La fotografía que encabeza este escrito es muy sintomática, en ella podemos ver al arzobispo Joan Enric Vives rodeado de los seminaristas de su diócesis. No hay que ser muy listo para darse cuenta de que no son vocaciones autóctonas, algo completamente normal allí, pues ya hace muchos años, desde los tiempos del obispo Joan Martí i Alanís, que esa es la apuesta diocesana para suplir la ausencia de vocaciones propias. El actual obispo y copríncipe andorrano, ha continuado con el espíritu de su antecesor, ha hecho algunas modificaciones en cuanto al origen de los seminaristas "importados", pero tiene claro, que si quiere tener ordenaciones sacerdotales no le queda otra que traerlos de fuera.
La situación en la diócesis de Girona es completamente distinta, allí el clero local, "trabucaire" de armas tomar, ha dejado claro a los últimos obispos locales, que no quieren sacerdotes venidos de fuera, que no se adaptan como ellos quieren y que no tienen el "tarannà" de allí, eufemismo que simplemente quiere decir que no son "nacionalprogresistas". Los prelados han tragado y no han querido problemas, han ido viendo pasar el tiempo, mientras la diócesis se iba desangrando por falta de sacerdotes que levantaran la vida espiritual de los fieles. Y en la actualidad es una diócesis hundida, a la que nadie quiere ir como obispo, como se demuestra en el hecho de que varios candidatos han rechazado la propuesta de recibir la mitra, porque ven en ello un regalo terriblemente envenenado. Como muestra de ello la reciente ordenación de Carles Sánchez, un diácono permanente con los 70 años cumplidos al que se le pide poder sacerdote, anteriormente hay que remontarse a más de dos años y medio para encontrar otra ordenación.
Girona y Urgell son dos caras de la misma moneda, porque el problema de fondo es el mismo, lo que pasa es que la manera de solucionarlo es distinta, mientras en Girona hacen como el avestruz, escondiendo la cabeza, para no mirar el cataclismo eclesial que se va produciendo, al menos en Urgell intentan ir ordenando sacerdotes aunque se les tenga que traer de fuera.
El gran problema es que en la Cataluña más profunda, en esa donde el independentismo es el sentimiento mayoritario, no hay vocaciones al sacerdocio, como tampoco hay prácticamente jóvenes que militen activamente en la Iglesia. Esta realidad vislumbra un futuro muy negro para la vida eclesial del futuro, sin renovación no solo sacerdotal sino también de feligreses. Y todo eso sucede especialmente en la Cataluña más rural, donde hasta hace muy poco, los índices de religiosidad eran mayores que en las grandes ciudades, donde la secularizacion había golpeado inicialmente mucho más fuerte.
Aunque en estos casos no hay que hacer un análisis excesivamente simplista, porque las causas son variadas, es evidente que los católicos de diócesis como Urgell y Girona, han sabido formar muy bien a sus hijos en la militancia política nacionalista y recientemente independentista, pero no en la cristiana. Para muchos jóvenes de estas diócesis, su Dios ya no es Jesucristo, sino la "nació" y su ilusión y esperanza no es la salvación o el Reino de Dios, sino la independencia de Cataluña.
Esta realidad no existe en diócesis como la barcelonesa, donde la población es un 50% o más de castellanoparlantes, contando las familias que vinieron hace décadas de otros territorios de España y recientemente de tierras latinoamericanas. Sin tirar campanas al vuelo ni presumir de números de seminaristas, pero aquí hay vocaciones, aunque no surgen de los ambientes catalanistas, sino de parroquias donde las misas que se llenan de jóvenes son en castellano, y sus asistentes son piadosos y tradicionales. La semana pasada Oriolt nos ponía un ejemplo muy concreto en la parroquia de San Gregorio Taumaturgo de Barcelona.
