Origen, historia y modo de la Comunión

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ORIGEN E HISTORIA 

Las fuentes del rito de la comunión de los fieles no se deben buscar en los antiguos sacramentarios romanos que no hacen mención de ella, no porque no se considerase la comunión como parte de la misa, sino  porque para ellos la comunión del pueblo iba unida hasta tal punto con la del celebrante que ambas formaban una misma ceremonia: la comunión del celebrante abría la de los fieles, como en la antigüedad, y esto sin rito especial. 
En cambio, para la comunión de los enfermos se formó ya en época temprana un rito especial. La razón es obvia. Más frecuente que la comunión en la iglesia, estaba pidiendo como ceremonia aislada un rito propio, que además calcase las ceremonias de comunión dentro de la misa desde el Paternóster hasta la recepción del sacramento. Lo malo es que más tarde cuando empezó a considerarse la comunión de los fieles dentro de la misa como separada del sacrificio eucarístico, ésta adoptó los esquemas rituales de la comunión de los enfermos fuera de la misa. 

A modo de ejemplo: proveniente de la liturgia galicana, en el siglo IX encontramos el rezo del Credo como elemento del rito de la comunión de los enfermos como elemento fijo, generalmente en forma de interrogatorio sobre los artículos principales de la fe, a las que el moribundo debía contestar.
Más tarde, en el siglo XII,  y para mejor preparación personal, encontramos el Confiteor y el Misereatur. En un retoque posterior entró el Agnus Dei, convertido ya de canto en oración privada del celebrante: posteriormente se presentaba el sacramento diciendo “Ecce Agnus Dei” en sustitución del antiguo interrogatorio sobre la fe, mientras se le enseñaba al enfermo la sagrada forma. Recordaba además una ceremonia oriental (e hispánica), la del “Sancta Sanctis” (“El Santo para los santos”) perteneciente a las ceremonias de la comunión.
Finalmente se añadió el “Domine non sum dignus”, procedente asimismo, de la comunión del celebrante.
Todas estas fórmulas, sobre todo las preguntas y respuestas, se rezaban en lengua vulgar y no son pocos los Sínodos de la Edad Media que así lo mandan expresamente. Pero al adoptar este rito el Ritual Romano en 1614, compuesto por Confiteor, Ecce Agnus Dei y Domine non sum dignus, unificando los ritos diocesanos, se pusieron en latín. Esto trajo como consecuencia el que el enfermo no pudiera rezar ni entender las oraciones con las que debía prepararse a la comunión, y quedaron reservadas al sacerdote. Para el Confiteor se encontró la solución de que fuera el monaguillo quien lo recitara en vez del enfermo.
Tenemos, por lo tanto, un rito que, nacido como ceremonial de la comunión de los enfermos, sirvió después de la reforma de Pío V, para la comunión de los fieles fuera e incluso dentro de la misa. Y aunque la supresión del Confiteor, con el Misereatur y el Indulgentiam antes de la comunión de los fieles, ya en tiempos de Juan XXIII, quería remediar ese evidente intercalo de ceremonias, ni esa eliminación y ni siquiera la ceremonia resultante de la reforma de Pablo VI ha podido borrar las huellas de esa historia reduplicativa.  
MODO DE COMULGAR  

Al dar la comunión, el celebrante baja al sitio destinado para que los fieles reciban el cuerpo del Señor. Vimos que en el culto estacional éste era toda la iglesia y el celebrante iba a donde estaban los fieles, que no se movían de sus sitios. Este modo de dar la comunión no era el único en la antigüedad. En el norte de África se daba la comunión en la barandilla que rodeaba el presbiterio y que tenía tal altura que llegaba hasta el pecho de un hombre en pie. Se comulgaba, por lo tanto en pie. En las Galias lo fieles se acercaban hasta las gradas del altar; pero a partir del siglo VIII no se admite cerca del altar sino a los monjes y al clero. A los demás se les daba la comunión en un altar lateral. 
Hasta el siglo XI fue regla general comulgar de pie. A partir del siglo XI y durante cinco siglos, la costumbre fue cambiando poco a poco. Nos lo dicen las disposiciones que durante todo este tiempo urgen la postura de rodillas. En el siglo XIII se manda que en los conventos dos acólitos extiendan ante los comulgantes un paño. Al llegar al siglo XVI se pone este paño sobre una especie de reclinatorio o banco: el comulgatorio. En Alemania y países del norte de Europa, este comulgatorio vino a sustituir con el tiempo a la barandilla, que en su forma antigua había desaparecido antes del siglo XI. El uso de la patena de comunión en vez del paño o juntamente con éste es más reciente; menos en España, que data de muy antiguo. 
En la Edad Media nos encontramos con las más diversas muestras de reverencia: los señores se quitan el calzado, las monjas se ponían un vestido especial, se besaba el suelo o el pie del celebrante, se hacían genuflexiones o inclinaciones. San Agustín habla de la costumbre de juntar las manos. En Oriente los fieles avanzan con las manos extendidas y los ojos bajos y orando. 
http://www.germinansgerminabit.org/la_misa_romana/capitulo36b.jpgSan Cirilo de Jerusalén (315-386) da avisos concretos para el modo de acercarse a la comunión: “Cuando te acerques, no lo hagas con las manos extendidas o los dedos separados, sino haz con la izquierda uno trono para la derecha, que ha de recibir al Rey y luego con la palma de la mano forma un recipiente, recoge el cuerpo del Señor y di “amén”. En seguida santifica con todo cuidado tus ojos con el contacto del sagrado cuerpo y tómalo, pero ten cuidado de que no te caiga nada” (Catequesis  Mistagógicas V, 21 ss.
Como se ve por esta cita, al menos en la Iglesia Madre de Jerusalén, se daba la comunión en la mano. Para ello, los hombres debían lavar las manos, por lo que nunca faltaba una fuente en el atrio de las antiguas basílicas. Las mujeres, además, cubrían las manos con un pañito blanco. También se encuentran ya entonces testimonios de que se besaba la mano del celebrante. 
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Mons. Nicola Bux
No hacen ningún favor a la Liturgia ni a la Tradición pues, y lamento decirlo, las palabras de Mons. Nicola Bux el pasado lunes 20 de julio (2009)  afirmando que no hay testimonios en la Tradición a favor de la comunión en la mano
Los hay y muchos. Pero al mismo tiempo abundan los testimonios de que este modo de recibir la comunión se prestaba a abusos. Por esto, hacia el siglo IX, o tal vez antes, se empezó a dar la comunión directamente en la boca, casi por el mismo tiempo en que el pan fermentado quedó sustituido por el pan ázimo. La primera noticia de estos cambios la tenemos en España. Un sínodo de Córdoba del año 839, al condenar una secta que tenía su centro en la ciudad de Cabra (Egabrum), habla de dar la comunión en la boca como de una costumbre antigua. Solamente al diácono y al subdiácono se les seguía dando la comunión en la mano. En el siglo X se limita este privilegio a los diáconos y sacerdotes y pronto desaparece por completo.
Solamente en el periodo posconciliar y como una concesión a determinadas Conferencias Episcopales u Ordinarios diocesanos, dispensadora de la ley general, vuelve a reaparecer la comunión en la mano. 
Pronto habrá que hacer un balance de los resultados cosechados en este periodo, en la reverencia y la devoción de los fieles, y tras la experiencia vivida en estos 40 años en esos lugares, tomar una resolución final. 
Casi nunca el “arqueologismo” litúrgico, especialmente en nuestros tiempos,  ha reportado buenos resultados. Y este caso es un ejemplo típico. 
LA COMUNIÓN BAJO LAS DOS ESPECIES
Durante más tiempo se mantuvo la comunión de los seglares bajo las dos especies a pesar de la dificultad que esto creaba en la administración del sacramento. De varios modos intentaban el evitar que se derramase lo menos posible el sanguis. En Oriente encontraron como solución la “intinctio”, el empapar los trocitos de pan consagrado en el sanguis, sea poniéndolos todos juntos al principio de la comunión, sea mojando cada trocito en el momento de darlo. En Occidente se conocía este procedimiento pero luego lo rechazaron. A veces utilizaban la “fistula” o “pugillaris”, un tubito con el que sorber algo del cáliz. 
S.S. Pablo VI comulgando con la fístula pugillaris
Después tanto en Oriente como en Occidente comenzaron a distribuir vino con unas gotas del sanguis, rito llamado “consecratio” tal como vimos con anterioridad.
Una mayor profundización del dogma en época escolástica probó que en cada especie esta Cristo todo entero, y por lo tanto, no hacía falta comulgar con las dos especies para recibir a Cristo. Santo Tomás de Aquino aún conoció la comunión bajo las dos especies pero pronto se perdió por completo. Se mantuvo para algunas ocasiones como la coronación de un rey o en la Misa Papal del Domingo de Resurrección.
Una supervivencia de ello fue la costumbre de las abluciones de la boca, es decir, ofrecer a todos los que habían comulgado un poco de vino para que no quedara nada de la sagrada especie entre los dientes.  

