Este domingo acudió el cardenal Omella a la capilla de Nuestra Señora de la Merced y San Pedro Apóstol, sita en calle Laforja 21 de Barcelona, correspondiendo a la invitación de Mn. Carlos Barba Olmos, que se encarga de la misma y celebra en ella dos veces por semana Misa tradicional; los domingos a las 12’30 h. Mn. Carlos convocó a sus feligreses a las 12 h para que estuviesen presentes y recibir al arzobispo diocesano. En la pequeña capilla no cabía un alfiler a esa hora y allí compareció puntualmente el cardenal. Nos dijo que él no se podía quedar a celebrar, que tenía otra misa a las 13 h, pero que estaba encantado de departir con los fieles y ofrecerles su afecto y aliento pastoral. La respuesta de estos fue de una devoción filial tan inequívoca y visible, que cuando el cardenal solicitó que le preguntasen lo que considerasen oportuno, ni un solo feligrés levantó la voz. Al contrario, lo único que recibió fue el obsequio de una cerámica conmemorativa de la visita con su escudo episcopal. El propio Mn. Barba manifestó en su introducción que allí tenía el cardenal a uno de los grupos diocesanos más fieles y obedientes a quién es el sucesor de los apóstoles en esta iglesia particular.
Omella estuvo amable, cercano, satisfecho del recibimiento que se le dispensaba e incluso manifestó que no se quedaba a celebrar porque tenía otro compromiso, aunque añadió que, aunque quisiese, no estaba seguro de seguir bien el rito antiguo y que mejor lo haría Mn. Carlos. Un poco despistado con el tempus litúrgico del día, eso sí, pues ignoraba que era domingo de Septuagésima. Con todo, en estos tiempos post Traditionis Custodes, mostró sus respetos por el seguimiento de la misa tradicional y manifestó que la diversidad de ritos (aludió al mozárabe y al ambrosiano) tenía plena cabida en la Iglesia, si se hacía desde la comunión y la unidad. Ningún asiduo a la Misa tradicional ha dejado de respetar jamás la comunión y la unidad.
Sí pudo observar nuestro cardenal como en aquella pequeña capilla se hallaba presente una afluencia de gente joven muy superior al de otras comunidades. El incremento del seguimiento de la Misa tradicional es un hecho incontestable en muchos países y en Barcelona también se aprecia esa tendencia. Junto a la capilla de Laforja, en la que únicamente se celebra misa por el rito antiguo, también se puede seguir el misal romano de San Pio V en las parroquias de San Juan Bautista de Santa Coloma de Gramenet y Sant Jordi de Vallcarca. Cabe decir que Omella no ha puesto jamás ni un pero a esas tres comunidades, a pesar de los aires romanos nada proclives y a las ostensibles reticencias de otras diócesis. Es de suponer que el ambiente que calibró ayer en la capilla de la Merced ayudará a esa percepción positiva, no solo por el calor filial con que se le recibió, sino por la composición de esa misma feligresía. Desde el nonagenario Sr. Ribé, que acude dos veces por semana desde Valls, a los matrimonios jóvenes que acuden con sus hijos y al buen número de chicos y chicas que hincan sus rodillas en los reclinatorios. Si en el fondo no existe un laicado más obediente a la jerarquía eclesiástica que el adepto a la Misa tradicional. Lo cual no significa que abdique de sus derechos; en especial de seguir la misa con el rito que espiritualmente le deja más huella y estima que con él da mayor gloria a Dios. Con respeto a todos los otros. Que el devoto a esa misa goza también de la virtud de la cordialidad y la educación. Incluso lo recordó el propio Omella cuando les habló de tres de los Universales de Aristóteles (veritas- bonum- pulchrum) como guía de nuestra vida cristiana. Los tres se cumplen de manera significativa en la capilla de Laforja. Y el pulchrum en su liturgia en grado sumo.
Satisfecho quedó también Mn. Carlos Barba que recibió los parabienes arzobispales. Un merecido reconocimiento a una labor abnegada que ha sabido continuar el estandarte del bueno de Mn. Mariné que, desde qué se jubiló como párroco de San Félix Africano en 1988, se hizo cargo de aquella pequeña capilla, que se hallaba casi en desuso y la consagró en exclusiva a la celebración del rito tridentino. Tanto la prolongada vida sacerdotal de Mn. Mariné como el entusiasmo actual de Mn. Barba han hecho posible que ese oratorio permanezca en pie y gracias a la disposición testamentaria de su antigua propietaria, a favor del Instituto del Oasis de Jesús Sacerdote, haya resistido la voracidad de la especulación inmobiliaria que se cernía sobre su privilegiada ubicación.
