El pasado viernes fallecía el periodista económico José Manuel Garayoa, a los 74 años, una edad en la que hoy en día ni tan siquiera te consideran viejo. Probablemente muchos, que no estén relacionados con el periodismo, desconocían su existencia. Habrá incluso más qué se pregunten que relación tenía con este portal. Manu (así le llamaban todos) era uno más de la familia Germinans. Había estado junto a nosotros en los momentos duros (que los ha habido) y en los momentos maduros, en los que compartió misa, mesa y mantel con muchos miembros de esta familia numerosa.
Bilbaíno -más que vasco- de nacimiento, barcelonés de adopción y gaditano por enamoramiento, desde que finalizó sus estudios de economía, los redirigió al periodismo, donde trabajó en medios como Ajoblanco, El Correo Español, El Periódico de Catalunya y La Vanguardia. Fue en este último rotativo, donde alcanzó mayor fama, al dirigir el suplemento Dinero, la mejor sección económica que ha habido en el diario del Grupo Godó. Ahí supo rodearse de un grupo de firmas de prestigio como Mariano Guindal, Robert Tornabell, Jordi Goula o Lalo Agustina, entre otros. También fue miembro del Consejo Editorial de dicho periódico y publicaba diariamente en el mismo un billete de opinión en su penúltima página sobre la información bursátil, que era un compendio tanto de originalidad e ironía como de conocimiento de los mercados. Esa originalidad que reflejaba el artículo era el fiel retrato de su manera de ser. Era peculiar hasta en su forma de gesticular o en algunos de sus chascarrillos, como el de preguntar siempre al camarero de un restaurante “¿cuál es el plato que tiene más salida?”.
Si pudiese definir su carácter lo haría como extrovertido, ameno, culto, cinéfilo, vitalista (que no vividor, como suele pasar en la información económica, muy dada a las dádivas y lisonjas) y sobre todo muy amigo de sus amigos. Entre estos tenía a dos sacerdotes de Barcelona, Mn. Francesc Espinar y Mn. Custodio Ballester. Cuando fue por primera vez a misa tradicional en la parroquia de El Fondo de Santa Coloma, dijo que aquello parecía una celebración en el guetto de Varsovia. Le impresionaban, a la par que le entusiasmaban, las misas de la iglesia de María Reina, a la que llamaba “el Vaticano de Pedralbes”. Recuerdo una ocasión en la que asistíamos él y yo y mientras Salvador Biarnés cantaba, con esa magnífica voz con la que Dios le dotó, se le saltaban calladamente las lágrimas.
Jubilado con 65 años, pasó a publicar un artículo semanal en El Nacional, aunque lo digital no era propiamente lo suyo. Se compraba diariamente la edición impresa de Le Figaró (que cada vez tenía que ir a buscar más lejos, porque sus quioscos próximos habían cerrado) y semanalmente Le Point. Tenía la costumbre de recortar las noticias y guardárselas para poder confeccionar sus piezas. Fue el último periodista analógico. Tan analógico era que solo disponía de un teléfono móvil antediluviano y tenía que llamar a sus amigos para que le arreglasen el ordenador, cuando no tenía nada más que un cable desconectado.
Igual que le habían cerrado los quioscos, le habían cerrado las oficinas bancarias. La causa indirecta que desencadenó su enfermedad se halla en la llamada brecha digital de la banca. Tenía su entidad delante de casa, la cerraron como tantas otras y ahora tenía que desplazarse al centro de Barcelona. No sabía leer mensajes en el móvil, se confundía con los pins y ese mundo de citas previas, banca por internet, archivos y remesas le superaba. La última vez que se acercó a esa oficina le dio un golpe de calor, a la entrada de la misma, sufriendo un desfallecimiento, del cual ya no volvió jamás a su casa. ¡Cuánto daño está haciendo la banca a aquellos que no están duchos en el mundo digital!
No merecía un final así. Al menos pudo disfrutar de la décimo-cuarta copa de Europa de su Real Madrid, del que se había hecho de joven en Bilbao, un día que escuchó a la afición de San Mamés silbar a Di Stefano. Descanse en paz el bueno de Manu. Ha fallecido antes que su admirado Benedicto XVI. Él que decía que el día que falleciese se iba a sentir huérfano.
Uno más de los amigos de Germinans. Amigos de toda laya y condición. Colaboradores directos e indirectos, lectores y comentaristas, a los que siempre tenemos a nuestro lado y de los que siempre tenemos algo que aprender. ¡Qué suerte tenemos de que Dios nos haya permitido gozar de amistades tan enriquecedoras! ¡Somos una verdadera familia!
Oriolt
Descanse en paz
ResponderEliminar¡Qué suerte tenemos de que Dios nos haya permitido gozar de amistades tan enriquecedoras! ¡Somos una verdadera familia!
ResponderEliminarPrimero rezando por su alma, por si ha de pasar por la Iglesia purgante que sea lo más breve posible, y por la gracia de la economía y comunión de los Santos, habremos ganado un buen intercesor en la Iglesia triunfante...
Que descanse en la Paz de Cristo.
EliminarAmen.
