Próxima estación: Tortosa

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Este lunes se conocía el nombramiento de nuevo obispo de Ávila en la persona de Don Jesús Rico García, hasta ahora rector del Pontificio Colegio Español en Roma. La diócesis abulense se hallaba vacante desde el día 16 de julio de 2022, en que Mons. José Mª Gil Tamayo fue designado arzobispo coadjutor de Granada. En estos momentos solo quedan libres dos demarcaciones eclesiales, las dos catalanas: Gerona, desde el fallecimiento de Mons. Pardo el día 31 de marzo de 2022 y Tortosa, desde el día 10 de octubre de igual año, en que Mons. Enrique Benavent fue promovido a arzobispo de Valencia. Lo normal sería que la próxima designación fuese la gerundense, pero parece que la sede dertosense se le va a adelantar. La provisión del obispado de la capital del Ter va para largo.
Ciertamente los últimos nombramientos episcopales se están realizando con un enorme sigilo, sin que trascienda la identidad del elegido hasta el día antes o el mismo día de hacerse pública su nominación. Tanto el nuncio Auza como Omella (cada uno en su responsabilidad) están consiguiendo que el secreto pontificio se guarde hasta extremos insospechados hace tan solo unos pocos años. No obstante, en Germinans hemos seguido acertando algunas primicias, como la del obispo de Solsona, Francesc Conesa, aunque, sin duda, cada vez nos lo ponen más difícil. El candidato natural para Tortosa sería el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros (1964), ya sea porque lleva más de 6 años en el cargo o porque el obispo Benavent desea tener su propio equipo, siendo el último auxiliar que le queda de la época Cañizares. No obstante, últimamente, el escalafón episcopal no está siendo seguido a pies juntillas, cual se ha visto en provisiones recientes como las de Compostela o Buenos Aires o la que suena como inminente para Madrid.
 Mons. Arturo Ros Murgadas
En todo caso, sea quien sea el nombrado, sí se puede asegurar que Tortosa precederá a Gerona. La pobre Gerona que lleva más de un año con un administrador diocesano, nacido en 1946, el cual ya habría presentado la renuncia, caso de ser obispo, hace dos años. Ya les he contado las idas y venidas de ternas a Roma, las negativas de varios sacerdotes a aceptar el reto gerundense, el intento de última hora (por el momento sin éxito) de promocionar al vicense Romà Casanova, para luego unir Solsona y Vic, lo cual sería una solución bastante sensata. Sea por lo que sea, no se provee la vacante de Pardo y la diócesis va feneciendo, con un administrador que no para de presidir exequias sacerdotales. Es incuestionable que, fallecido el anterior obispo en el cargo, no cabía otra solución canónica que la reunión del Colegio de Consultores y la designación de un administrador diocesano, pero la demora en designar residencial aconsejaría una modificación del régimen de administración y, dado el manifiesto estado de aletargamiento, una administración apostólica sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis.
Ultima reunión de la Conferencia Episcopal Tarraconense
Después están los dos obispos con el tema de la renuncia por edad: Cortés en Sant Feliú de Llobregat, que la presentó el pasado octubre y Giménez Valls en Lérida, que la presentará este 31 de mayo. Si las vacantes no se cubren, y cuando se cubren lo hacen a ese ritmo pasmoso, nadie espera celeridad en esas dos sustituciones. A Cortés le anteceden 7 obispos con fecha de caducidad. Aparte, en marzo de 2024, Omella finalizará su mandato como presidente de la CEE, por lo que es de suponer que se irá desembarazando de alguno de sus auxiliares, cuyo destino bien podría ser el de la vecina Sant Feliu. Todo va para largo y únicamente Tortosa se halla en el horizonte. No obstante, a pesar de todo, la composición del episcopado catalán dará un vuelco en los próximos años. A las vacantes mencionadas y diócesis con obispo renunciado, deberán añadirse las de Urgel y Terrassa, cuyos titulares presentarán la renuncia en 2024 y 2025. Y por encima de todas, la más compleja, la sucesión de Omella, sea a partir de 2024 o a partir de 2026, cuando cumpla 80 años, respecto a la cual ni tan siquiera existe, hoy en día, un candidato con cara y ojos. Mientras tanto, las aburridas sesiones de la llamada Conferencia Episcopal Tarraconense cada vez cuentan con menos mitrados. Algún día se impondrá esa inexcusable renovación.
Oriolt 

