"Compañera te doy y no sierva. Amala como Cristo amó a su Iglesia"
(Antiguo ritual del Matrimonio)
No para de sonarme en los oídos ese grito sumamente revelador que tantas veces he oído en las contramanifestaciones de nuestra Marcha por la Vida cada día 25. Su grito de guerra es: “¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!”. Y digo que es tremendamente revelador: lo que más, cuando lo profieren ELLOS, tan “solidarios” con ellas. Evidente esperpento, claro está, que no sabría decir si tiene más de ironía o de sarcasmo. Lo que les correspondería decir a ellos, es: Aunque nosotros no parimos, somos nosotros los que decidimos. Y ellas, las que reivindican su derecho a abortar, ni paren ni deciden. Cuatro palabras, cuatro mentiras. Porque justamente el aborto es la mayor agresión, rabiosamente machista, que ha perpetrado nuestra sociedad contra la mujer.
Una noticia que se ha puesto en circulación recientemente, ha activado aún más mi rebelión ante la aberración social del aborto. La noticia es que el pasado año 100.000 mujeres con total estabilidad profesional y económica recurrieron a la inseminación artificial –también en los hospitales de la Iglesia- que además les costó lo suyo. Si a estas 100.000 añadimos las decenas de miles de mujeres que se deshicieron del semental una vez inseminadas, por considerar que ellas y el hijo estarían mejor sin él; y si añadimos a éstas las mujeres que una vez embarazadas fueron abandonadas por su pareja, tenemos a la vista un panorama atroz de déficit de padres y esposos. Frente a un gran número de mujeres que desean ser madres, es estremecedoramente escaso el número de hombres capaces de ser esposos y padres.
Estamos ante el fracaso estrepitoso del hombre en una sociedad rabiosamente machista que tiene como su máximo objetivo para él, el sexo totalmente libre y sin cargas. En el diseño moderno de sociedad, las cargas son íntegras para la mujer. Y en eso trabajan a fondo la educación y los medios. Se educa a la mujer para la servidumbre sexual. Lo que el nuevo sistema le promete y le procura al hombre no es sexo prostituido, que eso se paga. No es eso, sino sexo esclavo. El sistema educa a la mujer como esclava sexual. Y después de liberar al hombre hasta de las más nimias cargas sexuales e imponérselas a la mujer, le enseña a gritar, para que todo el mundo sepa (y sobre todo los hombres) hasta qué punto ha asumido ésta su condición de esclava sexual: “¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!”
Una noticia que se ha puesto en circulación recientemente, ha activado aún más mi rebelión ante la aberración social del aborto. La noticia es que el pasado año 100.000 mujeres con total estabilidad profesional y económica recurrieron a la inseminación artificial –también en los hospitales de la Iglesia- que además les costó lo suyo. Si a estas 100.000 añadimos las decenas de miles de mujeres que se deshicieron del semental una vez inseminadas, por considerar que ellas y el hijo estarían mejor sin él; y si añadimos a éstas las mujeres que una vez embarazadas fueron abandonadas por su pareja, tenemos a la vista un panorama atroz de déficit de padres y esposos. Frente a un gran número de mujeres que desean ser madres, es estremecedoramente escaso el número de hombres capaces de ser esposos y padres.
Estamos ante el fracaso estrepitoso del hombre en una sociedad rabiosamente machista que tiene como su máximo objetivo para él, el sexo totalmente libre y sin cargas. En el diseño moderno de sociedad, las cargas son íntegras para la mujer. Y en eso trabajan a fondo la educación y los medios. Se educa a la mujer para la servidumbre sexual. Lo que el nuevo sistema le promete y le procura al hombre no es sexo prostituido, que eso se paga. No es eso, sino sexo esclavo. El sistema educa a la mujer como esclava sexual. Y después de liberar al hombre hasta de las más nimias cargas sexuales e imponérselas a la mujer, le enseña a gritar, para que todo el mundo sepa (y sobre todo los hombres) hasta qué punto ha asumido ésta su condición de esclava sexual: “¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!”
