Bartolomé Prignano, arzobispo de Bari, se convirtió en Urbano VI |
El tormentoso cónclave del 8 de abril de 1378, en el que se eligió papa a Bartolomé Prignano, arzobispo de Bari, con el nombre de Urbano VI, como candidato de compromiso para satisfacer al populacho que exigía violentamente un papa romano o al menos italiano, dio origen al Cisma de Occidente, ya que la elección de Urbano VI fue impugnada cuatro meses después por la mayoría de los cardenales reunidos en Agnani. Todavía resonaba en los oídos de sus timoratas eminencias el grito de la chusma a las puertas del cónclave: Romano lo volemo! Se non lo avemo romano, tutti li occideremo!: Os mataremos a todos. El mismo día de la elección pontificia, uno de los cardenales confesó al canónigo palentino Fernando Pérez: Deán, quiero que sepáis que he obrado por miedo a la muerte. ¿No habéis visto el peligro que corríamos? La misma Santa Catalina de Siena debía saber a esas alturas que el Sacro Colegio estaba compuesto por una mayoría de acoquinadas gallinas.
El arzobispo de Bari era un oscuro pero experto curial, extraño al Sacro Colegio, encargado de la Cancillería en Roma. Acabó siendo elegido a trancas y barrancas porque, según el cardenal Juan Cros de Limoges, no podemos contentar al pueblo dándole un papa romano, porque se diría verdaderamente que la elección era forzada. Por ello, se buscó un papa italiano que fuese semifrancés y que gozase de la familiaridad de los cardenales galos. Un encaje de bolillos que buscaba superar la irreconciliable división del Colegio en tres partidos que pugnaban por elegir a uno de sus cardenales y, a la vez, no acabar de bajarse los pantalones ante la turba romana. Así les fue… Y así le ha ido a la Iglesia siempre que la elección del papa ha sido fruto de presiones, fuese cual fuese el origen de éstas.
A pesar de todo, una vez hecha la elección, el pueblo enfebrecido, que ignoraba lo sucedido, se enfureció por las contradictorias noticias que corrían sobre la elección y se abalanzó a las puertas del cónclave forzando las entradas. Las amenazas, pues, previas a la elección, no eran baladronadas. Los cardenales presentes, para salvar el pellejo entronizaron momentáneamente al decrépito cardenal Tibaldeschi a pesar de su inútil resistencia: Yo no soy el papa -gritaba- ni quiero serlo. ¡Es el arzobispo de Bari! Por fin, conociéndose ya la noticia cierta de la elección de Urbano VI, se oyen gritos de ira: ¡No lo queremos! ¡Nos han traicionado! Alguien sugirió entonces al elegido, la conveniencia de renunciar. Prignano contestó visiblemente contrariado: No me conocen. Aunque yo viera mil espadas dirigidas contra mí, no renunciaría. Nadie dudaba de la competencia técnica de Bartolomé Prignano. Lo que no se esperaban fue lo duro y despótico que luego demostró ser. Un verdadero energúmeno…
Pedro de Luna |
Al día siguiente, la mayoría de los cardenales fueron al Vaticano a cumplimentar al nuevo papa; y a las preguntas del interesado sobre si aquella votación había sido válida, el mejor jurista del momento, Pedro de Luna, respondió afirmativamente. El día 18 de abril, Urbano VI fue entronizado solemnemente en la basílica de Letrán. Aparentemente todos le prestaron obediencia y la manera de actuar de los purpurados fue la de aquellos que, supuestamente, reconocían su legitimidad más allá de las presiones que se ejercieron, o convalidaban y subsanaban una elección dudosa. La cristiandad se persuadió de que Urbano VI era el legítimo y verdadero papa.
Sin embargo, el paso del tiempo ha mostrado un juicio sobre la elección casi unánime: la elección no fue libre, sino que se hizo por impressio, por metus qui cadit in constantem virum, ni absolutamente válida ni absolutamente inválida; pero en todo caso, atacable. Y eso hicieron los cardenales rebeldes: atacarla.
