Tu es Petrus et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam el portae inferi non praevalebunt adversus eam (Mateo 16,13)
¿Estamos a las puertas de un nuevo cisma en la Iglesia? Esta vez no sería el poder político, sino el poder doctrinal (potentísima herramienta política, claro está) el que agita la barca de Pedro. Y puesto que historia magistra vitae, la historia es maestra de la vida, capaz de aportarnos serenidad en un tiempo tan convulso que empuja a muchos a la desesperanza, creo conveniente traer a la memoria el famoso “Cisma de occidente”, que mucho les gustaría repetir a los nuevos dueños del mundo, cada vez más interesados en domesticar a la Iglesia. Iré repasando, pues, a vuelapluma los hechos clave de aquel Cisma y buscando los paralelismos que puedan establecerse con lo que hoy está ocurriendo.
Es que viendo cómo se está laminando el “Estado de derecho” en el occidente antaño cristiano, y se están abriendo las puertas a un totalitarismo estremecedor (inquietantes han sido la creciente aceptación jurídico-social de la pederastia, firmemente instalada ya en los sistemas de enseñanza, y la pandemia como ensayo de esa nueva normalidad anunciada), no es posible pasar por alto el hecho de que no pasa en nuestra civilización occidental, nada que no haya ocurrido antes en la Iglesia: en su singular forma clerical, por supuesto.
La Iglesia es (ha sido) en efecto, una cuasi perfecta teocracia de derecho: es decir, un sistema teocrático (de derecho divino) con una seguridad jurídica que hasta tal punto fue espejo del derecho común, que no se concebía la carrera de derecho sin estudiar el Derecho canónico. Un sistema blindado contra las tentaciones de arbitrariedad de todo poder. Y es ahí donde estamos: en el debilitamiento extremo de la seguridad jurídica: primero en la Iglesia, y luego en toda la civilización occidental. Ni siquiera en los Diez Mandamientos (pilar de la seguridad jurídica de la teocracia judeocristiana) hay ya seguridad jurídica ni moral. Y ese trabajo de zapa se inició en la Iglesia.
Y ahí lo tenemos: hemos pasado del ¿Quién soy yo?... del papa, a la respuesta práctica y retadora que está dando la iglesia alemana a esa pregunta retórica sobre esa cuestión tan poco retórica. Efectivamente, tú no eres quién para juzgar sobre esta cuestión, así que nosotros haremos lo que nos dé la gana. En fin, grave crisis y gravísimo cisma. Pero no es la primera vez. Más difícil lo tuvo la Iglesia hace siete siglos.
Parece que sí, que el papa Bonifacio VIII (1294-1303) era un pederasta consumado. Y si no lo era, sus enemigos tuvieron éxito colgándole el sambenito... Con él se quedó. Convicto y confeso, dicen algunas historias. Y añaden que no le escocía para nada la conciencia. Para hacer más verosímil la imputación, afirmaban que su depravación le era tan consustancial, que solía decir que, a efectos morales, acostarse con niños era tan irrelevante como frotarse las manos. La acusación, justa o injusta, estaba bien tramada: procedía del rey de Francia.
Lo que realmente hace al caso, es que el todopoderoso rey de Francia, a la sazón Felipe IV, el Hermoso, decidió acusarle y condenarle ante los Estados Generales: la máxima instancia de poder en Francia. Y no por razones morales, ni sólo por este crimen, claro está, sino por otros aún más graves. Pero no era la moralidad del Papa lo que movía al rey a actuar contra él, sino razones de poder. El rey quería tener sometido al Papa. Lo intentó por todos los medios. Hasta llegó a movilizar un ejército ocupando parte de Italia y deteniendo al Sumo Pontífice, al que finalmente tuvo que soltar al amotinarse el pueblo de Anagni a su favor.
Sin embargo, la violencia física que había ejercido contra el papa, produjo el resultado esperado. De resultas de las heridas y del mal trato que recibió durante su detención, murió el papa a las pocas semanas. El rey de Francia le demostró al papa que, en el orden de la fuerza, era superior a él. Evidentemente Bonifacio VIII murió víctima del rey de Francia, que lo detuvo y hasta acabó con su vida a fuerza de maltratos y disgustos. Pero lo más relevante es que no lo sometió. No consiguió someterlo. Doblegó su cuerpo hasta quitarle la vida. Pero no consiguió doblegar su espíritu. Por eso es razonable poner en cuarentena las acusaciones del rey a un papa tan íntegro en su responsabilidad de mantener a la Iglesia libre de toda dominación por los poderes del mundo. Los más temibles en aquel momento.
