Especialmente ahora, con el empeño por imponernos la ideología de género a través del lenguaje (eso que llaman Programación NeuroLingüística –PNL), asistimos a un alud de palabras marcadamente intencionadas, con las que se pretende ganar la batalla del relato (otra novedad del momento). Es decir que, sin darnos cuenta, ya en las etiquetas con que marca el lenguaje, nos convertimos en transmisores fidelísimos de la ideología de moda. He citado alguna vez la gozosa sustitución del “queridos hermanos de antes” (género común) por el “queridos hermanos y hermanas” de ahora (género disgregador). Hay que ir con una linterna para encontrar a un cura que no haya sucumbido e esa dictadura del lenguaje. Un golazo de campeonato. Además, de los guapos; porque en todos los casos se ha tratado de goles en propia puerta. En este mismo ámbito, la colección de goles que nos hemos metido nosotros mismos, es casi de récord Guinness.
Pero he aquí que, entre tanta derrota lingüística a
nivel neurolingüístico, ¡faltaría más!, nos queda ahí una verdadera joya (gracias
a Dios, no es la única, ni mucho menos) que nos recuerda algo tan lejano de la
estructura ideológica del mundo en que nos ha tocado vivir, como el paraíso.
¡Qué cosas!, ¿no? En economía, y justamente en la más onerosa, la economía
fiscal, aparece en todo su esplendor nada menos que el paraíso. El paraíso
perdido, que dirá Milton. Y hurgando en la conciencia colectiva, descubriremos
que el momento histórico en que aparecen los paraísos fiscales de creación
humana, es cuando las llamas del invento opuesto de los infiernos fiscales han
llegado a constituir el peor castigo al que es sometido el hombre.
Sí, sí, de la misma manera que epistemológicamente
la luz nace de la oscuridad, la verdad de la mentira y la libertad de la
esclavitud, así también los paraísos fiscales nacen de los infiernos fiscales.
Si no existiesen éstos, tampoco existirían aquellos; de igual modo que tampoco
hablaríamos de la verdad y de la libertad, si no existiesen la mentira y la
esclavitud. Ni los pájaros en el cielo, ni los peces en el mar, hablan de
libertad, porque no han tenido la oportunidad de conocer la esclavitud. Las
ansias de libertad las dejan para los animales cautivos que, esos sí, sufren el
cruel infierno de la cautividad: cada vez más dura, en aras de la
productividad. Gran invento humano que les ha regalado el hombre a los animales
más “humanos”: en efecto, son innumerables los seres humanos atrapados en el
infierno de la productividad. Eso sí, en régimen de servidumbre (enorme
progreso del feudalismo), a la que han apellidado libertad: porque al esclavo
lo mantenía el amo, mientras que el siervo se ha de mantener por sí mismo. Con
la respectiva presión-represión-opresión y finalmente supresión fiscal, que es
la guinda del pastel. Y a eso lo llaman libertad. Espejismos de libertad de la
servidumbre, sostenidos con la bisutería barata del estado del bienestar.
Dicen los tratadistas de la libertad, que el máximo
derecho y primer deber del preso y del cautivo, es fugarse. Tanto, que no
ocultan su desprecio por quienes ni lo intentan. Se olvidaron de ponerlo entre
los derechos humanos: muy raro, ¿no? Bueno, eso de intentar la fuga es si al
cautivo le queda algo de humanidad. De igual modo es preciso entender que el
primer derecho del que se siente prisionero y cautivo en el infierno fiscal en
que vive atrapado, es aspirar al paraíso. Y hacer todo lo posible por
alcanzarlo. No el de la vida futura (In
paradisum perducant te ángeli ¡a buenas horas, mangas verdes!), sino en esta vida. El paraíso. Y mira
por dónde, aparte de algunas islas paradisíacas que se nos ofrecen para el
turismo, no hay aquí más paraíso que el fiscal. Y paradójicamente son los más
agraciados por el poder y por la fortuna, los que trasladan sus bienes, y si es
el caso su residencia, a alguno de los paraísos fiscales.
