Estaba prevista para el 22 de noviembre pasado, pero la polémica que se produjo tras la beatificación de Joan Roig Diggle, la pospuso para este último domingo. Llegó el día y, por fin, la Sagrada Familia albergó la ordenación episcopal de Mons. Javier Vilanova. No con las normales medidas de seguridad sanitarias, sino con un exceso de celo profiláctico, que no tiene parangón con cualquier otra actividad, reunión o asamblea. En el templo gaudiniano, con una altura de 45 metros en su parte central, solo se reunieron 379 personas, de un recinto en el que, cómodamente sentados, caben 3.000 almas. El cortejo procesional únicamente estaba compuesto por los cardenales Omella y Martínez Sistach, el Nuncio Bernardito y el candidato a obispo amén de diáconos asistentes y acólitos. Los demás obispos esperaban en el presbiterio y los sacerdotes en las bancadas laterales.
Tan extremas medidas imposibilitaron que se cursasen invitaciones, por lo cual me quedé tranquilamente en mi casa, esperando la retransmisión anunciada por 8TV. ¡Vana ilusión! Primera en la frente de una ordenación episcopal que parecía gafada. A pesar de estar anunciado en su parrilla televisiva e incluso en la programación que publicitaba La Vanguardia (que pertenece al mismo grupo de comunicación), dicha cadena que -nadie sabe por qué- venía ofreciendo retransmisiones de varios actos diocesanos, entre ellos la última y polémica beatificación, se saltó a la torera el anunciado compromiso y pasó a dar una película. La televisión de la Conferencia Episcopal (13TV) solo retransmite las ordenaciones que se producen por la mañana, dado que por la tarde programa películas del oeste, cuya programación parece de obligado cumplimiento. Así que, por televisión, nada de nada.
Suerte del youtube de la archidiócesis, merced al que pude seguir la ceremonia con una notable calidad y sin comentarios de ningún presentador petulante. 14 prelados acompañaron al nuevo obispo. A pesar de la mascarilla que llevaban puesta, pude distinguir entre ellos al auxiliar de Valencia y ex obispo de Tortosa y Mallorca, Mons. Javier Salinas; presencia más que lógica, dado que fue él quien ordenó sacerdote al nuevo mitrado y lo designó rector del Seminario dertosense. Entre los obispos catalanes pude reconocer a Planellas, Vives, Pardo, Novell y los co-consagrantes Benavent y Casanova. Aparte de los dos auxiliares de Barcelona y el de Terrassa. Entre las autoridades civiles solo el teniente de Alcalde socialista Albert Batlle, al que siempre envían a estos actos. Con uniforme había una persona en el banco de Batlle, que supongo que era alguna autoridad militar. Como anécdota destacar que, antes de la alocución final del ordenado, el cardenal Omella anunció que el Nuncio perdía el viaje (no me acuerdo si en tren o en avión) y que se le despidiera con un aplauso. Añadiendo: “Pobre Nuncio, va de La Ceca a La Meca, pero no se preocupen, que no se va a perder. Menudo es el Nuncio”. Chascarrillos de Omella.
Ya posee el cardenal sus tres obispos auxiliares. Los tres que ha querido él y que el Papa le ha concedido sin cortapisas. Con ellos va a celebrar la Navidad. Esta Navidad tan peculiar. Especialmente, esa Nochebuena en que las misas del pollito van a sustituir mayoritariamente a la Misa del Gallo. El miedo a los contagios y el toque de queda de la 1 de la madrugada están consiguiendo que la misa del Gallo vaya desapareciendo. Aunque existen honrosas excepciones. Que siempre corresponden a los mismos. En la Basílica de la Concepción está previsto el Oficio a las 23,30 horas, habiendo asegurado el párroco a los fieles que podrán estar en casa a la hora del toque de queda. O en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, donde su buen rector, Mn. Rafael Méndez Hellín, ha programado cuatro misas para el día 24 por la tarde, a las 16,30 h, 17,30 h, 18,30 h y 19,30 h. Seguro que alguna otra parroquia también está realizando semejantes esfuerzos para que los fieles puedan celebrar la tradicional misa de Nochebuena con tranquilidad. Algún comentarista nos dará cuenta. Por mi parte, les comunico los horarios de estas dos extraordinarias comunidades.
Oriolt
Chascarrillos y demás memeces con la que está cayendo.....
ResponderEliminarAY DIOS!!!
