En el año 2014 llega la sentencia por el juicio al que fuimos sometidos, por algunos colaboradores muy cercanos al cardenal Martínez Sistach. Como no podía ser de otra manera, fuimos absueltos, demostrándose claramente nuestra inocencia. El ridículo de los demandantes fue tan grande que ni siquiera se atrevieron a apelar. Una vez conocida la sentencia, El Directorio de Mayo Floreal, publicó este escrito, que ahora reproducimos.
No somos delincuentes
La Justicia ha hablado y ha decretado que Germinans Germinabit
no es una página web delictiva, tal como se pretendía en el largo (y
disparatado) proceso penal iniciado en su día por el canónigo Josep
Anton Arenas Sampera, bajo la dirección letrada del abogado del
arzobispado de Barcelona, Ramón Batlle Tomás. Nos trataron como
delincuentes y persiguieron la incriminación de tres personas (dos que
simplemente pasaban por ahí), contra las que solicitaron nada más y nada
menos que cuatro años de cárcel, una indemnización de 15.000 euros y el
cierre de este portal.
Les ha salido el tiro por la culata. El Juez de lo Penal número 4 de Barcelona, José Antonio Lagares Morillo, ha dictado sentencia y ha absuelto a los tres acusados de los delitos que se les imputaban, con todos los pronunciamientos favorables. Y no se ha limitado a una simple absolución, sino que, en sus razonamientos jurídicos, ha infligido un sopapo en toda regla a cuanto constituía el núcleo central de la acusación particular: la suplantación de personalidad del diácono permanente Josep María Matamala Orta. Aquel macguffin del que pretendió servirse Sistach para meternos entre rejas.
Les ha salido el tiro por la culata. El Juez de lo Penal número 4 de Barcelona, José Antonio Lagares Morillo, ha dictado sentencia y ha absuelto a los tres acusados de los delitos que se les imputaban, con todos los pronunciamientos favorables. Y no se ha limitado a una simple absolución, sino que, en sus razonamientos jurídicos, ha infligido un sopapo en toda regla a cuanto constituía el núcleo central de la acusación particular: la suplantación de personalidad del diácono permanente Josep María Matamala Orta. Aquel macguffin del que pretendió servirse Sistach para meternos entre rejas.
La
sentencia, dictada con inusitada rapidez, es de una extensión, claridad
y riqueza jurídica realmente extraordinarias. Se la dejamos enlazada en
pdf al final de este Directorio, pero, por su contundencia, les
entresacamos un par de significativos párrafos:
Simple y llanamente la tesis que hemos venido repitiendo por activa y por pasiva. Jamás quisimos perjudicar al diácono Matamala Orta. ¡Cómo lo íbamos a perjudicar, si desconocíamos su existencia!
"En
el caso que nos ocupa, todavía está por demostrarse en qué derechos o
facetas de la vida diaria suplantaron los acusados la personalidad de
Josep María Matamala Orta, diácono de la Iglesia Católica, al que no
consta probado que conociesen pese a haber reconocido los tres
pertenecer a una comunidad católica”
“En definitiva, no se usó el nombre de Josep María Matamala Orta para hacer efectivo el traslado del dominio aludido, ni se han utilizado sirviéndose de él de las facultades o derechos que dicho señor pudiera tener en la comunidad religiosa a la que pertenece o en la sociedad civil y por lo tanto no puede afirmarse que los acusados cometieran el delito que se les imputa"
“En definitiva, no se usó el nombre de Josep María Matamala Orta para hacer efectivo el traslado del dominio aludido, ni se han utilizado sirviéndose de él de las facultades o derechos que dicho señor pudiera tener en la comunidad religiosa a la que pertenece o en la sociedad civil y por lo tanto no puede afirmarse que los acusados cometieran el delito que se les imputa"
Simple y llanamente la tesis que hemos venido repitiendo por activa y por pasiva. Jamás quisimos perjudicar al diácono Matamala Orta. ¡Cómo lo íbamos a perjudicar, si desconocíamos su existencia!
