Inquietantes coronabulos eclesiásticos

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El bulo es que, gracias a sabias y arduas negociaciones del Presidente de la Conferencia Episcopal Española (si por iniciativa propia o por delegación del sacro colegio episcopal no importa) el Gobierno (no el de la Iglesia, sino el de España) permitirá la reapertura de las iglesias para el culto público. ¿Cómo se les ha ocurrido al presidente o al colegio, tanto da, darles vela en este luctuoso entierro al dúo de enterradores Pedro y Pablo?

Es que me solivianto cada vez que veo cómo algún insensato les ha puesto mesa, con tenedor y cuchillo, en asuntos exclusivos de la Iglesia (que forman parte de la libertad religiosa amparada por nuestra Constitución, y además de la separación iglesia-estado), a ese par de comecuras, que son Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. Y eso lo hacen, claro está, en nombre de todos los curas y de todos los fieles del reino de España. Esto forma parte de la “Nueva Normalidad” en la que tan interesado está el gobierno y que, por lo visto, ha conseguido interesar a la Iglesia. ¿Alguien lo entiende?

Lo único que me consuela de todo este affaire que no estoy dispuesto a creerme, es que apesta a bulo. No cuadran las piezas. Está construido con medias verdades y con medias mentiras; de tal manera que las cosas no son ni blanco ni negro, sino según desde dónde las mires. La verdad y la mentira se llevan de maravilla: en pacífica convivencia.

Leo un titular: “Desde el 11 de mayo se podrá ir a misa en España, pero con las iglesias a un tercio de su aforo”. Y el antetítulo, “Pedro Sánchez anunció un desconfinamiento por fases y asimétrico”. Es decir que Pedro Sánchez ha decidido que desde el 11 de mayo se podrá ir a misa en España. ¿Pero qué guasa es ésa? ¿Quién les ha dado a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, vela en este lúgubre y ominoso entierro? Me dicen que sí, que lo saben seguro. Que ni el uno ni el otro tenían ni tienen ningún derecho a decidir si se puede o no se puede ir a misa en España. Pero que ha sido nuestra máxima eminencia eclesiástica la que les ha pasado el mando y las llaves de las iglesias. ¿Quééééé? ¿Que una eminencia les ha concedido a ese par, el mando sobre el derecho al culto? Sí, sí, es de buena fuente. Dicen que lleva días Su Eminencia en serias conversaciones con ese par, para decidir cómo será eso de que la gente pueda ir a misa en España. Que no se atreve a dejar ir a la gente a misa, si no es con el permiso y el aval del gobierno.

Sí, parece que fue el protagonista del affair quien dio la primicia el pasado domingo en su radio doméstica (Radio Estel), donde reveló que “como arzobispo de Barcelona y Presidente de la Conferencia Episcopal Española”, ha pedido, rogado, suplicado o implorado (¡vaya usted a saber!) al gobierno de Pedro Sánchez (¿habrá sido capaz de hablar con todo el gobierno?) que puedan reabrir ya las iglesias para el culto público. “Estamos deseando volver a abrir pronto los templos -explicó- y he hecho ya esta petición al Gobierno. Estamos trabajando en ello”.  

Pues perdonad que os diga, pero me temo que a esa eminencia le deben de haber crecido las orejas una barbaridad. ¿Pero a quién se le ocurre semejante atrocidad? El Presidente de la Conferencia Episcopal Española, cediéndoles a ese par de totalitarios vocacionales nada más y nada menos que las llaves de la Iglesia (de momento, sólo de las iglesias) en España. Lo que ellos aten quedará atado, y lo que ellos desaten, quedará desatado. ¿Pero se dan cuenta, ilustrísimas, de su aberrante elección? Les ha pasado el mando a Pedro y Pablo. “He hecho ya esta petición al gobierno (la de que les deje abrir los templos a los fieles). Estamos trabajando en ello”. Debió ir de buena fe, el pobre cardenal y los debió confundir con san Pedro y san Pablo. ¿Y ahora qué?

Y por cierto, echo en falta, en las medidas del gobierno para la Nueva Normalidad, las generosas normas de desconfinamiento para las Mezquitas y las Sinagogas; y en el orden informativo, el silencio absoluto sobre las arduas y agotadoras negociaciones de los respectivos líderes religiosos para transferirle al Gobierno la potestad de abrir y cerrar el acceso de los fieles a los lugares de culto. Se les ha adelantado la Iglesia católica, gracias a la potentísima y brillantísima organización de su jerarquía.

¡Pero de dónde han sacado los obispos españoles ese fenómeno! Ya sé, ya sé que les ha pillado por sorpresa. Pero podían haber examinado mínimamente su currículum, ver qué tal lleva el derecho canónico, la historia de la Iglesia y el catecismo (por lo menos el de Ripalda), antes de confiarle su representación colegiada ante el Gobierno de la Nación.

De resultas de estas conversaciones superestelares, el gobierno (no el de la Iglesia, sino el de la Nación) nos da instrucciones para la reanudación del culto, y nos dice que el domingo 17 será la primera misa dominical a la que se podrá asistir dos meses después de que se aprobase el decreto de alarma “y la mayoría de los obispos suspendieran las misas públicas” -añade la fuente de información (ReL). De lo cual se infiere que no fue el decreto de alarma el que suspendió las misas públicas (extremo que se confirma con la lectura del decreto), sino que fue “la mayoría de los obispos”, presididos por la gran eminencia que eligieron como representante de todos ellos, el autor y responsable de esa suspensión del culto público. Y claro, en la fase 1 del decreto de desescalada, establece el gobierno (el de España, no el de la Iglesia) que “los lugares de culto podrán abrir (sí, sí, eso de “podrán abrir” lo dice el gobierno) limitando su aforo a un tercio”. Y que en la fase 2 “los lugares de culto limitarán su aforo al 50%”.

¿Pues quiere que le diga una cosa, sublime eminencia? Le digo simple y llanamente que todo esto me huele a huequísimo farol, a simple truco de palabras para difuminar entre muchos otros, su responsabilidad en el cierre de las iglesias de España al culto durante el estado de alarma. Ya lo pensaba antes; desde el principio me había olido que su alta eminencia iba de farol. Y me ha reforzado esa convicción el hecho de la protesta airada de todos los presidentes de las Comunidades Autónomas (¡menos una!) y de todos los partidos políticos, incluidos los socios de investidura, porque esas medidas de ¡retorno a la Nueva Normalidad! (Ordine Nuovo lo llamaron hace un siglo), no las ha consultado ni consensuado con nadie. Todos se han enterado por la rueda de prensa de la tele.

