Unas horas antes de que se hiciera público el nombramiento de Mons. David Abadías como nuevo obispo auxiliar de Barcelona, Germinans Germinabit colgaba el banner que aún luce encima de este escrito, una vez más nos adelantábamos a la noticia, eso sí, con poco espacio de tiempo, porque nuevamente Don Juan José volvía a romper las quinielas y apostaba por alguien con quien nadie contaba y mantenía el secreto de ese movimiento hasta prácticamente el momento de hacerse oficial.
Y es que nadie se imaginaba que el escogido vendría de nuestra vecina diócesis de Terrassa, un territorio con un clero excepcional, fruto, entre otras cosas, del excelente trabajo de sus dos obispos, desde su creación en 2004, Mons. Saiz Meneses y Mons Cristau, ambos formados en el Seminario de Toledo, en los tiempos del gran cardenal Don Marcelo González Martín. No creemos que este detalle haya gustado al clero nacional-progresista que ve esa diócesis con rechazo y que además defiende que hay suficiente clero en Barcelona para ocupar esa plaza, no es nuestro caso, ya que defendemos que el candidato sea bueno, venga de donde venga.
Esa diócesis ya ha dado tres obispos desde su creación, Pardo, Cristau y ahora Abadías, algo que no se puede decir de otras diócesis, ni siquiera la gran Barcelona, que últimamente solo ha dado una mitra en la persona del auxiliar Gordo. Y no hay que descartar que en los próximos nombramientos que quedan por cubrir en Cataluña salga algún otro prelado de allí.
Esa pertenencia a la diócesis de Terrassa, no quita que conozca perfectamente la diócesis de Barcelona, algo que no pasaba con Mons. Vilanova o con el fallecido Vadell. Mons. Abadías es originario de la parroquia de Sant Miquel dels Sants, en el barrio de Gracia, y estuvo vinculado a la diócesis de Barcelona hasta 2004 en que la división le dejó situado en la diócesis egarense a la que no renunció, como hicieron algunos sacerdotes progresistas que no quisieron estar bajo las órdenes de Don José Ángel. En estos últimos años y por su trabajo como docente en la Facultad Antoni Gaudí del Ateneo San Paciano, en el edificio del Seminario barcelonés, del que ha sido decano, ha mantenido contacto continuo con nuestra diócesis.
Mons. Abadías es y ha sido siempre un buen sacerdote, ordenado por Don Ricardo Carles en 1998, forma parte ya de ese clero de cincuenta años para abajo en el que prácticamente no existen elementos progresistas peligrosos. Desde el primer momento ha vestido sacerdotalmente y siempre se ha movido en la recta doctrina, tanto en sus responsabilidades parroquiales en la diócesis de Terrassa como en las académicas en Barcelona. Pueden leer, por ejemplo, el escrito que con motivo de la muerte de Benedicto XVI escribió para El Periódico de Catalunya.
Va a ser un obispo auxiliar perfecto para Don Juan José y para sus dos actuales auxiliares con los que va a formar comunidad episcopal junto al secretario Marc Labori. Tiene un perfil muy parecido a sus dos futuros compañeros auxiliares Gordo y Vilanova y al fallecido estos días hace justamente un año Antoni Vadell. Son personas discretas, trabajadoras, incapaces de crear ningún incendio y fidelísimas al que es su máximo responsable. Fieles, leales y humildes como le gustan a nuestro arzobispo para formar equipo con él.
Nada tienen que ver con los últimos auxiliares, por ejemplo de la era Sistach, como Carrera o Taltavull, que iban por libre, no convivían con su arzobispo y se permitían de vez en cuando hacer declaraciones o acciones que no eran del agrado de su superior. Está claro, que Don Juan José puede estar tranquilo, Mons. Abadías no le va a dar ningún disgusto, ni va a hacer nada que se salga del guion.
Llama la atención que nuestro arzobispo, conjuntamente con esa comisión ilegal de nombramientos para España, de espaldas al Nuncio, está haciendo algunos nombramientos pésimos para algunas diócesis de España, pero, en cambio, ese tipo de obispos no los quiere para él. Él quiere obispos buenos, discretos y fieles, y de esos no existen en las filas progresistas.
En estos últimos días, el rumor de que una persona como Enric Termes fuera el elegido había creado una gran preocupación, y no era un rumor descabellado, ya que ha sido promocionado por el cardenal Omella como Vicario Episcopal, subdirector de la Residencia Sacerdotal de Sant Josep Oriol, máximo responsable del trabajo sinodal en Barcelona e incluso subsecretario de la Tarraconense. Pero ciertamente el perfil de Termes no tiene nada que ver con el de Abadías y Don Juan José no se ha movido del esquema de los nombramientos de los últimos auxiliares.