El Restaurante Matamala era un lugar de encuentro, nunca quisimos perjudicar al diácono con ese mismo apellido.
Winston Churchill aconsejó ser desafiante en la derrota y magnánimo en la victoria. Desde aquí no nos duelen prendas en mostrar nuestras públicas disculpas a Mn. Josep María Matamala Orta, por los posibles malentendidos que ha padecido. Jamás fue nuestro propósito. Como nos decía Oriolt en su último artículo, el propio diácono afirmó en el juicio que “se había quedado solo en la encerrona”. Lo utilizaron y ahora lo dejarán al pie de los caballos. Aquí no le vamos guardar rencor alguno. Al revés. Sabemos que es un buen hombre y un buen diácono, que ha sido pésimamente aconsejado. Si se hubiese dirigido a este portal, interesando una rectificación o aclaración, se la habríamos concedido de inmediato. La primera noticia que tuvimos de él fue en forma de requisitoria de un juzgado criminal.
No somos delincuentes. Ahora podemos decirlo con gran satisfacción. Pero los nervios y penalidades que hemos pasado estos tres años sólo los sabemos quienes participamos en la aventura Germinans. Cual dijo el canónigo Arenas en el juicio: “se trataba de acabar con una página que era un escándalo”. Ese era el mandato de Sistach. Por eso utilizó a eclesiásticos como letrados. No lo ha conseguido, pero andemos con cuidado que el cardenal tiene mal perder.
Por último, agradecer en primer lugar al fenomenal equipo de abogados que nos ha defendido con los resultados que son de ver así como a todos aquellos que nos han hecho llegar ánimos y apoyos. En especial, apoyos económicos. ¡No ha podido ser mayor nuestra felicidad al comprobar esta mañana que, en un día, se había doblado el saldo de la cuestación para el pago de abogados! Mil gracias, aunque seguimos necesitando más. También esperamos la cortesía de todos aquellos que quisieron quemarnos públicamente en la hoguera (Vidal-Bastante, Llisterri., Domingo, etc.) y dictaron sentencia antes de celebrarse juicio. Sería justo que con la misma amplitud y extensión con la que nos trataron de delincuentes, recojan el veredicto judicial que nos declara inocentes. Simplemente les pedimos información veraz y justa. Nada más.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit
*Sentencia completa en PDF: Aquí
No somos delincuentes. Ahora podemos decirlo con gran satisfacción. Pero los nervios y penalidades que hemos pasado estos tres años sólo los sabemos quienes participamos en la aventura Germinans. Cual dijo el canónigo Arenas en el juicio: “se trataba de acabar con una página que era un escándalo”. Ese era el mandato de Sistach. Por eso utilizó a eclesiásticos como letrados. No lo ha conseguido, pero andemos con cuidado que el cardenal tiene mal perder.
Por último, agradecer en primer lugar al fenomenal equipo de abogados que nos ha defendido con los resultados que son de ver así como a todos aquellos que nos han hecho llegar ánimos y apoyos. En especial, apoyos económicos. ¡No ha podido ser mayor nuestra felicidad al comprobar esta mañana que, en un día, se había doblado el saldo de la cuestación para el pago de abogados! Mil gracias, aunque seguimos necesitando más. También esperamos la cortesía de todos aquellos que quisieron quemarnos públicamente en la hoguera (Vidal-Bastante, Llisterri., Domingo, etc.) y dictaron sentencia antes de celebrarse juicio. Sería justo que con la misma amplitud y extensión con la que nos trataron de delincuentes, recojan el veredicto judicial que nos declara inocentes. Simplemente les pedimos información veraz y justa. Nada más.
El Directorio de Mayo Floreal
de Germinans Germinabit
*Sentencia completa en PDF: Aquí
¿Saben qué ha sido de Oriol Domingo Pamies? Fue aquel periodista de La Vanguardia en Saecula Saeculorum, y es aquel que "También esperamos la cortesía de todos aquellos que quisieron quemarnos públicamente en la hoguera (Vidal-Bastante, Llisterri., Domingo, etc.) y dictaron sentencia antes de celebrarse juicio".