Acabó también el rey con su sucesor, Benedicto XI, de cuya muerte a los ocho meses de pontificado, lo único que se puede decir con certeza es que el “cui prodest” señalaba inequívocamente al rey Felipe IV. Dicen que fue el responsable de su envenenamiento… Estas cosas seguirán en la oscuridad de la historia (igual que las acusaciones contra su predecesor), porque obviamente se hacen emborronando e incluso borrando todo rastro.
Y a la tercera va la vencida. No murió en vano para Felipe IV el papa Benedicto XI, que había sido elegido en un cónclave de dos días. Por fin se le presentó al rey de Francia la ocasión de meter de lleno sus garras en el papado. Tras la muerte, tan “oportuna”, de Benedicto XI, consigue que sea elegido un papa francés, Clemente V, Bertrand de Got, arzobispo de Burdeos, cuyo primer acto de gobierno es asegurarse de que también serán franceses y fieles a Francia los papas sucesivos: eligiendo para ello nueve cardenales franceses al dictado y a gusto del rey. Ni siquiera se desplaza a Roma para su coronación, que se realizará en Lyon, trasladando a Aviñón la sede pontificia.
Si hemos de centrar la lamentable historia del Cisma de occidente, es justamente ahí donde empieza: en las maniobras que hace el rey de Francia para dominar el papado poniéndolo a sus órdenes. Empieza intentándolo con Bonifacio VIII, al que liquida físicamente en 1303. Su siguiente intento es con Benedicto XI, el sucesor de Bonifacio VIII, que muere (dicen que envenenado por orden del rey) a los ocho meses de pontificado. Y, por fin, tras esta oportuna muerte (la segunda) de un papa, y tras un cónclave de un año (el más largo hasta entonces, porque ahí estaban intrigando los representantes del rey), por fin es elegido el papa francés (sometido al rey de Francia, ¡claro está!) por el que tanto había luchado Felipe el Hermoso. Y obviamente, lo que hace este papa francés sujeto al poder del rey de Francia, lo primero que hace para afianzar este sometimiento de la Iglesia es nombrar los nueve cardenales franceses que le ha indicado el rey para asegurarse definitivamente que los sucesivos papas serían franceses sometidos al rey de Francia. Así es como está la Iglesia en cuestión de independencia, en los inicios del siglo XIV.
Alterada así la composición del colegio de electores del papa, estaba cantado que los siguientes papas iban a ser exactamente los que al rey le convinieran. Aviñón es el icono más inequívoco del sometimiento del papado al rey de Francia. Los papas bailando al son que les tocaba el rey. Para ello fue preciso un cónclave de casi un año, para dar ocasión de que se desgastasen y se fragmentasen los cardenales juramentados para impedir que saliese elegido como papa un cardenal francés. Y así fue, la elección recayó nada menos que en un amigo de la infancia de Felipe IV, que ni siquiera era cardenal. A partir de ahí, todo fue pan comido. Lo primero, el control del colegio de electores del papa. Y lo segundo fue el traslado de la sede papal a Francia (Aviñón). No cabía mayor sometimiento. El resultado evidentísimo de esa maniobra fue la media docena de papas franceses sometidos a los caprichos del rey de Francia.
Permítasenos a nosotros poner el inicio de la actualidad eclesial en el Concilio Vaticano II. Podríamos decir que, en cierto modo, se dio acceso entonces a los amotinados al puente de mando. No consiguieron totalmente que el Concilio adoptase sus postulados revolucionarios; pero no les importó, porque ellos contrapusieron a los documentos conciliares, que eran continuadores de la ortodoxia de la Iglesia, esa cosa tan sumamente elástica y arbitraria que llamaron el espíritu del Concilio. Es decir, la anarquía del perpetuo guirigay. Y de esos polvos, viene el lodazal en que estamos hoy enfangados…
Vale la pena poner el foco en esos hechos del pasado remoto y del pasado más reciente, para entender por qué estamos hoy donde estamos. Intentaré proseguir este análisis en sucesivos artículos.
