Viene a esta Cataluña plural y de mezcolanza que lleva una multisecular historia a sus espaldas. La que ahonda sus raíces en la fe y siente como necesaria la tarea de la Nueva Evangelización. Pero viene también a la Cataluña secularizada que quiere crecer de espaldas a Dios, sin darse cuenta de que Cataluña será cristiana o no será.
El Santo Padre va a presidir una liturgia impecable en medio de una diócesis que ha sido la cuna y la punta de lanza de todas las desviaciones litúrgicas contemporáneas posibles: en la que su Motu proprio “Summorum Pontificum” encuentra indiferencias y obstáculos así como enemigos enconados entre muchos obispos y sacerdotes.
Viene a una tierra donde los colegios de congregaciones religiosas son victimas de una autosecularización jamás conocida; y presionadas por las leyes de concertación escolar, se están convirtiendo en centros amorfos sin mensaje cristiano.
Viene a una Cataluña donde la mayor parte de las enseñanzas de su Facultad de Teología necesitan ser cribadas y tamizadas fuera de ella por profesores de recta doctrina, si deseamos que los futuros sacerdotes y laicos sean formados en la fe de la Iglesia.
Viene a una tierra donde la religiosidad popular, la del pueblo sencillo, se ha visto perseguida en los últimos decenios por buena parte del clero, que ha venido otorgando certificados de licitud de unas u otras tradiciones según el origen geográfico de los fieles.
Viene a una Cataluña donde el progresismo laicista en alianza con múltiples ideologías que le son acreedoras, ha hecho estragos en el tejido social de su pueblo. Donde la doctrina social de la Iglesia se ha visto inmersa en un vacío moral creado por muchos eclesiásticos y por políticos presuntamente “creyentes”.
Y aún a pesar de eso, nosotros le aguardamos con esperanza y con corazón libre de prejuicios. Queremos ser protagonistas de ese Encuentro, testigos privilegiados de esa Presencia que se esconde tras su ministerio. Queremos recibirle con los brazos abiertos y la mente despierta. Porque nos trae la Verdad, nos trae la Justicia, nos trae la Belleza, nos trae la Bondad.
¡Viva el Papa!
El Directorio de Mayo Floreal de Gérminans Germinabit
12 años después estamos sólo un algo mejor, debido a una cuestión de pura biología: 12 años ha retirado a mucho clero nacional-progresista. Pero hay que hacer hincapié en que el fenómeno de la herejía progresista y modernista NO se reduce sólo al clero, sino a un ambiente ecológico completo: laicos, consagrados de todo tipo (religiosos y clero), teólogos, canonistas, profesores. De lo contrario no se entiende la pervivencia de esta herejía que ya dura desde, como mínimo, 1971, con el ascenso al poder de Mons. Jubany, que implicó el desembarco paralelo de este complejo teológico que, a su vez, iba de la mano con el desembarco de mayor envergadura y en mayor profundidad del modernismo durante el postconcilio (1965) con mentes mucho más poderosas que nuestros "homenotets", los cuales son simples colonos del Imperio del Mal, la teología del Rin: Rahner, Schillebeeckx, Küng, Metz, Boogaard, Brand, Congar...
ResponderEliminarRecientemente, bajo el abanderamiento de nuestro Adelantado Mayor Mons. Omella, aprobó el apostático documento presinodal de Barcelona (29 mayo 2022) y de España (11 junio 2022), con peticiones dentro de las conclusiones sinodales de Barcelona que pedían mujeres sacerdotes, celibato opcional y reforma litúrgica [1].