ESPINAR COMAS, Francesc M. (HISTORIA DE LA MISA ROMANA. GG 2009)

ANEXO 2020 (Con retazos irónico-sarcásticos)
Ya en el mes de febrero, en mi hermosa parroquia de Sant Joan Baptista del barrio del Fondo de Santa Coloma de Gramenet (lo es, no por las piedras materiales, sino por esas consistentes y robustas  piedras vivas que son sus feligreses) introduje la costumbre de administrar la comunión con guantes profilácticos y pinzas quirúrgicas (no las de las cejas), rito precedido y seguido (antes y después de la comunión) de un uso minucioso de solución hidroalcohólica. Este peculiar y novedoso modo de distribuir la comunión ha sido utilizado con éxito por numerosos sacerdotes italianos en este tiempo de pandemia, razón por la que me animé a emularlo. Requiere una cierta habilidad manual, por lo cual no es muy recomendado para sacerdotes torpes  (cat. maldestres) que haberlos haylos, o con dificultades perceptivas (de visión ocular deficitaria o deficientes visuales) Hay que evitar que las pinzas puncionen las fosas nasales o el globo ocular de los fieles comulgantes, obviamente. La mejora y éxito de su uso son progresivos: al principio cuesta separar las formas unas de otras y aprehenderlas adecuadamente. Paulatinamente adquieres una cuidada especialización, similar a la de médicos y enfermeras en el uso del bisturí y demás útiles quirúrgicos. Probarlo es gratis y ninguna autoridad eclesiástica (ni civil) lo ha prohibido ni denostado. No se preocupen: pronto los perezosos inmovilistas de las correspondientes cúspides lo harán. Es ya sabido, son poco amigos de las sanas novedades. Gatopardescos hay pocos. La sutileza no es todos ni para todos. La novela del Lampedusa hoy es poco leída. ¡Y tanto que nos aprovecharía! Como escribió Machado: “De diez cabezas,  nueve embisten y una piensa.” 

Mn. Francesc M. Espinar Comas

Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet

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53 comentarios

  1. Cuando fui monaguillo, antes de comulgar (por ejemplo: una mujer), tenía que entrar con mantilla, oir la misa en latín que no entendía, confesarse, estar en ayunas, arrodillarse... Y entonces le era administrada la comunión. Quizás los de Lefevre y los del Palmar de Troya lo siguen todavía a rajatabla como entonces.
    Yo me he adaptado a los tiempos. A ese modo de actuar que han ido marcando los papas, obispos y cardenales de los últimos tiempos, de losactuales. Y no me entretengo en disquisiciones ni en si aplico mejor los rituales y soy más puro que otro. Eso no nos va a llevar a ser mejores cristianos (no m'hi escalfo el cap).

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    1. La misa, excepto bendecir, partir y repartir el pan y bendecir y pasar la copa de vino para comulgar, que es un mandato expreso de Cristo, es un medio para un fin: ayudar a ser un mejor discípulo de Cristo.

      (por cierto, lo siguen haciendo los judíos y usan pan con levadura)

      Por tanto no importa cómo se haga si se cumple con el objetivo.

      Luego, todas las religiones, tienen unos rituales que cumplen sus objetivos y favorecen su permanencia. El que los quita o los cambia lo hace asumiendo un riesgo.

      La realidad es que un sacerdote, mientras oficie dentro de la estructura jurídica católica, tiene que cumplir lo que ésta ordene; como es natural.

      Cuando monte su propia iglesia en sus propias instalaciones podrá hacer lo que quiera -como han hecho en el Palmar de Troya -

      Ahora bien, eso no excluye que pueda haber casos de conciencia o que el sacerdote tenga una responsabilidad especial frente a Cristo o que los Papas (obispos y cardenales ???) no tengan también esa responsabilidad, aumentada por razón de su cargo, sobre sus decisiones y sus resultados.

      El problema es que la asistencia a la misa y la recepción de los sacramentos han caído en picado. Tanto que esto no dura más de dos generaciones.

      La Ciencia, y no las opiniones de nadie, dice que la mantilla, el latín que "no entendía" ( ¿qué tiene que entender, si no que está en presencia de Dios?), CONFESARSE (reivindicado por la psicología -judía -), estar en ayunas, arrodillarse + el ayuno y la abstinencia etc... funcionan. Lo que ha salido del Concilio, por mucha buena fe que tenga, no.

      ¡Ah!; por cierto:

      Jesús no creó animadores culturales, asistentes sociales ni activistas políticos...sino que eligió personalmente a gente normal de los que estaba seguro que iban a extender su mensaje de salvación y partir y compartir Su cuerpo y Su sangre. Así lo hicieron con fidelidad y eficacia durante casi 20 siglos, que son muchos siglos.

      Mala suerte que decidieron cambiar en el peor momento.

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    2. "Eso no nos va a llevar a servidores cristianos" ...

      Para algunos sí:

      Cristiano es el discípulo de Cristo.

      Todo lo que ayude al fiel a ser discípulo de Cristo; y obviamente el formar parte de una comunidad ayuda mutuamente, pues es bueno, porque cumple con la función. Y recuerde que es una función de salvación, lo más importante en esta vida.

      En el ejemplo de Cristo tiene un lugar destacado la oración, tanto la personal, como la comunitaria en la sinagoga como la sacrificial en el Templo los días de obligación (además de cumplir con el sabbat, la Pascua, los festivales, el mikvah y la comida kosher)

      Hay una parte que efectivamente se ha mantenido: la personal.

      Pero el resto, que es justamente el lado sagrado, el comunitario y el familiar o doméstico ha desaparecido en nuestra tradición.

      Lo que más se le parece, especialmente al servicio de la sinagoga, es la misa.

      Y no es extraño que en el servicio de la sinagoga las lecturas sean en hebreo, lengua sagrada, que no todos entienden (y hasta hace muy poco, las mujeres no aprendían hebreo, aunque asisten al servicio, salvo en las congregaciones modernistas, segregadas en las galerías superiores)

      En cada religión, los elementos que lo componen forman un todo que funcionan reforzando esa religión. Es fruto del tiempo y de la práctica.

      Por eso, si para ser buen cristiano ayuda algo, hay que mantenerlo; y sin lo perjudica, quitarlo.

