La Ley Natural, cruce de caminos entre creyentes y agnósticos

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Repasando la carpeta del material en standby, me encuentro este sugerente título, nada menos que de mayo del 2018 (¡antes de la pandemia!). Abro el archivo para ver de qué se trata, y me encuentro con la sorpresa de un artículo muy avanzado, glosando el que esa semana había publicado mosén Espinar, junto con el interesante comentario del Sr. Valderas, tan puesto en estos temas. Así que recupero el artículo iniciado y le añado el colofón.     

Ante todo, mi admirada felicitación a Mn. Francesc Espinar Comas por su luminoso artículo de esta semana. Me quedo con una sola idea, que coincide con la epístola de este domingo, de la carta 1ª de Pedro: “conversationem vestram inter Gentes habentes bonam”: Teniendo vuestra buena conversación con los gentiles. En efecto, hemos de ser inequívocamente cristianos, pero con capacidad de dialogar con el mundo. Y como precisamente es la ley natural el mejor terreno de diálogo para hablar de principios, como glosa el Sr. Valderas en su comentario, y como la Iglesia ha sido pionera en muchas ciencias (entre ellas, la astronomía, la sociología, la antropología, la biología, todas ellas en busca de la ley natural) no ha de ser difícil el entendimiento entre quien es capaz de  comprender y valorar la creación, y quien ve en ella al Creador. Para un agnóstico (que justo por serlo no tendría que ser sectario), el Creador es una hipótesis de trabajo muy digna de ser tenida en cuenta. Es una constante: el diálogo del científico con el creyente suele ser respetuoso y fructífero.  “Su apelación (sigue el comentarista) a la ley natural como terreno común donde habrían de converger creyentes y no creyentes, es sumamente necesaria y actualísima”.

Totalmente de acuerdo. Pero me permito redondear la idea: creo que junto a la ley natural, sólido e indiscutible punto de encuentro, estaría bien colocar la antropología natural. La que va del presente (cierto) al pasado (incierto), no a la inversa; y la que va de la evidencia (actual) a la hipótesis (sumamente pretérita) a la que se llega desde lo que tenemos ante nuestros ojos, retrocediendo paso a paso, sin hacer saltos, hasta llegar al límite de lo que tenemos documentado (es decir, escrito). Y a partir de ahí, cambiar de lenguaje, puesto que no hay otro: empezar a andar los vericuetos de la hipótesis (en español, suposición); pero sin que las suposiciones adulteren ni nieguen la realidad que está ante nuestros ojos.
 
 

Es que el problema está en que la modernidad ha empezado negando a Dios (eso fue cuando los amantes del progreso humano, decidieron que era el momento de sustituir la teología ´la ciencia de Dios- por la antropología –la ciencia del hombre-) para acabar negando no sólo la ley natural, sino incluso la naturaleza; y finalmente para rematar la faena negándose el hombre a sí mismo. El recorrido de ese nuevo itinerario del saber, ha sido delirante. En el empeño de sustituir a Dios por el hombre, lo que hemos conseguido ha sido decapitar al hombre, para finalmente echarlo a la basura de forma ignominiosa.

Porque tiene guasa que tenga que ser la Iglesia (la institución a la que le han arrebatado el gran tesoro que ofrecía a la humanidad: Dios (no sólo el Dios Creador, sino también el Dios Redentor); da mucho que pensar que tenga que ser la Iglesia la que tenga que salir en defensa del hombre, ¡porque ya no hay quien lo defienda! Así que no se trataba sólo de destruir a Dios. El plan diabólico era realmente destruir al hombre. Y por lo que vamos viendo, eso sólo era posible si antes destruían a Dios. Sin hombre no hay Dios, dirán los enemigos de la religión. Pero los hechos nos están demostrando de forma a menudo trágica, que sin Dios no hay hombre.

