Están pasando cosas muy relevantes a una velocidad de vértigo. Comentaba hace unos meses la descristianización de los nombres propios. Al hecho de haber caído en picado la santa costumbre de bautizar a los recién nacidos, hay que añadir el abandono de los nombres cristianos que se les ponía al bautizarlos. Ahora, la mayoría de nombres se les impone en el registro civil, sin pasar por la iglesia. Algo del mismo orden ocurre con las fiestas patronales de pueblos y ciudades. Todas nuestras fiestas patronales son de santos o de advocaciones de la Virgen. Y en el núcleo de esas fiestas estaba la solemnísima Misa con asistencia de las autoridades, con sermón de relumbrón a cargo de oradores sacros de reconocido prestigio. Una fiesta religiosa que a menudo iba precedida de una novena y culminaba en una solemne procesión.
Pues bien, ahí siguen
los santos patronos de nuestros pueblos, pero las fiestas mayores supuestamente
para honrar al santo patrón e impetrar su protección, han sufrido una intensa
descristianización; de manera que sí, que ahí sigue el patrón religioso, pero
la fiesta no tiene ya nada de religiosa. Bueno, sí, el nombre. Y el cura o el
obispo, con toda su voluntad celebra por su cuenta, en paralelo, la parte
religiosa de la fiesta. Sólo falta cambiar el patrón. Ya se va haciendo en la
medida que se puede, desacralizando (si por su doble sentido se presta) el
nombre del santo patrón. Es el punto en que nos hallamos con la fiesta mayor de
Barcelona. Hace años que los carteles de la fiesta no llevan la imagen de la
Virgen de la Merced, que había sido el icono de la fiesta desde su institución.
No sólo eso, sino que en el espléndido programa que confecciona el Ayuntamiento
para dar contenido a la Fiesta Mayor de la ciudad, ni siquiera hay la menor
referencia a la celebración religiosa (al menos no he sabido encontrarla).
Y en la web del
arzobispado, en la Agenda, figura la Misa solemne presidida por el Sr.
Cardenal, en la basílica de Nuestra Señora de la Merced. Sin más comentarios,
sin nada que sirva de revestimiento a la celebración. A la celebración
religiosa, que fue el núcleo de la solemnidad, no le ha quedado ni tan siquiera
la condición de apéndice. Si ha de asistir algún representante de la autoridad
municipal (esta vez será el alcalde) no se dice explícitamente, porque la
política a fuer de laica se ha tornado laicista (hostil con la Iglesia). Sic transit gloria Dei, así pasa la
gloria de Dios. No puedo dejar de recordar el lema de los jesuitas AMDG (Ad Maiorem Dei Gloriam), ni los
solemnísimos Gloria en que los
músicos que compusieron misas pusieron toda su fuerza, ni los Gloria Patri del final de los salmos en las
Vísperas de la Virgen, de Monteverdi. En todas estas obras pusieron los músicos
toda su alma para darnos su imagen de la gloria de Dios. Y ya no digamos los
arquitectos construyendo esas exquisitas y elevadísimas “casas de Dios”, sobre
todo en el gótico. Ahí tenemos la basílica de Santa María del Mar.
Y claro, no puedo dejar
de lamentar la triste decadencia de la gloria de Dios incluso en la liturgia.
La gloria de Dios, que fue un punto fuerte de la liturgia, invocada al
infinito, ha quedado penosamente relegada a la condición de antigualla. Está
claro que hoy la Iglesia lleva entre manos cosas mucho más importantes que la
gloria de Dios.
Volviendo a Nuestra
Señora de la Merced, me place hacer aquí una evocación de lo que significó esta
advocación de la Virgen y su fiesta, erigida en 1687 en fiesta patronal de
Barcelona, tras la superación de una plaga de langosta: plaga terrible que
acaba con todos los cultivos.
Pero no está ahí la
fuerza religiosa de la Virgen de la Merced, sino en que fue bajo esa
advocación, y con una orden religiosa empeñada en el tema, cuando la Iglesia
tomó la iniciativa de emplearse a fondo en la redención de los cautivos
víctimas de la piratería sarracena. Era un problema social gravísimo, para el
que fue un gran alivio durante unos siglos la acción de los frailes mercedarios
y el patrocinio de la Virgen de la Merced.
