Pere Fàbregues Morlà
Tengo que confesarles una de mis debilidades: soy fan de Mireia Rourera; especialmente de las entrevistas dominicales que publica en El Punt Avui a los últimos de Filipinas del nacional-progresismo eclesial. Me enternecen, no puedo evitarlo. Comprobar como pretenden representar todavía algo, como dan lecciones a diestro y siniestro, como riñen a las generaciones más jóvenes, como siguen conduciendo por la misma dirección desde hace 60 años como si nada hubiese cambiado o como, en definitiva, se rebelan contra un mundo que no consiguen entender porque ha dejado de confiar en sus consejos. Me enternece esa ingenuidad y esa superioridad moral con la que miran a los otros de arriba a abajo, como legítimos poseedores de una verdad que, inexplicablemente, nadie sigue. Me enternece la constatación de un fracaso, que ellos mismos jamás admitirán. Tiene su mérito seguir en el machito, cuando todo lo que postulabas se ha diluido por falta de seguidores.
Hace unos días les hablaba de la entrevista de Mireia Rourera a Joan Amorós (1938) del grupo Effathà. Este domingo dedicaba su sección a Pere Fàbregues Morlà, presidente del Grup Sant Jordi de Promoció i de Defensa del Drets Humans. Fàbregues debe ser de la quinta de Amorós, quizás un poco más mayor. Ignoro el año concreto de su nacimiento. El pobre no tiene entrada propia en la Enciclopedia Catalana, a pesar de ser el último propietario de la que fue afamada librería religiosa La Hormiga de Oro en la Avenida Puerta del Ángel. En todo caso, está más cerca de los 90 que de los 80, pues dos de sus 10 hermanos, Miquel y Ángel, nacieron en 1930 y 1934.
El Grup Sant Jordi no es más que una de esas fracciones infinitesimales en que se divide el nacional-progresismo eclesial catalán, a semejanza de las organizaciones comunistas del tardofranquismo (ORT, MCE, LCR, PTE, Bandera Roja y los numerosos PCE). Esos múltiples nombres, cual hidra de siete cabezas, pretenden aparentar una muchedumbre, cuando siempre son parientes, amigos y bienhechores que se reparten las siglas, cuando no comparten el mismo domicilio. Por citar a algunos encontraríamos Cristianisme i Justícia, Pax Romana, Moviment de Professionals Catòlics, Cristianisme Segle XXI, Acció Solidària Contra l’Atur, El Pregó, Col·lectiu de Dones en l’Església, Foc Nou, Centre Francesc Eiximenis, Centre Internacional Escarré per les minories, Lliga de la Mare de Déu de Montserrat, Som Església Catalunya o la citada Effathà. La que tuvo más su importancia fue la combativa Església Plural, pero tuvo que cerrar hace pocos años, por falta de militantes. Se había quedado solo el voluntarioso Josep Torrens.
Mireia Rourera
En el pecado llevan la penitencia. El joven Fàbregues se queja en la entrevista de que vivimos en una Iglesia de capillitas y que la Tribuna Joan Carrera que él impulsa está formada por trece entidades cristianas de base, que necesitarían una línea de unidad. Ahora se quejan porque más de una de esas entidades se han convertido en unipersonales, pero hasta ahora se beneficiaron de esa táctica del ciempiés que les permitía aparentar mucho más de lo que eran, cuando no percibir alguna subvención del erario público por cada uno de esos grupúsculos.
En el mismo estilo de abuelo cebolleta que Joan Amorós, no se ahorra Fàbregues de reñir a las generaciones más jóvenes. Especialmente a los sacerdotes noveles, a quienes les han cogido una manía enorme, sin preguntarse cómo es que ellos no consiguen atraer vocación alguna. Esta vez el entrevistado incluso añade un poco más de mala leche al acusar a los curas jóvenes de no leer. Es impresionante, pasamos de la superioridad moral a la superioridad intelectual. Cierto es que en este país no se lee mucho (lo sabrá Fàbregues que tuvo que cerrar La Hormiga de Oro) pero la falta de lecturas es transversal y leen tanto (o tan poco) los curas jóvenes como los ancianos amigos del ex librero. Incluso algunos leemos demasiado, hasta el punto de que llegamos a leer a Mireia Rourera. Obviamente, el entrevistado también participa de la obsesión con els bisbes catalans. Otro mantra al que no hace caso nadie, cual se pudo comprobar en la misma Solsona donde un consistorio monocolor de ERC se volcaba en los fastos de la toma de posesión del nuevo obispo, valenciano de origen, sin hacer caso a Amoros o a Fàbregues.