No va a ser fácil encontrar un obispo para Girona, y menos si se busca a alguien que quiera afrontar la urgente renovación que necesita, que por lo que a vocaciones se refiere, pasa por aceptar vocaciones foráneas, y trabajar con los sacerdotes y movimientos eclesiales que realmente proporcionan candidatos al sacerdocio. Lo que hasta ahora ha proliferado en diócesis como Girona, con el visto bueno de sus obispos, se ha demostrado que es totalmente estéril.
Francisco Fabra
"...mientras la diócesis se iba desangrando por falta de sacerdotes que levantaran la vida espiritual de los fieles"
ResponderEliminarConozco a muchos sacerdotes y pocos son los que levantan la vida espiritual de los fieles. La mayoría se comporta como funcionarios de la Iglesia.
Más humildad señor Hermenegildo. Deje de juzgar, sea mejor persona y mejor cristiano!
EliminarBien por Hermenegildo.
EliminarTotalmente de acuerdo con su comentario.
Pues usted bien que me está juzgando a mí y sin conocerme de nada.
EliminarSeminario ONLINE
ResponderEliminarLas tecnologías lo cambiarán todo, si Dios no lo remedia, pero puede que hasta sean buenas para luchar contra la crisis vocacional. Pues, quizás una de las mejores iniciativas que se podrían tomar en estos momentos seria ampliar el concepto de seminario en el sentido de que no están todos los que son. Muchos podrían aprender la Teología desde sus casas a través de Internet, ya que son muchas las Facultades de Teología que dan cursos de Teología por este medio a nivel universitario y que hacen posible sacar el título de teólogo con los mismos efectos académicos que los sacados asistiendo a las clases. Y si se quiere mantener el seminario-comunidad-edificio, tendría que ser en la propia diócesis estudiando Teología Online desde el seminario. Se ahorrarían tiempo y dinero. Muchos lo probarían, como un año sabático ¿a ver si tengo vocación?
La Iglesia debería promocionar hasta la saciedad el estudio académico de la teología vía Internet, aconsejándolo a muchos jóvenes aunque no tuvieran intención de ser sacerdotes. Simultaneando el estudio de una carrera teológica con el trabajo y también para tantos ni-nis como existen hoy en día. Incluso ofreciéndolo de forma gratis a los que considerara aptos para ello, sin exigirles compromiso alguno, ya que el respeto por la libertad debe ser la máxima de la Iglesia en el campo vocacional. No se debería tener miedo al porcentaje de sacerdotes que se conseguirían por este medio por bajo que fuera. Sería como una reserva para el futuro por si algunos decidieran ser sacerdotes al cabo de unos años. Académicamente ya estarían casi preparados. Sólo les quedaría la parte litúrgica y pastoral, como quien dice un año a lo sumo. En tiempo de vacaciones se podrían ofrecer convivencias para los estudiantes de teología on-line, que serviría para complementar lo que se obtiene en los seminarios clásicos: el conocimiento personal, el espíritu comunitario, la familiaridad con el mundo eclesial de la diócesis, etc. Se puede estudiar teología online desde casa, pero también desde los seminarios, sin tener que desplazarse a las facultades o sin tener un claustro de profesores diocesanos.
El seminario tridentino toca a su fin. Ya no hace falta el edificio para tener lecciones de Teología. Por lo tanto … seamos realistas. En el seminario se va a toque de timbre: misa, comida, clases, paseo, etc. Luego en las vacaciones todo cambia y se deja de lado, se desmorona la vida de piedad. Porque el sacerdote no vivirá en comunidad. Vivirá solo. Autor del libro "Sant Joan Evangelista va veure i va creure".
De acuerdo con la iniciativa; pero hay aspectos importantes de la formación que no se pueden realizar telemáticamente.
EliminarSegún tu razonamiento el estudio de la teología es lo que hace sacerdotes. Pero no, tener vocación al sacerdocio es mucho más que eso. Vivir la propia vocación es un fin, el estudio de la teología es uno de los muchos medios.
EliminarTambién asumes que en verano todo cambia y se deja de lado, pero eso es una opinión subjetiva.
Por último, ¿crees que un joven se apuntaría a clases de teología porque sí? Si no es porque tiene intención de desarrollar una vocación no tiene mucho sentido.
