El cardenal Omega

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Se denomina resistencia eléctrica a la oposición al flujo de corriente eléctrica a través de un conductor. La unidad de resistencia en el Sistema Internacional es el ohmio, que se representa con la letra griega omega (Ω), en honor al físico alemán Georg Simon Ohm, quien descubrió el principio que ahora lleva su nombre. (Douglas-Young, John. Diccionario enciclopédico de electrónica)


Tan hechos al pensamiento único, a la política unidireccional, a los medios unánimes y al “sentido de estado” de quienes nos gobiernan y nos representan por activa, por pasiva y por reflexiva, nos ha pillado a todos por sorpresa la actitud del cardenal Omella ante la prohibición gubernamental-autonómica de celebrar cualquier acto de culto con más de 10 fieles asistentes.


Y se ha desatado la tormenta… Ciertamente nuestro cardenal es benévolo y generoso y, por su posición y responsabilidad, dado a la negociación y a la cooperación con el poder político. Quiero pensar que tendrá su sentido tender puentes y evitar cualquier confrontación. Pero eso ha cargado tremendamente el clima. Puentes destrozados, nubarrones negros con cargas eléctricas opuestas, amenazan con soltar sobre nosotros un tormentón que puede desbaratar el complicado tablero de ajedrez.

Y eso ocurre en un momento en que a los pacientísimos gobernados se les ha agotado la comprensión para con sus atribulados gobernantes, y han empezado a surgir por todo el mundo solidísimas agrupaciones sobre todo de médicos (Médicos por la verdad), que denuncian la fatal gestión política de la pandemia del coronavirus, en la que primaron los intereses políticos (casos flagrantes del 8 de marzo y de Perpiñán) sobre los intereses sanitarios; constituyendo esas decisiones políticas un criminal factor multiplicador de la extensión de la pandemia y de la concatenación de errores con sus mortíferos efectos.     

 

La resistencia ha empezado con enorme fuerza: me refiero a la respuesta que está dando la sociedad civil en todo el mundo al tremendo atropello de derechos fundamentales: el de religión, por ejemplo, prohibiendo el culto; el de hábeas corpus, vulnerado mediante el arresto domiciliario universal; y muchos de nuestros derechos sanitarios con resultado de grave enfermedad y de muerte. Muchos miles de muertes, fruto de la ignorancia y de la soberbia de nuestros gobernantes, que se han engolfado en una espiral totalitaria con el objeto de cargar sobre la población las irresponsabilidades en que ellos han incurrido. Obsesionados andan por descargar su responsabilidad en la población. Las absurdísimas medidas que están tomando actualmente (presididas por la imposición de la mascarilla a diestro y siniestro, icono de la más absurda irracionalidad de nuestros gobernantes) no hacen más que acentuar la imagen de ignorancia, de irresponsabilidad y de irrefrenable inclinación al totalitarismo que ofrecen urbi et orbi. Así que, para nuestros gobernantes, el problema son los sanos (especialmente los más sanos: los asintomáticos). Ellos son los responsables. Si no llevan la mascarilla hasta para dormir y si no mantienen la “distancia social”, serán castigados con un nuevo arresto domiciliario. Y luego está la guasa de los tests, que sirven para detectar más de una veintena de contaminadores que comparten con el Sars2 un 80% de su genoma. Con lo que el PCR positivo indica que quizá tengas el Sars2 o cualquier otra cosa… 


Y ha tenido que ser la sociedad civil la que tome las riendas de esta reacción contra los abusos del poder político aprovechando el caos que inició la pandemia, y que se han cuidado de alimentar los que nos gobiernan con su respuesta irresponsable y totalitaria. Lo cierto es que han sido los poderes del Estado y los partidos políticos (todos, por cierto, pero no todos por igual) los responsables directos (por acción unos y por omisión otros) de este atropello. Apalancado todo ello en una torva utilización de los medios de comunicación, que se han dedicado sobre todo a difundir la confusión, el miedo y la asfixia de cualquier atisbo de crítica a la acción del gobierno y de las fuerzas políticas e institucionales que le dieron apoyo. Hasta nosotros mismos les dimos nuestro tácito apoyo.


