Como es habitual, Germinans Germinabit, anticipó con un banner la noticia de este nombramiento, pero tenemos que reconocer que como en los anteriores que afectan a Cataluña, el hermetismo está funcionando muy bien con Omella, y las filtraciones brillan por su ausencia hasta el último momento. Y una vez más el cardenal nos sorprende con sus movimientos episcopales porque aunque Gordo ya figuraba en la carrera sucesoria para alguna diócesis catalana, no era Tortosa ninguna de las candidatas. Más bien parecía que era Javier Vilanova, el candidato más bien colocado, teniendo en cuenta que es originario de esa diócesis y que, por tanto, la conoce muy bien. A favor de Gordo hay que decir que es el auxiliar con más años como obispo y el que mejor conoce los entresijos de una diócesis por los muchos años en que fue Secretario Canciller de la archidiócesis barcelonesa.
Empieza así la carrera de colocación de obispos auxiliares de Omella, que se ha adelantado un poco al momento en que el turolense deje de ser presidente de la Conferencia Episcopal Española, hasta hace muy poco se nos vendía que nuestro arzobispo necesitaba con urgencia tres auxiliares para cubrir sus obligaciones en Madrid y Roma, y de golpe ahora con dos puede ir tirando, claro que a principios del año que viene ya se libera de la dura carga de presidir el episcopado español y entonces ya no solo puede funcionar con dos, sino incluso con uno o con ninguno, en su último tramo al frente de nuestra diócesis e ir colocando a quienes han sido sus principales colaboradores, para que a su sucesor no le pase lo mismo que cuando llegó él a Barcelona, que se encontró a Taltavull a quien tuvo que sacárselo de encima lo más pronto que pudo.
Sin duda, Gordo ha sido el principal pilar de Omella en el gobierno de la diócesis de Barcelona, incluyendo al ya fallecido Vadell. Para un aragonés que no conocía nada el terreno necesitaba alguien de la discreción y conocimientos de su auxiliar barcelonés. Y no hay que descartar que Gordo tenga números de volver a Barcelona como arzobispo después de foguearse un poco en Tortosa, ya que es el candidato ideal de Omella para sucederle, teniendo en cuenta que tampoco no hay mucho más donde elegir. No podemos olvidar que además es el secretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense, cargo que le debe a su mentor, que mató dos pájaros de un tiro, colocando a alguien de su total confianza y sacándose de encima a Vives.
El obispo Gordo, además, es una persona querida en la diócesis, que ha conseguido caer bien a todos los sectores ideológicos, persona que no busca el protagonismo, pero efectiva, nunca se le ha oído una declaración fuera de tono, o que haya disgustado a algún sector de la Iglesia o de la sociedad. Es cierto que Omella quiere así a sus auxiliares, humildes, discretos, obedientes y trabajadores, pero es que el nuevo obispo de Tortosa ya era así de antes, por eso alguien como Sistach lo escogió para que le llevara la sala de máquinas de la diócesis un puesto que él conocía bien porque había ocupado el mismo cargo en la era Jubany.
Tortosa no es una diócesis complicada como Girona o como Urgell, que lleva parejo el cargo de copríncipe andorrano con el de obispo, es un territorio tranquilo, donde el poso que dejó Don Ricardo Carles fue muy grande y aún conserva mucho de aquellos tiempos. Tiene la característica de estar a caballo entre las provincias de Tarragona y Castellón, pero eso tampoco es ninguna dificultad, para alguien que no tiene nada de independentista y con una familia originaria de Granada.
Omella habrá cometido muchos errores, como nombrar a Planellas para Tarragona, pero el nombramiento de sus auxiliares y la colocación del primero de ellos en una diócesis, es más que satisfactorio. En Tortosa pueden estar contentos, y Gordo también, porque no ha ido a una diócesis a sufrir y a luchar, sino a recibir el premio por sus muchos años de servicio a la diócesis de Barcelona y a sus dos últimos obispos.
Quedan otras diócesis vacantes, el drama de Girona, Sant Feliu y Lleida con obispos "caducados", y Urgell que tampoco no puede tardar mucho si se piensa en la fórmula de un coadjutor. Veremos como acaba moviendo las piezas Omella, porque algunos casos son más complicados que otros, de momento ha resuelto Tortosa, una diócesis no difícil, con un obispo más que preparado e idóneo para esa plaza.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit
"Gordo tenga números de volver a Barcelona como arzobispo después de foguearse... en Tortosa, ya que es el candidato ideal de Omella para sucederle... no hay mucho más donde elegir."