Quizá lo que haga falta es recuperar la claridad y la recta doctrina en los seminarios. Ese sería un buen comienzo.
Lo principal son los estudios teológicos, son imprescindibles al menos para los jóvenes. No es lo mismo tener que entrar en un seminario edificio que hacerlo desde casa sin compromisos que dificultan dar el paso. Luego ya vendrían las demás etapas: liturgia, convivencia, etc.
EliminarEstoy de acuerdo con gran parte de este artículo. Es cierto, que se deben buscar soluciones para el desierto vocacional que hay en estas diócesis. Pero también pienso, que la solución no es llenar el seminario de Filipinos, colombianos etc... Tenemos un ejemplo de desastre por hacer este estilo de cosas, la diócesis de Zaragoza. Cuando se traían aviones completos de 'vocaciones' para no cerrar el seminario, y mirar cómo acabo todo.....
ResponderEliminarY tendría que aprender Mons. Vives, de la época de los chicos procedentes de Filipinas...el sabe muy bien qué pasó, y cómo acabó algún seminarista de esta tanda....Parece mentira que haya sido el obispo presidente de los seminarios de toda España, y obispo delegado del Seminario Interdiocesano de Cataluña...en la actualidad.
Gracias a Dios en la tarraconense ya no pinta nada. Mons. Sergi Gordo, obispo auxiliar de Barcelona, ocupa su anterior cargo de secretario de la CET.
Pues la ordenación de Carlos Sánchez me parece muy rara por la forma, falta una alfombra limpia donde se pueda poner tendido sin coger polvo del suelo aportado por los zapatos de los asistentes. Ciertamente que los nuevos trabajadores de la Viña Del Señor del futuro vendrán en patera como pasa con otros del campo y la construcción. El que no haya vocaciones en Girona es un experimento fallido de esperar el milagro que no llega de los autóctonos, y al final con obispo o sin obispo los responsables de la diócesis tendrán que claudicar cogiendo inmigrantes. El mismo obispo Pardo escribió hace un par de años en el Full pidiendo candidatos al sacerdocio, aunque fuera por ganas de encontrar un puesto laboral. Luego dicen que el Papa prefiere que los inmigrantes sacerdotes no vengan al Primer Mundo porque son más necesarios en su país natal Tercer Mundo que no aquí, toda una incoherencia.
ResponderEliminarVaya más fondo de las cosas Sr. Garrell. No sea tan superficial.
Eliminar"No va a ser fácil encontrar un obispo para Girona, y menos si se busca a alguien que quiera afrontar la urgente renovación que necesita, que por lo que a vocaciones se refiere, pasa por aceptar vocaciones foráneas, y trabajar con los sacerdotes y movimientos eclesiales que realmente proporcionan candidatos al sacerdocio. Lo que hasta ahora ha proliferado en diócesis como Girona, con el visto bueno de sus obispos, se ha demostrado que es totalmente estéril."
ResponderEliminarEn mi opinión, está muy bien definido. Ser obispo de Gerona, al menos hasta hoy, es lanzarse dentro de un incendio sin manguera, ni traje de bombero ni equipo de apoyo alguno.
El primer gravísimo error de Gerona es que el proceso de elección de obispo se realiza sin sinodalidad alguna. Recordemos que la Iglesia en la etapa bajoimperial y altomedieval, seguía la única sinodalidad posible, descrita por San Cipriano, obispo de Cartago, en el siglo III:
- Clerus populusque, consensus populi dei
- Consultis omnibus episcopis, presbyteris, diaconibus, confessoribus et ipsis stantibus laicis: se consulta todo con todos
- Quod omnes tangit ab omnibus tractari et approbari debet: un principio ya conocido en derecho romano, que se simplifica como quod omnes tangit, o con las siglas q. o. t., que pasó a la sinodalidad; luego pasó al Código de Justiniano, luego a la decretal de Bonifacio VIII (Liber Sextus) que introdujo el principio Quod Dei tangit ("lo que a Dios toca"), que establecía para la Iglesia la posibilidad de vetar todo mandato de las autoridades civiles que de algún modo interfiriera en la autoridad divina; luego el principio electoral de decisión por unanimidad (vox in capitulo) en los capítulos monásticos; y luego en el derecho tributario medieval (consensu populi, los impuestos reales han de ser aprobados por los tres estamentos); finalmente, ha sido la base constitucional de todos los sistemas políticos europeos actuales.
