Nuestros amos (no de jure, pero sí de facto) han decidido que mi madre (y mañana será la tuya, o la tuya), ya en un extremo nivel de dependencia y dolor a causa de una caída, acabe las horas o los días que le queden en un centro sociosanitario, en el que igual que en el hospital, están prohibidas las visitas. Nuestros amos (no de jure, pero sí de facto) nos han condenado a que abandonemos a nuestros ancianos padres. Y esa condena es efectiva porque por extraños mecanismos (eso sí, rigurosamente democráticos) les hemos dado el poder más absoluto que jamás se haya conocido, sobre nuestra salud y sobre nuestras vidas.
Les hemos entregado un poder omnímodo sobre nuestra libertad individual, sobre nuestros derechos de familia, sobre nuestros derechos de trabajo, de comunicación, de movimiento… Eso sí, siempre por altísimos motivos de salud: ya no individual (que sólo se sostiene en el egoísmo insolidario), sino pública. Genérica, anónima y por tanto altamente generosa. Son las nuevas y originales doctrinas que se van abriendo camino en la construcción del Nuevo Orden Mundial. Y que nos están arrollando.
Y así me encuentro ahora con que tengo que dejar total y absolutamente abandonada a mi madre: que ha tenido vida y fe suficiente para rezar millones de veces “ahora y en la hora de nuestra muerte”. He sido condenado a dejarla morir sola como un perro sarnoso (eso se decía cuando no era el hombre el que estaba al servicio del perro, sino el perro al servicio del hombre).
Y a mí, hombre chapado a la antigua, esa situación me genera un enorme sufrimiento, un sufrimiento indecible. Mi única esperanza (más ya no me queda) es que este sufrimiento no sea estéril, y algún día se convierta en la virtud que necesito para defender ese mundo maravilloso de padres, madres e hijos en el que me crié.
La razón, me explican los responsables (y los dueños) de mi salud y la de mi madre es que, si me permitiesen visitarla y asistirla, podríamos vernos afectados o ella o yo, o los dos por una tos o unas febrículas como las que vienen visitándonos cada año desde hace siglos; pero más tenues y pasajeras, nos dicen y redicen, gracias a la eficacísima medicación universal a la que nos han inducido por todos los medios a su alcance; y que tan generosamente nos han costeado ellos.
Y eso me tiene el alma rota. Porque a fin de cuentas, he dado yo mi asentimiento a esas medidas de precaución. He aceptado finalmente que sean ellos, mis amos de facto, que no de jure, quienes se tomen tan a pecho mi salud ¡y la de mi madre moribunda!, que por evitarme esa infección (tan tenue, tan pequeña, que hasta le han puesto el nombre de “o-micrón”, “o” pequeña), me condenen a dejarla morir sola, totalmente sola.
Llevan tantos años en el empeño de romper la familia labrando así nuestra soledad, que por fin se han atrevido a darle el último mazazo. La relación madre-hijo, la más fuerte y vigorosa de todas las relaciones humanas, queda definitivamente desmembrada mediante esa gestión de nuestra salud, tan responsable y tan científicamente impecable.
Ya hicieron un ensayo general el primer año de la pandemia, condenando a morir en total soledad a decenas de miles de ancianos en las residencias: sin asistencia ni de sus familiares ni del imponente sistema sanitario de que disfrutábamos. Hicieron el ensayo (siempre asesorados por los más conspicuos comités de médicos, científicos y expertos) y les funcionó de maravilla. Lo hicieron y no les pasó nada.
Y son esos mismos científicos los que les han asegurado que la sociedad del bienestar que nos han construido y que ahora están coronando, ha de anteponer a cualquier otro bien individual o familiar, la salud absoluta de la colectividad: sin la menor concesión a cualquier mella que ésta pueda sufrir. Ni menos en aras de la salud individual de quien sea, y menos aún en aras de anticuados sentimientos morales y familiares. Han decidido en consecuencia que hemos de sacrificar todos los demás valores humanos, sociales, familiares, políticos e incluso económicos: que se lo digan a los millones de personas del sector servicios, a los que las medidas de protección de la salud general, les han arruinado la vida. Ya estamos en once suicidios diarios. Lo van consiguiendo.