Y en el hartazgo por tanta incompetencia y arbitrariedad, ha venido a parar también nuestro cardenal, al que absurdamente le prohibieron las autoridades de la Generalidad celebrar en la Sagrada Familia el funeral de la diócesis por los difuntos de la pandemia con una asistencia que superase los 10 fieles. En la Sagrada Familia, cuyo aforo es de 9.000 personas; en la Sagrada Familia, que esa misma semana se abrió al turismo, ante la insistencia de las mismas autoridades, con una afluencia de 1.000 personas en un solo día, y con los grupos turísticos estándar que, por coherencia económica, están formados por decenas de personas: bastante apiñadas por imperativo acústico; pues sí, en la Sagrada Familia precisamente pretendían las autoridades (personalizadas para mayor énfasis en el presidente Torra) que el cardenal Omella celebrase el funeral de la diócesis por los difuntos de la pandemia, con la asistencia de tan sólo 10 fieles. Por evitar nuevos contagios, explican los cínicos sátrapas.   


Y con toda la razón del mundo, el cardenal celebró el funeral con una asistencia de unos 150 fieles (según los más tacaños) y de 480 según la propuesta de sanción gubernativa: que no bajará de los 40.000 euros y podría ascender a los 60.000, según aseguran los juristas administrativos. Está claro que a la autoridad civil le ha sentado fatal que, contra su habitud de docilidad y sincera colaboración, el cardenal no se haya amilanado y les haya lanzado un órdago a lo grande. Y claro, para los políticos es inadmisible este desplante de quien hasta ahora se había mantenido tan afable, respetuoso y cooperativo. 


¿Y eso es importante? ¿Que si es importante? ¡Claro que lo es! Providencialmente, casi sin comerlo ni beberlo, se ha manifestado el cardenal Omella como el gran líder de la resistencia civil a los abusos del poder político contra los ciudadanos aprovechando la ocasión del coronavirus. En estos momentos el cardenal Omella es la personalidad más representativa que se ha atrevido a plantarles cara a los políticos y a los sanitarios a su servicio. Y esto ocurre en unos momentos en que la noticia más importante para los que buscan la información fuera de los medios apesebrados, la noticia más importante desde hace muy pocas semanas es el solventísimo e imparable movimiento de resistencia de un gran colectivo de médicos de todo el mundo, que actúa bajo el hashtag de “#MedicosPorLaVerdad”. Atentos a su manifestación del 1 de agosto en Berlín…


Y mira por dónde, D. Juan José Omella se ha convertido en el líder natural de este potentísimo movimiento de resistencia. Líder natural e icono. Porque la memez a que nos obligaban las leyes, en contradicción flagrante con la realidad paralela, es de traca. Y ahí tenemos al purpurado enarbolando por su cuenta y riesgo la bandera de la libertad. Y de repente se encuentra con que no está solo, sino que son miles y miles los ciudadanos indignados por los siniestros atropellos contra la población, perpetrados por los poderes públicos. Y mira por dónde, esos miles de indignados están asistiendo al tremendo pulso entre dos titanes del orden constituido: el presidente Torra y el cardenal Omella. Con lo que no sería nada extraño que esa multitud de indignados de todo el mundo, liderados por el potentísimo movimiento de Médicos por la verdad, viesen en el cardenal a su mejor representante e icono.


¿Y cómo sigue el relato? Pues muy sencillo: D. Juan José le ha dado un giro copernicano a la política catalana y por consiguiente a la española. Como buen aragonés, una vez que se ha lanzado, mantendrá el envite. Ya no reculará: siendo el que es, sospecho que ni siquiera el mismo papa sería capaz de hacerle recular para someterse a la arbitrariedad de esos politicastros que nos gobiernan. El choque de trenes entre nuestros políticos y nuestra máxima jerarquía eclesiástica, está servido. Es que ya no queda más tiempo para las componendas. El tiempo de los pactos de buena voluntad (o de buena ingenuidad) con los traidores, ha pasado. Ha llegado el momento del enfrentamiento. El episcopado de la Iglesia en España no puede ser cómplice de los inacabables atropellos del gobierno contra la libertad religiosa: el del funeral en la Sagrada Familia no es el más grave, ni mucho menos, pero sí el más burdo e insultante, el más insolente, chulesco y humillante.