ResponderEliminarSu último artículo fue en el 1 de junio del 2021:
https://elrepublica.cat/la-constitucio-permet-lamnistia-segons-perez-royo/
Algunos artículos de Germinans, algunos de sus comentaristas, han hecho padecer mucho a personas.Creo sinceramente que se ha faltado a la caridad, al respeto, de las personas. ¿Por qué esta especie de estar siempre al acecho de crítica, repetidamente negativa, a obispos, sacerdotes, laicos, casi siempre sin una brizna de valoración objetiva buena. Sabemos de los defectos, pero, seamos sinceros: suena demasiadas veces esta " Cançó enfadosa" haciendo daño. Seamos más misericordiosos, más cordialidad, más comptrensión, menos descarte, ...
Eliminar"Seamos más misericordiosos, más cordialidad, más comptrensión, menos descarte, ..." Eso no es más que una manera de exigir impunidad.
EliminarEn cuanto a faltar "a la caridad, al respeto, de las personas." En este mismo artículo tiene todo un ejemplo. Al final, uno recoge lo que se ha sembrado, señor 9:15
Llisterri: mal agüero!
EliminarSi Llisterri es Católico, un servidor es el Dalai Lama, la cuadragesima reencarnación de Mao tse tung,vamos .
EliminarAnónimo 9:51, por un lado nadie es perfecto, así que siempre es posible cometer algunos errores.
ResponderEliminarPor otro lado, se debería considerar si esas supuestas personas que han padecido lo han hecho inmerecidamente.
Y quien las ha " fustigado" queda tan tranquilo.Inmune.Ha tirado la piedra....y ha escondido la mano. Éste sí ha quedado impune, Sr. de las 14, 45, el otro ha recibido la pedrada. Me consta que a varias personas, en el tiempo o transcurso se las ha "atacado" les han hecho daño. Esto está mal.. Se está al acecho de los errores de los otros. Quizá el que critica se considera inmune, quasi perfecto..
EliminarPuede que ese "fustigador" que usted dice sea alguien perfectamente inocente que se ha limitado a ejercer su derechos, por un lado a la libertad de expresión y por otro lado a la práctica de la caridad, por ejemplo, desenmascarando algún lobo con piel de oveja o bien algún pastor mercenario de los que prefieren huir, abandonando las ovejas que les han sido encomendadas, en cuanto oyen un aullido.
ResponderEliminarSe han escondido muchos errores, y muchos horrores, durante los últimos cincuenta años en demasiadas diócesis.
La misericordia está bien, pero también hay que tener misericordia de las siguientes víctimas de alguien cuyos errores anteriores se han tapado, discretamente. Pero esa discreción deja de ser caridad o misericordia para convertirse en cobardía y corporativismo cuando ese "pobre hermano equivocado" escandaliza a más víctimas. ¿Recuerda usted aquello de la piedra de molino atada al cuello?
Ud. es el profeta acocodaticio, el "·señalador", el inquisidor, el que detecta el mal, pero como otros " hace daño a la persona". Cristo detecta el mal, el pecado, pero quiere entrañablemente a la persna. Ud, de misericorida : nada de nada. Fustigador e inquisodor. ¡Un Torquemada a la vista.!
EliminarEstimado anónimo de las 11:07: ¿Cómo era aquello de faltar a la caridad?
ResponderEliminarEn cuanto a fray Tomás de Torquemada, basta recordar que fue el confesor de una de las reinas más santas que ha habido en España, Isabel la Católica. No soy digno de que me comparen con él.
También se podría debatir acerca de la leyenda negra y la Inquisición Española, pero este no es el lugar.
14/44, totalmente de acuerdo con su comentario.
EliminarMucha leyenda negra y mentirosa hay detrás del magnífico y muy Católico verdadero Mosén Tomás de Torquemada.
Otro que ya tiene los perendengues hinchados en el Cielo, de tanta difamación a su cargo y persona.