Había sólo banderas de un signo (de un bando), exhibidas soberbiamente hasta en los campanarios; tenían el derecho a bandera en régimen de monopolio: en la sociedad civil y lamentablemente, también en la Iglesia. Para el poder, tanto civil como eclesiástico, sólo había un bando: el de los independentistas. El bando que se autodenomina “Poble Català”. Y el poder, tanto el autonómico-separatista catalán como el español, es decir la soberanía, giraba en torno a este único sujeto, el Poble català, tan bien defendido por el poder autonómico de Cataluña (con el beneplácito del poder central de España).
Pero resulta que ese sujeto único que enarbola la bandera estrellada, lo tenía identificado el poder eclesiástico de Cataluña como el Poble de Déu, contando con la aquiescencia del poder eclesiástico de España, es decir de la Conferencia Episcopal Española. Como ahí estaba el Poble Català dando la matraca con sus derechos, todos se desvivían por atender al único sujeto, el único, que se venía movilizando durante decenios en defensa de esos derechos. Todos los políticos y toda la jerarquía eclesiástica con flores a porfía.
Pero he aquí que ha aparecido un nuevo actor en la escena. Se sabía de su existencia: hasta los obispos y los curas de Cataluña sospechaban, sólo sospechaban que además del Poble Català, con su bandera separatista y separadora, había más Pueblo de Dios. Lo que ocurre es que a esta cara oculta del pueblo no le había llegado todavía la luz del sol. Y resulta que tal como sospechábamos, esta parte oculta del Pueblo de Dios, ignorada primero por la Iglesia y luego por la política, no es tan sólo un apéndice del único sujeto que reconocen en Cataluña la Iglesia y los políticos, sino que resulta tener una enorme entidad. Y, ¡qué horror!, hasta una bandera. Esa es la realidad: tenemos dos sujetos, cada uno con su bandera y con sus valedores, más o menos fiables. Lo de las distintas banderas se ha convertido en el fenómeno más significativo y en el indicio clarísimo de que en muy poco tiempo se ha movido seriamente la correlación de fuerzas. 
Entre los más eximios valedores de la bandera independentista está la Iglesia (no se sabe si sólo la catalana o también la española y la universal), que no sólo la exhibe no se sabe si con orgullo o con qué clase de sentimientos en sus campanarios, en sus publicaciones, en sus escritos y en sus posicionamientos; no sólo la exhibe sino que además la defiende a ultranza como única bandera legítima no sólo para Cataluña, sino también para la Iglesia. Dan fe de ello la NOTA independentista de la totalidad de los obispos de Cataluña, el manifiesto de los 400 curas y el silencio (o su equivalente: la intervención políticamente correcta) del resto de la Iglesia. Ésa es la triste apariencia: la Iglesia de Cataluña, en su inmensa mayoría sólo reconoce a un sujeto de sus desvelos: el Poble de Catalunya (el amo), que es la otra denominación del Poble de Déu.
Se ha convertido en un jeroglífico inextricable lo que esos obispos y esos curas tienen que decir de la otra bandera y de los fieles que se acogen a ella, que para colmo son algo más de la mitad de toda la población de Cataluña y bastante bastante más de la mitad de todos los fieles de la demarcación de la Conferencia Episcopal Tarraconense.
Y como resulta que la nación, el territorio y el país son propiedad del soberano, igual que antes del surgimiento de las democracias, tenemos un serio conflicto que puede terminar en secesión, es decir en partición del pueblo en dos: el soberano y el súbdito. Porque el caso de Cataluña, como el del pueblo vasco, es muy singular. La soberanía reside en el soberano, es decir en el Pueblo Soberano, que no es otro que el pueblo Catalán; que no se puede confundir de ningún modo (¡abstente de cometer semejante sacrilegio!) con la población de Cataluña.
Ocurre que en Francia, el Pueblo Soberano es la población de Francia; y en España, el Pueblo Soberano es la población de España. Pero en Cataluña eso no es así. No es igual, ¡ni de lejos!, la población de Cataluña que el Pueblo Catalán. Son entidades y realidades que no se pueden confundir de ningún modo. Bendecido además profusamente por la Iglesia. Todo aparentemente en orden. Pero sólo aparentemente. Porque no es lo mismo ser Pueblo Catalán que pueblo francés o pueblo español. La categoría de “Pueblo” es distinta, es especial, tiene un aura sagrada cuando hablamos del Pueblo Catalán, al que llevan bajo palio los curas y obispos de Cataluña, deslumbrados por esa aura sagrada a la que son incapaces de resistirse.
Tal como ser Pueblo Catalán es ser Soberano auténtico (es decir el que está por encima; y para estar por encima, se necesita que alguien esté por debajo), no es lo mismo, ni de lejos, ser pueblo español o pueblo francés. Tanto éste como aquél, están formados por la totalidad de los habitantes-residentesfijos-contribuyentes de los respectivos países y son todos iguales. Cada francés es tan soberano como los demás franceses: por eso todos tienen los mismos derechos y deberes; y cada español es tan soberano como los demás españoles: hasta que nos tropezamos con el Pueblo Vasco y con el Pueblo Catalán. Ahí la soberanía es auténtica: el soberano está por encima de los demás y tiene prerrogativas de las que no gozan los demás. Ecclesia Cataláunica dixit, et Ecclesia Cathólica tacuit.
En Cataluña y en el país Vasco ocurre respecto a la adscripción ideológica (y por tanto a la condición de ciudadano de pleno derecho), exactamente lo mismo que en los países de régimen político-religioso islámico. Para ser considerado un muslim de verdad (o un legítimo miembro del Pueblo Catalán, que viene a ser lo mismo), es decir un sometido (a la voluntad de Alá), hay que someterse totalmente a la sharia. De lo contrario estás en el bando de los infieles, de los legítimamente súbditos del Pueblo Catalán.
Por centrar las prerrogativas en el conflicto de la lengua, donde las ha centrado con tanta obsesión la Iglesia catalana, es evidente que el Pueblo Catalán, tanto en la Iglesia como en la política, goza de prerrogativas, o digamos más bien de escandalosas ventajas que, en muchísimos casos, se convierten en abusos totalmente gratuitos. Ahí en la iglesia es donde se hace más notoria y escandalosa la Soberanía del Pueblo Catalán sobre los que no son más que meros habitantes de Cataluña que, al ser pueblo español, como podían ser pueblo marroquí, no han sentido la necesidad de ceder a las presiones de todo tipo empezando por la escuela y siguiendo por la Iglesia, para convertirse en Pueblo Catalán.
La división eclesiástica del Pueblo Catalán, en efecto, tirando de su alta prerrogativa de soberano, ha expulsado de la Iglesia a los que no han tenido la capacidad o la voluntad de someterse a la sharia lingüística. Cuando atendemos a la intensidad de la imposición y al porcentaje de devotamente servidos en el plano lingüístico por una parte, y al de los violentados lingüísticamente hasta provocar incluso su expulsión, nos damos cuenta de que la sharia en los estados islámicos no es de ningún modo más severa. Es decir que en el tema lingüístico, la totalidad de los obispos y la mayor parte del clero catalán se han comportado como auténticos talibanes.
Es evidente que estamos en un Estado en que el poder se ejerce de manera que no todos podamos gozar de los mismos derechos ni estemos sometidos a los mismos deberes. En la letra de la Constitución sí; pero en el ejercicio del poder, el fuerte impone su voluntad al débil, diga lo que diga la Constitución. En algunas regiones de España, sólo algunos privilegiados pueden estudiar en su lengua materna, que es la de más fácil aprendizaje. Los que son Pueblo Catalán, por ejemplo, pueden todos ellos estudiar en su lengua materna; no así los que no son Pueblo Catalán. El precio que pagan por ello los súbditos del Pueblo Catalán es elevadísimo: el doble de fracaso escolar, con todo lo que eso lleva a rastras en las futuras condiciones sociales y laborales de estos pobres súbditos.
La pregunta del millón: ¿qué piensa hacer la Iglesia de/en Cataluña, y qué piensa hacer la Conferencia Episcopal Española ante esta nueva realidad de la clara distinción entre los habitantes de Cataluña (súbditos) y el Pueblo de Cataluña (soberano)? Es que antes de esta eclosión provocada por el independentismo, puesto que los súbditos del Pueblo Catalán no se habían dejado ver ni habían mostrado su bandera, parecía que no existían. Pero una vez descubierta su existencia, ¿se pondrá la Iglesia una vez más al lado del soberano, es decir del poder? ¿Seguirá machacando a la población catalana súbdita del Pueblo Catalán, hasta que sea ésta la que exija irse o separarse de esa Cataluña?
Y una pregunta más, la del billón: ¿Presionará esa población oprimida para que se debata también en España la Ley de Claridad que se debatió en Canadá? El principio de ese debate es muy elemental y lo entienden hasta los que más sufren el fracaso escolar: si Canadá es divisible en provincias, ¿por qué no iba a serlo Quebec, de manera que las provincias puedan dividirse en comarcas y ciudades? Si hay derecho a decidir, ese derecho es universal; no del que digan los talibanes. Y si España se puede dividir, ¿por qué ley sagrada no va a poder dividirse Cataluña? ¿Dónde está el mandato divino en el que se define quiénes forman el Pueblo Catalán y la Nación sagrada de Cataluña? ¿Acaso los tarraconenses, los leridanos o los reusenses no pueden ser Nación? ¿Por mandato divino? Si se puede partir una nación, se pueden partir todas: incluidas las resultantes de la partición. Y además, para ir por faena y simplificar, en el mismo proceso de partición.
He ahí pues, que el riesgo de secesión amenaza también a Cataluña antes incluso de secesionarse ella; porque el estado de ánimo y de opinión de la mayor parte de la población de Cataluña es tal, que el alocado clamor por la independencia puede tener un violento efecto de retroceso. ¿Alguien tiene una respuesta coherente? ¿La Iglesia?
Virtelius Temererius
JESUCRISTO ha sido expulsado de muchas parroquias por el diosecito de la cubana.
ResponderEliminarNo nos desesperemos siempre nos queda el Rosario. Maria es la tabla de salvación.
Quim Marcos, o quien quiera, hacedme el favor de explicarme un poquito más la expresión "diocesito de la cubana" o "iglesia o parroquia a la cubana", porque no entiendo exactamente, aunque parece tan elemental no tengo mucha idea.
EliminarMediante el Real Decreto de 23 de enero de 1936, Don Alfonso Carlos establecía la Regencia con las siguientes precisiones:
Eliminar«Tanto el Regente en sus cometidos como las circunstancias y aceptación de Mi sucesor, deben sujetarse respetándoles intangibles a los fundamentos de la legitimidad española, a saber:
I.- La Religión católica, apostólica, romana con la unidad y consecuencias jurídicas con que fue amada y servida tradicionalmente en Nuestros Reinos.
II.- La constitución natural y orgánica de los Estados y cuerpos de la sociedad tradicional.
III.- La federación histórica de las distintas regiones y sus fueros y libertades, integrantes de la unidad de la Patria española.
IV.- La auténtica monarquía tradicional, legítima de origen y ejercicio.
V.- Los principios y espíritu y, en cuanto sea prácticamente posible, el mismo Estado de derecho y legislativo anterior al mal llamado Derecho Nuevo».
La estelada es una bandera:
Eliminar- masónica
- de guerra
- de facciosos
- pancatalanista
- republicana
...
1. La estelada es una copia de la cubana y la puertorriqueña.
Las banderas de Cuba y Puerto Rico tienen a su vez el origen en la masonería:
cristianosbiblicos.wordpress.com/2013/10/13/simbolos-ocultos-masonicos-en-la-bandera-de-puerto-rico-y-cuba
...
2. La estelada es, además, una bandera de guerra, de combate, insurrección y rebelión: es luciferina.
Sólo se arriará cuando NO SÓLO se obtenga la independencia de Cataluña, sino la de los Países Catalanes.
...
3. La estelada es una bandera de facciones independentistas (estelada azul, roja, amarilla), de la misma manera que hay también diferentes banderas en Puerto Rico según las facciones politicas:
En Puerto Rico hay tres banderas ideológicas según el azul del triángulo:
- azul EEUU de los unionistas
- azul Cuba del oficialismo
- azul ONU de los independentistas
www.primerahora.com/noticias/puerto-rico/nota/labanderapuertorriquenatienetresversiones-315867
...