Y sí, a cada uno le ha tocado un sacrificio mayor o menor, a cada uno se le ha recortado la libertad, la vida o la hacienda de una manera distinta. A mí me toca lamentarme hoy del tremendo mazazo que está representando para mi madre quedarse sin hijo justo en la hora de la muerte, tan crucial: quedarse sin hijo y en la más desesperante soledad. Y me toca lamentarme del tremendo mazazo que representa para mi integridad moral, que se me obligue a abandonar mis sagrados deberes de hijo justo en uno de los más sagrados momentos.
Lo que añade gravedad y desesperación, lo que me hace sentirme un miserable en esta situación en la que alguna responsabilidad me cabe, ¡claro está!, es el pretexto miserable que me han ofrecido para cometer esta fechoría: es que podría tener algunos achaques de salud: muy leves en cualquier caso, porque gracias a las medidas sanitarias adoptadas por los dueños de nuestra salud y de nuestras vidas, y gracias a la extraordinaria labor de los comités de médicos, científicos y expertos, la ómicron (la o pequeña) cursa con síntomas leves que prácticamente no entrañan ningún riesgo. ¡Menudo cinismo!
Pues ahí estamos, en la desproporción abismal entre el mal que evito y el mal que hago. Por evitar un mal menor (una gripe que gracias a tanta sabiduría y a tanta eficacia se ha vuelto insignificante), se me ha condenado a cometer una tremenda fechoría justo con mi madre, y justo en su peor momento. Y para colmo, para tranquilizar mi conciencia de ciudadano y de hijo, se me suministran desde el poder las mismas coartadas que se les suministraron a los miles y miles de hijos que tuvieron que resignarse a dejar morir a sus padres en las residencias: con una muerte a la que ni siquiera se condena a los peores criminales en las cárceles.
Tenemos la coartada que tranquiliza nuestras conciencias. Por eso, pase lo que pase, hagan lo que hagan, nos obliguen a hacer lo que nos obliguen a hacer, nos quedamos quietos, sin reaccionar, sin quejarnos, sin lamentarnos siquiera, como si todo eso fuese inevitable, como si no hubiese otra conducta posible en estos trances.
Pues no, no acepto la coartada que me ofrecen, no me resigno a cometer esta última fechoría sin rechistar. Quiero ser la nota discordante en este coro de esclavos (o mia patria, si bella e perduta, ¡Oh patria mía, tan bella y perdida!; o, t’ispiri il Signore un concento que ne infonda al patire virtú Ojalá te inspire el Señor un canto que infunda al sufrir virtud). Se nos está escurriendo entre los dedos la auténtica patria (la humanidad como colectivo y como virtud). Pero no sufrimos, porque ya se han cuidado de que no llegue a nuestra alma ese canto que nos infunda valor, sino los cantos de sirena que nos tienen anestesiados y enajenados. Han dado con la forma segura de que el sufrimiento no se convierta jamás en virtud.
¿Pero no hay nadie por ahí diciendo algo al respecto? Grandes oenegés y fundaciones, prestigiosas religiones, incluida la católica, ¿no han caído en la cuenta del inmenso sacrificio moral que nos exigen nuestros amos por salir adelante con su programa de salud universal impartida mediante medicación universal y limitaciones universales de derechos y virtudes? Pues no, nadie defiende el derecho de mi madre a ser asistida por su hijo en la hora de la muerte. Porque nos ha quedado como único valor a defender, la salud. La que ellos nos impongan y al precio que nos la impongan. Y las iglesias, las oenegés y las grandes fundaciones, pegándose codazos unas a otras, por ver cuál se coloca mejor a la cabeza del Nuevo Orden Sanitario. Y yo con el tremendo cargo de conciencia de abandonar a mi madre en la hora de su muerte. ¿Pero le importamos a alguien mi madre y yo si sólo somos personas, sólo dos personas?
He decidido abrazarme al sufrimiento que me produce esta atrocidad de condenar a mi madre a la más desesperante soledad en la hora de su muerte. Una atrocidad cometida por nuestros amos: con mi complicidad y con mi resignación. Mi complicidad ya se la regalé hace mucho tiempo; pero con mi resignación (prueba de altísimo civismo, dicen los muy cínicos coreados por sus corifeos y danzarines), que no cuenten. Prefiero abrazarme a mi dolor, pobre obsequio a mi madre moribunda (¡ave César!), con la esperanza de que algún día sea capaz de convertir el dolor en virtud y defender con ella a otras madres y a otros hijos.
Virtelius Temerarius
¡Soberbio artículo!
ResponderEliminarSí, y debería de convertirse en ley, pues ahora sí, el covid ha demostrado el lado oscuro y eugenésico de Cataluña, donde tiene el número más alto de médicos homicidas de enfermos (eutanasia).