En cualquier caso, todo dependía de cómo actuara el nuevo papa y de si las deficiencias del acto electoral podían subsanarse por el efectivo consenso posterior. Pero el papa así elegido, no estuvo por la labor. En ese preciso y decisivo momento, Urbano VI se manifestó “despótico, duro, violento, grosero, llegando en su imprudencia y desatino a términos casi patológicos”. La tiara se le había subido a la cabeza. La altísima idea que tenía de la plenitudo potestatis le trastocó el entendimiento: Se sentía superior a todas las autoridades del mundo a las que amenazaba con la deposición, si no se le sometían.
Quiso convertir a los cardenales en sus monaguillos para acentuar su personal absolutismo. Los despreció e insultó en público hasta exasperarlos y llegar casi a las manos. Al cardenal Orsini lo llamó estúpido en presencia de los curiales; a Roberto de Ginebra, rebelde; al de Florencia, ladrón; al de Amiens, traidor. Quince días después de su elección predicó sobre las palabras de Cristo: Ego sum pastor bonus y, lejos de hablar de paciencia, mansedumbre e indulgencia se desahogó en una violenta diatriba contra los vicios de cardenales y prelados. Inútilmente santa Catalina de Siena le exhortó en sus cartas a la moderación y prudencia propias de ese buen pastor al que decía representar.
Martin de Zalba, obispo de Pamplona |
Seguidamente Urbano VI despojó a los cardenales de los ingresos provenientes de sus iglesias titulares mientras no las reparasen. Les obligó a renunciar a las pensiones que recibían de reyes y emperadores. Cuando un dominico inglés predicaba en el Consistorio sobre el vicio de la simonía (compra-venta de cargos eclesiásticos), repentinamente irritado, el papa le interrumpió, diciendo: A las penas de simonía añade esta: que yo excomulgo desde ahora a todos los simoníacos de cualquier estado y condición que sean, incluidos los cardenales. Y, como algunos murmuraron diciendo que la excomunión, conforme a derecho, no puede lanzarse sino después de tres moniciones, él respondió: Omnia possum et ita volo: “Todo lo puedo y así lo quiero”. Un verdadero sátrapa. Una personalidad patológica.
Cuando sermoneó a los obispos y prelados allí presentes diciendo que eran todos perjuros porque residían en la curia abandonando sus propias diócesis -el propio papa cuando era arzobispo nunca pisó Bari-, callaron todos menos el referendario pontificio, Martín de Zalba, obispo de Pamplona. Le replicó que él no era perjuro, pues estaba en la curia no por interés privado, sino por utilidad de la Iglesia, y que por su parte estaba dispuesto a marcharse a su diócesis.
Así las cosas, Juan de la Grange, cardenal de Amiens, y Urbano VI se enzarzaron en un furibundo altercado en el que se injuriaron mutuamente. El cardenal empezó a conjuntar a su alrededor a todos los humillados y ofendidos por el tormentoso pontífice. La pregunta estaba ya en el aire: ¿Podían los cardenales revocar su voto, si advierten que el elegido por ellos no ejerce su oficio de una manera razonable, si hay un grave error sobre su persona y sus cualidades? Eterna cuestión, ciertamente. Al comenzar el verano, la mayoría de los cardenales obtuvieron el permiso del pontífice para retirarse a Agnani.
El cardenal Pedro de Luna conocía las inconfesables intenciones de los franceses: impugnar la oscura elección y deponer al papa. El aragonés fue a Agnani con la intención de retenerlos en la obediencia de Urbano. No lo consiguió. Disputó con sus colegas asegurándoles que él había elegido al arzobispo de Bari con plena libertad y lo reconocía como verdadero papa. Sólo vaciló cuando todos los demás le aseguraron que ellos habían elegido bajo la presión de un miedo insuperable y que, en condiciones normales de libertad, nunca hubiesen elegido a Prignano. Estudió y examinó el asunto y, finalmente, se convenció de la invalidez de la elección.
