Corpus en Berga, lejos del centro de la población, año 2014 |
Eso es en realidad la fiesta del Corpus: salir a la calle a exhibir nuestra fe, nuestra alegría desconcertada, quizá ya no tan asombrada por el hábito, de tener a Dios con nosotros de esa forma tan increíblemente cercana: Dios como alimento, Dios como misterio de vida incorporándose a nuestra vida de esa forma tan corpórea. Lo increíble es que a lo largo de los siglos haya tomado tal envergadura una fiesta conceptualmente tan difícil de entender y asumir. Tal envergadura y tan enorme popularidad. No fue sólo la Iglesia la que se echó a la calle a celebrar el Corpus. Fue toda la sociedad, toda ella en todas sus manifestaciones: ahí tenemos las grandes celebraciones del Corpus repartidas por todo el mundo, y ahí tenemos, más próxima a nosotros, la Patúm de Berga como residuo laico y profano, casi como desecho de una de las más populares celebraciones del Corpus en Cataluña.
Àliga con estelada frente a la iglesia de Berga en la Patum |
Realmente el papa Urbano IV, al instituir esta celebración en 1264 tuvo una visión providencial. Es cierto que en el documento con el que instituyó esta fiesta, declara explícitamente que uno de los motivos que le indujeron a crearla, fue el de “confundir y refutar la hostilidad de los herejes”. Se instituyó en efecto como una solemnísima profesión de fe, como audacísima afirmación eucarística en un momento de fuerte contestación de este misterio, de insistente tendencia a reducirla a símbolo, como hicieron luego los protestantes. Quantum potes, tantum aude, que dice santo Tomás de Aquino en el Lauda Sion: atrévete a alabar al Dios Eucaristía con todas tus fuerzas, que aun así será insuficiente tu alabanza.
Hoy, con una Iglesia tan acomplejada, con movimientos de repliegue doctrinal y moral no menos peligrosos que las herejías a que hacía frente en el siglo XIII, también hoy se necesita la enorme audacia que tuvo el papa Urbano IV para salir a las calles y plazas a proclamar y exhibir con toda solemnidad el gran tesoro de la Eucaristía. Y no creo que sea más difícil hacerlo ante los descreídos que hacerlo ante los herejes. Algunos de los párrafos de la bula con que instituyó la fiesta del Corpus, son reveladores: la referencia al pecado original, núcleo de la antropología cristiana, es de enorme transparencia. Es que si no convertimos esa contraposición de los dos alimentos en núcleo de la doctrina católica, no dejamos de dar tumbos.
Se ha dado, pues, el Salvador como alimento; quiso que, de la misma forma que el hombre fue sepultado en la ruina por el alimento prohibido, volviera a vivir por un alimento bendito; cayó el hombre por el fruto de un árbol de muerte, resucita por un pan de vida. De aquel árbol pendía un alimento mortal, en éste halla un alimento de vida; aquel fruto trajo el mal, éste la curación; un apetito malvado hizo el mal, y un hambre diferente engendra el beneficio; llegó la medicina adonde había invadido la enfermedad; de donde partió la muerte vino la vida. De aquel primer alimento se dijo: «En el día en que comiereis de él moriréis»; del segundo se ha escrito: «Quien comiere de este pan vivirá eternamente».
Es un alimento que restaura y nutre verdaderamente, sacia en sumo grado no el cuerpo, sino el corazón; no la carne, sino el espíritu; no las vísceras, sino el alma. El hombre tenía necesidad de un alimento espiritual, y el Salvador misericordioso proveyó, con piadosa atención, al alimento del alma con el manjar mejor y más noble.
Lo sustancial de la Eucaristía, tal como nos la hace ver Urbano IV en esta bula, es que responde al hambre más profunda del hombre: es la misma hambre que tras empujarle al pecado que ha dejado marcada a la humanidad para siempre, sigue atormentándola; sin que haya encontrado con qué saciarla, y sobre todo con qué deshacerse de la inclinación al pecado que le dejó en el alma el primer alimento. Y he aquí que en la plenitud de los tiempos aparece el Panis Angelorum en que culmina el Lauda Sion, el pan de vida que se muestra como el único alimento espiritual capaz de salvarnos.