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22 comentarios

  1. Gracias Sr Oriol por engrandecer en altura la fachada de la Catedral de Tortosa, jeje.

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  2. "Sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis": veo que es una sede episcopal que está vacante, como Gerona, y el nombramiento del nuevo obispo se realizará de manera directa y discrecional por parte del Papa, ("per democratiam digitalem", o sea, como me da la gana):

    "Sede vacante": sin obispo titular por renuncia, muerte, incapacitación, grave enfermedad, encarcelamiento, secuestro (en la Edad Media, por berberiscos), transferencia a otra diócesis, excomunión, nombramiento inválido e ilícito, no ser hombre, no ser católico... es decir, cualquier circunstancia que implique que no es hombre capaz física y psíquicamente, ordenado válidamente, católico ortodoxo (no apóstata, cismático o hereje) y que pueda tomar las decisiones de manera libre (que no está preso, encarcelado, secuestrado o amenazado...)

    "Ad nutum": viene del verbo latino "nuo" (nuere, nui, nutum), es "asentir" (de aquí "anuencia"), a voluntad, a discreción, sin restricciones o limitaciones, a libre albedrío, sin reglas ni restricciones o limitaciones, nombrado directamente por el papa, sin necesidad de recurrir a procedimientos canónicos. Esto implica, en teoría, una relación de confianza. En Francia sirve para designar la elección de altos funcionarios donde hay una relación muy fuerte de confianza (el ministro nombra al gobernador civil). No hay que decir que el cura puede perfectamente negarse, pues puede alegar toda causa justa, incluso un simple "no" sin justificar el por qué (pueden haber razones "peculiares" que aconsejan mejor no meterse en una función tan expuesta al público, y no hay obligación de revelarlo a nadie, excepto si quiere bajo secreto de confesión): no se puede entrar en el orden del episcopado forzado, carente de libertad. El nombramiento del papa realizado bajo esta manera necesariamente obliga a la aceptación del presbítero. Obviamente, en general, se acepta la función de antístite, pero esa costumbre no elimina la necesidad de acceder al cargo de obispo de manera libre, sin coacciones, amenazas, represalias, premios, recompensas o simonías.

    "Sanctae Sedis": Santa Sede, la máxima autoridad de la Iglesia Católica, que es el Papa: nombramiento efectuado por la autoridad del Papa, monarca absoluto.

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  3. Durante la época romana y la Alta Edad Media, bajo la influencia de San Cipriano de Cartago, se establecieron importantes principios teológicos y canónicos en relación con la elección de los obispos en la Iglesia Católica.


    Estos principios se basaban en las enseñanzas y la tradición de la Iglesia y buscaban garantizar una elección justa y adecuada de los obispos, quienes desempeñaban un papel fundamental en la vida y gobierno de la Iglesia.


    1. En primer lugar, San Cipriano defendía el principio de que los obispos debían ser elegidos por el clero y el pueblo de la diócesis correspondiente. Esto reflejaba la idea de que la elección del obispo debía ser un acto comunitario y participativo, en el que se tuviera en cuenta la voluntad de los fieles y la comunidad eclesial en su conjunto. Además, esta elección debía llevarse a cabo con la debida consulta y discernimiento, teniendo en cuenta la santidad, la doctrina y las aptitudes del candidato.


    2. Asimismo, San Cipriano abogaba por la importancia de la unidad y la comunión en la elección de los obispos. Para él, era crucial que los obispos fueran elegidos en comunión con la Iglesia universal y bajo la autoridad del Papa. Esto significaba que la elección de un obispo debía ser confirmada y ratificada por la autoridad eclesiástica correspondiente, lo que aseguraba la continuidad y la coherencia en la sucesión apostólica.


    3. Además, San Cipriano destacaba la necesidad de una adecuada formación y preparación de los candidatos al episcopado. Consideraba que los obispos debían ser hombres de virtud y conocimiento, capaces de guiar y pastorear al pueblo de Dios. Por lo tanto, la elección de un obispo debía basarse en una evaluación cuidadosa de la idoneidad y la preparación espiritual y teológica del candidato.