4. Es una bandera que también reclama los Países Catalanes: Valencia, Aragón, Baleares, Cataluña Norte.
...
5. Es una bandera republicana, antimonárquica y antiespañola, contraria a la tradición catalana, de imposición del diseño satánico de la sociedad: cultura de la muerte, de la ideología relativista y de género.
...
Más sobre la estelada:
La estelada catalana la inventó Vicenç Albert Ballester i Camps, y evolucionó del diseño romboidal de 1904 al triangular en 1918.
Es la que adoptó Mas en la primera Diada independentista del 2012, pues el azul simboliza la derecha conservadora, y evita las connotaciones marxistas de la estelada amarilla y roja.
La estelada, tanto azul, roja o amarilla, no debería de ponerse en ningún templo, iglesia, monasterio o espacio católico: es masónica, de guerra, facciosa, antimonárquica y antiespañola.
La estelada es copia y parásita. Es una copia de la bandera cubana y de Puerto Rico. Es una bandera parásita, pues sobre la señal real aragonesa, se imprimió el triángulo y la estrella de la bandera cubana, que es masónica.
La bandera cubana sí es de reconocido origen masónico:
funespa2010.blogspot.com.es/2013/11/sobre-el-linaje-masonico-de-las.html
"... López [líder cubano], que era francmasón... optó por el triángulo equilátero, que simboliza la grandeza del poder que asiste al Gran Arquitecto del Universo y cuyos lados iguales aluden a la divisa masónica de libertad, igualdad, fraternidad y a la división tripartita del poder democrático. La estrella de cinco puntas significa la perfección del maestro masón: la fuerza, la belleza, la sabiduría, la virtud y la caridad..."
...
Sobre la bandera y escudo de Puerto Rico:
Curiosamente, mientras la bandera de Puerto Rico es masónica, el escudo es el único de toda la América española que ha conservado sus orígenes católicos.
El escudo de armas de Puerto Rico es el Cordero Místico Apocalíptico, y su lema es "Joannes Est Nomen Ejus".
En Puerto Rico, además, se ha dado la aparición-visitación mariana más espectacular: las Apariciones de la Santa Montaña.
www.youtube.com/watch?v=MURjWky1NEA
www.youtube.com/watch?v=32Z3KaaXmsw
Anónimo de las 8,55.
EliminarPor cubanita se entiende la bandera cuatribarrada de la Corona de Aragón, incrustada por un triángulo en el que va inserta una estrella masónica de cinco puntas.
La llaman cubana o cubanita porque su forma es similar a la bandera de Cuba.
Anonimo de las 8.55 simple sustitucion
Eliminardel SANTISIMO por el dios "pruces al no res" con la cubana (bandera tipo masonico) o tejana en lugar de la Cruz.
En las fotos del encabecimiento tiene varios ejemplos.
Pues, empezando por el final, desgraciadamente hay que decir una vez más que la Iglesia no tiene la respuesta coherente, porque estamos cansados e decir aquí que la Iglesia de Catalunya, Española y Central de Roma, están perdidas al respecto.
ResponderEliminarA lo más que llegan es al silencio, sea por prudencia, por precaución o por sagacidad.
Que hablen los demás. Yo llego hasta aquí, el primero, posiblemente.
Estoy completamente de acuerdo. Lamentablemente esto no se limita a la valoración moral del nacionalismo secesionista catalán. Si hay una clamorosa dejación de la función episcopal en la disciplina interna de la Iglesia, cómo esperamos que ésta emita juicios claros sobre aspectos morales en cuestión en la sociedad.
EliminarNo es tiempo de palabras. No es tiempo de evangelización. No es tiempo de las obras de misericordia corporales. Es tiempo de dar testimonio. Si la jerarquía y el Magisterio de la Iglesia no se convierten y andan resueltamente por el camino de la penitencia, ofreciendo la Iglesia como una tabla de salvación segura en el naufragio de la vida y de este mundo convulso, se convertirá en una suerte de ONG, agencia internacional tipo ONU o algo peor. Algunos eclesiásticos en los que se apoya Francisco es la que desean ardientemente y por lo que trabajan.
Pues veremos una Iglesia pro155 y anti155, como hay una Iglesia a favor de España o a favor de la separación y el pancatalanismo.
EliminarY además, existe un problema muy grave, que es el hecho de la ilegalización de partidos, el boicot de las elecciones, o cualquier otra reacción que se le ocurra al separatismo...
Por eso es necesario rezar y orar a Jesús para que salve a Cataluña.
"Estoy completamente de acuerdo. Lamentablemente esto no se limita a la valoración moral del nacionalismo secesionista catalán. Si hay una clamorosa dejación de la función episcopal en la disciplina interna de la Iglesia, cómo esperamos que ésta emita juicios claros sobre aspectos morales en cuestión en la sociedad."
EliminarLo suscribo.
Remarco "dejación" episcopal en todos sus aspectos: moral, fideístico y litúrgico, bíblico, espiritual y catequético.
Recemos a Jesús, pues la Iglesia catalana carece de obispos con autoridad, y está en cisma de facto.
A día de hoy, significativamente, han desaparecido los obispos, ababes y priores que tanto ruido hicieron desde el 1-O: posible indicación de Roma, "a callar".
Sólo hace falta que añada "a evangelizar".
En Cataluña, tanto en Catdisney como en Esglésiadisney o Tarracodisney, nunca hay aburrimiento, todo es alegría...
Es urgente que tanto la CET como Francisco prohiban canónicamente la politización de las iglesias y monasterios, ya.
ResponderEliminarDurante más de 30 años, ni el PSOE, ni mucho menos el PP, se han atrevido a sacar a la Iglesia del Estado y despojarle de los variados y suculentos privilegios de que goza en España. ¿Variará el escenario con las nuevas fuerzas que irrumpen en el panorama político español?...Pues ya podría avanzarse una respuesta, a partir de sus afirmaciones: Ciudadanos apenas presenta novedades a la situación actual...mientras que Podemos es el único que estaría dispuesto a intentarlo...
EliminarCiudadanos, como siempre, se mueve en la ambigüedad y con un lenguaje engañoso, en donde sienta las bases para poder "decir "digo" en donde he dicho "Diego". Así, por ejemplo, se afirma lo siguiente:
1º) Ciudadanos dice sentirse “bastante cómodo” con el modelo que rige las relaciones del Estado con la Iglesia católica...para, más tarde, intentar "engañar" al personal, con un “salvo por algún privilegio económico concreto”.
2) Para Ciudadanos, en la actualidad no hay problemaa alguno con el modelo vigente que lleve a pensar que “hay un abuso por parte de la Iglesia”.
3º) En conclusión, Ciudadanos, no revisará los acuerdos que regulan la relación del Estado con el Vaticano....
Y de esa forma, todo seguiría como antes....Y yo me atrevo afirmar que: "para ese viaje no harían falta tales alforjas"...
Y es que, según Ciudadanos , un Estado aconfesional con una Constitución que reconoce que existe “una mayoría amplia de ciudadanos que tienen una confesión religiosa” le parece “un buen formato”....Solo propone revisar la exención del pago del IBI...aunque no ha presentado propuestas concretas.....que ya habrá tiempo de dar marcha atrás...
En relación con el tema de la Religión en las Escuelas, Ciudadanos defiende “una escuela pública laica” y propone, en lugar de la actual materia optativa de religión católica, una asignatura específica sobre la historia de las religiones “... ¿Una escuela pública "laica" en un Estado meramente aconfesinal?... No será otra tomadura de pelo, otro engaño más de lenguaje al que nos tiene acostumbrados el bipartidismo durante todos éstos años?
El Código de Derecho Canónico (Codex Iuris Canonici) de la Santa Sede expresa las leyes y reglamentos aprobados por la autoridad eclesiástica, para que el gobierno de la Iglesia Católica y sus miembros.
EliminarEn la Iglesia de Roma, estas leyes se derivan de autoridad formal y la promulgación de la Papa, que, como Sumo Pontífice posee la totalidad del poder legislativo, ejecutivo y judicial en su persona.
La ley canónica es la ley de la Iglesia. El Código de Derecho Canónico es la compilación oficial de leyes de la Iglesia Católica. La palabra "canon" procede del griego: "regla" y se refiere a una ley eclesiástica. La ley canónica trata sobre toda materia que se refiera a la misión de la Iglesia y a las relaciones entre personas en la misma. Por ejemplo: normas para la celebración de los sacramentos y la liturgia, la organización de la vida religiosa, las obligaciones y derechos de los fieles, la administración de las propiedades de la Iglesia, etc.
EliminarLas leyes de la Iglesia encuentran su fundamento pero no son lo mismo que la ley moral o la doctrina. Parte de la ley canónica trata de cuestiones disciplinarias que pueden cambiar y han cambiado en el curso de la historia. Otras leyes no pueden cambiar porque proceden de la ley natural (se puede descubrir por la razón en el orden de la creación) o la ley divina positiva (revelación).
La ley canónica cubre tanto leyes universales (para todo católico de rito romano) y leyes particulares a una región (diócesis) o a un grupo específico (religiosos, laicos, etc.). Hay un Código para las Iglesias Orientales (en plena comunión con Roma) que se promulgó en 1990. Las leyes particulares no pueden contradecir las universales y deben promulgarse por una autoridad eclesiástica competente según la leyes que gobiernan al grupo a que se aplica.
La autoridad suprema de la Iglesia (el colegio de obispos con la cabeza del colegio, el Papa, o el Papa solo) es la única autorizada para promulgar o modificar la ley canónica.
La ley en vigencia sigue a dos anteriores: El decreto de Graciano, compilada por el monje italiano Camaldolense, Graciano en el año 1140 A.D. y el Código de Derecho Canónico promulgado por el Papa Benedicto XV en 1917 y hecho efectivo en Pentecostés, 19 de mayo de 1918. El actual Código de Derecho Canónico lo promulgó el Papa Juan Pablo II el 25 de enero de 1983.
ResponderEliminarVirtelius, ha puesto usted el dedo en la llaga. En la llaga de la podredumbre episcopal, monacal y parroquial. Hablar de pueblo a estas alturas del siglo XX tal como lo entienden los obispos separatistas, los monjes y las monjas separatistas, los curas separatistas es de un estupidez, por contraria a la ciencia, apabullante. Luego se quejan de que los llamen los chamanes de la tribu. Porque actúan como auténticos chamanes: por conjuros y sahumerios. Los conjuros son las declaraciones sin fundamento, repetidas como presas de pulsiones obsesivas, patológicas: som una nació, som una nació, tenim una singularitat nacional. Tenía yo un amigo gironí, ácrata y anticlerical, de la parte alta, carrer de la Força arriba, huido a París para no hacer la mili, que escribió una obra de teatro en la que la farsa comenzaba con un coro de “cents de capellans cridan: volem dona”. “Pero Enric eso es muy barato, amén de falso. Sí, tens raò, però és molt eficaç”. Lo importante es la obsesión freudiana: som una nació, som una nació, volem dona, volem dona.
No sólo operan contra la ciencia. Los curas y obispos de la ceba van contra la moral. Si me permiten los monseñores, abades y mosenes, en su ignorancia (o retorcimiento voluntario) de la moral no sólo no proponen unos principios de conducta objetivos, sino que caen en el utilitarismo más banal, donde el fin justifica los medios. Todo es bueno para el convento si con ello se beneficia el procés, la causa y el poble (en el sentido restringido que aclara Virtelius). I els pobres? Als pobres que els donguin pel … Pero això hi ha les Conferencies de sant Viçens de Paul”. ¿Sacado de La Traca o del Fray Lazo? No, de las declaraciones bochornosas de obispos, montserratinos, montserratinas o profesores de san Paciano.
Está bien.
EliminarPero un efecto colateral gravísimo es que la cuestión de la independencia se está comiendo literalmente a la difusión del mensaje de Jesús: ya no hay catequesis, ni evangelización.
Comunicado de la Comunión Tradicionalista Carlista:
EliminarCon la excusa de la «no discriminación», se están aprobando en España diversas leyes que privilegian al llamado «lobby LGTBI» y discriminan al resto, la abrumadora mayoría de la población.