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    3. Los partidarios de Mns. Lefevbre no tienen nada que ver con ls secta del palmar pa troya.
      Por favor, un poco de respeto para con los de la Fraternidad San Pio X .

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    4. Si toda la razón Mns.lefevbre nada tiene que ver con los del palmar.

      Los discípulos eran sacerdotes de cristo por eso se les permitiría la comunión en la mono. Aunque posiblemente lo recibieron en la boca y de rodillas.

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  2. "Mientras cenaban, Jesús tomó pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y comed, esto es mi cuerpo."
    ¿No lo tomaron en/con la mano para comerlo?

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    1. Llamamos a los obispos "los sucesores de los Apóstoles", por tanto los Apóstoles tocaron el cuerpo de Cristo por la misma razón que lo tocan los obispos.

      El enlace que ponen con las palabras de P. Nicola Bux, no funciona.

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    2. Y seguramente cayeron migas al suelo, alguien se tiró un eructo por la opipara cena y alguno estaría pensando en lo que tenía que hacer al día siguiente con las prisas de la Pascua...

      Pero es que la experiencia del Salvador que ellos tenían es muy diferente a la que nosotros tenemos.

      Ya te indica algo que Cristo está haciendo un ritual que manda expresamente repetir.

      El recibirlo en la boca, de rodillas, en ayunas... sirve para que inconscientemente sepamos que es el cuerpo de Cristo. Porque en el fondo es creer o no.

      Los judíos, cuando terminan la cena del viernes y una mujer bendice las luces, el pan (que está cubierto con un paño bordado; diríamos que "litúrgico" por su función) y el vino... no están repartiendo y comiendo el cuerpo y la sangre de Cristo. Están comulgando.

      De todas maneras, parece que la misa de antes cumplía una función esencial: que el sacerdote crea en lo que está haciendo. Creyendo él, creerán los fieles.

      Lo que hemos visto con la misa de Pablo VI es que el sacerdote ha dejado de creer; y al dejar de creer él, han dejado de creer los fieles.

      ¿Cuál es mejor?

      ¿Mejor, para qué?

      Si lo que hay que creer es en las palabras literales de Cristo, Dios vivo, como hizo la Iglesia de Roma, será mejor todo lo que fomente esa creencia.

      Si lo que hay que creer, como hacen los protestantes, es que eso es sólo un símbolo (no hay presencia real), entonces la misa de Pablo VI, es la adecuada.

      Y evidentemente, si lo que quiere es "unir las iglesias protestantes" , parece (y sólo "parece", porque la realidad es otra) que la misa común de Pablo VI es la más adecuada.

      (una liturgia igual o muy parecida, unos dogmas muy parecidos, unos sacramentos similares y un presidente de asamblea con las mismas funciones; porque todo esto deriva de cómo se interpreten las palabras de Cristo)

      Al final lo que creo el Concilio es otra religión similar a las "hermanas separadas".

      Dudo que las "hermanas separadas", incluida la "católica" se unan bajo un mismo pontífice; que ya no es necesario.

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    3. Es muy interesante lo que usted dice del credo en la comunión del enfermo:

      Ha de ser en la lengua del enfermo y lo ha de entender el presbítero porque no se trata de una liturgia, sino de probar que se pertenece a la Iglesia Romana (las herejías de la época tienen que ver); y es evidente que en una situación grave, es un acto de fe.

      Cuando pasa a formar parte de la liturgia, efectivamente adquirirá otro significado.

      Pero la liturgia católica era en griego. Fue San Dámaso quien ordena traducirla al latín, lengua del lugar (seguramente porque habría en Roma menos helenohablantes o porque ya había una separación entre Roma y Bizancio que quitaba el sentido a una única lengua para todos).

      De todos modos se ha probado que aún siendo la lengua de los fieles, el latín de la misa es especial, recogiendo términos sagrados que ya no se hablaban; lo que indica una función litúrgica o sagrada.

      Es evidente que la liturgia tiene que cambiar si cambian las condiciones:

      No es lo mismo en una reunión familiar que en una basílica estatal: lo que tiene sentido en una, no lo tiene en otra; cuando en todas partes ya no hay catecumenos porque a todos los niños se bautizan al poco de nacer, la separación de la "misa de los catecumenos" ya no tiene sentido...

      También parece que copia algo de la liturgia del Templo de Jerusalén, con la utilización del velo para bendecir y consumir los panes de la presencia...En algún momento el velo -iconostasio - desaparece para la Iglesia de Roma (porque el sacerdote vela con su cuerpo lo que está haciendo), pero no para la armenia, que lo sigue usando, o para las ortodoxas, que lo usan en forma de pantallas....

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  3. Una señora mayor me dijo: Si udes.(sacerdotes) dan la comunión en la mano no iré a comulgar! Así de forma taxativa. Le dije. ud es libred e comulgar o no. Pero ¿ qué hay de incorrecto en la mano? respuesta de la señora: es que mis manos no están consagradas!. Le digo: ¿Y la lengua?.....Dio media vuelta y se fue sin proseguir el diálogo.

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    1. Pues la respuesta es muy simple: Es imprescindible la lengua para comulgar, pero no la mano.

      Pero más alla de la anecdota, habría que preguntarse si recibir la Comunión de pie, en la mano, etc. favorecen la FE y la devoción en la Sagrada eucaristia. Por los frutos los conoceremos. En mi parroquia he tenido que corregir varias veces a catequistas, que dicen que la Hostia "representa" a Cristo. Es evidente que la fe y devoción en la Eucaristia de hoy en día, dista mucho de nuestros abuelos.

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    2. Hay mucho protestante en los catequistas de nuestras parroquias. Estaría bien hacer una encuesta y preguntarles si se han estudiado el Catecismo, o al menos leerlo.

      Kortaberri

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  4. Una consulta canónica: el decreto del arzobispado de Barcelona en el punto 4.7. establece la comunión en la mano "exclusivamente y en toda la diócesis sin excepción". ¿Esta disposición es conforme al derecho? ¿Puede imponerse la forma dispensada (comunión en la mano) y prohibir la comunión en la boca, cuándo está contenida en un ley universal como és la Instrucción del Misal Romano? Gracias

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    1. En la Instrucción Redemptoris Sacramentum, nº 92, dice que "todo fiel tiene siempre derecho a elegir si desea recibir la sagrada Comunión en la boca". Por tanto, entiendo que si un obispo lo prohibe, es un abuso de autoridad, y va contra el derecho de los fieles.

      Un obispo no puede contradecir una norma universal de la Iglesia.

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  5. Y si ahora en la desescalada por seguridad nuestros obispos nos mandan comulgar en la mano pues obedecemos y ya esta bien tanta mandanga que dan algunos con meterse con los obispos se obedece y punto para eso son nuestros pastores y muchos sacerdotes tendrían que recordar la promesa que hicieron de obedecer a su obispo el día de su ordenación ya esta bien tanta soberbia y chulería de algunos

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    1. ¿La Iglesia es una dictadura y los fieles no tienen ningún derecho? Tan modernos que quieren ser algunos, pero sin dejar el clericalismo recalcitrante.

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    2. Más que la obediencia es una reocupación legítima. ampoco enla lengua es demasiado " higiénica". n algunas ocasiones nos " mojan" los dedos, los dedos tocan la negua, " en llepen" como se dice en catalán.
      Mi sincera opinión es: en la mano, cmo quien recibe el don de Dios. Si en familia de lo ponen en la boca como niño/a pequeñínes te lo dan o coges con la mano?