EliminarNecesitamos:
1. Protección contra el médico y el funcionario eutanasista
2. Protección de la integridad psíquica: al anciano se le denigra: "no vales para vivir", "eres un estorbo y una carga" (de hecho, hasta Benedicto XVI lo piensa algunas veces)
3. Protección de nuestra salud en casos de dependencia, incapacidad, enfermedad y vejez
4. Protección de nuestras propiedades en casa
5. Ejercicio judicial de nuestros derechos y libertades
6. Derecho a ser visitados por nuestros parientes, haya epidemia o no
7. Derecho a ser visitados por los sacerdotes
8. Derecho a comunicarse en caso de internamiento por causa de epidemias: la epidemia ha creado una burbuja segregadora alrededor del anciano
9. Derechos de los residentes ancianos y enfermos en geriátricos y centros de salud, recuperación, rehabilitación y hospitales
10. Derechos sanitarios íntegros para los ancianos enfermos o discapacitados: los políticos sólo van a su bola "indepe" y los muy miserables están dejando marginado a miles, cientos de miles pronto, de ancianos
Este artículo es premonitorio de lo que nos pasará pronto a muchos: la Generalidad y el Ayuntamiento nos verá inútiles consumidores de recursos presupuestarios, y el nazismo eugenésico y eutanasista ya se está instituyendo.
Hay tiempo, pero hay que ponerse las pilas ya y rápido...
LOS BUENOS HIJOS CUIDAN A SUS PADRES EN CASA, NO HABLAN NI ALARDEAN NI SE QUEJAN!
EliminarSi su señora madre esta en sociosanitario puede usted llevarla a su casa y solicitar ayuda a través del CAP para que le asista el equipo de curas paliativas.
ResponderEliminarConfieso que es lo primero que he pensado (la primera línea de su comentario); pero después de haber sufrido dos muertes sucesivas en mi casa y, SOBRE TODO, leer lo que sigue de su comentario, le pregunto: ¿A qué CAP se refiere? ¿A qué equipo de curas paliativas? No le cuento mi experiencia. Perdone.
EliminarEn el artículo de ayer "¡Todos con el obispo Vadell!", y en relación con el artículo de hoy, el comentarista Hermenegildo escribió que "En una entrevista que le hicieron poco después de su consagración episcopal no se ve a Vadell contundente contra el aborto voluntario. A partir del minuto 42:
ResponderEliminarib3.org/carta?id=26a679ea-28a7-4aec-9335-5877aa239e40
Lo que dice Vadell sucintamente:
--- Periodista: Aborto...
--- Obispo Vadell: "Aborto, nunca jamás, bajo ningún precepto... Sí a la vida que es un don... hay abortos involuntarios [naturales]... apuesto por un sí a la vida siempre..."
--- Los anticonceptivos ¿la Iglesia debe de variar, matizar?
--- La Iglesia apunta a un ideal antropológico de apertura a la vida... luego hay situaciones concretas complejas que hacen que los grandes principios morales deban de matizarse... Francisco dice que cada caso es cada caso...
--- Divorcio: un juramento debe de estar por encima de lo que siente por otro...
--- El compromiso es importante por sus consecuencia... situaciones y situaciones... hay que oír cada situación... hay casos que deben de matizarse
--- Celibato voluntario
--- En los primeros siglos de la vida cristiana, los presbíteros se casaban, el casamiento de presbíteros podrían volver
--- Eutanasia
--- La vida es un don, un regalo... pero dentro de la cultura de los matices, oiría cada caso... cuando oyes cada problema, hay un color diferente... deben de haber criterios que nacen de una antropología... las cuestiones morales no son dogmas... has de escuchar...
--- Pero la Iglesia sí lo hace (plantea las cuestiones morales como dogmas)
--- La Iglesia plantea las cuestiones morales no como dogmas sino como criterios... Bergoglio dijo a una pregunta que le pedían un "Sí o no" a un tema moral, respondió "Sí" según el planteamiento eclesial, pero luego Juan, Miguel se han de poner de acuerdo
--- Matrimonio homosexual
--- El concepto de matrimonio de la Iglesia, siempre fue heterosexual, después hay otras formas de matrimonio, pero esto no quiere decir que la Iglesia no lo permita, entonces rechace esta situación...
.....
Mn. Vadell, de quien deseo su sanación, explicita sin quererlo, con su actitud personal vacilante, muy interesante en modo extremo, una situación que se puede extender de forma general el mal actual de todo consagrado y teólogo "hijo del Concilio": la falta de cimentación fideística, moral y eclesiológica.