El oficio particular de la orden de los Mercedarios,
cuenta con una pieza litúrgica tan singular como la secuencia (ya sólo quedan
la de Pascua, la de Pentecostés y la del Corpus) “Aplauda el escuadrón de los cautivos –inicia la secuencia-, y la ilustre tropa de cristianos cante en
este día cánticos solemnes que el júbilo del ánimo declaren.” Y en sus últimas
estrofas, canta: “Dulce fundadora
nuestra, muestra que eres nuestra Madre, y socorre a los cautivos en tantas necesidades.
Aumenta la caridad, tu Orden logre el mayor auge, y hazla agradable a tu Hijo,
puesto que tú la fundaste.”. Es la poderosa Orden de los Mercedarios (bajo
la advocación de la Virgen de la Merced) la que ruega por sí misma.
Los padres Mercedarios,
fieles a su vocación redentora, una vez superada la necesidad de redención
(compra, recompra de cautivos) causada por la piratería, se volcaron en la
redención de los presos, tan necesitados de asistencia espiritual, asumiendo la
función de capellanes de prisiones.
“¿Qué hace un capellán
de prisiones? Acompaña al preso, le apoya, le escucha, le confiesa, le conforta
humanamente, le ayuda en lo material y anímico, intermedia con familiares,
abogados, fiscales y jueces, intercede...” (de una entrevista al provincial de
los Mercedarios de la provincia de Aragón, en el 800 aniversario de la Orden).
Grande, enorme trabajo social de la Iglesia. También esto celebramos en la
fiesta de Nuestra Señora de la Merced.
En la celebración
religiosa que tanto peso mantuvo a lo largo de los siglos, cabe destacar el
típico canto de los Gozos (els Goigs)
al final de la misa. Los de la Mare de
Déu de la Mercè nos dan cuenta de lo que suponía esta celebración para
Barcelona. La letra es de Mossén Jacinto Verdaguer, y la música del maestro
Lluís Millet, las grandes figuras del momento. El estribillo canta: Dels captius
Mare i Patrona, puix del Cel ens heu baixat: Princesa de Barcelona, protegiu
vostra ciutat. “Madre y patrona de los
cautivos, puesto que del cielo habéis bajado, Princesa de Barcelona, proteged
vuestra ciudad”. Y como todos los Gozos, hace un recorrido por la vida y
milagros del Santo (en este caso, de la Virgen de la Merced) y ya terminando
dice: “No tiene esclavos ya la morería, Lucifer los tiene a millones. Oh,
quitádselos, María, todos los reinos y naciones. Es el infierno el negro
albañal del gran cautiverio.”
Pero no,
ya no nos queda nada de todo esto. La fiesta mayor de Barcelona está en la
calle, en el folclore, en la cultura, en los conciertos y en las puertas
abiertas de museos e instituciones. También la Sagrada Familia abre sus
puertas. Por motivos culturales. Feliz fiesta de Nuestra Señora de la Merced.
Virtelius
Temerarius
El Collboni sigue lo mismo que la Colau, no permite anunciar la Misa de la Festividad en el programa. Yo me pregunto si no se le podría obligar a poner la misa "judicialmente" en el programa de La Mercé. Creo que el cardenal Omella es demasiado pacífico en este asunto y permite que se pisoteen los derechos de los católicos de Barcelona. Nadie dice ni pio, ni los articulistas de los diarios se han fijado en este detalle sectario del alcalde que podria ser un tema para escribir en La Vanguardia y lucirse. Todo y siendo la festividad de origen religioso se censura el principal acto fundacional, más contradicción imposible. Buenos abogados expertos en leyes debe tener la Diòcesis de Brna. que pueden aprovechar esta carnaza para hacer méritos.
ResponderEliminarGarrell, lo que tendría que hacer el Cardenal, es echar de la Santa Misa, a toda la caterva de ATEOS Y SODOMITAS DECLARADOS que asisten a la Catedral a lucirse para que algún despistado los vote.
EliminarEso sería lo coherente.
Aprovecho el presente para reconocer el trabajo ímprobo del P. Fermín, rector de la Basílica y todo su equipo. Visitar la Merced es ya una gozada: un templo que resplandece por su belleza, orden, limpieza, iluminado, con iniciativas pastorales, abierto y acogedor. En cada visita hay un espacio nuevo y retablo restaurado. Simplemente genial. Mi más sentida enhorabuena de todo corazón. Princesa de Barcelona protegiu nostra ciutat!
