La Navidad de este año es muy sobria. Incluso si los balcones, las calles y los escaparates están decorados aquí y allá, el ambiente no es bullicioso: la preocupación por la pandemia domina sobre todos, que como enemigo invisible parece dispuesta a ir contra nosotros mientras nos distrae con las reglas anti-Covid: mascarillas, distanciamiento social, lavado y saneamiento de manos, rígido aforo…
El ambiente perdido de celebración ni siquiera ayuda a las reglas y normas sobre los límites de los viajes, las reuniones familiares, las celebraciones litúrgicas. En muchos lugares, por ejemplo, dado que hay un toque de queda riguroso, casi con toda seguridad será necesario celebrar las misas "en la víspera de Navidad", en la tarde de la víspera, o unas horas antes del "todo el mundo en casa" producido por el toque de queda.
En los medios de comunicación han debatido sobre si es correcto anticipar o posponer la Misa de Navidad antes o después del toque de queda. Honestamente, me parece buscar tres pies al gato. En los países de misión y en muchas parroquias rurales, donde hay pocos sacerdotes, es tradición que se celebre la Navidad el día o a la hora que llega el sacerdote que, vagando de pueblo en pueblo, ya habrá celebrado entre 5 y 10 misas "de Nochebuena".
Otro ejemplo: cuando vas en peregrinación a Tierra Santa, es típico celebrar la Misa de la Nochebuena en Belén, incluso si el calendario dice que estás en abril, o mayo, o septiembre, u octubre. La Navidad, la fiesta de Dios con nosotros se celebra el 25 de diciembre, pero después de todo, cada día es Navidad porque todos los días recordamos al Dios que vino a morar entre nosotros.
Desafortunadamente, también se han creado partidos entre los cristianos: aquellos que sin misa de medianoche dicen que la fiesta ha perdido todo su valor, y los que están dispuestos a cambiar el horario, e incluso a no celebrar ninguna misa en nombre de la prevención del Covid. Ambos escapan a una pregunta previa: ¿puede un Estado incluso mediante un toque de queda, restringir la libertad religiosa y también la libertad de comercio (píénsese en todos los restauradores, actores en el teatro, el cine...)? ¿No sería más respetuoso con toda la comunidad social (no sólo de los católicos) que el Estado diera indicaciones precisas para limitar la propagación del virus y dejar que sean los diversos componentes quienes implementen esas indicaciones, tal vez castigando a los infractores? Es que nos hemos acostumbrado tanto al hecho de que el Estado es un estado de "salud" (y de bienestar) que gestiona nuestra salud, que ahora no tenemos más remedio que dividirnos entre los fieles sobre el horario de la misa, cuando hay mucho más en juego. Y aparentemente la Unión Europea sugiere eliminar todas las celebraciones litúrgicas, sustituyéndolas por eventos on line.
En cualquier caso, la pobreza y las estrecheces con que celebraremos la Navidad de este año, nos servirán para estar más en sintonía con su misterio. Nuestras celebraciones decididas por el Covid nos recuerdan que Cristo vino "en la oscuridad y la sombra de la muerte", nació en un establo, "no había lugar para ellos en el albergue".
Los teólogos ortodoxos señalan que el Niño Jesús de los iconos orientales de la Navidad está envuelto como en un sudario, similar al de Cristo en la tumba; y que la cueva oscura y atrevida se asemeja a la de la tumba cerca del Calvario.
Por eso, en mi Navidad, quiero estar cerca de todos los enfermos de Covid y no sólo cerca de ellos, sino también de aquellos que incluso sin saberlo, son parte de este belén donde la vida lucha con la muerte y comienza Su victoria.
Es también una Navidad en la que no olvidamos a las muchas personas afectadas por la crisis económica a causa de la pandemia. En los últimos meses a todos nos llegan solicitudes de ayuda de todo tipo. Y nuestras posibilidades se han vuelto escasas ante una inimaginable crisis económica: en las parroquias siempre hemos vivido con la caridad de nuestros feligreses; y su empobrecimiento también causa el de la parroquia en su conjunto y hace que nuestros pobres sean aún más pobres.