El Papa Clemente VII |
La curia en pleno había huido de Roma. Desde Fondi se multiplicaron las voces que hablaban de una elección inválida. Un representante de los cardenales se presentó ante Urbano para notificarle que, según la mayoría de los purpurados, no tenía derecho a la dignidad papal; o era de nuevo elegido o se proveería de otro modo. El papa, tras una primera vacilación, exigió enfurecido el reconocimiento absoluto de la validez de su elección. Se empezó a hablar ya entonces de un concilio para solucionar la cuestión, pero la dificultad de su convocatoria y la situación de interinidad que había provocado la actitud de los cardenales, los llevó a un nuevo cónclave que consumó el cisma. El 20 de septiembre de 1378 fue elegido Roberto de Ginebra, coronado como Clemente VII. Se quiso escoger a alguien en principio neutral ante Francia e Italia; aunque sin la seguridad del apoyo francés, difícilmente se habrían lanzado aquellos cardenales a tamaña aventura. El cardenal de Ginebra se había distinguido dirigiendo las tropas pontificias de Gregorio XI en la guerra contra Florencia con mano dura y férrea disciplina.
La mayor parte de los curiales se pasaron a Clemente. Aunque Urbano eligió nuevos cardenales, su situación pareció al principio muy débil. Sin embargo, la fuerza militar no pudo derrocarle y, tras algunos encontronazos violentos, Clemente VII tuvo que abandonar Italia y retirarse en junio de 1381 a Aviñón. La cristiandad se dividió en dos obediencias: Por Urbano -con muchas excepciones- estaban Italia, el Sacro Imperio Germánico e Inglaterra como enemiga de Francia y los países del este y del Norte con Hungría. Con Clemente se alinearon, como es lógico, Francia y los territorios dependientes de ella y Escocia, como enemiga de Inglaterra. La península ibérica quedó en una especie de tierra de nadie decantándose débilmente hacia la legitimidad del papa romano. Una multitud de paniaguados se pasaba con descaro de obediencia, si recibía los beneficios esperados… Uno y otro papa se convirtieron, a pesar suyo, en tristes comparsas de la gran política europea y de los pequeños estados que eran las ciudades italianas. ¿La historia se repite?
Benedicto XVI |
Los llamados sedevacantistas que, desde el inicio del actual pontificado, vaticinan un nuevo cisma, ven en la historia actual grandes similitudes con el período dominado por los pontificados de Urbano VI y Clemente VII. Según estos analistas, son las posturas violentamente encontradas dentro del colegio cardenalicio, las que dieron lugar al alud de insidias de todo género que forzaron la renuncia de Benedicto XVI, que finalmente se resolvió con un nuevo cónclave en el que los cardenales sedicentes impusieron a su nuevo papa. Es la lectura de los hechos que hacen los sedevacantistas.
Y como telón de fondo, el poder del mundo presionando contra las puertas de la Iglesia. Pero esta vez, no en forma de poder territorial, sino en el formato que trae el Nuevo Orden Mundial, el nuevo poder globalista, que construye su dominación sobre la ruina de la moral que construyó el cristianismo sobre los valores éticos que ha destilado la humanidad en todas las culturas y civilizaciones dominantes a lo largo de milenios. Según estos visionarios del sedevacantismo, fueron los cardenales que se alinearon con este nuevo poder mundano (la pedofilia, mayoritariamente homosexual, universalmente consentida en toda la Iglesia durante más de medio siglo y hasta hoy, es la mayor señal de okupación del poder -sobre todo moral- de la Iglesia por los nuevos poderes del mundo); fueron esos cardenales, dicen, los que forzaron la renuncia de Benedicto XVI y la convocatoria del cónclave en el que impusieron a su candidato preferido. Dicen asimismo que la sombra de Urbano VI, tan suyo, y tan dado a imponer su santísima voluntad, que fue esta cerrazón suya la causa más inmediata del Cisma de Occidente; esta sombra, dicen ellos, planea sobre el actual papado. Y que -ironías de la historia- la peor amenaza de cisma que ha sufrido la Iglesia desde Lutero, y que está a punto de estallar en ese mismo territorio, nos ha pillado con dos papas.
Esperemos que se equivoquen.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info
"Y que -ironías de la historia- la peor amenaza de cisma que ha sufrido la Iglesia desde Lutero, y que está a punto de estallar en ese mismo territorio, nos ha pillado con dos papas."