Tal fue el escándalo que el 8 de junio, en La Vanguardia [2], Omella se descolgó diciendo que las aportaciones del documento apostático barcelonés fueron hechas por más de 7.000 personas distribuidas en diferentes grupos sinodales (arciprestazgos, parroquias, movimientos, asociaciones, congregaciones religiosas, escuelas, entidades y organismos diocesanos), y que por ello, sólo eran unas propuestas nunca votadas ni aprobadas, que no era una nota doctrinal sino un documento generado por todos los bautizados, miembros de la Iglesia Peregrina de Barcelona y que han participado dando su opinión. Obviamente eso era media verdad: las miles de aportaciones se enviaban a sinode@arqbcn.cat, y para hacer el documento presinodal [1], obviamente habían un equipo sinodal barcelonés que tenía el poder "no sinodal" de seleccionar y resumir todas las miles de aportaciones.
3 días más tarde, el 11 de junio, Mons. Omella participa en otro documento presinodal apostático, el de España, donde fue otra confusión con la anuencia de todos los obispos de España sin excepción: los obispos salían de rositas, crítica a los sacerdotes, halago a los laicos, complacencia con los religiosos y confusión doctrinal como la obsesión por lo sexual, la ordenación de las mujeres y de los casados, el celibato opcional de los sacerdotes, la acogida a las personas homosexuales. Y la confección del mismo no fue sinodal, pues de nuevo el equipo sinodal recibió plenos poderes para sintetizar miles de aportaciones.
Todo ello redundó en el descrédito de la sinodalidad: los obispos, responsables del dogma, aprobaron aportaciones heréticas, erróneas y temerarias; el Pueblo ha pasado como ignorante.
Todo ello indica que el nacional-progresismo catalán aún tiene suficiente peligrosidad para la salvación de las almas. No le demos ni oxígeno, son el anticristo que no reconoce la Palabra de Dios, no merecen ninguna obediencia y sí todas las críticas y resistencias posibles. Digámoslo claro como I Juan 2:
- Habéis oído que iba a venir un Anticristo; pues bien, muchos anticristos han aparecido, por lo que sabemos que es ya la última hora. Salieron de entre nosotros; pero no eran de los nuestros. Si hubiesen sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero sucedió para poner de manifiesto que no todos son de los nuestros. En cuanto a vosotros, estáis ungidos por el Santo.
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[1] Documento presinodal Barcelona 29 mayo: esglesia.barcelona/wp-content/uploads/2022/06/Extra-CATCAST-Si%CC%81ntesi-Si%CC%81node-Bisbes-29-05-22-web.pdf
[2] Nota Omella 8 junio: esglesia.barcelona/es/articlesopinio/proceso-sinodal-en-la-iglesia-de-barcelona
[3] Documento presinodal España 11 junio: conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2022/06/SINTESIS-FINAL-FASE-DIOCESANA-DEL-SINODO.pdf
Hay una profecía de Ratzinger, allá por fines de los 1960, cuando observó los prontos frutos podridos del Concilio, que viene a decir que la Iglesia quedará reducida a la casi nada para resurgir de nuevo. Una síntesis que dicen que procede de una conferencia radiofónica que llevaba por título ¿Bajo qué aspecto se presentará la Iglesia en el año 2000? de 1968, editado en alemán en 1970, y en español en 1971, como parte de la recopilación Fe y Futuro:
ResponderEliminar“Pronto tendremos sacerdotes reducidos al papel de trabajadores sociales y el mensaje de fe reducido a una visión política. Todo parecerá perdido, pero en el momento oportuno, precisamente en la fase más dramática de la crisis, la Iglesia renacerá. Será más pequeño, más pobre, casi en catacumba, pero también más santo. Porque ya no será la Iglesia de los que buscan agradar al mundo, sino la Iglesia de los fieles a Dios y su ley eterna. El renacimiento será obra de un pequeño remanente, aparentemente insignificante pero indomable, pasando por un proceso de purificación. Porque así es como obra Dios. Contra el mal, un pequeño rebaño resiste.”
