Su vida había sido toda ella una trampa, un tenderle trampas: trampas en las que después han caído los que se las pusieron. La inaudita incomodidad de quien se encontró con Él. Tanto es así, que en sus años de vida terrena, Dios -en las semblanzas de Jesús el Señor- cuando se ha visto obligado a polemizar o discutir animadamente, nunca lo ha hecho con hombres o mujeres alejados de la fe o pecadores públicos. No: los momentos más álgidos de su Divina Vehemencia, los ha reservado a los profesionales de la religión. Aquellos que generación tras generación, pasan su tiempo jugueteando con su idea de Dios y acaban por hacer de aquella idea la imagen misma de Dios. Del Dios que no es Dios, sino como mucho su caricatura. Profesionales de la caricatura cara a cara con el Hombre de la autenticidad.
En resumen,
tramposos que “celebraron consejo sobre la forma de sorprenderle en sus
discursos”; en una palabra, un plan para cazar a Jesús con alguna pregunta.
Celebraron consejo: no es fácil aguantar solos el peso de aquellas palabras
mastodónticas, de aquellos gestos sorprendentes, de aquella Presencia cuanto
menos embarazosa. Aunque no fueron los primeros. Únicamente una de las tantas
camarillas que se hospedan en los evangelios: como Lucifer en los primeros días
de las tentaciones en el desierto (aunque aquella vez huyó con el rabo entre
las piernas), como el círculo de ancianos en torno a aquella mujer sorprendida
en adulterio (aquella vez marcharon todos, empezando por los más viejos), como
al pie de la Cruz donde los que le tentaron fueron aquellos que quizás se
habían imaginado poder ser Dios.
Ni siquiera
esa vez cedió a la tentación de mostrarse verdaderamente como era, es decir,
Dios. Les dejó la libertad de permanecer incrédulos, obnubilados, dispuestos a
todo para no ceder a la Belleza. Aquella belleza que los desenmascara una vez
más, por enésima vez: “Hipócritas ¿por qué queréis ponerme a prueba?”
¿Por qué me tentáis? Que es una forma elegante y señorial de
descubrirles su verdadera esencia: falsos, que no sois otra cosa; queréis
tentarme, farsantes teatreros. Y presentándole la moneda le muestran el rostro
de César y desenmascaran lo que son: gentuza sólo dispuesta a seguir a Mammona
y a tender trampas a Cristo. El Cristo de las sorpresas, el inaudito: el Cristo
sólo espiado dentro de la cotidiana existencia. Caretas desenmascaradas: una
aguja y el globo explota: “Dad a Dios lo que es de Dios y al César lo
que es del César” Nada más y nada menos. A César le corresponden las
cosas: dadle lo que le corresponde.
Cristo
estará feliz. Porque el hombre no vive de las cosas sino del sentido en sí
escondido. De la inmensidad que estas indican. A Dios dadle lo que corresponde
a Dios: el sentido de las cosas, la belleza de los lazos. El nacer, el morir,
el amor, la esperanza, el deseo. Lo que se busca, después de haber devuelto a
los césares de cualquier tiempo y lugar, no son días mejores, sino hombres y
mujeres que conviertan en mejores nuestros días. Esta es la verdadera religión
del Hombre de Nazaret: la religión no es necesariamente una cosa buena. Aquella
vez en el Gólgota Dios fue asesinado en nombre de Dios. Una religiosidad que al
manifestar el vértice de su fuerza desveló el ser una farsa. Ciertas
exasperaciones de la religión, se han mostrado y se muestran inhumanas en su
misma esencia.
Siervos del
Reino: este es el dar a Dios lo que le corresponde. Esclavos de ningún César.
Hombres que levantan la cabeza sin perder la cara: voces inauditas dentro del
teatro de la historia, hombres respetables pero rodeados de Gracia. Por otra
parte en las páginas del evangelio la gran decisión siempre ha sido la misma:
aquella que hizo caer en la trampa a los fariseos en la misma trampa ingeniada
por ellos: decidir cómo se quiere ser. Porque antes de ser yo mismo debo
comprender quién soy yo. Es de una lógica anterior a Cristo mismo. Aquella
lógica que en resumidas cuentas desenmascara a los ilógicos constructores de
trampas. Entrampándolos.
Pues muy interesante este artículo, cuando leemos en la escritura "la piedra que desecharon los constructores ha venido a ser la piedra angular"
ResponderEliminarY la otra de San Pedro sobre Jesucristo como piedra de tropiezo..
Pedro 2:8-10
Reina-Valera 1960
8 y:
Piedra de tropiezo, y roca que hace caer,
porque tropiezan en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
Estamos reviviendo en nuestra epo estas palabras, .
Hebus ado imágenes de la piedra angular y puedo imaginar que una construcción puede derrumbarse sin esa piedra y esto está intentándose hacer con el Sínodo, rechazando al fundador , rechazando sus enseñanzas que son las del Padre, esa construcción caerá , el techo sobre los creyentes.
