Aymar de vacaciones y en "Catalunya Cristiana" salen escritos interesantes (I)
La respuesta sin duda es sí. El Misal indica que los fieles que no se arrodillan realicen una inclinación profunda. ¡Qué belleza más grande! Los santos dones adorados por toda la asamblea ya sea con las rodillas dobladas, o con el cuerpo inclinado (veneremur cernui). Como gavillas dobladas por el viento del Espíritu. La cuestión no se plantea a nivel de rúbrica (¡Dios nos libre de los maniáticos de la rúbrica!), se plantea desde la fe eucarística. Hay que arrodillarse o inclinarse profundamente no porque esté mandado, sino porque el Señor está sacramentalmente allí, en la gloria y en la humildad de su Sacramento. No es una cuestión de rúbrica, sino de fe y de amor.
Cuando uno comprende con la percepción de la fe que el pan es el Cuerpo del Señor entregado por nosotros y el vino su Sangre Preciosa derramada por nosotros, entonces no le duele ni arrodillarse, ni inclinarse, ni lo que sea. Sabe que allí está el Señor entregado de una forma única e indivisible para cada uno. La plegaria eucarística no es una oración simplemente, es una acción (actio) en la que el Señor por el ministerio de la Iglesia, bajo la invocación del Espíritu Santo, actualiza la donación de la Cruz por nosotros. ¿Cómo no arrodillarse ante el Sacramento del Amor? ¿Cómo no arrodillarse ante cuyo Nombre se arrodillan el cielo y la tierra? (cf. Flp 2,10). ¿Quién puede acusar a los hermanos que lo hacen?
La adoración de la asamblea del misterio de la fe no manifiesta una religión de esclavos, ni empequeñece a la persona, sino al contrario le da la libertad más alta, ya que la abre al misterio infinito del Amor. Nadie puede recibir la Eucaristía, predicaba san Agustín, sin adorarla antes. Adorar aquí significa reconocer o discernir en el pan y el vino de la Eucaristía la presencia del Resucitado que se da a nosotros. Se nos comunica en cada Eucaristía su amor pascual, nos hace pasar de muerte a vida y nos introduce en la intimidad de la Trinidad. Cuando escuchamos las palabras de la consagración emergen desde nuestro profundo interior las palabras: «Señor mío y Dios mío» (Jn 20,28). El Espíritu Santo dicta dentro de nosotros el grito del discípulo amado: «¡Es el Señor!» (Jn 21,1ss).
Sin embargo, la adoración externa de la Eucaristía sería vana si no comprendemos que también sobre cada existencia marcada por el sufrimiento, por la pobreza y la marginación, el Señor también dice: «Esto es mi Cuerpo.» El cristiano, recibiendo la Eucaristía, se deja llevar por un dinamismo de amor sin fin. Allí realmente donde la Iglesia sale de sí misma para ir al mundo y comunicar el amor en el que ha sido amada. Lo hace sin ostentación ni demasiadas palabras, sino con obras (1 Jn 3,18). Cada cristiano o cristiana que ha recibido 1a Eucaristía tiene que irradiar a su alrededor un espacio luminoso de amor, de bondad, de delicadeza. Como un dejar rastro de la presencia del Señor. Es lo que dice Isaías: «Tu rectitud irá delante de ti y mi gloria te seguirá» (Is 58,8). Recordemos la predicación de san Juan Crisóstomo: «Si queréis honrar el cuerpo de Cristo, no lo despreciéis cuando está desnudo; no podéis honrar el cuerpo de Cristo con vestidos de seda si fuera del templo no honráis el cuerpo de Cristo que sufre por frío y desnudez» (Hom. In Matthaeum, 50,3).
Que nuestras celebraciones respiren paz, unidad, alegría, amor a los pobres. Que todos recibamos la Eucaristía, como decían nuestros antiguos devocionarios, «con el espíritu y el amor con que lo hicieron santa María y los santos».
Mn. Rafael Serra
Sacerdote del Arzobispado de Tarragona
*Escrito publicado en "Catalunya Cristiana" en su número 2076
ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES
ESCRITOS INTERESANTES
Comentarios recientes
Vistas de página en total
Formulario de contacto
Search
Correo Electrónico
omnesdicamus@gmail.com
MARPN
ResponderEliminarGracias, Señor. Por fin en Catalunya cristiana ( habría de poner católica), hay un escrito que sabe a poco. El arrodillarse durante la Consagración es un signo externo de FE y AMOR a Jesús Sacramentado. Por consiguiente, aquellos feligreses que tengan algún impedimento que les permita hacerlo, sí deberían hacer una inclinación de cuerpo en señal de Adoración. Pero claro, hay que creerse lo que está sucediendo en el Altar con las palabras del celebrante. Allí está el mismo Jesucristo bajo las especies del Pan y del Vino.
