O la agudísima y fidelísima inteligencia de Benedicto XVI, o el Espíritu Santo velando por la Iglesia, o ambas razones a la vez, se volcaron en salvar la lex orandi tradicional, precisamente para construir el más fuerte baluarte contra las violentas pretensiones de liquidar un caudal esencial de la lex credendi que nos han legado la palabra de Dios, la tradición y el magisterio. Y en cuanto a la forma de salvar esa lex orandi, la genialidad de que baste que un grupo de laicos le pidan a un sacerdote (el párroco si se trata de una parroquia) que celebre para ellos (para esos fieles concretos) la misa según el antiguo rito romano, sin imponérsela a los demás fieles; esa genialidad, digo, de tan alto valor pastoral, ha convertido a la misa tradicional en baluarte inexpugnable contra cualquier arbitrariedad, proceda de donde proceda, aunque sea del mismo papa. Una genialidad contra la que no tienen nada que hacer ni el motu proprio (¡iniciativa propia!) del papa iniciado con las palabras Traditionis custodes que, ¡mira por dónde!, pueden acabar siendo proféticas a pesar de quien las escribió, ni el rescripto que intenta puntualizarlo mediante bozales y dogales impuestos a obispos y sacerdotes para acabar matando por asfixia esa realidad tan sumamente incómoda para la construcción de la nueva Iglesia. ¡Ya ves!, los fieles, intocables. Eso sí que es luchar eficazmente contra el clericalismo.
Y cuanto más tiempo pasa, más claro está que
esa sorda batalla del papa contra la Misa Tradicional, no la ha emprendido motu proprio, es decir por propia
iniciativa, sino que le viene impuesta por las fuerzas que condicionaron su
pontificado desde el precónclave (esa nueva fuerza de la que nos habló el
papa); y que su margen de maniobra es tan escaso como el que está manifestando
en la gestión del Camino Sinodal (probablemente conectado también con el
precónclave).
Al contemplar ese extraño espectáculo de
tantas fuerzas contra el humildísimo pueblo fiel al que finalmente encomendó
Benedicto XVI la custodia de ese gran tesoro de la liturgia tradicional de la
Iglesia (es la hora de los laicos, ¿no?), se me viene a la mente la alegoría de
la burra de Balaam. Al final es el pobre jumento el que pone las cosas en su
sitio.
Son en efecto los fieles, los que harán
frente a los disparates sinodales de la sinodalidad. Y su imponente baluarte
para hacer frente a ese intento de los sínodos de darle la vuelta a la lex credendi, es la lex orandi que con tanto celo defienden. Y es tal la cosa (no sé si
es la asistencia del Espíritu Santo en este bando, o los tropiezos continuados
en el otro), que no para de crecer ese movimiento en favor de la tradicional lex orandi: cuanto más se la persigue,
más se afianza y más se expande. Probablemente es por el espanto que provoca en
tantos fieles, la brutal transformación de la lex credendi que pretenden los sínodos: de tal modo que parece
razonable inferir que son esos sínodos, sumados a la desaforada persecución del
vetus ordo, los factores responsables
de tamaño crecimiento del amor de los fieles por la liturgia tradicional de la
Iglesia.
Fue el inteligentísimo Benedicto XVI quien
intuyó, o el Espíritu Santo quien le inspiró, que es radicalmente incompatible
el vetus ordo y la nova lex de la pretendida novíssima Ecclesia. Y entendió que
bastaba defender la oración y el santo sacrificio de la Misa según los elaboró
la Iglesia a lo largo de tantos siglos, para ponerle un freno de la más alta
eficiencia a la deriva doctrinal en que se ha embarcado una parte muy
considerable de la jerarquía. Es un hecho incontrovertible que quien se
mantiene fiel en la forma tradicional de orar de la Iglesia, está a salvo de
las ultramodernidades doctrinales que promueven los sínodos haciéndose eco de la
actual furia reformista. Furia reformista que viene de lejos y que consiguió
frenarla y en cierto modo encauzarla, al menos parcialmente, el Concilio
Vaticano II. Pues he aquí que esa irrefrenable pasión por las reformas, ha
levantado la cabeza con enorme energía y ha continuado presionando hoy a la
Iglesia: esta vez a través de los sínodos.