Y un detalle más, Mons. Abadías, es un chico bueno, así lo ha definido todo el mundo, de los que no aglutinan críticas por parte de nadie, y eso incluye todos los espectros ideológicos eclesiales. Muchos otros candidatos que han sonado ya partían con muchas críticas a sus personas y hubieran creado decepción en unos sectores u otros.
El Directorio de Mayo Floreal
de Gérminans Germinabit
Bueno, esperemos sea un Santo Obispo y no siga jamás el ejemplo de su Padre, Manel Abadias, diácono permanente que hizo pasar momentos muy desagradables a todas las entidades de la Parroquia de San Jaime de Barcelona, cuando él fue administrador parroquial de la misma durante varios años. Una persona de lo más desequilibrada y además con un completo desprecio hacia lo tradicional y a la Piedad popular.
ResponderEliminarMe confirma, quién lo conoce, la veracidad de lo comentado anteriormente.
EliminarSiempre, en la liturgia, dice: "Germanes i germans."
EliminarEn ese orden.
No digo nada y lo digo todo.
En la diócesis de Barcelona hay sacerdotes germinantes que ya tienen edad episcopal, pero está claro que Omella no los quiere de obispos y prefiere traer sus auxiliares de fuera. Quizá no quiera a su lado obispos con mucho carisma.
ResponderEliminarEn cualquier caso, este nombramiento demuestra que queda Omella para rato en Barcelona. Si se fuera a jubilar dentro de un año no creo que se lo hubieran concedido.
Y, en fin, a las 9:25 de la mañana ya se podía leer la noticia de Religión Digital.
Cierto, queda Omella, previsiblemente claro, para rato, puede llegar a ser un obispo tridentino, que muera con las botas puestas, pues de recambios, tal como está el patio, no hay mucho donde escoger, al menos por ahora... me imagino a Omella en una mecedora, con una mantita, y un lindo minino sobre ella, con una sonrisa como el gatito del Dr. No, mientras es acariciado por el lomo...
Eliminar"No creemos que este detalle haya gustado al clero nacional-progresista que ve esa diócesis con rechazo y que además defiende que hay suficiente clero en Barcelona para ocupar esa plaza, no es nuestro caso, ya que defendemos que el candidato sea bueno, venga de donde venga."
EliminarMuy buena elección de obispo, parece excelente, será interesante para la purificación de esta diócesis muy dañada en todos los aspectos, de fe, moral, liturgia, pero también el modo de gobierno, patrimonio, economía, finanzas, contabilidad y poder judicial.
Su elección secreta y personal de Omella, sin participar el Pueblo de Dios, pero, sólo puede entenderse dentro del concreto contexto histórico eclesial actual, pues en el futuro esto será decadentista, obsoleto y arcaico, dado que deberá de desarrollarse dentro de la sinodalidad o participación del pueblo de Dios, pues ¿no hay un Sínodo de la sinodalidad?
- Durante el Alto Imperio Romano, la elección de obispos generalmente estaba en manos de la comunidad local de creyentes, quienes elegían al nuevo obispo por medio de una votación. El emperador tenía cierta influencia en la elección, pero en general respetaba la elección de la comunidad local. La elección de obispos era importante porque el obispo era visto como el líder espiritual de la comunidad cristiana local.
Caso famoso fue San Ambrosio de Milán, elegido como obispo en el año 374. Según la tradición, Ambrosio fue elegido por aclamación popular -¡Ambrosio, obispo!- después de que la comunidad local de Milán se reuniera para elegir a su nuevo obispo. Ambrosio no era ni siquiera cristiano en ese momento, pero su reputación como gobernador de la región y su habilidad para mediar en conflictos políticos y religiosos lo convirtieron en una opción popular. Fue bautizado, confirmado y ordenado sacerdote y obispo en una semana.
- Durante la Alta Edad Media, el proceso de elección de obispos se volvió más formalizado y se establecieron ciertas normas para regularlo. Los obispos eran elegidos por el clero local y los líderes de la comunidad en un proceso conocido como "elección canónica". Este proceso a menudo involucraba una votación y la intervención de un obispo vecino o un arzobispo. Además, el papa tenía cierta influencia en la elección de obispos y a menudo ratificaba la elección hecha por la comunidad local.