    4. En cuanto al papel del emperador y las autoridades civiles en la elección de los obispos, San Cipriano defendía la autonomía de la Iglesia en esta materia. Aunque reconocía la importancia de una buena relación entre la Iglesia y el Estado, sostenía que la elección de los obispos era una cuestión eclesiástica y debía ser llevada a cabo por la comunidad de creyentes, sin interferencias indebidas por parte de las autoridades seculares.


    5. Como se organiza un Sínodo de la sinodalidad, puede volverse a los inicios de la Iglesia para repensar la manera actual de elegir a los obispos, fuera de Omella y sus secretitos manejos. Como mínimo, a los laicos y clero nos podrían dar la posibilidad de que el obispo saliente rindiera cuentas, que se nos diera voz y voto, información completa y transparente, para así decir cuál es el estado real de la diócesis y qué necesidades requieren ser atendidas por el próximo obispo. Otra cosa diferente es el poder elegir a los candidatos, que también podría ser posible.

    Pero por ahora, los obispos siguen siendo elegidos de manera secreta y altoclerical, entre unos cardenales, obispos, señores que pasan por ahí y el pontífice. El resultado es una crisis vocacional clerical-religiosa y de participación laical.

    Falta inteligencia, pues cuando llegan los momentos decisivos, la elección de obispos, no se decide cómo servir mejor a una diócesis, sino en colocar a gente afín, pero eso es antieclesial, uno está para servir a la salvación de las almas de la diócesis, no el mantenerse como obispo peregrinando de diócesis en diócesis a golpe de amiguismos:


    a) TESTIMONIUM presbiterial: Los presbíteros, especialmente los más antiguos, tenían la responsabilidad de dar testimonio de las virtudes y la buena reputación del candidato. Su declaración de idoneidad era considerada como un respaldo importante y formaba parte del proceso de elección del obispo.


    b) SUFFRAGIUM PLEBIS: El derecho del voto de los fieles. Se reconocía que la elección del obispo debía involucrar a toda la comunidad de creyentes, y no solo a un grupo privilegiado. El pueblo tenía el derecho de participar en la elección, conocer al candidato y tener voz para aceptar a los dignos y rechazar a los indignos.

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  4. Sinodalidad en la selección y elección episcopal (2)30 de mayo de 2023, 2:09

    c) IUDICIUM EPISCOPORUM: El juicio de los obispos. Los obispos más cercanos a la diócesis vacante desempeñaban un papel fundamental en la elección del nuevo obispo. No solo llevaban a cabo la consagración, sino que también debían emitir su juicio sobre la idoneidad del candidato. Este juicio no se limitaba a consideraciones humanas, sino que también implicaba una dimensión sagrada y un discernimiento en oración, confiando en la voluntad divina y la acción del Espíritu Santo.


    d) IUDICIUM DEI (Juicio de Dios): reconocía que el juicio de Dios pasaba por toda la comunidad, llamada Fraternitas, que incluía a los laicos, el clero (especialmente los presbíteros) y los obispos. Cada miembro desempeñaba su función de acuerdo con su condición y en espíritu de comunión.

    El testimonio de los presbíteros era considerado importante, ya que daban fe de la buena voluntad y las cualidades del candidato. Además, los laicos, especialmente los más notables, emitían su voto o suffragium, expresando su acuerdo y apoyo al candidato. Este voto no era simplemente democrático, sino que representaba un consentimiento y respaldo general de la comunidad.


    e) SENSUS FIDEI: La sinodalidad en la elección de obispos se basaba en el principio de sensus fidei, el sentido de la fe compartido por todos los miembros de la comunidad. Se creía que cada miembro, tanto del clero como de los laicos, tenía el don del discernimiento gracias al bautismo recibido. Por lo tanto, su testimonio y juicio eran dignos de ser considerados en la elección del obispo.


    f) La participación del clero y los laicos en la elección de obispos no implicaba que el Papa nombrara directamente a los obispos. Más bien, la comunidad elegía a su propio obispo bajo la supervisión de los obispos vecinos. El papel del Papa, como obispo de Roma, era arbitrar en caso de conflictos o disputas.


    g) San Cipriano resalta la importancia del consenso y la participación de toda la comunidad, tanto del clero como de los laicos, en la elección de los obispos, basándose en principios del derecho romano clásico y principios de la teología católica. También resalta la necesidad de tratar y aprobar asuntos que afectan a todos y rechaza la violencia y la coacción como contrarias al consenso. Se enfatiza el sentido de la Iglesia que incluye a todo el pueblo cristiano y se establece que el bien común es el bien del pueblo en su conjunto:

    CLERUS POPULUSQUE ECCLESIAE:

    Procede del SPQR o Senatus Populusque Romanum.