El nacional-progresismo eclesial ha quedado reducido a una gerontocracia, de la que nos da fe muchos domingos Mireia Rourera en El Punt-Avui. Como fenómeno histórico puede tener su interés, pero como apuesta de futuro hace tiempo que dejó de cotizar. Eso sí, ellos siguen dando lecciones, abroncando el personal, sin formular jamás la más mínima autocrítica ni preguntarse cómo sus movimientos no es que vayan languideciendo, sino que se van desmoronando por falta de adeptos. A ver qué día entrevista Rourera a un menor de 60 años. Miren si le pongo el listón bajo.
Oriolt
"Cierto es que en este país no se lee mucho (lo sabrá Fàbregues que tuvo que cerrar La Hormiga de Oro) pero la falta de lecturas es transversal y leen tanto (o tan poco) los curas jóvenes como los ancianos amigos del ex librero."
ResponderEliminarEsto es un drama para Cataluña, porque una sociedad que no lea libros, sean de papel o electrónicos, implica una pérdida de libertad, pues aquí sí rige el adagio de que "la verdad os hará libres".
En efecto, hoy en día se manejan, todavía, las viejas armas comunistas y goebbelianas de la propaganda y agitación, ahora finamente llamadas guerras cognitivas, con la verdad a medias, la verdad omitida, la verdad manipulada, la verdad fuera de contexto, la verdad selectiva...
Ello ya lo utilizaron los comunistas de Lenin y Stalin desde 1917, mejorado por Goebbels, pero también el nacionalismo y socialismo catalán durante la transición (entendida ésta de 1971): hablan de los "crímenes de Franco", pero omiten los crímenes de la República, con las checas, Paracuellos, tiros en la nuca, fusiladeros, torturas, interrogatorios ilegales, juicios sin garantías, sentencias de muerte, robos, detenciones ilegales, paseíllos, sacas... verdad omitida, verdad selectiva, verdad a medias... llámenlo como quieran, mentira es...
Por eso, debido a que nuestra sociedad es la sociedad de los estilo de vida de moda efímera, del estrés y de lo rápido y superficial (Youtube, Tik-tok...), hacen que el libro sea la verdadera tabla de salvación frente a las guerras cognitivas y los maremotos de estímulos que generan.
Andrew Breitbart, periodista (+2012), teorizó sobre las guerras cognitivo-culturales, afirmando que la CULTURA ES PREVIA A LA POLÍTICA: si quieres cambiar las leyes de un país, primero tienes que cambiar su cultura, como se ve en Cataluña, que ha aceptado la cultura de la muerte y la ideología de género. Demostró cómo se puede usar Internet para enrutar todos los cuellos de botella de información y comunicación (selección de noticias y temas a comentar, explicar y opinar cada día) impuestos por los portavoces oficiales y los grandes medios de comunicación: la cultura es previa a la política.
Es como sucede hoy: el periodismo trata sobre el hecho presente y debe de exponerlo casi sin análisis, puesto que el análisis se hace a posteriori por historiadores, y tarda muchos años.
Ello ocasiona que los temas vayan apelotonándose a trompicones, casi sin tiempo para conocerlos: el covid, luego Ucrania, después el Sáhara, ahora la huelga de transportistas, mañana el precio de la energía... y así un sin parar de eventos, junto con un festín de vídeos yutubianos o tictoqueros...
El covid permitió el desarrollo del ingenio de la ingeniería social de las factorías de frases tontucias del PSOE-PODEMOS, creando aquellas falsas esperanzas que aún pueden verse por algún centro de salud:
“TODO VA A SALIR BIEN”
"Porque de ésta vamos a salir más fuertes y más unidos y sin dejar a nadie atrás"
"ESTE VIRUS LO PARAMOS UNIDOS"
Lo paramos si te quedas en casa
Lo paramos si te mentalizas de que esto no va a ser fácil
Lo paramos cada vez que te lavas las manos
Lo paramos si ayudas y haces caso a nuestros profesionales
Lo paramos cuando confías en que vamos a salir de esto
Todo muy bonito menos para los 126.000 fallecidos y a los millones de pacientes con secuelas, más la actual crisis.