Son ya muchas las comunidades autónomas que han legislado en este sentido. La última, por ahora, ha sido la Comunidad de Madrid. Estas regiones son gobernadas por distintos partidos pero todos ellos -los partidos del Sistema- coinciden en atentar de forma flagrante contra la naturaleza humana.
porque atacan a la realidad de las cosas, niegan la evidencia de que las cosas son como son y no como queremos que sean.
porque arrebatan a los padres el ejercicio de la patria potestad.
porque dan respaldo legal a emparejamientos distintos a los formados por un hombre y una mujer.
porque promueven las intervenciones quirúrgicas de cambio de sexo -verdaderas mutilaciones- así como tratamientos hormonales de por vida con efectos secundarios desconocidos.
Además, estas leyes atentan contra la justicia al destruir la presunción de inocencia, invirtiendo la carga de la prueba para aquellos que sean denunciados.
Además atentan contra la más mínima coherencia, pues contradicen a la Constitución que dicen defender y que queda una vez más en papel mojado:
al adoctrinar a los niños contra «el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás» (art.10)
al discriminar contra la igualdad o no-discriminación (art.14)
al no garantizar a los padres «que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones» (art.27.3)
Además atentan contra la misma libertad de conciencia y de expresión al contemplar sanciones económicas para aquellos que no estén de acuerdo con la ideología de género.
Además se atenta a la más mínima decencia científica y política cuando se elaboran leyes de este cariz sin consultar a expertos médicos.
Todos estos atentados a la ley natural, al sentido común y a la propia coherencia se están imponiendo de forma totalitaria, conforme a un plan de ingeniería social, y la sociedad pagará, -ya está pagando-, un alto precio por todo ello. Los primeros que van a pagar son los más inocentes, los niños, a quienes se va a corromper, vía sistema educativo. Después a toda la sociedad en la que las evidencias, la verdad y la mentira, serán contradichas mediante leyes infames. La primera de todas, la Constitución, que expulsó a Dios de la vida social y política abriendo la puerta a toda clase de errores y aberraciones.
La Comunión Tradicionalista Carlista, reclama de los poderes públicos respeto a la naturaleza humana y a la realidad. Y alienta a las familias españolas a resistir con todos los medios legítimos que tengan a su alcance a unas leyes inicuas.
Con ocasión de conmemorarse solemnemente el LX aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos [=DU] (10 diciembre 1948), “la Iglesia —dejaba escrito el Prof. Rafael Sanz de Diego como conclusión en el Blog 122— celebra algo propio al celebrar el 60º aniversario de la Declaración”.
EliminarCierto que todos los son importantes y la libertad es indivisible. Pero la Doctrina Social de la Iglesia guarda preferencias por algunos de ellos como el derecho a la vida, más amplio que la negativa al aborto, porque es básico; el derecho a la libertad religiosa, porque expresa las aspiraciones más profundas del ser humano; el derecho a participar en los asuntos comunes, a ser responsable y solidario. Y el derecho a la paz al trabajo, a un orden económico y social justo. De ahí una cuestión obvia: ¿cómo quedan recogidos los Derechos Humanos en el ordenamiento de la Iglesia? He aquí la respuesta del Prof. J.M. Díaz Moreno* [que nosotros ofrecemos en síntesis].
En el Código vigente de 1983, esta remisión a la Declaración Universal ciertamente no existe y, por tanto, hay que decir que esa Declaración no es formalmente una ley canónica. Pero tuvo una incidencia, en cuanto que en la parte primera del Código vigente —(cánones 208-231) del libro II dedicado al Pueblo de Dios— aparecen enunciados los derechos fundamentales de los bautizados. Y de hecho vienen enumerados ocho Derechos Humanos que están recogidos en determinados artículos de la DU y que se reflejan y, de alguna manera, se eclesializan en los correspondientes cánones del vigente Código. Veámoslo.
* 1º. La Igualdad de dignidad y derechos (DU, art. 1 y can 208)
Aun desde un punto de visto estrictamente cristiano, al tratarse de un derecho fundamental, la redacción del can. 208 debería ser igual a la que nos ofrecen los artículos 1 y 7 de la DU. Pero, aun con esta redacción, quizás no del todo acertada, como consecuencia del derecho fundamental a la igualdad, es necesario presentar una imagen de la Iglesia, a la vez igual y desigual o, si se quiere, una Iglesia con una igualdad diferente.
* 2º. Derecho de petición y opinión (Can. 212, §§ 2 y 3 y DU, art. 19)
En el can. 212, §1 se declara el deber de la debida obediencia de todos los fieles a la Jerarquía de la Iglesia, como consecuencia obvia del principio fundamental y primario de vivir la fe y de comportarse en comunión con la Iglesia (can. 209), ya que se trata de una auténtica comunión jerárquica. Pero, expresamente se califica esta obediencia de cristiana. Por tanto, tiene que ser una obediencia perfectamente conjugable con la libertad que a los fieles corresponde, como personas y como de hijos de Dios.
* 3º. La libertad religiosa y eclesial (DU, art. 18 y can. 214)
Pero la imposibilidad de asumir, en su integridad, el art. 18 de la DU, no puede, en manera alguna, oscurecer o difuminar que el derecho fundamental de la persona a la libertad religiosa está plena y definitivamente aceptado en la doctrina y normativa eclesial, aunque en el Código de Derecho Canónico, no encontremos un texto legal que expresamente lo recoja.
* 4º. Derecho de asociación y reunión (Can. 215 y art. 20 de DU)
EliminarEl derecho de asociación recogido en el can. 215, aplica a la vida de la Iglesia la realidad de un derecho fundamental de la persona humana (Declaración Universal, art. 20). Y el canon reconoce y protege el derecho de los fieles a fundar y dirigir libremente asociaciones para fines de caridad o de piedad o para fomentar la vocación cristiana en el mundo.
* 5º. Derecho a la buena fama y a la intimidad (DU, art. 12 y can. 220)
El art. 12 de la DU establece que “nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra y reputación”. Por consiguiente, el derecho reconocido en el can. 220 protege a las personas humanas y a los bautizados contra las violaciones de la buena opinión de que se goza, tanto en la sociedad, como en la Iglesia y a preservar de cualquier intromisión la esfera íntima, que sólo libremente se puede manifestar en correspondencia, en conversaciones, en grabaciones, etc
* 6º. Derecho a la educación (DU, art. 26 y can. 217 y 226, §2)
El art. 26 de la DU, en su extensa y cuidada redacción, reconoce y establece tres derechos que son ciertamente complementarios, pero que deben distinguirse adecuadamente.
En la versión eclesial de este derecho fundamental (can. 217), a esta educación se le asignan dos fines principales: 1º) lograr una auténtica madurez humana y cristiana (cf. can. 795) y 2º) la capacidad para vivir el misterio de la salvación, con una adhesión, de palabra y de obra, consciente y libre.
* 7º. Ejercicio de los derechos (DU, art.29 y can. 223)
EliminarEl penúltimo artículo de la DU, tras explicitar muy oportunamente que “toda persona tiene deberes respeto a la comunidad”, se refiere al ejercicio de los derechos que se contienen en la misma. En la línea de este artículo de la DU, el canon 223, con el que se cierra el Estatuto de todos los bautizados (can. 204-231), deduce, como una de las consecuencias prácticas de vivir la comunión en la Iglesia, el deber primordial del cristiano de tener siempre en cuenta el bien común eclesial y los derechos de los demás, cuando, individual o asociadamente, se ejercen o se exigen, los propios derechos.
* 8º. Reclamación y protección de los derechos (DU, art. 8 y can. 221)
“Toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante los tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la constitución o por la ley” (art. 8 de la DU).
Este derecho, tiene su justa correspondencia en el can. 221 del vigente Código de Derecho Canónico. En él se establece el derecho a reclamar legítimamente el ejercicio de estos derechos fundamentales y a poderlos defender ante los Tribunales de la Iglesia. Debe precisarse que los sujetos de este derecho son no sólo los bautizados, sino cualquier persona, sea bautizada o no, sea católica o de otra confesión cristiana, en la medida en que se sienta afectada por el Derecho Canónico.
Conclusiones
- 1ª: Los cánones 208-231 del Código pueden considerarse como un intento de síntesis de los Derechos. - 2ª: La fuente legal de los cánones 204-231 no es la DU, sino las enseñanzas del Vaticano II, especialmente en la “Constitución Gaudium et Spes sobre la Iglesia en el mundo de hoy” y la “Declaración Dignitatis humanae sobre el derecho a la libertad religiosa”. - 3ª: Establecida una comparación aproximativa entre el Estatuto Canónico de los derechos fundamentales del fiel y del seglar y la DU, tendríamos los siguientes resultados: *A) de los 30 artículos de la DU, quedan, más o menos, recogidos en el Estatuto Canónico, unos 12. *B) la mayor parte de esos 18 artículos no asumidos, son perfectamente asumibles por la Iglesia, - 4ª: No parece ni imposible, ni inútil, o fuera de lugar, la posibilidad y oportunidad de haber recogido una enumeración completa de los Derechos Humanos.
Referencia bibliográfica: *JOSÉ MARÍA DÍAZ MORENO, “Los Derechos Humanos en el Código de Derecho Canónico": Miscelánea Comillas 67 (2009) 53-73.
¿Un ejemplo para la Iglesia?
EliminarUna generación de líderes menores de 40 años ha copado las altas esferas del poder. La victoria del canciller austríaco Sebastian Kurz, de 31 años, en las elecciones del domingo pasado o el nombramiento de la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, de 37 años, se suben a la ola de mandatarios que fueron elegidos este año para liderar a sus países y que viene abanderada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron (39 años), junto con el primer ministro irlandés o taoiseach, Leo Varadkar (38 años).
Más allá de la edad, la mayoría de ellos se vendieron como la renovación que anhelaba una sociedad desencantada con la clase política tradicional. Su supuesta nueva política aspira a cambiar las reglas que anquilosaron a las generaciones anteriores. Comparten unos ascensos de vértigo: Mientras Macron pasó de consultor bancario a presidente francés en cinco años, Andern se convertía en la diputada más joven de Nueva Zelada por el Partido Laborista con 28 años; Kurz fue nombrado secretario de Estado de Integración con 24 años después de encabezar las juventudes del Partido Popular austríaco (ÖVP) durante dos años. Varadkar ascendió de ministro de salud a taoiseach en tres años tras pasar diez en política regional.
Sus victorias reflejan que el electorado ya no toma la edad ni la experiencia como garantía de confianza o efectividad –si bien ninguno salió de la nada, sino que se labraron una trayectoria política antes de alcanzar la cumbre. Y estos líderes ofrecen, además de juventud, un espíritu de vitalidad, carisma, modernidad y euforia. O esa es la imagen que quieren vender.
Solo el futuro podrá juzgar cuan reales eran sus promesas de cambio. Por el momento, la mayoría de los flamantes políticos provienen del sistema que critican de forma vehemente. Kurz, por ejemplo, que está destinado a convertirse en el líder más joven de Europa, representa a uno de los partidos más antiguos de Austria, con siete décadas de historia. Pero por mucho que el llamado niño prodigio cambiara la imagen corporativa de la formación o se presentara bajo un nuevo nombre, Lista Sebastian Kurz, este sigue representando una plataforma con políticas conservadoras.
Cabe esperar que alguna vez lleguen al episcopado catalán verdaderos pastores no politizados.
ResponderEliminarCabe esperar en las comunidades religiosas que dentro y fuera de Cataluña están orando por que no se ahonde en el destrozó.
Hay que esperar algo bueno de esos seminaristas no nacionalistas que ya hay en Barcelona.
Hay que esperar de este duro trance que muchos ciudadanos de Cataluña y del resto de España, callados hasta hace poco, se pongan a la labor de enfocar sin miedo a la verdad. España no puede seguir permitiéndose más descristianización. Una España unida pero sin sentido de fe y sin cultivo de amor -frente al esmerado diseño del odio nacionalista que trabaja con denuedo desde hace décadas- no da para esperar. Con harto sufrimiento, sí, se impondrá la verdad sin artimañas frente al desafuero del colectivismo alienado separatista.
En el País Vasco ya van -por lo menos- dos obras literarias que expresan con lucidez el perverso delirio identitario que vivió esa región demasiados años y del que aún quedan muestras.