Oriol Trillas
Buen gesto del Cardenal Omella, que debemos valorar y agradecer, aunque si de verdad tiene voluntad de asistir a una Misa tradicional en la capilla de la calle Laforja, sólo tiene que anotarlo en su agenda.
ResponderEliminarOmella quedó pasmado al ver tantos jóvenes (foto primera) en la misa tradicional, claro, y tuvo su buen gesto, si hubieran sido viejos el resultado sería diferente. En el otro asunto que encabeza la pagina parte arriba derecha, de no comparecer en el Parlament por los abusos, hace bien pues si le graban en video y se los pasea a todos olímpicamente luego el video queda borrado a los 2 dias y ya no se puede ver por los internautas catalanes. Debería Omella poner condiciones a que no le censuren su video como la otra vez que estuvo con los periodistas de La Vanguardia. Las proezas de un apóstol no deben borrarse de la Red, son para ser contempladas.
ResponderEliminarEstimado Silveri, sigo preocupado por un tema que usted conoce y yo necesito una respuesta: ¿cuántos litros de agua cayeron por metro cuadrado en el diluvio?
EliminarFacil de calcular si dividimos el agua total de los océanos por los metros cuadrados de la Tierra.
EliminarA ver en la antiguedad, hubo diferentes diluvios, cierto. Pero que formaran los oceanos, hombre hay que echarle imaginación.
EliminarAl anónimo 13:52
EliminarLos suficientes para anegar extensas regiones y reducir considerablemente la fauna existente.
MT
El sentido común al menos en este caso ha triunfado, pero pero pero con regusto de reserva india para cato-tradis... pero como dijo la abuela, menos da una piedra, y tal como está de derrumbado el Vaticano y la Santa Sede, hay que darse con una piedra en los dientes
ResponderEliminarLos genios del disparate de la contradicción en casita de Francisco se ha hecho cisco y Fernández Bésame Trucho es enorme: sin razón alguna, se pasó de la liberalización del Summorum Pontificum a la restricción absoluta de Traditionis custodes, una norma que será derogada pronto. No se puede aprobar Traditionis en contra de lo que dice Summorum y la misma Tradición Litúrgica Católica, y lo mismo en el tema de las bendiciones, no se puede aprobar Fiducia supplicans en contra de lo que tú mismo prohibiste en el Responsum ad dubium formulado por la Congregación para la Doctrina de la Fe y publicado el 22 de febrero de 2021, y de lo que prohíbe la misma doctrina católica bimilenaria. Es de risa poner puertas al campo y presas al océano: si la misa tradicional se quiere hacer, se hará hasta en un sótano, como se hace
La misa tradicional es ad Dominum, ad Orientem, ad Crucem, tiene silencios de adoración, tiene el gregoriano y el latín, y otras peculiaridades que se hunden desde los tres primeros tiempos del catolicismo romano de los mártires y catacumbas, cuando los amables Nerón y Calígula presentaron sus respetos a los cristianos
Hay que leer un poquito el Summorum Pontificum y su instrucción, por el que Benedicto XVI liberó la Misa Tradicional, que los que vivieron por los 1970 y 1980 les será familiar:
1. Todos sabemos que, en el movimiento guiado por el Arzobispo Lefebvre, la fidelidad al Misal antiguo llegó a ser un signo distintivo externo; pero las razones de la ruptura que de aquí nacía se encontraban más en profundidad
2. Muchas personas que aceptaban claramente el carácter vinculante del Concilio Vaticano II y que eran fieles al Papa y a los Obispos, deseaban no obstante reencontrar la forma, querida para ellos, de la sagrada Liturgia [latín, gregoriano, ad Crucem, silencio]
3. CORRUPCIÓN DEL MISAL NUEVO. Esto sucedió sobre todo porque en muchos lugares no se celebraba de una manera fiel a las prescripciones del nuevo Misal, sino que éste llegó a entenderse como una autorización e incluso como una obligación a la creatividad, la cual llevó a menudo a deformaciones de la Liturgia al límite de lo soportable. Hablo por experiencia porque he vivido también yo aquel periodo con todas sus expectativas y confusiones. Y he visto hasta qué punto han sido profundamente heridas por las deformaciones arbitrarias de la Liturgia personas que estaban totalmente radicadas en la fe de la Iglesia
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En la Iglesia hay un problema de fondo: cuando Pablo VI aprobó el Misal Nuevo. Aunque hoy en día hay muchísima gente que es el único misal que conoce, este Misal Nuevo se basa en la innovación, la variación y la brevedad, que rompe con la tradición anterior que tenía un Canon único
Hoy, de los 5 cánones o plegarias eucarísticas (PE), la que se realiza con mayor frecuencia estadística es la PE II, la misa del cohete de lo breve que es, una recuperación de un supuesto fósil del siglo III, una hipotética misa de San Hipólito de Roma (Antipapa pero reconciliado), reconstrucción conjetural:
religionenlibertad.com/blog/10358/la-mas-antigua-plegaria-eucaristica.html
Lo gracioso de la PE II o Misa de San Hipólito es que recoge una hipotética Tradición Apostólica Litúrgica que no existe documentada, y entre el Canon de San Hipólito reconstruida por Dom Botte y la Plegaria II de San Hipólito aprobada por Pablo VI en el Misal Moderno, hay muchas diferencias, hasta el punto en que se eliminan referencias molestas para los progresistas de 1960, como la referencia al demonio:
Él, confrontado a la Pasión,
la aceptó voluntariamente
para superar la muerte,
librarnos de la esclavitud del demonio,
vencer el dominio del mal,
iluminar a los que buscan la justicia,
llevarlo todo a su plenitud
y manifestar la Resurrección
La plegaria eucarística PE I es del Canon Romano, la Misa Tradicional, pero no en su pureza sino que es una versión resumida y modernizada, lo que no satisface para nada a los partidarios de la Misa Tradicional y Clásica, aunque conserve lo esencial: el problema es que no es integral, está resumida y nunca se hace en latín ni ad Crucem, se hace a la moderna.