Cosa bien singular, claro, porque lo típico en toda la zootecnia es castrar a los machos. Y lo fue también para la especie humana. Pero de eso hace muchos siglos. Nos quedó como monumento para recuerdo de esa praxis la palabra “esclavo”, que nos vino de Egipto a través de Grecia, en vez de servus; porque siklav (ciclán) devenido a sklavos hacía referencia justo a la extirpación de los testículos (tradición continuada en Oriente con los eunucos). Pero los tiros no van por ahí en la moderna ingeniería social.
Puesto que era imposible hacer trabajar al toro si no lo castraban, pensaron nuestros más remotos antepasados que era imposible hacer trabajar al hombre si no se le castraba. De este prejuicio nació el Homo Servus Sclavus cuyo distintivo de especie era la castración. Eso ocurría en el Oriente Medio. Pero en otras civilizaciones, entre ellas la etrusca-romana, pensaron que podían evitar la castración del hombre a condición de trasladarla a la mujer. Mantuvieron la castración en la especie, pero liberando de ella al hombre y cargándola sobre la mujer: la diferencia era que tal como en el hombre la castración tenía que ser anatómica, en la mujer podía ser funcional fisiológica. El hombre quedaba con toda su funcionalidad sexual (Homo Servus Servus), mientras que a la mujer se le castraba esta funcionalidad para ajustarla única y estrictamente a la del hombre: mujer sólo para la copulación; fue así como nació la prostitución, que funcionó además como primera (y por muchos siglos única) moneda de pago para los esclavos. Pago ¡y estímulo!: es la genial política de la zanahoria, antes y ahora.
Obviamente la esclava destinada a esta función económica (la Mulier Meretrix) tenía castradas (y a menudo de forma violenta y arriesgada, como cuando la cosa culminaba en el aborto) las funciones sexuales propias de la mujer: de lo contrario no era útil para cargar con el peso de la no castración del hombre, que ése era su objetivo “laboral” y vital. En efecto, la mujer embarazada era totalmente inútil para ese objetivo. Y tanto más inútil cuanto más avanzaba el embarazo, y luego el parto y la lactancia (si no era abandonado el recién nacido en la calle o vendido a los criadores de esclavos). De ahí que Mulier Meretrix y pregnans fuesen términos contradictorios. No perdamos de vista que la Meretrix era esclava laboral del amo y esclava sexual del esclavo. Si quedaba embarazada, perdía su condición de meretriz; y el amo, como justo castigo por haber quedado inútil para su trabajo, la destinaba a trabajos más duros. Estos descuidos eran imperdonables. Es que la cosa era muy grave: la meretriz embarazada, al quedar inútil (sexualmente) para el esclavo, quedaba también inútil (laboralmente) para el amo.
La cuestión de fondo es que la mujer es mucho más manejable sexualmente que el hombre: se la puede reprimir con mucha mayor facilidad que al hombre, al ser su demanda copuladora muchísimo menor que la de éste. En efecto, nunca jamás ha ocurrido en la historia de ninguna civilización que la mujer incurriese en altísimos índices de violencia sexual por satisfacer sus ansias copuladoras, ni que montase una imponente industria de prostitución masculina por dar suelta a sus ansias insaciables de copulación. Y eso es así porque la mujer es sexualmente más REPRIMIBLE que el hombre; por eso se ejerció sobre ella la represión sexual, quizá como fórmula única de control de la natalidad.
Pero resulta que la mujer es además OPRIMIBLE sexualmente (no lo es el hombre, que es el opresor, porque “oprimirle” en este sentido sería justamente premiarle dándole lo que más desea). Así lo entendieron los romanos, que para premiar sexualmente al esclavo, oprimían sexualmente a la esclava dedicándola a la prostitución.
Por eso ha sido tan sumamente fácil convertir a la mujer en OBJETO DE OPRESIÓN SEXUAL. Una opresión que se convierte en presión constante desde todas las instancias imaginables: la escuela, los medios, los servicios sociales, el sistema sanitario y hasta el sursum corda. Una presión y una opresión que el hombre sólo sufre cuando es utilizado sexualmente como mujer por otros hombres. Y también en este caso, se ponen todos los medios para conseguir este fin: empezando, obviamente por la “adecuada” educación en la escuela, que les ofrece a los nuevos esclavos y esclavas –hetero y homosexuales- nuevas libertades genitales.