ResponderEliminarHay que tener en cuenta que hoy en día, como también en la época medieval, los bulos, noticias falsas o fake news fueron el pan de cada día, y de hecho, en las jerarquías de la Iglesia, la tolerancia, el disimulo, la ocultación, la verdad incompleta y la verdad alterada son la norma. Sólo que hoy se tienen los recursos sociomatemáticos de los sondeos y la demoscopia para calibrar la exactitud del bulo o cuántos indecisos caen para tu bando, también ayudado por las redes sociales.
De hecho, me parece recordar que el primer Gran Bulo que modificó la política de forma transcendental fue hecha por Octavio Augusto. En su lucha contra Marco Antonio y Cleopatra, Octavio Augusto formó un equipo de escribanos para enviar montañas de cartas por todas las ciudades para hacer creer la muy probable mentira de que Marco Antonio había puesto en su testamento que la capital de Roma debía ser trasladada a Alejandría y sus hijos serían los herederos del Imperio, es decir, se volvía a la odiosa monarquía bajo la forma del faraón ptolemáico a través de Cleopatra.
Es evidente que el actual papado tiene tres inconvenientes, más otro:
1. Sede vacante: para algunos, se considera que carece del título de pontífice por nulidad ex tunc por falta absoluto de legitimidad de origen, causada por unos factores: la renuncia de Benedicto tiene defectos graves de forma (latín con graves errores), y de contenido (separa el munus y el ministerio, el aspecto activo -predicar y gobernar- y el aspecto pasivo -rezar y padecer-); la presencia de una mafia de San Galo en el interior del cónclave; el número de elecciones realizadas en el último día.
2. Sede impedida: para otros, el Papa tiene el título suficiente de pontífice pero tiene impedido por completo todo el ejercicio de las potestades de orden (sacramentos) y de jurisdicción (legislativo, ejecutivo y judicial). Ello se debe a tres grandes errores: la entronización de Lutero y su proclamación como testigo del Evangelio, los rituales de la Pachamama en los jardines del Vaticano y en las iglesia y misa conclusiva del sínodo del Amazonas; la comunión y absolución de los adúlteros en Amoris laetitia y el rescripto de 5 de junio del 2017, que introduce la moral luterana de los actos morales basados en el bien imperfecto e incompleto (basta una circunstancia o elemento positivo para convertir un intrinsece malum en un bien santificable).
Esto se basa en los cánones 412-415 CDC, por incapacidad del tipo teológica y espiritual y sanción, debido a que si hasta nivel de cardenal el cisma es no unirse al Papa, en el caso del Papa el cisma es no seguir a Cristo, además de tener una mente o pensamiento no católico debido a la suma de las referidas proposiciones inapropiadas.
3. Sede limitada: finalmente, para otros el Papa tiene el título suficiente de pontífice, y el ejercicio de sus potestades de orden y régimen o jurisdicción están limitadas a la existencia de una justa causa en todo momento, según el canon 1335 CDC. Esto implica cualificar todos los actos del pontífice para saber si tienen justa causa. Esta sede limitada y el requisito de la justa causa, parece que permite la nulidad ex tunc de la herejía de Amoris laetitia, del hejere cismático de Lutero y de la idolatría de la Pachamama, así de todo mandato contrario a la Tradición católica.
4. Un peligro para el próximo cónclave es la existencia de muchos cardenales con inidoneidad e indignidad para ejercer sus facultades de participación en el cónclave, por lo que para evitar que la futura elección del próximo Papa sea impugnada por nulidad en la elección (ilegitimidad de origen), estos cardenales deberían de renunciar a intervenir en el cónclave, o bien impedir su entrada en el mismo o bien expulsarlos.
4/01,
EliminarEl gran mal es el pecado. Somos pecadores, usted, yo y todos los papas. ¿De qué sirven sus elucubraciones de derecho canónico si nos olvidamos del pecado? Por favor, aterrice.
