Cuestión previa: nos movemos en un terreno equívoco respecto a la distinción entre inclinación y conducta. Del mismo modo que en matemáticas toda cantidad es de signo positivo mientras no lleve el signo negativo, en conducta humana se entiende que toda persona es heterosexual, porque biológicamente lo es (y además de serlo, lo parece), mientras no manifieste explícitamente que es homosexual. Eso da como resultado que mientras la heterosexualidad no se marca explícitamente, sí que se marca en cambio la homosexualidad. Y se da por supuesto (suposición lógica, pero gratuita) que a la hora de comportarse, cada uno lo hace según sus inclinaciones. Con lo cual, cuando le preguntan al papa por los homosexuales, él, sin explicitarlo, distingue entre los que lo son por inclinación y los que lo son por conducta, siendo su respuesta (impecable, aunque equívoca) respecto a la inclinación; pero la cuestión candente es sobre la conducta, que es donde finalmente ha desembocado la Fiducia Supplicans, como respuesta definitiva e indiscutible del papa. Ahí está bien claro que el papa (guiado en ello por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, a cuyo frente sabía muy bien a quién colocaba), acoge tanto la homosexualidad de inclinación como la de acción. Con lo que ese enigmático “Quién soy yo para juzgar”, queda inequívocamente respondido en la Declaración.
Y ahora vienen las filigranas y los juegos malabares: el Dicasterio para la Doctrina de la Fe impone una praxis bendicional cuyo objetivo es hacerle sitio a la homosexualidad en la Iglesia, acercándola todo lo posible al matrimonio. Entendámonos, no se trata de hacerles sitio en la Iglesia a los homosexuales, que siempre lo han tenido, como lo han tenido los ladrones, los asesinos, los violadores, los pederastas (parece que sitio de honor) y toda clase de pecadores. No a los homosexuales, sino a la homosexualidad. La Iglesia nunca ha rechazado a los pecadores. Por eso, al otorgar el papa su bendición solemnísima urbi et orbi (a la ciudad -Roma- y al orbe), no explicita que estén excluidos ningún género de pecadores, ni los homosexuales por supuesto; ni tampoco explicita ninguna exclusión el sacerdote en su bendición del final de la misa.
Pero una vez aclarado que no se excluye a los homosexuales de las bendiciones generales, hay que aclarar también que no existen bendiciones específicas para ladrones o para asesinos, o para pederastas, o para practicadores de abortos. A todos ellos se les bendice con todos, sin crear ninguna bendición especial y explícita para ellos. Sí existen, en cambio, en el Bendicional (liturgiapapal.org), bendiciones para matrimonios, para novios, para la familia entera, para niños, para enfermos, para ancianos, para catequistas, para misioneros, para peregrinos, incluso para viajeros no peregrinos. El bendicional contempla decenas de bendiciones de personas, de emprendimientos, de casas, de edificios, de carreteras, de puentes. Lo que en profano es inauguración (atraer buenos augurios), en la Iglesia es bendición. Pero evidentemente, en cuanto se entiende el espíritu del bendicional (muy bien explicado en su introducción), se ve con toda claridad que ahí no cabe de ningún modo la bendición de parejas homosexuales. En el Bendicional, es evidente que no.
“La liturgia de los sacramentos y de los sacramentales hace que, en los fieles bien dispuestos, casi todos los actos de la vida sean santificados por la gracia divina”. Por eso resulta tan inconveniente pretender que las uniones homosexuales sean santificadas mediante el sacramental de la bendición. “La Iglesia, con las bendiciones, invita a los hombres a alabar a Dios, los anima a pedir su protección, los exhorta a hacerse dignos de su misericordia, merced a una vida santa”. Estas palabras del bendicional es difícil encajarlas en las bendiciones explícitas y especiales de las parejas homosexuales. Este libro ritual de la Iglesia desarrolla en toda su amplitud tanto la doctrina como la praxis, es decir las fórmulas rituales de las bendiciones (ninguna de ellas, por cierto, de sólo 10 segundos). Y respecto a la praxis, explica con total claridad a quién compete bendecir, que no es sólo el sacerdote, sino también el diácono, el de las lecturas, el acólito y hasta cualquier laico hombre o mujer, mientras se atenga a lo que establece el ritual.