Custodio Ballester Bielsa, Pbro.
www.sacerdotesporlavida.info
Mn. Custodio, interesante y recordatorio su artículo. Me alegra que vuelva a escribir en este Blog. Que Dios Padre le ayude y el Espíritu del Señor le ilumine. María Auxiliadora ruega por nosotros.
ResponderEliminarMuy interesante el artículo de hoy del P. Custodio.
ResponderEliminar1. El Cisma de Occidente es muy importante, porque implicó, entre otros efectos, un hecho que es actual: hubo un momento con dos Papas aparentes, es decir, con dos munus y dos ministeriums simultáneos, con dos potestades de orden y jurisdicción o gobierno, aunque más tarde se determinó quién era el Papa y el antipapa: el Papa Urbano VI y el Papa Clemente VII (luego sería antipapa).
Fue tan complejo el tema conflictivo de la dualidad de Papas, Urbano VI y Clemente VII, que "cada obediencia religiosa tenía incluso su santo favorable a uno u otro, Santa Catalina de Siena y Santa Catalina de Suecia eran urbanistas (Urbano VI), mientras que Santa Coleta Boylet de Corbie (clarisa reformadora) y San Vicente Ferrer estaban a favor de Clemente VII (¡antipapa!, pero esto se vio mucho más tarde). Algunos, como el arzobispo de Toledo, decidieron permanecer neutrales ante la duda: en la Eucaristía rezaba "pro illo qui est verus papa", «por quien es el verdadero papa»."
2. Por otro lado, la Iglesia tuvo diversos momentos sin Papa, es decir, sin munus ni ministerium alguno, por más de dos años, por discrepancias entre los cardenales, lo que demuestra que la Iglesia la gobierna el Espíritu Santo:
a) 2 años y 276 días: año 1268
b) 2 años y 91 días: año 1292
c) 2 años y 109 días: año 1314
d) 2 años y 129 días: año 1415
3. Además, hay un caso de Papa electo y no consagrado, Esteban, por morir a los tres días de ser elegido, por lo que no fue Papa (año 752)
4. Un Papa puede ser electo y consagrado, pero puede ser un verdadero chiflado: el Concilio Cadavérico (897), el «Juicio del Cadáver», «Sínodo del Terror» o «Sínodo del Cadáver», por Esteban VI, que tuvo un doble alucinante final (tanto la sentencia del "sínodo" como la brutal muerte de Esteban VI).
5. El primer Papa títere de la nobleza, de los príncipes del mundo, y que inauguró el período conocido como "la Noche del Papado" fue el Papa Esteban V (885).
Otros hablan del "Saeculum obscurum" o Siglo oscuro o Siglo de Hierro del Papado, periodo en la historia del papado durante la primera mitad del siglo X, a partir de la instalación del papa Sergio III en 904 y que duró sesenta años, hasta la muerte de Juan XII en 964. A veces se incluye el período de la Noche del Papado a partir del Papa Esteban V (885).
Por su parte, debido a la falta de información instantánea como hoy sucede, el pueblo cristiano seguía firme en su fe, en su devoción a los santos, en sus peregrinaciones, en sus exvotos, haciendo penitencia de los pecados, yendo a las misas. El Vaticano iba con sus conspiraciones, el pueblo iba en la Fé...
Fue un mal momento político para Occidente, con el hundimiento del reino de los carolingios (Francia-Alemania), con reyes ineptos en Italia, con la ocupación de España por el Islam, estando Inglaterra durante los siglos V y XI en su denominada «Edad oscura», con Irlanda sometida a las incursiones vikingas de los siglos IX y X...
6. Como dijo Ricardo de la Cierva, ciertamente la Barca de San Pedro fue asaltada en algunos momentos por piratas, pirados y corruptos, pero se demuestra la existencia de Dios y sus milagros de protección sobre la Iglesia, porque en todo momento, dicha Barca siempre estuvo a flote, incluso en el Cisma de Occidente, en los interregnos de sede vacante, los antipapas, los malos papas, el Cisma de Oriente con los ortodoxos (1054) y el II Cisma de Occidente (Lutero)...