Y aquí viene la gran pregunta: ¿Todos menos usted? Ni el vicepresidente, ni su mano siniestra el presidente, ni ningún miembro del gobierno en particular, ni el gobierno en comandita han tenido tiempo ni voluntad de atender a nadie, ¡ni a sus socios!, que se han mostrado tremendamente molestos y airados, ¿y han encontrado tiempo para llegar a un acuerdo con la Eminencia de nuestro cardenal presidente? Huele muy raro, ¿no?

Pues mire, permítame que lo dude. Y además le añado que me alegraría inmensamente de que todo esto fuese un cuentico, una patraña para sacarse de encima su exclusiva responsabilidad en el cierre de las iglesias al culto público. Me alegraría infinito de que pudiera decirnos que se ha explicado mal, que no le hemos entendido. O que confundió al conserje con el presidente o algo así.

Porque si fuese verdad lo que usted afirma, eminentísima eminencia, estaríamos ante la más vergonzosa rendición de la Iglesia en España al poder político (¡y menudo poder político!, como para poner a la Iglesia en sus manos!). Que les haya dado usted, nuestra máxima eminencia, a esos sujetos el poder de disponer a su antojo y por real decreto del derecho constitucional de culto, es su peor baldón. Que sin duda pasará a los libros de historia de la Iglesia. Es que, ¡mire que va usted obsesionado!, se defiende del diluvio de acusaciones diciendo que “Intentan señalar a los gobernantes y a los obispos (hace dos días, decía que a los sacerdotes) como culpables de la situación”. Con esa maniobra de distracción -y de rendición- ha añadido a los gobernantes en su escudo protector.

Pues no, en absoluto, los gobernantes no tienen más vela en este entierro, que la que tan dadivoso les regala usted. Oiga, eminencia, al César lo que es del César. Y decidir si el culto será con fieles o a puerta cerrada, no es cosa del César: ni en los templos católicos, ni en las mezquitas, ni en las sinagogas. No culpe pues al César, porque no ha sido él el que ha cerrado las iglesias: puesto que no tenía potestad para ello. Ni tiene facultad por tanto para abrirlas, como hace en el decreto de desconfinamiento, a no ser que usted se la haya dado. Si es que canónicamente podía hacerlo. 

Virtelius Temerarius

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42 comentarios

  1. Como Católico Apostólico y Romano me duele en el alma leer estos artículos tan anticatòlicos que rezuman odio a la Iglesia y a sus legítimos representantes. No debemos rechazar la crítica,pero ésta debe ser hecha con catidad y un mínimo de buena educación. Cualquier masón anticatólico seria más fino y elegante en un comentario crítico. Todo el escrito parece hecho por un vulgar panfletario decimonónico semi inculto de los que se llamaban Anticatólicos quee no por una persona que presume de ser "Católico". Me duele que un medio com éste, tan serio y ponderado se digne publicar tamaño desatino. Que Dios no guarde a todos.

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    1. Como católico, apostólico y romano, entiendo perfectamente a Virtelius Temerarius. En España llevamos dos meses con el culto católico prohibido, lesionando a los fieles el derecho a la libertad religiosa y de culto reconocido constitucionalmente. Ni el clero juramentado de la Revolución Francesa había ido tan lejos y en España tendríamos que remontarnos al año 1936 en la zona roja. Los fieles católicos tenemos el derecho a conocer si el Gobierno, sino de iure al menos de facto, nos ha privado de este derecho y quién le ha ayudado a hacerlo. Todas las sospechas recaen sobre el presidente de la Conferencia Episcopal Española y arzobispo de Barcelona, el cardenal Omella. ¡Ya está bien de tanta political correctness y de tanto buenismo! ¡Ya estamos hartos de monsergas y de esta apelación constante a la caridad para acallar las críticas, pero a una caridad unidireccional. ¿Lo entiendes, anónimo de las 23:15?

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    2. He tenido el mismo pensamiento al terminar de leer el blog. Quizás no debería sorprenderme, leyendo que el autor es TEMERARIUS.
      Udes. no han entendido todavía cuál debe ser el papel de GG. Sólo les pediría que no se presenten como "predicadores" de la Buena Nueva.

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    3. Reverendo anónimo de las 23:15

      Por lo que he llegado a entender, el artículo no critica a la Iglesia, sino a uno de sus más indignos representantes. Y en lo de no rechazar la crítica, aplíqueselo a usted mismo. Es muy saludable la crítica, y más si está bien argumentada.

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    4. Totalmente de acuerdo. Parece que el autor del artículo ha olvidado que estamos dentro de una pandemia que la globalización ha convertido en un peligro sin precedentes. No se de que caverna han salido. El presidente de la CEE, es decir, la Iglesia, no escapa a la situación de "estado de alarma" que sólo sigue las indicaciones de los especialistas.Y puesto que los celebrantes y asistentes suelen estar en el grupo de riesgo (mayores de 65), cuidénse bien ustedes y protejan a sus feligreses. Que sin fieles no hay Iglesia. Más vale que sigan las normas previstas porque nos amenazan un par de rebrotes. ¿Acaso se creen por encima del bien y del mal en lo concerniente a los cierres? ¿Igual creen que a los comerciantes, restaurantes y pequeños negocios que se van a ver abocados a la ruina no les afecta el cierre?.¿Por qué tanto empeño en criticar a un estado que les subvenciona y a un arzobispo que por lo menos parece prudente? No son ustedes conscientes del odio que rezuman y de lo preconstitucionales que parecen todas sus opiniones.

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    5. "...Cualquier masón anticatólico seria más fino..."
      Perdón, pero esa afirmación me da pie a la siguiente pregunta: ¿los conoce usted tan bien, a esos personajes de triquiñuelas y de odio a Jesucristo, como para afirmar tal cosa?

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    6. La crítica por criticar y el hablar de todo sin entender de la misa la mitad es una enfermedad del espíritu que se manifiesta no sólo en lo que dices, sino, y más importante, en la propia vida del crítico y del mal ambiente que crea y expande en la sociedad en que vive.

      Además ese resquemor que crea y promueve es totalmente contrario a la vida espiritual; pero no sólo a la católica, sino a cualquiera.

      Un psicólogo o psiquiatra lo calificaría como una neurosis clínica.

      Si algo tiene que favorecer este Bloc es la doctrina cristiana; y estos comportamientos no sólo no son cristianos, sino que son opuestos al mensaje de Cristo -por mucha razón que tengan-.