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    3. Al sacerdote que le de cosita dar la comunión en la boca...que cuelgue el hábito...silos que deben ser fiel reflejo de la luz son sombras de la caridad, que no estoben.

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  6. Si un Detente de tela puede parar una bala, ¿el poder del Señor no puede parar el coronavirus en una iglesia, y en todas las iglesias? ¡Por favor! ya basta de tanta poca fe, y no nos den la comunión con pinzas y guantes. ¿Es que el Señor es peligroso?
    Sobre la comunión de los primeros cristianos miren el siguiente enlace:
    https://www.infocatolica.com/blog/archipielago.php/2005050500-icomulgaban-en-la-boca-los-cr

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    1. No tentaras al Señor tu Dios...si tu puedes protegerte, protégete y estate en paz...hiciste lo que podías hacer...eso no significa no ir a misa etc. Hacerlo con las previsiones que estén a nuestro alcance, sin menoscabo de la liturgia.

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  7. Encontramos más acertada y clarificadora la explicación que, sobre la comunión en la mano o en la boca, da Jorge Soley y que coincide con otros autores:
    ¿COMULGABAN EN LA BOCA LOS CRISTIANOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS? (Parte 1)

    Leo, con gran gozo, que estamos a punto de iniciar el camino para la recuperación de la plenitud del culto eucarístico, algo que a buen seguro redundará en un gran bien para el pueblo fiel, que podrá así recuperar en plenitud su vida sacramental.

    Leo también que en algunas diócesis se recomienda o incluso se obliga a comulgar en la mano. Una medida que, aunque hay discusiones entre los médicos sobre el riesgo que comportaría comulgar en la boca, se justifica por encontrarnos en una situación excepcional.

    No pretendo aquí discutir sobre este tema, sino exponer un error, muy generalizado, acerca de la comunión en la mano que viene de mucho antes de esta pandemia.

    Se trata de la idea de que los primeros cristianos, y más ampliamente, los cristianos de los primeros siglos, recibían la Eucaristía en la mano.
    Lo que encontramos en testimonios y documentos explican algo muy distinto. Veamos.

    Existen testimonios que atestiguan cómo desde el principio se extendió la costumbre de poner las sagradas especies directamente en los labios de quienes comulgaban e incluso de la prohibición para los laicos de tocar la Eucaristía con las manos. Sólo en caso de necesidad y en tiempo de persecución, explica San Basilio, se podía derogar esta regla y se permitía también a los laicos comulgar con sus propias manos.

    El papa Sixto I, cuyo pontificado se extendió del 115 al 125, prohibió a los laicos no solamente tocar las especies eucarísticas, sino incluso los vasos sagrados. Y san Eutiquiano, papa del 275 al 283, a fin de que no se tocase la Eucaristía con las manos, prohibió a los laicos llevarla a los enfermos.

    El Concilio de Zaragoza, en el año 380, decretó la excomunión de aquellos que trataran la Sagrada Eucaristía como en época de persecución, cuando se permitía que los laicos la pudieran tocar con sus propias manos.

    San Inocencio I, papa entre el 401 y el 417, confirmó en el 404 el rito de la comunión sólo en la boca. Y en el 416, en su carta a Decencio, obispo de Gubbio, que le pedía directrices sobre la liturgia romana que pretendía adoptar, Inocencio I respondía afirmando la obligación de respetar la Tradición de la Iglesia de Roma a este respecto, ya que, explicaba, ésta descendía del propio Pedro, el primer Papa.

    San Gregorio Magno explica que San Agapito, papa del 535 al 536, durante los pocos meses de su pontificado fue a Constantinopla, donde curó a un sordomudo cuando «puso el Cuerpo del Señor en su boca», confirmando así que la tradición de la comunión directa en la boca.

    El Concilio de Rouen, que tuvo lugar el año 650, prohibió al ministro de la Eucaristía poner las sagradas Especies en las mano de los laicos que iban a comulgar: « (El sacerdote) tenga cuidado de comunicarlas (a los fieles) en su propia mano, no ponga la Eucaristía en la mano de ningún laico o mujer, sino que la ponga sólo en los labios con estas palabras…».

    El III Concilio de Constantinopla (680-681), bajo los papas san Agatón y León II, prohibió a los fieles comulgar con sus propias manos y amenazó con la excomunión a aquellos que tuvieran la temeridad de hacerlo.

    El Sínodo de Córdoba, en el año 839, condenó a la secta de los «casianos» por su negativa a recibir la Sagrada Comunión directamente en sus bocas.

    En Occidente, el gesto de postrarse y arrodillarse antes de recibir el Cuerpo del Señor se observaba en los círculos monásticos ya en el siglo VI (por ejemplo, en los monasterios de San Columbano). Más tarde, en los siglos X y XI, este gesto se generalizó.

    Cuando Santo Tomás de Aquino expuso en Summa (III, 9, 82) las razones para que los laicos no tocaran las sagradas especies, no se refirió a ellas como de algo de reciente invención, sino como a una costumbre litúrgica tan antigua como la Iglesia.

    Publicado por Jorge Soley, el 5.05.20 a las 7:00 PM en www.infocatolica.com

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  8. ¿COMULGABAN EN LA BOCA LOS CRISTIANOS DE LOS PRIMEROS SIGLOS? (Parte 2)
    El Concilio de Trento dice lo mismo en su Decreto sobre la Eucaristía (Cap. VIII. Del uso de este admirable Sacramento), cuando afirma que no sólo era una costumbre constante el que los laicos recibieran la comunión de los sacerdotes, mientras que los sacerdotes comulgaban con sus propias manos, sino que esta costumbre era de origen apostólico: «Mas al recibirlo sacramentalmente siempre ha sido costumbre de la Iglesia de Dios, que los laicos tomen la comunión de mano de los sacerdotes, y que los sacerdotes cuando celebran, se comulguen a sí mismos: costumbre que con mucha razón se debe mantener, por provenir de tradición apostólica».

    Se entiende, a la luz de esta breve relación, lo que san Juan Pablo II escribía en el número 49 de su encíclica Ecclesia de Eucharistia: «En el contexto de este elevado sentido del misterio, se entiende cómo la fe de la Iglesia en el Misterio eucarístico se haya expresado en la historia no sólo mediante la exigencia de una actitud interior de devoción, sino también a través de una serie de expresiones externas, orientadas a evocar y subrayar la magnitud del acontecimiento que se celebra».

    Se entiende perfectamente, y siempre ha sido así, que en situaciones excepcionales se adopten medidas también excepcionales. Pero cuando te digan que los cristianos de los primeros siglos comulgaban en la mano, sencillamente, eso no es verdad.

    Publicado por Jorge Soley, el 5.05.20 a las 7:00 PM en www.infocatolica.com

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  9. Los seguidores del Camino Neocatecumenal siguen su propio rito

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    1. ¿Tiene 200 años de uso continuado?

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    2. No es cierto, el Camino Neocatecumenal no tiene ningún rito propio. Celebra el Rito Romano con algunas concesiones particulares. Para más información: http://eucaristiaenelcaminoneocatecumenal.blogspot.com/

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  10. Formas de comulgar (i)18 de mayo de 2020, 1:30

    "...introduje la costumbre de administrar la comunión con guantes profilácticos y pinzas quirúrgicas (no las de las cejas), rito precedido y seguido (antes y después de la comunión) de un uso minucioso de solución hidroalcohólica. Este peculiar y novedoso modo de distribuir la comunión ha sido utilizado con éxito por numerosos sacerdotes italianos en este tiempo de pandemia, razón por la que me animé a emularlo."