El "¿quien soy yo para juzgar??, aqui lo tenemos en que el Papa no manda nada. https://www.religionenlibertad.com/video/131358/vaticano-obispos-eeuu.html Es una vergüenza de campeonato que la maxima autoridad no lance una llamada y un "mandato" contra los clérigos que dan la Comunión a políticos abortistas. Todo con excusas para no dividir al Clero de los EEUU, pero el Infierno esta lleno de buenas intenciones. EF
ResponderEliminarY más aún que el Papa, que debe de juzgar en el confesionario, y así mismo deba de dar sentencias judiciales de entredicho, suspensión y excomunión, diga semejante barbaridad incongruente: "Quién soy yo...".
EliminarPues Manolete, si no sabes torear, pá qué te metes...
Perdone, pero el Papa manda y mucho.
EliminarNo lo ha puesto ahí la mafia de San Galo para adornar.
Lo que pasa es que él, que de tonto no tiene un pelo, no hace las cosas directamente, a lo hombre.
Lo hace indirectamente a lo jesuita, o a lo mujer.
Poco a poco, sobre todo cambiando obispos y a los responsables de las organizaciones y dicasterios, se está llevando el gato al agua.
Sin prisa pero sin causa.
Los análisis hechos con objetividady sin sesgos ideologicos previos son una gran aportación para la comprensión de la historia. Estos análisis ayudan a mejorar, cuando se carece de la objetivaidad acostumbran a ser un foco de división y caos. Criticar el Concilio Vaticano II , doctrina oficial de la Iglesia, poco aporta , solo crea confusión al pueblo fiel
ResponderEliminarNo he leído ninguna crítica a tal concilio no dogmático. Diferente del concilio es el llamado "espíritu" del mismo.
EliminarMagnífico artículo de Mosen Ballester.
ResponderEliminarSiga así!
Dar la comunión a políticos abortistas no está tipificado en el Código de Derecho Canónico. Hagamos el favor de no enredar, que bastante complicadas están las cosas, caramba. Y por favor, dejemos de despellejarnos unos a otros.
ResponderEliminar¿Entonces como cristianos hay que permitir que aplasten los cráneos de los niños sin defenderlos y ofrecer la santa comunión a los que colaboran y facilitan el crimen como si no pasase nada?, ¿quien defenderá a estos niños si los que tienen el deber de hacerlo impulsan el crimen y la iglesia mira para otro lado?
EliminarQuinocho:
EliminarDar la comunión a políticos abortistas SÍ SÍ SÍ está tipificado en el Código de Derecho Canónico... y más:
1. El aborto es un pecado grave intrinsece malum que causa la incomulgación (no recibir la comunión en misa):
915 CDC. No deben ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que están en entredicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave.
2. El aborto es un pecado grave intrinsece malum:
a) CARTA ENCÍCLICA EVANGELIUM VITAE DE JUAN PABLO II SOBRE EL VALOR Y EL CARÁCTER INVIOLABLE DE LA VIDA HUMANA (aborto y eutanasia)
b) CARTA ENCÍCLICA VERITATIS SPLENDOR DE JUAN PABLO II SOBRE ALGUNAS CUESTIONES FUNDAMENTALES DE LA ENSEÑANZA MORAL DE LA IGLESIA (actos morales intrinsece malum)
La comunión tiene un doble significado:
EliminarEstar en Gracia de Dios y compartir con la comunidad cristiana.
Por tanto, el que peca con pecado mortal no está en Gracia de Dios y no puede compartir con la comunidad cristiana.
No es un problema estrictamente de derecho, ni en el Código de Derecho Canónico se establece la doctrina de la Iglesia.
El problema está entonces en si un político que representa a todos está legitimado a imponer a todos sus creencias religiosas.
Sin ser una excusa para no cumplir con el mínimo que establece la Iglesia para poder seguir llamándose "católico" y comulgar.
Totalmente en desacuerdo con los postulados del Sr. Pinocho.
ResponderEliminarO se es Católico o no se es!!!
Un obispo del Clero estadounidense del territorio indio, dijo hace unos años: El Espíritu del Concilio, es un demonio que conviene exorzizar". EF.
ResponderEliminarEl único Cristianismo VERDADERO es el Católico.