“La bendición compete al obispo, a los presbíteros, a los diáconos, a los acólitos y lectores… También los otros laicos, hombres y mujeres… pueden celebrar algunas bendiciones, con el rito y las formas previstos para ellos, según se indica en cada una de las bendiciones” (Bendicional, Orientaciones generales, 18). Siendo esto así, cuesta ver por qué el Dicasterio para la Doctrina de la fe (con el aval del papa) se ha empeñado en que justamente a las parejas homosexuales haya que bendecirlas, y que esa bendición tenga que celebrarla precisamente un sacerdote. No hay que ser muy avispado para comprender que detrás de toda esta movida se evidencia el empeño del Dicasterio por ir acercando gradualmente (éste es sólo el primer escalón) el rito-no-rito de bendición-no-bendición de las parejas homosexuales, a la bendición de los esposos en el rito del matrimonio: cosa que ya celebran los impulsores del Camino Sinodal, sin que el papa, al que tienen muy bien informado, les haya desautorizado. Por eso es tan importante en la pérfida Fiducia supplicans, la figura del sacerdote.
Nos tropezamos aquí con una cuestión ontológica: cuál es el alcance de la palabra y el rito de la bendición. Y resulta que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, “declara” la ampliación del concepto de bendición, desbordándolo totalmente de lo que ha dicho y practicado la Iglesia hasta el momento, concretado en el Bendicionario. A partir del documento en que tal cosa se declara, la “bendición” de la Iglesia ya no es lo que era, sino que se amplía a otras formas casuales, sin fórmula ritual, en 10 segundos, en un sí pero no, que adoptarán la forma que le inspire al sacerdote la caridad pastoral en cada caso y en cada momento.
Y eso lo hace, curiosamente, para bendecir a las parejas que con la legalización en la ley civil (y en la Iglesia, la bendición) de su forma de vida, se han empeñado en desbordar el concepto de matrimonio de toda la vida (la unión de hombre y mujer bendecida por la Iglesia). Una legalización cuyo resultado más evidente es la destrucción del matrimonio. Con lo que resulta más que probable que con esas bendiciones fuera de lo que es y ha sido siempre la bendición, lo que consiga el Dicasterio sea precisamente desnaturalizar la bendición, del mismo modo que el matrimonio homosexual ha desnaturalizado el matrimonio. De ese modo, el Prefecto matará dos pájaros de un tiro: el matrimonio y la bendición. Es que bendecir lo imbendecible es atentar contra la esencia de la bendición; igual que extender la idea y el rito del matrimonio a uniones que no son matrimoniales, es ir de frente contra la institución divina del matrimonio. El capcioso invento, pues, de la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, no sirve para ampliar y engrandecer el matrimonio, sino precisamente para destruirlo.
¿Y para qué sirven esas nuevas bendiciones que inventa la Fiducia supplicans? Pues para romperle las costuras al concepto de bendición (bene-dícer, dícere bene, decir bien, hacerlo bueno bendiciéndolo, diciendo que es bueno). Y acabar así desnaturalizando y destruyendo la bendición, del mismo modo que el matrimonio homosexual se ha creado para destruir el matrimonio.
A la vista de todo lo cual, queda perfectamente respondida, al cabo de 10 años, esa que pareció una pregunta ingenua y de buena fe al papa y su respuesta también ingenua, al menos aparentemente. ¿Quién soy yo?
Pero claro, en este momento, tras la Fiducia supplicans, queda abierta la pregunta siguiente: ¿Quién es el papa para autorizar la bendición de parejas homosexuales en la Iglesia? Con su firma y con toda su política de nombramientos, consentimientos, etc. respecto a la cuestión. ¿Y quién es el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para imponerles a todos los sacerdotes la realización de esas bendiciones? Tal como se están acelerando las cosas, no es improbable que llegue el día en que se le presente al sacerdote la pareja de un niño (al que la ley le reconoce el derecho de consentimiento) y un adulto, pidiéndole la bendición. Y a no mucho tardar, la pareja de dos sacerdotes que le piden la bendición de su unión a otro sacerdote, o ya de puestos, al mismo obispo. Por muy mal camino están metiendo a la Iglesia. Sí, claro, el Camino Sinodal. ¡O témpora, o mores!”
