EN TIEMPOS DE CRISIS, CRISTO ABRE UNA CONSTRUCTORA
La afición edificativa es una pasión de la familia: ya el Padre –y estábamos únicamente en los inicios- mostró el conocer bien las reglar que dominan el abecedario de las construcciones. Él mismo, retratista incomparable, construyo lo inimaginable, la primera Creación de la Historia. Lo que el hombre hizo después de aquella semana no fue otra cosa que el tentativo de imitar el poder creador de su Dios: casas y caminos, tiendas y recorridos, trayectorias y esperanzas. Torres, tantas torres alzadas hacia el cielo: el deseo de competir y guerrear con Dios nunca se ha adormecido durante el curso de los siglos. Una empresa que hizo historia fue aquella ambientada en la llanura de Sennaar, en la porción de tierra próxima a Babel: los descendientes la conocieron como el lugar donde aconteció la más grande fallida empresarial de la historia de la humanidad. De aquel proyecto ambicioso y falaz, quedan restos en el polvo de aquella llanura: punto y aparte.
Después de la obra de Babel, otras obras fueron iniciadas por la sociedad humana: algunas conocieron un buen final, otras fracasaron, otras hicieron historia por haber sido trazos de un sueño megalómano y mal calculado. De un sueño pensado e imaginado sin levantar por un instante la vista hacia el cielo: un colosal error de perspectiva.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Párroco del Fondo de Santa Coloma de Gramenet
Hermosa reflexión sobre la Creación, en todas sus formas, y el Creador. Sobre el trabajo bien hecho. Sobre la teología del trabajo. Es Dios el primero que se remanga y se pone manos a la obra. Una obra bien hecha. Cuando esa obra, no obstante, se rebele contra su Maestro Cantero, vendra El a establecer una nueva Creación, la Salvación. Buen inicio de curso homilético, mosén. Gracias.
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