Claro que cuesta entender la obsesión del
papa por erradicar la lex orandi tradicional,
la de la llamada “misa tradicional”, porque en paralelo tiene (o sólo lidera)
la obsesión por imponer una lex credendi
radicalmente opuesta a la tradición. Y como los fieles que se abrazan a la lex orandi tradicional, están abrazados
obviamente a la lex credendi
tradicional, no va a haber manera de arrastrarlos hacia la novísima lex credendi que trae a rastras el papa
con los dos sínodos que acuna: el de los pontífices germánicos, herético y
cismático, y el del pontífice romano, que evitaría quizá el cisma a costa de
mantener la unidad en la herejía.
Y es evidente de toda evidencia que no pueden
coexistir de ningún modo el vetus ordo
orandi con el novíssimus ordo credendi por el que tan denodadamente luchan
tantísimos obispos y cardenales. A los del “precónclave” (que como confiesa el papa
le marcaron el camino), se han ido añadiendo los de “ubi rex, ibi lex”: los adictos a ese precepto absolutista,
convencidos de que donde está el rey, ahí está la ley. Un precepto que tiene su
culminación en el todavía más absolutista precepto que reza: “ubi dux, ibi lux” (los dos en
Bressanone). El dux (duce en italiano), es
aquel a cuya sombra se desarrolla toda luxuria,
tanto en el sentido original latino, como en el que le dieron los ingleses.
Entendamos, pues, que no es un capricho del
papa la persecución acérrima de la misa tradicional. No es un capricho, sino
una necesidad absoluta de coherencia que con toda probabilidad le impusieron
sus votantes como un onus más de la
tiara. Sería absurdo que no persiguiese el vetus
ordo, puesto que es radicalmente incompatible con el novus ordo; y más incompatible aún con el novíssimus ordo (tan emparentado con el Nuevo Orden Mundial) que
traen a rastras los sínodos: tan semejantes, que parecen diseñados por un mismo
autor. Quiero decir que el papa que ha puesto en marcha el Sínodo de la
Sinodalidad, no puede hacer otra cosa que machacar a la segurísima disidencia
de esas novedades tan ajenas a la sagrada escritura, a la tradición, al
magisterio de la Iglesia y al sensus
fídei de un gran número de fieles. Si el papa quiere salvar el novíssimus ordo que quiere implantar con
sus sínodos, no le queda más remedio que hacer todo lo posible y lo imposible (per fas et nefas) para desmantelar y
arrasar todo lo que pueda representar una resistencia a esas maniobras. Y por
tanto no le queda otra que demoler la liturgia tradicional sin dejar de ella
piedra sobre piedra. Porque sabe con toda certeza que es por ese lado por donde
les va a venir una resistencia numantina a ambos sínodos.
Es que se enfrenta nada menos que a la
todopoderosa lex orandi. Se enfrenta
al grupo de fieles más aferrados a la oración (de la que no se ocupa para nada
la lex credendi de los sínodos: ni el
uno ni el otro), muchos de los cuales además de estar abrazados al misal (el de
toda la vida), están abrazados también al breviario: el libro de rezos de la
Iglesia para alimentar el alma durante todo el día. Por cierto, cuando en las
entrevistas habla el papa de sus oraciones, no nombra para nada el breviario.
Es que también él pertenece a la “moderna”, aunque ya muy caduca generación de sacerdotes
que han abandonado esta riquísima práctica religiosa.
¡Cuán cierto es que los caminos del Señor son
inescrutables! Incluidos los caminos sinodales. Resulta que el papa está
jugando a dos barajas a la vez: la del sínodo alemán cismático, y la del sínodo
vaticano unionista, un pseudo Concilio Vaticano III. Pero no es él el diseñador
de este juego. Él viene condicionado por la imponente movida del “precónclave”,
resaca del Vaticano II que dejó insatisfechos y decepcionados a los más
lanzados que, para resarcirse, inventaron y pusieron en marcha con enorme
eficacia el “espíritu del Concilio”. Un espíritu que empezó su andadura
entrando a saco en la lex orandi, la
del Novus Ordo (¿por qué será que
suena y resuena a Ordine Nuovo?)
trocada en lastimoso campo de Agramante.
