“LA MARE DE DÉU DELS DESCARTATS”. ¿QUIÉN, LA MORENETA?

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¿Qué le habrá contado Omella al Papa (aunque más probablemente se lo habrá dado por escrito, como cuando fue a visitarlo con los seminaristas), para que exprese esa cosa tan bonita, tan dulce y tan tierna, de que la Moreneta es la “Madre de los descartados”? ¿De los descartados? ¡Que no, que no, que la Moreneta es de los catalanes de soca i arrel!, que no son precisamente los descartados; no la Madre de los que viven y trabajan en Cataluña, sino de los catalanes de verdad, los de primera. Es la Madre Soberana del supremacismo catalán. Es, en una palabra, la marca religiosa de la Cataluña soberana.

Religión en Libertad (ReL) titulaba el otro día: Francisco, con Omella y los cofrades de Montserrat. La “Moreneta es la Madre de los descartados”. Interesante título, con esas bellas (aunque contradictorias) palabras puestas en boca del papa. ¡Qué cosas extrañas le hacen decir! ¡Ah!, y le hacen hablar en catalán: Bon dia a tots. Una vez más, ¿quién le prepara los discursos?

Ya se ve que Omella no se ha sacado el nivel C de catalán. Le hizo decir al papa: “Bon dia a tots” (así lo cuenta la crónica) cuando lo correcto, lo eclesiásticamente correcto hubiese sido: “bon dia a tots i totes”; y mejor aún, bon dia a totes i a tots; o huyendo del conflicto, “bon dia a tothom”. Porque habrá que suponer que esa Confraternitat de la Mare de Déu de Montserrat no será tan machista que no admita mujeres, o que no las llevase en la peregrinación a Roma.

Precisamente el pasado 9 de octubre, nuestro colaborador Oriol Trillas se refería a esta presencia de los catalanes en el Vaticano. Unos, catalanes de primera, de la mano del cardenal Omella, que le va llenando al papa algunos huecos de la Agenda; y otros, unos auténticos descartados, que eligieron vivir con los descartados para echarles una mano, y que fueron por su propio pie. El primer grupo lo formaban, además de los miembros de la Confraternitat de la Mare de Déu de Montserrat, los 11 obispos catalanes, con su corte curial, más el representante político de asuntos religiosos de Cataluña.


Para darle una pincelada de pintoresquismo, les acompañó la Escolanía de Montserrat y apareció también por allí la ministrina de la Presidencia, Laura Vilagrá, que declaró con todo el empaque que pudo, que “Montserrat es el epicentro del sentimiento de identidad catalana”: algo en flagrante contradicción con lo que Omella le hizo decir al Papa, de que “La Moreneta es la Madre de los Descartados”. ¿Descartados los de la identidad catalana? Severas contradicciones, evidentemente. 

Es evidente, en efecto, y ostentosa, la tremenda inclinación del papa a la misericordia. Lo demuestra una vez más con esta voluntad de presentar a la soberanísima Virgen de Montserrat como Madre de Misericordia, que elige como protegidos suyos nada menos que a los descartados de Cataluña. ¿En serio? No hemos olvidado su audaz invento de la “misericordina” al inaugurar su pontificado.


Y sigue sin dar tregua, pues aparece en la mayoría de sus homilías y discursos: la tiene marcada a fuego. El problema, gravísimo, es que se olvida de la justicia. El papa postula una especie de misericordia sin justicia, que le sienta de maravilla a la estremecedora flojera que sufre la Iglesia (imitando la del mundo). Pretende que la misericordia sustituya al depósito de fe y moral de la Iglesia, y a la justicia: como si eso fuese posible para la humanidad. Como si eso fuese posible para la Iglesia.

Pero eso le sienta al papa de maravilla. Él ha instalado a los “descartados” en el nuevo vocabulario de la Iglesia. No hay más que seguir sus discursos para entender, por entender algo, que para él son mucho más descartados y demandantes de misericordia los homosexuales que los bebés abortados o los ancianos y enfermos eutanasiados, descartados donde los haya. Y ya barriendo para casa, dignos también de misericordia los miles de obispos que consintieron y hasta encubrieron la pederastia de su clero. 

Pero claro, la misericordia que propugna el papa es integral, sin ninguna sombra. Es la única misericordia que se le puede ofrecer al pecador: liberarle de la conciencia social de pecado, liberarle de la condena moral de su conducta. En efecto, suprimiendo la ley, se suprime la catalogación de pecado; pero no la conducta desviada. No sólo eso, sino que esa misericordia por encima de la ética y de las costumbres que sostienen a la sociedad, por encima de la moral y de la ley, esa misericordia que no busca otra cosa que legitimar conductas desordenadas, acaba atentando contra la sociedad; y en primer lugar, contra la Iglesia.