“Cuando Dios haya desaparecido totalmente para los seres humanos”... “experimentarán su absoluta y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo totalmente nuevo”
“La Iglesia se hará pequeña, tendrá que empezar todo desde el principio. Ya no podrá llenar muchos de los edificios construidos en una coyuntura más favorable. Perderá adeptos, y con ellos muchos de sus privilegios en la sociedad. Se presentará, de un modo mucho más intenso que hasta ahora, como la comunidad de la libre voluntad, a la que sólo se puede acceder a través de una decisión”.
Como teólogo, estaba aislado, después de haberse alejado de las interpretaciones del Concilio de sus amigos “progres” Küng, Schillebeeckx y Rahner (revista Concilium) sobre la interpretación del Concilio. En ese periodo se fueron consolidando nuevas amistades con los teólogos Hans Urs von Balthasar y Henri de Lubac, con quienes habría fundado la revista “Communio”. Ratzinger se fue de la universidad de Tubinga a la más tranquila de Ratisbona.
ResponderEliminarRatzinger dijo que estaba convencido de que la Iglesia estaba viviendo una época parecida a la que vivió después de la Ilustración y de la Revolución francesa.
«Nos encontramos en un enorme punto de cambio –explicaba– en la evolución del género humano. Un momento con respecto al cual el paso de la Edad Media a los tiempos modernos parece casi insignificante». El profesor Ratzinger comparaba la época actual con la del Papa Pío VI, raptado por las tropas de la República francesa y muerto en prisión en 1799. En esa época, la Iglesia se encontró frente a frente con una fuerza que pretendía cancelarla para siempre.
La Iglesia que surgió tras las revoluciones a finales del siglo XVIII, cuenta Ratzinger, se había hecho más pequeña y había perdido esplendor social,
“pero al mismo tiempo se había hecho más fecunda por la nueva fuerza de su interioridad que, a través de los grandes movimientos de laicos y en las numerosas y nuevas fundaciones de órdenes, que tuvieron lugar desde mediados del siglo XIX, produjo nuevas fuerzas para la formación y la realidad social, hasta tal punto que no es posible imaginar nuestra historia más reciente sin ellas”.
«De la crisis actual surgirá una Iglesia que habrá perdido mucho. Será más pequeña y tendrá que volver a empezar más o menos desde el inicio. Ya no será capaz de habitar los edificios que construyó en tiempos de prosperidad. Con la disminución de sus fieles, también perderá gran parte de los privilegios sociales». Volverá a empezar con pequeños grupos, con movimientos y gracias a una minoría que volverá a la fe como centro de la experiencia. «Será una Iglesia más espiritual, que no suscribirá un mandato político coqueteando ya con la Izquierda, ya con la Derecha. Será pobre y se convertirá en la Iglesia de los indigentes».
Entonces, los hombres descubrirán que viven en un mundo de «indescribible soledad», y cuando se den cuenta de que perdieron de vista a Dios, «advertirán el horror de su pobreza».
Solo entonces, concluía Ratzinger, verán «a ese pequeño rebaño de creyentes como algo completamente nuevo: lo descubrirán como una esperanza para sí mismos, la respuesta que siempre habían buscado en secreto».
Una Iglesia despreciada por el mundo, con menos seguidores, obligada incluso a abandonar buena parte de los lugares de culto que ha construido a lo largo de los siglos. Una Iglesia católica de minoría, poco influyente en las decisiones políticas, socialmente irrelevante, humillada y obligada a «volver a empezar desde los orígenes».
Pero también una Iglesia que, a través de esta enorme sacudida, se reencontrará a sí misma y renacerá «simplificada y más espiritual».
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Por eso conviene rezar para que la profecía sea breve y suave...
Durant segles van haver-hi diferents corrents dins el cristianisme, diversos fils que es varen unificar en una sola forma. Una única corda. Des de la Reforma i, sobretot, amb la mort de Déu proclamada per Nietzsche el cristianisme s'està esfilagarsant com ho fan les grans cordes.
EliminarEl Calvario qué tuvo que soportar Su Santidad Benedicto fue de órdago.
ResponderEliminarAlgún día se sabrá TODO!!!