Virtelius Temerarius
El papa actual pretende hacer una iglesia al estilo de "Convergencia De Cataluña" en donde caben todos por muy dispares que sean las tendencias, grave error, nos alejamos del Juan Bautista El Rígido de los evangelios a quien debemos imitar. Algo aquí tenia de años https://silverigar.blogspot.com/2006/01/el-telogo-tamayo-al-descubierto.html
ResponderEliminarLe recuerdo que el Baptista llamaba a la conversión de corazon. Abrir el corazon a Dios, lo del rigido es cara Herodes. Pero cara los pobres, msrginados etc ... Habla de conversió y misericordia.
EliminarHay, Virtellius, un principio muy socorrido en bioética que los ingleses llaman de "slippery slope", o del plano inclinado, según el cual, abierta una brecha se produce una cascada catastrófica de fallos morales.
ResponderEliminarLa infausta declaración del pornoteólogo que está al frente del Dicasterio de la Fe, es un portillón que promete la aceptación de una sucesión de disparates, a los que usted apunta.
Francisco no sólo ha hecho caso omiso al dictamen de teólogos de fuste, de Müller a Perrin, pasando por Sarah y tantos otros, sino que se ha empecinado en el error. En su mente obscura afirma Francisco que no se bendice la homosexualidad o el adulterio, sino a personas juntas, tal cual. O sea que la razón de esa unión debe estribar en que se han puesto de acuerdo para rezar el rosario o laudes, en el que uno hace de un coro y el otro de otro coro.
Desde el punto de vista teológico las razones son poderosas. la más humillante para Francisco debe ser haberse enterado que el sacerdote que bendice, pues a él se le concede en la Declaración esa función, es sacerdote a tiempo parcial y según y como. Un argumento sacado de la manga, ad hoc, sin pies ni cabeza. Pero ahí está Francisco, redoblando su apoyo al dislate.
Si al menos Francisco y su protégé hubieran reflexionado sobre la historia de la Iglesia, recordarían el caso de la declaración sobre la Asunción de la Virgen. Hubo reuniones de teólogos, seminarios y conferencias para debatir el dogma antes de su declaración como tal. Ahora, no. Ahora cualquier ocurrencia papal se resuelve con una apelación al discernimiento y a la misericordia. Y aquí paz y allá gloria.
Sin ápice de cinismo hace tiempo que escribí aquí que los disparates de Francisco --ininterrumpidos desde su elección y en un comienzo corregidos por Lombardi-- hacían mucho bien a la Iglesia porque delimitaban con nitidez el alcance de la infalibilidad. A los teólogos se les ha facilitado en gran manera la tarea de delimitar el magisterio ordinario. Oyendo al Pontífice, uno advierte que es muy restringido el campo abarcado.
Me imagino que ese escándalo monumental de la Declaración habrá despertado a muchos.
No cabe esperar corrección, ni dimisiones de nadie. Lo que sí es exigible es no callar ante semejante desastre doctrinal. Como acaba de mostrarlo con valentía la Juan Pablo II sobre la Vida. El Pontífice la desmochó, pero aun quedan jueces en Berlín, aun hay gente con el sensus fidei que plantan cara.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarEl odio al Papa yo diria que no es muy cristiano. És divertido ver una pagina que se dice católica como ataca al Papa.
ResponderEliminarNo és gens divertit, no obstant, veure com el Papa ataca a l'Església. Encara menys com ataca als catòlics.
EliminarEm demanes si burla també dels catòlics:
'Quién soy yo para juzgar?'
FEM
Dios es muy superior al papa.
EliminarCorregir al que se equivoca es una obra de misericordia.
EliminarSto Tomas escribio que corregir a un superior es mejor obra de misericordia que cualquier obra de misericordia corporal, ya que el error de un superior puede llevar a la condenación a muchas almas.
Solo un soberbio que no quiere rectificar, confunde la critica con el odio.
1. SAN PABLO CORRIGE A SAN PEDRO
EliminarSan Pablo se opuso y resistió a San Pedro:
Gálatas 2:11-13 dice:
Cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos.