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    7. El problema es que te van a censurar si criticas este blog. Me alegra ver comentarios de rechazo a este blog, particularmente los que dicen que alguien con tanta acidez dentro bloquea cualquier espiritualidad en su interior. Seguramente una persona así se cree por encima del bien y del mal. También me alegro de que haya gente que comente que estos escritos son de todo menos católicos. Ojo que os bloquearán en breve, aumentando así la concentración de gente que secunda estos artículos sin ninguna voz discordante. Aunque apuesto a que son poquitos: somos pocos católicos, y de los pocos que somos, que sigan un blog como este con tanto ácido... debe de ser poca gente. Me imagino que se trata de algún mayorcete trasnochado, y de algún cincuentón al que nadie le ha llevado la contraria en la vida, y por tanto viven presos de sus prejuicios, juicios, y acidez.

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    8. Para el Sr. Anómino: pues a mi, como Católico, Apostólico y Roma, lo que me duele es ver cómo el Cardenal-Presidente de la CEE (y mi obispo diocesano) da al César lo que es de Dios... Y la denuncia de tal felonía no me duele, sino que me alegra: porque es justo y necesario denunciar las traiciones contra Dios.

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  2. Reralmente el autor está en la época de Ripalda . La Iglesia , sociedad perfecta y superior a la civil . ¿ No tiene el Estado poder para confinar-nos en virtud de su poder que le ha dado el pueblo y que como poder viene de Dios?. ¿ No es ético quizas impedir la muerte por una peste? " A peste ,fame , et bello ...libera nos Domine"

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    1. Lo siento, pero la sociedad que promueve la Iglesia Católica es perfecta y superior a la sociedad civil.

      Y no sólo porque la sociedad civil no existe (hay tantas sociedades civiles como sociedades y países), sino que la ciudad de Dios es un ideal que no es humano y las sociedades humanas son demasiadas humanas; como por otra parte debe ser.

      La catalana ya ha demostrado y con creces que no es un ejemplo en nada bueno.

      Esto no tiene nada que ver con el Ripalda, el Astete o el catecismo del pionero comunista.

      El poder que tiene el Estado para confinarnos se basa en el uso de la fuerza institucional; no tiene nada que ver con Dios, salvo que consideres como "Dios" el hecho de habernos creado como animales sociales y jerárquicos en los que la violencia forma parte de nuestra naturaleza.

      Es en el fondo una legitimación sociológica de hecho, aunque se intente fundamentar con ideologías o teologias.

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  3. Mira que bien. Hizo el anuncio en su radio doméstica, dirigida por su bien amado discípulo Aymar. Ello explica porqué este flamante director hace cuanto le viene en gana quedándole muy grande lo del sacerdocio. Por qué la Eminencia no hizo el anuncio desde Madrid, sede de la Conferencia Episcopal?

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    1. ¿Ud. sugiere que debería haberse saltado el confinamiento?

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    2. Pues menuda gilipollez, con perdón. Nadie puede viajar a Madrid,porque estamos confinados ¿De verdad, no lo entiende?. Nadie escapa a esta situación, ni la Iglesia Católica, ni la gran Sinagoga de Madrid, ni las mezquitas del resto de España, ni los comerciantes, restaurantes o pequeños negocios. Esto es una pandemia, cualquier imprudebcia pone en peligro miles de vidas. Pensaba que el Concilio de Trento ya era historia

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  4. Así que no lo prohibieron, pero ahora lo permiten. Así que es el Gobierno el que no permite, pero en Alcalá de Henares, por ejemplo, sí que lo permite, porque lo permite su Obispo.
    No soy quien tiene que juzgar, pero en el orden político, el totalitarismo impuesto es responsabilidad mayor del Gobierno y en el orden religioso lo es desde el Papa a los Obispos que no sólo lo han consentido, sino que han ordenado la suspensión del culto público.
    Además, ambos conjuntamente, más el Gobierno, son responsables de aterrorizar y amedrentar a la población.
    En resumen, 3 delitos y 2 culpables. Los delitos son coerción y restricción de las libertades públicas, suspensión del culto público y terrorismo contra la población. Los culpables, el Gobierno y los Obispos. Así de claro.

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  5. Al señor Anónimo 7 de mayo de 2020, 23:15
    Como Católico Apostólico y Romano ya que le duele en el alma leer estos artículos..., pues, previamente, lea Vd. un poco, fórmese, Vd. que el artículo no es anticatòlico, ni rezuma odio a la Iglesia, sino defensa de los derechos de la misma. Su crítica a la crítica, tampoco es muy caritativa.

    Al Sr. Unknown 7 de mayo de 2020, 23:20 La iglesia es MUY anterior a la época de Ripalda, así que Ripalda es mucho más moderno que la Iglesia.
    Vd. mismo dice que "La Iglesia, sociedad perfecta y SUPERIOR a la civil", entonces se contradice Vd. a sí mismo en el mismo renglón y mezcla cosas con un criterio mejorable.
    Tiene poder (porque se lo hemos dado en el congreso) para confinarnos, no para cerrar o abrir templos católicos, que no son suyos, ni siquiera puede entrar. ¿Se acuerda cuando los terroristas se acogían a sagrado? No los podían detener.
    Otra cosa, el poder del estado no viene de Dios, viene de las urnas que dependen, teóricamente, del pueblo (incluso habría que matizar, pero no es el sitio, ni el momento).
    A su última pregunta: no es simplemente ético evitar la muerte por una peste, es OBLIGATORIO, es más es, obligatorio hacerlo a tiempo y eficientemente. Ahí lo dejo.
    Y la oración "A peste ,fame , et bello ...libera nos Domine", mejor, el que tenga valor (yo no lo tengo, lo confieso), mejor, digo, rezarla de rodillas ante el Sagrario o, aún mejor, si puede ser, ante el Señor Expuesto. En adoración.
    Porque lo único que habrá cambiado cuando llegue el fin del confinamiento, no es que estaremos saliendo DE la pandemia, es que saldremos CON pandemia, pero será más posible, que si nos pilla, tengamos sitio en el hospital. Pero no tenemos el tratamiento ni la vacuna todavía. Y EL VIRUS SIGUE AHí. Así que, hermanos, cuidémonos, recemos por todos nosotros, sobre todo por los que han perdido a alguien, sobre todo por nuestros hermanos que han muerto, que la luz perpetua luzca para ellos. De rodillas, Señor, ante el sagrario, que guarda cuanto queda, de amor y de unidad. Venimos con las flores de un deseo para que nos las cambies en frutos de verdad. Cristo en todas las almas y en el mundo, la paz.

