Ahora que se han calmado las aguas y sólo quedan los estertores de algún carlista desubicado es hora de salir en defensa de un sacerdote de una pieza: mosén Custodio Ballester. No me voy a referir a su notoria implicación en los movimientos en defensa de la vida, ya que la información sobre este particular pertenece a la jurisdicción de Cesáreo Marítimo y otros voluntarios que nos dejan sus cartas en la sección De omnibus Rebus.
Conozco a Custodio Ballester desde que ambos éramos unos jóvenes adolescentes y compartíamos reuniones en el grupo de jóvenes de la parroquia del Roser. A esa edad nuestro cura de hoy ya era un tipo con una personalidad muy acusada, un ejemplar único, de aquellos que -inusualmente- desde bien temprano tienen las cosas claras. Oriundo de tierras castellonenses, hablaba catalán con ese acento oriental tan propio de la comarca del Maestrazgo. Se decantó por los estudios de magisterio, pero seguía con su actividad en la parroquia, que se correspondía con la de aquellos laicos abnegados, insustituibles en cualquier comunidad. Particularmente era famoso por sus moniciones en la misa de una dominical, donde colaboraba con el ya fallecido Padre Lorenzo Manchado. Hasta que un día nos contó a los amigos una confidencia: ¡Quería ser sacerdote!
No digo que la noticia nos sorprendiera, pero -aunque tenía madera- nunca se había manifestado claramente. Y es que Custodio no iba a ser un cura típico. No era un místico, ni un relamido, ni tan siquiera el típico kumbayà barcelonés. Les estoy hablando de los años 80 y en aquella época uno veía a los curas de Barcelona de tal guisa. No había otra.
Custodio era un joven brillante, bien formado y con un excelente bagaje académico. Habría sido un excelente profesor, pero surgió la vocación y hacía allí dirigió sus energías. ¡Qué le sobraban a raudales! En lenguaje empresarial diríamos que iba a ser un emprendedor.
Con los años se desvaneció la pista. Le había encontrado alguna vez en el barrio, sabía de sus progresos en el Seminario y su posterior ordenación, pero me perdí sus primeros pasos. Hasta que, fruto de la casualidad, topé con él en una boda en la pequeña iglesia de Gualba, un pueblecito del Montseny. Allí observé que no había perdido la forma, al revés como cura todavía había adquirido más energía. ¡Menuda fuerza de la naturaleza! Me llamó la atención porque una de las recomendaciones que les hizo a los contrayentes fue la de que enseñaran a rezar a sus hijos. ¡Qué ningún hijo llega a olvidar el rostro de sus padres cuando le enseñaron a rezar! Pocos curas recuerdan esta lección tan elemental. Y la subrayan el día de la boda, cuando todo es fiesta y algazara.
En el año 2001 fue designado párroco de la Inmaculada Concepción de Hospitalet de Llobregat. Una parroquia situada donde la ciudad cambia su nombre. En la frontera entre Hospitalet, Cornella y Esplugues, entrecruzada por un nudo ferroviario, que convierte el barrio en uno de los de más difícil acceso de la zona. No era una perita en dulce. Más bien suponía un destierro. Pero para Custodio no existen raíles ferroviarios ni viaductos. Desde aquel escarpado faro siguió con su actividad, dinamizó la parroquia y ha conseguido que hoy sea una de las más vivas de la diócesis. ¡Otro insustituible en el extrarradio!
¿Podemos prescindir de un sacerdote como éste? ¿Son justos los ataques qué ha recibido? ¿No será que debía entregarse una cabeza y se la han pretendido cortar al último eslabón de la cadena? ¿Hemos de seguir haciendo el ridículo y dispararnos entre nosotros cómo si fuéramos el ejército de Pancho Villa?
En todo caso, que les quede claro a los que critican a Custodio sin conocerlo o habiéndole conocido muy recientemente: no se va arredrar. ¡Menudo es!
Oriolt
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Sr. Oriolt, muchas gracias por ese artículo.
ResponderEliminarSe que es un sacerdote muy íntegro, de esos sacerdotes en que se les ve claramente su vocación y hacen su ministerio con verdadero ardor apostólico.
El mismo Jesús dice "que nadie es profeta en tierra" y seguro que tendrá feligreses en contra, como al mismo tiempo me consta que hay fieles de otras Parroquias de Cornellà, especialmente, y también de Barcelona que acuden a la Inmaculada Concepción de L'Hospitalet.
Este tipo de sacerdotes no es aceptable en un gobierno episcopal esclavizado por toda una vida de favores mutuos, de cerrar las puertas de los armarios con los cadáveres de casi todos bajo la divisa del statu quo del "hoy por ti, mañana por mi".
EliminarSistach es el máximo representante de esta iglesia postconciliar que ha dado todo lo que podía dar de sí misma. Está muerta y extinta, es un zombi, o sea, un cadáver andante.
Desde 1965 hasta hoy, 2015, han pasado unos 50 años que sólo en los 8 años de vida de Germinans, se han desvelado no todos, sino los casos más representativos, la punta del iceberg, la cola del dragón del desastre más catastrófico que ha sufrido nunca la Iglesia en toda su historia: la apostasía general en el culto, la moral y el dogma, y la falsificación de la caridad, el amor y la misericordia como escudo encubridor de la muerte espiritual del catolicismo postconciliar.