Vamos a ver lo que dice la recta y verdadera doctrina católica real del Amor de Caridad, único Amor fecundo y liberador, no la falsa moral del humanismo filantrópico cristianoide, bonachón, interesado y antidivino, egoísta y dulzón, disfrazado de cristiano, carente de verdadero Amor de Caridad, falta que produce la ingratitud y la decepción, y que anida en la Iglesia de hoy.
Nunca jamás abandonen lo dicho por Jesús y la santa y sagrada tradición, herencia espiritual y magisterio católico: todo lo que se aparte de ella lleva al camino ancho de la infelicidad, el fracaso, la irrelevancia y la derrota.
Defiendan "la verdad nos hace libres": la única verdad es la de Jesús y lo que ha administrado la verdadera Iglesia desde el nacimiento de la misma, en el Pentecostés. Todo lo demás es mentira, latrocinio de almas, y muerte, primera y segunda.
I. INTRINSECE MALUM
ResponderEliminarLa moral católica se basa en los llamados actos morales intrinsece malum per se, semper et pro semper in omnibus locis, argumentados en estos dos documentos:
1. Encíclica Veritatis splendor (Juan Pablo II) numerales 79-83 y 95-97
2. Catecismo 1753-56: hay actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias y de las intenciones, que son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto; por ejemplo, la blasfemia y el perjurio, el homicidio y el adulterio.
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II. BONUM IMPERFECTUM ET IMPERFECTUM
Pero para la moral luterana, que entró en el catolicismo a través de la herética teología del Rin alemana y que se ha plasmado en Amoris laetitia, los actos morales deben de regirse por el principio bonum imperfectum et incompletum: todo acto moral intrinsece malum se convierten en lícito, válido moralmente y con valor santificante, si tiene adicionadas o bien unas circunstancias excusantes o atenuantes o bien unos elementos positivos, que los transforman en comportamientos virtuosos, conductas queridos por Dios que reciben la plenificación de la gracia divina santificante, actos que permiten la plena inclusión en la vida eclesial, y por ello, los que los practican gozan de plena y libre participación y comunión dentro del grado de Sumo Sacerdocio con Cristo en su “munus docendi, sanctificandi y regendi”; además, estos actos son subjetivamente "discernidos" (juzgados) óptimamente por los propios afectados, en unión con el presbítero y bendecidas por el obispo.
Así, TODAS las relaciones matrimoniales basadas en el adulterio y la ideología de género lgbti, son actos bonum imperfectum et incompletum. Ello es así porque si bien son un mal intrínseco e íntimo de carácter objetivo, no obstante existen circundantes una serie de hechos morales (circunstancias y elementos positivos) que transmutan el acto intrinsece malum en un bien imperfecto e incompleto o bonum imperfectum et incompletum, los cuales son estos:
los actos buenos del amor, la fidelidad, el respeto, el afecto, la atención recíproca, la ayuda mutua, el cuidado, la vida de convivencia comunitaria, el discernimiento, la libertad, la igualdad, el reconocimiento social de la unión, cualquier circunstancia atenuante o exculpatorio individual, familiar, cultural, psicológica y social.
.....
III. CONCRETOS ACTOS INTRINSECE MALUM
La Iglesia recoge en diversos documentos dichos actos intrinsece malum:
- Pecados que claman al cielo: Catecismo de San Juan Pablo II, n. 1867; Catecismo Mayor de San Pío X, n. 867: homicidio y suicidio voluntarios, aborto y eutanasia; homosexualidad o sodomía; opresión contra el pobre; agravio al forastero, a la viuda y al huérfano; injusticia con el asalariado
- Gaudium et spes 27: más de 20 conductas morales (genocidio, esclavitud, prostitución, aborto, eutanasia, suicidio deliberado...)