10:30, Benedicto XVI nos ha de dilucidar muchas cuestiones:
Eliminar1. Por qué no expulsó y enjuició a todos los obispos y cardenales con graves escándalos de abuso y económicos
2. Inició una investigación a una comisión de 3 cardenales sobre escándalos y corupciones vaticanas, que entregó en público a Francisco el en una serie de cajas: por qué no hizo nada el y Francisco
3. Si es verdad que lo amenazaron de muerte, pues hubo una polémica sobre ello
4. Si es verdad que el Vaticano fue aislado por días del sistema bancario internacional para que cesara
5. Cómo es que eligió y mantuvo en el poder a ciertos cardenales indignos
6. Si es verdad que hubo grupos de poder oculto en el interior de la Iglesia que le exigieron la dimisión bajo la indicación de asumir las consecuencias de no hacerlo
7. Por qué escribió su renuncia con graves e incomprensibles errores de latín, lo que la invalida formalmente con nulidad ex tunc
8. Por qué hizo extraña separación y confusión entre munus y ministerium, entre aspecto activo (gobernar y predicar) y pasivo (orar y sufrir) del pontificado en su renuncia, lo que la anula ex tunc por vicio material insubsanable
9. Por qué no abandonó ciertos símbolos de poder pontificio: vestido blanco, sellos, tratamientos…
10. Por qué cuando tomó posesión de su cargo pidió que rezaran por él para que no huyera de los lobos: ¿sabía del grave cisma, herejía, escándalos y corrupción dentro del Vaticano antes de aceptar el pontificado, sobre todo en Alemania y los EEUU?
11. Sobre si ya ha logrado dar ya con una sotana de color negro a su medida, dado que cuando le preguntaron por qué viste de blanco aún siendo emérito, dijo que buscó una sotana negra de su talla pero no la encontró
12. Si sabía que cuando renunciará, era muy probable que el papado fuera a caer en las garras de los progres de San Galo. Siempre conservo la sensación de que "huyó" en helicóptero a su residencia y nos abandono en manos de los malvados
Desde el 2013, su renuncia, la Iglesia ha ido objetivamente de mal en peor. Habiendo sido por decenios el segundo de Juan Pablo II y 8 años de Papa ¿de veras no sabía nada? Ejem... Tengo la opinión de que nos ocultan la verdadera intrahistoria de la historia publicada...
Expulsados IPSO FACTO, sin nomina y devolver todo lo que han cobrado INJUSTAMENTE durante los años dedicados a la MOLICIE y otras cosas NON SANCTAS que digamos.
ResponderEliminarHay un famoso Cardenal que vive en un Ático del Vaticano de 8oo mts. Cuadrados.
ResponderEliminarMe gustaría que alguien me explique cuantos familiares tiene a su cargo, pareja, Hijastros, ect..
Ud. ha pensado que él tiene una biblioteca personal con muchos libros.
EliminarUd. ha pensado en el servicio doméstico.
Ud. ha pensado que a veces es probreza evangélica utilizar y hacer uso de instalaciones para que no se deterioren.
¿Como sabe Ud. que son 800 mts?
Jesús nos dice: “No juzguéis y no seréis juzgados”
Él debera dar cuenta a Dios de sus actos, como Ud. y yo mismo.
No seremos salvados por nuestras obras, ni por consideración a nuestros méritos, sino por su misericordia.
Debe ser el Cardenal Bertone.
EliminarPero ?qué tienen que explicarle a usted?
?El piso es suyo?
Si al que sea le parecido bien dejarle ese piso, pues muy bien.
Simplemente es un ático y el ático lo es de todo el edificio.
Para una persona sin familia ni vida social es más bien grande.
Espero que tenga terraza (!estamos en Roma, por Dios!)
Los Estados y muchas organizaciones tienen este tipo de cosas
asociados normalmente a un cargo. El Vaticano también.
No me diga que le tiene envidia.
Si quiere tener algo similar, haga lo que ha hecho él.
Al menos ya sabe que esto existe y que está disponible.
Aunque yo preferiría algo más en plena naturaleza, como Chequers o el "rancho del Presidente del Gobierno" (el Camp David español)
En todo caso recuerde que la envidia destruye el alma -sin conseguir ningún Camp David español- (ni siquiera el camping del pueblo, con rio y todo )
Por mucha presión que sufriera Benedicto XVI, no podemos atribuir su abdicación a las fuerzas que operaban en su contra. Los obispos díscolos, luteranizantes, amancebados o encubridores de pederastas pudieron constituir a buen seguro una carga insoportables para el pontífice bávaro. Pero su abdicación fue voluntaria. Por muy artera que fuera la elección de Francisco, por mucha confabulación siniestra que hubiera entre cardenales centroeuropeos, obispos y teólogos, la elección de Francisco fue legítima. Desde el punto de vista humano, es comprensible que el elegido se muestre deudo de sus electores y promotores de su candidatura. Comprensible no quiere decir justificable.
