Entre los socios de un Club de Fumadores de Puros emerge un joven miembro con un portentoso conocimiento de la materia. Lo sabe todo del liado y secado, de la adecuada humedad, del arte de los torcedores... Además posee un paladar único, que le permite distinguir con una sola calada un Montecristo Nº 4 de un Partagas DH, o de un Cohíba Siglo V. La incorporación de este experto superdotado es una maravilla para el Club de Fumadores de Puros. Pero empiezan a ocurrir cosas raras. El nuevo socio pide que se pulverice con ambientador de lavanda el salón de fumadores, pues el penetrante olor a puro le desagrada. Poco después sorprende fumándose los habanos con una nueva boquilla que ha diseñado, porque considera que es hora de suavizar el sabor, a su juicio anticuado y car-gante. Por último, comienza a presentarse a las reuniones con camisetas con fotografías de los tumores que provoca fumar. Lógicamente, el presidente del club acaba echándolo. Indignado, el expulsado replica que la sociedad está secuestrada por unos carcas y se pasa el resto de su vida manifestando que él sigue formando parte del club, aunque pone a parir sus principios fundacionales.
Si me admiten la parábola, tal viene a ser la historia del muy dotado teólogo suizo Hans Küng, que se acaba de morir a los 93 años, bajo un aplauso fervorosísimo de los medios más laicistas y anti-católicos. El sacerdote, filósofo y teólogo Küng fue una de las cimas de la teología del siglo XX (aunque hay más, ahí están Barth o Ratzinger). Un formidable erudito, un pensador original y valiente, dotado de un estilo esplendoroso. Tan es así que su cerebro deslumbró a Juan XXIII y Pablo VI. Pero Küng acabó poniendo en cuestión un pilar sin el que la Iglesia Católica ya no es tal: no creía que realmente Jesucristo fuese Dios, sino un destacadísimo profeta. También negó la infalibilidad papal y acabó defendiendo la eutanasia y, en cierto modo, el aborto.
Por supuesto Küng tenía todo el derecho a pensar como le diese la gana y habrá muchos que concuerden con él. Pero sus conclusiones lo sitúan ‘de facto’ fuera de lo que es la Iglesia Católica. Lo que postulaba era ya otra cosa: un catolicismo tuneado a su antojo, que desvirtuaba la fe. El credo católico es formidable, pero de enorme exigencia personal. Predica el perdón a nuestros enemigos, el amor total al prójimo, la caridad constante y discreta, la vida sexual ordenada, la humildad, el respeto absoluto por la vida, empezando por la de los más débiles. La Iglesia también sostiene desde su fundación que Jesús es Dios y que resucitó de entre los muertos. Si todo eso se te atraganta, lo que debes hacer es buscar tu sendero moral en otros pagos. Pero a veces mentes muy brillantes, como Küng, aspiran a voltear la milenaria fe de Roma desde su narcisismo intelectual. De ahí el aplauso entusiasta con que los celebra el orfeón progresista anticatólico.
*Escrito firmado por Luis Ventoso en el Diario ABC el 12 de abril de 2021
Precisamente, ABC dedicó una tercera a elogiar a Hans Küng:
ResponderEliminarhttps://www.infocatolica.com/blog/nonmeavoluntas.php
No hay duda que Hans Küng fue un brillante intelectual, pero haciendo cierta la decadencia espiritual de la teología europea ya en los prerrevolucionarios 1960, que han convertido hoy a casi todos los teólogos en ateos de facto.
ResponderEliminarNació en Suiza en 1928, Sursee, hijo de un comerciante de zapatos. Obtuvo su Matura ("Madurez") en Lucerna en 1948 (con 20 años): en aquella época se estudiaba ¡griego, latín y filosofía!. Luego estudió filosofía de 1948-1951 y teología de 1951-1955 (Pontificia Universidad Gregoriana, Roma). Curiosamente, durante sus estudios, participó en un seminario sobre la salvación de los NO cristianos, 'infieles' o 'incrédulos' con gran interés.
Küng estudió en el Pontificium Collegium Germanicum. Demostró una enorme autodisciplina. Durante 7 años, todas las mañanas, antes del desayuno y la celebración de la Eucaristía, la noche anterior se preparaba con media hora de contemplación con los “puntos de contemplación”. Además, cada año se pasaba 3-8 días de "Exercitia espiritualia" en completo silencio: no prestaba atención a la propia respiración y se esforzaba en no pensar, sino sólo de concentrarse en escenas bíblicas, palabras bíblicas o pensamientos generales sobre un hecho religioso.