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    1. ¿Necesita arrodillarse ente el sagrario o ante el Señor expuesto para rezar?
      ¿No sabe que, cuando en su corazón hay una "oración", el Señor ya la está acogiendo?
      No utilice sin comillas la letra del Himno del Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona. Respete al autor del texto.

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  6. Mons. Omella ha promulgado el Decreto 09/20, de 4 de mayo, sobre medidas para cada fase de aplicación para el retorno progresivo al culto público.

    Bienvenido a la legalidad, la jerarquía normativa, la seguridad jurídica, la publicidad normativa y la interdicción de la arbitrariedad de la actuación de las jerarquías eclesiales en el ejercicio de sus potestades de orden, régimen y jurisdicción (legislativo, ejecutivo y judicial).

    Así, tenemos una norma jurídica con el nombre explícito de decreto (canon 31 CDC), debidamente promulgado (decreta y firma del obispo, da fe el secretario), publicitada al menos en el sitio oficial (esglesia.barcelona/es), con la forma debida (artículos y apartados), y con los verbos claros, claritos (puede, deberán, obsérvese, tomarán, continuarán, mantendrán).

    Por fin hemos abandonado, es mi opinión personal, la inconstitucionalidad anterior, en forma y fondo, cuando estábamos, a mi parecer, bajo la égida de la antología del disparate jurídico, como fue dar normas jurídicas en dos papeluchos, el Comunicado del 14 de marzo del 2020 de suspensión de las misas públicas, y el Apéndice A del Comunicado del 28 de marzo del 2020, de suspensión de las misas públicas de Pascua por orden de Francisco.

    Disparate doble, a mi entender, pues el Comunicado del 14 de marzo, en su apartado 5º, deja nada menos que en manos del párroco y a su libre criterio arbitrario y discrecional, la competencia del cierre o apertura del templo, con horario normal o extraordinario ("ESTARÁ BIEN mantener las Iglesias abiertas en la medida de lo posible..."), contraviniendo los cánones 391 y 381 CDC, quien dispone que sólo el obispo tiene exclusiva potestad de orden, régimen y jurisdicción (legislativo, ejecutivo y judicial):

    - Canon 391.1. Corresponde al Obispo diocesano gobernar la Iglesia particular que le está encomendada con potestad, legislativa, ejecutiva y judicial, a tenor del derecho.
    2. El Obispo ejerce personalmente la potestad legislativa; la ejecutiva la ejerce por sí o por medio de los Vicarios generales o episcopales, conforme a la norma del derecho [...]

    - Canon 381.1 Al Obispo diocesano compete en la diócesis que se le ha confiado toda la potestad ordinaria, propia e inmediata que se requiere para el ejercicio de su función pastoral [...]

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  7. ¡Misas ahora! - (2)8 de mayo de 2020, 5:55

    Pero sigue habiendo una cuestión de fondo ante la prohibición de las misas públicas por los obispos: debieron de actuar ante el Gobierno desde el mismo día 14 de marzo, para proteger el derecho humano a la celebración de las misas públicas, pues podían haberse hecho guardando el distanciamiento.

    1.-) Art. 11 Decreto 463/2020 del estado de alarma: permite la misa pública sin más límite que el distanciamiento de un metro

    2.-) Art. 2.1.b Ley Orgánica 7/1980 de libertad religiosa: permite la mísa pública con inmunidad de coacción

    3.-) Lex Ecclesiae Fundamentalis o Constitución de la Iglesia Católica:

    a) Cánones 213-214 y 221, Código de Derecho Canónico, y cánones 16-17, Código de los Cánones de las Iglesias Orientales: los fieles tienen DERECHO HUMANO a recibir de los Pastores sagrados la Palabra de Dios y los sacramentos, a tributar culto a Dios según las normas del propio rito, a practicar su propia forma de vida espiritual y a reclamar sus derechos

    b) Canon 87.1 CDC: la dispensa de misa pública debe de redundar en bien espiritual de los fieles, materia grave, causa grave (1248.2)

    c) Canon 90 CDC: dispensa bajo causa justa, suficiente y razonable

    4.-) LO 4/1981, art. 11, a), de estados de alarma, excepción y sitio: el estado de alarma sólo limita, no suspende, la libre circulación de las personas (art. 19 CE) entre el domicilio y la iglesia, y no afecta a la libertad religiosa (art. 16 CE), y limita la permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos.

    5.-) Art. 16 Constitución española: libertad religiosa
    6.-) Art. 30.2 Constitución española: objeción de conciencia
    7.-) Art. 18 Declaración Internacional de los Derechos Humanos: libertad religiosa
    8.-) Art. 18 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: íd.
    9.-) Art. 9 Convenio para la protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales: íd.
    10.-) Art. 10 Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea: íd.

    ...

    Hoy, la Nota "Medidas de prevención para la celebración del culto público en los templos católicos durante la desescalada de las medidas restrictivas en tiempo de pandemia", de la Conferencia Episcopal Española de 30 de abril [1], dice que estamos en la Fase 0, sin misas públicas, siguiendo el ANEXO II.- PREVISIÓN ORIENTATIVA PARA EL LEVANTAMIENTO DE LAS LIMITACIONES DE ÁMBITO NACIONAL ESTABLECIDAS EN EL ESTADO DE ALARMA, EN FUNCIÓN DE LAS FASES DE TRANSICIÓN A UNA NUEVA NORMALIDAD [2], dentro del PLAN para la Transición hacia una Nueva Normalidad [3], de 28 de abril, vuelve a incurrirse en graves contradicciones, pues en mi opinión:

    a) La Nota de la CEE no es un Decreto, no es una norma jurídica vinculante

    b) El PLAN para la Transición hacia una Nueva Normalidad, de 28 de abril, no es una norma jurídica, sólo da orientaciones

    b) La celebración de la misa pública es una actividad permitida por el art. 11 del decreto de alarma desde el mismo día 14 de marzo, al ser un derecho fundamental del art. 16 CE no suspendible por el estado de alarma, por lo que irracional, ilógico y absurdo que las misas públicas las prohíba el PLAN y sólo puedan hacerse el domingo 17 de mayo, pues desde el mismo 14 de marzo ya se podían hacer misas públicas sólo había que actuar prudencialmente:

    - reducir la presencia de fieles a dos personas por banco, manteniendo una distancia de 2 metros entre ambos y entre los bancos de atrás y de delante
    - recomendar que no vengan los fieles enfermos o vulnerables
    - aconsejar que los fieles que acudan hagan uso de mascarillas
    - mantener las puertas abiertas para que no sea necesario tocar los pomos y además ofrecer ventilación
    - dar desinfectantes a la entrada y salida de los templos

    .....