El que algo deje de llamarse pecado por misericordia hacia los que lo cometen, no convierte en buena esa conducta. Usque ad legem enim, peccatum erat in mundo; peccatum autem non imputabatur, cum lex non esset. Hasta que vino la ley, había pecado en el mundo; pero no habiendo ley, el pecado no se imputaba (Romanos, 5). Y claro, descatalogar determinadas conductas del catálogo de pecados, no hace que esas conductas sean buenas. Así de sencillo. Y postular una misericordia tan radical y tan plena que llega hasta santificar conductas condenadas por la Iglesia y por las leyes (empezando por la ley divina y continuando por la ley natural), no es misericordia. Porque una misericordia así de absoluta y universal, iniciada en la no-ley y continuada en la no-justicia, desemboca inexorablemente en el diluvio universal. ¿Es que aspiramos a retroceder al momento en que lex non esset?

Y evidentemente, lo que no puede ser, es montar un pseudo-sínodo de los obispos (¡qué mal que empiece eso cambiándoles los nombres a las cosas!: alineados en eso con el mundo e induciendo a error, ¿no?), un sínodo sui géneris que pretende abolir la ley con el objeto de liberar a un colectivo muy concreto, de la condena moral de la Iglesia: clarísimamente asentada en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.


Y pensar que todo empezó con aquel misericordiosísimo “¿Quién soy yo?, olvidando el clarísimo y taxativo “Tu es Petrus”; y lo que atares en la tierra, atado quedará en el cielo; y lo que desatares en la tierra, quedará desatado en el cielo. Lo malo de ese “Quién soy yo”, es que llevaba implícita la voluntad de desatar en la tierra lo que estaba atado en el cielo. Por eso, cada vez más fieles de a pie, de los que dan forma al sensus fidei, al sentido de la fe, profundamente angustiados por esa flojera, le devuelven la pregunta a raíz de un sínodo cuya columna vertebral es la gran cuestión por la que se le preguntó al papa; y derivando, derivando, desde aquel fatídico “Quién soy yo”, ha descarrilado, abriéndole el camino a la suplantación del Tu es Petrus, por este pandemonium que le sustituye para dar la respuesta que rehusó dar el papa en su momento. Gravísimo error táctico con una estela que dura años y años.

Pero lo más descorazonador es que esto que está ocurriendo hoy en la Iglesia católica es una pieza más del puzzle del estado actual del mundo, y encaja perfectamente y se alinea con naturalidad en la deriva que ha tomado el mundo. Por si no nos bastaba lo que nos está ocurriendo en la Iglesia, para más inri resulta que forma parte de un mapa global en el que los amos del mundo han incluido a la Iglesia como si se tratase de uno más de sus peones. Así de inquietante. Pero Dios es más fuerte. Sí, sí, es tiempo de fortaleza, no de blanduras ni menos de dulzonas blandenguerías merengadas.

No, no serán otros los que aten y desaten lo que Pedro, inmerso en sus misericordias, no tiene fuerzas ni para atar ni para desatar. Si Dios quiere, no serán otros los que le redacten y les impongan la Agenda al papa y a la Iglesia.


Efectivamente, redundando una vez más en sus insistentes misericordias y retorciendo el discurso, el papa remató su alocución sobre la Virgen de Montserrat, diciendo: “Es la Madre de los descartados, de los que nosotros descartamos porque va allí a buscarlos. No conoce la actitud de descartar a nadie. Y como es Madre, sabe escuchar tantas cosas, tantas peticiones, incluso cuando nacen de un corazón doble, de un corazón no coherente consigo mismo, un corazón injusto que hace daño. Escucha, escucha al hijo criminal también”. De traca. Olvidando, claro está, lo que sufren las madres de esos criminales y las víctimas de sus crímenes: porque el mayor deseo de estas madres no es despenalizar el crimen, sino arrancar de él a sus hijos, dejando las misericordias para mejor momento. Por más que les duela a ellas y a sus hijos.

Virtelius Temerarius

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8 comentarios

  1. Poco a poco, Virtellius, se van despertando voces honradas y preparadas que empiezan a decir basta contra los disparates de Francisco. Alarmados por ese vigoroso movimiento, santa Marta ha sacado su batería... que ha resultado ser de cocina. No una batería antiaérea, sino una chapuza de cacharros, de argumentos mendaces revestidos de un engolamiento necio. Tucho ha querido dar una lección y le ha salido rana, como gato escaldado. Ante la pifia monumental de Francisco en Amoris Laetitia sobre la comunión de los divorciados, que motivó los primeros dubbia, nunca contestados, salvo por el no encomiable chascarrillo de Francisco ante los juniores jesuitas de Colombia de que "no habían leído el texto entero". Como suena; según él, Caraffa y el resto no había leído el texto.

