduismo tienen elementos de exclusivismo en sus doctrinas religiosas. Mientras que el islam afirma la unicidad de Dios y la verdad del Corán como la única guía divina, el hinduismo tiene un enfoque completamente diverso pero que es exclusivista en su tratamiento de castas y en ciertas tradiciones que excluyen a los no hinduistas.
Este exclusivismo religioso crea un choque de valores que dificulta la coexistencia pacífica. La insistencia en la supremacía de una verdad religiosa sobre otra puede resultar en conflictos doctrinales que se traducen en tensiones sociales. Este problema es especialmente grave cuando se convierte en un motor para la segregación y la violencia sectaria.
Conflictos sobre Derechos Religiosos
En India, los conflictos sobre derechos religiosos, como la construcción de templos o mezquitas, y la legislación sobre la libertad religiosa, son fuentes recurrentes de tensión. Las diferencias en las leyes personales, que son diferentes para musulmanes e hinduistas, también contribuyen a la división social.
Estos conflictos sobre derechos religiosos pueden ser explotados políticamente para avivar el odio y la discordia, lo que impide la creación de una comunidad integrada.
II. Choque de Civilizaciones y posibles escenarios
ResponderEliminarNo se simplifica el escenario a un mero "choque de civilizaciones" como lo sugirió Samuel P. Huntington, pero sí hay la posibilidad de tensiones significativas entre estas dos formas de entender el mundo, el islámico y el occidental (cristiano o progresista). Se identifican varios posibles escenarios para el futuro de estas interacciones:
A. Coexistencia en Sociedades Paralelas
Descripción: En este escenario, las sociedades occidentales y las comunidades islámicas coexistirían en un mismo espacio geográfico pero vivirían de manera paralela, con interacciones mínimas y sin una verdadera integración. Esto podría llevar a una fragmentación social, donde cada grupo mantiene sus valores y prácticas sin influir significativamente en el otro.
Implicaciones: esta falta de interacción podría resultar en una fragmentación del espíritu común, donde diferentes grupos dentro de una misma sociedad no compartan un marco ético o cultural común. Esto podría debilitar la cohesión social y aumentar las tensiones internas, ya que la falta de interacción significativa evita la posibilidad de construir puentes y encontrar puntos en común.
B. Fusión para Crear una Tercera Sociedad
Descripción: Otro escenario podría ser la fusión de aspectos de ambas culturas, creando una tercera sociedad que combina elementos del progresismo occidental con aspectos de la cultura islámica. Esta fusión podría ser tanto conflictiva como colaborativa, dependiendo de cómo se manejen las diferencias fundamentales.
Implicaciones: este tipo de fusión resulta teóricamente en una sociedad con nuevas normas y valores, pero que este proceso de amalgamación sería complejo y lleno de tensiones. El éxito de tal fusión dependería de la capacidad de ambas culturas para adaptarse y encontrar un equilibrio que respete las identidades fundamentales de cada grupo, con lo que se hablaría más bien de una sociedad dividida dos sociedades en su interior.
C. Desaparición de una de las Sociedades
Descripción: un escenario es la desaparición gradual o violenta de una de estas culturas. Esto podría ocurrir si una sociedad logra imponer sus valores y normas sobre la otra, ya sea a través de la fuerza, la asimilación, o la marginalización. Las versiones extremas del Islam son totalmente intolerantes hacia el arte, como la música, la pintura, escultura, arquitectura, vestimenta, comida, festividades, artes escénicas, literatura, festividades, tradiciones, etc. La destrucción de Palmira, los museos iraquíes y de los Budas de Bamiyán son una advertencia de estos extremismos.
III. Riesgo de sociedades cerradas y abiertas
ResponderEliminarA. Sociedades Cerradas y Dogmáticas
Implicaciones: Las sociedades que dependen de un dogma rígido y del uso de la fuerza para mantener la cohesión tienden a sufrir un colapso espiritual con el tiempo. La falta de apertura a nuevas ideas y la represión de la crítica interna conducen a un agotamiento cultural y una debilidad estructural en la comunidad. Esto se expresa en formas de resistencia interna, rebelión o un colapso ante presiones externas, ya que el espíritu social no es suficientemente flexible ni adaptable para enfrentar nuevos desafíos.
