¿Señales del fin del mundo?
¿Cuándo volverá el Señor? ¿Es inminente su retorno? Me encuentro con personas que me dicen que la cosa está al caer porque el mundo está tan mal que se cumplen las profecías y que será terrible. ¿Hay alguna señal clara que nos permita averiguar un retorno próximo?
Esta gente tan alarmada que usted se encuentra, o bien disponen de una fuente de información privilegiada ajena a la mayoría del mundo o bien tienen una imaginación muy alterada que les hace malas pasadas. Este es un tema recurrente y, de vez en cuando, siempre hay alguien que lo saca a colación. Hay que decir que los cristianos de todos los siglos vivimos «esperando nuestra bienaventurada esperanza, el retorno de Nuestro Señor Jesucristo». Y esta esperanza siempre es una disposición activa, preparando los caminos del Señor, construyendo nuestra vida y nuestro mundo a la luz del Evangelio. Esta es la vigilancia y preparación fundamentales que nos pide el Señor en lo que a su venida se refiere. Es decir, que nos fijemos a «cómo» lo tenemos que esperar y cómo nos quiere encontrar cuando venga y no al «cuándo», al momento del que no sabemos ni el día ni la hora.
¡Ojo con los catastrofistas y pesimistas radicales! Esto que será «terrible» denota una muy mala comprensión de la esperanza y de la escatología cristianas. Los cristianos no esperamos una venida catastrófica del Señor. Todo lo contrario, nuestra esperanza es «bienaventurada» porque esperamos el cumplimiento definitivo de la salvación. Es evidente que no será así para aquellos que combaten el Reino de Dios, pero nuestra esperanza es bienaventurada y con una vida evangélica tenemos que ser dignos de esta bienaventuranza. En cuanto a las señales concretas y que tengan una fundamentación en Cristo, podemos apuntar al anuncio del Evangelio en toda la tierra, a una apostasía generalizada y, sobre todo, a una percepción cierta de una posible victoria del mal y del pecado. En este sentido quiero citar un punto del Catecismo de la Iglesia católica que siempre me ha impresionado: «Antes del advenimiento de Cristo, la Iglesia deberá pasar por una prueba final que sacudirá la fe de numerosos creyentes.
La persecución que acompaña a su peregrinación sobre la tierra desvelará el “misterio de iniquidad” bajo la forma de una impostura religiosa que proporcionará a los hombres una solución aparente a sus problemas mediante el precio de la apostasía de la verdad. La impostura religiosa suprema es la del Anticristo, es decir, la de un pseudo-mesianismo en que el hombre se glorifica a sí mismo colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías venido en la carne... El Reino no se realizará, por tanto, mediante un triunfo histórico de la Iglesia en forma de un proceso creciente, sino por una victoria de Dios sobre el último desencadenamiento del mal, que hará descender desde el cielo a su Esposo.» Pensemos en ello.
¿Jesús, Rey?
Como persona, con clara preferencia por la República como estructura de estado, le confieso mi incomodidad con una fiesta de «Jesucristo Rey». Preferiría que se designara como «Jesucristo, presidente de la República». ¿Acaso los no monárquicos no merecemos un espacio en la liturgia? Y ya no digamos de ciertas representaciones de Jesucristo con manto y corona real, cuando la única corona que ostentó era una de espinas. Me parece que la liturgia debería adecuarse a nuestros tiempos.
Yo también le haré una confesión: con los años que llevo atendiendo esta sección, todavía llegan preguntas que me maravillan. Le diré en primer lugar que su preferencia por un sistema republicano es tan legítima como una opción monárquica y que todo esto nada tiene que ver con el título de Rey del Universo aplicado a Jesucristo. De hecho, cuando Pío XI instituyó la fiesta manifestaba su distancia y desengaño hacia tantas formas mundanas de ejercer el poder. Efectivamente, Jesucristo rehuyó la concepción mundana de la monarquía y, literalmente, huyó en una ocasión en que el pueblo quiso hacerlo rey. Sin embargo, ante Pilato, confesó que era Rey, pero que su reino no era de este mundo, es decir, tal como el mundo concibe y ejerce el poder al margen de su verdadero sentido que es amar y servir las personas, particularmente las más frágiles y vulnerables.