Paradojas de la ciencia: una “ciencia” que luchó para destruir el teocentrismo; y lo hizo con verdadero ensañamiento y que no se conformó con desplazar a Dios del centro del saber humano o de la conciencia que de sí mismo se formó el hombre. No se conformó con eso, sino que apuntó directamente a la eliminación de Dios (“Dios ha muerto”, era su gran proclama) colocando en su lugar al hombre, sin percatarse de que ahí empezaba la más salvaje mutilación del hombre; sin advertir que eso era tanto como descabezar al hombre, dejarlo capitidisminuido, perdiendo en esa operación la mayor parte de eso que tanto decía apreciar: la libertad. En efecto, el hombre sin Dios en nombre de la ciencia, va avanzando vertiginosamente a su fin: a dejar de ser hombre e incluso a dejar de ser. Progreso llaman e eso. Extraño, sumamente extraño.
 
 

Estamos ya en la destrucción de la naturaleza (¡los sexos!, una de las más grandes obras de la Naturaleza). Estamos en la negación de la capacidad humana de percibir el mundo y de percibirse a sí mismo. Estamos en la negación de la inteligencia, en la aniquilación del hombre. Y la ciencia, ¡oh, la ciencia! ¡Quién te ha visto y quién te ve, santa fe! 

Y resulta que es finalmente la Iglesia (y en ella, sólo los que se atreven, que no son todos) la que no renuncia a dialogar con los gentiles y con su ciencia; pero no para dejarse embaucar por sus falacias (hoy tan en boga, sobre todo respecto a la naturaleza humana), sino para sostener lo que siempre fue patrimonio de toda la humanidad y hoy en Occidente parece ser patrimonio exclusivo de los cristianos: la dignidad del hombre, pasando por su integridad.

Y ahora resulta que después de haber eliminado a Dios supuestamente en defensa del hombre, vamos ya de cara a la negación del hombre y a la eliminación de sus lazos con la naturaleza, supuestamente por rendir culto a la nueva divinidad en que han convertido a la naturaleza. Una divinidad que exige sacrificios; y por todo lo que va pareciendo, el gran sacrificio es el del propio hombre, como lo exigieron Moloc y Baal.

Los que ayer, en nombre de la ciencia, negaban el pecado original en el que tiene inicio la degradación del hombre, hoy proclaman también en nombre de la ciencia, la maldad del hombre para con la Madre Tierra, y la necesidad de expiación de sus graves pecados contra la Tierra. Las nuevas doctrinas “científicas” proclaman que el mayor daño que sufre la naturaleza, es el hombre; y que la única expiación posible de su maldad esencial y existencial, es un gran holocausto: un holocausto la mar de científico. Para limpiar la Tierra de tanta inmundicia como ha arrojado sobre su bello rostro el hombre.
 
 

Pero claro, el angelical coro de científicos que proclaman estas nuevas verdades, puede alardear de cualquier cosa, menos de agnóstico. Se manifiestan respecto a esas nuevas verdades tan poco evidentes, como auténticos fanáticos: con lo que el diálogo desde la fe con este raro género de ciencia, se hace mucho más difícil. Aunque, como estamos viendo, no faltan en la Iglesia “científicos” de esa nueva escuela, dispuestos a abrazar con pasión esas nuevas verdades tan poco compatibles con la fe y con la tradición de tantas generaciones; y sobre todo tan alejadas del sentido común y la evidencia. Y por supuesto, alejadas de la Revelación.

¿Hombre sin Dios? ¿¡Sin Dios Hombre!? ¿Y naturaleza sin ley natural? Pues en esas estamos. ¿Quién da más?

Virtelius Temerarius

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13 comentarios

  1. Muy buen artículo.

    Ya que nombra usted al Señor Valderas, que casi siempre estoy muy de acuerdo con sus postulados en Política y Religión, no lo estoy tanto con su manera de defender las tesis del Sr. Darwin.

    En eso estoy más de acuerdo con el magnífico Sr. Silverio Garrell.