Si, como dijo D. Juan José Omella en su homilía, son tiempos para tender las manos, para acariciar, para perdonar, para acompañar, para caminar juntos y tratar de evitar más sufrimientos; si son tiempos, en fin, para la cooperación, que es su santo y seña, es evidente que había fallado la táctica de mano tendida del cardenal. ¿O quizá la de Torra, que confundió pacifismo y pactismo con cobardía? La cuestión es que, en la gestión eclesiástica de la epidemia, el cardenal estaba debilitado. Efectivamente, creo humildemente que se cometieron gravísimos errores que se han intentado explicar de todas las maneras; pero los hechos son los que son. Y supongo que habrá pensado acertadamente que era necesario diferenciarse radicalmente del poder político justo en la limitación del culto público, en un intento de borrar en lo posible la imagen que todos dimos desde el principio, de entusiastas colaboradores con los políticos respecto a las limitaciones, absolutamente incoherentes, impuestas al culto.


Los enemigos del cardenal explican que aquí no hay más que una sobreactuación para borrar la muy mejorable imagen que dejó al adelantarse él a restringir el culto público durante el confinamiento. Yo, personalmente, no creo que haya habido un cálculo tan corto. Más aún, afirman que en la homilía ya empezó a plegar velas y a poner la otra mejilla… Pienso, en cambio, que estamos ante un rompimiento de hostilidades por parte de D. Juan José: como respuesta a la infame orden de Torra o de sus lacayos. De todos modos, estoy profundamente convencido de que este incidente no acabará en tablas, sino que habrá un perdedor: Torra, con consecuencias políticas. Y un ganador: el cardenal Omella, con un nuevo posicionamiento del episcopado católico como defensor de los derechos religiosos de todos los cristianos frente a la hostilidad de la mayoría de las administraciones, la inquina de algunos partidos políticos y la indiferencia y el silencio de otros (¡de los buenos!).


Pero rectificar es de sabios: D. Juan José ha juzgado conveniente darle un giro copernicano a la gestión eclesial de la dimensión religiosa de la pandemia y ha tomado la sabia decisión de afrontar la multa que pretende imponerle el presidente Joaquín Torra, cada vez más perturbado. De este modo, calculado o sin calcular, el cardenal Omella se ha puesto al frente del creciente movimiento ciudadano que afronta las multas gubernativas (la más espectacular que conocemos hasta el momento, es la que ha anunciado Torra contra Omella) con el fin de denunciar ante los tribunales la arbitrariedad de los gobiernos de todo color, que ensayan sus métodos y sus fines totalitarios aprovechando la debilidad de los ciudadanos ante el miedo -intensamente cultivado- de la pandemia. Así que en el recurso veremos al cardenal defendiendo los derechos de los ciudadanos ante la pretensión del gobierno de pisotearlos. El cardenal será el héroe de esta multitud de oprimidos.


Queriéndolo o sin querer, se ha convertido en el icono de la insubordinación, la resistencia civil y del ¡basta ya! a los tics totalitarios que tanto han abundado y siguen abundando durante la gestión de la pandemia por una pandilla de la que lo más benigno que se puede decir es que la banda está borracha.


Claro, es dificilísimo exigir a los ciudadanos que cumplan las normas, cuando quienes las dictan incurren en constantes contradicciones, incongruencias, arbitrariedades sin el menor sentido. Los agentes que han de exigir el cumplimiento de esas absurdeces se ven desbordados y ridiculizados, haciendo el papel de una vulgar policía política en la que algunos se sienten muy cómodos, por cierto.


Pero en todo esto hay algo muy positivo, por lo que hemos de felicitar efusivamente a nuestro cardenal: ha tenido la valentía de ponerse al lado de los ciudadanos críticos con las absurdas arbitrariedades que están cometiendo las autoridades políticas y sanitarias en la gestión de la pandemia. En la guerra (inevitable ya y necesaria) se forjan los héroes. La imaginación vuela al legendario mártir Santo Tomás Becket, arzobispo de Canterbury. Hoy ya no se trata de defender privilegios de los jerarcas de la Iglesia, sino los derechos religiosos de los fieles. A nosotros nos toca rezar para que Dios dé fuerzas al cardenal para resistir a la tremenda Inquisición laicista que quiere acabar con los derechos religiosos de los españoles, mucho más decisivos que los fueros regionales por los que se batieron nuestros antepasados.