¿Dónde están los poetas catalanes cualquiera que sea su lengua más habitual?
La polarización política ha llegado a la polarización eclesial.
EliminarSe crea un estado que divide, de manera muy lesiva, a la Iglesia.
Una reflexión sobre el independentismo: Gramsci o cómo hacer la revolución sin violencia, desde abajo, desde la infraestructura (escuela, iglesia, medios de comunicación de la Generalidad).
Objeciones sobre religión y Carlismo
EliminarLos carlistas son teocráticos
Somos teocéntricos, porque sabemos que Dios es el centro de todo, pero no somos teocráticos porque creemos que los hombres son libres incluso hasta para desobedecer al que es el Centro de todo.
Los carlistas mezclan política con religión
Al revés. Nosotros creemos que la política es mucho menos importante que la religión, así que no mezclamos sino que subordinamos aquélla a ésta. Los que mezclan y confunden las cosas son los que hacen de la democracia de partidos un dogma indiscutible, o los que adoran a su nación por encima de todo, o los que sacrifican su vida por una ideología, o los que venden su alma al Diablo con tal que la economía crezca. Los que viven como si Dios no existiera creen que el cielo se tiene que encontrar en este mundo. Por eso mezclan todo. Nosotros distinguimos perfectamente entre las cosas temporales, como la política, y las eternas, como Dios y el amor que El nos tiene.
El carlismo compromete la tarea evangelizadora de la Iglesia
El carlismo es un movimiento de laicos que actuan como católicos en el ámbito político bajo su exclusiva responsabilidad. ¿No habrá sido más comprometedor el papel de una democracia cristiana que, nacida y mantenida a la sombra de la Iglesia, ha sido incapaz de crear instituciones cristianas?
La Confesionalidad está pasada de moda. La Iglesia ya no la defiende.
Falso. La confesionalidad de las instituciones es un bien que debe ser reconocido como tal por todo católico. Un cristiano que no tenga la aspiración de que su comunidad reconozca a Dios como Señor es un hereje.
De todas formas antes de hablar de ello hay que aclarar bien qué se entiende por confesionalidad.
No es necesario que exista una opción política que defienda a Dios
Efectivamente, Dios puede pasar sin nuestra ayuda. Pero es que si nosotros invocamos a Dios en nuestro lema no es para defenderle nosotros a él, sino para que sea Su Divina Omnipotencia la que nos guarde. Le invocamos para que nos ayude a los carlistas a defender a la sociedad de la tiranía y la injusticia. Para que sepamos defender a las personas, especialmente a los más débiles.
A los medios del sistema, cada vez más escorados hacia el liberalismo tópico y anquilosado, ha regresado en los últimos tiempos con fuerza el hábito de intentar hacer pasar a los separatismos regionales por herederos del Carlismo. Cuando lo cierto es que esos separatismos, esos nacionalismos, no son sino formas del mismo liberalismo jacobino que algunos falsos españolistas predican; que históricamente heredan, además, al liberalismo decimonónico en su integridad; y que el Carlismo no tiene herederos, porque aquí sigue, como Carlismo, sin adoptar otras formas imposibles. Hostil a todo nacionalismo, hostil a todo separatismo, defensor siempre de la unidad católica de España y de las Españas grandes.
EliminarLa inacabable tragicomedia política que sufre Cataluña (y con ella, el resto de España), llamada muy incorrectamente "proceso soberanista" o "constituyente" (o, simplemente, "el procés") sirve de excusa para que unos pocos intoxicadores, más unos cuantos perezosos e ignorantes que los imitan, vuelvan a citar una y otra vez al Carlismo como antecesor del nacionalismo catalán (anticatalán, en realidad). Cuando la verdad es, de nuevo, exactamente la contraria. No está de más recordar que la única unidad combatiente catalana bajo la bandera de las cuatro barras (que Cataluña comparte con Aragón, a cuya Corona pertenece el Principado catalán) en la Cruzada de 1936-1939 luchaba en el bando nacional: el laureado Tercio de Requetés de Nuestra Señora de Montserrat, contra los rojos y contra los separatistas de la falsa Generalitat de entonces. Rojos y separatistas de entonces, estos sí antecesores de la CUP y de "Junts pel Sí", que persiguieron y asesinaron a centenares de carlistas catalanes. Hoy las líneas siguen siendo las mismas, y el Carlismo permanece enemigo de la falsa Generalitat de ahora (aspira a restaurar la verdadera Generalidad del Principado de Cataluña y los fueros de éste) y de sus secuaces.
No se ha calibrado suficientemente el carácter impuesto de la estructura estatal sobre los pueblos hispánicos, cuya esencia política es antiestatal. Todos los problemas institucionales, territoriales y políticos de España traen causa en última instancia de esta realidad, insuficientemente percibida.
EliminarLa Historia de las pérdidas de las Españas transpeninsulares es indefectiblemente, hasta el siglo XVIII, la Historia de la violencia de entidades extranjeras contra esos pueblos que eran y se sentían independientes, libres e hispanísimos. Con la introducción de los paradigmas estatales tras la usurpación liberal las insuficiencias y contradicciones que se venían sufriendo desde el advenimiento de las reformas de los Borbones incoarán el definitivo problema territorial español, el cual sólo puede solucionarse hispánicamente. La noción positivista y soberanista de la política subyugó la rica pluralidad de cada una de las partes de las Españas, reduciéndolas sobre la coartada de un castellanismo, que no es tal, a una uniformización contraria a nuestro nervio histórico. Frente a este mal se exacerbó en sentido contrario una respuesta en los mismos esquemas de pensamiento liberal desde los nacionalismos separatistas. Y se generó la inevitable aporía al develarse la faz más totalitaria del propio Estado, que lejos de ser integrador se muestra como un gran Leviathán excluyente: o Estado español o Estado catalán.
Vivimos en tiempos de tal indigencia intelectual y moral en la política, reducida un juego de hiperexcitados sentimentalismos que ofuscan el más mínimo atisbo de razonabilidad, que intentar aportar argumentos doctrinales es como echar margaritas a los cerdos.
EliminarEl centro de las próximas elecciones al parlamento autonómico de Cataluña es el paradigma que los nacionalistas han logrado imponer al resto de los partidos y a la campaña: el de la soberanía. Sagaz labor fruto de concienzudos y bien pagados estudios de ingeniería social y de violencia institucionalizada de bajo perfil que no pretende otra cosa que tapar las vergüenzas de un régimen corruptocrático e ideologizador. La soberanía ha desplazado al seny. Desplazando correlativamente al fundamento histórico de la misma Cataluña.
Seguramente los que unen el paradigma catalán a la soberanía desconocen que no puede existir un término político tan diametralmente opuesto a Cataluña como el de soberanía. Esa creación del absolutismo francés, enemigo histórico del pueblo catalán, mereció la refutación teórica en los juristas catalanes; y práctica en el devenir del pueblo catalán que se gobernó y organizó contra la soberanía y en todas las ocasiones en las que se hicieron armas contra el pensamiento revolucionario que vino de Francia, a contar desde la Guerra Gran.
El seny ha muerto
EliminarSiguiendo al gran Vallet de Goytisolo la mentalidad catalana fue tomista desde su nacer y esa sensibilidad previa se muestra en las ideas de libertad, de pacto y de alcance del poder monárquico. Francisco Canals apunta que el tomismo es el sistema intelectual característico de la mentalidad catalana. En este sentido la obra del más significado jurista catalán del s. XV, el gerundense Tomás Mieres, cuando argumenta que carece de fuerza cualquier mandato legal contrario a la recta ratio (podrían contarse entre ellos todos los emanados, sin excepción, de la falsa Generalidad nacionalista), que deben existir limitaciones en el poder (choque frontal contra la concepción voluntarista y en esencia totalitaria de la soberanía) y que el gobernante debe obrar de acuerdo a la justicia, siendo su cometido el transformar en positiva la justicia natural y el procurar paz y orden a los pueblos que rige (lo contrario de lo que hacen quienes invocan la anticatalana souveranité, dividiendo al pueblo y a la sociedad). La línea trazada por Mieres es la que inspiraba el derecho civil catalán, auspiciado por los Reyes y violentado y desconocido por las oligarquías, que sin abusar del paralelismo histórico bien se compadecen con la casta nacionalista actual. Esas oligarquías intentaron quebrantar esos principios morales con sus malos usos, dando lugar a los alzamientos campesinos. Estos, pidiendo el auxilio del Rey Fernando el Católico pudieron acabar con esas injusticias. Buen ejemplo de cómo la potestas real estuvo acompañada por la auctoritas. Los Reyes no eran soberanos absolutos y su poder se encontraba templado y limitado. Frente a ello la soberanía alude a un poder sin freno ético o moral, el más zafio voluntarismo aplicado a las realidades temporales. Contra ese concepto de soberanía, en la línea de Mieres, se alzó también el jesuita Juan de Salas desde su cátedra de la Universidad de Barcelona, criticando furibundamente las doctrinas del Renacimiento clásico tendentes a divinizar el poder del monarca y a sustituir la omnipotencia de Dios por la del Estado. Éste, olvidando su esencia y su fin, preterirá el contenido real de la libertad y se convertirá en instrumento ideal para la implantación de los proyectos apriorísticos de las más variadas ideologías.
El sistema intelectual característico de la mentalidad catalana, que diría Canals, es el que pudo fraguar unas libertades concretas y una tradición jurídica, esencialmente patriarcal. Curiosamente uno de los actores del actual proceso de disolución catalán desde el bando separatista y presumible socio de la lista corruptocrática pone mucho énfasis en esa denuncia del patriarcado. Estas libertades aludidas no quedaban en una noción abstracta, sino que formaban una idea objetiva de justicia que cristaliza en múltiples detalles de las libertades concretas que hicieron de Cataluña un baluarte realista de esa verdadera libertad que, como afirma Elías de Tejada “sólo se encuentra en los pueblos que han logrado las más exactas fórmulas de perfección política”. Esa es la esencia del seny catalán, de esa mentalidad secular catalana que hoy ha sido borrado por ese hipersentimentalismo ramplón. La preocupación por lo concreto, por lo práctico, frente al idealismo voluntarista, frente a las construcciones de proyectos ideológicos, es la constante en la obra de los juristas catalanes clásicos, en los que no se encuentran sistemas construidos especulativamente. La función jurisprudencial se entiende desde el mismo nacer de Cataluña al modo expresado por Torras i Bages como “cosa esencialmente práctica, ejercicio de la virtud intelectual de la prudencia, que consiste en el hábito de adecuar la regla de la razón a las exigencias y necesidades de la vida”.
EliminarEl seny ha muerto. El nacionalismo lo ha asesinado, con alevosía. Salga lo que salga de las elecciones autonómicas del domingo no tendrá nada que ver con lo poco que queda del seny y de Cataluña.
"El nombre de España, que hoy abusivamente aplicamos al reino unido de Castilla, Aragón y Navarra, es un nombre de región, un nombre geográfico, y Portugal es y será tierra española, aunque permanezca independiente por edades infinitas; es más, aunque Dios la desgaje del territorio peninsular, y la haga andar errante, como a Délos, en medio de las olas. No es posible romper los lazos de la historia y de la raza, no vuelven atrás los hechos ni se altera el curso de la civilización por divisiones políticas (siquiera eternamente), ni por voluntades humanas.
EliminarTodavía en este siglo ha dicho Almeida-Garret, el poeta portugués por excelencia. "Españoles somos y de españoles nos debemos preciar cuantos habitamos la península ibérica". España y Portugal es tan absurdo como si dijéramos España y Cataluña. A tal extremo nos han traído los que llaman lengua española al castellano e incurren en otras aberraciones por el estilo."
Marcelino Menéndez Pelayo
Grandioso articulo del Sr.Temerarius y maravillosa reflexión del Señor VALDERAS Gallardo.