ResponderEliminarVirtellius no sólo han secularizado la fiesta, sino que han blasfemado. Con el aplauso de Omella. Con el aplauso de la facultad de Teología. Con el plauso de todos aquellos que guardaron silencio ante la befa. Ocurrió con los belenes de la Plaza de San Jaime. Ocurrió con el eslogan de las fiestas de Gracia y la Mercé. Tal como están las cosas con la jerarquía de Barcelona y de Cataluña en general, es mejor que guarden silencio y lo celebren en la intimidad. No sea que tengamos a un Puigdemont que le afee a Omella la homilía y el tratamiento. Más vales que no se presente en tirantes y mangas de camisa para recibir al sujeto que fue responsable de decenas de miles de muertes en la pandemia por dejar a los médicos sin epis y a los moribundos ancianos sin respiraderos. Ese sujeto, Illa, doblegó a Omella cuando preparaba la ley infame de la eutanasia.
ResponderEliminarNo, para ese pulso moral, mejor que celebre en privado en la capilla de su residencia.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarIgnominioso fue la foto en Cretas.
Todos más falsos que un duro sevillano.
La pela es la pela....
17 regidors i 4 tinents d'alcaldia
ResponderEliminarLa celebració litúrgica, que ha tingut lloc davant més de tres-centes persones, ha estat concelebrada pel bisbe de Sant Feliu de Llobregat, Agustí Cortés; el bisbe de Terrassa, Salvador Cristau, i els bisbes auxiliars de Barcelona David Abadías i Javier Vilanova.
Entre les autoritats civils presents a l'ofici religiós, a més de la presència de l'alcalde, hi han assistit 17 regidors de l'Ajuntament de Barcelona i 4 tinents d'alcaldia. A més, l'acte ha comptat amb l'assistència de diferents comandaments militars i policials, així com diputats i representants de les universitats amb seu a Barcelona. També hi ha estat present el director general d'Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya, Carles Armengol.
Sr. anónimo de las 23:33
EliminarSi no nos lo dice usted, no nos enteramos de la gran participación institucional en el acto religioso central (creo que el único) de la Fiesta Mayor de la ciudad y la archidiócesis de Barcelona. Eso no figura en el rico programa de las fiestas. Nos hemos perdido buena parte del testimonio religioso. Se ha procurado no dar publicidad a un hecho tan poco políticamente correcto. ¿El alcalde asistiendo oficialmente y como tal, a un acto religioso? ¿disparate! Es lo que hay.
23/33, que be, OI QUE SI?
EliminarYo lo encuentro ABOMINABLE, lo entiende????
Gracias. ¿Ahora ya no dicen nada?
Eliminar'Entre les autoritats civils presents a l'ofici religiós, a més de la presència de l'alcalde, hi han assistit 17 regidors de l'Ajuntament de Barcelona i 4 tinents d'alcaldia. A més, l'acte ha comptat amb l'assistència de diferents comandaments militars i policials, així com diputats i representants de les universitats amb seu a Barcelona. També hi ha estat present el director general d'Afers Religiosos de la Generalitat de Catalunya, Carles Armengol.'
ResponderEliminarEm pregunto si aquesta llarga llista d' 'espectadors,' la majoria com a mínim indiferents i en molts casos obertament hostils a l'església, amb ressò evident del nacionalcatolicisme del Caudillo, és objecte d'orgull per part de l'escriptor?
O de vergonya?
Potser, en 'l'església de Francesc' on tothom s'accepta sense cap perjudici, ja no sabem distinguir entre Ernesto Samoza , Daniel Ortega i Manuel Carrasco i Formiguera?
F.E.M.
Cuando sale en el Programa de fiestas, MERCE a secas, ya pueden ustedes decir Misa, hombre!!!