Y fue tan decisiva la lucha de Jacob con Dios, que éste le cambió el nombre. Quiera Dios que en esta lucha de Omella contra el Leviatán, sea el pueblo fiel el que le cambie el nombre por el de Omega. El cardenal Omega, el que, plantándole cara al Leviatán, se convirtió en el gran símbolo de la resistencia: Ω.


Custodio Ballester Bielsa, Pbro.

www.sacerdotesporlavida.info

26 comentarios

  1. Custodio Ballester Bielsa, usted sabe bien que las autoridades civiles y alguna de eclesiástica, han decidido que la mejor vía para implantar el terror ciudadano y entre los fieles es el procedimiento administrativo sancionador o disciplinario, que implica, ya de entrada, la denuncia por un agente y la imposición económica automática de una multa tan cósmica (cien millones de euros por no llevar mascarilla, que se impone en cascada: te ve otro poli, y otro y otro... y otros cien millones, otros cien... y ya recurrirás), que luego son revisados por por "falsos" tribunales administrativos que o confirman la prevaricación o coacción o denuncia falsa de su agente o ni te contestan.

    Tengo una experiencia con estos tribunales administrativos de la Generalidad que tramitan los procedimientos administrativos disciplinarios o sancionadores.

    El señor [nombre eludido para evitar venganzas a lo Zeus tonante contra inocentes por parte de la Generalidad], funcionario, hace mucho tiempo, decidió no trabajar porque tenía una enfermedad grave no reconocida por la Seguridad Social y decidió pelear hasta los tribunales "de verdad" hasta las últimas consecuencias. En un momento del trámite administrativo ante la Generalidad, un funcionario de esta Generalidad, perteneciente al "tribunal administrativo", le comunicó que si por una cuestión de plazos de interés para la Generalidad, contestaba en los primeros días, entonces le impondrían sólo unos días de sanción de suspensión, pero si contestaba el último día del plazo legal, entonces le impondrían la máxima sanción, un año o más. No hizo caso, usó de su derecho, y la Generalidad le impuso la máxima sanción.

    Por lo tanto, la confianza que tengo en los tribunales administrativos de la Generalidad de Cataluña que tramitan los procedimientos sancionadores o disciplinarios es, vista la experiencia, totalmente nula.

    Si este desquiciado del Califa Torra ordena a sus lacayos siervos de gleba que le pongan a Omella la máxima sanción posible (un billón de euros), y que si quiere justicia, entonces que recurra a los tribunales "de verdad", así será.

    Para que luego te fíes de los tribunales de la Republiqueta: "este es facha, métele la máxima sanción, y que se gaste dinero en recurrir, ja ja ja".

    Esto es un estado totalitario, no es una democracia.

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  2. ¿RESISTIRÁ OMELLA?

    Yo creo que estamos ante un episodio insignificante y simplemente incómodo de la vida de Omella. Don Custodio, le asigna usted al cardenal una talla, una fortaleza y una inteligencia que evidentemente no tiene. ¡Qué más quisiera usted!, ¿no? A usted no hay que contarle nada al respecto.

    Muy oportuno, de todos modos, contextuar su pataleta de maño en un diseño inteligente, y fruto de un cálculo mucho más fino que el elemental de Omella, que ha optado por acariciar, manosear, dejarse pisar y todo eso. (Aún recuerdo su tancredismo ante el padrenuestro blasfemo que apadrinó la Colau). Creo sinceramente, don Custodio, que el Omella que usted nos dibuja, no existe. Nos lo está dibujando usted por su cuenta y riesgo (sí, claro, usted no huye del riesgo, está claro.
    Evidentemente ése es el Omella que usted desearía y todos desearíamos. Otro gallo nos cantara. Pero creo que tienen mayor acierto los detractores que usted menciona. Claro que saldríamos todos ganando si Omella se convirtiera en Omega, símbolo de la resistencia al totalitarismo y a la memez. Claro que es en la guerra donde se forjan los héroes. Y la guerra contra la Iglesia es brutal. Ahí están los ejemplos del Valle de los Caídos (la mayor cruz del mundo). Les estorba la cruz y quieren volarla. Y no pararán hasta que lo consigan. Pero lo ideal para ellos es hacerlo ante la sonrisa y la caricia de Omella. Y ahí está como aviso a navegantes la guerra a muerte contra la monarquía. Por su corrupción, dicen los grandes maestros de la corrupción.