Con la actual opresión sexual de la mujer se cierra el ciclo, uno más, del eterno retorno: “el amo” decidió liberar de la castración al esclavo macho (castración anatómica). Pero volcó sobre la nueva esclava, la carga de la castración: empleó todos los medios para su inutilización sexual específica (que no es la copulación exclusivamente, como pretende el machismo imponiéndole su óptica). En efecto, la ha inutilizado para el PROCESO REPRODUCTIVO que le es propio. Inutilización sexual y CASTRACIÓN de la mujer que empieza en los anticonceptivos y culmina en el ABORTO. Exactamente igual que cuando los romanos pusieron en marcha la prostitución. ¿Para qué? Pues para que los esclavos (no las esclavas, que funcionan por otros patrones conductuales) fueran libres sexualmente, felices sexualmente y agradecidos sexualmente al amo.
¿Y por qué se castra a las esclavas y no a los esclavos? Pues porque los esclavos son tremendamente difíciles de manejar sexualmente: desencadenan la delincuencia sexual que a veces llega a límites horribles; despliegan, para los más “decentes” el comercio sexual, que mueve enormes sumas de dinero; desarrollan la pornografía (con un auge horripilante de la pornografía infantil, punta de lanza de la delincuencia sexual contra los niños que, cierren los ojos para no ver, empieza en los centros educativos de todo género). En fin, que los esclavos machos son indomables, mientras que las esclavas se dejan manipular muy fácilmente: su pulsión sexual-copulativa no las empuja a todas esas aberraciones en que incurren los hombres. Moraleja del amo: esclaviza tanto como puedas a las esclavas para que se entreguen “voluntariamente” a los esclavos, porque ese MARAVILLOSO ORDEN SOCIAL contribuye a relajar la tensión sexual de los esclavos. Consigue como sea que ellas griten alegres y convencidas: ¡NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS! (es el santo y seña de la esclavitud sexual “voluntaria”).
Pero esta visión tan esclavista de la situación no puede ser más que un espejismo, pues tanto los esclavos como las esclavas votan cada cuatro años quiénes prefieren que sean sus amos. Los amos que diseñen e impongan desde el poder sus modelos sexuales. Pero llegan tarde: para ingeniería social, la de los romanos. Los imitarán, los copiarán, pero no los superarán. Y los dos mil años de historia del cristianismo en el que la Iglesia -fiel a Jesucristo- elevó a la mujer a la categoría de esposa y madre, amada y respetada, enterrados por el silencio cómplice de los perros mudos (cf. Is 56,10) que vendieron su progenitura por un plato de lentejas… cada vez más pequeño.
Custodio Ballester Bielsa, pbro.
www.sacerdotesporlavida.es
Avortament = genocidi, asesinato aceptado. ¡Mamá no me mates, déjame vivir!. Si tú no lo qieres, hay muchos otros que sí lo desean y esperan la alegría de sentir el abrazo de lo más querido. Recemos por las mujeres que se dejan llevar por las cicunstancias y dan el paso del aborto. Como dicen los psicólogos, este asesinato no lo olvidarán nunca. María auxiliadora ruega por ellas y los que colaboran en este acto inhumano.
ResponderEliminarPadre Custodio, hay algun otro sitio o web donde le acepten este tipo de disquisiciones? por curiosidad.
ResponderEliminarMARPN
EliminarEs posible que no porque no convienen enfrentarse a nadie, vale más estar de acuerdo con el asesinato que representa el aborto o mirar hacia otro lado mientra silbas. También lo hacen esto algunos representantes de nuestra IC y varios de los altos cargos eclesiásticos. Todos daremos cuenta a Dios de nuestras acciones e inacciones. San José cuida tu IC.
Aquí también lo han publicado, amigo: http://blogs.hazteoir.org/opinion/2015/07/30/la-mujer-castrada-por-custodio-ballester-pbro/
EliminarO sea, que a parte de esta web y de hazteoir.org, no difunde su profundo pensamiento en ningun otro sitio?
