El cardenal Omella, tiene muy claro que la diócesis barcelonesa debe deshacerse temporalmente de una parte de su patrimonio, templos incluidos, para tener una mayor solidez económica y para dar respuesta a una nueva realidad sociológica, y es que sobran iglesias y faltan sacerdotes, y por qué no decirlo también fieles. Aun así, la fórmula adoptada mayoritariamente no es vender esas propiedades, sino llegar a acuerdos de largo término de 50, 75 o 90 años en derecho de superficie, o dicho más profanamente alquilándolos, sin perder la propiedad.
Don Juan José es un aragonés tozudo y persistente, por lo que no se echa atrás en sus decisiones y acarrea las consecuencias, como su paisano Nicanor Villalta toreará con quien haga falta y llegará hasta el final de la faena, caiga quien caiga. Sabe perfectamente que eclesialmente es un hombre fuerte y que nadie le va a rechistar dentro del ámbito diocesano, ni siquiera aquellos progres que tanto amargaron la vida a obispos anteriores, pero fuera de la Iglesia ya es otra cosa y aquí es donde vienen los problemas, cuando llegan de ámbitos que él no puede controlar o dominar.
Si la Iglesia fuera una empresa sin escrúpulos, nadie se metería con sus decisiones inmobiliarias, pero curiosamente cuando se pone en marcha una de estas operaciones ya aparecen los protestones de turno, que normalmente nada tienen que ver con la Iglesia para criticar el proyecto y para reclamar esos terrenos para el barrio o para el municipio. Así sucedió en el llamado "Convictorio" en el barrio de Les Corts, cuando la presión vecinal hizo cambiar en varias ocasiones las previsiones iniciales. O más recientemente el caso del edificio conocido como "Casa del Delme" en Sant Vicenç de Montalt, donde se ha pedido la expropiación para evitar que el obispado, en este caso por venta, ingrese una buena suma económica.
Y si todos esos problemas no fueran suficientes, ahora resulta que el proyecto de reconvertir la parroquia de Sant Isidor en plena calle Urgell, en un centro de investigación del Hospital Clínic, tiene problemas para desarrollarse. El obispado pactó que el edificio podía derruirse para crear uno de nuevo, acorde con las necesidades del proyecto sanitario, pero una vez más la movilización vecinal y de algunos nostálgicos cooperativistas, ha truncado el acuerdo inicial. El hecho de que ese edificio hubiera sido la sede de la Unión Cooperatista Barcelonesa en los años treinta, hace que algunos reclamen que es un edificio histórico emblemático que no se puede destruir, la alcaldesa comunista Colau, se ha hecho eco interesadamente de esas protestas y ha dicho que la fachada y el teatro no se pueden aniquilar.
El obispado está tranquilo porque cree que el contrato está firmado, y que ahora eso es un problema entre el Ayuntamiento y el Hospital Clínic, pero también es cierto que la firma se hizo entendiéndose que el edificio podía destruirse, cosa que en este momento no es posible. Se podría decir que no se ha cumplido el contrato y volverse atrás, aunque siendo la institución que es, en principio, no se prevé una ruptura a posteriori del acuerdo.
El tema inmobiliario no es fácil, y si eres la Iglesia aún menos. Todo edificio en el que el obispado quiera "hacer caja", se verá envuelto en algún tipo de protesta, siempre con el mismo objetivo, que la Iglesia no saque rédito económico y que el terreno se lo quede "el pueblo".
Otra cuestión es la de la parroquia de l'Esperit Sant, porque no es una iglesia de mínimos o que se encuentre medio en ruinas, es una parroquia viva, que Omella por un buen acuerdo con Blanquerna se la está cargando, y esto ya es mucho más grave. Deshacerte de algo que no haces servir o prácticamente está sin uso, es una buena operación, pero cerrar parroquias que tienen vitalidad porque has recibido una suculenta oferta económica, eso es bastante más discutible, porque tiene unas consecuencias pastorales nefastas.