Y siendo la que fue la lex orandi surgida no del Concilio, sino del tempestuoso Espíritu
del Concilio, era cuestión de tiempo que se removiesen los cimientos de la lex credendi hasta llegar a las
heréticas audacias de ambos sínodos. Viene de lejos, de muy lejos esa especie
de “pre-golpe de Estado” cuya explosión quedó controlada con temporizador. El
papa no es el diseñador de los sínodos. ¡Ni de lejos! Y ni siquiera de la
persecución feroz del vetus ordo,
aunque tanto haga por parecerlo. Para tan sofisticadas estrategias no basta una
persona: se necesita un poderoso estado mayor (y no precisamente en el Vaticano).
En fin, que andan por ahí muchos cabos sueltos que no los tienen atados, ni
muchísimo menos.
No es la primera vez que la Iglesia atraviesa
vicisitudes de este género. El arrianismo, tocando el dogma, fue mucho más profundo
y tormentoso. Y ahí estuvo el Espíritu Santo obrando el milagro. Cierto que
esta vez se pretende tocar la moral no desde la debilidad humana, sino desde la
herejía, adulterando el dogma para satisfacer los apetitos de la carne y la
soberbia del corazón. Pero como ha ocurrido en toda la historia de la Iglesia,
Dios proveerá, et portae ínferi non
praevalebunt adversus eam.
Virtelius Temerarius
No diga "novus ordo"
ResponderEliminarDiga: "Montini-Bugnini", que es más exacto y más correcto.
O si quiere: "Liturgia protestantizante-ecuménica"
AMEN.
ResponderEliminarSobre este tema me invade la duda inquietante, no encuentro certezas por ninguna parte, la única certeza es el relato evangélico en que Jesús celebró una misa durante una cena y luego lavó los pies a sus apóstoles. Evangelio puro de creación original que en bien poco se corresponde con la "evolución" litúrgica.
ResponderEliminarCelebrar de espaldas al Sagrario, o tener que esconderlo, nunca será lo mismo que celebrar CARA A ORIENTE,, el gran Cardenal Sarah lo explica muy bien.
ResponderEliminarOtra cosa es que los fieles leamos en Misa, de cara a los otros fieles pero la Consagración siempre de cara a Oriente.
¿Por qué de cara a oriente?
EliminarAnónimo de las 9,36. Ya recomendé que leyese al gran Cardenal Sarah, ¿Por qué no hace caso? Allí encontrara la respuesta, una pista. En el Oriente sucedió TODO, incluso los Reyes Magos vienen de allí.
EliminarMientras no nos mezclen la Pachamama en el Novus Ordo....
ResponderEliminarÉsta inquina a la Santa Misa tradicional tiene todos los elementos para considerarse de origen diabólico!!!
ResponderEliminarLeí la pequeñita autobiografía de Benedicto XVI, que dejo inconclusa , pero que explica perfectamente la cuestión de la reforma de la liturgia del rito romano.
ResponderEliminar
EliminarSabíais que importante se volvió un Misal traducido al Alemán para un niño elegido por Dios para ser Papa en tiempos apocalípticos de niebla.?
Pues se llamaba el Misal Scott ese Misal y aquí podéis ver la carta al Niño Jesús que se encontró recientemente entre los recuerdos guardados por su familia.
https://www.religionenlibertad.com/images/carpeta_gestor/archivos/2023/01/03/cartabenedicto1.jpeg?r=3
En ese tiempo los Misales era.en latín?
Joseph y su hermano jugaban a ser sacerdotes.
Para Joseph Ratzinger su libro o Misal Scott era aun mas indispensable en tiempos de un
movimiento litúrgico de sus profesores quienes con un afan de Unidad y consideración de las confesiones cristianas protestantes con objetivos a la forma y originalidad litugica histórica,
Uno de sus profesores le enseñó a celebrar la liturgia según su espíritu más profundo.
Eso es lo que Benedicto reconoce que pensaba iba a protegerse en el Concilio.
Y nos pidió hasta el fin, renovar hacia el espíritu más profundo.
Pero se quedó con tristeza durante el CVIi al comprobar (como nosotros vemos hoy que hay facciones ignorantes ) que quieren crear algo humano que ya no es misterio .
A Benedicto no convencieron la mezquindad de los partidarios de la renovación liturgia de dar valor a una forma pues dejaba traslucir una frialdad frente a los valores del sentimiento, que la Iglesia, nos hacia experimentaecono el lugar en que el alma se siente en su hogar.