2. PAPA JUAN XXII, HEREJÍA RETRACTADA
Según la doctrina católica, aquellos que mueren en estado de gracia verán a Dios a la espera del Juicio Final. Antes de su elevación al solio pontificio, Juan XXII había escrito un tratado en el que declaró que las almas de los justos que partían no ven a Dios sino hasta después del Juicio Final. Él propuso la misma enseñanza en sus sermones, por lo que encontró gran oposición de muchos teólogos que se adherían a la común opinión de que los justos ven inmediatamente a Dios, antes de la resurrección de los muertos y el Juicio Universal. En consecuencia, el punto de vista de Juan XXII se consideró herético por muchos teólogos de la época de las universidades de Oxford y de París.
El emperador Luis, apoyado por sus consejeros Marsilio de Padua y Guillermo de Ockham, apeló a un concilio ecuménico para condenar al papa como hereje y elegir un digno sucesor; además, fue uno de los motivos aducidos por el emperador, tras su coronación en Roma, para deponer al papa y forzar la elección del antipapa Nicolás V.
El papa se defendió de esta acusación manifestando que la Iglesia no tenía sobre este punto una doctrina oficial (la fijaría su sucesor Benedicto XII) y que, además, no había expuesto su postura ex cathedra, lo que le permitió retractarse antes de morir.
3. PAPA HONORIO, HERESIARCA ANATEMIZADO
“Honorio era falible, estaba equivocado, era un hereje, precisamente porque no declaró, como debería haberlo hecho, con autoridad, la tradición petrina de la Iglesia romana. No apeló a esa tradición, sino que simplemente aprobó y amplió el compromiso poco entusiasta de Sergio”
infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/2312260955-cuando-los-papas-se-equivocan
Vaya tontería concluir que se odia al Papa. Se manifesta rechazo al error, el engaño, la mentira, el pecado. Y al Papa, pues mucho amor. Mucho rezar por él. Pero afirmar que las cosas no van bien, no me parece que sea lo mismo que odiar al Papa.
EliminarNo se trata de odio hacia el Papa, sino de sus decisiones totalmente incoherentes y en contra de la doctrina de la Iglesia, doctrina que se ha cimentado durante dos mil años con los escritos y definiciones de tantos Padres y Doctores, como San Gregorio Magno, San Agustín, San Tomás de Aquino, sólo por citar algunos, ya que la lista es larga. Sigo pensando que Francisco no se encuentra bien y que en su entorno existen muy malas influencias y otros que no se atreven a actuar. Pero todo esto viene desde antes de la dimisión de Benedicto XVI.
EliminarUnas reflexiones y opiniones basadas en la lógica racional implícita en las tesis teológicas y jurídicas:
EliminarINCESTO
Un profético pasaje de las cartas paulinas se haya en 1 Corintios 5, dedicadas para ésta nuestra época aberrante descrita en 2 Timoteo 3: en los últimos tiempos vendrán tiempos difíciles pues habrán hombres amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder.
San Pablo expone un pecado objetivo intrinsece malum como la fornicación incestuosa, que compartía un común denominador moral tanto entre los católicos como entre los paganos grecorromanos: un acto moral que es una verdadera depravación humana: la convivencia more uxorio o marital entre hijo y madre: los excomulga de la plena comunión eclesial, y los libra a la acción de satanás para que actúe medicinalmente y puedan reintegrarse a la comunión y puedan salvarse.
Dice San Pablo:
--- Es cosa pública que se cometen entre ustedes actos deshonestos, como no se encuentran ni siquiera entre los paganos, ¡a tal extremo que uno convive con la mujer de su padre! ¡Y todavía se enorgullecen, en lugar de estar de duelo para que se expulse al que cometió esa acción! En lo que a mí respecta, estando ausente con el cuerpo pero presente con el espíritu, ya lo he juzgado, como si yo mismo estuviera allí. Es necesario que ustedes y yo nos reunamos espiritualmente, en el nombre y con el poder de nuestro Señor Jesús, para que este hombre sea entregado a Satanás: así se perderá su carne, pero se salvará su espíritu en el Día del Señor.