ResponderEliminarEn el contexto del sínodo de la sinodalidad, resulta paradójico que se estén nombrando obispos sin seguir métodos sinodales y sin consultar al Pueblo de Dios. Aunque se habla de sinodalidad, estos nombramientos se realizan de manera secreta y altoclerical, sin la participación del Pueblo de Dios. Esto refleja una carencia de legitimidad sinodal de origen.
La figura de Omella, y otros obispos nombrados de esta manera, se ha convertido en la encarnación del mismo Pueblo de Dios, distribuyendo cargos sin haber sido elegidos por un proceso sinodal. Se envía un obispo desde la cúpula de la jerarquía sinodal, sin establecer puentes de diálogo ni apertura a la pluralidad. Esto contradice los principios de sinodalidad y revela una falta de legitimidad sinodal.
Otra falta de legitimidad se encuentra en la falta de rendición de cuentas tanto en el ejercicio del obispo como en su salida o finalización. No se lleva a cabo un debate sinodal durante el mandato del obispo, y no hay una rendición de cuentas transparente por parte del obispo saliente y su gobierno curial, ni de los párrocos, rectores y demás cargos y órdenes. No se conocen de forma clara y completa las necesidades y problemas de la diócesis, como la práctica de sacramentos, las vocaciones, la participación laical, los inmuebles y la financiación.
En resumen, existe una falta total de legitimidad sinodal en el nombramiento, ejercicio y cese de los obispos. No se sigue un proceso sinodal en su elección, no se promueve la participación del Pueblo de Dios y no se rinden cuentas de manera transparente y completa.
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La sinodalidad es un enfoque procesal para liderar las diócesis que ha existido hace 2000 años. Fue establecida por San Hipólito de Cartago (s. II d.C.) y se puede verse en la elección de diáconos en los Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, la sinodalidad no es una solución mágica, sino un instrumento de organización y funcionamiento diocesano con el propósito principal de defender la fe y promover la salvación de las almas (c. 1752 CDC)
ORÍGENES DE LA SINODALIDAD
Principios participativos en la sinodalidad bajorromana y altomedieval:
1. Participación del clero y del pueblo (clerus populusque)
2. Consenso del pueblo de Dios (consensus populi Dei)
3. Tratamiento y aprobación de lo que afecta a todos (quod omnes tangit ab omnibus tractari et approbari debet)
4. Consulta y consentimiento del pueblo laico en decisiones importantes (San Cipriano), en su frase esencial “Quando a primordio episcopatus mei statuerim, nihil sine CONSILIO VESTRO, et sine CONSENSU PLEBIS, mea privatim, sententia gerere”
En los casos importantes, el obispo primero consulta a la asamblea de diáconos y presbíteros como sus consejeros (consilio vestro), y lo que decida el obispo aconsejado por su asamblea de diáconos y presbíteros, entonces lo somete a consideración del pueblo laico, el cual o lo ratifica o lo desaprueba (consensu plebis)
5. Consideración del sentido de la Iglesia de todo el pueblo cristiano (sensus Ecclesiae totius populi Christiani)
6. Acciones realizadas con el consentimiento de las partes interesadas (ex consensu)
7. Decisiones tomadas con el consentimiento de todos (omnium consensu)
8. La violencia y la coacción son contrarias al consenso (nihil consensui tam contrarium est quam vis atque metus)
9. La cosa pública pertenece al pueblo, que se basa en el pacto de justicia y en la comunidad de intereses y utilidad (res publica res populi)
10. La sociedad eclesial perdura mientras el consentimiento de las partes se mantenga íntegro (tamdiu societas durat, consensus partium integer perseverat)
11. Consulta a obispos, presbíteros, diáconos, confesores y laicos en decisiones que les afecten (consultis omnibus episcopis, presbyteris, diaconibus, confessoribus et ipsis stantibus laicis)
SINODALIDAD ORIGINAL EN LA ELECCIÓN EPISCOPAL
ResponderEliminar1. Juicio de Dios sobre un candidato al episcopado se realiza a través de la elección sinodal de la fraternitas (laicos, clero y obispos), donde todos participan con espíritu de comunión y discernimiento
2. Fraternitas: la comunidad de la Iglesia, responsable de elegir a su obispo bajo los conceptos de suffragium (acuerdo), testimonium (testimonio) e iudicium (juicio)
3. Sensus fidei, sentido interno de la fe, guía el testimonio válido y el apoyo a un candidato, lo cual implica que tanto el clero como los laicos tienen el don de discernimiento y su opinión
4. Adlectio o designación directa del sucesor tendía al nepotismo, mientras que la elección asamblearia podía ser corrupta y manipulada
5. Testimonio de los presbíteros, dan fe de las virtudes y buena estima del candidato, y su apoyo es valioso
6. Suffragium plebis, el voto del pueblo, es un derecho inherente a los bautizados, y tienen el poder de aceptar o rechazar al candidato
7. Obispos más cercanos a la diócesis vacante: emiten su juicio sobre el candidato, basado en discernimiento y temor de Dios, siendo instrumentos de la acción del Espíritu Santo en beneficio de la comunidad. Los obispos vecinos escrutan al candidato antes de emitir su juicio final
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CRITERIOS EN LA ELECCIÓN DE OBISPOS