Son vulgares frases salidas de un equipo de ingenieros sociales (psicólogos o publicistas), usando la muy vieja técnica de introyectar masivamente pensamiento positivo YUPI-ESPINETE-UNICORNIO MULTICULOR, alguna inspirada de unas cancioncillas (ver buscador), para engañar masivamente a todos los ciudadanos, y en especial, a enfermeros, enfermos y familiares, de lo que ha sido el acto criminal de negligencia sanitaria del Gobierno más grande de Europa.
Por eso es importante leer y culturizarse, leyendo libro de historia o del tema que sean: que no te engañen. El que desconoce la historia está condenado a repetirla, el hombre es el ser que tropieza dos veces en la misma piedra...
"El nacional-progresismo eclesial ha quedado reducido a una gerontocracia, de la que nos da fe muchos domingos Mireia Rourera en El Punt-Avui. Como fenómeno histórico puede tener su interés, pero como apuesta de futuro hace tiempo que dejó de cotizar. Eso sí, ellos siguen dando lecciones, abroncando el personal, sin formular jamás la más mínima autocrítica ni preguntarse cómo sus movimientos no es que vayan languideciendo, sino que se van desmoronando por falta de adeptos. A ver qué día entrevista Rourera a un menor de 60 años. Miren si le pongo el listón bajo."
ResponderEliminarDesde que nació De Bello Pallico por el 2006, con su propósito de denunciar el contubernio progresista-nacionalista dentro de la Iglesia catalana, hasta Germinans Germinabit, con querella bendecida por Grassus Pristix, es evidente que se nos va todo un mundo eclesial destructor, fracasado e irrelevante, pero entrañable porque lo pude conocer por los 1970 y me trae recuerdos de aquellos tiempos, del 600, el Simca, los Celtas, el pluriempleo, Andorra (muchos pillos lo recuerdan: los dinerillos) y que no se pagaban casi impuestos, los políticos robaban lo justo para una mariscada...
Con Franco se vivió mejor y contra Franco aún se vive mejor... y es que Franco, el tío ese, a 47 años de muerto y doblemente enterrado en el Valle de los Caídos y Mingorrubio, tiene la culpa del covid, Ucrania, el precio de la energía, del girasol y la leche, el desabastecimiento...
Pero ¡ Cuánto mal han hecho! y ¡ Cuántos impedimentos han ido realizando! Eh aquí un servidor exiliado e impedido de ser ordenado en la arquidiócesis de Barcelona, pero, por gracia y Providencia del Señor, fui ordenado en la diócesis de Barcelona de Venezuela ¡Gloria a Dios! pero la persecución de las muchas vocaciones eclesiales fue muy grande. Pero el Señor es el que conduce la Historia.
ResponderEliminarLo que están es sobrados de soberbia, no pueden aceptar sus errores y con ellos se atreven a enseñar a los demás, porque los que no son como ellos son unos ignorantes, no leen.
ResponderEliminarUn ejemplo es cuando ven a un mossèn jovencito con alzacuellos comentan: "Quina cosa hem fet malament?, peor es ir vestido de camionero francés como van la mayoría de ellos vestidos, al menos los del alzacuellos manifiestan públicamente su sacerdocio del Dios Altísimo.
Los camioneros franceses también vamos a la huelga, queremos alzacuellos como los españoles
EliminarDe jóvenes fueron puro purin eclesial.
ResponderEliminarQué quieren a su vejez...
Morir matando?
Goyo
ResponderEliminarEspero y anhelo que todos estos "salvadores" que aún quedan en la Iglesia, desparezcan de una vez y no sigan intentando hacer el mal a aquellos que, con suma dignidad, se esfuerzan en seguir al verdadero Salvador y Señor nuestro. Que Dios Padre les dé la suficiente sabiduría, ya que son muy cultivados por sus inmensas horas de lectura, para pedir perdón y ser merecedores de la Misericordia que niegan a cuantos piensan diferente que ellos. María Auxiliadora, ten piedad de este pueblo pecador.