Por eso, vemos claramente que NUNCA JAMÁS dijo San Pablo:
1. Argumento luterano moderado-conservador, adoptado por Francisco en Amoris laetitia y Fiducia supplicans:
"Si bien la fornicación y convivencia more uxorium incestuosa entre el hijo y la madre es un pecado objetivo intrinsece malum, no obstante es un acto bonum imperfectum et incompletum, porque tiene circunstancias atenuadoras o eximentes de la culpabilidad (pecado subjetivo sin culpa o con culpa reducida o justificada), y además, en la convivencia sexual entre madre e hijo hay elementos positivos y valores buenos que pueden hallarse, como el amor, la ayuda mutua, la solidaridad... por eso, os digo que realicéis una acompañamiento, discernimiento e integración, los incorporéis en la plena comunión eclesial, que reciban la comunión eucarística y absolución, aún conviviendo more uxorium, y sean bendecidos los dos juntos, pues son salvos y santos. Dejadlos en paz."
2. Argumento luterano progresista y radical, adoptado por el Camino Sinodal alemán:
"Si bien fue un pecado objetivo intrinsece malum, ahora no lo es, porque es un intrinsece bonum per se, ya que madre e hijo ejercen su derecho y libertad humana a la libre autodeterminación de su esfera sexual. Son miembros de pleno derecho en la Iglesia, son santos y salvos por siempre y en todo lugar, y pueden participar en todos los sacramentos, sacramentales (exequias, bendiciones y exorcismos) y pueden ejercer todo cargo y oficio, hasta el sacerdotal y episcopal, y como no, pueden ser papa."
Lo que tu propones es la mordaza de la sumisión, frente a la obediencia debida a Cristo. El buenismo de tu comentario, frente a la labor de justicia y verdad del blog. Léete las bienaventuranzas.
EliminarHa existido siempre, es una paternidad que en ciertos puntos enfurece a algunos seguidores. Por cierto que sus visitas a veces son muy accidentadas y más valdria que no saliera nunca de Roma. Cuando vino a Valencia, aquí lo pongo https://silverigar.blogspot.com/2006/07/venidas-papales-valencia.html
EliminarTotalmente de acuerdo con los «Anónimos, 0:36 y 0:56»
EliminarMT
Sr. Silveri, tinc ganes d'escriure al Papa Francesc demanant-li que l'agafi a vostè de secretari per tal que pugui dir-li directament el que està bé o està malament.
EliminarJo opino. Vostè jutja.
Quina llàstima que perdi el temps i l'energia sense obtenir cap resultat. No sé com és vostè, però demano al bon Déu que el beneeixi.
No sólo se ha desnaturalizado la Bendición. También la confesión sacramental ("el sacerdote que no imparte la absolución es un delincuente", ha dicho Francisco más de una vez), o la Eucaristía ("no se puede negar la comunión a nadie"). La Virgen de Fátima insistía a los pastorcitos en la necesidad de rezar por el Santo Padre. Pues eso.
ResponderEliminarCuando entronizó a Lutero, la Pachamama y al Falo enorme que llevaban en volandas por los jardines Vaticanos, se lució el semoviente, él y sus compinches!
EliminarPuede ser poco Cristiano meterse con el Papa, pero también tiene que entender usted que nunca se ha visto un Papa NO CATÓLICO EN LA SEDE DE PEDRO.
ResponderEliminarEspero que se metan con todos los Papas igual. Lo que pasa que del primer día no les ha caído bien en G.G. Solo necesitamos un requisito si hace la misa tridentina. Entonces ya aplaudirán aquí. Y que hable del diluvio jjj. Aunque lo siento no hay un solo diluvio en la Antigüedad y no habrá más, como Dios pacto con Noé.
EliminarYo también estoy segura que tiene otra religión idolatrica
EliminarPROSTITUCIÓN, UNA SOLA CARNE, UN SOLO ESPÍRITU, TEMPLO DEL ESPÍRITU SANTO
ResponderEliminarPara darse cuenta de la demencial Fiducia supplicans, que como se ha visto, niega la condición de pecados objetivos intrinsece malum (verdad divinamente revelada) por el expediente de omitir su mención, ahora vemos cómo es bendecida y sacramentada "una sola carne fornicataria bajo las especies de adulterio y sodomía", tanto en Amoris laetitia (fornicación adulterina) y Fiducia supplicans (fornicación adulterina y sodomítica).