- Humanae vitae 14: aborto, esterilización, anticonceptivos; Donum vitae 2: lo mismo; Evangelium vitae: 62 aborto, 73 aborto y eutanasia
- Catecismo 2357: homosexualidad; 2356: violación, incesto, pederastia; 2370: anticoncepción; 2352: autoerotismo; 1756: blasfemia, perjurio, homicidio, adulterio
- Samaritanus bonus V: eutanasia y suicidio asistido
- Deus caritas est 28: comunismo, socialismo; Centessimus annus, 8: capitalismo salvaje; Catecismo 676: idolatrías políticas y sociales
IV. MARTIRIO EN DEFENSA DE LA MORAL CATÓLICA
ResponderEliminarEl martirio forma parte indisoluble de los actos intrinsece malum, y en especial, para el Papa, obispos y cardenales, presbíteros, diáconos, religiosos y teólogos, que deben de predicarlos y defenderlos dando la vida si cabe, según Benedicto XVI, en especial, los principios innegociables, como son la vida (aborto, eutanasia), familia (ideología de género, divorcismo), educación de los hijos por los padres y bien común:
"Hay valores que nunca deben ser abandonados por un valor mayor e incluso sobrepasar la preservación de la vida física. Existe el MARTIRIO. Dios es más, incluida la sobrevivencia física. Una vida comprada por la negación de Dios, una vida que se base en una mentira final, no es vida. El MARTIRIO es la categoría básica de la existencia cristiana. El hecho que ya no sea moralmente necesario... demuestra que la misma esencia del cristianismo está en juego."
Mártires de la castidad y contra la homosexualidad: Los 22 mártires contra el rey de Uganda y San Pelayo contra Adderramán III
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V. CELIBATO SACERDOTAL
San Juan Pablo II, en su Audiencia General del 17 de julio del 1993, establece que "en la Iglesia latina no se admite ni siquiera en casos particulares la ordenación presbiteral de hombres casados". La Iglesia considera que la conciencia de consagración total madurada a lo largo de los siglos sigue teniendo razón de subsistir y de perfeccionarse cada vez más.... La ley del celibato sacerdotal, vigente en la Iglesia latina, debe ser mantenida íntegramente" (Sínodo de Obispos de 1971, L'Osservatore Romano, edición lengua española, 12 diciembre 1971, p. 5).
vatican.va/content/john-paul-ii/es/audiences/1993/documents/hf_jp-ii_aud_19930717.html
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VI. ABORTO
A. BIBLIA E IGLESIA PRIMITIVA:
1. «Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses te tenía consagrado» (Jr 1, 5)
2. «Y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo hecho en lo secreto, tejido en las honduras de la tierra» (Sal 139, 15)
3. La Enseñanza de los doce apóstoles o Didaché 2,2: “No matarás el embrión mediante el aborto, no darás muerte al recién nacido”. (Bernabé, ep. 19, 5; Epístola a Diogneto 5, 5; Tertuliano, apol. 9)
B. PÍO XII:
1. Discurso de Su Santidad Pío XII al Congreso de Unión Católica Italia de Obstétricas III (1951)
2. Discurso de Su Santidad Pío XII sobre los errores de la moral de situación (1952)
3. Discurso de Su Santidad Pío XII a los participantes en el II Congreso Mundial de la fertilidad y la esterilidad (19 mayo 1956)
C. CONCILIO VATICANO II:
1. Gaudium et spes, n. 51, apartado 3º: tanto el aborto como el infanticidio son crímenes abominables
2. Gaudium et spes, n. 27: aborto, eutanasia y suicidio deliberado
D. PABLO VI:
1. Humanae vitae 14: aborto, esterilización, anticonceptivos (ampliado en Donum Vitae n. 2, asumido en Splendor vitae)
2. Declaración sobre el aborto (Congregación para la Doctrina de la Fe), 18 noviembre 1974, n. 26: No se puede jamás aprobar el aborto
E. JUAN PABLO II:
1. Consejo Pontificio para la interpretación de los Textos Legislativos, respuesta auténtica de 23 de mayo de 1988
2. Donum vitae, n. 2 (ampliación de la Humanae Vitae 14)
3. Evangelium vitae, n. 62 (el aborto directo o querido como fin o como medio); 73: el aborto y la eutanasia
4. Catecismo nn. 2270-2275: La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción
5. Catecismo 2370: anticoncepción, destruye lo unitivo y procreativo
6. Código de Derecho Canónico, canon 1398: “Quien procura el aborto, si éste se produce, incurre en excomunión latae sententiae”
F. BENEDICTO XVI:
- Aclaración de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre el aborto provocado (L'Osservatore Romano», Año CXLIX n. 157, 11 julio 2009, p. 7)
VII. HOMOSEXUALIDAD