I. Objetividad, independencia, neutralidad e imparcialidad:
1. Debe haber una delegación de visitadores de un dicasterio de los obispos en una diócesis vacante.
2. La delegación debe ser accesible a todos, recibir información confidencial y escuchar todas las opiniones y necesidades.
3. Los visitadores deben ser independientes y evitar influencias de los obispos y las conferencias episcopales.
4. Se busca obtener información real, objetiva, neutral, imparcial, independiente, fiable y desinteresada.
II. Vacantes:
1. Es importante evitar interregnos prolongados en las sedes episcopales vacantes.
2. Los administradores diocesanos no tienen el poder de iniciar nuevos planes, lo que lleva a la consolidación de planes y programas anteriores, incluso si no son recomendados o funcionales.
3. No es bueno para el clero y los laicos vivir sin obispo durante mucho tiempo.
III. Autoridad y legalidad:
1. El dicasterio de los obispos debe actuar en beneficio de la salvación de las almas.
2. El futuro obispo debe tener auctoritas moral y basar su actuación en el Código de Derecho Canónico.
3. El obispo debe cumplir con los principios de legalidad en su gobierno y en todos los procedimientos legales.
4. Debe rendir cuentas de la administración canónica en todos los aspectos del gobierno episcopal.
IV. Fases:
--- Fase I: Propuesta de ternas por el Collegium pro eligendo Episcopo Diocesano:
1. El Collegium propone candidatos para el cargo de obispo diocesano.
2. Se establecen estatutos, criterios de idoneidad y se organizan los órganos y funciones del Collegium.
3. Los principios clave son el Collegium, affectus et libertas (colegialidad, afecto y libertad).
--- Fase II: Escrutinio de los candidatos por un tribunal presidido por el Nuncio, el Metropolitano y el Presidente de la CEE u otros obispos electos ad casum:
1. Se realiza un escrutinio exhaustivo de los candidatos de la terna.
2. El tribunal está compuesto por el Nuncio, el Metropolitano y otros obispos elegidos según el caso.
3. Envío de la documentación al Pontífice para el nombramiento por parte del Nuncio:
4. El Nuncio envía toda la documentación y resultados del escrutinio al Papa para su consideración y nombramiento.
5. Proclamas en los lugares donde ejerció el nombrado como obispo: Se hacen proclamas en los lugares donde el obispo electo ejerció anteriormente. Estas proclamas permiten que se comuniquen situaciones a favor o en contra de la idoneidad del electo.
CRITERIOS PARA LA ELECCIÓN EPISCOPAL
ResponderEliminar1. Se debe buscar a un hombre viril y coherente que inspire a los jóvenes y sea respetado por las mujeres. Debe ser capaz de atraer y apoyar a los sacerdotes y diáconos, así como tener coherencia en su vida y liderazgo.
2. La coherencia: es crucial, tanto en lo que se dice como en las acciones que se emprenden. Un buen líder debe mantener sus principios y ser capaz de relacionarse con personas diferentes.
3. Legalidad: los principios son importantes, y un líder debe actuar justamente y de acuerdo con las normas establecidas, SANCIONANDO si es necesario, aún con la excomunión. Debe tratar a todos por igual y actuar de manera ética y responsable.