Despues de la segunda guerra mundial Joseph Ratzinger en la busqueda de la verdad y la vida no olvidara ese libro con el Misal convertido a lengua alemana , algo innedito , "Scott" que le permitió ahondar la liturgia , y que fue levandolo a vivir la liturgia , no solo hasta su ordenacion sino incluso en medio de las enseñanzas del mundo critico universitario aleman, en Munich.
Valdría la pena estudiar su desarrollo teológico sobre la verdadera renovación de la liturgia que implica no renunciar al Misterio y a la Tradición
En ese tiempo la Iglesia antes del Concilio se planteó preguntas para superar lo envejecido y revivir la alegría de la redencion.
EliminarComo veremos Joseph Ratzinger siempre defendió que la liturgia fundamento de la vida sin la cual está acabaría por secarse y comprender el Nuevo Testamento como el alma de la teología .
Motu Proprio "Summorum Pontificium" facilitó la celebracion de la Misa en latin,
ResponderEliminardice que las dos misas son son dos formas de celebrar laMisa ritualmente pero son un mismo rito.
El Summorum Pontificium , es importante para la reconciliacion interior de la Iglesia consigo misma, no puede ser posible prohibir lo que antes era sagrado. lo que ya habian venido haciendo grupos ycomunidades con grandes frutos.
Desgraciadamente fue atacado por este hecho por los teologos alemanes para provocarle una polemica con el Pueblo Judio, ya que el rito antiguo del viernes santo , tenia un texto inaceptable , Benedicto xvi no dió marcha atras , y protegio la relacion de los catolicos y el Pueblo Judio con una reformulacion la oracion antigua de los" perfidi Iudae" del viernes santos, en la linea del Magisterio del Concilio Vaticano II .
La conclusión a la que llego después de leer dos veces su texto, Sr. Virtelius Temerarius, es la siguiente:
EliminarEn la Iglesia ha habido el Papa Benedicto XVI que fue inteligente, comunicador, próximo a los fieles y sabio comunicador de la Verdad.
Le sucedió otro Papa, Francisco, que fue todo lo contrario, persona de pocas luces, sin capacidad de transmitir su pensamiento que no tiene y "malvado" porque sólo quiere destruir la auténtica Iglesia.
Hubo un Concilio Vaticano II que fue obra del diablo, en total desacuerdo con el Evangelio, con la Sagrada Escritura, con los Padres de la Iglesia.
¿Le he entendido bien?
Resulta que en las zonas de habla alemana, los obispos están cometiendo un gravísimo error, se trata de hacer un rito para algunos laicos y hacerles ministros , ya no hablan de ministros de la comunión , y tienen un envío para la liturgia, de hecho sería diaconizas y diáconos pero de derecho, nodan el paso de la orden diaconado con los varones, parece que poniéndolos alrededor del altar, desfazan al Sacerdote, pues le impiden tomar el rol central de Cristo y los laicos obedecen por ignorancia.
ResponderEliminarHay un documento que San Juan Pablo público para evitar tales abusos apuntando a los responsables obispos..
Nos dice el documento que el Sacerdote tiene un poder sagrado indisoluble, para santificar al Pueblo de Dios con los sacramentos y la predicación de la Palabra.
Esto implica que ese poder sagrado, su consagración tiene una misión que es servir al Pueblo de Dios.
Los ministros de la Eucaristía no poseen tal poder, y tampoco están al servicio del Pueblo de Dios
Sino que tales ministros, no estables solo sirven al Sacerdote, quien puede requerirlos como lectores o como acólitos.
Entonces el acolitado para mí entender no debería quedar a cargo de mujeres adultas porque el acolitado en varones puede preparñes a una futura vocación al orden sacerdotal o diaconado.
Entonces el documento de San Juan Pablo vale la pena leerlo para que no kosimpongam la sustitución del sacerdote y para que los laicos no pierdan su lugar de pueblo .pues los ministros extraordinarios no se distinguen del pueblo.
Solo los consagrados obispos, sacerdotes y diáconos son propiedad de Dios para santificar al Pueblo..