- La elección canónica de obispo, o el collegium pro eligendo episcopo en la era bajorromana y altomedieval (San Cipriano de Cartago) designaba a través de todo el Pueblo de Dios, mediante un procedimiento fraternal, a un obispo hecha por decisión de la voluntad común en sinodalidad, bajo supervisión episcopal (obispos y arzobispos cercanos)
- Es evidente que la introducción de una elección episcopal basada en la sinodalidad, ahora mismo, en Barcelona y en Cataluña, sería contraproducente. El Pueblo de Dios no está acostumbrado, el clero está sectarizado en el nacional-progresismo (política independentista e izquierdista), el laicado es muy mediocre (por no decir casi ignorante en teología), y los participantes al colegio electoral podríamos decir que serían "los de siempre", devorada por grupos de poder e interés. La situación actual de la diócesis, parroquias y congregaciones barcelonesas es muy mala, tanto a nivel de clero, religiosos y laicado, por mucho que la "superestructura" del arzobispo y obispos auxiliares aparenten sonrisa y cohesión, y eso está reflejado, por ahora, en el casi inexistente nivel de ordenaciones sacerdotales, el envejecimiento del clero y la baja participación laical y religiosa.
No obstante, los principios de Clerus populusque ecclesiae (el clero y el pueblo de Dios eclesial), Consensus populi Dei (consenso del Pueblo de Dios) y Quod omnes tangit ab omnibus approbari debet (lo que afecta a todos por todos debe ser decidido), son la referencia de cómo serán electos los futuros obispos.
Esperemos qué sea Germinante y anti-sinodal.
EliminarRecemos, AMÉN !!!
A ver a nuestro querido amigo de las 3h de la mañana. Primero cuidado esas horas són del maligno. Segundo haga despues de escribir un breve resumen de su escrito. Si es para Dios seguro lo lee para los comentaristas de aquí no.
Eliminar9:23 : "Esperemos qué sea Germinante y anti-sinodal"
EliminarPues deberá de ser sinodal, pues la Iglesia Primitiva, Romana y Medieval se regía por el principio de sinodalidad:
"Lo que afecta a todos, por todos ha de ser decidido"
"El que apacienta a todo su rebaño, por el rebaño ha de ser elegido"
Esto, que es más antiguo que el ir a pie, volverá de nuevo, porque el laico, el religioso y el clero no episcopal tienen el derecho de participación.
Otra cosa es cómo se desarrolle el proceso, pero para eso, todavía nuestro Pueblo de Dios no está aún preparado. Pero ha de prepararse para la nueva "viejísima" sinodalidad, pues el secretismo y falta de participación del Pueblo de Dios ya no es de recibo.
Pues le hago propaganda tiene algunos libros en Amazón y trata de Iglesia Y Poder, aquí https://www.amazon.es/s?k=david+abad%C3%ADas+aur%C3%ADn&crid=30I1AVII2OZBT&sprefix=%2Caps%2C87&ref=nb_sb_ss_recent_1_0_recent
ResponderEliminarEsperemos que lleve a la Iglesia hacia el Poder porque sin el Poder no se puede nada. Al menos que les tire de las orejas a los sacerdotes del Dios Ciencia que es el "dios" gobernante de la sociedad actual.
Sr. Garrell, sería un milagro que el Obispo se meta con la ciencia imperante.
EliminarPiense que su jefe no es nada metafísico
Al loro.
Dios bendiga a ese Pastor Bonus
ResponderEliminarEs prometedor que tenga ambos apellidos no catalanes.
ResponderEliminarDebería enmarcar este comentario. Es Germinans en estado puro. Odiais todo lo catalán.
EliminarTotalmente de acuerdo con el Sr. Valderas y el de abajo suyo.
ResponderEliminarParece imposible qu haya gente que se fije en si tiene o no apellidos catalanes. Una persona "normal" no hace problema de esto.
EliminarAhora bien, este e las 10:49 y el de las 11:10 muy "normales" no deben ser!
Atentamente Josep Rius Serra.
Llega a obispo con las mejores expectativas: no pertenece al clero lazi-progresista que afortunadamente parece en retirada, pero tampoco tiene compromisos con el otro extremo. Cosa que le permite hablar con todos y en un obispo eso es bueno. El tiempo dirá si su carrera episcopal cumple lo que promete.
ResponderEliminarY enhorabuena, por la parte que le toca, a Mons. Cristau y la diócesis egarense. De momento, está dando muchos frutos. A seguir así en el futuro.
Sobre todo esto: "El tiempo dirá si su carrera episcopal cumple lo que promete."
EliminarEs auxiliar del arzobispo, y éste se llama Omella, puesto por Bergoglio...