ResponderEliminarDesde mi punto de vista, muy crítico con Francisco, por sus deslices doctrinales, apoteósicos, no cabe más que rogar para que los disparates no vayan a más y sea pronto restablecida la verdad enseñada por el magisterio pontificio hasta su llegada. Tendremos que tragarnos más sapos de sus teólogos "de rodillas", más cuestionamientos de la presencia real y su significado y alcance, más resbalones sobre la moral familiar. Desde mi punto de vista, repito, muy crítico con Francisco, sería bueno que se limitara a lo que hace muy bien: mostrar su compasión e interés por los desechados de este mundo. No me gustaría que se planteara otra vez la cuestión de su idoneidad para el servicio pretino con otras aberraciones morales sonadas, como ocurrió con la Amoris Laetitia. Habrá que seguir aguantando sus loas a teólogos proscritos por la Congregación de la Fe, con lo que ello comporta para desorientación del pueblo fiel. Tras unos pontificados espléndidos, nos ha tocado lo que nos ha tocado. Tras el faro de la Veritatis splendor, el quién soy yo para juzgar. No hay otra que rezar y mantenerse fiel.
[Reproduzco a continuación una enseñanza del mismo Sr. Valderas Gallardo, que recopilé hace cuatro años y pico, sobre el mismo tema. Guardo sus intervenciones en Germinans como oro en paño.]
EliminarPrudentius, se han cumplido cuatro años de la elección de Francisco. En otros foros se ha hecho una suerte de inventario de elementos positivos y negativos (éstos no parecen como tales, sino como limitaciones de los otros) del ejercicio `papal.
Más o menos como su tesis y su sed contra.
Permítame que sea un tanto cicatero con el alcance del cambio de hábitos externos: zapatos negros, pantalones vistos debajo de una túnica blanca muy fina, vida en santa Marta, cartera de cura que dice usted. Ningún católico, me parece, puede ver en ello más allá de un movimiento efectista que pierde su eficacia al minuto siguiente. ¿Quién distingue lo que es vivir en santa Marta de hacerlo en los apartamentos utilizados por Benedicto XVI y sus antecesores? A nadie le importa mucho, me parece, si lleva los zapatos blancos o negros. Tan caros pueden ser unos como otros. Ya le he dicho que iba a ser cicatero.
Me parece necesaria y de aplaudir su cercanía a la gente, a los niños ciegos, a los inmigrantes. Eso va a talantes. Y si él posee ese don, bienvenido sea. Como el santo papa Juan Pablo II tenía la energía y la vehemencia del convencido, un carisma que ayudaría a otros.
Pero en lo doctrinal, Prudentius, la situación es preocupante. En los documentos, no exentos de disparates, como se ha mostrado ad nauseam, y en las manifestaciones espontáneas, que no son tales. Atribuyo ese cariz preocupante de su pontificado al grupo de asesores que nos están llevando a todos al precipicio. Sánchez Sorondo y sus defensas de la propagación de tesis abortistas, el otro arzobispo venido también del fin del mundo, autor de obras sobre el amor (y no divino), con el paripé de la monja que tenía que preguntar sobre el sacerdocio femenino a lo que el Pontífice respondería como si fuera una pregunta espontánea… son detalles que reflejan poco respeto a la doctrina donde debieran ser más medidos.
Lo siento en el alma. En lo doctrinal estamos cayendo muy bajo. Ya ni siquiera aparecen los exegetas de los primeros meses. Desde Lombardi, ya nadie sale al paso para decir diego donde se dijo digo.
En temas de Amoris laetitia, Pachamama y Lutero (herejía, cisma e idolatría), no solo hay que desobedecerlo, sino oponerse y resistirse, pues va contra la ley de Dios. La resistencia deriva de nuestro bautismo que nos hace hijos y soldados de Dios, y tenemos el precedente de los arrianos: non possumus. El problema, que quede claro, lo tiene Francisco y los cardenales que lo eligieron y los obispos vigilantes de la Fé, no los fieles que siguen la verdad.