    [1] conferenciaepiscopal.es/wp-content/uploads/2020/04/Medidas-reinicio-culto-público-en-templos-católicos.pdf
    [2] www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/resumenes/Documents/2020/28042020_Anexo%20II%20FASES.pdf
    [3] www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/resumenes/Documents/2020/PlanTransicionNuevaNormalidad.pdf

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  8. ¡Misas inmediatamente! - (3)8 de mayo de 2020, 5:55

    Además, el Sacramento de la Eucaristía es el más augusto y supremo de todos los sacramentos y de todos los actos religiosos en la Iglesia Católica, única verdadera:


    1. IUS AD SACRAMENTA

    “Los fieles tienen derecho a recibir de los Pastores sagrados la ayuda de los bienes espirituales de la Iglesia, principalmente la palabra de Dios y los sacramentos” (CIC, can. 213; CCEO, can. 16).

    A este derecho fundamental del derecho eclesial para todos los fieles, clérigos y laicos, que es un derecho público derivado de la misma condición de “persona in Ecclesia Christi” (cfr. CIC, can. 96), corresponde un DEBER DE LA JERARQUÍA, una obligación de justicia, no sólo de caridad, que el can. 843 formula así: “Los ministros sagrados no pueden negar los sacramentos a quienes los pidan de modo oportuno, estén bien dispuestos y no les sea prohibido por el derecho recibirlos” (§ 1; cfr. CCEO, can. 381, § 2).


    2. IUS AD SACRAM COMMUNIONEM

    “Todo bautizado a quien el derecho no se lo prohíba, puede y debe ser admitido a la sagrada comunión” (CIC, can. 912).

    Siendo la Eucaristía el más excelso de todos los sacramentos –porque en él no sólo se comunica la gracia divina, sino que se recibe al Autor mismo de la gracia, Jesús-Eucaristía–, es comprensible que el derecho universal de la Iglesia establezca una serie de normas, algunas ya de derecho divino, tanto para proteger y regular el ejercicio de ese derecho como para limitarlo, cuando así lo exigen la veneración debida al Cuerpo y la Sangre de Cristo, la recta formación de las conciencias y el bien común de la sociedad eclesial.


    3. IN SANCTISSIMA ENIM EUCHARISTIA TOTUM BONUM SPIRITUALE ECCLESIAE CONTINETUR

    Concilio Vaticano II, PRESBYTERORUM ORDINIS, n. 5:

    “En la Santísima Eucaristía está contenido todo el bien espiritual de la Iglesia»


    4. AUGUSTISSIMUM SACRAMENTUM EST SANCTISSIMA EUCARISTIA, canon 897 CDC:

    “El sacramento más augusto, en el que se contiene, se ofrece y se recibe al mismo Cristo Nuestro Señor, es la santísima Eucaristía, por la que la Iglesia vive y crece continuamente”.


    5. Encíclica ECCLESIA DE EUCHARISTIA:

    a) DONUM PER EXCELLENTIAM, num. 11:

    “La Iglesia ha recibido la Eucaristía de Cristo, su Señor, no sólo como un don entre otros muchos, aunque sea muy valioso, sino como el don por excelencia, porque es don de sí mismo, de su persona en su santa humanidad y, además, de su obra de salvación”


    b) PHARMACUM IMMORTALITATIS, ANTIDOTUM EIUS QUOD EST NON MORI, num. 18:

    “Quien se alimenta de Cristo en la Eucaristía no tiene que esperar el más allá para recibir la vida eterna: la posee ya en la tierra como primicia de la plenitud futura (…). En efecto, en la Eucaristía recibimos también la garantía de la resurrección corporal al final del mundo: «El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día» (Jn. 6, 54). [...] san Ignacio de Antioquía definía con acierto el Pan eucarístico « fármaco de inmortalidad, antídoto contra la muerte”.

    ...

    CONCLUSIÓN: se pueden hacer misas públicas porque son un derecho humano del art. 16 CE, cuyo ejercicio en un estado de alarma sí está permitido, nunca suspendido, pero limitado bajo la condición del distanciamiento, según dispone el art. 11 del Decreto de alarma.

    La Nota de la CEE ni el Plan de transición hacia la nueva normalidad, formalmente no son normas jurídicas vinculantes, y materialmente nunca jamás pueden suspender el derecho humano a las misas públicas (art. 16 CE y art. 18 Declaración Internacional de los Derechos Humanos, entre otros).

    Por lo que la actual prohibición de las misas públicas dictada por la CEE, los obispados y el Gobierno central es, en mi opinión, ilegal e inconstitucional en fondo y forma.

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  9. Omella el que miente, omella el que encubre las locuras de Mn Felip Juli Rodríguez, el rector del seminario...

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  10. Excesivo escrito para una sencilla realidad:
    1. El decreto de alarma de 14 de marzo NO prohibió el culto con personas, por lo que fue cada obispo quien decidió una vez meditadas las consideraciones y recomendaciones gubernamentales para preservar la salud y después de conocer -supongo- la posición de la Conferencia Episcopal (las diócesis de Jerez y de Alcalá de Henares mantuvieron misas con fieles).

    2. En la misma línea habría de seguir obrando cada obispo tras escuchar a la presidencia y a la comisión episcopal pertinente en este asunto; y después de valorar las indicaciones gubernamentales para cada fase de atenuación del confinamiento (otra cosa es que algunas de sus acciones se estimen como pútridas y susceptibles de ser juzgadas).

    3. Totalmente de acuerdo, entonces, en el núcleo: A los gobiernos central y autonómicos NO les corresponde en su marco legal el decidir nada sobre los actos de culto de ninguna religión.

    4. El resto del escenario perjudica severamente a la imagen de la Iglesia ya muy dañada por asuntos como los abusos, la pederastia y su ocultamiento o la concesión cuando no aplauso de algunos sectores del clero ante la perseverante y anticristiana discordia social sembrada por el separatismo durante décadas.
    Cuando lo que es fácil se quiere retorcer a conveniencia y convertirlo en difícil, es que alguien se afana por sacar un provecho espúreo. No se trata de belicosidad ni de beligerancia: Cristo les dijo a los que se entristecían porque no veían satisfechas sus aspiraciones milagrosas o políticas: "Vosotros también os queréis marchar?