Entenderemos mejor la realeza de Jesucristo si entendemos el núcleo de su predicación, el Reino De Dios. Dios tiene un proyecto para el hombre y para el mundo, un proyecto que es don y gracia y que, al mismo tiempo se construye con la libre adhesión y cooperación de los seres humanos. Es el Reino. Un Reino que la liturgia de la fiesta canta de manera espléndida en su prefacio: Reino de verdad y de vida, de amor y de gracia, de santidad, justicia y paz. Y un Reino así, siempre se propone y nunca se impone. En esta perspectiva, Jesucristo quiere reinar en los corazones de los hombres y de las sociedades y la Iglesia, como primicia del Reino, trabaja en esta perspectiva. Por lo tanto, para comprender la realeza de Jesucristo debemos empezar quitándonos de la cabeza cualquier idea que tengamos de los reyes de la tierra. Más aún, en virtud de la analogía teológica deberíamos enjuiciar las realizaciones mundanas de la idea de «rey» a partir de la perfecta realización de la misma en Jesucristo, de la misma manera que la paternidad de Dios no debe ser comprendida a partir de la de los hombres. Y, finalmente, yo creo que la liturgia no debe adecuarse a nuestros tiempos, sino todo lo contrario. Entiéndame bien: nuestros tiempos son inestables, cambiantes y fugaces; la liturgia, en cambio, debe introducirnos en la eternidad, en la estabilidad y solidez de Dios, precisamente para vivir con sentido nuestros mutables tiempos.
Sigo los escritos del Dr. Mateo con ilusión y ganas: respetuoso, tono acogedor y caritativo, nada empalagoso, conciso y concreto. No han pensado en hacer una recogida de todos los artículos? O son estos que están ya publicando?
ResponderEliminarUn saludo
Viva Cristo Rey! Por Él y en su nombre lucharon y murieron nuestros padres!
ResponderEliminarPor Él y por el honor del Papa Francisco lucharemos nosotros también!
Basta ya de denostarlo en este blog !!!
Señalar los errores que comete alguien no es denostarlo, es lo que manda la caridad bien entendida.
EliminarQuién ama a Dios, no puede quedar impasible ante los errores contra la fe.
Los gravísimos errores de Francisco van a ser expuestos con todo detalle, porque la facultad de la defensa de la fe que tiene cada laico deriva de su bautismo y confirmación, lo que los convierte en soldados de Cristo.
EliminarQUE VIVA CRISTO REY.QUE VIVA.DE PARTE DEL CRISTERO CONOCIDO COMO EL MAS INDIGNO.
ResponderEliminarNo llegan a herejes. Son unos fanáticos y punto.
ResponderEliminarVaya unas cosas de plantear: Jesús presidente de una república. En el más allá no hay más que monarquías: una a cargo de Cristo Rey, y otra del Príncipe de las Tinieblas. A escoger.
ResponderEliminarAlguien ha insinuado que hasta el final del Pontificado de S. Juan Pablo II existieron actividades muy poco cristianas en el mismísimo Vaticano y que el mismo Papa obvio por no hacerse impopular entre los "usuarios" de tales "servicios".No digamos de los escándalos financieros de algunos miembros de la cúria y altos dicasterios.
ResponderEliminarHoy mismo ABC trae la noticia de la extrema gravedad de salud del cardenal negacionista y antivacunas del Covid-19 . Recordemos lo que dice un refrán catalán " Déu Nostro Senyor té un bastó que pega i no fa remor"
Y en otro articulo paralelo ABC nos dice: " El Papa desautoriza a los negacionistas: «Vacunarse es un acto de amor»
Si tenemos que denunciar algo, digámoslo todo, sin insultos, resentimientos con buenas formas e imparcialidad.
Atacar al Papa Francisco porque no nos gusta es de poco cristianos.
?Esa opinión del Papa tiene que ver con la fe o la moral?
EliminarNo.
Entonces no es obligado obedecerle.
Anónimo 18 de agosto de 2021, 22:57
Eliminar"alguien"
"actividades muy poco cristianas" (???)
"el mismo Papa" (muy anciano, porque fue al final de su pontificado)
"por no hacerse impopular entre los "usuarios" (?pecadores?)"
Vale, a usted no le gusta Juan Pablo II y por eso emplea la maledicencia.
No hace falta irse tan lejos.
este mes o finales del pasado ha salido el escandalo de gridr.
Eso es una aplicación para ligar de homosexuales (exactamente para sodomizar o ser sodomizado)
el escándalo está en que se ha registrado esa aplicación funcionando en el Vaticano. Bastantes veces.
El Vaticano, aunque es muy grande, muy pocas personas viven en él.
A parte de los jardines son museos, oficinas y una radio.
?Ha dicho algo Francisco?
Bueno, no hace falta que diga nada, porque ya lo ha dicho:
"quien soy yo para juzgar" (se refería también a casos de sodomia)
pues eso le digo yo:
no juzgue y no será juzgado.
(lo que no es una licencia para utilizar con provecho grindr)
Los único que atacan sin ningún tipo de misericordia es el GRAN TIMONEL HERETICO y sus innumerables soplagaitas que lo enjabonan un día si y otro también.
ResponderEliminarY eso de burlarse del sufrimiento del Cardenal Burke, Dios les hará probar su propia medicina.
Para su información hereje es el que va contra la Fe, y no contra las ocurrencias de un Papa.
ResponderEliminarDefender los errores de un Papa, se llama ultramontanismo, que es un tipo de fanatismo.
Pero eso será para los Papas santos y para los ortodoxos.
ResponderEliminar?qué pasa con los malvados y los herejes?
por lo menos tenga caridad cristiana y rece por su conversión