ResponderEliminarLa Nova Vulgata (Sagrada Escritura), la Sagrada Tradición, el Magisterio y la herencia espiritual condenan absolutamente toda la ideología de género, sea homosexual o transexual, o de otro tipo. Además, muy importante, las uniones homosexuales o de la ideología de género "nunca deben de ser aprobadas" (Catecismo 2357):
A. ANTIGUO TESTAMENTO:
Génesis 18, 20-21, y 19, 1-25; Levítico 18, 22; Levítico 18, 26-27; Levítico 20, 13; Deuteronomio 23, 17; Deuteronomio 23, 19; Deuteronomio 29, 22; Jueces 19; Primera de Reyes 14, 24; Primera de Reyes 15, 12; Isaias 1, 7-10; Isaías 3, 9; Jeremías 23, 14; Jeremías 50:40; Ezequiel 16, 46-58; Jeremías 23, 14; Amos 4, 11; Sofonías 2, 9; Lamentaciones 4, 6
B. NUEVO TESTAMENTO:
Mateo 11, 23-24; Lucas 10, 12; Lucas 17, 28-30; Romanos 1, 24-27; Romanos 9, 29; I Corintios 6, 9-10; I Timoteo 1, 8-11; II Timoteo, 3, 1-5; Galatas 5, 19-21; Efesios 5, 5-7; II Pedro 2, 6; Judas 1, 7; Apocalipsis 21, 27; Apocalipsis 22, 15
C. TRADICIÓN:
San Clemente de Alejandría, El Pedagogo, Libro 2 y 3
San Hipólito de Roma, Tradición Apostólica
Orígenes; Contra Celso; San Ambrosio Sobre la Penitencia, Libro I
Atenágoras, súplica a favor de los cristianos, 34
Ignacio de Antioquía, A los efesios XVI; Policarpo, Carta a los filipenses 5
San Pedro Canisio, De pecatis in coelum clamantibus, III
San Buenaventura, In Nativitate Domini, Sermón XXII
Santa Catalina de Siena, El Diálogo, cap. 124
San Pedro Damián, Liber Gomorrhianus, XVI, PL: 145, 175-176
Gregorio Magno, Moralium in Jov, L. XIV, c. 19, n. 23
San Juan Crisóstomo, In Espístola ad Romanos, Homilia IV, n. 1
Atenágoras de Atenas, Súplica a propósito de los cristianos, 34
San Policarpo de Esmirna, Carta a los Filipenses, V, 3
San Agustín: Sermón XCVIII, Escritos bíblicos Libro 1, Confesiones Libro 3, c. 8, n. 15;
Santo Tomás de Aquino, Lectio 3, Ad I Timotheum 1, 6-12; Comentario a la I Epístola de San Pablo a los Corintios, 6,16; Suma Teológica, II-II, q. 154, a. 12, ad 1;
D. PONTÍFICES:
1. Pío V
- Constitución Cum Primum (Bullarium Romanum, 1566), 11: crimen nefando contra natura
- Constitución Horrendum illud scelus, 3, Contra cualesquier clérigos, tanto seculares cuanto regulares, reos de crímenes nefandos, (Bullarium Romanum, 1568): crimen que destruyó las ciudades sodomitas; privación a todo presbítero de todo cargo, dignidad y beneficio eclesiástico y privilegio clerical, y reducción a exiguio mínimo de estado laical
2. Catecismo Mayor de San Pío X, 967-968: pecado impuro contra el orden de la naturaleza; su pecado clama venganza al cielo porque lo dice el Espíritu Santo y porque su iniquidad es tan grave y manifiesta que provoca a Dios a castigarlos con los más severos castigos.
3. Pablo VI:
- Declaración “Persona humana” acerca de ciertas cuestiones de ética sexual, 8 y 9 (1975)
4. Juan Pablo II:
- Veritatis splendor (1993), 49:
- Discurso a los participantes en la Asamblea eclesial de la diócesis de Roma, 5 junio 2006
- Discurso a los miembros del Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Secde durante el intercambio de felicitaciones de Amño Nuevo, 11 enero 2010:
- Discurso a la Curia Romana con motivo de las felicitaciones de Navidad, 21 diciembre 2012
- Mensaje para la celebración de la XLVI Jornada Mundial de la Paz, 4 (8 diciembre 2012)
- Discurso a los participantes en la plenaria del Consejo Pontificio "Cor Unum" (19 enero 2013)
- Familiaris consortio, 32 (1981)
- Carta “Homosexualitatis problema” a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales, 3, 7, 8 y 9 (1986)
4. Juan Pablo II (cont.):
ResponderEliminar- Algunas consideraciones acerca de la respuesta a propuestas legislativas sobre la no discriminación de las personas homosexuales, 1 y 2 (1992)
- Sexualidad humana: verdad y significado. Orientaciones educativas en familia (Pontificio Consejo para la Familia), 104 (1995) [correlacionada con Preparación al sacramento del matrimonio (1996)]
- Familia, matrimonio y uniones de hecho (Pontificio Consejo para la Familia), 23 (2000)
- Carta de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, 16 mayo 2002:
- Consideraciones acerca de los proyectos de reconocimiento legal de las uniones entre personas homosexuales, 4 (2003)
- Carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa sobre la resolución del Parlamento Europeo en relación a las parejas de homosexuales, 4 (2003)
- «Dignidad para recibir la Sagrada Comunión. Principios Generales» y se dirige al episcopado estadounidense con ocasión de la reunión plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en Denver del 14 al 19 de junio de 2004.