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    1. Me parece bien lo que dice, el problema es que sí se podían hacer misas públicas guardando el distanciamiento.

      En Cataluña, sólo hubo unas poblaciones que sí estaba en un grado elevado de riesgo sanitario: municipios de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena.

      Las normas que establecieron y levantaron el confinamiento de estas poblaciones están recogidas en el Boletín Oficial del Estado, lunes 6 de abril de 2020, que es la Orden SND/323/2020, de 5 de abril, por la que se dejan sin efectos las restricciones previstas en la Orden SND/290/2020, de 26 de marzo, por la que se prorroga la Resolución INT/718/2020, de 12 de marzo de 2020, de la Generalitat de Cataluña, por la que se acuerda restringir la salida de las personas de los municipios de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida de Montbui y Òdena.

      En ningún lugar de Cataluña hubo un confinamiento bajo orden gubernamental, luego se deduce que no habían riesgos sanitarios para hacer las misas públicas en el resto de municipios de Cataluña, incluida Barcelona.

      Por otro lado, para cerrar las misas públicas, debe de haber un informe sanitario epidemiológico que lo justifique, pues estas cosas no se hacen a voleo, así como así.

      Además, Omella podía haber puesto parroquias de referencia con curas voluntarios. Y no lo hizo, tomo la recta más fácil: prohibición general de misas públicas, mientras los obispos de Francia e Italia, estaban rabiando por tener misas públicas, puesto que el gobierno las prohibió.

      Lo cual no deja de ser curioso: los obispos de Italia y Francia, desgañitándose ante el gobierno para que pudieran hacer misas públicas, mientras que los obispos de España, teniendo permitido hacer misas por el gobierno, y nada menos que de un ateo masón socialista, Sánchez, son los que las prohíben. Vaya, vaya...

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    2. Con este final mío (8 mayo, 9.21):
      "Cuando lo que es fácil se quiere retorcer a conveniencia y convertirlo en difícil, es que alguien se afana por sacar un provecho espúreo. No se trata de belicosidad ni de beligerancia: Cristo les dijo a los que se entristecían porque no veían satisfechas sus aspiraciones milagrosas o políticas: "Vosotros también os queréis marchar?"",
      no me estoy refiriendo al autor del escrito, a Virtelius, sino a la estrategia para mí errónea de la jerarquía episcopal: haber convertido lo sencillo en un lío. Claro que se podían haber mantenido las misas con público; por eso menciono a las dos diócesis que así lo hicieron, para que quede claro quién debe decidir en este terreno.
      Lo que sí me pareció en el escrito de Virtelius es que podría haberse presentado en menos líneas, por eso escribí "excesivo".

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  11. Algunas parroquias de Barcelona han recibido una comunicación del servicio de Cultura Popular del Ayuntamiento de Barcelona anunciando las particularidades que la celebración de Corpus tendrá este año, a causa de la pandemia. Siendo la fiesta de Corpus una de las más importantes para los católicos, estos necios del Ayuntamiento tienen la desfachatez de despedirse con un «¡Salut!», a lo que nosotros respondemos con la expresión que se usa en Cataluña para corresponder a este saludo: «¡ I força al canut!»

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  12. Hay que ver Virtellius cómo sufren algunos con su denuncian del desestimiento del Presidente de la Conferencia Episcopal Española. En vez de sumarse a la indignación obligada van a la yugular del mensajero con apocalípticas apelaciones a la caridad y no sé qué argucias hipócritas más.
    No sólo han cerrado templos. Han colaborado con la eutanasia activa declarada por la Generalidad en su protocolo de asistencia en la pandemia. Ya se sabe: a los mayores de setenta años, ni agua bendita. Pero como diría en expresión glorioso otro excelentísimo monseñor de estos lares son "citeris étics". Como suena. Del quidam, que es gerundense, me he acordado al leer el Diari de Girona: el 40 por ciento de los muertos en ciudad y provincia son internos de residencias de ancianos. Unos ancianos que, de acuerdo con los "criteris étics" de monseñor, no quisieron en las UCI.

    Se queda usted corto, caro Virtellius, en la denuncia del vasallaje de unos y otros, todos de tiros largos, a un poder político que se diría ansioso de sang i fetge. Habrá dineros para embajadas de la singularidad nacional, pero no lo ha habido para respiradores y equipos de protección. ¿Y los obispos? Enviando a sus alfiles contra usted Virtellius. Es lo que hay.

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    1. Total y absolutamente de acuerdo con el Sr.valderas Gallardo.
      Muchos respiradores han estado VAGANDO POR AHÍ esperando a la ELITE,jeje, no se le olvide!


      PD: Nosotros somos LA PLEBE PARA ELLOS!

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    2. SEÑOR VALDERAS, mis respetos.

      Hace usted bien, muy señor mío, en recordarnos la felonía del arzobispo primado "dels Països Catalans". Pero debiera comprender usted (estoy seguro de que efectivamente lo comprende) que, teniendo él el gobierno espiritual de los Países Catalanes, sería una tremenda incongruencia que criticase al poder político de ese glorioso proyecto de Estado al que moralmente (sí, sí, para él es una cuestión de moral; actuar de otra manera, sería para él una horrible inmoralidad) está obligado a apoyar con todas sus fuerzas materiales y espirituales. ¿Y qué hace el Primado de las Tierras Cataláunicas cuando sorprende a Torra en flagrante delito de eutanasia? (Otros menos piadosos, lo llamarán directamente asesinato decretado: por escrito, claro, para eterna memoria). Decreto de eutanasia contra los ancianos de su tierra (claro que no eran todos trigo limpio: entre ellos había un montón con el ADN averiado y que hablaban la lengua de las bestias). ¿Que qué hace el primado Planellas? Pues lo que le corresponde hacer en virtud (¡o vicio!) de su alto liderazgo espiritual, que no es otra cosa que alinearse con don Joaquín y ponerse de su lado. ¿Cómo? Aludiendo "criteris ètics". Pero oiga, señor Planellas, ¿no es usted obispo? Pues oiga, la Iglesia a la que usted tan tristemente representa, tiene un amplísimo corpus moral, no ético, sino moral que atiende también esos casos. Y como la moral católica (que tan bien aparcada tiene usted) no admite de ningún modo la atrocidad que cometió Torra, pues invoca usted la ética. Por si le sirviese, le recuerdo a san Ambrosio, que por un número menor de muertos en Tesalónica, le prohibió a Teodosio la entrada en la iglesia mientras no mostrase público arrepentimiento por ese atroz delito. Y como en efecto, eso no cabe en la moral cristiana, se pasa a la laicísima ética: ahí sí que cabe bien holgado nuestro presidente. Por eso lo coloca ahí nuestro agudísimo obispo, invocando en su favor sus episcopales "criteris ètics". Dignísimo sucesor de Omella, a cuyas poltronas aspira: en Barcelona, en Madrid y en Roma.