Y es sorprendente que siendo tan apetecible el
paraíso, esté tan fuertemente asentada la doctrina del infierno fiscal en el
que con inmensa alegría han optado por vivir gran parte de los habitantes de
cada país. Éstos han decidido que es el fisco el que ha de hacer de cada país
el paraíso de la igualdad o de la igualación, quitándole a una mitad para darle
a la otra mitad. La mitad confiscada se siente en un infierno fiscal; mientras
que la otra mitad, la que resulta beneficiada, no desean otro paraíso que éste.
Y por supuesto que una parte de los atrapados en el infierno fiscal, hacen todo
lo que pueden por huir a los paraísos fiscales. Es el premio de los poderosos y
de los valientes: el paraíso en este mundo, dejando al resto en el infierno.
Es que estamos sometidos a una ley fiscal tan
inexorable como la ley de la gravedad, y es que con cada euro que nos saca el
fisco, el poder a cuyas órdenes trabaja éste, nos construye una argolla más en
la cadena y un barrote más en la reja que nos aprisiona. Esos euros que nos
arrebata el fisco sirven para recortarnos más y más la libertad. Ahí tenemos la
enseñanza (obligatoria, claro está) como el máximo servicio-pretexto en que se
justifica el saqueo fiscal. ¿Y qué hacen con ese dinero? Hace un par de años,
nadie lo hubiese creído; pero ahora van ya a cara descubierta. Lo que hacen en
el ámbito de la enseñanza es implementar a toda prisa (eso ocurre ya en todo el
mundo y lo está impulsando la ONU) unos programas de corrupción sexual de los
niños, desorientando a la mayoría (los que no tienen contrapeso en la familia)
y desquiciando de por vida a los más débiles. Siendo el suicidio la primera
causa de muerte en España (¡menudo fracaso, ¿no?), resulta que cada vez va
bajando más la edad de los que se suicidan. Y eso a cargo del fisco. ¿Cómo no
vamos a suspirar por los paraísos fiscales?
Bueno, y el otro capítulo en que se escuda el fisco
para confiscarnos, es el de la sanidad. Aparte de que está en manos de la
industria del medicamento (¡que claro lo vimos en la pandemia, y sobre todo en
la postpandemia!), aparte de eso, que no es poco, nos vemos abocados a sufrir
el último invento de nuestras autoridades sanitarias: la eutanasia, que en la
mayoría de los casos ni siquiera es opcional. Te la impone el sistema por
optimizar sus recursos; es decir por no desperdiciarlos en alguien que no vale
la pena: p. ej., tú y yo. Con tu dinero y con el mío. En esas condiciones,
¡cómo no vamos a suspirar por el paraíso! Sí, claro, cuando llega el momento,
te quitan la vida si antes no te la has quitado tú. Que sí, que sí, que cuantos
más impuestos te cobran, más libertad te quitan. E incluso libertades, ahora
que tan ingeniosamente te la han compartimentado después de dejarte sin la
libertad.
Y por si faltase algo, la deuda. Los dueños de nuestro
destino adoran la deuda (oye, que la llaman “el Tesoro”) y las deudas. Seguro
que la mayoría somos conscientes de que éstas son la otra causa de esclavitud
que ha pasado muy por delante de la esclavitud de guerra y de secuestro. Quien
más, quien menos, todos hemos tenido oportunidad de constatar los años de
esclavitud que nos impone la deuda de la casa, por ejemplo. Eso, las deudas
privadas. ¡Pero no veas la Deuda Pública! Tanto han profundizado en el invento,
que han conseguido que nuestros hijos nazcan con una deuda abultadísima bajo el
brazo. Es nuestro moderno pan de cada día. Esclavizados por generaciones. Son
así. “Padre nuestro, perdónanos nuestras deudas”. No, no es un clamor de
rebeldía. Y para que ni lo parezca, la Conferencia Episcopal de cada país ha
amañado la traducción. ¡Qué buenas son las madres ursulinas, que nos llevan de
excursión! Es por la cosa ésa neurolingüística.