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  2. Felicidades Virtelius, te metes a teólogo científico. No es que desde el púlpito los clérigos deban hablar mucho de Ciencia pero si que deberían hablar más de los "engaños" de la Ciencia Oficial, y además de incluir en estas homilías el tema del feto que es científicamente un ser humano también cabe predicar que los millones de años no estan probados.

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  3. Los millones de años los sacan a la palestra muy alegremente, para convertir a los creyentes en ateos furibundos.

    Queda fatal a un verdadero creyente ser incondicional darwiniano.

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    1. ¿Y si Dios se ha valido de la evolución? Al fin y al cabo, me parece casi irrelevante si ha habido evolución darwiniana o no... Porque creemos en un Dios omnipotente para el que el tiempo es una criatura más. ¿Qué son billones de años para Dios? ¿Qué son billones de planetas? Son sus creaturas. Y bien pudo valerse de la evolución. Me parece muy interesante, pero casi irrelevante el debate... porque la Fe en un Dios creador es compatible con una evolución darwiniana, con una creación absoluta, con creaciones simultáneas y sucesivas... Dios crea continuamente y sostiene a todo el universo en el ser.

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  4. Tener las cosas claras en la Iglesia (a)16 de mayo de 2022, 4:44

    Omella, 13 mayo 2022, en su condición de presidente Conferencia Episcopal Española, realizó unas declaraciones en el desayuno informativo de Fórum Europa organizado por Nueva Economía Fórum, Madrid, Hotel Mandarín Oriental Ritz (Plaza de la Lealtad, 5), y lo interesante está en el minuto 43:43:

    nuevaeconomiaforum.org/en/videoforum/forum-europa-con-el-cardenal-juan-jose-omella-presidente-de-la-conferencia-episcopal-espanola

    A Omella le hicieron una pregunta y respondió con una perorata, que es digna de ser expuesta, pues es todo lo contrario que debía de haber dicho: "No, la mujer nunca jamás puede acceder al sacramento del orden por tales razones teológicas, y la Iglesia es Jerárquica", y al no hacerlo, incurre al menos en la herejía objetiva contra el sacramento del orden y la constitución Jerárquica de la Iglesia:


    - PRESENTADOR. Consuelo Abril, abogada rotal, hace una pregunta sobre uno de los temas que se han tratado... en sesiones preparatorias del Sínodo [de la sinodalidad], ¿qué opina de la incorporación de la mujer al sacerdocio?


    - OMELLA. [Omella mueve la cabeza. Risas] Pensaba que usted iba a ser más suave... ja, ja, ja, ja... huy, huy, huy... esto parece una pequeña ratonera...

    Juan Pablo II dijo que el tema del acceso de las mujeres al sacerdocio estaba cerrado... qué quiere que le diga yo, tengo que decir lo mismo...

    Ahora, eso no quiere que no se pueda plantear, y eso los teólogos lo tendrán que decir, y tendrá que decirlo la Santa Sede, el Papa... evidentemente, consultando... y en eso, yo, si hay cambio, aceptaré, y si no hay cambio, pues aceptaré.

    Ahora bien, a veces vemos que el acceso o no acceso del sacerdocio a las mujeres, es un tema visto desde el tema del poder. Quien tiene el poder son los sacerdotes, son los obispos, es el Papa, y nosotras somos ciudadanas igual y tenemos la misma dignidad como mujeres, pues podemos llegar también al acceso de este sitio de poder.

    Yo creo que esto es un concepto equivocado.

    Claro, las razones que podemos dar son teológicas, no sé si en esta sociedad de hoy convencen, y por eso yo no voy a entrar en el tema teológico, sino simplemente en el tema espiritual que yo creo que podemos entender un poco más.