La instrucción de 1997 de San Juan Pablo II
https://www.arquidiocesisdeibague.org/delegaciones/pastoral-de-la-salud/436-ministros-extraordinarios-de-la-eucaristia-documentos-magisteriales?showall=1
Pero los pongo en alerta sobre un canon nuevo reciente que contradice, según mi opinión, el orden de Cristo a sus Apóstoles, haced esto en memoria mía, a quien perdonéis los pecados quedarán perdonados, I'd por todo el mundo bautizado u predicar el Evangelio( en el Sacerdocio Levítico el sacerdote ofrecía el Sacrificio, y el Sumo Sacerdote pedía perdón por los pecagos del Pueblo, la palabra de Dios estaba en labios de los sacerdotes)
ResponderEliminarJesús envío a sus Apóstoles y estos nombraron presbíteros y diáconos desde el inicio mediante la imposición de manos con el Espíritu Santo.
El Magisterio de la Iglesia nunca a reconocido más grados del orden sacerdotal...pero este nuevo canon me resulta ridículo y contradictorio.
Porque visten a los laicos de Alba sacerdotal e impiden al sacerdote estar en el altar sino sentarse entre esta multitud de ministros..
Laicos y un ministerio de laico que supuestamente colaboran con el mundo del sacerdote , de gobernar y de ensenar, según un nuevo canon modificado en este pontificado para un rito de laicos catequistas o acólitos o lectores , dice que la conferencia episcopal , inventara las funciones litúrgicas incluso..
Ese canon es antievangelico. Ya que el orden fue estrictamente a varones y Apóstoles y estos enviaron a los presbíteros y diáconos .
El nuevo canon dice que el ministerio de catequistano es del orden sacerdotal , pero que es un ministerio laical, no es temporal, dice que es estable.
Eso me parece una doblez, porque si la conferencia mediante rito le otorga un ministerio , está poniendo una superioridad de unos laicos frente al resto del pueblo.
Lo mas importante en cualquiera de las dos formas de rito es la participación, pero no como ministros extraordinarios o como concelebrantes protestantes, sino en orar poniendo el corazón en los labios .
ResponderEliminarPara mi el novia peso con un Misal en la mano , puede ser una hermosa liturgia si no se distrae y se canta y ora con fervor.
El rito en latin puede ayudar a devoción y a otros el novia nos lleva a devoción.
Nos explica esto el Catecismo de la Iglesia,
Benedicto estaba contento con el tema abierto en el concilio y nos dice que la declaración del Concilio fue muy clara.
"Donde la mirada de Dios no es decisiva, todo lo demás pierde su orientación.
El criterio básico para la liturgia es su orientación hacia Dios, para que podamos participar así de su obra."
( Veis que es adOriente ?)
Pero también nos dice que hay DIALOGO (esto nos eleva en novis ordo )...como lereis aquí abajo.
Entonces sinos dice esto Benedicto , es que alguien abuso de ese lineamiento.
A continuación nos dice esto sobre el espacio privilegiado de relación con Dios :La Misa.
Cuál es esta obra de Dios a la que estamos llamados a participar? La respuesta que nos da la Constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia es aparentemente doble. En el número 5 nos dice, en efecto, que la obra de Dios son sus acciones históricas que nos traen la salvación, que culminan en la muerte y resurrección de Jesucristo; pero en el número 7 de la Constitución se define la celebración de la liturgia como "la obra de Cristo". De hecho, estos dos significados son inseparables.
Si nos preguntamos:
2. ¿Qué salva al mundo y al hombre? La única respuesta es Jesús de Nazaret, Señor y Cristo, crucificado y resucitado.
3. ¿Y donde está presente para nosotros, para mí hoy el misterio de la Muerte y Resurrección de Cristo, que trae la salvación? La respuesta es: en la acción de Cristo a través de la Iglesia, en la liturgia, sobre todo en el sacramento de la Eucaristía, que hace presente la ofrenda sacrificial del Hijo de Dios, quien nos ha redimido; en el Sacramento de la Reconciliación, en el cual se pasa de la muerte del pecado a la nueva vida; y en los otros actos sacramentales que nos santifican (cf. Presbyterorum ordinis, 5). Por lo tanto, el Misterio Pascual de la Muerte y Resurrección de Cristo es el centro de la teología litúrgica del Concilio.