"En mis 7 años romanos la oración fue muy cultivada y al mismo tiempo aumentada. Asistí a todo en serio, día tras día, desde la "misa silenciosa" hasta el oficio coral en latín y la misa alemana de oración y canto, pasando por los oficios pontificios de los obispos y la rimbombante misa papal en la Basílica de San Pedro. Además de la Eucaristía diaria, en el Pontificium Collegium Germanicum eran obligatorias: en la capilla, la oración silenciosa común de la mañana y de la tarde y la 'Adoratio' después de la comida y la cena, que ya se había abierto y concluido en el refectorio con la bendición de la comida. Antes de la cena se añadían las letanías y, a veces, las vísperas o las completas cantadas. En verdad, la oración no fue descuidada junto al estudio; bien podría haber estado ante cualquier comunidad religiosa contemplativa."
Küng también se introdujo en las formas superiores de oración como parte de sus estudios. Se esforzó por alcanzar los niveles superiores hasta la simple oración. Dice que unas cuantas veces obtuvo el don del Espíritu Santo de estar emocionalmente "completamente lleno de la presencia de Dios y de la alegría interior", pero se necesita un don religioso especial para llegar a niveles superiores de oración, del que sólo uno tiene una cuantía limitada":
"Sí, a veces se nos ha inculcado la culpa por los altos ideales místico-espirituales y nos ha resultado difícil y a veces aterrador dejar de rezar, porque uno no podía alcanzar esos niveles más altos después de todo".
Desarrolló un programa de reforma que tenía como objetivo la abolición del celibato, la igualdad de derechos para las mujeres y un movimiento ecuménico de gran alcance. En su libro "El Concilio y la unión de los cristianos", 1960 (con 32 años), influyó en el ecumenismo. De 1962 a 1965, fue périto durante el Concilio Vaticano II (nombrado por Juan XXIII). Nombrado teólogo del Concilio Vaticano II por el Obispo de Rottenburg, junto con Ratzinger (un año mayor que Küng) fue referido como el “teólogo adolescente” del concilio.
Temas importantes del Concilio, por los que Küng, entre otros, hizo campaña con éxito, fueron la revalorización de la Biblia, lengua vernácula litúrgica, comunión en ambas especies, comprensión de la Eucaristía y estructura ministerial carismática. En cambio, -atención, cuando tenía entre 32 a 37 años-, no pudo lograr ningún cambio en temas como la anticoncepción, el celibato sacerdotal, el divorcio, la comunión y la reforma del Papado. Debido a su fuerte impulso de "galáctico" por salir a la luz pública, el cardenal Ottaviani y Pablo VI le aconsejaron en conversaciones personales en 1965 (con 37 años) que fuera más paciente y comedido.
Una vaca sagrada que ha sido consentida, mimada y privilegiada.
"Kung se introdujo en las formas superiores de oración...se ESFORZO por alcanzarlos niveles superiores..."
Eliminar?Este señor cree que la oración católica es como el Zen?
No solo está equivocado, sino que lo hace mal:
En las meditaciones budistas se insiste en que no hay que forzar nada ni esforzarse en nada.
Solo sentarse en posición de meditación (normalmente loto) y concentrase en la respiración.
El satori, cuando llega, llega.
Los maestros de meditación insisten en que no se puede forzar ni promover o facilitar.
Por eso, como en la disciplina de tiro al arco, no es el monje el que tira el arco, sino "ello" el que tira y acierta la diana. Sin esfuerzo ni intención.
Parece que este pobre de Kung se metió a místico zenista con demasiada pasión; y acabó con un atracón y diarrea mental.
Es posible que haya leído esto en un folleto budista y no sabe que estas disciplinas han de realizarse por un maestro, que le hubiera dicho:
"Sentarse y respirar sin intención ni galardón"
Despechado por el fracaso de sus improbos esfuerzos, se pasó a opinar sobre la teología católica y a desligimizar al Santo Pontífice para pontificarnos él.
Poca humildad (la contravirtud para Nietzsche) aprendió en Roma.