    El sacerdote y el obispo, y en esta línea de la sinodalidad nos lo ha hecho entender más, está al servicio del Pueblo de Dios. Lo importante no es el obispo, porque venimos de un concepto piramidal de la Iglesia, donde el poder está arriba y el Pueblo está abajo y no tenemos más que obedecer. Y arriba en el poder de la pirámide está el Papa, los obispos y vamos bajando y al final el Pueblo. Eso, el Concilio Vaticano II, que no lo tenemos asumido del todo, que harán falta unos cien años para integrarlo bien, ha dado la vuelta y ha derrocado la pirámide, y ha hecho un círculo, donde el centro es el Pueblo de Dios, todos los bautizados somos el sujeto, el centro, y cada uno está al servicio de este Pueblo de Dios, cada uno de una manera... Y el logo del Sínodo es caminando un montón de gente, ancianos, enfermos, discapacitados, todos, y aparece la figura del obispo en medio del pueblo, con su mitra y su báculo para que se distinga. Eso recoge la imagen que el Papa nos ha dejado.

    El obispo, como guía de la comunidad, va delante indicando el camino, pero a la vez ha de estar en el centro compartiendo, y a la vez detrás recogiendo a los que se van quedando. Es el servidor de la comunión. ¿Eso lo puede hacer también una mujer? Pues claro que sí, pero eso Dios dirá, si se puede hacer o no se puede hacer.

    Pero lo que importa no es el poder sino el servicio a la comunidad. Y ese servicio a la comunidad para el ejercicio de la comunión lo podemos hacer todos, pero de manera especial lo debe de hacer el obispo y el sacerdote. Y como dice muy bien Don Carlos, es escucharnos todos y hacer un servicio, todos.

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  5. Tener las cosas claras dentro de la Iglesia (b)16 de mayo de 2022, 4:44

    Escuchando unos a otros, para qué, para ¿para llegar a votar? NO, esto no es un parlamento el sínodo, sino para llegar a un consenso, y eso es un trabajo muy difícil, pero hay que empezar a hacerlo, como lo ha hecho siempre la Iglesia, desde el principio, ponerse de acuerdo, escuchar qué dice y qué quiere el Espíritu en este momento, y juntos discernir, y juntos tomar la decisión, y no la toman por votos sino por consenso, porque creemos que ésta es la voluntad de Dios. Eso exige un discernimiento excepcional que no estamos acostumbramos a esto. Y esto exige un saber ceder, que es lo que pasó en el Concilio de Jerusalén...

    Yo creo que el Papa nos ha puesto en el camino quizás para todas estas cuestiones de la mujer, vayamos en camino sinodal, escuchemos lo que dice el Espíritu y luego decidiremos entre todos. Yo creo que esto es muy bueno. Esta actitud que es nueva para nosotros, que ha sido el origen, el ADN de la Iglesia, es la sinodalidad, pero lo hemos perdido en el camino y ahora lo estamos recuperando. Yo creo que nos están anunciando un futuro nuevo, distinto al que estamos viviendo. Yo creo que este es el camino, caminar juntos... escuchándonos y escuchando la voluntad de Dios, y ahí es donde la Iglesia podrá ser, si lo asume bien, será modélico para la sociedad, donde todo se decide por votos excluyendo. No, vamos a integrar y esto nos llevaría por los caminos de los pactos, y esto es lo que pide el pueblo, la sociedad, y que... los gobernantes no acaban de entender, y nosotros seríamos signos de una sociedad nueva también en el futuro.


    ...................................



    Bueno, Omella, la respuesta es que NUNCA JAMÁS LA MUJER PUEDE SER ORDENADA PRESBÍTERO NI OBISPO, pero tampoco diaconisa, cardenal y, evidentemente, Papa. La Escritura dice que Jesús eligió sólo hombres; la práctica de la Iglesia ha imitado a Cristo al elegir solo hombres; y la autoridad de la enseñanza de la Iglesia argumenta que la exclusión de las mujeres del sacerdocio es parte del plan divino de Dios.