En efecto, otra vez lo vuelve proféticamente a reflejar San Pablo en otro feliz apartado, en este caso, sobre la fornicación prostitucional, tal como dijo San Juan Pablo II en 1991:
El Apóstol recurre al pasaje del Génesis que habla de la unión del hombre y la mujer: «los dos se harán una sola carne» (Ef5, 31; Gn 2, 24). Inspirándose en esta afirmación, el Apóstol describe: «Así deben amar los maridos a sus mujeres como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. Porque nadie aborreció jamás su propia carne; antes bien, la alimenta y la cuida con cariño, lo mismo que Cristo a la Iglesia» (Ef 5, 28-29)
San Pablo habla efectivamente de relaciones sexuales con prostitutas y las declara totalmente incompatibles con un auténtico cristiano. No es posible tomar los miembros de Cristo y hacerlos miembros de una prostituta. Pablo precisa que la relación de un hombre con una prostituta se realiza sólo a nivel de la carne y, por ello, provoca un divorcio entre carne y espíritu en 1 Corintios 6, y sumado a ello, la unión con Cristo que se realiza a nivel del espíritu, la fornicación afecta a esta segunda perspectiva espiritual, provocando una desunión espiritual entre Cristo y el fiel:
"¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? Y ¿había de tomar yo los miembros de Cristo para hacerlos miembros de prostituta? ¡De ningún modo!. ¿O no sabéis que quien se une a la prostituta se hace un solo cuerpo con ella? Pues está dicho: Los dos se harán una sola carne. Mas el que se une al Señor, se hace un solo espíritu con él"
El carácter esponsal de la relación entre Cristo y la Iglesia también se refleja en el hecho de que el cuerpo es templo del Espíritu Santo, y que no tenemos el cuerpo en propiedad, pues fuimos redimidos al precio de la Pasión y Muerte en Cruz de Nuestro Señor Jesucristo: «¿O no sabéis que vuestro cuerpo es santuario del Espíritu Santo, que está en vosotros y habéis recibido de Dios, y que no os pertenecéis?» (1 Co 6, 19).
San Pablo dice claramente que la fornicación prostitucional, y por analogía de la Fé, las fornicaciones adulterinas, sodomíticas e incestuosas, forman una sola carne entre los fornicarios, y además, rompen la unidad de espíritu con Jesús al violar tanto el VI Mandamiento (fornicación) y el IX Mandamientos (fornicación de deseo), la fornicación profana el Templo del Espíritu Santo, cuerpo que no es de nuestra propiedad al haber sido comprado o redimido del pecado con en precio de la Muerte y Pasión de Cristo.
FORNICATIO SACRAMENTALIS, PLENISSIMUM SCHISMA DE FACTO
ResponderEliminarPor todo ello, habiendo dicho Sarah y Müller y otros que tanto Amoris laetitia de 2016 como su extensión Fiducia supplicans del 2023, son viles, sacrílegos, blasfemos y heréticos, en realidad forman un conjunto superior que podemos titular "Fornicatio sacramentalis", Fornicación sacramental, un hipotético documento implícito y subcontenido en estos dos documentos, que están basados en la herejía luterana conservadora, los actos bonum imperfectum et incompletum antedichos.
Ciertamente, el conjunto de las heréticas Amoris laetitia y Fiducia supplicans ya han consumado el pleno cisma de facto de la Iglesia. En efecto, hay dos hechos:
1. Todos los obispos que han prohibido la aplicación de Fiducia supplicans en su diócesis, en realidad han prohibido la presencia de todos los cardenales, obispos y presbíteros que la aplican. Hay como mínimo dos Iglesias ya separadas por lógica jurídica, es decir, hay un cisma de facto pleno y perfecto.