Claro que "Roma veduta, fede perduta"
No creo que haga falta en el título poner "el Catolicismo tuneado", basta escribir "el Cristianismo tuneado", y listos. De tanto hablar de Catolicismo hemos desvirtuado al mismo Cristianismo relegándolo a segundo, cuando debería ser puesto el primero. El verdadero Cristianismo reconoce a Pedro aunque lo puede criticar como lo hacia el mismo Pablo. Sobre Adulterio, Aborto, Homosexualismo, y demás pecados, no hace falta mencionar ningún Catolicismo, el mismo Sentido Común basta de sobras para considerar pecados los actos mencionados y quienes se desvían del Sentido Común que vayan al psicólogo. Hans Küng a bien seguro necesitaba el psiquiatra antes que el director espiritual católico. EF.
ResponderEliminarPerdone, pero pasa justamente lo contrario.
EliminarUna de las artimañas del ecumenismo es hacernos creer que no hay católicos ni protestantes; ni que los católicos tienen razón y que los protestantes están equivocados; ni que los protestantes son herejes y que irán al infierno con los agravamientos de soberbia y contumacia.
Esa es la razón de que ya no se hable de católicos y protestantes.
Y si no se habla es que a efectos cognitivos no existen.
Lo siento, pero mientras que siga habiendo teología católica y un Papa en Roma, los católicos serán catolicos y los protestantes, protestantes.
Y aunque estos supremacistas de intelectuales como Kung insistan en lo contrario, todo católico tiene el derecho humano para seguir siendo católico y no protestante si no quiere.
Totalmente de acuerdo con 7:18.
ResponderEliminarPsiquiatras faltan en algunos circulos teológicos Católicos.
Y algún que otro EXORCISMO MAGNO.
POCA BROMA!!!
Me permito humildemente discrepar. En mi opinión, Küng ha sabido como nadie hasta ahora justificar la fe en Dios desde un supuesto de pura racionalidad, sin dogmas ni certezas que a casi nadie convencen ya.
ResponderEliminar?Es que antes de Kung no ha habido teologos racionales?
Eliminar?En 20 siglos?
?Para que cree usted que nacen las Universidades?
La "ilustración" del siglo XVIII, su agnosticismo se basa no en refutar lógicamente nada ni en la Ciencia, que desconoce y desprecia, sino en declarar que "no es racional creer en hadas, milagros etc"...
Así, de un plumazo quitan lo que no pueden discutir ni probar y, con ello, quitan a la Religión su naturaleza de religión para convertirse en ética, fábula...y que deje de cumplir su función.
Jefferson, masón ilustrado y agnóstico, lo hizo con sus tijeras:
Coge literalmente su edición de la Versión Autorizada del Rey Jaime y recorta todo elemento sobrenatural, milagroso...
El resultado es la llamada "Biblia de Jefferson".
Todo nuevo congresista o senador, en la jura de toma posesión de su cargo, recibe gratis un ejemplar de esta Biblia tuneada.
De un tijeretazo convierte el cristianismo de una religión (en la que no cree) en una ética (en la que si cree).
No solamente de un modo irracional, porque no lo discute
-simplemente recorta de la página lo que no le gusta-, sino parasitando de los cristianos y de sus libros sagrados.
Naturalmente, como cargo político electo, este latifundista esclavista se cuidaba mucho de escandalizar a sus devotos electores...
Kung es igual.
Y recuerde que, como vimos con ETA, es mucho más fácil destruir que construir; asesinar que crear puestos de trabajo; odiar que perdonar.
Kung era famoso no por su caridad cristiana en su grado heroico, ni por su devoción, ni por su fidelidad a la Iglesia de Cristo y al Pueblo de Dios...
Kung era famoso por ser "progresista" (hace un siglo seria famoso por ser "cientifico" y hace dos, por ser "ilustrado"); pero de imitar a Cristo y salvar almas, nada de nada.
Seguramente porque no cree en la divinidad de Cristo y porque no cree en el más allá.
Esta basura es la que ha predicado como teólogo CATOLICO.
Si ha "demostrado" que el catolicismo no es una religión, entonces la consecuencia es evidente:
No que seamos más racionales, sino que necesitamos una religión "de verdad".
Tal vez el Islam.
Entonces está claro, sin dogmas ni certezas, así actúa un teólogo ateo.
EliminarTotalmente e acuerdo con el Sr. Valderas Gallardo.
EliminarLe fe en Dios desde la pura racionalidad no es fe en Dios. Es a lo sumo teísmo. Algo, por otra parte, bastante anticuado.