    Los ortodoxos y orientales utilizan la cuchara, coclear, cochlea o Kochliárion, donde introducen el Cuerpo y Sangre de Cristo directamente en la boca del fiel, sin que el sacerdote toque el Cuerpo Divino. Como el vino dulce es alcohol, entonces no hay gérmenes, pues todo el contenido del vino se consume.

    Según tengo leído, pero puedo equivocarme, en los inicios apostólicos, los laicos recibieron del celebrante una porción del Pan consagrado en sus manos, y comulgaban directamente del cáliz, exactamente como lo hacen los sacerdotes hoy, tal como algunas liturgias más antiguas, la Divina Liturgia alejandrina de San Marcos y la Divina Liturgia de Jerusalén del Apóstol Santiago.

    Por causa al miedo a los accidentes, la Iglesia Oriental adoptó, con el tiempo, el uso de pinzas, con las cuales el Pan y el Vino transubstanciales se mezclaron y se colocaron cuidadosamente en la boca de los comunicantes a través de este instrumento. En el siglo IX, la Iglesia cambió a la cuchara de Comunión por las mismas razones prácticas.

    Por lo tanto, tenemos diversas maneras de dar la comunión:


    1./ Con PINZAS (λαβίς, lavis): el Pan se moja en el Vino con las pinzas y se pone una patena debajo de la boca, sostenida por el diácono, para evitar que caigan gotas o migas, teniendo a mano un corporal o purificador auxiliar.

    Las pinzas o tenacillas, dentro de la Santa, Sagrada y Divina Liturgia del Cielo en la Tierra, están fundadas en Isaías 6,7:

    “¡Ay de mí, estoy perdido! Porque soy un hombre de labios impuros, y habito en medio de un pueblo de labios impuros; ¡y mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos!”. Uno de los serafines voló hacia mí, llevando en su mano una brasa que había tomado con unas TENAZAS de encima del Altar. Él le hizo tocar mi boca, y dijo: “Mira: esto ha tocado tus labios; tu culpa ha sido borrada y tu pecado ha sido expiado”. Yo oí la voz del Señor que decía: “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?”. Yo respondí: “¡Aquí estoy: envíame!”. “Ve, me dijo; tú dirás a este pueblo: ‘Escuchen, sí, pero sin entender; miren bien, pero sin comprender’...

    De este fragmento, Isaías 6,7, dicen algunos Padres y un himno sálmico (Teodoro de Mopsiestia, Psedo-Metodio, Apostichon) sobre la visión de Isaías:

    - Esta visión demuestra que los fieles deben tener miedo de acercarse al sacramento eucarístico sin intermediario, y este intermediario es el sacerdote, que con su mano nos da el fruto transubstancial del Divino Árbol de la Santa Cena y dice: "Corpus Christi", mientras que él mismo no cree que es digno de sostener y dar tales cosas; en lugar de pinzas materiales, posee las pinzas simbólicas, que es la gracia sacramental y espiritual, que recibió en su sacerdocio, y de la cual obtuvo la confianza para dar tales cosas.

    - Isaías representa al sacerdote que con las pinzas (sus manos) sostiene en el Santo Altar el carbón espiritual, Cristo, que santifica y purifica a los que reciben y participan del sacramento excelso de la eucaristía.

    - El sacerdote, como si estuviera en un altar puro, toma el carbón vivo e inefable, limpiador de los pecados, que es la Sagrada Hostia, con la carne del hombre, con el abrazo de sus manos sagradas, tal como fueron con las pinzas.

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  11. Formas de comulgar (ii)18 de mayo de 2020, 1:30

    - La pinza, que el profeta Isaías vio de antiguo, ha venido llevando en su vientre el carbón divino, Cristo, que quema todo el pecado venial y mortal, su culpa y su reato de pena, y guía a las almas de los fieles a la Luz. Cristo, el carbón ardiente visto por Isaías piadosamente, en manos de la Madre de Dios, la Virgen María, como en un par de pinzas, se entrega ahora al Anciano, presbítero.

    La pinza como santo objeto litúrgico se introdujo alrededor del siglo VII en Palestina, para el clero superior, que a lo largo de unos cuatro siglos se generalizó y finalmente se hizo normativo para los laicos en Constantinopla y las zonas bajo su influencia.


    2./ Con CUCHARA (κοχλίας kochlías): la Eucaristía -vino dulce y migas de pan- se recibe en una cucharita de plata bendecida, que deja caer en la boca sin contactar con ella, y está compartida por las decenas de personas que acuden a cada misa. Parece que la cuchara es una evolución de las pinzas.


    3./ Bebiendo directamente del CÁLIZ con el Vino o Sangre de Cristo: en la Ortodoxia, la mujer debe ir sin pintalabios o lápiz labial como muestra de humildad y para que nadie "tome" pintalabios. Se limpia con un corporal o purificador tanto la boca como el extremo por donde se ha bebido


    4./ En la MANO con o sin CORPORAL O PURIFICADOR: también en Barcelona se puede pedir al sacerdote hacer la comunión en la MANO CON CORPORAL O PURIFICADOR, que es un pañuelo de hilo, y muchos lo hacen, para no tocar el Cuerpo de Cristo, y para no dejar restos de partículas en las manos propias. La comunión en la mano con corporal o purificador procede de los tiempos apostólicos: en el caso de las mujeres, parece ser que usaban el extremo de su largo velo que cubría la cabeza.

    Las partículas (fragmentos muy pequeños) adheridas al corporal no son Pan eucarístico, pues no tienen apariencia de pan, es decir, no se puede coger con el dedo pulgar e índice y partirlo.


    5./ En la boca: aquí obligatoriamente, cuando es la comunión bajo las dos especies, intintanto del Pan eucarístico con el Vino

    6./ DE PIE

    7./ DE RODILLAS EN UN RECLINATORIO O EN EL SUELO

    8./ Haciendo una GENUFLEXIÓN

    9./ Haciendo una INCLINACIÓN de la cabeza

    10./ Para las MUJERES, la comunión se hace con VELO que cubre la cabeza, y con un VESTIDO decente, como símbolo de HUMILDAD ante el Dios Nuestro Señor.

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    1. Formas de comulgar (v)18 de mayo de 2020, 18:55

      Una forma arqueologizante de tomar la comunión eucarística del pan y del vino consagrados son las misas "kikas" neocatecumenales".

      Al menos tal como las recuerdo, en el momento de comulgar, todos los fieles se levantan, y el sacerdote les pone la Sagrada Hostia en la mano, que es en realidad, un miga que dejas restos de framentos en la mano, y que procede de una torta mal cocinada de harina y agua, y luego, según vi, se la comen cuando se ha repartido a toda la comunidad o bien se la toman cuando el cura se las ha depositado en la mano.

      Luego, viene la comunión eucarística con el vino o Sangre de Cristo. Se levantan (o se quedan sentados) y beben todos del mismo cáliz, tomando ellos mismos el cáliz, o bien sujetándolo el propio sacerdote, el cual limpia con un purificador la parte del cáliz.

      Es una arqueologizante comunión de las dos especies que quiere retrotraerse a la época apostólica.

      Ignoro por qué Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco permiten esto, dado que el cáliz corre el grave riesgo de derramarse en los vestidos y el en suelo, y en el caso del pan, es de tan mala calidad su cocido, que deja muchas migas (algunas vez he visto que se frotan las manos y dejan caer al suelo partes y partículas del Cuerpo de Cristo).