Francisco Fabra
"Otra cuestión es la de la parroquia de l'Esperit Sant, porque no es una iglesia de mínimos o que se encuentre medio en ruinas, es una parroquia viva, que Omella por un buen acuerdo con Blanquerna se la está cargando, y esto ya es mucho más grave. Deshacerte de algo que no haces servir o prácticamente está sin uso, es una buena operación, pero cerrar parroquias que tienen vitalidad porque has recibido una suculenta oferta económica, eso es bastante más discutible, porque tiene unas consecuencias pastorales nefastas."
ResponderEliminarEso todavía está por ver, lo cierto es que la parroquia del Espíritu Santo, como su nombre indica, sigue con su invisible pero tangible resistencia... lo de Omella fue simplemente una alcaldada, un simulacro de sinodalidad y de nula preocupación por el interés prevalente por la cura de las almas (canon 1752 CDC); por aquí, no le veo mucho futuro...
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"El obispado está tranquilo porque cree que el contrato está firmado, y que ahora eso es un problema entre el Ayuntamiento y el Hospital Clínic, pero también es cierto que la firma se hizo entendiéndose que el edificio podía destruirse, cosa que en este momento no es posible. Se podría decir que no se ha cumplido el contrato y volverse atrás, aunque siendo la institución que es, en principio, no se prevé una ruptura a posteriori del acuerdo."
Es un caso jurídico interesante. Parece que el obispado ha recibido el dinero, el nuevo propietario es el Hospital Clínico, es decir, el consorcio donde están la Generalidad de Cataluña y la Universidad de Barcelona, se firmó un contrato de venta con unas condiciones urbanísticas concretas, y la normativa urbanística es competencia del Ayuntamiento de Barcelona.
Aquí ya jugamos con la salud de los ciudadanos, y es un tema de interés público y general, conforma el Estado social del bienestar (junto con el Estado de Derecho y el Estado Democrático) y es un Pilar Social esencial para Europa.
El Pilar Europeo de Derechos Sociales, así en general, proclamado en 2017, se refiere al conjunto de políticas, principios y derechos que facilitan el bienestar y la protección social de los ciudadanos en los Estados europeos: un turista de Alemania puede necesitar atención médica en Barcelona, y Europa y Alemania no quiere que Barcelona tenga déficits sanitarios que maten o incapaciten o discapaciten a su ciudadano alemán.
En el ámbito más concreto de la sanidad y salud, el Pilar Social Europeo se enfoca en garantizar el acceso a una atención médica de calidad, la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y la igualdad en la atención sanitaria, sea de españoles, europeos o extranjeros o apátridas y emigrantes.
En relación este tema, la sanidad y salud, el principio número 16 del Pilar Europeo de Derechos Sociales se centra en el acceso a la atención sanitaria.
Este principio establece que:
- Todos tienen derecho a una atención sanitaria ASEQUIBLE de buena CALIDAD. El acceso a la atención sanitaria debe GARANTIZARSE en función de las necesidades, con independencia de los ingresos y el lugar de residencia.
O sea, la patata caliente la tiene el Ayuntamiento de Barcelona, Colau y el nuevo alcalde de Barcelona dentro de dos meses, pues si el ayuntamiento mantiene una estructura fosilizada como es un teatro inoperativo y un edificio antiguos, con estructuras antiguas que ya quizás deben de tener más de un siglo, entonces el edificio, sea nuevo o sea reformado conservando el teatro y la fachada, se deberá de compatibilizar con el uso sanitario, eso sí, con los límites de protección del patrimonio de interés general.
Ya no todo vale con tal de fastidiar al arzobispado, lo cual además queda mal, pues se priva de salud a los europeos y ciudadanos de Barcelona, y encima se queda con el sambenito de perseguidor de la Iglesia sin ton ni son, aplastando derechos humanos básicos como la salud.
Lo que no dejará de ser divertido ver como el teatro pasa a ser una sala de atención médica, de curas, de extracción de sangre y de consultas: la medicina es un teatro y sorpresas te da la vida...
En el caso de Sant Isidor, no es una venta, es un contrato de cesión y alquiler por unos años.
EliminarEl Ayuntamiento ya ha dejado claro que es un contrato entre dos entidades privadas, y que no se meterá, ni a favor de unos, ni de otros.