Pues sí, pues sí, como está prohibido (¿prohibido?,
¡condenado!) el paraíso aquí en la tierra, In
paradisum deducant te ángeli (al paraíso te lleven los ángeles) in tuo adventu suscipiant te mártires (a
tu llegada te reciban los mártires) et
perducant te in civitatem sanctam Ierusalem (y te lleven a la ciudad santa
Jerusalén). Esto nos cantará la Iglesia (si cambiando de dogmas no cambia de
ritos) al dar por finalizado nuestro sepelio; y aprovechando el apostolado
funerario, para mantener vivo en los fieles, el deseo del Paraíso. Amén.
Virtelius Temerarius
Hombre, señor Virtelius, no sé si habrá sido por evitar comparaciones odiosas o por no elogiar creencias que nos son ajenas, los musulmanes se rigen por la norma de que a los fieles hay que mantenerlos en el paraíso fiscal, al tiempo que se condena a los infieles al infierno fiscal. Sólo a los infieles, a los no musulmanes. Una buena forma de inducir a la conversión: adelantar el paraíso todo lo posible (incluso en lo más paradisíaco para ellos; pero siempre a costa de los/las infieles, que eso está muy legitimado allí). Claro que eso tiene concreciones distintas según los países y según los momentos históricos. Pero como principio, no está nada mal: paraíso fiscal para los creyentes.
ResponderEliminarEl apostolado funerario en Barcelona se va al carajo, servido como está por laicos bienintencionados, pero limitaditos. Son opciones del Arzobispado qué se le va a hacer...
ResponderEliminarMagnífico artículo del Señor Temerarios.
ResponderEliminar100% VERÍDICO!!!
Durante la Ilustración, el mito predominante fue Prometeo, quien robó el fuego a los dioses, dando lugar al orgullo y la vanidad humana debido a la ciencia y la ilustración masónica y progresista, marcando la construcción de la modernidad.
ResponderEliminarEn la Primera Guerra Mundial, el período de entreguerras, la Segunda Guerra Mundial y el proceso de descolonización en África y Asia, el mito predominante fue Sísifo según Camus. Europa se destruye en la Primera Guerra Mundial; Sísifo eleva la piedra de la reconstrucción hasta la cima, pero la Segunda Guerra Mundial la hace caer nuevamente. Tras la posguerra, Sísifo enciende de nuevo la piedra, pero el proceso de descolonización (Vietnam, Argelia) la vuelve a hacer caer. Esto representa la modernidad en reconstrucción.
A partir de 1960, surge el auge del crecimiento económico continuo, y con ello, el mito de Narciso toma protagonismo. La posmodernidad se manifiesta en el carpe diem, el yo ególatra disfrutando de la vida en la sociedad del consumo, el estrés y los diferentes estilos de vida. La historia, el presente y el futuro parecen difuminarse. El narcisista carece de ningún valor sólido, todo son valores líquidos pero curiosamente un pensamiento único rígido y sólido, el relativismo y la comodidad por encima de todo, casi son impugnados desde la razón origina una reacción violenta de odio, canceladora, censora, supresora.
Hoy vivimos en la era de la subjetividad, la emocionalidad y la pérdida de la racionalidad, con una disminución de la inteligencia y la moral.
La posmodernidad ha entrado hoy en todas las esferas del poder político y eclesial, dando lugar a dirigentes mediocres, llegó la decadencia, dándonos jerarcas amorales.