    CONSENSUS POPULI DEI:

    Se refiere al consenso del pueblo de Dios en la toma de decisiones.

    QUOD OMNES TANGIT AB OMNIBUS TRACTARI ET APPROBARI DEBET:

    Principio que establece que lo que afecta a todos debe ser tratado y aprobado por todos.

    QUANDO A PRIMORDIO EPISCOPATUS MEI STATUERIM, NIHIL SINE CONSILIO VESTRO ET SINE CONSENSU PLEBIS MEA PRIVATIM SENTENTIA GERERE:

    San Cipriano afirma la importancia de no tomar decisiones sin el consejo y consentimiento de los demás: "Cuando desde el comienzo de mi episcopado decida, no realizaré nada personalmente sin vuestro consejo y sin el consentimiento del pueblo"

    SENSUS ECCLESIAE TOTIUS POPULI CHRISTIANI:

    El sentido de la Iglesia que abarca a todo el pueblo cristiano, no solo a la jerarquía.

    EX CONSENSU:

    Significa que se cuenta con el consentimiento de la parte interesada al realizar algo.

    OMNIUM CONSENSU:

    Por el consentimiento de todos.

    NIHIL CONSENSUI TAM CONTRARIUM EST QUAM VIS ATQUE METUS:

    Nada es tan contrario al consenso como la violencia y la coacción. Y la clandestinidad deriva de estas dos.

    RES PUBLICA RES POPULI:

    El bien común es el bien del pueblo, no solo la congregación de algunas personas, sino la unión de la multitud en consenso de derecho y utilidad común (Cicerón, La República). Se aplica a la Iglesia, pero toda sinodalidad, como todo en la Iglesia, hasta el derecho procesal, está sujeta a 2 principios supremos:

    1º.- La defensa de la verdadera Fé Católica recta y ortodoxa, según la Sagrada Tradición y el Magisterio vivo de todos los pontífices

    2º.- La salvación de las almas

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    1. Entre los doctos lectores de este blog alguien me sabría explicar ¿por qué la consagración episcopal se convierte muchas veces en un trampolín para la carrera y sirve para promocionar a ciertos eclesiásticos? El anillo episcopal que recibe el nuevo obispo, no significa acaso la fidelidad a la Iglesia y a su Iglesia particular? Ya San Ambrosio de Milán y Agustín de Hipona escribieron sobre este argumento si no me equivoco.
      El uso del episcopado en términos de promoción o de cargo me parece que desvirtúa en gran manera el verdadero servicio del obispo. Podrá justificarse con muchos argumentos pero si uno va a los orígenes sabemos que el buen pastor conoce a sus ovejas y ellas lo reconocen. Tantos cambios de pastor no sé si despistan al rebaño después.
      Cosa absurda también la creación de obispos titulares, obispo de una diócesis que ya no existe. Para los honores y promociones de carrera existe ya el cardenalato, no?

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  5. ¿Y el auxiliar de Barcelona, Javier Vilanova, para Tortosa? Si no me equivoco es originario de tierras tortosinas, conoce a los sacerdotes y sería muy cercano al pueblo. Sería una opción razonable.

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    1. pienso todo lo contrario...

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    2. El gran problema sigue siendo su adhesión a la causa pujolera.

      Por razones históricas (que no reales, porque ya no tienen influencia), el nacionalismo quiere nacionalistas para nacionalizar la plebe (nosotros), por lo que para estos "patriotas" del +3% el nacionalizador que nacionalice buen nacionalizador será.

      (es decir equiparan "santidad" con fidelidad a la causa y obediencia al capo)

      Lo tienen fácil, porque tras 40 de nacionalización forzosa y el poco crédito que tiene hoy la santidad, incluso en el Vaticano, tiene que haber por ahí muchos mediocres ambiciosos dispuestos a llevar ínfulas y cuanto más enormes, mejor,

      Yo pensaría en Bolaños, de oficio pelota desenterrador, como los escarabajos de la boñiga; seguro que una declaración pachamamera y una adhesión inquebrantable a la "tierra que sufre" le convierte en candidato de primera con buena mano en Moncloa, que es lo más. Después de todo ya ha votado en el Consejo la concesión de la nacionalidad a varios cientos de miles de pagapensiones ilegales y eso sí que son buenas credenciales s.j.