Las palabras finales de la bula, ¡tan vibrantes!, parecen un presagio de lo que llegará a ser la fiesta del Corpus: También establecemos que en el mismo día se reúnan a este fin en las iglesias devotas muchedumbres de fieles, con generosidad de afecto, y todo el clero, y el pueblo, gozosos entonen cantos de alabanza, que los labios y los corazones se llenen de santa alegría; cante la fe, tremole la esperanza, exulte la caridad; palpite la devoción, exulte la pureza; que los corazones sean sinceros; que todos se unan con ánimo diligente y pronta voluntad, ocupándose en preparar y celebrar esta fiesta. Y quiera el cielo que el fervor inflame las almas de todos los fieles en el servicio de Cristo, que por medio de esta fiesta y otras obras de bien, aumentando cada vez más sus méritos ante Dios, después de esta vida, se dé El mismo como premio a todos, pues para ellos se ofreció como alimento y como precio de rescate.
Como decía Benedicto XVI en una de sus homilías del Corpus, “Si, por ejemplo, en nombre de una fe secularizada y no necesitada ya de signos sacros, fuera abolida esta procesión ciudadana del Corpus Christi, el perfil espiritual de Roma resultaría «aplanado», y nuestra conciencia personal y comunitaria quedaría debilitada. El papa tiene más razón que un santo. Por eso es tan reconfortante ver cómo a pesar de tanto laicismo, a pesar de tan gran enflaquecimiento de la fe, la fiesta del Corpus no ha muerto ni mucho menos, y todavía siguen celebrándose en muchas ciudades del mundo imponentes procesiones del Corpus.
Cesáreo Marítimo
"Hoy, con una Iglesia tan acomplejada, con movimientos de repliegue doctrinal y moral no menos peligrosos que las herejías a que hacía frente en el siglo XIII, también hoy se necesita la enorme audacia que tuvo el papa Urbano IV para salir a las calles y plazas a proclamar y exhibir con toda solemnidad el gran tesoro de la Eucaristía."
ResponderEliminar1. Yo soy el pan vivo bajado del cielo, si uno come de este pan, vivirá para siempre
A sensu contrario: si uno come sacrílegamente de este pan, morirá para siempre
2. Sacrilegio
Qué es
- Sacrilegio: profanar o tratar indignamente los sacramentos y las otras acciones litúrgicas, así como las personas, las cosas y los lugares consagrados a Dios. El sacrilegio es un pecado grave, sobre todo cuando es cometido contra la Eucaristía, pues en este sacramento el Cuerpo de Cristo se nos hace presente substancialmente (CIC 2120)
a) Como delito
- Quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleva o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica; el clérigo puede ser castigado además con otra pena, sin excluir la expulsión del estado clerical. (CDC 1367)
- Quien profana una cosa sagrada, mueble o inmueble, debe ser castigado con una pena justa. (CIC 1376)
b) Hacer mal contra Jesús-Eucaristía causa la muerte y la enfermedad
Algunos de los males espirituales (apostasía, falta de vocaciones y participación de los laicos, abortos, división política) y físicos-psíquicos que afligen hoy día a la Iglesia y al mundo, tienen su origen en el sacrilegio eucarístico, y dichos males son una disciplina enviada por Dios como juicio divino medicinal y correctivo, siendo un castigo contra un mal hacia Jesús-Eucaristía, que es tomarlo en pecado mortal.
c) Consideraciones
La retribución del mal en forma grave y creciente (debilidad, enfermedad, muerte) indica que el malvado es libre y responsable, capaz, con inteligencia y voluntad de hacer el mal, sea laico o consagrado. Quien juzga, condena y ejecuta el castigo (muerte, enfermedad o debilidad) es Dios, y sus ejecutores son los ángeles por orden, los demonios por permisión y las causas segundas (enfermedad), de la que Dios es Causa Primera.
Éste castigo grave, muy grave y gravísimo (debilidad, enfermedad, muerte) son un acto de Misericordia de Dios y un acto de la Ira de Dios, igual que el castigo de la excomunión o de cualquier otra censura, porque su finalidad es evitar, mediante la conversión del pecador, el castigo eterno (ser condenados con el mundo).
Aquel que niegue que Dios puede castigar con cualquier mal a quien comulgue en pecado mortal, sea persona o comunidad, porque considera que va contra la Misericordia de Dios, y niega la Ira de Dios, entonces está apartado de la plena comunión visible de la Iglesia, al negar o poner en duda una verdad divina: que la comunión sacrílega sí tiene algún tipo de castigo ya en la tierra, y que la comunión sacrílega nunca queda impune, siempre está castigada, sea en la tierra, sea en el cielo.
d) Fuente
I Corintios 11, 27-32:
27 Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor [= Jesús-Eucaristía mismo en persona] "indignamente", tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor.
28 Que cada uno se examine a sí mismo antes de comer este pan y beber esta copa
29 porque si come y bebe sin discernir el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia condenación.