Acabaría con una sola palabra Mn Rafael: AMÉN. María Auxiliadora, que en Catalunya Católica vuelvan a escribir las personas que estén seguras de su Fe y la quieren transmitir. Que a Mn Aymar, dé la oportunidad de que puedan expresarse y hacer el bien.
Oh, ¿Y escrito en Catalunya Cristiana? Aymar, l'ull de l'amo engreixa el cavall; Qui té mossos i no els veu, es fa pobre i no s'ho creu...
ResponderEliminar¡Hay que estar a pie de cañon!
Una flor no fa maig!!!
ResponderEliminarLa fe y sus razones. Escrito para enmarcar.
ResponderEliminarAlgo más optimista que el anónimo de las 8:46
ResponderEliminarNi una flor hace mayo, ni un grano hace granero, pero menos da una piedra. Ese artículo en Cataluña Cristiana (efectivamente, ¿por qué no Católica?) puede ser un buen síntoma, quizás un globo sonda. A esperar reacciones. De momento, la de Gérminans exultante. Si por la novedad se agotan todos los ejemplares, será una buena señal.
Pero arrodillarse durante la consagración sería reconocer que el pan azimo y el vino mezclado con agua que hay en la mesa (que no altar, libreme Dios) es el cuerpo y la sangre de Cristo, presente en ambas especies, como Él mismo aseguró)
ResponderEliminar¿Vamos a separarnos de los hermanos separados por una cuestión de detalle?
Hasta ahora, esa desacralizacion se había llevado a cabo con la comunión en la mano.
Ya es hora que se quiten las caretas y reconozcamos, como hacen los librepensadores, los masones y los sionistas que la magia no existe, que los Reyes Magos son los padres...
...Y que al pan, pan; y vino, vino.
Pues así estamos (¡de mal!)
... "Que nuestras "celebraciones" (¿misas?) "respiren" (?) paz (??), unidad (???), alegría (????), amor a los pobres (?????)...
ResponderEliminar¿Odio a los ricos?, ¿ensimismamiento causado por la meditación?, ¿Tolerancia con el error?, ¿proces pujoles y persecución amarilla al diferente con lazo y todo?
¡Lo que uno tiene que oir, ver y callar en pleno 2.019 EC (y no DC, que somos multiculturales, multietnicos, multitreligiosos, sometidos al poder omnímodo, omnisciente y omnipresente del Marxismo Cultural y a su Santa Inquisición de los "políticamente correcto" ( léase: "Soros"))
A mi me parece que en vez de ir para delante, como se suele progresar, vamos cada vez más hacia atrás, como los cangrejos.
Totalmente de acuerdo con el Sr. Anónimo 17:10. Estamos retrocediendo y nos aproximamos al tiempo de Nerón. En estos momentos estamos en tiempos de Diocleciano!!!!
EliminarCuando CC hace algo mal, la culpa es de Aymar.
ResponderEliminarCuando CC hace algo bien, es que Aymar está de vacaciones.
Esto es retorcer las cosas, sres. del directorio floreal.
A ver si estando de vacaciones el jefe cambian el logo de la ESTRELLITA y ponen una CRUZ. A ver si en la revistilla , el "Talp" con labores de zapa hace bien su trabajo y vuelve a ser una revista cristiana como al principio, a ver.
ResponderEliminarEste blog se está convirtiendo en un poti-poti...
ResponderEliminarCasi todo depende de casi nada. Creo que si conseguimos arrodillarnos en la Consagración, van a cambiar muchas cosas... para bien.
ResponderEliminarNo es tan importante que esté el cuerpo de rodillas, en la Consagración, como que lo esté el corazón adorando la presencia del Señor. Y en cuanto a Mn. Aymar son Uds. muy injustos y les puedo decir bien claro y alto que "no lo conocen" ya que solo juzgan lo que ven pero como buenos cristianos deberían juzgar por lo que se deriva de sus actos, que son muchos y muy edificantes
ResponderEliminar