    Ya sólo tu respuesta es indicativo de que pones en duda una verdad revelada por Dios, y por ello, por la sola duda, si se cumplen los requisitos de herejía formal y material, entonces uno queda excomulgado: el canon 751 llama herejía a la negación o duda pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica. El canon 1364 tipifica a la herejía como delito canónico castigado con excomunión latae sententiae (ope legis, ipso iure e ipso facto)

    Por ello, NUNCA JAMÁS un Concilio, y muchísimo menos un Sínodo, puede aprobar la entrada de las mujeres en el sacramento del orden. Si lo hicieran, todos los que lo aprobaran serían herejes excomulgados. Y la Iglesia siempre es Jerárquica. No hay nada más de qué hablar. Ahí van las razones.


    I. ORDENACIÓN SACERDOTAL SÓLO MASCULINA

    1. Las comunidades separadas por la Reforma y que ordenan a mujeres NO tienen el sacramento del orden
    (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1400)

    2. Las mujeres NO pueden recibir la ordenación sacerdotal
    (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1577)

    3. Que las mujeres callen en las asambleas (1 Cor 14, 34-35): prohibición de que la mujer ejerza la función oficial de enseñar en la asamblea (1 Tim 2, 11-12). Permisión de profetizar en la asamblea (1 Cor 11, 5)

    4. La sagrada ordenación SÓLO es válida para varones bautizados
    (Código de Derecho Canónico, c. 1024)

    5. EXCOMUNIÓN latae sententiae para intento de ordenación sacerdotal femenina (ordenante y ordenada)
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Decreto general relativo al delito de atentada ordenación sagrada de una mujer, 19 de diciembre de 2007)

    6. La Iglesia NO se considera autorizada a admitir mujeres a la ordenación sacerdotal
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Declaración Inter insigniores, 15 de octubre de 1976)

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  6. Tener las cosas claras: construir desde los cimientos (c)16 de mayo de 2022, 4:44

    7. NUNCA la Iglesia admitió la ordenación sacerdotal o episcopal de mujeres
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Declaración Inter insigniores, n. 1, 15 de octubre de 1976)

    8. SÓLO se puede conferir a los hombres la ordenación sacerdotal, hay una tradición constante en el tiempo, universal en Oriente y en Occidente, vigilante en reprimir inmediatamente los abusos; esta norma, que se apoya en el ejemplo de Cristo, es seguida porque se la considera conforme con el plan de Dios para su Iglesia.
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Declaración Inter insigniores, n. 2.4, 15 de octubre de 1976)

    9. Las mujeres pueden tener el acceso a la vida eclesial SIN ser sacerdotes.
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Carta a los obispos, n. 16, 31 de julio de 2004)

    10. El Señor, entre los fieles, constituyó solamente a algunos ministros varones.
    (Concilio Vaticano II. Decreto Presbyterorum ordinis, n. 2, 7 de diciembre de 1965)

    11. Cristo confió solamente a los varones la tarea de ser “icono” de su rostro a través del sacerdocio ministerial.
    (Juan Pablo II. Carta a las mujeres, n. 11, 29 de junio de 1995)

    12. Dictamen definitivo acerca de la NO ordenación sacerdotal de mujeres.
    (Pablo VI, Rescripto a la Carta del Arzobispo de Cantórbery, Revdmo. Dr. F.D. Coogan, sobre el ministerio sacerdotal de las mujeres, 30 noviembre 1975)

    13. La Iglesia NO tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres: dictamen definitivo.
    (Juan Pablo II. Carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, n. 1.4, 22 de mayo de 1994)

    14. Forma parte del deposito de la fe que la Iglesia NO puede ordenar mujeres.
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Respuesta a la duda propuesta sobre la doctrina de la Carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, 28 de octubre de 1995)

    15. No hay contradicción entre la dignidad de la mujer y el sacerdocio exclusivo masculino.
    (Decl. Inter insigniores, VI)

    16. Los sucesores de los Apóstoles han observado siempre la norma de conferir la ordenación sacerdotal solamente a varones, y el Magisterio, con la asistencia del Espíritu Santo, nos enseña que esto ha sucedido... porque “la Iglesia ha reconocido siempre como norma perenne el modo de actuar de su Señor en la elección de los doce hombres, que Él puso como fundamento de su Iglesia”.
    (Carta apostólica Ordinatio sacerdotalis, n. 2)
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. En torno a la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre la doctrina propuesta en la Carta apostólica. Ordinatio sacerdotalis, 28 de octubre de 1995)