[A sensu contrario: si come y bebe discerniendo el Cuerpo del Señor, come y bebe su propia salvación]
30 Por eso, entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos los que han muerto (tres grados de castigo de menos a más: debilidad, enfermedad y muerte)
[A sensu contrario: comer y beber con discernimiento, trae el premio de las bendiciones divinas sobre personas y comunidades]
31 Si nos examináramos a nosotros mismos, no seríamos condenados.
32 Pero el Señor nos juzga y nos corrige (castigo temporal) para que no seamos condenados con el mundo (castigo eterno).
A Comunión sacrílega 2:47.
Eliminar¿Quién le ha nombrado juez de sus hermanos? Porque el que comulga sacrílegamente (según su criterio)¿sigue siendo su hermano, verdad?
Suelo aplicarme a mí mismo la medicina. Aplico 28: primero examinarse a sí mismo.
Sus "a sensu contrario" son auténticos sofismas.
Es obligatorio hacer juicios sobre los hermanos si han hecho el mal. Existe el derecho penal y administrativo sancionador canónico. Hay que tener en cuenta la Ira de Dios, el Castigo de Dios y el Temor a Dios.
Eliminar"Àliga con estelada frente a la iglesia de Berga en la Patum"
ResponderEliminar¡Horror, la estelada marxista-comunista, anticapitalista y antiburguesa!
1. La ESTELADA AZUL o Bandera de Ballester de 1918: es la clásica, su creador fue Vicenç Albert Ballester, activista que se inspiró en las banderas de Cuba y Puerto Rico. Se trataba de una alusión al desastre del 98, tras el que España perdió sus colonias.
Fue la segunda versión, ya que la primera versión fue de 1908, la ESTELADA DEL CAIRÓ, pues tenía un "cairó" o baldosa cuadrada (escut caironat), en el centro de la bandera, de fondo azul y estrella blanca, pues el "cairó" es un escudo de armas típicamente municipalista catalán, según la heráldica catalana.
- Es de inspiración masónica, pues las banderas de Cuba y Puerto Rico lo son, como mínimo, por el triángulo.
- Se la conoce como "la cubana", aunque en realidad debería de ser "la portorriqueña", pues es copia directa
- La bandera estelada simboliza la hermandad en la lucha revolucionaria con el pueblo cubano y el puertorriqueño. El grupo de separatistas puertorriqueños que adoptaron el diseño de la bandera como emblema de su grupo, la Sección de Puerto Rico, estaba asociada a los separatistas cubanos que luchaban con idénticos ideales bajo el Partido Revolucionario Cubano. Se dice que la bandera portorriqueña fue izada por primera vez durante La Intentona de Yauco en el 1897, cuando aún estaba Puerto Rico bajo dominio español.
- Es una bandera de guerra, división y separación, y tiene una maldición demoníaca: sus adoradores nunca descansarán hasta que no tengan los Países Catalanes, lo que implica luchar contra España y Francia... va para largo, pues...
- Lucha contra la Cataluña bilíngüe, binacional, hispánica, católica y monárquica, va a favor de una Cataluña monolíngüe, uninacional, de los Països Catalans, antiespañola, anticatólica y republicana.
- Es una bandera derechista, pues es azul y blanco, del liberalismo capitalista conservador burgués catalán, pues fue asumida por Mas para iniciar su mesiánico retorno a Ítaca amb il.lusió.
"¡Visca la nostra República de l'ordre i del capital!"
2. ESTELADA ROJA. Aparece en la década de 1970. Es izquierdista, amarillo y rojo, antiburguesa, pues tiene la estrella roja y el triángulo amarillo, a diferencia de la burguesa estelada azul: estrella blanca, triángulo azul.
Fue promovida por el Partit Socialista d’Alliberament Nacional, PSAN, y la actual es la segunda versión, porque su primera versión tenía el triángulo de color blanco.
Se suele relacionar con la defensa de un Estado independiente y socialista, marxista-comunista, comunitarista, colectivista, izquierdista, antiespañol, anticatólico, antimonárquico, anticonservador, antiburgués, antiliberal, anticentrista y anticapitalista.
¡Es la que usa la CUP en su logo!
"¡Visca els Països Catalans socialistes,
visca la República anticapitalista!"
Oportuna y documentada exposición de la instauración de la Fiesta del Corpus. Dos palabras usa de preferencia el Señor para los suyos: amigos y testigos. Ambos concatenados. El testigo es el que da expresión a la amistad, a la fidelidad. Demasiado replegados en nosotros mismos, nos falta pulso, nos falta dar un paso adelante. Cuántas omisiones por miedo, por el qué dirán. Ser testigos del misterio central del Cristianismo a tiempo y a destiempo.