Es necesario que en Gerona se forme una Asamblea o Colegio pro eligendo donde estén todos los laicos y consagrados, sean estos religiosos, diáconos, presbíteros y líderes de grupos y movimientos, incluida la participación de los restantes obispos catalanes y los fieles de otros obispados también, incluido el nuncio y el presidente de la CEE.
Esta Asamblea o Colegio debe de tener, como mínimo, derecho de información y transparencia pública sobre los datos esenciales de la diócesis, y a que se haga un libro blanco sobre la problemática y las necesidades diocesanas: personal (curas y religiosos; vocaciones presbiteriales y religiosas), inmobiliario, organización, economía...
En segundo lugar, dicha Asamblea o Colegio debe dar derecho de deliberación y decisión sobre los candidatos a obispo, para que el pontífice romano nombre a uno.
Es muy bueno que se reúnan los consagrados, todos, y que se puedan ver sus reuniones por internet, pues primero da la oportunidad de conocerlos, y segundo, se puede ver la salud física, psíquica, moral y espiritual de cada uno de ellos. Se observará cómo hay algunos que se equivocan a la hora de insertar el enchufe y los cables a su cerebro cuando se levantan de la cama...
Es lamentable, pues, la falta de sinodalidad en la elección de obispo de Gerona. Hay muchos métodos técnicos para conseguir el consensus populi dei basado en la plena participación del clerus populusque, si se consiguió en la época imperial, incluso con persecuciones del Emperador, y en la Edad Medieval, es ya una malicia irresponsable que no se consiga la sinodalidad en esta época altotecnológica de robots, metaversos, internet, redes sociales e IA.
La sinodalidad como participación de todo el Pueblo de Dios para la elección del obispo de Gerona, por tanto, aún sabiendo las gravísima situación fideística, moral, litúrgica y eclesiológica de Gerona, debe de realizarse tal como se hizo en el Imperio y el Medioveo, pues es la única manera de implicar a un laico que traga con cualquiera que le nombren en negociaciones secretas y opacas.
Si la Sinodalidad sirve para lo que está sirviendo de momento en el Sínodo actual –poner en entredicho la doctrina de Jesús conocida por los evangelios y aquilatada por la Tradición y el Magisterio y resumida en el Catecismo–, sería salir de Málaga para meterse en Malagón.
EliminarSer obispo en una diócesis problemática repercute en la salud del obispo, excepto si eres un caradura y sinvergüenza que va sólo a dormir tranquilo cada noche tomando la taza de leche con madalena, como lo demuestra el caso del dimitido obispo de la diócesis suiza de Lugano Mons. Valerio Lazzeri a los 59 años por cansancio y fatiga.
ResponderEliminarEl obispo Valerio Lazzeri fue un hombre muy culto y de personalidad bondadosa y afable, conscientemente se metió dentro de una diócesis problemática, con la esperanza de poder mejorar la diócesis a través de su ciencia y afabilidad, aún habiendo algunos, muchos curas, sufriendo fuertes pérdidas y fugas graves de aceite, combustible y radiactividad de sus cabezas.
Se enfrentó, muy a su pesar, a lo que se han denominado varios "escándalos" de la Curia de Lugano [1].