ResponderEliminarEl debate sobre la identidad nacional divide a España tanto, si no más, que en cualquier otro país de la Europa Occidental. Tanto a la derecha como a la izquierda, el discurso oficial repite que España es un Estado de derecho, una democracia fundada sobre los valores proclamados por la constitución de 1978. Pero un buen número de pretendidos «intelectuales» repiten que la nación es una construcción dudosa, una ficción novelesca. Esta sería, una «ilusión esencialista» cuya defensa conduciría con certeza a lo peor, es decir a la xenofobia y al nacionalismo. Aceptando con entusiasmo la moda deconstructivista de finales del siglo XX y principios del XXI, prisioneros de sus presupuestos ideológicos o rehenes de lo políticamente correcto, legiones de periodistas militantes y pseudo-historiadores ponen en duda con placer el legado histórico de España, la nación (comunidad) y la patria (tierra de los padres), hasta el punto de hacer desaparecer el objeto mismo de su estudio.
ResponderEliminarAsí se puede leer bajo diversas firmas que no ha habido nación y Estado «españoles», no solo en el siglo VII, sino tampoco en los siglos XVI, XVII e incluso XVIII. El nacimiento de España en tanto que nación se remontaría, según los prejuicios de ciertos ideólogos, no a la Casa de Austria, en el siglo XVI, ni a la de los Borbones, en el siglo XVIII, sino a las monarquías constitucionales del siglo XIX, a la constitución de la II República (1931) o incluso a la de la actual monarquía parlamentaria (1978). Para los espíritus más febriles nunca hubo nación española ni imperio español y el término España sería solo utilizado por costumbre o por comodidad.
Entre «intelectuales» y artistas, muy mediáticos, se disputa el nivel cero de la reflexión y del debate intelectual. «La idea de España me la sopla […] es una idea para los semicuras y fanáticos» afirma el filósofo, Fernando Savater; «Odio a España desde siempre» insiste el novelista Rafael Sánchez Ferlosio (hijo del teórico falangista Rafael Sánchez Mazas); «La marca España me trae sin cuidado» asiente con la misma elegancia, el escritor, académico, Javier Marías (hijo del muy seguidor de Ortega Julián Marías) «La historia de España es una gran mentira» remata el andalucista provocador Antonio Gala
Al escucharles, el tema de la naturaleza histórica de España sería algo pasado de moda y no interesaría más que a algunos fanáticos nostálgicos del franquismo. Su furor intolerante es tanto más desalentador ya que desprecia la obra inmensa de las figuras intelectuales más emblemáticas de la España de los dos últimos siglos. El tema de «la esencia», del ser, de las raíces o de la identidad de España está en efecto presente en un centenar de obras famosas publicadas desde el final del siglo XVIII. En realidad, el «problema de España» no ha dejado nunca de preocupar a los principales filósofos e historiadores españoles.
ResponderEliminarLa intensa controversia relativa a la Revolución Francesa y a la adhesión a sus ideales de algunos españoles postergaba el debate sobre la nación. Una querella periódicamente reanimada: tras la ocupación francesa (1808-1813) y el fin de las guerras de independencia hispanoamericanas (1808-1825); luego, al día siguiente de la gran derrota sufrida frente a los Estados Unidos en 1898; luego, bajo la II República (1931-1936) y bajo el régimen franquista (1939-1975); finalmente, una vez la democracia «instaurada», en los años 1990. Sería fastidioso nombrar aquí a todos los autores famosos que se han distinguido en el estudio y la interpretación del fenómeno nacional. Estos autores, firmemente unidos al ser y a la existencia de España, tenían en su mayoría convicciones de izquierdas. En el siglo XIX y a comienzos del siglo XX, eran monárquico-liberales, republicano-liberales, demócratas, incluso socialistas. Contrariamente a las ideas recibidas, solo una minoría de ellos defendía la visión «católico-tradicional de España». Y a penas una o dos individualidades proclamaron su adhesión al fascismo europeo, en su doble versión reaccionaria o revolucionaria
La España moderna, democrática, y multinacional del siglo XXI, la España desnacionalizada, conjunto de territorios, «patria común e indivisible de todos los españoles, [que] reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones», según los términos de la Constitución de 1978, se ha construido sobre el rechazo absoluto de la dictadura franquista. Este repudio no ha sido sin consecuencias para las nuevas corrientes historiográficas. Desde el fin de la «Transición» (1975-1982), la ideología dominante ha favorecido la puesta en valor de interrogaciones, rupturas y discontinuidades históricas, y ha sacralizado la Constitución de 1978. La «retórica esencialista», los estereotipos del pasado, la amplia memoria y la valoración de la continuidad, han sido regularmente denunciados. Pero el «drama de la España moderna» se ha dado de manera similar a la de las otras grandes naciones europeas. Las «nuevas élites democráticas y europeístas» no han conseguido generar un nuevo proyecto de vida en común, ni suscitar un sentimiento colectivo de pertenencia a una unidad de destino. En menos de veinticinco años, la idea de una Europa librecambista, multicultural, avasallada, sin marco geográfico, histórico y cultural, apoyada por una nueva «élite» mundializada, desconectada de la realidad, ha sido ampliamente desprestigiada.
ResponderEliminarLos grandes medios de comunicación españoles de comienzos del siglo XXI han tomado como costumbre divinizar la pluralidad y la diversidad y anatemizar la unidad y la homogeneidad. Políticos e intelectuales mediáticos sueñan o fingen creer en la próxima mundialización feliz, en la humanidad pacificada y sin fronteras. Frente a ellos se encuentran sin embargo historiadores más realistas –en su mayoría miembros de la Academia Real de Historia de España, y también autores no conformistas muy apreciados por el gran público– que defienden la identidad histórico-cultural y estudian lo que Fernand Braudel acostumbraba llamar la «larga duración». Para ellos, la nación no es solo una unidad político-territorial aleatoria que se confunde con el Estado, sino que es también un grupo sociopolítico definido por una cultura y una ascendencia comunes, nacido en el presente de un consentimiento y una voluntad comunes, combinados con un legado histórico compartido.
La historia de la nación española no es tan excepcional como algunos han querido hacer ver en el pasado, pero tiene especificidades, características propias que conviene identificar. No es una construcción retrospectiva imaginaria o una ficción narrativa, sino una realidad inteligible, a condición de aclarar, cuestionar y encadenar correctamente sus principales componentes.
España es una de las más antiguas naciones de Europa y el recuerdo de algunas etapas fundadoras permite comprender su origen y su identidad. Hay que citar sobre todo aquí: la romanización, la cristianización, la monarquía visigótica, la invasión musulmana y la Reconquista, el encuentro/descubrimiento y colonización de América, los Reyes Católicos y el Imperio de la Casa de Austria, las guerras contra el protestantismo en Europa, la contra-reforma o reforma católica, el Siglo de Oro, el declinar del poder imperial, las reformas de los partidarios de las Luces bajo los Borbones, la invasión napoleónica y la resistencia a la ocupación, las guerras de independencia hispano-americanas, las guerras carlistas y el golpismo liberal/progresista del siglo XIX, el nacimiento y desarrollo de los nacionalismos periféricos en el siglo XX, la guerra civil de 1936, los cuarenta años de franquismo, finalmente la monarquía actual.
ResponderEliminarRoma penetra y conquista la península ibérica entre 218 y 19 a. de C. Hispania es la cuna de los poetas Lucas y Marcial, del retórico Quintiliano, el agrónomo Columela, del geógrafo Pomponio Mela, de Séneca o del emperador Trajano. Por supuesto no hay en esta época «conciencia nacional», pero Roma crea un sentimiento de pertenencia a una comunidad. Los Visigodos (unos 200.000 hombres), penetran a su vez en Hispania a partir del año 410. Aliados de Roma, atacan a los Vándalos, los Suevos y los Alanos y se convierten en dueños únicos a partir del año 476. Durante cerca de 250 años, mantienen la unidad de Hispania. El derecho se unifica, hay una sola corona, una sola religión (concilio de Toledo de 589) y un solo derecho. En su Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum (619), san Isidoro de Sevilla se refiere a la Laus Spaniae y llama rey de «totius Spaniae», al rey visigodo Swinthila (621-631).
El 30 de abril de 711, Tariq, un jefe de guerra bereber, desembarca en la Península a la cabeza de 7.000 hombres. Su superior, Musa, se reúne con él más tarde con 18.000 hombres. En menos de tres años, el sur del reino visigodo, la parte más próspera y la mejor organizada, cae bajo control de los musulmanes. La presencia árabe-bereber en Hispania no pasa inicialmente de los 50.000 hombres mientras que la población hispano-romana y visigoda se acerca a los 4 millones de almas. La desproporción es enorme, pero gracias a la complicidad que crean, los musulmanes se apropian del país sin encontrar grandes dificultades. La primera resistencia seria se manifiesta en 722, en el refugio cristiano de las montañas asturianas.
Exceptuando las élites colaboradoras, la población hispano-romana e hispano-visigoda, que ya sea convertida (los muladíes) o mozárabe (los cristianos, cuyas comunidades son dirigidas por jefes designados por el ocupante) no tarda en detestar al invasor. Los emires, luego los califas de Córdoba, deben hacer frente a constantes conflictos territoriales, sociales, étnicos y religiosos. Cuando pueden imponer su poder, lanzan importantes ejércitos contra los cristianos refugiados en las zonas montañosas del norte.
ResponderEliminarAl comienzo del siglo IX, los puntos de resistencia se establecen sólidamente en Asturias y Navarra. En 1085, Toledo es de nuevo cristiano. En los siglos XI y XII, cinco reinos cristianos continúan la lucha; Navarra, León, Aragón, Castilla, luego Portugal, toman el relevo del pequeño reducto asturiano [3]. Es la gran época del nacimiento de los Fueros, esos estatutos jurídicos, franquicias, derechos locales y municipales (siglos XI-XII), que son la fuente más importante del derecho medieval español. Las primeras Cortes de León (1188) son el testimonio más antiguo de un sistema parlamentario europeo.
En julio de 1212, la cristiandad ibérica libra contra los Almohades la batalla decisiva de Las Navas de Tolosa, que aleja la amenaza musulmana. El último vestigio de la Hispania musulmana, el pequeño reino de Granada, sobrevive mal que bien hasta 1492.
La idea de una reconquista de la España perdida se manifiesta muy tempranamente en el reino asturiano, a partir de los reinados de Alfonso II (791-842) y de Alfonso III (866-910). La Crónica Mozárabe de 754 se refiere ya expresamente a la «pérdida de España», a la invasión islámica y a la destrucción del reino visigodo. La Crónica de Alfonso III (a principios del siglo X), declara que la España cristiana de Asturias es la heredera directa del reino godo de Toledo y reivindica el derecho a la reconquista de toda la Península. En el siglo XIII, las referencias a España se multiplican en los textos ya en lengua castellana. El Cantar de mío Cid, redactado alrededor del año 1200, menciona varias veces a España. El clérigo Gonzalo de Berceo habla en dos poemas de España. En 1271, Alfonso X de Castilla y León, «el Sabio», ordena la compilación de la monumental Estoria de España. El gran escritor medieval, el Arcipreste de Hita (Juan Ruiz), se refiere también a España en su célebre Libro de buen amor (1330-1343). En el siglo XV, bajo el reinado de Isabel la Católica y de Fernando de Aragón, el humanista Antonio de Nebrija publica la famosa Gramática castellana (1492) y el Vocabulario latino-español (1494). Las Crónicas de las Indias de los siglos XVI y XVII, mencionan también a los «Españoles», «España » y la «nación española».
Al comienzo de los años 1950, una importante polémica ha opuesto a dos grandes intelectuales en el exilio: el filólogo republicano antifranquista Américo Castro y el historiador medievalista, antiguo ministro de la República, más tarde Presidente del gobierno de la República en el exilio (1962), Claudio Sánchez Albornoz. Américo Castro valora las buenas relaciones, la «simbiosis» entre cristianos, judíos y musulmanes. Claudio Sánchez Albornoz, muestra al contrario que el arquetipo de español nace de la oposición y de la lucha entre el Islam y la Cristiandad. Castro subraya que desde el «año 1000 la España cristiana era ya en lo esencial como la del 1600», mientras que Albornoz atestigua que las raíces históricas de España son mucho más profundas y han crecido mucho antes de la invasión islámica.