Si no hay VIDA con mayúsculas: VIDA interior de oración, de auténtico sacrificio, de CARIDAD, pobreza, etc.,etc.... todo se quedará en capisayos, mitras, báculos y sonrisas y grandes templos..: o sea, mucho escenario para una comedia que HOY DÍA ya sabemos que NO DICE NADA a casi nadie. ¿ nos daremos cuenta alguna vez de esta realidad ?..
ResponderEliminarAplaudir a un clérigo que está en el altar es convertir la Sagrada Liturgia en un espectáculo profano. Muy propio del Novus Ordo.
ResponderEliminarCierto, parece que centras al hombre en lugar del Dios-Hombre verdadero... como si esto fuera tocar la obra de piano más difícil, la Polonesa Heroica Op. 53, en La bemol mayor, de Chopin... aplaudid afuera...
EliminarPero ya no es sagrada liturgia, ni el templo es un edificio sagrado.
EliminarEs simplemente una reunión de fieles compartiendo la Palabra y el pan.
Entonces, ¿por qué no aplaudir?
En cualquier caso, si hay duda, no hay más que acudir a una reunión luterana para conocer la interpretación auténtica.
Así, ¿aplauden en sus reuniones de comparticion de la Biblia y el pan?
No hay ningún impedimento por ser una reunión civil y no sagrada.
Los únicos límites están en las reglas de urbanidad y buena crianza (especialmente respecto a hacer barullo ("lio") para significar desaprobación)
Hoy,en el cuadragésimo octavo aniversario:
ResponderEliminar"El día 22 de diciembre, como todas esas mañanas, yo había salido antes del amanecer con Eduardo Strauch a sintonizar la radio minúscula con la esperanza de encontrar alguna noticia de la travesía de Nando y Roberto. El momento era muy preocupante, porque ya habían transcurrido diez días. De pronto, mi cuerpo se estremece cuando escucho que habían aparecido dos uruguayos que venían de un avión que había caído en las montañas. Con Eduardo evaluamos si podía haber otro avión, otros dos uruguayos, otras montañas, pero como no hacían más que repetir esa sola frase, consideramos que todavía no era prudente dar la noticia a los que todavía dormitaban en el fuselaje. Otra frustración a esa altura, podía ser fatal.
Hasta que de repente ocurre otra de esas coincidencias inverosímiles e inexplicables. Tras la noticia, buscando afanosamente la confirmación en otra emisora, sintonizamos una radio donde estaban emitiendo el Ave María de [Charles] Gounod.
No sé por qué apareció ese Ave María en ese preciso momento, en la radio que lograba sintonizar tan pocas frecuencias interrumpidas por la estática. Pero Eduardo lo interpretó sin margen a dudas, eran Nando y Roberto. Los dos uruguayos que habían arribado a la vida, eran Nando y Roberto".
.../...
EC – ¿Cómo fue el momento en que vieron llegar al helicóptero que venía finalmente a rescatarlos?
DFS – En el momento de la llegada de los helicópteros ya los estábamos esperando. Después de que tuvimos la confirmación de que eran ellos que la tuve yo, porque yo era el que salía todas las mañanas a escuchar la radio fue una gran alegría. Y esperar a los helicópteros, que demoraron una eternidad...
EC Esa era la pregunta, ¿cómo hicieron para que transcurrieran esas horas hasta el momento en que finalmente aparecieron los helicópteros?
DFS Yo escuchaba la radio de ustedes, El Espectador, todas las mañanas. Eso es una cosa impresionante, en el medio de la montaña, con esa radio chiquitita, poder escuchar el informativo de El Espectador de las 7.30 hasta las 7.50, donde me hacían interferencia los radioaficionados. Y ese día fue al revés, ese día puse la radio y tuve una interferencia no de radioaficionados sino una interferencia estática que me hacía un ruido. No quería cambiar la emisora, pero al final la ansiedad me hizo cambiar. Ahí es donde me encuentro con ese Ave María. Lo miro a Eduardo y él me dice "esta es la señal". Yo la noticia a los que estaban adentro del fuselaje se las di con el Ave María, esa fue la confirmación que supusimos que era...
http://historico.espectador.com/sociedad/255210/canessa-y-fernandez-strauch-a-40-anos-de-los-andes-cuando-estas-en-lo-mas-arrastrado-en-lo-mas-vil-los-seres-humanos-somos-todos-iguales