    17. Con la misma libertad de llamar como apóstoles sólo a hombres, Cristo dio dignidad a las mujeres.
    (Juan Pablo II. Carta apostólica Mulieris dignitatem, n. 26, 15 de agosto de 1988)

    18. La vocación de la mujer en la Iglesia no es la de ser llamadas al apostolado de los Doce y al sacerdocio ministerial: sus otros ministerios y vocaciones.
    (Juan Pablo II. Exhortación apostólica Christifideles laici, n. 49, 30 de diciembre de 1988)

    19. Por analogía de la Fé, la ordenación de diáconos sólo está reservado para los hombres, siendo inválida toda ordenación diaconal de las mujeres. Evidentemente, las mujeres, en conclusión, NUNCA JAMÁS pueden ser ni diáconos, presbíterios, obispos y Papa.

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  7. Tener las cosas claras en la Iglesia: la ley de Dios (d)16 de mayo de 2022, 4:44

    II. IGLESIA JERÁRQUICA

    Por designio divino, la Iglesia es una Jerarquía, no es un círculo. Por ello, lo mismo que la negativa absoluta y radical del acceso de ninguna mujer al sacramento del orden: quien niegue o ponga en duda la Jerarquía de la Iglesia, es un hereje excomulgado. Además, un Sínodo nunca jamás toca temas dogmáticos, sólo pastorales. Y un Concilio nunca jamás cambia los dogmas. Aquí no se negocia nada ni vale ningún consenso, la Iglesia nunca jamás es un círculo de Podemos.

    --- La Iglesia es jerárquica y vertical

    1. El mismo Jesucristo ha establecido la jerarquía de la Iglesia
    (Catecismo Mayor de San Pío X, n. 181.184)

    2. No se puede promover una renovación contraria a la identidad del Cuerpo
    Místico de Cristo: Jerarquía, unidad y carácter sacramental
    (Juan Pablo II. Discurso a los obispos de Guatemala en visita “ad limina”,
    n. 3, 20 de enero de 1989)

    3. La estructura jerárquica pertenece a la naturaleza misma de la Iglesia
    (Juan Pablo II. Audiencia general, n. 8, 1 de julio de 1992)

    4. La jerarquía eclesial es un reflejo de la celestial
    (Pío XII. Encíclica Mediator Dei, n. 53-54, 20 de noviembre de 1947)

    5. La potestad de la jerarquía eclesiástica viene de Dios
    (Catecismo Mayor de San Pío X, n. 191)

    --- La Primacía jerárquica y vertical del Papa

    6. Fundamento de la primacía de San Pedro entre los Doce
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Consideraciones: El Primado del Sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia, n. 3, 31 de octubre de 1998)

    7. La potestad sobre todos los cristianos fue entregada a uno solo, Pedro
    (Denzinger-Hünermann 1052. Clemente VI, Carta Super quibusdam a Consolador, 29 de septiembre de 1351)

    8. El cuidado de la Iglesia universal fue confiado a Pedro
    (DenzingerHünermann 231. Bonifacio I, Carta Manet beatum a Rufo y a los demás obispos de Macedonia, 11 de marzo de 422)

    9. Primado de autoridad en el colegio apostólico y en la Iglesia
    (Juan Pablo II. Audiencia general, n. 1, 16 de diciembre de 1992)

    10. Pedro está por encima de todos los que gobiernan el Cuerpo Místico
    (Juan XXIII. Encíclica Aeterna Dei sapientia, 11 de noviembre de 1961)

    11. Jesucristo gobierna visiblemente la Iglesia por aquel que representa su
    persona: Pedro
    (Pío XII. Encíclica Mystici Corporis Christi, n. 17, 29 de junio de 1943)