- Catecismo: numerales 1867
5. Benedicto XVI
- Instrucción sobre los criterios de discernimiento vocacional en relación con las personas de tendencias homosexuales antes de su admisión al seminario y a las órdenes sagradas (Congrregación para la Educación Católica), 2 y nota 8 (2005):
- Orientaciones para el uso de las competencias de la psicología en la admisión y en la formación de los candidatos al sacerdocio, numeral 10 y nota 25 (29 junio 2008)
- «En busca de una ética universal: nueva perspectiva sobre la ley natural» (Comisión Teológica Internacional, 2009), 49
6. FRANCISCO
Dentro de su grave imperfección teológica, fideística y moral, tiene puntos conformes a la verdad católica:
- Carta de Bergoglio a las carmelitas de Buenos Aires, 22 junio 2010: El matrimonio homosexual con derecho a adopción es una obra del demonio
- El don de la vocación presbiterial (Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis) 6 diciembre 2016, numerales 189, 199, 200 y 201 y sus notas
- Amoris laetitia, 250-251: «no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia […] Es inaceptable que las iglesias locales sufran presiones en esta materia…».
- Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo , 15.03.2021
A LA PREGUNTA PROPUESTA: ¿La Iglesia dispone del poder para impartir la bendición a uniones de personas del mismo sexo?
SE RESPONDE: Negativamente.
7. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
- “La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar” (25.4.2012)
- Acerca de la objeción de conciencia ante una ley radicalmente injusta que corrompe la institución del matrimonio (Nota del Comité Ejecutivo de la CEE, 5.5.2005)
8. OTROS OBISPOS
- A propósito da ideología do género. Carta Pastoral da Conferência Episcopal Portuguesa. Fatima, 14 noviembre 2013
www.conferenciaepiscopal.pt/v1/a-proposito-da-ideologia-do-genero/
- Decreto de12 junio 2017, obispo Paprocki, Springfield, por el que prohibe todo tipos participación sacramental y eclesial (ni entierros ni comuniones) a los matrimonios homosexuales
- Oraciones de Súplica y Exorcismo en Reparación por los pecados de los matrimonios del mismo sexo, obispo Paprocki, Springfield, 2013 (Ritual exorcismos 1998, Apéndice I)
Anónimo 0:02, ésto no es tan fácil como estés lo pinta.
ResponderEliminarSólo habla de oídas¡!
De oídas ni hablar.... Le hablo desde la experiencia. Lo que ocurre es que es mucho más fácil aparcar a nuestros padres allí y después quejarnos, llorar y buscar la lastima de los demás
EliminarLa buena gente, los buenos hijos cuidan, desde casa, a sus buenos padres, hablan menos y trabajan más!
ResponderEliminarNo es, entrañable Virtellius, un recuerdo a su madre doliente en el hospital. Es la expresión de lo que está sufriendo hoy y aquí, en el Valle Hebrón. Un valle que el coro de los esclavos de Nabucco tenía presente cuando cantaban el famoso Va pensiero: Va, pensiero, sull'ali dorate; /Va, ti posa sui clivi, sui colli, / Ove olezzano tepide e molli /
ResponderEliminarL'aure dolci del suolo natal! / Del Giordano le rive saluta, /
Di Sionne le torri atterrate.../ En esos dos versos glosa usted la vida en esta tierra que extraña la Jerusalén perdida y espera que su madre llegue a ella, vía sufrimiento que les ha enviado a ella y a usted.
Le recuerdo vivamente en estos días tan dolorosos para usted. Ha dado usted un nuevo sentido al exilio y cautiverio.
Totalmente de acuerdo con el entrañable sr. Valderas Gallardo.