4. El temor de Dios, santidad, ortodoxia y ortopraxia: es esencial, ya que ayuda a mantener una perspectiva adecuada y a ser consciente de la responsabilidad frente a Dios y la Iglesia. El temor de Dios guía las acciones y decisiones de un líder. Hay que ser santo, defensor de la Fé y con una sana pastoral.
5. La inclusividad: es importante, y un líder debe crear espacios acogedores para personas diversas. Debe ser un oyente atento y comprender a los demás. Evitar los prejuicios y tener una mentalidad abierta es crucial, pero ser resolutivo y defender a la Fé y salvación de las almas incluso con el derecho penal sancionador.
6. La oración: es fundamental. Un obispo debe tener una vida de oración regular, escuchar a Dios y buscar su guía en todas las circunstancias. Es importante discernir si un líder practica la presencia de Dios o solo se enfoca en sí mismo.
7. La humildad: es esencial y requiere objetividad en relación con Dios y los demás. En la selección de obispos, discernir la humildad es crucial para evitar líderes autoritarios y abusivos.
8. El amor por la belleza: es importante para la Iglesia. La falta de aprecio estético y liturgias minimalistas pueden dañar la vida católica. Los obispos deben comprender, amar y comunicar la belleza de Dios en todos los aspectos.
9. El ejercicio intelectual: es vital. Los obispos deben tener una mente abierta a la investigación teológica y pensar rigurosamente. Es preferible que hayan obtenido una sólida formación académica en Teología, Filosofía y Derecho Canónico.
10. La capacidad de aplicación práctica: es crucial. Los obispos deben demostrar competencia en la gestión de las burocracias eclesiásticas y trabajar en colaboración con otros organismos eclesiásticos. La administración de la Iglesia debe ser eclesial y motivar a todos los niveles.
11. Prudencia: saber qué no hacer es importante. Los obispos deben distinguir entre lo que pueden y no pueden hacer, evitando el agotamiento y siendo eficientes. También deben invertir en el cuidado y desarrollo del clero y cultivar vocaciones sacerdotales.
12. Los obispos deben ser imitadores de Cristo y mostrar una profunda semejanza con Él: Es necesario que amen a pesar de sus imperfecciones. La Iglesia necesita líderes que reflejen el pensamiento, la oración, la acción y el amor de Cristo en todo momento.
13. Insisto en un punto: la falta de legitimidad sinodal de salida o finalización se encuentra en la falta de rendición de cuentas del obispo saliente, cuando finaliza el ejercicio del mandato de obispo, cuando éste cesa.
No hay una rendición de cuentas transparente, en efecto, por parte del obispo saliente, pero tampoco de todo su gobierno curial, ni tampoco de todos los párrocos, rectores y demás cargos y oficios curiales diocesanos, como de todas las órdenes y congregaciones religiosas (contemplativos, educación, hospital, acción social).
El efecto es que no se conocen de forma clara y completa las necesidades y problemas de la diócesis: la práctica de sacramentos, las vocaciones, la participación laical, los inmuebles y templos, la acción pastoral y la financiación.
se trata de escribir un comentario, pero no un Manual o Tratado de Nombramiento de Obispos Diocesanos.
EliminarLa mayoría de feligreses de Tortosa son muy camaleónicos.
ResponderEliminarIndepes en la calle, pero en casa todos tienen fotos del Caudillo para veneración exaltada.
Así las cosas.
Usted hace años que no està en Tortosa veo. Por cierto ni se ha unificado a Tarragona, ni ha ido ninguno de sus amigos. És una de las diócesis mas antiguas de España, y semillero de obispos.
EliminarParece mentida ustedes hablando bien de un obispo madre mia. Benvingut a Tortosa senyor bisbe.
ResponderEliminarPues si le parece mentira,váyase enterando que cuando se puede y se debe hablar bien de un obispo,se HABLA. A la vista está...Cuando no es así ¿será que no se lo merecen?
ResponderEliminarEl problema, quizá, es si ha sido una buena baza quizá más necesaria en enclaves más complicados. ¿Por qué no llevarán a alguien batallador y comprometido con la fe a Gerona? ¿De verdad no hay sacerdotes catalanes o no catalanes -que eso no es tan importantes- que puedan sembrar la fe con valentía y sin ataduras al progrenacionalismo?