EliminarMARPN
EliminarMira que eres rebuscado y soez. Si tú apruebas el aborto, allá tú y tu conciencia.Como tú hay muchísimos, pero que opinen que el aborto es el genocidio moderno, hay muchíssssssimos. Lo que pase es que quizá no no lo maniestan. Todos los católicos estamos EN CONTRA de "nosotras parimos, nosotras decidimos". Con tu cuerpo haz lo que te plazca, pero con el ser INDEFENSO que llevas en tu interior, NO PUEDES DECIDIR DARLE LA MUERTE. Eso es un CRIMEN, lo aceptes o no y tendrás que dar cuenta de ello. Recapacita.
Menos mal que dices que no conviene enfrentarse a nadie, MARPN. Cuando convenga, entiendo que sacarás el trabuco de debajo de la cama. Primero, deja de utilizar y manipular el nombre de "todos los catolicos" para tu historia de cazabrujas (es decir, quien no comulgue con tus postulados, queda excluido de tu catolicismo). Soy católico y lo que leo en esta web es sólo un punto de vista. Que un maniqueista (o todo blanco o todo negro) en nombre de su verdad quiera hacerme tragar tanta supina idiotez tratando al resto de los mortales como retrasados sin criterio por no cantar su melodía es cuando menos cuestionable. Vete a recapacitar tú si has de tratar con personas. Por lo visto no andas habituado.
EliminarTe descalificas tú mismo. NINGUN CATÓLICO PUEDE ESTAR DE ACUERDO CON EL GENOCIDIO DEL ABORTO y no hay más. Punto final.
Eliminarlo que tú digas, amigo anonimo. El punto final yo lo leo en el credo del concilio de Nicea, no el de un exhaltado dispuesto a darme lecciones de no se qué. Tengo claro que no es de catolicismo. De cromos sepia, quizá. Y de buen seguro que de prietas las filas y montañas nevadas.
EliminarOtra vez, el de las gafas relativistas, que no sabe interpretar el Credo.
Eliminar…….”Y (creo) en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre (y del Hijo), que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria y que habló por los profetas”.
Pues lo dice bien claro, el Espíritu Santo, es el Señor y dador de vida.
Quitar la vida (con clara intención), es actuar contra el Espíritu Santo.
Encantado de leer la sabiduría de la marisabidilla de turno. Y como me ilustra con tanto aplomo (el típico de los de barra de bar) le diré que deje de faltar al segundo mandamiento: deje de tomar el Nombre de Dios en vano, Su Espíritu no necesita de sus interpretaciones ideologicas meapileras. Quiere defender la vida a toda costa? la del nonato y la del nato? Por qué será que todo el facherío ·eclesiastico· aúlla sólo en una dirección cuando hay flagrantes desprecios a la vida de los vivos y no se les ve ni por asomo protestar? Se permite dar lecciones de defensa de la vida en esta web de anonimos? Laura "S", siga aleccionandome, estoy atento.
Eliminar¿Pataleta?
EliminarCada uno de nosotros estamos llamados a una vocación.
Usted, si cree que su vocación es centrarse totalmente en la caridad orientada a la persona nacida necesitada, entiendo que esa vocación es muy legítima. Carismas hay muchísimos. ¿Alguien le obstruye en su opción personal?
¿Por qué obstruye las opciones de los otros? Cree quizás, que el no nacido (persona humana desde su concepción), no tiene que recibir esa caridad básica de respeto a su vida. ¿Por qué?
Sr. Anónimo del 19 de agosto de 2015, 22:58.
EliminarMire, Usted tendrá su idea, pero la vida humana es un DON DE DIOS y como tal merece su respeto y admiración.
Para mí la forma de escribir de la Sra, Laura es magnifica porque apare de su aportación personal, busca textos de por ejemplo San Juan Pablo II, para ilustrar sus comentarios, en su mayor parte. A mi modo de entender es de las mejores comentaristas que tiene esa web.
El tema del aborto, es desgraciadamente, un tema moral por supuesto, entra de lleno en el quinto mandamiento del Decálogo, pero se ha convertido en un tema económico y político, siempre perjudicando a la mujer, que aunque digan que es igual al hombre, y deberia serlo en cuanto a dignidad, porque ambos son hijos de Dios, total que mujer se la tiene como un objeto, para la publicidad, para la explotación sexual, y el hombre cobardemente calladito, como si a el no le fuera la película.