EliminarAnónimo 20:08
EliminarLutero es profundamente antisemita (tiene varias publicaciones que llevan al insulto ) y se considera generalmente que el luteranismo tuene una relación directa con el nazismo (los mapas de votos nazis y de áreas luteranas coinciden completamente)
?Vamos a permitir que el Santo Padre s.j. ataque e insulte a los judíos?
Una cosa buena trajo el laicismo, los curas ya no andan por la calle hinchados como gallos, ni vienen a arrodillarse delante de ellos como si fuesen dioses, pero aún hay quien piensa que eso debería volver y se retuerce de rabia por dentro.
ResponderEliminarMe parece que el anónimo 16:57, no se entera ni de la mitad de lo que está pasando en nuestra querida Iglesia católica. Debe ser un gran defensor de la obertura, manga ancha, todo está bien. Que no somos borregos, tenemos libertad para poder opinar.
Eliminar?Eso lo ha traído el "laicismo" o los errores del Concilio?
EliminarSi los sacerdotes o cualquiera otros "andan por la calle hinchado como gallos", ?a ti qué?
Será un problema de autoestima de ellos, no tuyo.
Y si hay gente que se arrodilla delante de ellos "como si fuesen dioses" es cosa del que se arrodilla. Y por algo será.
Con tu escrito lleno de desprecio y soberbia te retratas bastante bien.
El típico "ilustrado" de pacotilla que lleva dos siglos sembrando cizaña e intentando arruinar el pais mientras intenta medrar (y, si puede, robar)
Afortunadamente no tenemos gente como tu en Gran Bretaña.
Y así nos va de bien.
No conozco esa época a la que usted se refiere. Lo que conozco es un clero mucho peor, pues, en su mayor parte, no se arrodilla delante de Dios y ¿por acedía, tal vez?, no soporta a los fieles que sí lo hacen. Por eso, ¿y va de humilde? obliga a recibir a Jesús Sacramentado en la mano, de cualquier forma, sin importarle tampoco que se Le reciba en gracia de Dios, porque tienen una visión del pecado de enormísima manga ancha y por eso les molestan las personas que van al confesionario para "contarles" unos pecadillos "de nada". ¿Será por eso que no hay sacerdotes en los confesionarios y que cuando están disponibles para el Sacramento, sea bajo "cita previa", saltándose la norma litúrgica y los derechos de los fieles, que dicha norma trata de preservar?. Sí, no tengo ninguna duda de que debería volver eso que a usted le provoca la rabia que atribuye al "otro imaginario" de su comentario. Debería volver que se llenaran los confesionarios de sacerdotes y de fieles y que los sacerdotes respetaran a Dios como Dios y no como a un igual y que los fieles respetaran a los sacerdotes como auténticos Ministros fieles de Dios. Usted no se ha enterado de que estamos ya en tiempos apocalípticos. De ahí que abunde el pecado y la mediocridad, bajo capa de igualdad, fraternidad y, ¡ah, sí! obediencia, obediencia a lo primero que se le ocurre o le conviene al que tiene la potestad de mandar. No, no tenga ninguna duda, la alegría y la fiesta no volverán hasta que Dios lo haya purificado todo. Aunque usted no ande como un gallo, lo suyo no deja de ser postureo y lo que es peor, juzga intenciones (sin conocerlas) de los que "supuestamente" andaban como gallos, sólo porque usted es posible que no entienda, por qué andaban como andaban (suponiendo que sea como usted dice), conscientes de la dignidad de su Ministerio.