ResponderEliminarLas PE III, IV y V (a-d) de la Misa ordinaria, las PE I-II de Reconciliación y las PE I-II-III de Niños son inventos modernos que en la práctica operativa NO SE HACEN O SÓLO ESCASAMENTE, digámoslo claro: han desaparecido por el espacio sideral. Todo es la PE II de San Hipólito, la misa del galgo.
La PE III es una batidora donde pusieron el Canon Tradicional con tradiciones litúrgicas alejandrina, bizantina, antioquea y maronita.
La PE IV otro de lo mismo, Canon Tradicional con tropezones orientales (especialmente griegas, alejandrina y de San Basilio) y la liturgia de la Sinagoga.
La PE V con las variantes a, b, c y d, es más curiosa: es un invento suizo posconciliar.
Personalmente, la campeona de todas ellas es la PE II Misa de San Hipólito o misa del cohete-galgo. Luego sólo he oído alguuuna vez las PE I y PE III, mientras que las PE IV y PE V y las Misas de Reconciliación me son absolutamente desconocidas. Las de Niños, obvio que no las he oído: sí oí dos de niños en Gerona, pero los curas se las inventaron en su totalidad.
Aunque la Misa Moderna de Pablo VI es lícita y válida y gusta a muchos, a pesar de ello tiene este pecado original propio de los 1960, que creó una nueva misa reducida, innovada y variada, con el cura cara al público, con la distribución del Altar totalmente cambiada, con la introducción en el presbiterio de laicos y laicas, con innumerabilísimas violaciones y abusos litúrgicos, con curas celebrando sin unción ni carisma ni ortodoxia, con homilías devastadoras, una Misa Nueva que quería cambiarlo todo para una supuesta Nueva Primavera que nunca llegó.
Sin duda alguna, la Misa Moderna de Pablo VI será un día de estos también reformada y a fondo, tal como profetizó Benedicto XVI: la esperada reforma de la reforma.
Excelente noticia. Gracias por publicarla.
ResponderEliminarMil gracias al Cardenal por tener la bondad de visitar la Capilla y visitar a esos fieles tan obedientes y tan maltratados y olvidados por las jerarquías, que son los de la Santa Misa Tradicional.
ResponderEliminarCelebro esta buena noticia.
ResponderEliminarLa Misa Tradicional fue proclamada por San Pio V, a perpetuidad, con mencion expresa de que cualquier Sacerdote la puede celebrar sin necesidad de permiso.
No es licito a la jerarquia prohibir o encadenar la Tradicion.
Omella respalda tanto la Misa Tradicional, que no se quedó a Misa... No ya a celebrarla (no se le puede pedir tanto), pero es que ni siquiera como asistente en el coro... Parecía más una visita de agente inmobiliario.
ResponderEliminarAún no conocéis a Omella?? Está tomando el pulso. Ahora vendrá la criba y la puesta en marcha de Traditiones Custodes. Si tiene contentos a los de Laforja, podrá meter mano a otros lugares y no rechistarán los afortunados a los que parece haberse metido en el bolsillo.
ResponderEliminarPues hay quien dice que Omella fue a medir los metros cuadrados del edificio para hacer un pelotazo inmobiliario como en la parroquia del Espíritu Santo o en la iglesia de Jesús Paciente.
ResponderEliminarNo se atreverá. El edificio no pertenece a la diócesis, y cualquier intento demostrará que los fieles si bien son gente tranquila pueden ser pugnaces cuando conviene.
EliminarEn Jesús paciente está enterrada UNA SANTA.
ResponderEliminarMucho cuidado con ELLA.