ResponderEliminarLa España del año 1500 no es por supuesto un Estado-nación unitario: la unión de los soberanos es una unión dinástica y la lealtad popular va a los principios religiosos o monárquico y no al Estado-nación, pero la formación de España en tanto que nación es una realidad patente e indiscutible. Bajo la Casa de Austria, se habla indistintamente de España o de Monarquía hispánica. Existe un Estado y una administración central que respetan las instituciones de los distintos reinos. La Monarquía tradicional española distingue tres esferas de poder autónomas desde el siglo XIV: las Cortes para el legislativo, la Audiencia para el judicial, y los Consejos para el ejecutivo. En el siglo XVI, hay una religión nacional, el catolicismo; una lengua, el español; una rica literatura y una historiografía nacional e imperial considerable. Hay finalmente un imperio mundial «en el que jamás se pone el sol», una potencia militar hegemónica y, en el pueblo, un fuerte sentimiento identitario.
Hoy se sabe que los países que ejercen una hegemonía mundial o continental son tarde o temprano objeto de una leyenda negra. La de España comienza en el siglo XVI, cuando el imperio hispánico cristaliza todos los resentimientos. Los libelos inspirados por los protestantes y los judíos que no se han convertido son innombrables. Autores ingleses, alemanes, holandeses, italianos, franceses y, más tarde, norteamericanos contribuyen a forjar de España una imagen detestable. El hispanista americano Philip W. Powell, denunciará esta manipulación de la historia en un libro famoso «El árbol de odio»
En el siglo XVIII, una vez que el Imperio hispánico es vencido, los rasgos característicos e inalterables del Español, intolerante y fanático, son definitivamente fijados por la propaganda. Los Borbones importan el modelo francés de monarquía absoluta y se lanzan a una política de unificación, centralización y reformas apoyada por los Ilustrados, los partidarios de las Luces, pero en el extranjero la imagen de España no cesa de ensombrecerse. En el siglo XIX, los españoles afrancesados importan la idea simplista y reduccionista de que el fanatismo cristiano ha sofocado toda actividad económica creadora. Todos los grandes episodios que jalonan la historia del país son presentados como marcados por las peores calamidades: la Reconquista, un ejemplo de fanatismo religioso; la presencia en América, un modelo de pillaje y de genocidio; las guerras europeas de la Contra-reforma, una manifestación de intolerancia; la defensa de la monarquía tradicional ante la monarquía absoluta (1700-1808) luego, constitucional (1812), un arquetipo de reacción violenta e irracional contra la Revolución y el Progreso.
ResponderEliminarEntre las razones de la profunda crisis que se prolonga de 1790 a 1840, los historiadores no han señalado suficientemente las consecuencias devastadoras de la Revolución Francesa y del Imperio Napoleónico: la destrucción del poder naval tras Trafalgar (1805), la actitud abominable de la Gran Armada napoleónica, que se comporta en España de 1808 a 1813 como los ejércitos revolucionarios en La Vendée; la pérdida del Imperio Americano (1810-1825); la nulidad política de los monarcas Borbones a principios del siglo XIX; las guerras civiles entre carlistas-tradicionalistas y liberales (1833-1840, 1846-1849 y 1872-1876); las luchas tenaces entre monárquicos-liberales y republicanos-liberales, liberales-conservadores y liberales-jacobinos, marcadas por 33 pronunciamientos «demócratas y progresistas», entre 1814 y 1886; la incapacidad de la élite liberal para generar un nacionalismo patriótico que reemplazara el Estado-Imperio por el Estado-Nación; finalmente, el resurgir de particularidades culturales y la aparición de los nacionalismos periféricos tras la pérdida de los últimos vestigios del Imperio (1898). Un interminable proceso de descomposición que, a pesar de indudables periodos de remisión, llevará finalmente a la Guerra Civil de 1936-1939; una lucha fratricida entre «rojos» y «fascistas», entre una España totalitaria y una España autoritaria ambas igualmente antidemocráticas, entre una España liberal-jacobina y socialista-marxista y una España tradicionalista y liberal-conservadora.
En 1978, tras la larga dictadura franquista, toda España compartía la esperanza y la ilusión de una vida política democrática. Pero en menos de cuarenta años, el encanto se ha roto. La descomposición de las élites políticas ha tomado proporciones alarmantes. La España desnacionalizada y disoluta en la Europa del gran mercado planetario ha entrado en un estado de profunda dormición y no se sabe cuándo resurgirán las fuerzas morales y los valores patrióticos que han dirigido durante largo tiempo su historia.
Arnaud Imatz
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó ayer que el conflicto en Cataluña "debe ser resuelto en el marco de la legislación española", en un discurso en el que culpó a Occidente de haber abierto en su tiempo la caja de Pandora con su apoyo a la independencia de Kosovo.
ResponderEliminarEn su discurso a Occidente de haber abierto en su tiempo la caja de Pandora con su apoyo a la independencia de Kosovo
En su intervención, el presidente ruso denunció que las crisis abiertas tanto en el Kurdistán iraquí como en Cataluña son fruto del "doble rasero" de algunos países occidentales que en su día apoyaron la "desintegración" de otros Estados.
"Resulta que para algunos de nuestros colegas hay luchadores buenos por la libertad y hay separatistas que no pueden defender sus derechos ni con la ayuda de mecanismos democráticos", dijo.
Putin destacó que, en relación a Cataluña, la Unión Europea y una serie de países condenaron de manera unánime a los partidarios de la independencia, "pero en su tiempo de hecho saludaron la desintegración de una serie de Estados, sin ocultar su alegría por ese hecho".
"¿Acaso era necesario tan insensatamente, a partir de la coyuntura política y del deseo, y lo digo abiertamente, de agradar al 'hermano mayor' de Washington, apoyar incondicionalmente la separación de Kosovo, provocando procesos similares en otras regiones de Europa y del mundo?", inquirió.
"¿Quién hace poco podía esperar que el debate sobre el estatus de Cataluña, que tiene una larga historia, podría desembocar en un grave crisis política?"
La situación en España, dijo el presidente ruso, "muestra cuán frágil puede ser la estabilidad en un Estado próspero y consolidado". "¿Quién hace poco podía esperar que el debate sobre el estatus de Cataluña, que tiene una larga historia, podría desembocar en un grave crisis política?", agregó.
Putin hizo un repaso de los principales problemas de la actualidad internacional: el conflicto en Siria, la crisis en la península coreana, las relaciones ruso-estadounidenses, la situación en Ucrania y la lucha contra el terrorismo.
A LOS OBISPOS Y CURAS PIRÓMANOS:
ResponderEliminarReverendísimos, excelentísimos y eminentísimos señores: ¿Con qué cara les dirán a sus fieles tanto independentistas como unionistas que han visto mermar sus negocios o se están quedando en el paro a causa de esta tremenda movida independentista, que no se preocupen, porque aunque ellos pierdan, Cataluña gana? ¿Con qué cara les explicarán esto? ¿Y les dirán también que la Iglesia está contenta de haber contribuido a ese gran bien de Cataluña a costa del pueblo fiel?
Han ayudado ustedes a provocar este gran incendio en el que más de uno perderá su casa, como ha ocurrido en Galicia. Seguro que grandes motivos de construcción nacional o de expulsión de los malos gobernantes tendrían los pirómanos. Y se lo tendrá que agradecer la patria galega. Pero los que se han quedado sin su casa, sin sus tierras, sin sus animales, no ven nada claro que ese gran bien a la nación hubiera que hacerlo a costa de ellos.
Aquí estamos en las mismas: la declaración de independencia en grado de tentativa o de cosa hecha a medias, o de quiero y no puedo o de broma pesada o de bravuconada, o de lo que sea, ha provocado la fuga de más de mil empresas, encabezada por la de los dos únicos bancos catalanes. Y el efecto en la gente ha sido catastrófico: caída en picado del movimiento turístico, desplome de la construcción porque no se compran pisos, contracción del gasto a todos los niveles como respuesta a la inseguridad. El incendio ha sido mucho más violento que el de Galicia; y las pérdidas económicas de los catalanes también: muchísimo mayores que las de Galicia. Es lo que han conseguido hasta el momento los pirómanos que han provocado el incendio de la independencia; ¡y lo que queda de andadura! Todo ello con la inestimable ayuda de todos ustedes, señor cardenal, señores obispos y presbíteros, amén de frailes y monjas. Toda la Iglesia catalana en peso. Este incendio está trayendo la ruina de muchísima gente, y más que traerá. ¿Qué piensan decirles ustedes a los damnificados? ¿Que no se preocupen, o más bien que se alegren, porque aunque ellos pierdan, Cataluña gana?
Explíquense, eminentísimos, excelentísimos y reverendísimos pirómanos, que el pueblo fiel está ansioso por escuchar sus evangélicas palabras.
Yaya por delante que soy catalán: mis padres abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, catalabes; sin embargo lo cortés no quita lo valiente. A los políticos independentistas se les llena la boca diciendo que Cataluña es una tierra de acogida y que los catalanes somos gente también acogedora. Digamos la verdad de una vez. Cataluña nunca ha sido tierra acogedora; al que viene de fuera lo miramos con desconfianza y le asignamos nombres nada simpáticos "charnergos" Cataluña ha sido tierra donde los amos han aprovechado la pobreza de otras tierras de España para explotarlos. ¿Qué se hizo con los trabajadores que durante la dictadura de Primo de Rivera llegaron para trabajar? Insultarlos y explotarlos. Durante la inmigración de los aÑOS 50 Y 60, LA BURGUESÍA CATALANA LES HIZO GUETOS ALREDEDOR DE SUS FÁBRICAS, OBLIGÁNDOLES A COMPRAR LOS PRODUCTOS Y LOS COMESTIBLES QUE EL PROPIO AMO LES VENDÍA EN SU TIENDA. Dejémos ya de decir que Cataluña es tierra de acogida.
ResponderEliminarNos quejamos los catalanes que los inmigrantes no se integran en Cataluña porque conservan su lengua, sus fiestas, sus procesiones, su Virgen del Rocío...¿Y por qué no?
He podido dirigir un estudio sociológico de una colonia de catalanes con empresas en Sevilla y ninguno dice Jezú, Jocé, jarto... y celebran el día de la MOreneta ¿Y por qué no? Pero a ellos ningún andaluz se lo recrimina.
Nos creemos supremacistas y mejores que nadie.
Pero ¡oh Cataluña! Nos ha llegado nuestro propio Barroco. Ha llegado la decadencia y nos cuesta admitirlo.
¡Y qué vamos a decir de la iglesia soberana! Ya Virtelius la ha descrito muy bien.
A todo imperio le llega su ocaso y estamos asistiendo a inicio del fin del imperio catalán.
Unas escuelas donde se adoctrina en el odio, unas iglesias vacías, donde los pocos feligreses son más numerosos que los que son catalanes y donde, en la mayoría de ellas, solo se escuchan soflamas independentistas; unos curas trabucaires que son meros funcionarios. Gracias a Dios que aún quedan algunas parroquias donde no se escucha nada de política y sí se transmite la paz del evangelio.
Quisiera poner un ejemplo de ciudad acogedora y esa es Madrid, donde vive gente de todos los pueblos de España (catalanes también) y jamás he podido sentirme extraño.
Finalmente quiero expresar mi más firme repulsa a los obispos de la tarraconense, en especial a Omella, Vives, Novell y Pujol...que el papa los ascienda "ascenditur ut removeatur. Están haciendo más daño que un buey por un tejado.
¿Así podrian ser los nuevos obispos?
EliminarJóvenes, elegantes, ambiciosos, carismáticos. Hay quien dice que sexys. Los nuevos 'príncipes' de la política mundial han escalado a la cumbre enarbolando 'programas 2.0' -nuevas tecnologías, feminismo, cambio climático-, cuerpos tallados por el cincel del 'crossfit' e impecables fondos de armario. Encarnan el futuro. Un porvenir planchado y alejado de una arruga que ya no equivale forzosamente a sensatez -mírese si no a sus homólogos Donald Trump, Vladimir Putin o Recep Tayyip Erdogan- y que ha dejado de rentar electoralmente, a juzgar por el progresivo alejamiento ciudadano de la política.
El último milagro juvenil se llama Sebastian Kurz. Apenas se había quitado la toga universitaria cuando hace cuatro años se convirtió en ministro de Exteriores, a los 27. Y el próximo domingo -con las riendas del Partido Popular (ÖVP) también en la mano- se ha convertido en el canciller más joven de la Historia de Austria, con sólo 31 años. La hazaña le ha colocado en la estela de otros representantes de esta 'Generación Kennedy', heredera de un glamour político que el presidente estadounidense convirtió en sello y que usó para desarmar con su magnetismo (y su bronceado) a un Richard Nixon desmejorado y tenso en el primer debate televisado de la Historia, allá por 1960.