    Ojalá tenga usted razón, don Custodio. Pero para mí, que no caerá esa breva. Omella está para sopitas, no para guerras. Mientras usted escribía tan voluntarioso artículo, Omella estaba ya engrudo en ristre, a ver cómo se las compone para recomponer los puentes y para abrir nuevos frentes de colaboración y entendimiento con los felones que nos gobiernan.

    Dicen que es el momento de sostener y alentar a Omella, que es lo que hay, Dios no ha tenido a bien darnos más (con la talla física no nos conformamos). No veo nada claro si con este artículo ha pretendido ayudarle o empujarle. Claro que tampoco son tiempos para ver claro. Demasiada niebla, demasiadas brumas, y entre ellas, demasiado humo de Satanás.

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  3. De todo este jaleo, el pobre Torra el gran perdedor!

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    1. ¿Pobre? Si el Atorrante es un incompetente integral, puesto allí por el inefable Puigdemont expresamente para que no pudiera hacerle sombra. Por eso buscó al peor gestor posible.

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  4. salvador (nombre de pila)6 de agosto de 2020, 10:20

    Y el Risitas el ganador, pero Anónimo de las 7:28, pero no se da Ud. cuenta que todo esto es un ESPECTACULO MUY BIEN DISEÑADO POR EL GRAN MAQUINADOR.

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  5. 7/28, Torra de pobre no tiene nada.
    Sus antepasados, como todos los innumerables CONVERGENTES hicieron fortuna en tiempos pretéritos bajo el paraguas del franquismo.
    Que han vivido y viven COMO REYES,HOMBRE.

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  6. El tema no es Torra, sino ERC (las dos Conselleres Justicia y Salud) y el Vicepresidente, los tres son de ERC.
    ERC ya esta hace días en campaña electoral.
    Torra no se vuelve a presentar a las elecciones, él simplemente las convocara según vaya el Covid-19 o el calendario del Tribunal Supremo con su posible inhabilitación, por colgar una pancarta.
    Por cierto una menudencia al lado de la fortuna que ha hecho trabajando al servicio de España y de los españoles un señor campechano que esta semana se ha ido solo de vacaciones y volvera según un articulo de hoy de La Vanguardia.
    Junqueras esta dolido porqué Omella no lo visito en la carcel.
    Y Omella ni se entera, o esta muy mal asesorado y asistido desde sus colaboradores o desde la curia que él remodeló colocando a gente poco preparada.
    Es el momento que nos toca vivir superficialidad y mediocridad en casi todas partes y en muchas de las instituciones civiles y eclesiales.

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    1. Omella no visitó a Junqueres porqué sabe que quiere pasar directamente de MONAGUILLO a Diacono Permanente sin pasar por el Seminario Menor.
      Ésto Oriol no se lo perdonará nunca!!!!!

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    2. ¿Tenía que haber visitado Omella a Junqueras en la prisión?

      ¿Por qué?

      ¿Como protesta de que la condena a los golpistas era "injusta"?

      ¿Para recordar a los catalanes que el golpe de Estado separatista era un derecho democrático?

      ¿Para respaldar con la sanción de la Iglesia el "Proces" pujoles y evitar que se enfríe para que los mismos" lo vuelvan a hacer?

      ¿A cuántos presos visita el Cardenal, aún siendo sus súbditos y teniendo las prisiones servicio de capellán incardinado en su archidiócesis?

      ¿Qué tiene que ver en esta historia Juan Carlos?