Mosén Custodio no encaja en absoluto en este panorama de religiosos, sacerdotes y obispos nacional-progresistas cuya teología, putrefacta y corrompida, se fundamenta en Tamayo y Pagola, en la protestantizada Teología del Rin y en la teología protestante norteamericana, en la Nueva Era ("Jesús, portador del agua de la vida"), en la negación de la sacralidad en la liturgia, de la negación de la vida, la familia y el matrimonio, de los sacramentos y los sacramentales.
Tanto da el mal que se haya hecho, siempre está abierta la puerta de la misericordia de Dios, pero la conversión implica necesariamente quemar toda esta mala teología. Dios acepta los experimentos teológicos y litúrgicos aunque sean catastróficos, porque así todos, buenos y malos, vamos viendo nuestras grandes carencias, ignorancias y necedades, que todos sin excepción las tenemos.
Por ejemplo, el desastroso gobierno y organización por parte de Francisco y la Curia Vaticana del apostático Sínodo de las Familias, que quiere aprobar el adulterio y la homosexualidad, así como su acceso a la comunión, es un acto de Dios que nos llama a estudiar y a comprender tres tipos de sacramentos: matrimonio, confesión y eucaristía, en relación con los mandamientos de la Ley de Dios y la necesidad necesariamente necesaria de la gracia para poder cumplirlos.
Ello es así porque todos nos hemos olvidado, en más o en menos, de la ecología integral interrelacionada de los sacramentos, los mandamientos y la gracia. Y a los equivocados, aunque sea conscientemente, siempre son llamados a rectificar y convertirse. Del mal Dios saca siempre un bien, como mínimo, que es el conocimiento de sus cosas.
El error, ignorancia y malicia de nuestros tiempos y de nuestra cultura y civilización están en la vida, la familia, el matrimonio, la liturgia y la eclesialidad.
Que cada época tiene su mal y su remedio, es plenamente lógico. Nuestro mal no está, como en diversos momentos pasados de la Iglesia, en la compraventa de títulos eclesiásticos o indulgencias, la malversación de bienes eclesiales, la no residencia de los obispos en su diócesis, la falta de formación de sacerdotes, la corrupción moral y económica de los monasterios, las supersticiones. A cada tiempo y lugar, sus problemas y sus soluciones. De la herejía y cisma protestante de la supuesta Reforma, vino la Contrareforma. Y la Reforma se perdió en cientos de miles de plurimorfismos anarquizantes de comunidades denominacionales, interdenominacionales, no denominacionales, oficiales y estatales o libres y autocéfalas, que han acabado en una gran babel confusa de creencias. (el ecumenismo católico es cooperación interdenominacional en el campo protestante).
Queridos amigos de Germinans, estoy pasando mis particulares vacaciones de verano...cangureñas. Alejado de toda "cobertura", no he podido seguir la página hasta hoy, que he bajado al ruido.Y me encuentro con la semblanza de Don Custodio. Ha venido en determinadas ocasiones a mi parroquia vecina de la suya para sustituir al párroco o ayudarle en el confesionario. Puedo dar fe de la integridad doctrinal, de la cohonestidad entre vida y doctrina, de su celo. Que Dios le bendiga.
EliminarTambién he echado un vistazo a algunos posts. Aparte del desprecio que me merecen determinados comportamientos clericales, hay uno que enerva especialmente. Me refiero al comportamiento de obispos (citados con nombres y apellidos) que contemporizan con el aborto en todas sus formas. Y lo redomadamente imbécil: afirmar que el representante del obispado (del obispo) en los patronatos es meramente testimonial y no tiene sentido que se pronuncie en contra. ¿No es Novell uno de los que se pronuncia a favor del independentismo pese a ser objetivamente perverso, como declaró la Conferencia Episcopal Italiana ratificada por Juan Pablo II. Hay que ver el rostro de cemento de obispos y abades mudos ante el aborto y estúpidamente locuaces a favor de tesis contrarias al derecho de gentes. Comportamiento típico del hampa y germanías.
Es y ha sido usted uno de mis comentaristas preferidos de Germinans, por su vehemencia en defensa de lo que considera sagrado, esto es, la Vida y el Magisterio. Y la unidad de nuestras tierras.
EliminarEl no haberle leído últimamente me había dado una cierta intranquilidad, pero por lo visto, y gracias a Dios, no había motivo.
Se merece usted esas vacaciones que dice estar pasando. Cuando uno tiene ya una edad y se aproxima al invierno de la senectud, ha de reposar más a menudo, sabiendo que Dios nos ha dado anteriormente unas energías que ya van faltando. Cuando llegamos a la edad provecta, el cuerpo no responde ya como era costumbre, y nuestra mente se va como endureciendo. Es como un proceso de calcificación, de precipitación de agregados minerales. Nuestros recuerdos se tornan confusos, opacos en definitiva.
Pero me alegra constatar que pese a todos estos graves inconvenientes, continúa usted activo y con la mente transparente. Que Dios le bendiga, y termine de pasar un buen verano.
Es un sacerdote santo. Cuando se muera, es más que probable un proceso de beatificación rápido. Y si no, al tiempo.
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