Vamos a dar un paso más y preguntarnos:
4. ¿De qué modo se hace posible esta actualización del Misterio Pascual de Cristo? El beato Juan Pablo II, a 25 años de la constitución Sacrosanctum Concilium, escribió: "Para actualizar su misterio pascual, Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en las acciones litúrgicas.
La Liturgia es, por consiguiente, el «lugar» privilegiado del encuentro de los cristianos con Dios y con quien Él envió, Jesucristo (cf. Jn. 17,3)" (Vicesimus Quintus annus, n. 7).
En el mismo sentido, lo leemos en el Catecismo de la Iglesia Católica de la siguiente manera: "Toda celebración sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo, y este encuentro se expresa como un diálogo a través de acciones y de palabras". (n. 1153).
Por lo tanto, el primer requisito para una buena celebración litúrgica es que sea oración, conversación con Dios, sobretodo escucha y por lo tanto respuesta. San Benito, en su "Regla", hablando de la oración de los Salmos, indica a los monjes: mens concordet voci, "que la mente concuerde con la voz".
Que manía de meter latinajos... Pensáis que Dios habla solo en Latín :-)
ResponderEliminarSus incesantes deslices en dogma, en moral, en exégesis. Sus incursiones erróneas en ecología, economía y ahora genética. Estas últimas fácilmente dispensables por su incontenida verborrea. Todos esos dislates, insospechados hasta su ascenso al solio pontificio, deben mover a los fieles a una honda reflexión en medio de la tribulación. Nadie esperaba oír su calificación de Lutero como "testigo del Evangelio", un testigo curioso, pues renegó de la presencia real y del sacerdocio sacramental. Nadie esperaba su animosidad --o tal parece-- contra la que ha venido siendo fuente de inspiración teológica desde los Padres, pasando por los maestros medievales, hasta Ratzinger, la liturgia.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarUn Sínodo de Obispos muy importante que convocó Benedicto fue el de la Eucaristía, hubo pocos sinodos como el de las Sagradas Escrituras o de las Iglesias medio oriente ..y en todas concluye Benedicto con el Magisterio de un documento llamado Exhortación Apostólica postsinosal .
ResponderEliminarEn el caso de la Eucaristía la título Misterio de Amor, Catitatis Misterium.
En su autobiografía , Benedicto sonaba con la verdadera renovación litúrgico pero en Espíritu .
En esta exhortación toca la aclaración de lo que significa participación ..ya que los protestantes desplazan el sacerdocio ministerial , y la maña interpretación del concilio a posta de ciertos obispos ,llega a aberraciones de montar una liturgia donde todos tienen una gran actividad pero no es eso lo que el Concilio quería resaltar.
Pero entonces los LibroS y el Misal Romano eran universales y revisados por la Santa Sede..hoy han querido saltarse la reja por detrás para cambiar los cánones y derivar la creatividad delMisal a cada conferencia episcopal...
Entonces esto nos decía Benedictodel novus ordo ena exhortación Apostólica
"
"
Si bien es cierto que todo el Pueblo de Dios participa en la Liturgia eucarística, en el correcto ars celebrandi desempeñan un papel imprescindible los que han recibido el sacramento del Orden.
Obispos, sacerdotes y diáconos, cada uno según su propio grado, han de considerar la celebración como su deber principal[116].
En primer lugar el Obispo diocesano: en efecto, él, como « primer dispensador de los misterios de Dios en la Iglesia particular a él confiada, es el guía, el promotor y custodio de toda la vida litúrgica »[117].
Todo esto es decisivo para la vida de la Iglesia particular, no sólo porque la comunión con el Obispo es la condición para que toda celebración en su territorio sea legítima, sino también porque él mismo es por excelencia el liturgo de su propia Iglesia[118].
A él corresponde salvaguardar la unidad concorde de las celebraciones en su diócesis.
0 i Por tanto, ha de ser un « compromiso del Obispo hacer que los presbíteros, diáconos y los fieles comprendan cada vez mejor el sentido auténtico de los ritos y los textos litúrgicos, y así se les guíe hacia una celebración de la Eucaristía activa y fructuosa »[119].
En particular, exhorto a cumplir todo lo necesario para que las celebraciones litúrgicas oficiadas por el Obispo en la iglesia Catedral respeten plenamente el ars celebrandi, de modo que puedan ser consideradas como modelo para todas las iglesias de su territorio[120].