      ¿Decir que si unos son malos, otros son todavía "peores" aunque no den golpes de Estado? (y por tanto justificar lo injustificable)

      Mira, maco:

      1 Mientras tu vivas en Cataluña y Cataluña viva de España, tu tienes unos intereses muy determinados, ajenos completamente al Proces y a los que lo mueven.

      2 mientras tu vivas en este mundo a ti te interesa el Estado de derecho y el imperio de la Ley.

      Sin eso no hay la mínima estabilidad para que la economía (tu pan y tú pensión) funcione ni para respetar tu vida ni la de tus hijos. Por eso los países occidentales prosperan y las repúblicas bananeras son tercer mundo.

      El acoso y derribo de la monarquía, que no de Juan Carlos, es necesario porque ha demostrado 2 veces que puede desbaratar un golpe de Estado (de hecho fue la ÚNICA cosa que paró 2 golpes de Estado de índole diferente)

      Y mientras tengamos a ZP2 en la Moncloa dependiendo día a día de comunistas e independentistas, con la economía arruinada, esto puede derrumbarse en cualquier momento: ahora mismo no hay dinero ni para pagar la pensiones ni para pagar a los funcionarios.

      Y el coronavirus ha vuelto antes de rebrotar en otoño.

      Entérate mejor dónde están tus intereses y no nos metas en tus historias, que en esto no hay caprichos ni opiniones que valgan.

      Damos por sentado muchas cosas que pueden desaparecer en cualquier momento.

      Por cierto, mientras tu seas blanco, europeo y cristiano eres enemigo de Soros, que se está vengando por el genocidio de su familia y su pueblo.

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    3. Así que Omella no se entera o está "muy" mal asesorado y asistido por sus colaboradores o desde la curia...

      Naturalmente no sólo la responsabilidad es de Omella por su cargo: el es el culpable por haber colocado "gente poco preparada"

      poco preparada ¿para qué?

      ¿Para decirle que colabore con el proces?

      ¿Para que colabore con el golpe de Estado?

      Si ha cambiado de equipo, éste estará fuera de la red de influencias y presiones con la que los ingenieros sociales de Pujol han tejido con todo tipo de asociaciones civiles y religiosas en Cataluña para lograr sus fines.

      Pero no te preocupes, que es sólo cuestión de tiempo.

      Tu tienes una opción personal para no vivir la superficialidad y la mediocridad de "otros" al alcance de la mano:

      Basta que dejes de ser superficial y mediocre tu mismo.

      De esta manera no sólo vas a proteger tus intereses mejor, votaras mejor e incluso harás que haya gente que te siga.

      Por cierto, no dudes que por la enorme trascendencia del proceso independentista y la posibilidad cierta de una guerra civil entre catalanes Omella y el resto de la Conferencia Episcopal Independiente Nacional Catalana han pedido y recibido asesoramiento y asistencia de mucha gente, curiales o no; entre ellos del Vaticano.

      Los estadistas, como cualquier otra profesión, son obra del estudio especializado, la práctica y el tiempo.

      No tienen nada que ver con las "discusiones de bar", que sólo sirven para ventilar nuestras pequeñas frustraciones diarias y demostrar a los demás lo alto y guapos que somos.

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  7. Grandioso y PROFETICO su artículo Mosén.
    Esto viene todo de ARRIBA y contra esto no se puede hacer NADA.
    Solo lo sabe DIOS.

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  8. Bravo por Omella!!! Desobediente a las leyes injustas.
    Pues yo a partir de ahora iré todavía más a las misas del padre Miguel Angel Blanco prohibidas en Barcelona por decreto del cardenal Omella.
    Si lo injusto no obliga, no obliga para nadie. Ni para cardenales, ni para curas, ni para seglares

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    1. Perdón. Quise decir Miguel Ángel Barco

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    2. Agradecería saber donde dice Misa Mosén Barco.
      Me gustaría asistir, gracias.

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    3. Plataforma.Defensa.Rvdo.Barco@gmail.com
      Escriba a esa dirección de correo electrónico y le informarán

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  9. "El obispo de Salamanca denuncia que no se permite a los sacerdotes dar los sacramentos a los ancianos de las residencias"

    https://infovaticana.com/2020/08/06/el-obispo-de-salamanca-denuncia-que-no-se-permite-a-los-sacerdotes-dar-los-sacramentos-a-los-ancianos-de-las-residencias/

    Esto es una violación del art. 16 CE (libertad de culto y religión), y un presunto delito contra los derechos religiosos (522-524 CP) o contra el libre ejercicio de los derechos fundamentales (art. 540 y 542 CP).