Y por otro lado las guerras de religiones monoteístas vuelven a precipitarse porque se tropieza en la Roca, la Paz que Cristo nos trajimos se impone con poder sino que se consigue por la Verdad y la Unidad en El
También pienso que han pasado 2000 años para analizar las enseñanzas de Jesús y ver qué son de la Verdad y el fruto de mantenerse en la verdad es la libertad.
ResponderEliminarEs verdad que muchas enseñanzas de Cristo las asumió nuestra civilización y que muchos rabinos y judíos las asumieron sin reconocer que la virtud procede de un solo Dios Trino.
Por ejemplo el matrimonio monogámico, muchas comunidades basadas en la caridad como la de los apóstoles sería el equivalente ekibut , los derechos humanos que proceden delDecalogo
Que las enseñanzas de Cristo proceden del Padre y que el espíritu es quien nos santifica.
Por esa razón los judíos mesiánicos lo asumen
La apostacia, sin embargo de los cristianos también está escrita, y estamos presenciando lo inaudito que en el Sínodo se pongan a discusión las enseñanzas de Cristo que os han dado gloria como cristianoscuando vemos la fe martirial y la de que vence en dificultades,
Algo que nos descubrió Cristo fue la oración, no sé cómo lo veian antiguamente los judíos, si las oraciones debían ser públicas, y dirigidas por sacerdotes de la tribu de Levi ,
ResponderEliminarEl Padre Luis Toro revisa este pasaje que Cristo enseño:
Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
Dice que el aposento es el alma,la puerta del alma que cerramos significa que nos olvidemos de lo que nos rodea y nos concentremos en invocar al Padre y que el Dios es invisible, nos lleva a la relación filial con el Padre Todopoderoso que está en lo más íntimo de nosotros secretamente escuchándonos y dialogando.
Aunque la Fe la tomamos de las Escrituras, ellas nos pueden ayudar a dialogar.
En lo personal las palabras que parecen antiguas son actuales, Dios se comunica con esas Palabras bíblicas hoy, la culpa, el descamino, el camino, la reparación, inundarnos de su Amor, ponernos bajo su amparo,
Si la fuerza del Cristiano reside en el ser hijo de Dios y somos hijos en la medida que nos metemos en el corazón. Jesus
Hace unos días Omella presentó en la embajada española en Roma el libro de un militante socialista que, pese a autodefinirse como cristiano, fue el asesor principal de las leyes más maquiavélicas de Zapatero sobre aborto, matrimonio homosexual y otros. El sujeto en cuestión ha escrito un libro sobre el supuesto cristianismo de Fernando de los Ríos, un conspicuo masón de grado máximo, que también se autodefinía como erasmista.
ResponderEliminarOmella, cuya ignorancia va pareja por lo visto a su incapacidad de rodearse de gente preparada, en esto es imagen viva de quien le puso al frente de la arquidiócesis. Fernando de los Ríos fue el masón que estaba detrás de la política antirreligiosa de la Segunda República, que, años antes de la guerra civil, promovía la quema de conventos. Ha caído en mis manos por casualidad la Gaceta de Madrid del 5 de mayo de 1932. En ella Fernando de los Ríos muestra con nitidez su taimada política y sectarismo anticatólico. Exige que los dominicos de Valladolid devuelvan la capilla del convento de san Gregorio al Gobernador Civil, quiten todas las imágenes y se destine el edificio a fines no religiosos.
Ese fue Fernando de los Ríos, monseñor Omella. Quizás una lectura detenida de la glosa de mosén Francesc le haga ser más cauto y prudente en el futuro y no meter la gamba de esa forma tan humillante para la Iglesia.
¿Como se atreve Omella a presentar un libro de semejante personaje? Para más absurdos surrealismos ya no caben. Valdría más que presentara el libro de Jaume Clave TORNAR A CREURE EN 2 DIES. También cualquier libro de creacionismo de los americanos protestantes antes que como hace presentar el libro de un anticlerical comunista. Pues que si que estamos apañados con Omella en estos detalles.
EliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarAy Valderas, cuántos traidores tenía Franco en sus filas!!!
EliminarQue aprendan los separatistas que se hacen llamar Católicos, de la enseñanza del MAESTRO!!!!
ResponderEliminarNo puede haber separatistas y católicos? Todos tienen que ser esbirros de satanás? De verdad que hay comentarios que son muy poco imparciales, y hasta poco cristianos
EliminarEl Evangelio proclama la Unidad, Que todos sean uno como Tú y Yo somos Uno
ResponderEliminarEl separatista excluyente ,lo dijo Juan Pablo II , es ideológico, y las ideologías traen esclavitud , no pueden servir a Dios y a las riquezas
El Evangelio es unidad y ayudarse mutuamente.
ResponderEliminarEn ningún caso es excluyente y decir, yo valgo más que tú.
Piensan así los indepes??