Resistencia al Cambio y Estancamiento: en sociedades cerradas y dogmáticas, donde el control social se mantiene a través de la fuerza y la rigidez ideológica, el espíritu comunitario se estanca. La falta de apertura a nuevas ideas y la supresión de la crítica y la innovación resultan en una sociedad que no puede adaptarse a los cambios globales, se fosiliza, se petrifica y traslada a un estancamiento intelectual y cultural, lo que debilita la capacidad de la sociedad para enfrentar desafíos externos o internos.
Riesgo de colapso: A largo plazo, estas sociedades sufren un colapso interno debido a la presión acumulada de las tensiones sociales y la falta de evolución. La represión de las diferencias y la imposición de un único punto de vista conducen a la fragmentación interna, donde diferentes grupos dentro de la sociedad comienzan a rebelarse o a buscar alternativas fuera del sistema dominante.
Espíritu comunitario fragmentado: la comunidad en estas sociedades puede fragmentarse debido a la falta de cohesión basada en la aceptación voluntaria de normas y valores. Cuando la cohesión se impone, en lugar de ser un acuerdo consensuado, el resultado es una falta de solidaridad genuina y un espíritu comunitario debilitado que no puede sostenerse frente a desafíos importantes.
B. Sociedades laicas extremadamente abiertas contrarias a normas éticas y divinas
ResponderEliminarDescripción: Aunque estas sociedades pueden parecer avanzadas y progresistas, también tienen peligros que, en su afán de ser abiertas y progresistas, pueden volverse contrarias a normas éticas y divinas fundamentales. Estas sociedades priorizan la libertad individual hasta el punto de desestabilizar el equilibrio social, promoviendo prácticas que, desde su perspectiva, van en contra de la armonía natural y espiritual del ser humano. caen en un relativismo moral que debilita los lazos sociales y el sentido de propósito compartido.
Implicaciones:
Desintegración del Espíritu Comunitario: En sociedades donde las normas éticas fundamentales se ven como obsoletas o se niegan por completo, el espíritu común se desintegran. Los individuos pueden perder el sentido de pertenencia a una comunidad más amplia, lo que lleva a un aumento de la alienación, el aislamiento, y una disminución de la solidaridad social (efecto paradójico en sociedades comunistas: al caer el Muro de Berlín, carentes de un referente cristiano, en un principio las sociedades quedaron sin la referencia del Homo Sovieticus y sufrieron una etapa desintegrativa social).
Caos y Conflicto: La falta de normas compartidas y la promoción de una libertad sin límites conducen a un caos social, donde los conflictos entre diferentes grupos o ideologías se vuelven más comunes. Esta situación puede llevar a una fragmentación aún mayor, donde el espíritu social no solo se debilita, sino que se divide en facciones enfrentadas (caso del Imperio Romano durante su crisis del 230-280). La erosión de valores éticos fundamentales arroja a una disolución del espíritu comunitario. Sin un conjunto claro de valores y principios, estas sociedades sufre graves problemas como la alienación, la desconexión social, y un vacío espiritual que deja a los individuos y al colectivo sin una brújula moral. En tales casos, la fragmentación interna puede ser severa, haciendo que la sociedad sea vulnerable a divisiones y conflictos internos, tanto de orden matrimonial, familiar, psicológico-psiquiátrico, de orden público y paz social, progreso y avance comunitarios.
Pérdida de Conexión Espiritual: estas sociedades pierden su conexión espiritual, lo que tiene consecuencias devastadoras a largo plazo. La desconexión de los valores espirituales y éticos fundamentales, y más si son tradicionales, conducen a una crisis existencial a nivel colectivo, donde la sociedad ya no tiene un propósito común que guíe su evolución. Esto sucedió con el Imperio Romano Occidental bajoimperial.
Cualquier discurso que haga esta mujer y su partido a favor del catolicismo será pera utilización de la fe cristiana, palabras huecas e interesadas: no tiene reparo en defender el movimiento LGTBI+ a ultranza, expulsando incluso a sus concejales críticos con esta gente. Como Rusia… madre mía…
ResponderEliminarOrriols es nacionalista radical. Su religión última es el nacionalismo. Todo lo demás, fe católica incluida, es accesorio.
EliminarNo muy diferente de Pujol, por otro lado.
Por sus obras los conoceréis.