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  10. No he tenido ánimos ni paciencia para leer todo lo escrito en este artículo que no comprendo.No lo he leído del todo,me ha sido imposible.

    Aunque parezca mentira esto está escrito (parece ser) por un sacerdote de la iglesia católica,¡Dios bendito!...ignoro qué es lo que se pretende....me pregunto: ¿Esto es el evangelio? ¡esto es la caridad,el amor, la misericordia del crucificado?....¡esto qué es!: política, religión' qué es esto?..
    Servidor, confieso ser un hombre sencillo del pueblo,y este lenguaje en un sacerdote no lo comprendo.Ni tampoco qué es lo que se pretende.

    Casualmente, hace unos días un amigo en un país de Latino América ante una situación similar al contenido de este artículo;una guerra abierta entre unos y otros. El presidente del gobierno de aquel país había hecho unas declaraciones públicas diciendo. Allá uds, ¡sálvese quien pueda!.
    El virus anda por ahí, allá uds.,si lo quieren creer o no.Pero por caridad,si tienen conciencia, no contagien a ningún inocente por unas ideologías políticas.La salud de las personas está por encima de TODO.

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    1. Su respuesta me parece ligeramente incongruente.
      AMIEES

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    2. Si no lo ha leido, ¿por qué lo critica?

      ¿Porque no lo ha escrito usted?

      ¿Porque ha adivinado que no es de su cuerda?

      La paciencia es una virtud cristiana (y aristotelica) que sólo le puede beneficiar.

      La curiosidad intelectual es una característica de la inteligencia que le puede llevar lejos (y disfrutar intelectualmente de la vida)

      Enfin, usted es libre.

      Si; incluso de los tostones siempre es posible sacar algo, aunque so!o sea afinar el entendimiento y ejercitar la comprension.

      Su vida y su tiempo son sólo suyos y sólo usted sabe como y en que invertirlos.

      Con la ayuda de Dios.

      (ps: si quiere aumentar su inteligencia será mejor que cambie de comportamiento)

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  11. Por sus hechos les conocereis: eso vale también para Omella. La actuación de La Generalitat es delictiva, y responderán los firmantes de cualquier resolución al respecto. A mi entender y a la vista de que se tratan de derechos fndamentales, cualquier denuncia por lo penal paralizaría las actuaciones administrativas; a ver si se atreve.

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  12. UNA FLOR NO HACE MAYO!!!

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  13. La inteligencia que veo por estos lares no la quiero ni como regalo de Dios...¡que es un decir....! je,je,

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    1. La media que en el resto de Cataluña; los que aquí firman no son especiales.

      Gente corriente del pueblo, como usted y como yo.

      Las buenas noticias es que suele ser gente muy preocupada con la Religión y su salvacion.

      Y aquí escriben y leen gente que ha estudiado ciencias teologicas, lo cual es una garantía.

      Si usted no lo entiende, no es culpa suya; basta intentar comprender. Eso, junto con la ayuda de Dios, no necesita más.

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  14. Me gustaría que fuera así, que el cardenal no retrocediera un paso. Pesan en él tres graves responsabilidades: arzobispo, cardenal y presidente de la CEE. Es el peso de la cruz, sin duda. Ser cardenal es ser príncipe, esto es, el primero en llevar la cruz y no un alto gerifalte que se pasea en palacio.
    Así que Dios le oiga, mosén, para que no ceda un ápice ante los mandamases.
    Con ese gesto del cardenal pensé que se había terminado ese pensar tremendamente erróneo de que en el poder civil todo el mundo "quiere el bien común". Con leyes de destrucción masiva como las de género y aborto, el bien común?

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    1. En el poder civil, nadie quiere el bien comun, porque la gente no es idiota.

      Un regalo de las elecciones "democraticas".