Qué fino que has sido, Jordi Savater20 de octubre de 2017, 13:57, pero totalmente claro. Estoy totalmente de acuerdo contigo; solamente añadir que, encima de todo eso, los catalanes y los obispos, arzobispos, curas, mosenes, frailes y frailas están tapando y justificando a corruptos. Corruptos que usan esa y otras artimañas para intentar solapar sus vergonyas.
EliminarMuy de acuerdo con el Sr.Anónimo 17/54 y grandioso y muy agudo con lo de las FRAYLAS!
EliminarTotalmente de acuerdo con el Señor Jordi Savater,no se ha dejado usted ni una coma,mas claro agua!!!
ResponderEliminarEs normal que muchos católicos nos hayamos vuelto independentistas.
ResponderEliminarLo siento, pero viendo muchos comentarios que aparecen aquí, no puedo evitarlo, se me activa el independentismo.
No es con estos argumentos, tan airados, que conseguirán que muchos catalanes y catalanas queramos ser españoles. Así, no, desde luego.
Indepe, cuando uno tiene las ideas claras, le importa poco lo que digan los demás. Mucho menos cambiar de opinión. Cuando alguien declara que creería en Dios si no fuera porque los que dicen creer son tan poco coherentes, lo que revela no es el comportamiento contradictorio de los creyentes, sino la debilidad de su razonamiento. Por muchas infidelidades que se vean en matrimonios no quiere ello decir que el matrimonio no sea un sacramento que exige mutuo respeto y fidelidad.
EliminarIndepe, oye esta canción, el Señor tiene detalles con nosotros.
Eliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=CZGPJ-OiExM
Sigue madurando lo que te han contestado aquí. Aunque hagan daño las verdades.
Anota que el Señor quiso que naciéramos en una patria, quizás única: España y la Hispanidad.
A Indepe20 de octubre de 2017, 16:02
EliminarPues sigue, Indepe, pero estás confundido y sabes que no se puede ir por la vida así.
La Iglesia no tiene que meterse a dividir la sociedad civil, y menos de esa manera, marginando a sus fieles. Veo que a ti te interesa muy poco la Iglesia.
AL SEÑOR INDEPE
EliminarPues oiga, no acabo de entender de qué parte está usted. Porque si dice
"No es con estos argumentos, tan airados, que conseguirán que muchos catalanes y catalanas queramos ser españoles. Así, no, desde luego", es porque deja traslucir claramente su deseo de que "muchos catalanes y catalanas queramos ser españoles".
¿Qué hace pues usted, indepe, dando consejos a los españoles para que no fomenten el independentismo entre los suyos? ¿Qué hace dándole consejos al enemigo de su causa? De verdad, no le entiendo. A no ser, claro está, que pretenda engañarme: que es eso lo que me malicio.
Hace 2.000 años el Imperio Romano dominaba el Mediterráneo, que conquistó con la espada. En Israel había los zelotes, fariseos y sacerdotes que querían sacarse el yugo romano mediante sublevaciones y revueltas; esperaban un mesías líder político y militar. Pero llegó un Jesucristo que se desentendió de los temas políticos y dejo claro que al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios, y por tanto lo vital para un sacerdote, que debe ser imagen de Cristo, es convertir los corazones del pueblo y no entrar en disputas políticas.
ResponderEliminarPor lo visto tenemos 400 curas zelotes que les interesa más “la nació” que la conversión de la gente en una sociedad descristianizada. Lo más patético es que los zelotes judíos acabaron muy mal, y provocaron la ruina y la diáspora del pueblo de Israel. Parece que los zelotes actuales no han aprendido la lección y quieren seguir el mismo camino.
Hace pocos días discutía con un profesor de religión, yo afirmaba que no es misión de la Iglesia entrar en discusiones políticas, él me decía que la Iglesia tenía que estar con el pueblo, dando por sentado que el pueblo son los que votan sí. ¿Qué pasa con los que votan No, o no votan? ¿no son el pueblo?
No tenía muy claro que un cristiano debe cumplir las leyes, y creo que se quedó descolocado cuando le cité a San Pablo Rm 13, 1-7 Que todos se sometan a las autoridades que tienen el poder, porque toda autoridad viene de Dios…quien se enfrenta a la autoridad se rebela contra el orden querido por Dios, i los rebeldes se buscaran su propia condenación…. Por esto hay que someterse no solo por temor al castigo sino también por razón de conciencia.....
Lo que más chocante es que los 400 curas insumisos, no lo son contra el aborto, ni contra el gaymonio, ni contra los políticos que atacan constantemente al cristianismo, sólo lo son contra la Constitución Española. Por lo visto les trae sin cuidado no solo las cartas de San Pablo sino la fe del pueblo que tienen encomendado.
Parece que el guión de Catalunya Ràdio de hoy es el siguiente:
ResponderEliminar- Hay más de 1.000 heridos por culpa de la represión policial
- Hay muchos ciudadanos que han recogido dinero de los cajeros, como protesta por la fuga de las sedes sociales y fiscales de los bancos catalanes
- Siguen los dos Jordis como presos políticos
- Se insinúan acciones de resistencia ante el 155
- Se sigue el caso de Alsasua y el caso del delito de terrorismo en las trifulcas del bar con los guardias civiles
Me da la impresión de que si realmente se desea una independencia, ya se habría declarado con todas las plenas consecuencias.
Ahora es la hora del victimismo y de las victorias simbólicas.
Pero debe de haber una fuerte indecisión en el núcleo duro del cuartel general del secesionismo Puigdemont-Junqueras: toda la hoja de ruta optimista se ha quebrado, y están frente a la frustración de cientos de miles enardecidos suyos:
"¿Cómo nos enfrentamos ante tantos decepcionados?".
"LA IMPOSIBLE MEDIACIÓN DE LA IGLESIA eN EL CONFLICTO INDEPENDENTISTA CATALÁN"
ResponderEliminarLlama poderosamente la atención que en la página de entrada de Gérminans, sobre este título (del artículo de ayer) está el argumento más irrefutable de esa imposible mediación: los 4 campanarios de muestra en que la iglesia exhibe sin el menor pudor (mejor dicho, con la mayor desvergüenza) la bandera independentista: la que representa la superioridad de los abanderados (la mitad de los fieles)sobre los demás. Una bandera que se está convirtiendo a marchas forzadas en la bandera del sufrimiento de muchísimos catalanes. ¡Gloria a Cataluña!
La estrella de Lucifer (el signo del odio) suplantando la cruz de Cristo. Es el originalísimo evangelio de los obispos de Cataluña capitaneados por su cardenal, comandando a los 400 curas aguerridos.
Leído en un medio digital, LD:
ResponderEliminar"La Guardia Civil toma declaración al director de 'La Vanguardia'
Màrius Carol, la presidenta en funciones de TV3 y Catalunya Ràdio, el director de El Punt-Avui y el de La Directa, citados."
Al paso que vamos, geniecillos de la independencia, el "Estado" va a acabar por aprobar leyes que restringirán la libertad de expresión y de acción.
Tal como va la cosa, hasta los articulistas y comentaristas de Germinans acabaremos declarando ante el juez.
El 155 afecta mucho por vía indirecta a los derechos y libertades de los ciudadanos, pues perturba, aunque sea lícitamente como reacción ante un mal, el normal y natural funcionamiento de la Generalidad.
Por favor, cuando toméis las decisiones, hay que tener en cuenta la lógica y la racionalidad, asícomo las consecuencias de los propios actos.
Al final, con la excusa del mal causado por el secesionismo, puede ocurrir que el "Estado" acabe siendo más fuerte, y los ciudadanos paguemos el pato con libertades y derechos menguados.
Y las clases medias catalanas, ante el empobrecimiento y la inseguridad, pueden acabar aplaudiendo...
Figurillas, pensad, pensad, pensad, antes de continuar...
Al de las 19: rs. Marius Carol citado a declarar
EliminarFigurilla, piensa, piensa, piensa, antes de continuar... se nota a la legua que a ti la libertad que te mola es la de la CUP bien Madurada, que mola más. Porque si el Estado funciona (con o sin fuerza), no hay secesionismo que prospere. Así que ¡viva la libertad de La Cubana. ¿la estelada? ¡No, no, la Estrellada, que nos mola más! ¡A que sí!, generoso e inteligentísimo defensor de los golpistas.
Tranquilo todo el mundo!!!.El REY acaba de hablar en Oviedo,ESTE CUENTO SEPARATISTA SE HA ACABADO.Que se vayan preparando los Mosenes y clero alto,bajo,o de mediana intensidad separatistas,su sueldo se lo pagará La famiglia Pujol,Mas,Junqueras y demás RALEA,o SEASE KAPUY!!! Vayanse a predicar a ANDORRA!
ResponderEliminarAl anónimo de las 20:29
EliminarSe equivoca usted, amigo, el sueldo de los curas y obispos separatistas se lo pagará España (la CEE), igual que España paga el sueldo de Puigdemon, Junqueras, Trapero y tutti quanti. ¿O qué esperaba?
Es que tanto el gobierno de España como la Conferencia Episcopal Española están enamorados del independentismo catalán. Se ve que lo necesitan para seguir siendo españoles. Por eso lo alimentan con el amor de una madre.
10:43, su ironía es buena.
EliminarAnte la omisión grave y reiterada de TODOS los obispos españoles y catalanes, pues deciden en conjunto en la CEE y CET, y por ello, responden de sus actos, sólo cabe la única explicación que usted proporciona (je je):
"Es que tanto el gobierno de España como la Conferencia Episcopal Española están enamorados del independentismo catalán. Se ve que lo necesitan para seguir siendo españoles. Por eso lo alimentan con el amor de una madre."
Incisivo análisis de Virtelius Temerarius de la esencia del llamado prusés: el supremacismo. Y del motor y refugio de ese anticristiano supremacismo: la Iglesia. Una precisión, igual que ese imaginario pueblo catalán no es la población catalana sino los adheridos a la ideología, estructurándose la sociedad en estamentos, dentro de los que defienden la ideología no todos son igualmente pueblo catalán. Ahí también hay estamentos. Sólo los que tienen auténtica conciencia de pueblo catalán y saben cómo administrarla son auténtico pueblo catalán. Sólo la oligarquía detenta la autoconciencia de ser pueblo catalán. En definitiva, toda la mixtificación está dirigida a la supremacía de una reducida oligarquía. Y entre oligarcas también hay clases, sólo un pequeño sanedrín debe dirigir al pueblo, hasta tienen que medio sacrificar a Jordi Pujol.
ResponderEliminar¿Cómo es posible que la Iglesia se ponga al servicio de esta ideología esclavista? Tiene causas históricas bien conocidas y bien conocidos grupos de poder imponiéndola.
Al anónimo de las 21:47 (20 octubre)
ResponderEliminarEn efecto, la cúspide está en las 200 familias patanegra, que son las que lo dirigen todo. Entre ellas la familia Godó (no en cambio la familia Montilla, tan bien utilizada por las otras 200 como tonto útil excelentemente gratificado).
Incluya la masonería internacional y otros grupos de interés y presión también internacionales.
EliminarLo que sucede en Cataluña es una prueba de laboratorio de ingeniería social, exportable al resto del mundo.
A todos los que me criticáis después de exponer aquí alguna idea.
ResponderEliminarA mí tampoco me gusta lo de las esteladas en las iglesias.
Pero no veo nada malo en que haya curas independentistas. ¿Verdad que hay curas españolistas? Pienso en el p. Custodio, por ejemplo. Pues si hay curas españolistas, también tenéis que aceptar que haya curas separatistas. Punto. Es normal en una sociedad diversa. Tan diversa como la misma Iglesia.