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  6. No creo que en Barcelona se deshagan de un auxiliar, máxime cuando recientemente han ordenado uno. Mientras Omella siga de arzobispo, que será mientras Francisco sea Papa, los auxiiares de Omella son intocables.
    Ahora bien, dado que el clero cada vez es menos numeroso, debiera pensarse en agrupar diócesis, porque, si hay menos sacerdotes, será cada vez más difícil encontrar obispos. Dijo una vez el cardenal Ouellet, anterior prefecto de los Obispos, que cada vez había más candidatos al episcopado que rechazaban la propuesta papal.

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    1. 12/28, totalmente de acuerdo con su comentario.

      Lo de Bolaños lo ha bordado!!!

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  7. La quiniela de obispos no acaba de salir de premio para Girona. Parece que ningún candidato de tierras gironinas esta dispuesto a aceptar el cargo que le elevaria al Olimpo. El ser obispo es un cargo mal visto por la sociedad actual, ya que en sus cartas pastorales sólo rellenan paginas para quedar bien con la feligresía, y sus textos son "plúmbeos", les falta espectacularitat literaria. El pueblo quiere espectáculos, de pan ya tiene. Estamos en una época en que ser un "influencer" en los medios les va muy bien económicamente a algunos, lástima que pocos eclesiásticos se dediquen a ello.

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    1. Sr. Garrell no soy quien para dar consejos, pero le doy uno: escriba menos y piense más!

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    2. No se trata de eso. Es peor: nadie quiere una diócesis que promete muchísimo trabajo y muy pocas recompensas, al menos a corto y medio plazo.
      Lo malo de esa desgraciada diócesis es que toda la iglesia que allí peregrina, desde los obispos al último sacristán (quiero pensar que la mayoría de los fieles no cayó en la trampa) se entregó al César independentista y se olvidó de Dios.
      Ahora se recoge la pésima cosecha sembrada. Y nadie quiere hacerse cargo del desastre. Más cuando la gente influyente sigue con el "sostenerlo y no enmendarlo".

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  8. Roma Casanova también es de les terres del ebre.

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  9. ¿Y por qué no va a Gerona?

    ¿Qué tiene Gerona que todos huyen y hasta vuelan por la ventana cuando les dicen "si vols ésser bisbe de Girona"?

    ¿Para cuándo el Vaticano pondrá su punto de mira en Gerona y todas las diócesis europeas desobedientes y rebeldes?

    ¿Por qué en Gerona no se impide que el nacional-progresismo, es decir, la ideología de izquierdas e independentista, no se apropie de la religión y la haga religión oficial de Estado, vasalla, esclava y servidora del Estado ideologizado en la cultura de la muerte y de género?

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    1. Lo he dicho antes. La cosecha ha sido muy mala y en el futuro más próximo se prevé incluso peor. Hay que ser muy valiente o tener una fe a toda prueba para aceptar esa encomienda.
      Respecto a lo último: se impediría si la gente importante y/o responsable estuviera por la labor. Don Francesc lo intentó desde arriba y falló por falta de apoyos.

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    2. ¿Quien quiere ser gerente de una empresa donde el personal tiene de media más de setenta años y nadie contesta a las ofertas de trabajo?

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  10. Hoy en día ser Obispo tiene poca incidencia en las personas (gracias a Dios), aunque siguen teniendo poder e influencia en las instituciones públicas... residuo de siglos de nepotismo eclesial y político. El poder del Estado debe estar independiente de cualquier intromisión religiosa, eso no significa que no se conserven las tradiciones culturales fundamentadas en el catolicismo.

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    1. Gerona tendría que anexionarla una Diócesis del Rosellon Francés.

      Se les acabaría rápido las ínfulas separatas en un plis -plas!!!!

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    2. No es por afán de revancha, pero cabe la posibilidad que al final no quede otra solución que anexar la diócesis. Sólo por pura racionalidad administrativa.

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  11. Gracias a Dios en germinans no tienen ni idea de Tortosa. Somos pequeños pero semillero de obispos. Y cuidado que mas van a salir

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