ResponderEliminarCuanta insistenancia en definir Tortosa como una diócesis tranquila... sólo pasando por ella sin mover nada y como trampolín para volver a Barcelona. Y los que sufrimos la desaparición silenciosa de la fe en las parroquias del Ebro y en todos los pueblos dels Ports? Señor obispo, venga a esta tierra a acompañar a su rebaño, le esperamos!!!
ResponderEliminarLa crisis de la Fe, por desgracia, está en todas partes. En algunos lugares se nota más, en otros menos... Pero es un problema generalizado. No sólo en Catalunya y el resto de España. En toda Europa que yo sepa, y porque no puedo hablar del mundo.
EliminarConozco algo Tortosa es una buena diócesis. El nuevo obispo lo hará bien ya que tiene buen hacer y magisterio. No es Girona ni por el forro..suerte mossen gordo. Lo encomiendo a la Virgen de la cinta
EliminarPues estaría bien que Omella regalara a Girona otro de sus Auxiliares... aunque suponga un "regalo envenenado" para el elegido.
ResponderEliminarLas sobadas que perpetran los feligreses de Tortosa con la presentación en la Catedral al nuevo Obispo, son de órdago.
ResponderEliminarAsistí con la de Sistach y Salinas y créanme que es para salir corriendo.
Ésto de aplaudir a rabiar , dentro de un recintto sagrado lo tendrían de prohibir.
Allí parece que adoran al mismísimo Dios que se presenta ante ellos.
Goyo
EliminarAnónimo de las 19:39.
Estoy de acuerdo totalmente en lo que se refiere a aplaudir dentro del templo. Es una falta de respeto hacia Dios Padre, sea quien sea el el personaje que los recibe. Fuera del templo me parecerá muy bien si es merecedor. El templo es para dar culto a Dios Padre. En cuanto al resto de su opinión no puedo manifestarme por desconocimiento de la situación concreta. Que María Auxiliadora ayude al nuevo obispo y el Espíritu del Señor lo guíe en el cumplimiento de su misión. Lo conozco personalment y creo es un buen obispo.
Es usted un resentido.El problema és muy sencillo recibimos obispos bien y tenemos una hermandad sacerdotal que muchos no tienen. Y queremos a los pastores, no hablamos mal de ellos cada 2 por 3, como ustedes siempre hacen.
EliminarQuina decepció; un article llarg que explica les virtuts del nou bisbe
ResponderEliminarCap problema en si. Totalment al contrari.
Benvingut un bisbe virtuós
Però les virtuts atribuïdes al nou bisbe? Totes però totes circunstanciales
Virtuts per fer de secretaria d'un ajuntament, a lo millor. O administrar una empresa de camions?
Per fer de líder en el segle XXI d'una part geogràfic europea de l'Església de Crist [i no 'de Paco'; ni el gallec ni l'argentí] no he llegit res ací
No dic que no te la capacitat.
Només afirmo que l'article no ens explica cap detall per indicar-ho.
F.E.M.
Dentro de una Iglesia solo se adora a Dios y se venera a la Santísima Virgen y a los Santos.
ResponderEliminarEn ningún caso a un Señor por muy importante que sea.
Por cierto, la Catedral de Tortosa, en culto Dominical, cuatro gatos.
En fiestas mayores y entradas de Obispos,a rebosar, con aplausos atronadores que no van a ningún sitio.
Ya me dirá usted si ésto es Cristiano verdadero.
POR DIOS!
Actualmente la única Iglesia de Santa y de buena Doctrina está en la orilla derecha de Tortosa capital.
ResponderEliminarCuando sales de alli , entiendes que te han confirmado en la FE.
Menos aplausos y mas trabajo!!!
A mi entender el Obispo Gordo es un florero, sin inciativa y más bien cobarde, no sabe coger el toro por los cuernos. Quizás lo hayan puesto ahí porque esa diócesis no es complicada y con un obispo mediocre ya es suficiente.
ResponderEliminarCuando era auxiliar de Barcelona fui hablar con Sergi de un problema bastante gordo (valga la redundancia), de mala praxis en dicha diócesis. Me escuchó, sonrió, me dijo que me diría algo... jamás supe más de él. Fue tocata y fuga en do mayor. Cuando le llamaba nunca estaba, o estaba ocupado o estaba de viaje y nunca me devolvió las llamadas. Es simplemente un vividor y un cobarde.
De todo debe haber en la Viña del Señor.