¡Qué vergüenza las declaraciones del reverendo Andrés Salinas! Demuestras que no eres valiente ni coherente, que no das la cara, que te escondes en el momento de aclarar con todo respeto cual es la posición de la Iglesia Católica en determinados puntos de su doctrina. ¿Joven y con miedo? y haciéndote el político. Tú tendrías que saber todo eso viniendo del mundo protestante. El ecumenismo es claridad, caridad, verdad.. ¡Qué bluf, don Andrés Salinas, qué pena! Como te diría el Quijote: llaneza, joven, llaneza. Mal andas así Andrés. Tus párrocos -y el mismo Omella con quien te retratas, cuando tú mismo lo has criticado tantas veces- van a tener mucho trabajo contigo, porque no eres noble ni claro. y en el fondo no eres listo por más títulos que tengas y de los cuales, como se ve, te vanaglorias. ¡Qué pena!
ResponderEliminarLos inmigrantes musulmanes han venido para quedarse y para multiplicarse. Y esto no tiene vuelta atrás. No surgirá ningun Fernando e Isabel que pueda acometer la expulsión de estos musulmanes que ya han dejado la simiente (hijos).
ResponderEliminarVayan ustedes a misa anticipada y dominical y a la mezquita de un pueblo gerundense con 4000 autoctonos y unos 900 inmigrantes. Yo lo he hecho: 140 cristianos a misa y 300 musulmanes en la mezquita, el viernes.
Esto puede cambiar, pues puede observarse que algunos jóvenes magrebies o hijos de tales, se dejan contaminar por lo que ofrece esa sociedad occidental, que no es otra cosa que selfis y hedonismo puro y duro y sus derivadas. Quizás el Islam también llegue a un declive parecido al que sufre la Iglesia. Mas nosotros no lo veremos: han de pasar siglos todavía.
No es mi intención que ustedes se sulfuren. Pero es es la realidad.
En sociología esto no es tan evidente. En primer lugar, tanto un islamismo que niega iteraciones personales con el resto de grupos y se postula en el inmovilismo del siglo VII, esto simplemente, según la sociología y la historia en España, está condenado a la autodisolución.
EliminarLa izquierda radical progre y woke también están condenados a la autodisolución precisamente por ampliar sus interacciones sociales pero a base de derechos subjetivos contrarios a la ley natural, ética, moral, científica y religiosa, como es la ideología de género.
Además, la propia dinámica objetiva y racional interna de la izquierda progresista woke es autodestructiva por el simple paso del tiempo y observar los resultados verificados en forma de desplome demográfico.
La izquierda progresista niega la misma naturaleza humana (transgénero y transexualidad) más su moral y derecho que destruye la natalidad y las relaciones humanas sanas, ecológicas y naturales (aborto, eutanasia, eugenesia, reproducción artificial, compra y donación de gametos, congelación de embriones, vientres de alquiler). desde la ideología de género (homosexualismo, transexualidad), la vida moral disoluta (divorcio, adulterio, concubinato, anticoncepción, promiscuidad, prostitución y pornografía) y su cultura de la muerte (aborto, eutanasia y eugenesia) y la reproducción artificial (fecundación artificial, congelación de gametos y embriones, selección y cancelación eugenésica de fetos y embriones sin calidad o sin salud, aborto eugenésico, vientres de alquiler).
Esto se puede ver fácilmente viendo la caída de la natalidad, dejando vacíos generacionales enormes, pero la naturaleza tiene horror vacui, y estos tremendos vacíos demográficos y generacionales serán cubiertos sin duda alguna por emigración de todo tipo.
Islam y progresismo izquierdista están condenados al colapso interno, los dos por causa de sus excesos: el Islam por falta de interacciones sociales y negación del progreso y desarrollo; el progresismo izquierdista por no creer en Dios y la ley natural en su aplicación de la vida humana y social (progreso y desarrollo científico, técnico y social), por su extremismo individualista, además de ser autodestructivo demográficamente: ideología de género, cultura de la muerte y laicismo beligerante de exclusión, moral disoluta y libertina y reproducción artificial (extremadamente cara).
Además, Benedicto XVI dijo que los dos enemigos de la Iglesia y del hombre serían dos radicalismos, el islámico y el laicista.
Hay dos excesos: el «Estado radicalmente ateo» del progresismo y liberalismo occidental, y por otro, el «surgir de un Estado radicalmente religioso en los movimientos islamistas».
Señaló como patología el racionalismo extremo que se cierra a las preguntas de la religión, al tiempo que denunciaba [al Islam] que «no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios».
Benedicto pidió a los líderes políticos polacos que desarrollen «urgentemente» una concepción de Estado que supere tanto el radicalismo laicista progresista como el integrista islámico. Como ejemplo, les pone a Juan Pablo II y al cardenal Stefan Wyszynski, obispo durante los años más duros del régimen represor comunista. Estas grandes personalidades que «Polonia ha dado a la humanidad», afirma, marcan hoy el «camino hacia el futuro».