ResponderEliminarTodo lo demás es puro marasmo que conduce al PRECIPICIO.
Mal nos pese , y sin ser excesivamente pesimista, esto se acaba en Europa. Europa va siempre un paso por delante en cuestiones filosofico-morales y de religión. Pero por desgracia si no hay un golpe de timón serio la nave de San Pedro va a la deriva.
ResponderEliminarCierto Santo dijo Europa es una viña vieja que debe ser regenerada con nueva savia Y que America es dónde crece la nueva savia. La nueva savia ha venido de America y rige la Iglesia. Esperemos que el Espiritu Santo ilumine al Santo Padre Francisco y pronto convoque un nuevo Concilio Vaticano III para que juntos dejemos el lastre del pasado y sepamos poner rumbo a una nueva manera ser y actuar a fin de que la Iglesia pueda mostrarse de nuevo como la luz del mundo. El viejo faro tiene ya las pilas agotadas o hemos puesto la lámpara bajo el celemín
Mirando el pasado hemos escondido la luz bajo el celemín, como nos dicen los evangelios de S. Mateo 5:14-15, S. Marcos 4:21-25 y S. Lucas 8:16-18
Ese rey gabacho, no fue el que mandó a la hoguera al jefe de los Templarios?
ResponderEliminarPor favor no falte al respeto . La buena educación no esta reñida con el sentido crítico. Ya lo dijo el gran Canciller Otto von Bismark "Incluso en una declaración de guerra debemos guardar las buenas formas"
EliminarNi el rey de Francia ni el papa citado eran precisamente santos; más bien dos hombres pretenciosos y ávidos de poder. El artículo no se ajusta a la realidad, y no puede el conflicto que apunta servir de base para establecer paralelismos con la actual crisis, ni menos achacarla al Concilio Vaticano. Ya mucho antes Ratzinger había predicho el declive de la Iglesia en Occidente, basándose en el debilitamiento de la fe que observaba.
ResponderEliminarEl Concilio fue un pretexto para que tantos curas y religiosos pretendiaran hacer lo que les daba la gana e interpretarlo a su conveniencia, pero porque ya antes les fallaba la fe. No podía seguirse con la situación anterior, con odio interreligioso como en los siglos XVI y siguientes, dando pie a planteamientos como los de alumnos de último curso de mi colegio de jesuitas, que tramaban quemar la iglesia de los protestantes de la ciudad.
Desde el primer papa hasta el cristiano más inculto todos somos aprendices de espiritualidad. Unos aconsejan confesión frecuente, otros no se ponen nunca al confesionario, muchos no se confiesan nunca porque no pecan mortalmente, otros son incapaces de rezar una breve oración diaria, son las diversas moradas de las almas en la espiritualidad, no se puede encasillar como espiritualidad estandarizada cualquiera de las moradas y ponerla como ejemplo para todo el mundo. Para ser católico basta respetar el Dogma, recitar el Credo con convicción, y no pecar mortalmente. EF.
ResponderEliminarSi algún valiente, no echa a toda la porqueria Vaticana, esto acabarà mal!
ResponderEliminarEsto ya ha acabado. Si conduces y miras atrás tienes un accidente y se acaba todo. No podemos mirar atrás todo el tiempo. El pasado no sirve para nada, solo sirve para alimentar la nostalgia. Si la Iglesia no mira al futuro con esperanza se acabará.
EliminarTiene usted toda la razon comentarista de las 22:07 Sola hace falta recordar las palabras del evangelio : " El que pone la mano en el arado y vuelve la vista atrás, no sirve para el reino de Dios." S. Lucas 9,62
EliminarEl padre Custodio es un auténtico adorador de la fuerza: quisiera que en Occidente hubiera una Teocracia cristiana, con el Papa sometiendo a todos los demás poderes. Ascomiedo.
ResponderEliminarVCR
Muchas gracias por este artículo. Espero con gran interés los siguientes.
ResponderEliminarNo se si se habrán dado cuenta que según las profecías de San Malaquías había 111 Papas.
ResponderEliminarEl Papa numero 111 fue Benedicto XVI ("gloria olivae")
después solo hay tribulación y destrucción.
seguramente por eso los palacios apostólicos están vacíos (técnicamente "vacantes")