EliminarPerdone, Padre Custodio. Pero tenga en cuenta que no ocurre nada que Dios no permita. El Papa Francisco tiene en su favor, como mínimo, que deja que Dios sea Dios. La peor piedra que tiene en su zapato es que pretendan decirle lo que debe hacer y cómo. Los "sedevacantistas" tienen el gravísimo defecto de ser gente muy soberbia. Luego, no ven nada más que figuras entre sombras, no la realidad. Atacando al Papa (sí, ya sé que no se lo creen, pero lo es), también ellos caen en el cisma. Se puede y debe defender la tradición sin cargarse el papado. Pero ya está escrito que se cargan al papado; que no dejan a Francisco manejar la barca "como puede", que no como quiere, ante un cisma que no ha creado él (como saben quienes le critican), sino que ya empezó a fraguarse en la época, como mínimo de Juan Pablo II (de ahí los mensajes al Padre Gobbi, del MSM). El Papa sólo trata de contenerlo (y este Papa está en los planes de Dios), hasta que Dios hable a las conciencias en el Aviso. No le dejarán, pero los primeros que van a sufrir las consecuencias son los que van de listos sin enterarse ni quererse enterar de lo que está pasando. No les haga publicidad, por favor. Dejen en paz al Papa. No me equivoco, creo, si digo que están en mayor peligro de perderse los soberbios que los ignorantes.Por eso les molesta tanto que el Papa no se preocupe tanto por la ignorancia (que Dios ya remediará en el Aviso) como por la perversidad, hipocresía y maldad de los que ya se creen puros y salvados. Sí, es la historia de siempre: Los fariseos son modelos de tantos especímenes que conviven entre nosotros: ciegos que guían a otros ciegos. Ciegos de odio y fuera de Dios, que mueven al resto a odiar, en lugar de amar. ¿A dónde creen que lleva esto?.
EliminarSe agradecería saber cuántos cardenales hay de la Màfia del Gallo y cuantos de la Màfia del SJ Norteamericano amigo de Sodoma.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Pues esa misma pregunta me la he hecho yo.
EliminarEl hecho es que si leí de esa cabal, con los nombres de esos mafiosos. No es muy grande.
Uno de ellos, si no me equivoco, fue el anterior arzobispo de Westminter (el arzobispo católico de Londres) Cardenal Cormac Murphy-O'Connor, ya fallecido, que fue el que presentó la candidatura de Bergoglio a los cardenales no hispanos e hizo lobbying por él.
Cuando hablamos de la "mafia de san Galo" es que se han reunido en ese famoso monasterio suizo (San Gall, Sankt Gallen, de San Galo de Arbona) durante varios años, lo que indica que estaban urdiendo un plan; y que el abad estaba también en el ajo.
El objetivo declarado era parar las reformas de Benedicto XVI, revertirlas y terminar de implantar el Concilio Protestantizante.
Respecto a los sodomistas jesuitas norteamericanos, el más famoso es el Padre James Martin s.j., al que con ocasión del Orgullo Gay de este año el Santo Padre le ha mandado un quirografo en español para agradecerle su labor.
En un video suyo puesto en youtube el 20 de septiembre del 2017 dice personalmente : chastity is not required of homosexuals... The Church's teaching on chastity is not binding on the consciences of the faithful because it has not been "received" by the people.
Lo que en mi limitado inglés entiendo que los homosexuales tienen bula para sodomizar y gomorrear.
Ahora, ?usted cre que necesita calentarse mas la cabeza con lo que tienen alli?
?No le basta con lo que tenemos aquí?
Muchas gracias por su reflexión.
ResponderEliminarTomo nota!
Es que tiene boletus la cosa.
ResponderEliminar5000 años del suceso de la PENTAPOLIS y sus dramáticas consecuencias y ahora, dale que dale con el tema.
Parece mentira que un presunto Sacerdote SJ sea tan masoca como para no darse cuenta de su inmenso error.
A no ser que a él personalmente le vaya la marcha.
Es que ahí está el problema:
EliminarSon jesuitas LGTB y, desde dentro del problema (que entiendo que el que sea homosexual lo tiene y grande) lo que hacen es justificar sus inclinaciones y tengan una vida sexual activa.
Es cierto que la Compañía de Jesús está a favor de la ideología LGTB y nunca ha desautorizado sus portavoces homosexuales s.j.
Es notorio que se permiten las relaciones sexuales en sus casas y noviciados.
Deia el meu avi: "qui molt xerra molt erra"
ResponderEliminar?Se refiere al "Poder del mundo (V)?
Eliminar?Qué propones usted entonces?
?Rendirse al mundo, al diablo y a la carne?