EliminarMucha cultura tiene el Sr. JMVG pero escribe en una lengua extraña de la cual no entiendo nada, debo confiar que lo que dice después de su larga perorata se infiere debidamente. No tengo tanta cultura ni musical ni don de lenguas. ¿Podria traducir la larga perorata para poder beneficiarnos todos de su magna ciencia Sr. JMVG ?
EliminarEs usted muy valiente. Si le contase todo lo que he visto. Nadie se lo cree. El Nuevo Orden Sanitario es tanto consumes tanto pagas, si etes dependiente gastas demasiado y fuera. Si tienes mas de 75 se lo puensan, si tienes mas de 80 ya has vivido demasiado bien y fuera. Escepciones: si tienes un equipo sanitario que lucha por ti, o bien si tienes hijos sanitarios, entonces tienes todo.
ResponderEliminarRezaré por usted.
Salut
No se prive, cuente, cuente. Por mucho que escriba nunca alcanzará al pesado que ocupa un tercio de cada entrada con sus plúmbeos comentarios
EliminarNada mejor que un centro socio-sanitario tiene todos los cuidados necesarios que en casa no se le pueden dar. A veces me pregunto ¿ tendremos nosotros la suerte de tener tan buenos cuidados como tienen nuestros mayores ?
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con el artículo y Doña. Laura S.
ResponderEliminarY feliz año nuevo a todo el mundo Católico de verdad.
La “red infernal” va acechando a las personas para estrangularlas entre unas manos de suave tacto sedoso y sublime perfume angelical.
ResponderEliminarLa vida es muy fácil para los mentirosos (Satanás) porque la mayoría de la gente está abrumada con el día a día, enfrentándose a los múltiples problemas cotidianos. Las “certezas” de los mercenarios y sicarios del poder, son certezas cómodas en un individuo de por si ansioso y desestructurado. En este desconcierto son muy receptivos y confían en los “cantos de sirena” de los que su profesión es la manipulación con careta tranquilizante pero sobre todo salvadora.
La gente vaciada de referentes adora a estos iconos (“expertos”, “científicos”, “políticos”, “periodistas”…) y no cuestiona ni su “hueca” argumentación, y menos ve que puede ser destrozada por ellos. En estos días los “dueños de los iconos” tienen todo el “poder” y la mayor parte del “dinero”, lo que es decir que controlan a los políticos, la legislatura, a los medios de comunicación y yo diría que controlan hasta la Iglesia.
Los iconoclastas nunca fueron ni son populares (negacionistas, conspiracionistas, agoreros, profetas del desastre…). Muchos años o siglos después pueden reconocerse y valorarse sus voces.
Lamento mucho la situación de su madre y pido a Dios que usted acepte con prontitud, alegría y valentía Su voluntad.
ResponderEliminarMuy rápidamente hemos dejado la sanidad en manos de los corruptos políticos, que no nos representan, y con ello hemos sellado nuestra suerte.
Si el ideal es ser como Suecia, evidentemente no seremos ni más libres ni más prósperos: hemos cambiado de amo con otro collar.
Una vez más, lo siento mucho.
No se lamente, lo que tendría que hacer es quejarse menos y cuidarla más. Los buenos hijos cuidan a sus madres en casa!
EliminarAnónimo 31 de diciembre de 2021, 21:18
EliminarEfectivamente, tiene razón.
Lo que pasa es que a veces eso no es posible, porque hay que trabajar para vanarse la vida, o no es conveniente para el enfermo, porque hay que saber manejarle y de lo que se trata es de que no sufra.
Y se lo dice una persona que ha cuidado durante años a su padre hasta que murió en su casa, de lo que estoy muy orgulloso.
En cualquier caso, lo importante es que no se sienta solo o abandonado, porque son grandes estresores.
Hay una cosa que no entiendo:
ResponderEliminarSi esa mujer está terminal como parece, ?por qué su hijo no puede estar con ella, hablarle y cogerle la mano?
De acuerdo que hay una pandemia, pero con un mínimo de precauciones es totalmente posible.
?Que se contagia con algo y muere?
Bueno, está terminal y todos hemos de morir.
?No seria mejor para la mujer que pudiese sentir a su hijo y a su hijo despedirse de ella?
Conozco el caso de una anciana que hace un año, andando por la calle con su hijo, se le rompió la cadera. Sola, en el hospital, se dejó morir.
Me parece un trato muy cruel para con los enfermos. También ellos son seres humanos.