Entre estos, la sentencia de 4 años de un sacerdote, de 50 años de Locarno, en el momento de los hechos activo en una parroquia de Lugano, condenado por un único episodio de escabrosa violación en Italia y una serie de besos y efusiones intercambiados, en 2013, con una chica en Ticino, cuando tenía entre 17 y 19 años, y además, con una personalidad muy frágil, quien sufrió la amputación de un brazo a los 13 años, tomó drogas desde los 17 y abortó a los 18, desarrollando una enfermedad psiquiátrica. “Actué por egoísmo. Me gustaba y quería tener relaciones sexuales con ella", dijo el cura, quien la atiborró de alcohol, ganarse la confianza de la madre y luego llevarla a un hotel hasta violarla. La chica se lo contó al obispo Valerio Lazzeri, lo consultó con los expertos, y lo denunció ante el juzgado penal. Parece que el cura, después de perder su ejercicio sacerdotal, ingresará en prisión, y una vez libre, ingresará en una comunidad religiosa para recuperar su dimensión espiritual antes de recuperar su ejercicio sacerdotal.
Luego la historia del párroco de Cadro, condenado en marzo pasado a 33 meses de prisión por malversación de fondos (850 mil francos) cometidos, entre 2016 y 2021, a favor de un joven con el que había entrado en una relación sentimental y romántica (es decir, homosexual), el cual le pidió dinero para abrir un Street Food, dinero en efectivo para jugar al póquer y para que le pagaran su boda. El cura le dio dinero personal, y cuando no tuvo suficiente, estafó a todos los fieles de su parroquia, los fondos de las colonias infantiles, los fondos de los padres y de la Fundación Tamagni, de la que fue vicepresidente, fundación que se creó en memoria de un joven asesinado en el Carnaval de Locarno. "La adicción con el joven de 27 años me nubló la razón", afirmó el cura estafador, pero el juez le dijo que “no tuvo ningún escrúpulo, engañando a los padres (de los cuales era curador), a la parroquia, a los Tamagni y a los fieles. Gozaba de una gran confianza, y no está claro por qué traicionó todos los ideales y la confianza de la gente. Y más allá de todas las satisfacciones para los propios impulsos, sabía que el dinero lo gastó una persona que estaba harta de apostar. El camino de recuperación aún es muy largo, se necesita trabajo en uno mismo y estrategias para evitar recaídas. El objeto del juicio no es su relación sexual, sino sus delitos patrimoniales».
Y nuevamente el caso, llamativo por el arresto en vivo, del ex rector de la Facultad de Teología de Lugano a quien se le pusieron las esposas, en noviembre de 2020, solo para salir de prisión después de ser imputado por las acusaciones de secuestro, coacción y y lesiones simples por omisión en perjuicio de una mujer de origen finlandés de 48 años que vivía en su casa de Via Cattedrale, a tiro de piedra de la residencia del obispo.
Continuó la crisis con la rebelión de los curas de Ticino, un clero intolerante con la gestión de la Diócesis, acusando al obispo de 'abandono', 'mala comunicación' y 'poca empatía' entre los diferentes estamentos de la Iglesia de Ticino. El malestar y el deseo de confrontación dieron como resultado tres días de reuniones en agosto, las cuales el obispado comentó que “no son sólo un evento formativo sino un momento de amplio diálogo y confrontación, para mirar ese 'cambio de época' que todos estamos viviendo y que atañe también a los sacerdotes". Todos ellos están reunidos en el Palazzo dei Congressi de Lugano en una Asamblea de sacerdotes en Ticino para el estudio y la profundización, así como la confrontación y la reflexión sobre cuestiones que involucran los numerosos y rápidos cambios sociales y la identidad. del sacerdote."
ResponderEliminarOtra grave situación se suscitó en la Fundación Tusculum de Arogno. Aquí, en febrero de 2018 , fueron arrestados el director, un conocido diácono de la región, y su adjunta en el hogar de ancianos de Val Mara, una concejala de ayuntamiento. Ambos fueron condenados en marzo del año pasado por un millonario desfalco, administración desleal, falsificación de documentos y estafa, que duró más de una década: 3 años para él, 2 años y 4 meses para ella. Un 'vía crucis' para la dirección de la diócesis y el obispo que pasa también por el caso más reciente, en mayo, del párroco de Mendrisiotto que fue destituido por 'demasiadas copas' y manoseos. Tenía graves problemas de alcoholismo, fue detenido por conducir borracho, y por practicar manoseos a las chicas en presencia de sus novios dentro de la discoteca y en la misma parroquia.