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  13. El presidente Torra, que está demostrando bastante más «seny» que el cardenal Omella, ha presentado un plan de desescalada y en Barcelona aún seguiremos en la fase 0. En cambio, en el decreto 09/20 «Medidas que dispone el cardenal Juan José Omella para el retorno progresivo del culto público en la Archidiócesis de Barcelona» todo es confuso y difuso. Cada vez estoy más convencido de que todo este desbarajuste, todo este lío inmenso que se ha organizado, nadie sabía si las iglesias podían abrir o no, si podían permitir o no la asistencia de algunos fieles a las misas privadas, etc., se debe a la ineptitud del presidente de la CEE, el cardenal Omella. Desde luego, ¡vaya vista la de los obispos que lo eligieron!

    Segon:

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  14. Y ahora en el obispado de Barcelona andan como locos exigiendo dinero a las parroquias. Después de obligar a tenerlas cerradas dos meses, ahora piden la pasta. ¿Qué pasta? Muchos de los ingresos vienen de las colectas, con las iglesias cerradas, con las misas enlatadas, ¿dónde están las colectas? Se dieron mucha prisa en dispensar el precepto dominical, cosa que no era necesaria porque cualquiera, con dos dedos de frente, sabe que en estas circunstancias excepcionales no obliga el precepto. Si yo fuera párroco y me vinieran a pedir la mordida les diría que fueran a reclamar al maestro armero. ¡No haber cerrado las iglesias!

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    1. Si piden dinero a las Parroquias, que lo hagan de manera virtual, como las Misas. A ver si pica algún incauto!

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  15. En esta noticia de La Vanguardia de hoy, Omella omite un detalle: que sólo él prohíbe la celebración de misas públicas:

    www.lavanguardia.com/politica/20200508/481018756778/juan-jose-omella-conferencia-episcopal-coronavirus.html

    "Respecto a la polémica entrada de fuerzas policiales en algunas iglesias para interrumpir misas, la más notoria en la catedral de Granada, Omella consideró que habían sido “anécdotas”. Y comentó: “Apoyo al obispo de Granada, pero aquí no veo una intención del Gobierno por cercenar la libertad de religión. La gran mayoría de las iglesias han estado abiertas y no ha habido ningún problema”."

    Cierto, la gran mayoría de las iglesias han estado abiertas al público, pero con el culto prohibido por Omella, por las razones que sea, pero no hay misas por imperativo de Omella.

    Por el hecho de que el templo esté abierto, en absoluto implica que se celebren misas públicas, pues éstas han sido suspendidas por Omella.

    Si en cada emisión hay una omisión, Omella, esto se llama engañar objetivamente, subjetivamente ya es otra cuestión (culpa, dolo, ignorancia, error).

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  16. Omella, lo digo con dolor, no es de fiar. Es un pobre hombre. Cuanto más lo ataquéis, más se crecerá. Porque cree que tiene que mostrarse valiente, entero, de pelo en pecho. La tozudez desafiante es su arma. Es por eso que se atreve a hablar en nombre de la CEE, que lo mismo habla de las madres, como de la voluntad de Dios, que él cree poder chuleando interpretar. Os aviso, hablará y hablará, irá a reuniones, se meterá en todo. No parará de dar disposiciones, de perseguir a los que le cuestionan. Y todo eso no porque no esté tocado, porque lo está y él lo sabe, sino porque su única arma, lo que le da seguridad, sólo es plantar cara, no como lo hacían los mártires de la fe y los confesores sino los rudos y torpes. ¡Ay si un día os coge criticándolo! ¡Ay el día que convoque a los consejos pastorales! ¡Que se preparen los que han osado discrepar de él en lo más mínimo a raíz de estos días de confinamiento, con las puertas de las iglesias cerradas y sin culto público! Sólo os queda un camino, ¡defendeos!. Los serviles como los que escriben plúmbeos documentos que luego cuelga la página del obispado, y algunas rancias e integristas asociaciones los reparten a los jóvenes, ¡quiá, esos no!. Paciencia, todo pasa.

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  17. Algunos de los comentarios que he leído me parecen pretridentinos y preconstitucionales. Mejor se leen hoy Vida Nueva: Los 15 mensajes de Omella en la "era coronavirus". Igual así se informan mejor y aterrizan cuanto antes al siglo XXI, porque estamos ante un descalabro descomunal, Actitudes tan ácidas y poco constructivas no van a ayudar ni a la sociedad ni a la Iglesia.

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    1. Entrevista en Vida Nueva.
      Parece una broma, si no fuera trágico, decir que con la pandemia se ha aparcado el tema de la eutanasia, cuando todo el mundo sabe qué decisiones inhumanas y anticristianas se han tomado con miles de personas de edad avanzada habiendo miles de camas libres en UCI's de clínicas privadas y en hospitales públicos de provincias o regiones próximas. La excepcionalidad de la situación atenúa pero desde luego no quita responsabilidad a las autoridades que decidieron su descarte y lo humanamente esperable -al César lo suyo- es que un día den cuenta ante los jueces. Que monseñor Omella haya omitido esta realidad supone una bofetada descomunal a cada familiar o amigo que ha perdido un ser querido porque los mandamases le dieron el pasaporte al sueño de Morfeo definitivo. La caridad, para quién?

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  18. salvador (nombre de pila)9 de mayo de 2020, 9:49

    si leen algunos de sus amigos del llamado Cardenal Omella, yo con mi mas humilde expresión y sentimiento le digo Sr. Omella para el bien de la Iglesia Española, Catalana y de Barcelona, VAYASE A ROMA CON SU AMIGO EL PAPA FRANCISCO y dejenos tranquilos, que mal vamos con Usted.

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    1. El que tiene que irse bien lejos es ud.Sr.Anónimo de las 9,49h.
      Expresa una cierta desfachatez,falta de respeto, buscando no sé qué tranquilidad. Si va tan mal, ¡váyase Ud. Sr.Salvador!, nombre de pila y reordene su mentalidad tan poco respetuosa. Ud, el salvador, el " solucionador". No sea despectivo.