2. Existen en la realidad tres Iglesias, una de ellas es la Iglesia Una y Verdadera, y las otras dos son las falsas iglesias de la mentira, la de Francisco de base luterana conservadora, y la del Camino Sinodal de justificación luterana progresista radical:
a) Iglesia Católica: la Iglesia que se opone a aplicar tanto Amoris laetitia y Fiducia supplicans, que no dobló sus rodillas ante el ídolo de la Pachamama, y que conserva el rito tradicional de la Misa y soslaya Traditionis custodes.
b) Falsa iglesia de Francisco de base luterana moderada: es la que considera que la fornicación es un bonum imperfectum et incompletum, que el pecado objetivo intrinsece malum, por el hecho de ser pecado subjetivo sin culpa (eximente) o con culpa disminuida (atenuada), previo acompañamiento, discernimiento e integración en la comunión eclesial, pasa a ser un acto moral santo y salvo.
c) Falsa iglesia del Camino Sinodal alemán de base luterana radical: la fornicación es un intrinsece bonum per se al ser un ejercicio de un derecho humano a la libre autodeterminación.
Hay otra Iglesia:
d) La de Monseñor Lefebvre y la de Mons. Viganò, dos iglesias que ha tomado un rumbo de apartarse de lo que consideran una desviación de la iglesia jerárquica romana.
...
Estos dos documentos, Amoris y Fiducia, ignoran virtudes católicas como el pudor, la modestia, la castidad, la continencia, celibato, matrimonio... causan escándalo y confusión. El principio supremo de la Iglesia Católica es la salvación de las almas, cura animarum (1752 CDC) que implica la defensa de la Fé, y el resto de principios son secundarios e instrumentales de la salvación espiritual (evitar la segunda muerte: el infierno): la colegialidad y unidad episcopal, la primacía petrina, la jerarquía... si estas instituciones no salvan almas, no cumplen su función...
Agradezco a usted la defensa de la Iglesia Verdadera de Cristo y desenmascarar todos las mentiras y medias verdades oponiendo la luz de Cristo.
EliminarEs muy importante ir desglosando las herejías y las consecuencias heréticas en distintos ámbitos , en cuanto a que sacramentos se está atacando con distintos documentosautiritaruoos , que son oposición al magisterio bimilenario de la Igkesia
Nada más aclarar que la Iglesia de Vigano o de Lefevre tampoco es la Iglesia verdadera, ya que odian el magisterio de los últimos Papás y no pueden interpretar los signos de los tiempos como una Purificación donde conviven trigo y cizaña en una misma Iglesia.
EliminarYa que el poder del mundo utiliza a estos líderes no para restaurar, sino paraapartaralos fieles de las verdaderas enseñanzas que nos preparan para la Parusia.
La libertad de conciencia y otras declaraciones sirven para ayudarnos a superar las infracciones de la actual Jerarquía de los últimos tiempos.
Este CII nos permite oponernos a la Jerarquía en caso de abuso de autoridad.
Muy buena reflexión la de hoy... Sólo falta que el ladrón se le bendiga junto a lo que robó, que al casado se le bendiga junto a la amante, que al homicida se le bendiga junto al cadáver de la persona que asesinó...
ResponderEliminarMolt bé
EliminarFEM
A mi no me sorprendería que aparezca un nuevo Lutero y creo que ne alegraría. No son todas estas "novedades" que nos quieren endosar mucho peores que la venta de indulgencias?
ResponderEliminarSi un Sumo Pontífice dice que no sabe o no quiere juzgar nada, lo que tiene que hacer es irse a su casa.
ResponderEliminarEn su día, recuerdo muy bien cuando, ya comentamos un grupo de familiares que él usó muy expresamente la palabra juzgar en vez de condenar.
EliminarSi de verdad amamos al Papa debemos rezar por él, no vaya a ir a residir eternamente a ese populoso lugar que cree vacío.
ResponderEliminarSe está ganando su boleto a pulso y no le faltan méritos para lograrlo.
Oremos por su conversión.
¿No conocemos todos alguna persona mayor que se be bien, pero luego a veces dice desatinos? Pues yo diría que el Papa que ya tiene 87 años y que seguramente toma medicación para sus dolencias puede que le ocurra algo así.
EliminarAnónimo 13:05
EliminarEstoy de acuerdo. Es lo más caritativo que podemos decir.
¿Qué pensaríamos de un matemático que dijese “a mí me gusta creer que π=0” o de un químico “a mí me gusta creer que el número de elementos naturales es =0?“
MT