EliminarY como comprenderá usted, pretender ser católico sin dogmas es como pretender ser ateo y devoto de la Virgen de Lourdes y del Cristo de Medinacelli.
EliminarEs fácil de entender: Küng no era católico. Fin
Este señor no era Católico, pero vivía a cuerpo de Rey pagando los Católicos.
EliminarOtra incongruencia más de la jerarquía Vaticana.
22:08 y 19:56, cierto, es como un fontanero que no cree en el agua, el gas y la electricidad... ya adelanto una catástrofe...
EliminarLa verdad es que creer o no creer es algo que no depende de uno. Es inconsciente.
EliminarLo que uno puede hacer es favorecer creer o no creer (pensando, estudiando, discutiendo...)
Aunque pensar tiene su utilidad, y es un hecho que si quieres tener una vida confortable, el mejor camino es estudiar y pensar mucho...
...en el caso de la religión es lo contrario, porque suele traer la duda, con lo que la religión deja de cumplir su función (dar seguridades y formar comunidad).
La religión se practica, como cualquier otra actividad humana. Y como cualquier otra actividad humana, cuanto más se practique mejor.
Esto es ciencia (psicología)
Por tanto, aquí los ilustrados, filósofos e intelectuales se equivocan de parte a parte, como en tantas otras cosas (economía, por ejemplo, que siempre la cagan con resultados desastrosos)
Así creer es un don de Dios que hay que cultivar.
No solo por la vida que ha de venir, sino por la vida de este mundo.
Y dentro de este don, obedecer la Ley de Dios como acto de obediencia y sumisión a Su voluntad.
La razón y la lógica sobran.
Bastan la voluntad, el sentido común y el interés.
hans kung tampoco convencia a casi nadie, excepto a sus acolitos. y por cierto, justificar la fe en DIOS desde un supuesto de pura racionalidad es una entelequia.
ResponderEliminarError. Las vías de Santo Tomas son una demostración de la existencia de Dios, solo con la razón.
EliminarOtra cosa distinta es la fe en Jesucristo, que con la pura razón no se puede llegar a la conclusión de que fuera Hijo de Dios, solo se llega por la fe. Aunque no es una fe irracional como pretenden los ateos, sino una fe muy razonable.
Ojo. Sto. Tomás demuestra la existencia de Dios pero entendiendo el concepto como "Hacedor" de todo, como estudia Kant. Pero el concepto del Dios cristiano no se puede demostrar... es cuestión de fe.
EliminarDe Teólogos herejes: LIBERANOS DOMINE!
ResponderEliminarEpur si move!
ResponderEliminar... en el vacío...
Eliminar(Si está a favor de Küng)
Este Kung se había hecho famoso justamente entre las personas cultas que no le han leído y que si le hubieran leído tampoco tienen los conocimientos de teología para entenderle (o refutarle).
ResponderEliminarPero ayer fue Hans Kung y hoy es Stephen King.
Un pasatiempos con qué darse pisto entre sus iguales.
Nadie le va a recordar.
?Pero este Kung iba a misa todos los domingos?
ResponderEliminarPorque ahora va a resultar que no.
Yo tampoco iría si no creyese ni en la Iglesia católica, ni en la divinidad de Cristo ni en cualquier otra ocurrencia de su cosecha contraria al dogma.
Y es que yo veo aquí el problema:
Estamos demasiados acostumbrados a que los que no son católicos (masones y ateos, protestantes y judíos, políticos y dictadores ) nos digan qué tenemos que creer, cómo y cuando.
Lo curioso del caso es que eso no se lo dicen a los budistas, ni a los judíos, ni a los "pueblos primitivos.
?Es que se aburren con sus vidas vacías y se meten a pontificar con soberbia dogmática donde no saben, ni les importa ni viven las consecuencias?
!Que falta de tolerancia!, ?no?
Pero lo peor no son ellos, sino nosotros, que les creemos a pie juntillas porque ellos son "intelectuales" e "ilustrados" y nosotros simples "deplorables" acomplejados.
?Que diría Messi si alguno de estos engreidos le criticase porque, segun estos philosophes, no chuta bien a puerta?
Pues, si. No veo más solución que se quede en casa escondido debajo de la cama esperando su perdón y prometiendo no tener más libertad que obedecerles en sus paridas mentales el próximo partido.