ResponderEliminarEsta advocación tiene su inicio en una triple revelación privada, cuando el 24 de agosto de 1218 la Virgen María —en su advocación de Virgen de la Merced— se apareció por separado a 3 ilustres personajes de Barcelona: a Pedro Nolasco, quien sería el fundador de la Orden de la Merced; al rey Jaime I de Aragón, conocido como el Conquistador, y reinante en aquel momento en la Corona de Aragón, y a Raimundo de Peñafort, fraile dominico, maestro general de su orden de predicadores, y confesor del primero. Diez días después de la aparición, los tres caballeros se encontraron en la catedral de Barcelona y compartieron haber tenido la misma aparición: la Virgen María les pedía la fundación de una orden religiosa dedicada a la redención de los cautivos. Sería la Orden de la Merced para la redención de los cautivos. (Wikipedia)
ResponderEliminarLo que dice la Iglesia sobre revelaciones privadas:
VERBUM DOMINI
Dimensión escatológica de la Palabra de Dios
14, 2°. Por consiguiente, el Sínodo ha recomendado «ayudar a los fieles a distinguir bien la Palabra de Dios de las revelaciones privadas», cuya función «no es la de... “completar” la Revelación definitiva de Cristo, sino la de ayudar a vivirla más plenamente en una cierta época de la historia». El valor de las revelaciones privadas es esencialmente diferente al de la única revelación pública: ésta exige nuestra fe; en ella, en efecto, a través de palabras humanas y de la mediación de la comunidad viva de la Iglesia, Dios mismo nos habla. El criterio de verdad de una revelación privada es su orientación con respecto a Cristo. Cuando nos aleja de Él, entonces no procede ciertamente del Espíritu Santo, que nos guía hacia el Evangelio y no hacia fuera. La revelación privada es una ayuda para esta fe, y se manifiesta como creíble precisamente cuando remite a la única revelación pública. Por eso, la aprobación eclesiástica de una revelación privada indica esencialmente que su mensaje no contiene nada contrario a la fe y a las buenas costumbres; es lícito hacerlo público, y los fieles pueden dar su asentimiento de forma prudente. Una revelación privada puede introducir nuevos acentos, dar lugar a nuevas formas de piedad o profundizar las antiguas. Puede tener un cierto carácter profético (1 Ts 5,19-21) y prestar una ayuda válida para comprender y vivir mejor el Evangelio en el presente; de ahí que no se pueda descartar. Es una ayuda que se ofrece pero que no es obligatorio usarla. En cualquier caso, ha de ser un alimento de la fe, esperanza y caridad, que son para todos la vía permanente de la salvación.
Me parece genial que se haya convertido en una fiesta laica... Si ustedes piensan que hay que meter con calzador a la sociedad las fiestas religiosas... Van muy, pero que muy equivocados. España dejó de ser católica en gran parte, y el Estado es laico y a confesional. Las tradiciones cristianas está bien conservarlas, pero si la mayoría opta por no celebrarlas mediante el poder público escogido por los ciudadanos, ustedes deben a atarlo... Son libres como católicos de celebrar paralelamente la fiesta religiosa, pero no quieran imponerla. Por cierto que si la fiesta es laica, tampoco, no ha de ser por imposición, si no por mayoría mediante las decisiones de lo público como es el caso de la Mercè
ResponderEliminarFiesta laica o lo que quieran, pero no pueden suplantar su fundación que es religiosa y deben respetarla por justicia. No se puede inventar la historia con una fiesta distinta relegando al olvido a la fiesta original. El Catolicismo no "impone" ni prohíbe las otras diversiones, sólo propone que la Misa aparezca en la lista, los que imponen son los que borran la Misa del programa. Quien llegó primero tiene más derecho a ocupar la plaza que quien llegó segundo.
EliminarLas fiestas de origen religioso están por encima del laicismo imperante.
EliminarAñoro los años del Caudillo.
Aquello sí que eran Procesiones y Buen rollo.
Ateos , masones y pentapolistas, sobran en una Santa Misa.
ResponderEliminarGO HOME!!!
Mi hijo trajo un pequeño icono del ángel de la guarda tipo Bizantino, nos tomó un rato encontrar significado a las letras griegas y tuvimos que investigar en internet los iconos del Bizancio
ResponderEliminarEntonces nos maravillamos de ese mundo que es la imagen que nos muestra dogmas y verdades reveladas y nos proteja de laas herejías.
Comprendimos que la Iglesia bizantina, mientras Occidente se recostruia , como los hispanorromanos, los bizantinos declararon unos cánones para sus imágenes como Panticratos o Theotokos, Jesús todo poderoso, sentado en un trono , alfa y omega con una bEscritura y bendiciendo.
La Virgen ,reina sentada en un trono real con el Nino sentado en sus rodillas, Ella es trono de Panticaratos Niños, con una manita bendice y la otra puede tener el universo, representado como esfera.
La Virgen de laMerce sin duda como muchas de la región catalana tienen una clara referencia al arte bizantino y esas hermosas realidades celestiales..
Quise decir laVirgen de la Merce es una repeesentacion de laSantisina Virgen María que continuó con la influencia bizantina, que nos permite poner los ojos en lo espiritual y nos eleva, ya que después con el gótico y el renacimiento, nos perdemos en lo anecdótico de la imagen, colores, movimiento, sentimientos, que si la Virgen es elegante, si es armónica..bla blanca.
ResponderEliminarLis Cristos del Medievo eran imponentes reyes que triunfan en la Cruz, por ejemplo.