Dios en la Creación del hombre, vió que solo, no se encontraba a gusto y enseguida creo la mujer como compañera, NO COMO ESCLAVA.
Por alusiones: la pataleta se la dejp para Ud, estimada Laura "S". Repase sus respuestas y vea como trata a los que no interpretan con sus ruedas de molino el Credo. Por lo demás, desisto de responder a verdades de perogrullo: que el Espíritu infunde carismas donde y cuando quiere me parece una obviedad. Que por sentirse contrariada en mi respuesta ya me haga partícipe de obstrucción a sus postulados, que son , desde luego, más que opinables, hágaselo mirar, pero no por el caballero Trenchs, que le ríe las gracias y al que respondo: oiga Ud, que la vida es un Don de Dios es otra verdad de perogrullo. Que intente yuxtaponerla a lo que he podido expresar, una cortedad de entendederas. Es lo que hay cuando el posible debate no es tal, si no una partida "de los que tiene la verdad" contra los que pataletean por no decir amén y jesusito de mi vida. Es que el tema del aborto, queridos contertulios, me parece sumamente serio para ver como cuatro anonimos (excepto el honesto padre Custodio, por firmar) largan tales frivolidades sentando cátedra de taberna. Y suelen coincidir -cómo no!- con las posturas que irritaban a Nuestro Señor. Fariseos de opereta.
EliminarSr, Anónimo de las 20,21, gracias por leer mi comentario y disculpe si me expresado mal.
EliminarUn servidor no es un erudito en la escritura y a veces digo verdades de perogrullo, pero que tienen de defenderse como es el caso del aborto, es necesario porque las leyes y la sociedad van en contra de la vida del no nacido y del moribundo.
Ciertamente, hay otras graves violaciones del derecho a la vida, por ejemplo el tráfico internacional de personas, la violencia de género, etc.. pero en casos ya pueden, aunque a veces con dificultad, por las leyes que hay.
Que la Iglesia, ya se ha quejado en numerosas ocasiones, normalmente con caso omiso.
Con esa respuesta ya quisiera dejar la polémica que podian haber causado mis palabras por zanjado.
“El engaño de la cultura contemporánea consiste en presentar la paternidad responsable (PR) como derecho que la mujer tiene para decidir de cualquier manera su fertilidad. El engaño es sutil, y nunca como en este caso el uso indebido de un término, construido dentro de la gran tradición antropológica y ética del cristianismo, ha terminado utilizándose contra el hombre.
ResponderEliminarEnunciado de esta manera, PR igual a autodeterminación de la mujer, parece no presentar dificultad alguna, es más se exhibe como promoción de la libertad de la persona. Pero en realidad, esconde la idea de que la facultad sexual y su ejercicio no tienen en si ni por si significado alguno, a no ser el que cada quien le atribuye. Dentro del concepto de PR, por tanto se introduce la legitimación del aborto y de la esterilización. A lo cual va unido el término de “salud reproductiva” y, coherentemente el correlativo derecho a la misma. En realidad, frecuentemente con este término se afirma el derecho a imponer a poblaciones pobres la ideología de la anticoncepción, de la esterilización y del aborto.
Por tanto, el término y el concepto de PR son de fundamental importancia para comprobar si una teoría antropológica y una propuesta educativa son respetuosas o no con la verdad y con el bien de la persona humana.”
Carlo Caffarra
“Paternidad planificada” de Planned Parenthood es asesinato planificado, denuncia Cardenal
Eliminarhttps://www.aciprensa.com/noticias/paternidad-planificada-de-planned-parenthood-es-asesinato-planificado-denuncia-cardenal-57760/
Mn. Custodio, gracias por su artículo.
ResponderEliminar¿Qué pena dan esas mujeres, que salen en las fotos?
Desde luego, aquello que digamos, no se las ve muy felices. Este lema" NOSOTRAS PAR..., NOSOTRAS DECID..." Es una clara demostración de su ateismo feminista, porque no se que es lo pueden decidir, si Dios aunque no lo quiera, lo acepta por respetar nuestra libertad humana.
Ciertamente cuando un@ se aparta de Dios, o mejor dicho prescinde de Dios, todo el mal que uno pueda imaginar, es posible.
Se ve que la tentación diabólica a Adan y Eva, ha creado por el pecado una separación entre Dios y el hombre.