ResponderEliminarEn Reus tienen un problema con un teatro del obispado donde está en juego si lo alquilan al Ayuntamiento con la condición de que se hagan obras teatrales no contrarias a la Fe pero el alcalde ya ha dicho que esta propuesta es difícil de cumplir y más bien imposible. De momento he leído que han suspendido la cesión del teatro por las malas condiciones del edificio, ya veremos como acabará el asunto. Si se alquilan edificios propiedad de La Iglesia surge el problema: ¿Para hacer que en estos edificios?.
Madre mía... ¡qué problemón!!!! Dentro de poco no sabrán que hacer con las iglesias...
EliminarTanto Cash para tan poco clero, tendrán suficiente dinero para los pobres. Vamos, digo yo!!!
ResponderEliminarEs cierto, pero los ayuntamientos tienen que cumplir con la función social de la propiedad, que afecta por igual a particulares, empresa,s asociaciones, fundaciones y administraciones. Deben de dar a la propiedad una función social de vivienda o local de negocio, percibir rentas, destinarlo a salud, deporte, sanidad, museo...
ResponderEliminarNo se preocupe don Juan José, si faltan párrocos. Soy casado, me ofrezco a llevar una parroquia. Me ordena presbítero, vivo en la parroquia junto mujer e hijos, cobro del estado el sueldo como sacerdote diocésano sin causar gastos a las arcas eclesiales.. mi esposa limpiará la parroquia y yo atenderé los sacramentos. Como hace en Oriente la Iglesia Católica
ResponderEliminarUsted es el modelo sacerdotal que falta.
EliminarNo tienen ni idea de lo que cobra un cura. Gracias al 0.7% de la declaración de la renta marcando la casilla y por cierto menos de mileuristas. Por tanto menos lecciones. En oriente todo y estar casados no Veo abundancia de vocaciones
EliminarNo, señor. No se sirve a la Iglesia para aprovechamiento propio. Los mercenarios sobran.
EliminarPureza es lo que le falta a la Iglesia.
En total desacuerdo, pues, con el Sr. Garrell.
M'en alegro que cada vegada més apareixen més i més comentaris que miren a orient (tant als uniates com els ortodoxes).
EliminarLos Curas no cobran del Estado.
ResponderEliminarEso era en tiempos del Glorioso Caudillo.
Y a mí me parecía muy bien.
Y tanto que cobran del Estado.. Está recogido en el concordato con la Santa Sede.. Informese bien.
Eliminar0.7% de la declaración de la renta, gracias a los fieles, ni un euro del Estado, miren de que hablan no saban nada, por favor sean serios
EliminarSr. Garrell, no se malas ideas, hombre!
ResponderEliminarEn el fondo les da asco que un sacerdote pueda ser casado y se acueste con una mujer. Tienen ustedes una visión idealizada, por no decir idolátrica de cómo debe ser un sacerdote. No importa los argumentos, ustedes nunca aceptarán al sacerdote casado por la visión distorsionada y miope que ustedes tienen de la fe... Asquito me da
ResponderEliminarCita: ""No, señor. No se sirve a la Iglesia para aprovechamiento propio. Los mercenarios sobran.
ResponderEliminarPureza es lo que le falta a la Iglesia.
En total desacuerdo, pues, con el Sr. Garrell."".----------------Respuesta: Todos los sacerdotes que cobran un salario del Obispado o del Gobierno, en parte si que sirven a La Iglesia para aprovechamiento propio, lo ideal seria que no cobraran nada y vivieran de un oficio o de limpiar las iglesias que para esta faena se contratan mujeres que nunca van a misa. Esta es la pureza más perfecta.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Garrell
EliminarAl señor: Anónimo 1 de abril de 2023, 10:07
ResponderEliminarAntes de hablar: piense, antes de pensar, lea. Parece que se confunde usted con los “ascos”. Primero presume un “asco” en unos “ustedes” y luego confiesa que: “asquito” le dan.
Muchos “ustedes” respetan la tradición y el magisterio de la Iglesia. Respételos.
¡Por la Virgen María!, (puede ser poco adecuado nombrarla en este contexto).
Me voy a releer el libro “Roma, dulce hogar”.
https://www.elarbolmenta.com/single-post/2016/05/27/roma-dulce-hogar-un-viaje-espiritual-1
Pues si.
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