¡Oh sí, indepe. Por cada cura españolista (p. ej. Custodio y nadie más) mil independentistas. La cosa está equilibrada. Bueno, equilibrada no. Como UN ESPAÑOLISTA ERA EXCESIVO en una Cataluña tan libre, el cardenal cedió a las "presiones insufribles" (palabras textuales del cardenal)de los políticos y para darles gusto desterró a Custodio, al único españolista convicto y confeso (sin banderas de España en el campanario) cuando hay centenares de curas independentistas (y además, todos los obispos) convictos y confesos. ¿De qué me está hablando el indepe de la ideíca en defensa de los obispos y curas independentistas?
ResponderEliminarIndepe, ha asimilado usted no sólo el argumentario separatista, sino también el método empleado por los independentistas. Si a usted le dicen que en una sociedad secular --de historia de siglos-- hay que respetar el bien común, usted responde que los unionistas no respetan el bien común. Si a usted le dicen que todos deben cumplir las leyes y el estado de derecho y los secesionistas no lo hacen, usted responde que son los unionistas los que no cumplen las leyes ni el estado de derecho (sacado de la manga de la fracción separatista). Ustedes no argumentan responden con el mismo argumento como si fueran equiparables el todo y la parte. Eso sólo ocurre en determinados conjuntos (de matemática de conjuntos).
ResponderEliminarA ningún francés le llamaría un occitano "francesista", porque es una soberana memez. Exactamente lo mismo que llamar españolista a un español.
Me atreví a sugerirle que, para sacarle de esa dependencia en que le han sumido los separatistas, no hay método de desintoxicación que el estudio, la lectura. Así tendrá medios para ir reconstruyendo poco a poco su propia personalidad que le han robado, o se ha dejado robar.
Tomo nota de sus comentarios, JMVG.
EliminarNo creo que sea cuestión de contraponer el todo y la parte. Es solamente que en este país (España) todos somos muy legalistas para lo que nos interesa y cuando nos interesa. Cuando Rajoy se llena la boca con lo de cumplir la Ley, cuando nos hacen broma del clan de los Pujolone, entonces pienso en todas las vergüenzas que atesora, por ejemplo, el PP. Ayer mismo, un antiguo directivo del Canal Isabel II, implicaba a Gallardón en el robo de 25 millones de euros.
Y esto que pasa a nivel español, igualito pasa a nivel europeo. Ayer escuchaba a Tajani, en su discurso en Oviedo, presumir de lo muy solidarios que somos los europeos. Tan solidarios, que en lo que llevamos de siglo XXI, han muerto 40.000 inmigrantes ahogados en el mediterráneo.
A mí nadie me ha lavado el cerebro ni me ha intoxicado la personalidad, como pretende usted. Simplemente, intento ver la realidad tal como es. Me gusta leer todos los periódicos, beber de todos los canales, incluso del extranjero. Así creo que me he podido hacer una idea fidedigna de cómo son las cosas. Y esta visión de la realidad me lleva a ser, en las circunstancias actuales, favorable a la independencia de los catalanes.
En otro orden de cosas, no veo lo de que decir "españolista" sea "una soberana memez". En el DRAE, vienen "españolismo" y "españolista". Si el significante existe, será que el significado también existe ¿o no?
Si leyera los periódicos que no son del régimen (subvencionados como los que se publican en el Principado, sin excepción) no podría decir que le facilitan una idea secesionista. Los ensayos presentados en El Pais, en El Mundo por eminentes constitucionalistas, muchos de ellos catalanes (Francesc de Carreras, por ejemplo, o Freixas) tendría formación suficiente para ver las debilidades de esas ideas, desde todos los puntos de vista, jurídico, histórico, económico. No hace falta siquiera leer los periódicos. Vea la entrevista de Borrell y Junqueras y advertirá la falta de preparación de éste y la abrumadora catara de argumentos y datos del ilerdense. Por culpa de la falta de preparación y exceso de sectarismo de éste ha comenzado el hundimiento económico de Cataluña, con la estampida, que no huida, del tejido económico. Lo pagará usted y sus hijos.
EliminarEl argumentario que usted emplea no parece articulado: no aporta razones históricas, jurídicas, económicas, etcétera. Sólo consignas y manifestaciones de dependencia que son claros reflejos de una inmersión en un credo que en nada envidia a las sectas.
Evidentemente, Europa tiene un problema con los refugiados, pero nos urge a todos. Todos hemos de sentirnos responsables, porque todos, en algún momento hemos sido inmigrantes. Nosotros o nuestros padres o nuestros antepasados. Basta leer los apellidos de los independentistas: Sánchez (el de ANC), Rueda (conseller de exteriors, madrileño), Cuixart (de madre murciana, de Omnium Cultural), Comín (conseller de sanidad), etcétera.
Sólo un detalle que pudiera hacerle reflexionar: entre los huidos están los Hortalá-Vallvé. Hortalá, de origen olotí, era secretario de ERC y Vallvé, el segundo de abordo de Omniu Cultural. ¿Por qué se van? Por la inseguridad jurídica de la independencia. ¿Saben quienes se quedan? Forzosamente los que no tienen dinero, los que viven de la pensión, que, como es claro y palmario, van a perder en cuanto la independencia fuera realidad. No hay dinero. Y una Cataluña fuera de Europa es una Cataluña que condena a sus hijos al hambre.
Por eso, indepe, sólo os que han sufrido un exhaustivo lavado de cerebro o han puesto la testuz al lavado defienden con mantras la independencia. Me parece que así lo entiende mejor que si atiendo a razones étnicas, genéticas, poblaciones o históricas, por no decir morales.
JmVG,
EliminarDice que mis argumentos no están articulados. Bueno, es muy fácil soltar una frase así, lapidaria total, para debilitar la posición dialéctica del otro. Y hace otra trampa cuando me pide que aporte razones "históricas, jurídicas, económicas..." sabe que aquí es imposible entrar en una argumentación así, no hay espacio. Y como sabe que es imposible, me quiere hacer la encerrona. Pues no, no le voy a seguir el juego.
Afirma cosas sobre las que no sabe nada. ¿Qué sabra usted si leo o no leo El Mundo o El País? Sí, los leo. Leo a Francesc de Carreras, a Felix de Azúa, a Arcadi Espada, a Jimenez Losantos, a Vargas Llosa, a Savater, a Teresa Freixas, a Félix Ovejero, a Alvarez de Toledo, a Boadella, etc. etc. etc. Ellos y muchos más escriben a diario sobre lo mismo. Y la verdad es que los argumentos que me presentan no me convencen, como tampoco me convence usted. Al contrario, me hacen ser cada día más separatista.
Por cierto que ya no pienso responderle más, porque ya ha pasado la raya de la falta de respeto. Ni me han "lavado la cabeza", ni mis palabras son "mantras". Señor, a mí me han enseñado a respetar a los demás tanto como a mí misma.
Indepe, convencer o no depende de las razones que esgriman ellos y las razones que usted aporte. No puede meter en el mismo saco, salvo que no los haya entendido, a Francesc de Carreras y Félix de Azúa, por citar los dos primeros. Carreras escribe desde el derecho constitucional y pone de manifiesto la constante vulneración del mismo por los independentistas. Vulneración e ignorancia palmaria. En concreto sobre las fuentes del derecho, es decir, lo que nos permite apelar a la racionabilidad jurídica de una pretensión, medida o planteamiento. Asúa es un profesor de estética de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, escritor y poeta, filósofo, que habla desde la perspectiva humana, cultural, sobre la aberración separatista. Habla desde la experiencia. Del sinsentido de anular una lengua por mor de un irredentismo paleto.
EliminarMezcla indepe, churras con merinas. Poner de manifiesto la debilidad de una argumentación no es atacar ad hominem, no es faltar el respeto. Ese es otro mantra separatista: victimismo. Cuando uno introduce en el mismo sobre lo escrito por Henry Kamen o Tortella con lo escrito por periodistas, actores de teatro o novelistas es que no ha entendido ni aquellos ni a éstos.
jmvg,
EliminarMiente usted al decir que no me faltó al respeto. Afirmar de alguien, que se deja lavar el coco o que repite mantras, es tacharlo de imbécil. Sobre lo cual añade, ahora, lo del victimismo. Es un ataque
ad mulierem de libro.
Por otro lado, ya sé que Carreras y Azúa no comparten profesión. Comparten ideas. En fin,no ha entendido nada, nada de lo que quería decir. Lea con más atención, y piense más antes de escribir.
De todos modos, he sido un poco ingenua. No hace mucho que leo esta página. Hoy me ha dado por leer posts antiguos y ya he descubierto su juego, JMVG. Con esto, cierro mis discusiones con usted. Ni me convencerá, ni le convenceré.
"Cada francés es tan soberano como los demás franceses: por eso todos tienen los mismos derechos y deberes; y cada español es tan soberano como los demás españoles: hasta que nos tropezamos con el Pueblo Vasco y con el Pueblo Catalán. Ahí la soberanía es auténtica: el soberano está por encima de los demás y tiene prerrogativas de las que no gozan los demás. Ecclesia Cataláunica dixit, et Ecclesia Cathólica tacuit". Pues sí, la Iglesia de Cataluña lo dijo, y la Iglesia católica se salló.
ResponderEliminarY como el gran privilegio y la gran arma (de destrucción masiva) es la lengua, la Iglesia de Cataluña dio ejemplo a los políticos, EXPULSANDO de la iglesia mediante el uso de esa arma todopoderosa a los que tienen menos derechos lingüísticos. Y el sistema político catalán siguió el ejemplo: mediante la lengua, la población sobrevenida y despojada por tanto de los derechos lingüísticos exclusivos del Poble català, son expulsados del sistema académico-social mediante el fracaso escolar duplicado. ¿Eh qué fácil? Y la Iglesia dando lección a los políticos y demostrándoles la eficacia del método de expulsión lingüística. Es por integrarlos mejor, dicen.
¿Y todavía andan por ahí buscando talibanes? ¿Aún no saben quién es el pirómano que vertió la gasolina y encendió la mecha?
La Indepe con todos mis respetos lo que tiene que hacer es ir a visitar a los reclusos de Soto del Real,pero no ahora,espérese unas SEMANITAS que estará lleno de Buena Gente,Lluis Llach incluido.Podra ver a la "ESTACA" endirecto sin pagar un duro.
ResponderEliminarMuy caritativo su comentario, sí, muy caritativo. Alegrarse de que envían gente a la cárcel... un poco feo, no?
EliminarPues no, antes al contrario. Hay que alegrarse de que el delincuente vaya a la cárcel. ¿Cómo puede haber orden si no? Y abundando en la moderna doctrina social de las cárceles, que son centros de rehabilitación, ¿es cristiano que a un buen hombre que necesita rehabilitación, se le prive de entrar en un centro de rehabilitación y de inserción social? ¡Seamos coherentes! La cárcel es un bien para la sociedad y también para el encarcelado (¡el interno!) No lo olvide, se le encarcela por su bien y por el bien de la sociedad. ¿Cómo no vamos a desear ese bien para las personas que lo necesitan? Y hemos convenido socialmente en que son los jueces quienes determinan quiénes necesitan gozar de ese bien que ha puesto la sociedad a su servicio. Y por cierto, a un precio astronómico.
EliminarSi una persona entra en la carcel es que ha echo algo MALO y.
ResponderEliminarEspaña se sitúa al nivel Botsuana en independencia judicial, según el último estudio del Foro Económico Mundial. El informe, publicado el pasado 26 de septiembre, elabora un índice que mide como de independiente es el sistema judicial de un país de las influencias por parte de gobiernos, personas o empresas. Así, para encontrar al Estado español hay que bajar hasta la posición 58, de 137 países analizados, con un índice del 4,2, por debajo de Kenia, China, Arabia Saudí, Malta o Egipto.
ResponderEliminarEl índice de independencia judicial de España es dos puntos inferior al Canadá y Luxemburgo, y se sitúa lejos de los estados punteros: Finlandia (6,8), Nueva Zelanda (6,7), Noruega (6,6) y Suiza (6,5).
Alemania obtiene un 5,5, Francia un 5,3 y Portugal un 4,9.
El Foro Económico Mundial reafirma los datos publicados por la Comisión Europea el abril pasado, que también dibujaron un panorama poco alentador con respecto a la independencia judicial en España. Así, una encuesta de la CE determinó que el 58% de los españoles consideran "mala" (39%) o "muy mala" (19%) la independencia judicial, porcentaje que sitúa a España en la cola de los países europeos, sólo por delante de Bulgaria, Croacia y Eslovenia.