Eso que Dios para terminar la OBRA DE LA CREACIÓN, viendo que todo era bueno, creó el hombre a su imagen y semejanza y viendo que el hombre necesitaba una compañera, creó la mujer, "... dándoles el encargo de crecer y multiplicaos...."
Hasta que tal como dicen las Escrituras "al cumplirse la plenitud de los tiempos, envió a su Hijo unigénito" para redimirnos de la esclavitud del pecado y por su Gracia, hacernos Hijos adoptivos y por tanto herederos de la felicidad eterna.
O sea que la vida humana es un DON DE DIOS y como tal tenemos la obligación de preservar, aparte está en el quinto mandamiento del Decálogo.
Motivaciones de carácter ambiental que hacen de la “Teología del cuerpo”, una reflexión de gran urgencia y actualidad:
ResponderEliminar1) El corporeísmo, esa actual revalorización del cuerpo, extra o super que nos llega desde diferentes instancias de nuestra sociedad.
2) Neo-maniqueísmo contemporáneo, que el mismo Papa Juan Pablo II describe como uno de los fenómenos actuales que oscurece y deforma, la visión cristiana del hombre y del cuerpo.
3) Ideología de género, que se va introduciendo en las leyes de España, con graves consecuencias para la mujer, para el matrimonio, para la familia y la educación de los hijos, y en general para el valor de la persona humana.
Ante la concepción y el significado que la cultura de hoy da al cuerpo, se presenta la antropología cristiana:
1) Antropología unitaria
No hay que ver el cuerpo como un “otro” respecto al hombre. La relación del hombre con su propio cuerpo no debe ser ni instrumental, ni posesiva ni infravalorada. Pero el hombre, todo el hombre, es más que su propio cuerpo y aunque vive en él, lo trasciende. Esta trascendencia no significa ni implica en absoluto, algún tipo de separación, yuxtaposición o dualismo entre el cuerpo y el espíritu. El ser del hombre se caracteriza por su específica “unitotalidad”. El hombre es siempre unidad de espíritu y cuerpo, en cada una de sus decisiones y de las actividades con las que se realiza a sí mismo y se comunica con los demás.
La Iglesia ha reafirmado esta antropología unitaria en Gaudium et Spes 14, Familiaris Consortio 11, Deus Caritas est 5.
2) Antropología trinitaria
El hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Por tanto, ha recibido en la creación una vocación fundamental al amor y a la comunión, es decir, a la esponsalidad matrimonial o virginal, que son las dos únicas formas y caminos para realizar y cumplir esa vocación fundamental a la comunión. El amor es por tanto la bóveda que sustenta todo el Misterio del hombre.
Gaudium et Spes 12, Familiaris consortio 11, Redemptor hominis 10
Por otra parte el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios no solo individualmente, sino en cuanto “unidad de dos”, varón y mujer, llamados a vivir y realizar juntos esa vocación creatural al amor y la comunión. Mulieres Dignitatem 7.
Por eso, en la creación del hombre se da también una semejanza con la comunión divina. En la vocación a la comunión del amor, inscrita en el ser del hombre por el acto creador de Dios, se da una cierta semejanza con la comunión trinitaria. Pero esta semejanza se da no solo como una cualidad de ambos, sino también como una llamada y una tarea.
Así lo señala Gaudiun et Spes 24.
Esta verdad sobre el ser humano, dice JPII en Mulieres Dignitatem 7, es decir el carácter esponsal de la relación entre las personas, constituye un punto de partida indispensable para la antropología teológica en general y para la Teología del cuerpo en particular.
Mosén Custodio, entiendo que pocas veces se presenta de forma tan concreta, tan desnuda, la conducta de la mujer. Es un punto de vista que objetivamente es medible y por tanto elocuente, para esta sociedad que habla de correcto e incorrecto y no de bien o de mal.
ResponderEliminarNormalmente se clasifican estas actuaciones femeninas dentro del término general de “hedonismo”.
Para la mujer, desde un punto de vista objetivo, de hedonismo, tiene muy poco.
Si clasificamos como hacen los “utilitaristas”, las actuaciones no en bueno o malo, sino en útil o no útil, es evidente que la suma del supuesto hedonismo proporcionado, con la sustracción de los inconvenientes reportados, resulta en un espantoso déficit.