      El "poder civil", esto es, los POLITICOS, lo único que quieren es perpetuarse en la poltrona; y para ello harán todo lo que sea menester, especialmente si lo pagamos nosotros.

      Como una de las maneras de comprar al Pueblo los votos es con la estafa del "Estado del bienestar" pagado por ese mismo Pueblo idiota, el político se curará en salud y se preocupara de que nada funcione para que el votante, aterrado, crea que le necesita y le siga votando a cambio de "ayudas sociales".

      Y como el destino puede gastar malas jugadas, si se aprovecha para ideologizar al Pueblo con una religión laica inventada (leyes de "genero" entre otras) o para que los nacionales no tengan hijos (aborto) y se importen auténticos proletarios necesitados , a ser posible musulmanes, financiado con los impuestos de los mismos perdedores, pues mejor; porque la vida es dura y es mejor vivir del cuento que pagarlo y sufrirlo de los demas.

      Pero espera, que ahora viene lo bueno:

      ¿Qué hace el partido de la oposición (el P.P.) ante esta estafa?

      Pues compincharse, colaborar con la estafa y agarrarse a la teta mientras puedan.

      Porque efectivamente la vida es dura para los que están fuera.

      ¡Y si no, que nos lo digan a nosotros!

      Lo que no me explico es por que llaman a esta estafa "democracia"

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  15. Estimado en Cristo, de las 18:20:

    Estoy con usted en favor de la sencillez, que debería presidir las relaciones entre nosotros, como católicos, mientras ponemos por obra el Evangelio. En sus dos primeros párrafos, pues, sus palabras son dignas de un Obispo, sin que en esto desmerezca, y lo digo con toda sinceridad, que no haya podido terminar de leer el artículo. Yo no voy a valorarlo y sólo pienso que, muy probablemente, la intención de Mn. Custodio, haya sido la de hacer justicia a Monseñor Omella, con un exceso de aspaviento, eso sí.

    Pero voy a lo importante, estimado amigo, lo que usted dice al final de su comentario es mucho peor que lo que le achaca al articulista, a la luz del mismo Evangelio. ¿Cómo puede seguir sosteniendo usted, a estas alturas, en que hemos tenido tiempo, ya, todos, de reaccionar de forma meditada a la situación, que desgraciadamente se prolonga, que "la salud de las personas está por encima de TODO?". ¿Qué salud? ¿O es que la salud corporal ha de primar sobre la espiritual? ¿Es que ha perdido usted el temor de Dios y habla de un TODO que pretende por encima del ÚNICO TODO, el Dios Altísimo? Enmiéndese, hermano y confíe en Dios y no le dé la espalda, suponiendo que será comprensivo con el miedo de sus fieles, como si Él no tuviera dispuesto ya de qué va a morir y cuándo cada uno, esperando que, entre tanto, cada uno le sirva fielmente en su puesto.

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El Vaticà pren el control directe del bisbat d’Urgell per “liquidar” la figura del copríncep episcopal
Apostolado “Transformados”: Dejan el mundo LGTB tras un encuentro con Cristo, sin terapias
La Iglesia catalana no para de arrodillarse ante el separatismo
La Iglesia catalana, partida en dos por el derribo de una parroquia
Omella destituye a un párroco crítico con un plan urbanístico de la Iglesia en Barcelona
Centenares de catalanes acompañan a la Virgen de Fátima por el centro de Barcelona.
El párroco de la Mercè, tras la retirada de la misa: «Tal vez recibamos a las autoridades tocando a muertos»
El Clínic traslada su proyecto de centro de investigación por la imposibilidad de instalarse en una iglesia del Eixample
El gran vitrall de l’església de l’Esperit Sant se salvarà de l’enderroc
Omella no está en su mejor momento: el cambio en Barcelona se acerca
La secta de la Casa de Santiago. El escándalo que la Iglesia catalana ocultó durante 30 años
Omella envía a un cura de 72 años a comerse el Santísimo de la iglesia que quiere derribar
Derribos Omella: el arzobispo desacraliza la iglesia del Espíritu Santo de Barcelona y suspende a divinis al párroco
Los memos del Bisbat de Sant Feliu de Llobregat
El hilo que une Monserrat con el Opus Dei: 85 años de amistad y protección