Por eso mi deseo este año es que podamos celebrar la Navidad cerca de los enfermos, cerca de los pobres, y cerca de los que han perdido familiares y amigos. Y este es verdaderamente un camino cercano a Jesús, que por amor a nosotros siendo rico se hizo pobre.
Mn Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
"Es también una Navidad en la que no olvidamos a las muchas personas afectadas por la crisis económica a causa de la pandemia. En los últimos meses a todos nos llegan solicitudes de ayuda de todo tipo. Y NUESTRAS POSIBILIDADES SE HAN VUELTO ESCASAS ANTE UNA INIMAGINABLE CRISIS ECONÓMICA: en las parroquias siempre hemos vivido con la caridad de nuestros feligreses; y SU EMPOBRECIMIENTO TAMBIÉN CASUA EL DE LA PARROQUIA en su conjunto y hace que NUESTROS POBRES SEAN AÚN MÁS POBRES. Por eso mi deseo este año es que podamos celebrar la Navidad cerca de los enfermos, cerca de los pobres, y cerca de los que han perdido familiares y amigos. Y este es verdaderamente un camino cercano a Jesús, que por amor a nosotros siendo rico se hizo pobre."
ResponderEliminarYo tengo dos problemas, a ver si se pueden solucionar:
1. No estoy para nada de acuerdo con la Iglesia de Francisco y del Colegio Cardenalicio y Episcopal que no hace nada en absoluto (tres culpables), por lo que no voy a sufragar más a este tipo de Iglesia hasta que sea removido Francisco y nombrado un nuevo Papa sólo si es igual a Juan Pablo II y Benedicto XVI: no admito más a un Francisco II
2. De otro lado, he perdido toda costumbre de dar donativos a la iglesia, debido a los 99 días de cierre total de templos y a la Semana Santa perdida, pero también por el ajetreo de misas limitadas por todo tipo de condicionamientos: he calculado que este año he perdido más del 70% de las misas obligatorias por la limitación de aforos y reducción de misas que me han descuadrado horarios.
De otro lado, al tener dificultades respiratorias, no puedo llevar mucho tiempo la mascarilla, por lo que en alguna iglesia me han prohibido el paso, aunque estoy amparado por la ley. Debo de buscar otra, y esto me lo dificulta aún más.
Otro impedimento es la absurda prohibición de la comunión en la boca. Yo nunca jamás voy a aceptar la comunión en la mano, y ello me hace menos apetecible ir a una misa ya sin canto además.
Un nuevo obstáculo es la alegre ilegalidad con que la Iglesia permite el seguir las misas por radio, televisión e internet, como si estuviéramos en el Ártico. Les importó una bleda, a Omella y casi todos los obispos, los 99 días sin misa, y que lo que es una excepción, celebrar la misa por radio y televisión en ausencia de Pueblo de Dios, del sacerdote oficiante y del Gran Sacerdote Víctima Jesucristo inmolado en el Sagrado Altar, se convierta en una divertida norma ordinaria... mi pregunta es: curas y obispos ¿por qué no os vendéis todas las iglesias y sólo dejáis un obispo con 3 curas para toda Cataluña, que celebren todos los sacramentos y sacramentales a distancia y virtualmente, en un canal único?
Significativamente, no he visto ningún tipo de unción en los sacerdotes. Oidme, ¿de verdad tenéis sangre en las venas?. Parecéis funcionarios, con el salario, el seguro y la casa garantizadas. No pedís por nada, no se os ve ningún entusiasmo, os ha matado el gobierno civil y eclesial, más los ilegales 99 días de cierre de templos y misas, pues el decreto permitía abrir las iglesias y hacer las misas guardando sólo un metro de distanciamiento.
--- En resumen: la acción del gobierno civil y eclesial ha sido la de tratar de impedir la celebración de la misa de manera lo más normal posible, para pasar a la "nueva normalidad", es decir, la nueva normalidad que vivieron mis padres y abuelos cuando en el 1936-1939, la II República de Azaña, Largo Caballero y Negrín y la Generalidad de Companys y ERC, impidieron totalmente el culto católico público y libre de coacciones y represalias en su jurisdicción territorial.