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  12. Forma de comulgar (iii)18 de mayo de 2020, 1:30

    Los partidarios de comunión en la mano sin corporal siguen las palabras de san Cirilo de Jerusalén (s. IV):

    “Al acercarte (a la Comunión) no te adelantes con las manos abiertas y ni siquiera con los dedos separados, sino poniendo la izquierda como trono de la derecha, que debe recibir al Rey. Con la mano cóncava recibe el Cuerpo de Cristo y responde „Amén‟. Después que, con toda cautela, hayas santificado tus ojos con el contacto del santo Cuerpo, entonces súmelo y cuida que ni siquiera un fragmento se pierda. Y si consintieses que se perdiese una mínima cantidad, considérala como truncada de tus propios miembros… y después de la Comunión del Cuerpo de Cristo, acércate al cáliz de la Sangre, no extendiendo la mano, sino en actitud de adoración y de veneración diciendo „Amén‟”.

    También dijo San Cirilo:

    “Con cuidado, recibe el santo Cuerpo, cuidando no pierdas algo de Él. Porque si algo perdieres, te perjudicas evidentemente en esto como en algo de tu propio organismo. Porque dime, si alguno te diese unas limaduras de oro, ¿o las guardarías con toda diligencia, cuidando no perder nada de ellas? ¿No deberás procurar, con mucha más diligencia, que no se te caiga una Migaja de lo que es más precioso que el oro y que las piedras preciosas?

    ...

    La comunión en la boca surgió como un adelanto y progreso evolutivo, perfeccionando este rito realmente complicado de la comunión en la mano, pues obliga a estar buscando en la mano cualquier mínima partícula de Cristo, y por ello, hacer un rito complejo y complicado.

    La comunión en la boca, directamente, elimina las complicaciones que menciona San Cirilo, además de ser más reverente y respetuosa. Quien sigue a San Cirilo, cuando comulgue en la mano, debe hacer todo lo que él dice.


    Por ello, existen, en ese período de formación de la comprensión eucarística, otras prácticas que no admiten la comunión en las manos:

    1. Leyendo el Antiguo Testamento, ven que «las cosas santas» (...), no deben tocarlas los laicos, sino sólo los sacerdotes:

    - “Cuando (…) se levante el campamento, vendrán los hijos de Quehat para llevarlo, pero sin tocar «las cosas santas», no sea que mueran”. (Nm 4,15)

    - «Las cosas santas», reservadas a los sacerdotes, no podía tocarlas nadie del pueblo con las manos. (Jdt 11,13)

    2. San Basilio (carta año 372) no permite la Comunión en la mano (Ep. 93. PG 32, 483, 6)

    3. S. Gregorio Niceno prohíbe que los fieles toquen el Altar

    4. S. Juan Crisóstomo: “El Serafín no se atrevió a coger en la mano el carbón ardiendo: lo cogió con las tenazas (cf. Is 6,6), mientras que tú lo recibes con la mano. Pero si miras la grandeza de las dos cosas, ésta es mucho más grande que la tocada por el Serafín” (Homilía 6,3)

    - “La lengua es el miembro por el cual recibimos el venerado Sacrificio” (Sobre el Salmo 104,4)

    En el siglo V se clarifica más la comprensión eucarística:

    5. San Jerónimo aplica Ex 19,5 y I Sam 21,5: “Si quienes habían estado con sus esposas no podían comer los panes de la Proposición, ¿cuánto menos podrá ser violado y tocado por ellos aquel Pan que bajó del Cielo? (C. De PANM., 49, 15)

    6. En el Sínodo de Roma (404) se impone la Comunión en la lengua (Mansi X, 1205)

    7. San León I “El Grande” recuerda que el Smo. Sacramento se recibe en la lengua (PL 54, 1385)

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  13. Formas de comulgar (iv)18 de mayo de 2020, 1:31

    MI OPINIÓN PERSONAL

    A.- Parece que los orientales empezaron por la comunión del pan en la mano y la del vino bebiendo directamente del cáliz. Luego vino el temor a que cayeran migas y gotas en el suelo, y se usó la pinza, y en el siglo IX, se pasó a la cuchara con pan y vino hasta hoy en día.

    B.- Los occidentales parece que siguieron la comunión del pan en la mano con corporal, entregado por las manos del propio sacerdote y dado luego en mano del comulgante, y luego se dio la comunión bajo una sola especie, la Sagrada Hostia, de rodillas y en la boca, con el velo en las mujeres.

    C.- En el Concilio Vaticano II, se introdujo el arqueologísmo de la comunión en la mano sin corporal, pero en mi opinión, ha causado unas innovaciones catastróficas:

    1. Hay laicos administradores de la Sagrada Eucaristía, en una y en dos especies, sin ningún respeto y reverencia: no hay corporal o purificador, no hay patena para evitar que caigan gotículas de la Sangre Divina en el Suelo y sean pisoteadas. Lo que antes era competencia del presbítero o diácono, ahora entran los laicos en territorio sagrado: el presbiterio y la administración de la eucaristía, sin justificación alguna y con grave quebranto para la fe de la Iglesia, que ve la vulgarización de la Sagrada y Divina Liturgia

    2. Hay mujeres que dan la comunión: otra locura del Concilio Vaticano II, que ha despojado en un proceso de dépeçage, calculado por Bugnini, de la santa figura del presbítero y del diácono en la administración del Sagrado y Divino Cuerpo y Sangre de Jesucristo:

    a) no se limpian las manos (los varones tampoco), ni antes de dar la comunión o el pan intintado en el vino, ni tampoco después
    b) no reciben ninguna bendición para desempeñar su función (los varones tampoco)
    c) van sin velo en la cabeza
    d) van sin vestido decente
    e) van sin un vestido litúrgico (como los hombres)
    e) lo mismo para el punto 1: sin corporal o purificador, sin patena.

    3. Las normas de dar la comunión en la mano, simplemente, se desobedecen del todo y por completo, por ignorancia del fiel, y ante el pleno consentimiento de los presbíteros, que lo saben y aceptan, ante sus propias narices: el administrador enseña la Sagrada Hostia y el fiel la coge directamente y se marcha con ella, comiéndosela por el camino o en el banco, sin ninguna reverencia, sin cumplir con las formas, sin decir por parte de ambos "Corpus Christi", "Amén"

    4. El deseo de comulgar de rodillas en un reclinatorio ha sido casi prohibido por todos los presbíteros, arrancando todos los reclinatorios que rodeaban el presbiterio

    5. Luego están las celebraciones dominicales en ausencia de presbítero, donde se dan abusos eucarísticos.


    D.- El hecho de dar la comunión en la boca y de rodillas en un reclinatorio, siguiendo las estrictas normativas de Trento (dada por presbítero o diácono, usar las palabras indicadas "Corpus Christi" "Amen", corporales, purificadores, cálices, patenas, velos, reverencias, ritos), de por sí, no indica "catolicidad", pues los presbiterianos y los anglicanos lo hacen, pues ellos ven la Eucaristía sólo como símbolos.

    E.- El problema de la Iglesia Católica occidental ha sido su hundimiento en la parte subjetiva, la FE, FIDES: la rebelión contra la Humanae vitae de Pablo VI (1968) en la inmoralidad del aborto, la contracepción, hasta la actual Amoris laetitia de Francisco (2016-2017), que permite la comunión y absolución de los adúlteros atenuados (n. 305, notas 336,351), junto con el rescripto de 5 de junio del 2017, que lo eleva a magisterio auténtico. Y a todo ello se suma la Nueva Misa del 1969, revolucionadora de la Misa Tradicional, más de 50 años después, nos han llevado hoy, 2020, en la epidemia, a este estado de prostración.