Ahora mismo los nombramientos no los huele ningún medio de comunicación. Totalmente perdidos. Miren el caso de Rodríguez Carballo, iba a salir la semana pasada y ya estamos a miércoles de esta semana y nada.
ResponderEliminarAcierto para el nuevo pastor.
EliminarLos seniors que en nuestra adolescencia quedamos prendados por la película Las sandalias del pescador (1968) no le exigiríamos una proeza. Aunque tal vez lo sea prescindir de escudo de armas; un signo de ostentación ante el Pueblo de Dios.
Los obispos no son aristócratas. ¿O sí? ¿La Iglesia del Poder que preconiza el Sr. Garrell?
Es el problema de la falta de sinodalidad.
EliminarEn estos momentos, se cumple lo que dicen nuestros abuelos:
DEL DICHO AL HECHO HAY UN GRAN TRECHO
Este pontificado y Omella se han llenado la boca de que son enemigos del clericalismo y del carrerismo, y que apuestan por el sinodalismo o libre y plena participación del Pueblo de Dios en todas las cosas que le afecten, como es el caso de la selección y elección de obispos.
Pues bien, de manera objetiva, del texto del artículo se desprende que nunca jamás habíamos tenido tanto hiperclericalismo subrepticio y alegal y no canónico, pues se dice que hay dos personas, Arana y Omella, que puentean al canónico seleccionador de candidatos a obispos, el Nuncio en España, que el Pueblo de Dios está totalmente apartado, y además, dice que Omella selecciona para sí mismo a los mejores "pata negra", mientras que deja los "restos" a las "restantes" diócesis, o sea, que coloca a los mediocres fuera, para los demás, los que él nunca querría.
Además, el nuevo obispo auxiliar es carrerista, según los términos expresados por Francisco, pues ha tenido estos cargos:
- decano de la Facultad Antoni Gaudí de Historia, Arqueología y Artes Cristianas del Ateneo san Pacià de Barcelona
- doctor en Historia de la Iglesia, por la Facultad de Historia Eclesiástica de la Universidad Gregoriana de Roma
- vicario parroquial de la parroquia de san Esteban de Granollers
- delegado episcopal para la catequesis.
- profesor de Historia de la Iglesia medieval en la Facultad de Teología de Cataluña
- director del servicio de publicaciones de dicha Facultad
- profesor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas Don Bosco.
- párroco de san Vicente de Mollet del Vallés y de san Juan Bautista de Matadepera
Sin menoscabar la valía del nuevo arzobispo, pero evidentemente hay todo un discurso oficial que para nada coincide con la realidad: selección y elección no sinodal y secretista por un órgano no canónico (Arana y Omella, me parece mal) y meritocracia "carrerista" (me parece bien).
Ahora sólo queda saber cómo actuará y si se dejará ver.
Chamamé Pepe!!!
ResponderEliminar¡¡¡Chámame papa frita!!!
EliminarEn una Iglesia tiene que mandar el Sr. Cura, en una Diócesis tiene que mandar el Obispo y en la Iglesia universal tiene que mandar el Papa.
ResponderEliminarSi algunos de ellos hacen cosas que son contrarias al Dogma o a la Santa Tradición, pues, excomulgados y santas pascuas.
Sinodalidades NUNCA JAMÁS!
La Iglesia es una institución jerárquica. No democrática, gracias a Dios. Y así actuó. Hasta Él: ..., y les estaba sujeto. Cf. Lucas 2:51.
ResponderEliminar1/35, totalmente de acuerdo con su reflexión.
ResponderEliminarEs el meu mossèn a Mollet i mai he tingut una queixa d'ell. Ni progressista ni espanyolista. Però si els de Germinans en parlen bé, tremolo. Que eviti les males companyies que corren per aquí.
ResponderEliminarHa sido una señal inequívoca de la voluntad descristianizadora. En la ola de anticatolicidad de la Segunda República comenzaron ya a aparecer los nombres de "Floreal", "Lealtad", "Libertad", etcétera en sustitución de los nombres cristianos. Entra dentro de la mentalidad sectaria de socialistas y comunistas, acompañados ahora por proetarras y secesionistas de todo pelaje, que ahora promueve "bautismos" laicos, "bodas civiles", "funerales laicos, en los que vemos cómo en se lee la segunda carta a los Corintios en el caso de los enlaces (entre ellos, entre ellas) y las "honras fúnebres" con apelaciones a la eternidad, o como se dice imbécilmente "allá donde estuviere"; a mí cuando oigo tal estupidez pienso si estará en lo profundo de un pozo, en una galaxia espiral o en dando tumbos como basura espacial.
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