Nueva normalidad es anormalidad o normalidad anómala, limitada, reducida, achicada, empequeñecida, reducida, angosta, estrecha, condicionada, excepcional, desacostumbrada... pues si el aforo en la normalidad era del 100% y del 200% en las fiestas, con un aforo reducido al 30% con el DNI en la boca, nunca jamás es nueva normalidad, es anormalidad deficiente, imperfecta y carencial.
Si vamos a misa a una iglesia concreta, estamos obligados a su sostenimiento; no vale escurrir el bulto. Eso sería incongruente.
ResponderEliminarAquí se podrá ver una joya, la primera misa televisada en Francia, en Notre Dame, París, 1948, narrada (aunque no se oye) por lo que parece ser un religioso sacerdote, hecha con La Liturgia Auténtica, la tridentina, y por La Liturgia de antes de 1950, la que evitó la primera reforma torcida de Pío XII, en la que ya no existente Notre Dame, la ya no existente París, la ya no existente Francia.
ResponderEliminarObsérvese que el Altar es un verdadero Altar dedicado a Dios, con La Liturgia, con las Vestimentas, Coro, Órgano y Música que son debidas a Dios, con la comunión en la boca y de rodillas (sin reclinatorio los curas, con reclinatorio los laicos), y no la liturflia, el bajar, el guitarreo, el padereteo, el malgusteo y los desvestidos del Vaticano II, pesadilla que ya dura 50 años, que ni a las menesterosas almas del purgatorio les es dada a sufrir tal aflicción de ojos, oídos y mente.
Juicio particular:
- Hijo, tus pecados perdonados en la culpa pero aún no satisfechos en la pena te hacen meritar diez años de sumo aflictivo purgatorio.
- Tuve que soportar a la Iglesia del Vaticano II...
- Mmm... eso es eximio... te lo rebajo a dos segundos...
- ¡¡¡Gracias!!!
"Noël Historique": Notre Dame Cathedral 1948
Archive of Recorded Church Music
https://www.youtube.com/watch?v=xO7dO4zP9Ec
Sólo para comparar el desplome estético católico en caída libre por el barranco de la nada, como el Coyote, cuando después de una trampa fallida contra el Correcaminos, caía por el precipicio de 5 millas de profundidad, impulsado con más fuerza aún por un cohete propulsor de la marca ACME, con una , puede verse la misma Notre Dame en el 2016:
Adeste Fideles - Notre Dame 2016
Música Litúrgica pelo Mundo
https://www.youtube.com/watch?v=9rUFy3Id7aI
¿De veras son la misma Iglesia? Pues sí, pues casi todos los sacerdotes del 1948 luego fueron los impulsores del desastre de 1965: la última generación de Trento se autodestruyó en el Vaticano II. Pues miren, por los hechos los conoceréis, a día de hoy, ambas ya no son lo mismo... mañana, un mañana de día incierto para nosotros pero seguro para Dios, sí...
He seleccionado esta caída en serie del Coyote, donde cada semicaída es un símbolo de las reformas que van haciendo al re-re-recauchutado Misal del Vaticano II:
https://www.youtube.com/watch?v=O_a1k6oWTQk
Por cierto, he visto que en el Misal italiano han puesto este ridículo lenguaje inclusivo: "hermanos y hermanas", que alargan los textos hasta límites insospechados... me gustará ver cuando los asistentes sean sólo "hermanas" o hermanas y un hermano...
EliminarPero, entonces ¿qué pasa con los transexuales italianos?
EliminarO con los del género terciario o cuaternario...
Como reconocimiento de la singularidad de cada uno, los obispos italianos tendrán que nombrar no sólo hermanas y hermanos, también están los hermanes, los hermanis y los hermanus; y para que no hata ninguna duda de que Bergoglio no es un machista, también sorores, sororas y sororos...
¡No saben nada estos conciliaristas vaticanistas segundistas!
¡Más que los ratones colorados!
Menos rezar y hacer penitencia.