La mujer está perdida en un mundo que la maltrata con los valores del mundo.
Las personas somos naturaleza y cultura por lo que nuestra percepción de la realidad y la de la mujer en particular, está ligada a la percepción que tenemos de esta sociedad. Estamos en una sociedad con crisis del compromiso, invasión de la sexualidad instrumental e insuficiente valoración social y cultural de la familia. De fondo la descristianización estructural y personal que ha llevado a una sociedad irreflexiva, que piensa poco, a una educación permisiva y no basada en la educación de la afectividad subordinada a la voluntad, para realizar el propio bien del hombre y para amar a los demás.
Agradezco infinitamente este artículo valioso que publicáis del Padre Ballester, grandes verdades, duras pero es la verdad.
ResponderEliminar"¡NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS! (es el santo y seña de la esclavitud sexual “voluntaria”)." / Sin lugar a dudas.
Muy agradecida,
Anna
NI PAREN (abortar no es parir), NI DECIDEN. Decidieron (si es que lo decidieron ellas) llevar a cabo una acción. Decidieron que dicha opción no tuviera cierta consecuencia, LA TUVO... pues "¡NOSOTRAS PARIMOS, NOSOTRAS DECIDIMOS!"... es mentira. DOS MENTIRAS... POR LO MENOS.
ResponderEliminarEL EMBRIÓN YA NO FORMA PARTE DEL CUERPO DE LA MADRE
ResponderEliminarLos eslóganes abortistas como “En mi cuerpo mando yo” o “Nosotras parimos, nosotras decidimos”, no tienen fundamento científico, ya que desde el momento de la concepción el embrión es un ser humano individual, no una parte de la madre.
Así lo señala el experto y director del Centro de Investigación Social Avanzada de México, Rodrigo Guerra López, quien explica a ACI Prensa que “hoy gracias a la investigación científica, particularmente gracias a la biología molecular y la biología experimental, vemos que el embrión humano en el momento de la fecundación es persona y merece respeto”.
En el marco de la asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida celebrada a principios de marzo en el Vaticano, Guerra subraya que “de una manera todavía más contundente que hace 15 años, hoy la ciencia nos verifica que realmente se constituye a través de la fecundación no una parte de la madre, sino un organismo con suficiencia constitucional, con autonomía entitativa, con metabolismo propio desde el momento de la fecundación”.
“Eso que es algo que puede sonar muy científico pero que tiene una consecuencia bioética, y es que todos los derechos de la persona deben ser respetados desde el momento de la concepción”, precisó.
El experto sostiene que la investigación científica pro vida precisa de una mayor inversión, y afirma que por el momento, las células somáticas, y las células madre pluripotentes inducidas –células iPS- están dando lugar a nuevos tratamientos muy prometedores “y para los que se requiere indiscutiblemente más presupuesto”.
“En el futuro de las células madre de origen no embrionario, sino de origen somático reprogramado, en buena medida necesitan una mayor inversión para poder ofrecer una alternativa suficientemente eficiente que evite el tristísimo y criminal acto de tratar de generarlas a partir del sacrificio de seres humanos”, remarcó.
En este sentido, las células somáticas reprogramadas hoy son una esperanza para la bioética sin necesidad de investigar en embriones.
De hecho, quien empezó estas investigaciones, el doctor Shinya Yamanaka recibió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2012 “por el descubrimiento de que células adultas pueden reprogramarse para convertirlas en pluripotentes”, y ha participado en algunas de los encuentros de la Pontificia Academia para la Vida.
“La ciencia y la conciencia tienen que caminar juntas si realmente quieren responder a la verdad. El respetar la dignidad de la persona humana y la ley natural no son cuestiones extrínsecas de la investigación científica, sino que una atenta mirada a la totalidad de los factores de la realidad”.
Eso, concluyó, “nos permite apreciar también las exigencias del orden moral como
parte de la realidad que hay que atender y respetar".
Los que con llanto siembran en júbilo cosechan.
ResponderEliminarVan y andan llorando, los que llevan y esparcen la semilla, pero vendrán alegres trayendo sus gavillas.
Salmo 125