    12. Al Papa están subordinados pastores y fieles de cualquier rito y dignidad
    (Denzinger Hünermann 3060. Concilio Vaticano I, Constitución dogmática Pastor aeternus, c.3, 18 de julio de 1870)

    13. El Romano Pontífice tiene la potestad de apacentar, regir y gobernar la Iglesia
    (Denzinger-Hünermann 1307. Concilio de Florencia, Bula Laetentur caeli, 6 de julio de 1439)

    14. Su potestad es suprema, plena, universal y ordinaria
    (Concilio Vaticano II. Decreto Christus Dominus, n. 2, 28 de octubre de 1965)

    15. La potestad pontificia no es delegada por los obispos ni necesita su mediación
    (Juan Pablo II. Audiencia general, n. 3, 24 de febrero de 1993)

    16. El Papa tiene la potestad de Cristo sobre el todo y universal cuerpo de la
    Iglesia
    (Denzinger-Hünermann 1054. Clemente VI, Carta Super quibusdam a Consolador, 29 de septiembre de 1351)

    17. El Romano Pontífice antecede a todos los obispos y los que lo niegan están
    condenados
    (DenzingerHünermann 2593. Pío VI, Breve Super soliditate petrae, 28 de noviembre de 1786)

    18. El Sucesor de Pedro debe ser fiel a la voluntad de Cristo en cuanto a su
    autoridad
    (Juan Pablo II. Audiencia general, n. 5, 24 de febrero de 1993)

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  8. ¿Sabes quién es tu Madre y Maestra la Iglesia? (e)16 de mayo de 2022, 4:45

    --- La colegialidad sinodal o conciliar nunca jamás es superior al papado

    19. Nada se concedió a los Apóstoles independiente de Pedro
    (San León Magno, Serm. 4, c. 2). (León XIII. Encíclica Satis cognitum, n. 37, 29 junio 1896)

    20. El colegio episcopal no tiene autoridad sino en comunión con el Papa
    (Concilio Vaticano II. Constitución dogmática Lumen gentium, n. 22, 21 noviembre 1964)

    21. Los obispos sólo puede actuar colegiados en unión con su Cabeza
    (Denzinger-Hünermann 4357-4358. Concilio Vaticano II, “Notificaciones” y “Notas explicativas previas”, 123ª Congregación General, 16 noviembre 1964)

    22. La jurisdicción episcopal ordinaria es comunicada por el Sumo Pontífice
    (Pío XII. Encíclica Mystici Corporis Christi, n. 18, 29 junio 1943)

    23. Prerrogativas del Romano Pontífice sobre los Concilios
    (Juan Pablo II. Audiencia general, n. 4, 24 febrero 1993)

    24. Sin la obediencia a Pedro reina la confusión y el desorden
    (León XIII. Encíclica Satis cognitum, n. 39, 29 junio 1896)

    --- No existe una Iglesia horizontal de círculos o poliedros o paralelepípedos

    25. A la unidad de fe corresponde la unidad de gobierno
    (León XIII. Encíclica Satis cognitum, n. 24.26, 29 junio 1896)

    26. En la Iglesia hay unidad de régimen: los fieles cristianos están sujetos a los sacerdotes, y los sacerdotes a los Obispos, a quienes “el Espíritu Santo puso… para regir la Iglesia de Dios”, así también todos los sagrados Pastores... se hallan sometidos al Romano Pontífice
    (Juan XXIII. Encíclica Ad Petri Cathedram, 29 junio 1959)

    27. Es un error insinuar que en la Iglesia todos tienen la misma potestad
    (Denzinger-Hünermann 2593-2595. Pío VI, Breve Super soliditate, 28 de
    noviembre de 1786)

    28. El ministerio petrino difiere en su esencia de los gobiernos humanos
    (Congregación para la Doctrina de la Fe. Consideraciones: El Primado del Sucesor de Pedro en el misterio de la Iglesia, n. 7, 31 octubre 1998)