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  14. Cuando hice la primera Comunión antes de comulgar debías observar el llamado Ayuno Eucarístico "des del punt de la mitja nit" decía el catecismo. De manera que si comías o bebías algo despues de las 12 de la noche ya no podías comulgar al día siguiente.
    Posteriormente esta norma se suavizó a 3 horas antes de la comunión.
    No puedo precisar, pero creo que con el Concilio Vaticano II la norma se dejó en 1 hora antes de comulgar. Pregunto: ¿Actualmente sigue vigente esta norma o ha caido en desuso, no és preceptivo observarla ?
    Referente al tema de la comunió tengo otro interrogante. Recuerdo haber leído en las Vidass de Santos que San Antonio María Claret los últimos años de su vida, le fue concedida la gracia de conservar las Sagradas Especies en su interior hasta la comunión siguiente. De modo que era un sagrario viviente. La iconografia religiosa lo representa vestido de obispo i con una Sagrada Forma resplandeciente en el pecho. Pregunto: ¿Es esto una una exageración piadosa o una realidad milagrosa ?
    Agradeceré de corazón se me aclaren mis dudas. Gracias anticipadas.

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  15. No entro a discutir si la comunión en la mano o en la boca. Doctores tiene la Iglesia. Pero lo que me parece un abuso imperdonable es la postura de algunos párrocos en este tema. Me han contado, con mucha discreción, pero yo no me siento obligado a ser tan discreto, que el párroco de Santa Teresita, tras la disposición del cardenal Omella imponiendo la comunión en la mano, la negó a los feligreses que la querían recibir en la boca, y no sólo a estos sino también a los que querían recibirla con un corporal. ¡Increíble!
    Es curioso la doble vara de medir que tienen algunos. En la misa, en el momento de la elevación, el ritual señala que la postura de los fieles es la de rodillas. En todas las misas hay fieles que se quedan de pie y nunca he visto que los párrocos los amonestaran por ello. ¡Ah! Pero si alguno quiere comulgar en la boca a éste se le niega, es decir, a la minoría, el rodillo. ¿Dónde está la caridad? Estoy harto de ver en la fila de comulgar fieles que no pueden comulgar por estar en una situación “irregular” (como dicen algunos), en situación de pecado, en lenguaje cristiano; es decir personas que conviven sin estar casadas, etc. etc. y esto los párrocos muchas veces lo saben y jamás he visto que se les negara la comunión. Pero a los que quieren comulgar en la boca sí. Bastante más sensatos son algunos párrocos que, sin discutir las disposiciones del obispo, las exponen a los fieles pero en el momento de la comunión no dejan sin comulgar a los que desean recibirla con corporal o en la boca. Los que desean seguir recibiendo la comunión en la boca se ponen al final de la fila, y comulgan. Esto es caridad, esto es ser pastor, lo otro es mala uva. Y no vale invocar la obediencia cuando nos conviene y pasársela por el forro cuando nos da la gana. Los párrocos tendrían que entender que esta minoría está ya muy bregada porque ha tenido que tragar carros y carretas y se ha hecho resistente.

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    1. "...me han contado..."
      Yo estuve allí, y es una sarta de mentiras, te repites más que el ajo. ¿Qué te ha hecho el párroco de Santa Teresita para calumniarlo así?

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    2. no se puede dar en la voca en estos momentos, lo que han decidido los obispos es logico, como tanpoco se puede dar la mano en el momento de la paz, es por seguridad, y oye yo soy cura y no la voy a dar en la voca, si no se quiere entender me da igual y si hay gritos yo tambien se gritar faltaria mas.

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    3. Anónimo 17:18 Vaya, por lo visto es usted un cura, que escribe "boca" con "v" y además autoritario, que piensa que los fieles están para cumplir sus órdenes, sin rechistar. ¿Este es nivel de los curas actuales?

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    4. Anónimo de las 17.18, Vd parece por su forma de expresarse de estos curas que maltratan a los fieles. También le diré que el sacerdote debe lavarse las manos durante el ofertorio, entre la ofrenda de la patena y la del cáliz. El Cordero de Dios lo debe iniciar el Pueblo, el vino y sobretodo el agua (Pueblo) lo debe echar en el cáliz delante del Pueblo. Debe presidir la misa con casulla y atarse el cíngulo al alba. En fin, ¿Vd. cumple todo esto...? Incluso una vez me encontré que no habían echado ni el vino y el agua lo habían al cáliz(en la sacristía)al cáliz, porque a la choni de turno se le había olvidado. Así que el sacerdote se encontró el vaso vacío al hacer la ofrenda.

      Kortaberri.

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    5. voca con V??? jamás la había visto escrita así y ya tengo más de ochenta... y otra vez sale con V...
      lógico con acento en la primera ó. es palabra escdrújula y las esdrújulas llevan acento gráfico.tampoco se escribe con m, no con n.
      también, lleva acento en la e, faltaría lleva acento en la i, más lleva acento en la a.
      en cuatro líneas, SIETE faltas... menuda cultura la de este "cura"!

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  16. Mossen Espinar, tenía usted ganas de polémica....pues ya la tiene servida..
    Que cada vaya a comulgar como en conciencia crea y este autorizado... Pero ya me dirá usted dar la comunión con pinzas...menudo espectáculo, lo mismo piensan que está repartiendo pastelitos de hojaldre...
    Y desde luego mejor en la mano, porque por mucha puntería que usted ponga ,las pinzas tendrán más chupetones que un caramelo

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  17. Se ha quedado descansado el cardenal Omella con su nota «COMUNICAT SOBRE EL RETORN AL CULTE PÚBLIC», es una chapuza impresentable que ni siquiera se atreve a firmar. Dice: «Ante el anuncio del Gobierno de que, en el área metropolitana de Barcelona, aunque se mantenga todavía en fase 0, SE PODRÁ YA CELEBRAR EL CULTO PÚBLICO…» ¡Y dale Perico al torno! ¿Cuándo el Gobierno ha prohibido el culto público? ¿En qué documento se prohíbe el culto? Nunca el poder civil ha prohibido el culto ni ha ordenado cerrar los templos. En Italia sí, aquí no. Esto lo ha hecho el poder eclesiástico representado en el presidente de la CEE, el cardenal Omella. Media Cuaresma sin culto, toda la Semana santa, casi toda la Pascua, y esto es una barbaridad tan grande que, ante las críticas -hay mucha voces críticas-, Omella se escuda en el Gobierno, espera a que el Gobierno hable y sale él inmediatamente a rebufo.
    Por tanto, ha sido el presidente de la CEE, no el Gobierno, el que ha ordenado cerrar los templos y lo ha hecho siguiendo tres pasos:
    Primer paso: dispensa del precepto dominical
    Segundo paso: suspensión del culto público
    Tercer paso: cierre de los templos, medida lógica después de las dos anteriores: no hay precepto, no hay culto, ¡pues a cerrar los templos! Así de fácil y así de sencillo.
    ¡Enhorabuena! Ya verá, señor cardenal, las consecuencias de sus actos.

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  18. Mosén Francesc, una explicación docta y didáctica. Siempre pensé que la evolución del misterio de la Iglesia no se limitaba al dogma, a la profundización de las verdades de la fe, la sistematizada a principios del siglo XX por Marín Sola en la evolución homogénea del dogma. Hay también una evolución de la tradición, de la liturgia. Una evolución homogénea, que nos va explicando la manera en que los fieles han comprendido la vivencia de la Palabra de Dios y de los Sacramentos. Las seudoinnovaciones litúrgicas no son más que caprichos arbitrarios que reflejan una ignorancia absoluta del significado del mysterium Ecclesiae.