Bergoglio ha conferido al rufián Zaffaroni en un nuevo organismo académico del Vaticano, dispuesto a provocar con violencia a los católicos fieles, hasta la exasperación, el escándalo, la crispación y el estupor. Una investigación de PERFIL descubrió que departamentos del exintegrante de la Corte Suprema se utilizaban para la prostitución. Sánchez nombra a la presidenta del Congreso, Armengol, quien todavía tiene que rendir cuentas judiciales por los abusos a menores tuteladas y el ‘caso Puertos'.
Y todo se realiza ante cardenales y obispos absolutamente apáticos con el mismo coraje que tiene una sardina y una gallina mojada: cero. Por la parte de los ciudadanos, la actitud de análisis racional ha sido sustituido simplemente por la reactividad emocional sin importar para nada la calidad de los dirigentes.
Bla, bla, bla, bla y del paraíso antes y después del Diluvio nada de bla, bla, bla, bla. Por lo menos el Paston Rompecocos Virteliano nos podria poner sugerencias de cómo despistar al Fisco, como aquello de meter en la nevera de nuestra doble y falsa residencia en Andorra yogours que no estuvieran caducados que es lo primero que miran los inspectores.
ResponderEliminarÉsto Don Silver, lo puede preguntar si se deja, al ex-honorable y su madre superiora.
EliminarAún tiene la desfachatez de hablar del señor Pablo Casals en el sur de Francia, al lado de todos los ladrones del parlamento del zoo.
Rodeado de sotanas, como en los buenos tiempos, jeje!!!
Temerarios
ResponderEliminarConincido en el punto de Aquí tenía una reflexión personal:
Estoy segura que la Palabra de Dios , como se comunica con nosotros , y como el hombre aprende de Dios a comunicarse debe reflejar siempre la realidad de una forma superior , y se eligió el Hebreo , luego el griego y latín .
Los universales como Humanidad, Hombre, Dios, Hijo de Adán .son sagrados
El lenguaje para mí es orgánico
Pero si un grupo de personas tienen una agenda con teorías de filósofos como Marx Engels o de filósofos y ellos deciden cambiar el sentido del lenguaje y forzan a los profesores o editores de medios de comunicación a calificar con base en esa nueva estructura de lenguaje, ese lenguaje resulta dañino.
En un blog de Germinans encontré por fin que alguien ha estudiado la influencia de ideología en el lenguaje.
"eso que llaman Programación NeuroLingüística –PNL), asistimos a un alud de palabras marcadamente intencionadas, con las que se pretende ganar la batalla del relato (otra novedad del momento). Es decir que, sin darnos cuenta, ya en las etiquetas con que marca el lenguaje, nos convertimos en transmisores fidelísimos de la ideología de moda. "
De los impuestos veo claro lo que sucedía a los israelitas en tiempo de dominación romana y no quedo otra que sufrir y pagar.
La justicia divina es superior a la humana.
La justicia humana nos diría dar a cada uno lo suyo, por qué razón Jesús dijo que era del Cesar parte del sustento del israelita?
Quizá Dios sabe que la pobreza nos purifica
Encontrase con un jesuita que empieza Padremadre que estas en el cielo......y empezó con el Padremadre, hijo y espíritu santo y en la Consagración, se invento las palabras, todas de la agenda 2030 total media vuelta y a buscar una iglesia CATOLICA , era domingo,
ResponderEliminarEsta agenda propiciada por SATAN quiere destruir a Jesús y su Iglesia y de paso a sus hijos.
Recemos humildemente mucho, pidamos perdón y digamos NO, seremos mártires pero nos espera el Cielo.
Quién fue ese jesuita que dijo semejante sacrilegio?
EliminarDe el nombre, porfa.
Imposición de la ideología de género......
ResponderEliminarConmigo que no cuenten!
Tambien, el Sínodo de la sinodalidad está actuando con verborrea , no sé si sea Programación Lingüística
ResponderEliminarw/Greek
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1 Timoteo 4
Reina-Valera 1960
Predicción de la apostasía
4 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que, teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.