Pero se ha de dejar claro: tanto el islamismo como el progresismo laicista son un exceso que no tienen futuro alguno por sus propias dinámicas conducentes al caos y colapso social.
Estimado Ibn...los musulmanes se convertirán al final de los tiempos ya que se darán cuenta del inmenso caos creado. Los salafistas están activos y todos sabemos que son la aportación de Pujol con PSOE o PP para substituir a los díscolos "panchitos" que les "fotian" el chiringuito del català si us plau.
EliminarCuando aparece el tema de Catalunya en G.G salivan de emoción. Vayan con cuidado no les suba la presión y sobretodo no sean diabólicos que dicen defender la fe católica y hablan demasiado del mal, de diluvios que no volverán, gracias al pacto de Dios con Noé, de Ovnis en Monserrat ya les veo el próximo 11 mirando a ver si ven alguno. Más cristianismo que és la religión del amor y menos juzgar a todos menos a ustedes.
ResponderEliminarAl de las 11:55: Cómo demostrar que uno no se ha enterado de qué va el blog en unas pocas líneas.
EliminarRecuerde decir en la próxima tenida en la logia que ha cumplido con su encargo. Más cumplo y miento que cumplimiento, pero también es una forma de cumplir.
No mencione que la secuencia 155 aparece en la hora de publicación, se arriesga a recibir con la pala de panadero en la retambufa.
11.55 ¿Usted es de los Fratelli Tutti Frutti? Mire lo del amor universal, la diosa Razón y todo eso, antes que apareciera en escena Francisco, ya lo predicaba los Russeau y Voltaires antes de 1789
EliminarSi la salvación de la Iglesia en Cataluña pasa por Silvia Orriols, estamos fastidiados. Una mujer que considera "extranjeros" a todos los no catalanes y que instrumentalizará a la fe de la misma manera en que Putin lo hace. Mientras le sirva para sus planes de poder, la mentará. Si fuera al revés, se pondría en la fila de enfrente. No aprendemos del pasado...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. ibn Mustafá!!!
ResponderEliminarTorras y bages era un Catalanista burgués.
ResponderEliminarSi hubiera vivido lo que vino en su amada Cataluña unos años después de su muerte, veríamos en que lado de la historia estaría.
Seguro que no diría está tontería absurda.
Por cierto, a ese hombre solo se le conoce por esa frase infantiloide, por nada más.
Anonimo 13:49. Sera mas bien que USTED no conoce nada mas de Torres i Bages.
EliminarDeberia saber que tiene una extensa obra literaria y que esta incoada su causa de beatificacion.
No haga gala de su ignorancia.
Con permiso opino, me parece muy bien y merecido. Si niegan al Señor, el mira para otro lado, y sigue adelante. Acaso San Pablo no decia que era mejor entregarlos a Satanás a los discolos, soy Marcelo de Bs As y aca los Paganitos sobran.
ResponderEliminarCabe la posibilidad que Europa se convierta en Eurabia. Ya lo han denunciado muchas personalidades.
EliminarQue las nietas de los progres actuales acaben vistiendo con burka, seria un castigo apropiado por su apostasia.
Sr. Fréd, el castigo ya lleva décadas entre nosotros. Para que un fulano llamado Macron diga en la aperture de los JJOO lo de que "Francia, es esto"...pues mire..más que Eurabia será Eurotrans. Y Putin a zarpazos intentando que no le enreden en el wokismo
EliminarBuenas Don Marcelo de BsAs, menudo par de joyas han aportado a Roma. Les habrán dejado tanta paz como caos han traído.
ResponderEliminarLlamarse cristiano no es lo mismo que serlo. La idolatría nacionalista de Orriols y su profundo racismo (no sólo contra los musulmanes sino contra todo no catalán y no nacionalista) es absolutamente incompatible con el cristianismo. Si Orriols se manifestase a favor del cristianismo, lo haría sólo en función del catalanismo, instrumentalizándolo con fines nacionalistas, manipulándolo y pervirtiéndolo, para luego tirarlo por la borda cuando no le sirviera más. Y comparar a Orriols von Putin, vaya broma... ¿Habla el padre Ballester en serio o ironiza? Creo que esto último, lo espero...
ResponderEliminarLa Orriols no remediará nada.
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