Respeto de los libros litúrgicos y de la riqueza de los signos
40. Por consiguiente, al subrayar la importancia del ars celebrandi, se pone de relieve el valor de las normas litúrgicas[121].
El ars celebrandi ha de favorecer el sentido de lo sagrado y el uso de las formas exteriores que educan para ello, como, por ejemplo, la armonía del rito, los ornamentos litúrgicos, la decoración y el lugar sagrado.
Favorece la celebración eucarística que los sacerdotes y los responsables de la pastoral litúrgica se esfuercen en dar a conocer los libros litúrgicos vigentes y las respectivas normas, resaltando las grandes riquezas de la Ordenación General del Misal Romano y de la Ordenación de las Lecturas de la Misa.
Aquí está en la exhortación postsinodal de Benedicto lo que nos indica el autor de este artículo de germinans .
ResponderEliminarLes orando Lex Credendi
"EUCARISTÍA,
MISTERIO QUE SE HA DE CELEBRAR
«Os aseguro que no fue Moisés quien os dio el pan del cielo,
sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo» (Jn 6,32)
Lex orandi y lex credendi
34. El Sínodo de los Obispos ha reflexionado mucho sobre la relación intrínseca entre fe eucarística y celebración, poniendo de relieve el nexo entre lex orandi y lex credendi, y subrayando la primacía de la acción litúrgica. Es necesario vivir la Eucaristía como misterio de la fe celebrado auténticamente, teniendo conciencia clara de que « el intellectus fidei está originariamente siempre en relación con la acción litúrgica de la Iglesia »[105]. En este ámbito, la reflexión teológica nunca puede prescindir del orden sacramental instituido por Cristo mismo. Por otra parte, la acción litúrgica nunca puede ser considerada genéricamente, prescindiendo del misterio de la fe. En efecto, la fuente de nuestra fe y de la liturgia eucarística es el mismo acontecimiento: el don que Cristo ha hecho de sí mismo en el Misterio pascual."
En autobiografía de Joseph Ratzinger -Benedicto XvI..
ResponderEliminarMi vida, nos explica el abuso que ocurrió con la liturgia tras el CVII
"El segundo gran evento al conienzo de mis años de (la Univ) de Ratisbona fue la publicación del Misal de Paulo VI, con la prohibición casi completa del misal precedente, tras una fase de transucion de cerca de seis meses.
El hecho de que, despues de un periodo de experimentation que hamenudo habia DEFIGURADO PROFUNDAMENTE la LITURGIA, se volviese a tener un TEXTO VINCULANTE, era algo que habia que saludar como seguramente positivo
Pero yo estaba perplejo ante la prohibition del Misal antiguo, porque algo similar no habia ocurrido jamas en la historia de la liturgia.Se suscitaba por cierto la impresion de que esto era completamente normal.
El misal precedente había sido realizado por PuoV en el año de 1570, a la conclusión del Concilio de Trento; era ipir tanto normal que despues de cuatrocientos anos, un nuevo Concilio y un nuevo Papa publicase un nuevo misal.
Pero la verdad histórica era otra.
Pio V se habia limitado ha hacer reelaborar el misal romano entonces en uso, como en el curso vivo de la historia siempre habia ocurrido alo largo de todoslosssiglos.Del mismo modo habia ocurrido a lo largo de los siglos.
Del mismo modo , muchos de sus sucesores reelaboraron de nuevo este misal SIN CONTRAPONER UN MISAL al OTRO .
Se ha tratado siempre de un proceso CONTINUADO de CRECIMIENTO y de PURIFICACIÓN en el cual, sin embargo NUNCA se DESTRUÍA la CONTiNUIDAD.
un misal de Pío V, creado por él , no existe realmente.
Sigue en el siguiente comentario
Entonces en la autobiografía Benedicto nos explica que el Misal de Pío V era una reelaboración de algo sagrado en uso , en continuidad.. pero ahora va a explicar que era tiempo de la reforma protestante, que si se meten hoy a un templo protestante verán que ni Sagrario, ni Sacerdote,ni piedad, ni Sacrificio...se cargaron todo menos la Biblia eso le llamaban estos destructores reformas litúrgicas, con guerras de religión, donde mataban los fundadores protestantes.