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  19. VIDA NUEVA, FUERZA NUEVA, pero de Iglesias

    Pues fíjese, señor anónimo de las 20:14, le he hecho caso, y he ido a los 15 mensajes de Omella en Vida Nueva (el único que se tiene en pie es el nº 1). Su lectura me ha servido para acabar de convencerme de que Omella es un trilero entrenadísimo. No le discutiré en absoluto la acción de la Iglesia en Cáritas y en Manos Unidas (lo cual no quita que el cristianismo de estas organizaciones sea lo más plurirreligioso que se pueda imaginar, con un amplísimo espacio para la Nueva Era; y sin crucifijo, por supuesto). Pero en lo de las misas con fieles, QUE LAS PROHIBIÓ ÉL en persona, es decir "el cardenal de Barcelona", según Vida Nueva, de eso no ha dicho lo que debía. Él como el papa y el gobierno (sea el que sea), nunca jamás se equivoca; nunca ha de pedir perdón (como no sea genérico y retórico) por ningún error concreto, por escandaloso que sea: como el de los miles de muertos provocados por el sectarismo de los gobiernos (8 de marzo y Perpiñán) y por la incuria y avaricia (sanitarios sin medios, mandados a la enfermedad y a la muerte). Nunca reconocer los errores (en muchos casos, auténticos crímenes). Pues igual Omella en sus 15 mensajes.

    ¡Ah!, y como Inés Arrimadas, forofo de la unidad a toda costa. Unidad del agua y del aceite, ¿por qué no? De la gasolina para apagar el fuego (el gran poder, todo lo puede). Sin olvidar nunca el gran principio inspirador de esa unidad, que es estar con el poder (mensaje nº 2).

    Lo que es de aurora boreal, es eso de que la represión de las fuerzas armadas entrando en la iglesia y suspendiendo misas es "anecdótico" y que no se debe insistir más en ello, pues ¡toma!, lo mismo que todos los crímenes: se deben perseguir no sólo los habituales (típicos en los abusos sexuales), sino también los "anecdóticos". Si uno viola sólo "anecdóticamente" no hay por qué dejarle hacer. ¿no cree, señor cardenal?

    Y en cuanto a la "renta mínima vital" en vez de emplear todos los recursos posible en salvar los millones de puestos de trabajo y los centenares de miles de microempresas que se ha cargado la pandemia y su desastrosa gestión, pues no; nada de esto. Omella, en intensa comunicación (auténtica comunión espiritual) con el gobierno, sobre todo con el papa Francisco y con el papa Iglesias, da ya por destruida la economía y prefiere centrarse en la muy venezolana y cubana "renta mínima vital" (si el papa está a favor, no será Omella quien se ponga no ya en contra, sino ni siquiera de lado), tan caritativa. Es que para gente tan caritativa como Francisco Omella Iglesias, es una bendición de Dios que ahora nos caigan (¿del cielo?) 6 millones más de pobres con los que ejercer nuestra sublime caridad filantrópica de la renta mínima. Toda una bendición (es el mensaje nº 5 de Omella)

    Oiga, se lo digo de verdad. No sé si usted tiene el gusto y el olfato atrofiados, o los tengo yo demasiado sensibles; pero si uno no está legañoso, leer esos maravillosos 15 mensajes de Omella es desolador. ¡Apesta! Seguro que es usted postridentino y adventista por lo menos del octavo día.

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  20. Totalmente de acuerdo con el autor del blog. La "separación Iglesia-Estado" que tanto reclamaban los progres en las últimas décadas, era esto: que el presidente de la "Asamblea" de Obispos le lama los zapatos al gobierno rojo-ateo de turno. ¿Dónde quedó lo de "dad a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César"? Se perdió hace 50 años.

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  21. 11/20, totalmente de acuerdo con usted.
    Yo solo le diría a ese señor: Mandee???!!!

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  22. Al Sr. Anónimo 8 de mayo de 2020, 10:35.
    Verdaderamente necesito, cada vez más, rezar ante Nuestro Señor Expuesto.
    O ante el Sagrario.
    Tengo dos impedimentos físicos. El primero que el templo está cerrado. En alguno, luce un folio escrito, con fecha 14 de marzo, que dice que “siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias” “y teniendo en cuenta la Nota de la Conferencia Episcopal Tarraconense, el Sr. Cardenal Arzobispo de Barcelona DISPONE:”… (siguen 6 apartados).
    Los dos primeros huelgan, ya que, por el 2º: “quedan suspendidas todas las celebraciones públicas de la eucaristía con participación de fieles”, lo que constituye un impedimento FÍSICO, que “per se”, hace automático el 1º que concede la dispensa del precepto dominical y de cualquier otra festividad.
    Dos aspectos notables del comunicado: “siguiendo las indicaciones de las autoridades sanitarias”. Y, “la Nota de ¡¡la Conferencia Episcopal Tarraconense!!, el Emmo. y Rvdmo. Sr.: Cardenal Arzobispo de Barcelona”, a la sazón Presidente de la CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA.
    Al final, el folio mencionado, nos remite a ver las retrasmisiones de la eucaristía dominical por: TV2 desde Sant Cugat; TV3; RNE: 9h o Radio Estel a las 19 desde la catedral de BCN.
    ¡Y yo, siguiendo la 13tv!
    Menos mal que la imposibilidad física, me dispensa también en este caso, pero vamos, aunque sólo apliquemos el punto 2181 del CIC.
    Uff, memos mal.
    No le envidio el que Vd. pueda prescindir de lo que a mí me cuesta. (Que le baste con la “oración” que hay en su corazón, y sepa que el Señor ya la está acogiendo).
    Sigo su mandato que me dice: “No utilice sin comillas la letra del Himno del Congreso Eucarístico Internacional de Barcelona. Respete al autor del texto.”
    (Era el XXXV, nada menos, corría el año del Señor, 1952, lo he cantado mucho en mi infancia, mucho y de rodillas. Igual me viene de ello la necesidad que Vd. me reprocha. Y respeto tanto o más que Vd. al Sr. D. José María Pemán, aquí le pongo comillas, para su tranquilidad, pero otra estrofa):
    “Como estás, mi Señor, en la Custodia,
    igual que la palmera que alegra el arenal,
    queremos que en el centro de la vida
    reine sobre las cosas tu ardiente caridad”

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  23. El inicio de todos estos abusos, que continuarán in crescendo, fue la absoluta indiferencia y connivencia del episcopado español ante la profanación de la Basílica de la Santa Cruz el Valle de los Caídos y de los restos mortales del Generalísimo Francisco Franco. A partir de ahí, todo es posible y continuará de mal en peor…

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