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    1. Las pseudoinnovaciones empezaron cuando algunos quisieron romper con el Glorioso Concilio de TRENTO. En 1955 hubo una reforma de la Semana Santa, en 1963 otra reforma del Misal, en 1960.....MAS MADERA. Cambios en las celebraciones de algunos Santos: Santa Rosa de Lima, Santo Domingo de Guzman, etc....
      A cada reforma se RETRATABAN, con cada reforma perdían una cantidad de fieles inmensa hasta ahora. Como intenten convocar otro Concilio con aires de ruptura con el pasado, solo quedará el Papa y algún despistadillo TIRALEVITAS. San Pio V y Beato Pio IX , ORA PRO NOVIS !

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  19. No hace falta ser ningún lince para darse cuenta de que nuestra sociedad está absolutamente secularizada, pero lo más triste es que esta secularización no viene sólo de fuera, del mundo, esta secularización se ha metido también en la Iglesia que, en lugar de actuar como un muro de contención ante la ola descristianizadora, se suma a la ola. Los obispos nos cansan hasta la saciedad con los temas higiénicos, que si mascarillas, que si guantes, que si gel hidroalcohólico, que si la comunión en la mano. Esto ya lo sabemos, ya nos lo recuerdan las autoridades sanitarias, somos adultos responsables y, por tanto, sabemos lo que tenemos que hacer. Los señores obispos lo que deberían hacer es ocuparse de lo suyo, es decir, de la salud espiritual. Dos meses sin culto público y ellos tan felices.
    Y si tenéis ganas de ver un espectáculo patético que ejemplifica esto que acabo de decir, en youtube encontraréis un vídeo del párroco del monasterio de Sant Cugat del Vallès. No sé quién es este señor, pero uno ve este vídeo y se le caen los palos del sombrajo. ¡Pues sí que tienen tiempo libre para dedicarse a hacer vídeos¡ El mundo católico se cae a pedazos y estos curas no tienen otra cosa que hacer que vídeos chorras.
    Os pongo el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=Ms5URoj0Clw&t=16s


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    1. Es Mn. Emili Marlés, licenciado en Física y doctor en Teología. Como él mismo reconoce: “Sóc un mossèn bastant youtuber”
      http://www.tvsantcugat.cat/entrevistes/mossen-emili-marles-rector-de-la-parroquia-de-sant-pere-doctavia

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  20. Como escribió Machado: “De diez cabezas, nueve embisten y una piensa.”

    Por favor, Mn. Francesc, parémonos a pensar todos un momento. Todos hemos tenido fiebre y tos, los síntomas con que diagnostican el mal llamado coronavirus. Pensemos en lo que nos sucedió las veces que tuvimos fiebre y tos. ¿Por qué no hacemos ahora lo mismo que hicimos en esas ocasiones? ¿Por qué ahora con fiebre y tos pretenden administrarnos medicamentos contra el sida, la malaria, el cáncer, la esclerosis múltiple, etc? No dejemos que nuestra experiencia personal y conocimiento nos los sustituyan por un nuevo imaginario colectivo creado desde el poder.

    No hay ahora ningún peligro adicional por comulgar en la boca, no hacen falta pinzas.

    No dejemos que nos atribuyan enfermedad que no tenemos para darnos medicación y ventilación contraindicadas. Que es lo que ha sucedido.

    Hoy publican un parte médico. Creo que el primero en todos los medios. En El Confidencial. Una anciana a la que atribuyeron el virus y tres días después falleció. Lo publican con otra finalidad: por ser anciana, y por orden de alguien ignoto, ante el caos hospitalario organizado desde el poder, la rechazaron en el hospital. Tenía diversos problemas de salud.
    Fíjense, no tenía ni los síntomas con los que diagnostican el virus:

    “No cuenta episodios previos de fiebre, tos o diarrea”

    Pero por los nuevos protocolos del gobierno, arbitrariamente le diagnostican: "probable covid 19 (pendiente PCR)"

    https://www.ecestaticos.com/file/bff5eb372d8e6c50873776bbed440cbe/1589395519-78888.jpg

    https://www.elconfidencial.com/espana/2020-05-18/ancianos-orden-pacientes-residencias-hospital_2593211/

    Esta anciana (q.e.p.d.) no ha muerto por ningún coronavirus, ha muerto por el caos sanitario organizado desde el poder.

    Por favor, haga un inciso en sus predicaciones, y recomiende a los fieles que apliquen y exijan que se les aplique la medicina que cura, la medicina científica de siempre, y no nuevos protocolos anticientíficos impuestos desde el gobierno.


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  21. Ya lo advirtió Jesús: todo lo hacen para que la gente los vea, con sus filacterias grandes y adornos con borlas vistosas... solo se preocupan de la forma y no se preocupan para nada del significado. Todos estos que se rompen las vestiduras ante el más mínimo cambio se comportan de la misma forma que los maestros de la ley que denunció el Señor.

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    1. Tiene toda la razón menos mal que son pocos de todas las formas en todas las parroquias hay gente conflictiva y también mucho chalao

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    2. Si las denuncias vienen con "Anónimo", ¿dónde están las filacterias grandes y los adornos con borlas vistosas?

      No se equivoque, no sólo se preocupan de la forma.

      Hay mucha gente preocupada por su fe y la Iglesia y lo que ve no les gusta. Muchos están genuinamente asustados.

      Como ya es evidente, la falta de forma que trajo el Concilio trajo la falta del significado.

      Como cualquier sociólogo, psicólogo y etnologo diría, la forma es el andamio del significado.

      Como un poema, que no puede ir sin contenido o sin forma.

      O como un tapiz, que quitas a su contenido su forma y te quedas con un montón de hilos de colores.

      Dicho esto, hay mucha gente que tiene una enfermedad del carácter y se queja constantemente de todo y de todos. Este blog, como otros contrarios, les da un instrumento eficaz.

      Ahora, ¿se puede sacar algún provecho de esto?

      A parte de intentar entender sin juzgar como estrategia intelectual y ver dónde tienen los demás la paja en el ojo para localizar la viga en el nuestro.

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  22. Al sr.Cura 17:18 que escribe VOCA en vez de BOCA: Me gustaría saber donde está usted INCARDINADO, jeje, solo por curiosidad.

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  23. Según el Obispo Athanasius Schneider, gran experto en los Santos Padres, la comunión en la mano tal como se conoce ahora "no tiene nada que ver con la Iglesia primitiva, es de origen calvinista".

    "En la Iglesia primitiva había que purificar las manos antes y después del rito, y la mano estaba cubierta con un corporal, de donde se tomaba la forma directamente con la lengua: "Era más una comunión en la boca que en la mano", afirmó Schneider. De hecho, tras sumir la Sagrada Hostia el fiel debía recoger de la mano con la lengua cualquier mínima partícula consagrada. Un diácono supervisaba esta operación."

    https://www.google.com/amp/s/www.religionenlibertad.com/amp/polemicas/17082/la-comunion-en-la-mano-no-tiene-nada-que-ver-con.html

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  24. Según el "Liber Pontificalis", San Sixto I, que fue Papa en una época tan temprana como los comienzos del siglo II, ordenó que sólo los miembros del clero tocasen los vasos sagrados. Se deduce entonces que si los laicos no podían tocar los vasos sagrados, menos aún podrían tocar las especies consagradas.

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  25. Puafffff...qué nivel..qué interesante....!

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  26. Lean un poco al Cardenal Bona, en su libro sobre la Misa, de dos tomos. La comunión en la mano fue el modo en que se recibía la Eucaristía durante muchos siglos. La comunión en la boca apareció para los siglos 8 o 9 , y me parece que tuvo que ver la reducción del pan a las dimensiones parecidas a las actuales.

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  27. Lo que la Iglesia acepta y permite por medio de su Jerarquía no es arqueologismo, es costumbre viva.

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