ResponderEliminarhttps://www.periodistadigital.com/cultura/religion/20190619/cardenal-barcelona-juan-jose-omella-imputado-falsedad-documental-agravante-noticia-689403894298/
ResponderEliminarAcabo de leer la noticia publicada en Periodista digital acerca de la querella contra el cardenal arzobispo de Barcelona presentada por el sacerdote Miguel Ángel Barco. Me he quedado sin palabras y con la sensación de que las curias del Arzobispado de Barcelona, de Zaragoza y la Congregación del Clero de Roma es lo más parecido a la mafia siciliana. Hace unos meses en todas las parroquias, congregaciones religiosas iglesias, centros de culto, etc. etc. de Barcelona se recibió una comunicación del Arzobispado advirtiendo que el sacerdote Miguel Ángel Barco estaba reducido al estado laical y no podía celebrar. Se le cerraron todas las puertas.
En este asunto, las irregularidades en el Arzobispado de Barcelona han sido monumentales:
Al sacerdote jamás le fueron presentadas por escrito las acusaciones. Las oyó de boca del cardenal Omella quien se negó a dárselas. Eran acusaciones anónimas que habían hecho terceras personas sobre una supuesta paternidad, acusación absolutamente falsa por cuanto en el Arzobispado de Alcalá de Henares (la diócesis del sacerdote) consta un acta notarial de los auténticos padres con la prueba de paternidad positiva efectuada al padre.
El abogado del sacerdote aportó al arzobispado un escrito exculpatorio para hacerlo llegar a la Congregación del Clero. No consta que hubiera llegado a su destino.
No se practicó a don Miguel Ángel Blanco el preceptivo interrogatorio ante notario o vicario judicial, ni se ha presentado ninguna prueba.
El cardenal Omella en 2017 llamó al sacerdote y le leyó una carta en la que se le comunicaba su dimisión del estado clerical que el sacerdote se negó a firmar. En ella no se indicaba la causa ni la eventual refutación de su defensa pero se especificaba que no cabía recurso alguno.
El cardenal Omella y su vicario judicial, el Dr. Santiago Bueno, fueron informados de todas las irregularidades que ellos mismos reconocieron.
Los documentos recibidos de la Congregación del Clero contra Miguel Ángel Barco iban dirigidos a la diócesis de Alcalá por lo tanto el cardenal Omella, que no es el ordinario, no tenía jurisdicción para tramitar la documentación y actuar contra el sacerdote. Todos los trámites fueron seguidos entre el Prefecto de la Congregación del Clero, Beniamino Stella, y el cardenal Omella ninguneando al ordinario del sacerdote, el obispo de Alcalá.
El documento de dimisión leído por el cardenal Omella al sacerdote y del que le dio una copia, carecía de firmas actuando la Congregación en nombre propio cuando sólo el Papa puede imponer la pena de dimisión.
En el fondo de todo esto, el odio cainita de Omella a Ureña, de quien el sacerdote fue secretario, y el hecho de que Miguel Ángel Blanco en algunas ocasiones había celebrado en la llamada forma extraordinaria del Misal Romano.
El vicario judicial, Santiago Bueno, ¿no se da cuenta de que esta chapuza no tiene por dónde cogerse? ¿No es doctor en Derecho? Sólo se me ocurren dos posibilidades: o sus conocimientos del Derecho son muy limitados o su soberbia le hace creer que puede actuar sin límites de ninguna clase. O sea, se pasan el día hablando de sinodalidad pero actúan como auténticos sátrapas.
¿Dónde queda la rectitud de intención que cabría esperar de las autoridades eclesiásticas? El día de Corpus, día de la Caridad, el cardenal Omella ¿tendrá la cara de salir en procesión, detrás de la Custodia por las calles de Barcelona? ¡Qué vergüenza!
Mossèn Marc Majà en la foto, rector de Berga, una maravilla de sacerdote, joven, listo, poliglota, músico.. piadoso. Qué burros son los jóvenes de hoy, son ninis, cuando podrían ser curas estupendos, pero claro, les falta la fe y no saben que el cura salva del infierno muchas almas. Y la culpa la tienen los curas progres que no quieren hablar del tema.
ResponderEliminarLos progres irán al infierno por no hablar del infierno en el que no creen. Por una eternidad de tormentos sin fin, lo digo por amor no por odio ni por gusto. Santa Faustina vio en el infierno a muchos que no creían en él. Y lo malo es que aquí el tiempo sí se acaba pronto. En la red ya aparecen muchas experiencias post mortem del infierno. Es horrible.
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