ResponderEliminarEn la autobiografía Mi Vida , Benedicto XVI nos dice:
"La novedad, tras el Concilio de Trento fue de otra naturaleza: la irrupción de la reforma protestante había tenido lugar sobre todo en la modalidad de "reformas " litúrgicas.
No existía simplemente una Iglesia Católica junto a una protestante; la división de la Iglesia tuvo lugar casi imperceptiblemente y encontró su manifestación más visible e históricamente más incisiva en el CAMBIO de la LITURGIA, que a su vez sufrió una gran diversificación en el plano local, tanto que los límites entre lo que todavía era católico y lo que ya no era se hacían con frecuencia difíciles de definir.
En esa situación de confusión , que había sido posible por la falta DE UNA NORMATIVA LITURGICA UNITARIA y del pluralismo litúrgico heredado de la eEdad Media el Papa decidió que el Missalae Romanum", el texto litúrgico de la Ciudad de Roma, católico sin ninguna duda, debía ser introducido allí donde no se pudiese recurrir a liturgias que tuviesen por lo menos doscientos años de antigüedad.
Donde se podía demostrar esto último, se podía mantener la liturgia precedente, dado que su carácter católico, podía ser considerado seguro.
No se puede hablar de hecho, de un prohibición de los anteriores y hasta entonces legítimamente válidos misales.
Lex orandi, Lex credenti. Es evidente que con el cambio de la Liturgia ha cambiado la fe. Ya lo alertó en los años 60 el cardenal Ottaviani, pero ahora ya lo reconoce incluso el Cardenal Roche (enemigo de la Misa Tradicional): el Novus Ordo es una nueva teología.
ResponderEliminarBenedicto XVI alertó en su momento que la Nueva Liturgia suponía una ruptura con la anterior y esto es incompatible con la Tradición.
Lo más patético de todo es que una vez Pablo VI supo que Bugnini era masón, no hizo nada para cambiar el Novus Ordo.
Para los que saben historia de la Iglesia, desde principios del s. XX los masones, como el Cardenal Rampolla, tenían el objetivo de cambiar la Liturgia y hacerla protestante.
La conclusión lógica es que si ha cambiado la Fe, entonces habría que suprimir el Novus Ordo. Pero ni los cardenales conservadores se atreven a tanto, ni los progresistas, tienen suficiente con el Novus Ordo, sino que quieren misas pachamámicas.
En mi opinión, todo lo que no sea volver a la Tradición Litúrgica, acabará con la fe de los pocos que siguen yendo a Misa.
aquí en la autobiografía Mi Vida, Benedicto nos advierte la injusticia (que hoy está haciendo Francisco) que trato Benedicto de subsanar en su pontificado :
ResponderEliminar"Ahora, por el contrario, la promulgación de la prohibicióndel misal que se había desarrollado a lo largo de los siglos desde el tiempo de los sacramentales de la Iglesia antigua, COMPORTÓ una RUPTURA en la HISTORIA de la LITURGIA cuyas consecuencias solo podían ser trágicas.
Y aqui continua BXVI exponiendo algo muy importante:
ResponderEliminar"Como ya había ocurrido muchas veces anteriormente , era del todo razonable y estaba plenamente en línea con las disposiciones del Concilio vIi que se llegase a una REVISIÓN del MISAL, sobretodo considerando la introducción de las lenguas nacionales.
Pero en aquel momento acaesio algo más : se destruyó el antiguo edificio y se construyó otro, si bien con el material del cual estaba hecho el edificio antiguo y utilizando también los proyectos precedentes.
No hay ninguna duda de que de que este nuevo misal comportaba en MUCHAS DE SUS PARTES AUTÉNTICAS MEJORAS y un verdadero enriquecimiento, pero el hecho de que se presentara como un edificio nuevo, CONTRAPUESTO a aquel que se había formado a lo largo de la historia, QUE SE PROHiBIESE ESTE ÚLTIMO y se hiciese aparecer la liturgia de alguna manera YA NO COMP UN PROCESO VITAL, sino como un producto de ERUDICIÓN de especialistas y de competencia jurídico, nos ha producido unos danos extremadamente graves.
Porque se ha desarrollado.la impresión de que la liturgia se "hace" que no es algo que existe antes que nosotros, algo dado sino que depende de nuestras decisiones.