El obispo destacó el peso añadido de la pandemia del covid y la repercusión financiera y administrativa: “A lo largo de los años, los aspectos públicos de representación, gobierno institucional y gestión económica y administrativa, siempre han estado lejos de todas aquellas inclinaciones naturales y de ministerio que habían llevado a cultivar anteriormente, se han vuelto insostenibles para mí, a pesar de la presencia de colaboradores válidos y competentes, a quienes va todo mi agradecimiento. Muchas veces la necesidad de ejercer la autoridad, que tampoco puede prescindir de los instrumentos legales y disciplinarios para velar por el bien común en determinadas circunstancias, ha puesto a prueba la forma más espontánea y natural mi forma de relacionarme con las personas”... "siempre hice todo lo posible por no eludir mis responsabilidades como obispo, pero me di cuenta de que el esfuerzo y la tensión continua que esto me impuso me han llevado interiormente cada vez más lejos de lo que soy"... “Os lo digo con el corazón abierto: ...Ya no veo una manera de interpretar y vivir la misión del obispo de Lugano que sea auténtica y sostenible para mí y, en consecuencia, verdaderamente provechosa para todos”
Evidentemente, el obispo de Gerona no llegará (esperemos) a estos extremos, pero se verá afectado en toda su dimensión humana (salud física y psíquica, moral y espiritual) pues tendrá una confrontación no sólo con este menguado y envejecido colectivo de 30 sacerdotes ancianos y contestones en una diócesis, sino con sus superiores Planellas (Tarragona) y Omella (Barcelona), con la crisis del Vaticano y Bergoglio (cisma a la vista), y con un laicado destruido totalmente en su formación católica más básica, así como politizado completamente por esta vergüenza del proceso independentista, que lo ha arrasado todo durante 20 años, desde que Zapatero dijo a Maragall en el 2003 en el Palacio de San Jordi aquello de que "aprobaré el Estatuto que salga del Parlament", con la necia y tontorrona esperanza de satisfacer, de aquí a la eternidad, a unos nacionalistas que nunca jamás estarán satisfechos ni con la independencia, ni con la república ni con la entrada en la UE y ONU...
...
[1] laregione.ch/cantone/ticino/1611720/vivevo-da-due-anni-una-fatica-interiore-chiedo-perdono
Preocúpese más de sus problemas. Creo que tiene bastantes. Uno de ellos: escribir a estas horas en las que escribe. Hágaselo mirar, indican un desajuste grave en usted. Las personas "normales" a estas horas duermen!!!
EliminarEn descargo del escritor trasnochador (para nosotros), pudiera ser que escribiera desde algún huso horario separado del nuestro en varias horas, por delante o por detrás...
EliminarSin menospreciar a los seminaristas y sacerdotes foráneos que realizan una labor meritoria que hemos de agradecer, me consta, por otra parte, bastantes seminaristas que han constituido una lacra especialmente para las arcas de los Seminarios.
ResponderEliminarPiden viajar constantemente a sus países de origen a ver a "papi" o "mami" que están enfermos y lo que hacen es pasarse unos días de vacaciones a todo lujo con el dinero que han esquilmado.
Y así otros dislates. De hecho , algunos Seminarios se lo piensan mucho antes de admitir a eventuales candidatos al sacerdocio.
Aquí lo que hay es un fracaso interno estrepitoso. A saber, colegios de religiosos, escuelas cristianas, catequesis de confirmación, etc.etc. ? no son capaces de sacar en cada promoción, los chicos suficientes ( tampoco serían tantos) para cubrir las necesidades más perentorias?., Parece que no, lo dicho, un fracaso en toda regla.
En Girona han sido los tres últimos obispos quienes no han querido curas de fuera, no los sacerdotes locales.
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