"La última vez que se acercó a esa oficina le dio un golpe de calor, a la entrada de la misma, sufriendo un desfallecimiento, del cual ya no volvió jamás a su casa. ¡Cuánto daño está haciendo la banca a aquellos que no están duchos en el mundo digital!"
ResponderEliminarUna lección del deceso es que a partir de cierta edad, ya hay de tomar el taxi aclimatado, de puerta a puerta, sea pagando o un subvencionado por la Administración a los que tienen cierto grado de dependencia: sí, o sí, o sí.
Nos enseña, además, otra cosa: una cosa es la TEMPERATURA AMBIENTE, la que se mide mediante termómetro a la sobra o al sol, y otra es la terrible, horrorosa y asesina TEMPERATURA DE BOCHORNO, y para el frío, TEMPERATURA DE SENSACIÓN O PERCEPCIÓN DE ESCALOFRÍO.
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1. TEMPERATURA DE BOCHORNO: combina la temperatura seca del aire y la humedad relativa. En Barcelona es la que mata más gente, y sobre todo, a ancianos, debido a que su sistema de disipación de calor y a su deshidratación porque no beben agua por falta de sensación de sed es más débil y frágil.
Por ejemplo, una temperatura de 29 grados Celsius y 100% de humedad, con velocidad del aire inexistente, equivale a 40 grados Celsius y es mortal por vasodilatación, pues la indicación oficial es:
- Temperatura de bochorno 32º-40º:
EXTREMA PRECAUCIÓN: los calambres por calor y el agotamiento por calor son posibles. La actividad continua podría resultar en un golpe de calor.
En estas tablas de índice de calor, muy necesarias en Barcelona, sobre todo en el centro, por causa de la falta de viento, el asfalto y los extractores de calor que lo envían a la calle (casas, comercios y coches), es ésta:
- Temperatura de bochorno de 41–54° Celsius:
PELIGRO: es probable que se produzcan calambres por calor y agotamiento por calor; el golpe de calor es probable con la actividad continua.
- Temperatura de bochorno de más de 54° Celsius:
PELIGRO EXTREMO: el golpe de calor es inminente.
wpc.ncep.noaa.gov/html/heatindex.shtml
en.wikipedia.org/wiki/Heat_index
es.wikipedia.org/wiki/Temperatura_de_bochorno
es.wikipedia.org/wiki/Temperatura_de_sensaci%C3%B3n
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2. TEMPERATURA DE ESCALOFRÍO. Ahora entraremos en el invierno, y el peligro no es la humedad, sino el viento frío, que enfría la piel y causa vasoconstricción, y más si nos mojamos por la lluvia:
en.wikipedia.org/wiki/Wind_chill
de.wikipedia.org/wiki/Windchill
es.wikipedia.org/wiki/Temperatura_de_sensaci%C3%B3n
canada.ca/en/environment-climate-change/services/weather-health/wind-chill-cold-weather/wind-chill-index.html
Esto también es más peligroso en ancianos, pues el frío afecta a enfermedades como alergia frígoris (contracción de bronquios por frío), anemia, riñones dañados, mala circulación sanguínea y vasos sanguíneos (Raynaud), coagulación, hipotensión, diabetes, anorexia, piel del anciano, deshidratación, tiroides, delgadez, hipotálamo, fármacos.
Habrá más peligro de enfriamiento al encarecerse el gas y la electricidad, y junto la gripe y resfriados mal curados por falta de dinero y mala sanidad, pueden incrementar la mortalidad de ancianos.
Por ejemplo, puede darse en Barcelona y sobre todo en el interior:
- Viento de 30 km/h: El viento levanta papeles sueltos, grandes banderas ondean y pequeñas ramas de árboles se mueven:
Si la temperatura de termómetro es de 0º, equivale a menos 6º
- Viento de 40 km/h: Los árboles pequeños comienzan a balancearse y las banderas grandes se extienden y ondean con fuerza:
Si la temperatura de termómetro es de 0º, equivale a menos 7º
Para ambos casos, niños, ancianos y enfermos, en lugar de ser "riesgo bajo", el factor corrector lo eleva a "RIESGO MODERADO":
AFECTACIÓN A LA SALUD:
- Riesgo de hipotermia y congelación si se encuentra al aire libre durante períodos prolongados sin la protección adecuada
MEDIDAS DE PROTECCIÓN:
- Vístase con capas de ropa abrigada, con una capa exterior que sea resistente al viento
- Use un sombrero, mitones o guantes aislantes, una bufanda y calzado impermeable y aislante
- Permanecer seco
- Mantente activo
Qué fuerte!! Es la monda!! No hay ninguna encíclica respecto las olas de calor?
EliminarSit tibi terra laevis, Manu recordado. Y, de manera más nuestra, In paradisum deducant te Angeli. In tuo adventu suscipiant te Martyres, et perducant te in civitatem sanctam, Jerusalem. Justamente el domingo, anteayer, oíamos el evangelio de Lázaro y el rico epulón. Pues, eso Manu, et cum Lazaro quondam paupere aeternam habeas requiem.
ResponderEliminarLa muerte de este señor respetable ha sido una muerte Darwin en toda regla.
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