    29. Una primacía apenas de honor es incapaz de garantizar la unidad y solidez
    (León XIII. Encíclica Satis cognitum, n. 26, 29 junio 1896)

    30. La Iglesia no es lugar de anarquía, sino un organismo con estructura cuyo
    origen remonta a Dios mismo
    (San Clemente Romano. Carta a los corintios, n. 42).(Benedicto XVI. Audiencia general, 7 marzo 2007)

    31. En la Iglesia no puede haber “autonomía de gobierno”
    (Pío XII. Encíclica Ad sinarum gentes, n. 8, 7 octubre 1954)

    32. La limitación de la potestad pontificia no es conforme a Cristo
    (DS 3064).(Juan Pablo II. Audiencia general, n. 2, 24 febrero 1993)

    33. Trastorna la forma de régimen instituida por Cristo quien se opone al
    primado de jurisdicción de Pedro
    (DenzingerHünermann 3053-3054. Concilio Vaticano I, Constitución dogmática Pastor aeternus, c. 1, 18 julio 1870)

    34. Condenación a los que disminuyen la potestad de régimen del Papa
    (Denzinger-Hünermann 3064. Concilio Vaticano I, Constitución dogmática Pastor aeternus, c. 3, 18 julio 1870)

    35. La ilusión modernista de una Iglesia más horizontal
    (Pío X. Encíclica Pascendi Dominici gregis, n. 37, 8 septiembre 1907)


    --- Sumisión absoluta del Papa, cardenal, obispo, presbítero, diácono, religioso, teólogo y cualquier otro feligrés a todas las verdades divinamente reveladas, las verdades definitivas de doctrina católica y las enseñanzas verdaderas o seguras, no peligrosas, erradas o temerarias, bajo pena de excomunión (herejía) o incomunicación parcial.

    El Papa nunca jamás puede hacer "cisma" contra la sujeción a la Palabra procedente de la Cabeza de la Iglesia, Jesucristo, está limitado a gobernar la Iglesia Peregrina sumiso a Cristo, a custodiar la verdad divina y a la salvación de las almas como acto de misericordia (c. 1752 CDC), y si incumple, no se le obedece por falta de autoridad y legitimidad, validez y licitud.

    Derecho de todo sacerdote bautismal y confirmacional a defender la Fé contra cualquiera, sea Papa u otro feligrés, que la niegue o ponga en duda (sacerdote, profeta y rey)
    (Canon 750 y 751 CDC y concordantes)

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    1. Estoy de acuerdo que la ordenación de mujeres no soluciona para nada el problema de la falta de sacerdotes, y encuentro ridículo y pérdida de tiempo que los progresistas insistan en ello. En estos momentos si el Vaticano no da el primer paso en la ordenación de presbíteros (ancianos) casados o solteros para celebrar misa no vamos a ninguna parte. El problema principal es el celibato obligatorio. Quedan muchas iglesias desérticas donde no se celebra misa. Esta sacralización del "celibato" es la duda inquietante que conviene resolver.

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  9. Resulta que estamos en la època en que el Dios Ciencia aventaja al Dios Bíblico. Es tarea de los clérigos en los púlpitos aclarar este problema.

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  10. Este problema ya los teníamos cuando se representaban el Nacimiento, en los colegios de monjas, porque podían poner para un San José una niña con barba postiza, o una niña de niño Jesús. Por ello en la Liturgia, que es "representación", es necesario que los personajes correspondan a su propio rol.
    De la misma manera que el pan ha de ser de harina de trigo y el vino de uva...
    Bueno seamos relistas y hagamos las cosas que representen realmente a la realidad significada.
    Felicidades para tod@s

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  11. Los dogmas de la Iglesia no se pueden poner en duda y mucho menos cambiarlos al antojo de los heréticos progresaurios.

    En Trento y el Vaticano I dejaron bien claro que les pasaría a quienes osasen tocar nada definido por Dios.

    Sea Anatema!!!!

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