De tal guisa, Juliana ha decidido coger las riendas periodísticas de la sucesión del actual arzobispo de Barcelona. Ya vimos cómo se dejó utilizar por Sistach, al informar sobre la decisión del Papa de designar a Cañizares. Este sábado se sacó de la manga un nuevo artículo , en el que no aportaba otra novedad que fijar la fecha de la sucesión del arzobispo barcelonés en el próximo mes de mayo, una vez el cardenal hubiera cumplido 78 años, al igual que sucedió con Rouco. Los nombres de los candidatos eran los que barajaba todo el mundo y, si se lee entre líneas, no existe otro candidato que Omella, el cual nos presenta Juliana como un obispo bergogliano, abierto, cercano y social. Ni una crítica. Los nombres de Vives (en segundo lugar) y Taltavull no parecen más que los necesarios para conformar una terna. El añadido de Salvador Pie Ninot es ciertamente disparatado, dado que el actual párroco de Santa María del Mar nació en el año 1941, con lo cual debería presentar la renuncia un año después de su designación. El arroz episcopal se le ha pasado al teólogo catalán, eso que pudo ser obispo de Salamanca, como sustituto de Mons. Mauro Rubio, frustrándose el nombramiento por la oposición del cardenal Carles. Otra oportunidad perdida, como la de Tena para Murcia, para tener obispos catalanes en el resto de España.
Las informaciones que proceden del entorno de Sistach afirman que en su última audiencia con el Papa, éste le manifestó que le prorrogaba al menos hasta el próximo Sínodo. Veladamente así lo confirmó el cardenal en el último Consejo Presbiteral. Cierto es que Francisco suele sorprender y puede variar su postura en cualquier momento. También es cierto que, en estos momentos, Omella ha quedado descolocado. Se hablaba de él como arzobispo-secretario del nuevo “super-dicasterio” de Caridad y Justicia, que iba a presidir el cardenal Maradiaga. Pero parece que esa reforma de la Curia no va a ir tan rápido como aparentaba y se ha encontrado con la oposición de varios cardenales en el último Consistorio. Ravasi no quiere que desaparezca el Consejo Pontificio de Cultura y Lozano Barragán ha dicho que tampoco debía integrarse el de Pastoral de la Salud en otro organismo. La reforma se aplaza a un año vista. Demasiado tiempo para buscar promoción a un Omella que en abril cumplirá 69 años.
Ha vuelto a sorprender Juliana. ¿Será imaginación suya? ¿Tendrá esta vez una fuente fidedigna? ¿Le volverá a suceder como con Bertone? ¿Nuevamente habla por boca de Sistach? Conociendo a los personajes, me malicio por el último interrogante. No tardaremos en saber la respuesta.
Oriolt
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Evidentemente Sr. Oriolt, termina su artículo con una gran verdad: " No tardaremos en saber la respuesta"
ResponderEliminarVeremos a ver cuantos días tardamos en saber la respuesta.
Este año, hay dos elecciones al Parlamento Catalán y posiblenente en diciembre al Parlamento español.
¿Tiene algo que ver en la designación del nuevo Arzobispo? ¿Por qué?
Con el calendario político-electoral y lo agitado que está, y la falta de un candidato claro y firme, no sé cómo el Vaticano se lo va a montar.
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