    Vino luego el exabrupto teológico de los obispos rioplatenses, que Francisco reputó la interpretación auténtica y lo incluyó en el Acta Apostolicae Saedis. Era una suerte de no querías sopa, taza y media.
    Dejemos de lado la arenga sobre el cambio climático, con datos no de primera mano, sino mediados. Pero ni aunque fueran elaborados por el Nobel de física del aire le compete a un sacerdote pontificar sobre lo que obviamente no es su misión. Lo suyo es hablar de la doctrina de la Creación y de la Providencia. Pero, claro, hablar de teología en el entorno de Francisco es un oximoron.
    Ahora intentan des distintos flancos atacar a los cardenales que han expuesto razones sólidas. La tronera es ensordecedora. Ahí tienen a González Faus y otros de la órbita de la Compañía haciendo la ola a Tucho, pero sin aportar razones. Alguno ha habido tan cutre que se quejaba de que Muller interpretaba el Vaticano II de acuerdo con la eclesiología del Vaticano I. Como suena. Y el sujeto ese dice ser profesor de la facultad de teología de Vitoria. ¿Desde cuándo no existe hilo directo entre el Vaticano I y el Vaticano II? Es más, ¿desde cuándo no existe hilo directo entre el Concilio de Nicea y el Vaticano II, si me apuran?´
    Pero el daño está no solo hecho con los disparates de Francisco en teología sacramental y en teología moral, sino que se están enquistando. He leído por azar el curriculum académico de la facultad de san Paciano de Barcelona. En vez de teología moral, con sus principios básicos, su inspiración iusnaturalista y, por ende cristiana, enseñarán discernimiento, acompañamiento y no sé que historias. Porque el discernimiento, para ser tal, ha de ser de la conciencia bien formando, no el subjetivismo que parece defender Francisco t que explicita sin embozo su protegido Tucho.

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  2. Muy bueno esto "¿quien soy yo para juzgar? y lo que sigue "tu es Petrus". No le costaba tanto de calificar de pecado las relaciones ''humusesuales'' pero se salió por la tangente para quedar bien con ciertos colectivos poderosos. Igualmente hablando de textos bíblicos el Papa guarda un sepulcral silencio sobre La Gran Inundación que sepultó el mundo entero, y que sólo se salvaron 8, y que toda la humanidad somos sus descendientes. Me acuerdo que cuando se fue de visita a Iraq les habló en un discurso de que todos somos descendientes de Abraham, saltándose olímpicament yendo hacia atrás a Noé y familia y a los mismos Adan y Eva. A este paso de predicación de los textos bíblicos llegaremos a un punto en que incluso el Evangelio serà anticuado por ser muy lejos en el tiempo y que se escribió para la mentalidad de aquellas gentes antiguas e ignorantes.

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  3. Ya era hora que se hablase o nombrase el Diluvio Universal.

    Felicidades al Sr. Garrell .

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  4. "Ya se ve que Omella no se ha sacado el nivel C de catalán. Le hizo decir al papa: “Bon dia a tots” (así lo cuenta la crónica) cuando lo correcto, lo eclesiásticamente correcto hubiese sido: “bon dia a tots i totes”; y mejor aún, bon dia a totes i a tots; o huyendo del conflicto, “bon dia a tothom”. Porque habrá que suponer que esa Confraternitat de la Mare de Déu de Montserrat no será tan machista que no admita mujeres, o que no las llevase en la peregrinación a Roma."

    Ay, qué divertido, el inventito del català totsitotes, te ha convertido el catalán en una lengua ininteligible.

    Lo del bon dia a tothom, pues no: hom es la forma pronominal del latín homo ‎(«home; hombre») en nominativo, siglo XII. Los sinonimos correctos son bon día tot lo món, tot déu, tot quisqui. De lo contrario, habría que escribir bon dia a tothom i a
    totadona, totadonassa o totadoneta.

    ...

    Por cierto no escriben nunca en lenguaje inclusivo no hay cosa más horripilante para un ciego, un deficiente visual o alguien que simplemente quiere oír un texto, que escuchar esta tortura de un lector automático:

    El/la/els/les jutge/essa/s/esses...

    El barra la barra els barra les jutge barra essa barra sss barra esses...

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  5. Virtelius Temerarius, muy temerario. Juez del Papa Francisco. ¿No están hartos los que escriben en este bog de comer cada día lo mismo? Sr. Valderas, Sr. Garrell, son muy sabios especialmente el segundo que sólo conoce del Antiguo Testamento el capítulo del Diluvio. Presumen, pero desconocen la "Teología". ¿Quién les ha nombrado jueces de sus hermanos, los descartados? Perdónales, Señor, no saben lo que hacen ni lo que dicen.

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  6. El asesor del papa, si es que se deja asesorar por alguien sensato, resbaló con ésa afirmación absurda.

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  7. El Peregrinaje de 1.000 personas, de los obispos de las 10 diócesis catalanas, de 32 sacerdotes (diocesanos y religiosos), 7 diáconos permanentes, de tres sacerdotes diocesanos que estan estudiando en Roma, varios monjes benedictinos de Montserrat y Roma, de una religiosa benedictina que esta estudiando en Roma,...

    Y el ambiente espiritual, de convivencia, de hermandad, y de fiesta vividos esos cuatro días con motivo de los 800 Años de la Confraria de la Mare de Déu de Montserrat nada tienen que ver con la Agenda Sostenible, ni los Gays, ni aprovechar una vez más con atacar al Papa Francisco.

    Por favor "no hay que mezclar churras con merinas"

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  8. Bon día TUTTI CUANTI.

    Eso es lo que dijo y no otra cosa.

    Para hablar y decir sandeces, más le vale no decir ni mu.

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