La agencia "Veritas" realizó una entrevista al cardenal Ricardo María Carles en el año 2008, en la que repasaba su vida y su pensamiento, y que con motivo de su fallecimiento reproducimos.
Al despedirse de sus diocesanos de Barcelona, dijo usted que cada noche daba gracias a Dios. Mirando ahora hacia atrás, ¿Qué es lo que más agradece a Dios, de su vida?
Que siempre me ha ido poniendo cerca personas que me han ayudado mucho y eso me ha conducido al sacerdocio. Porque yo pensaba ser químico. Mi amigo Martín Descalzo se refirió a mí como un químico frustrado.
Y también que me haya dado una vocación que en principio no tenía. A ello me ayudó también un confesor, Don Eladio. Fui a su confesionario por chulería, para demostrar que no pasaría nada aunque hablara con él, y pasó todo. Dios tiene providencia incluso de nuestros aspectos negativos.
Y al mirar hacia delante, ¿Qué le pide?
Que me ayude a acercarme a él y a seguir ayudando a la Iglesia. Puedo impartir conferencias, hablar con la gente, escribir en medios de comunicación y también libros, como uno que quiero ofrecer de los años de las oraciones de jóvenes en la catedral de Barcelona.
En Barcelona, actualmente no participo en actos públicos, pero en otros sitios sí: últimamente he estado en 22 diócesis españolas y en una suiza porque me han llamado y esto me ayuda a seguir teniendo conciencia de la realidad de la Iglesia.
Y le pido también fidelidad hasta el final. Todos nosotros nacimos siendo un Simón lleno de defectos y el Señor quiere algo más de cada uno. En mi vida ha estado muy presente el número 7. Todas las etapas de mi vida –en Tortosa, en Barcelona, ...- han durado un número de años múltiplo de 7.
De Valencia, a Tortosa y después a Barcelona. ¿Podría compartir alguna lección que le hayan enseñado las experiencias vividas en esas diócesis?
Ser párroco hasta los 41 años –durante 17 años- me ayudó a entender a los sacerdotes, porque he vivido sus mismas alegrías, tristezas, complicaciones,... En Valencia, el obispo me encargaba tareas diocesanas, como la pastoral familiar, y fui también delegado del clero, pero no me quitó nunca la parroquia.
Tener cargos diocesanos me ayudó a tener una visión amplia de la diócesis. Dado el tamaño de la archidiócesis de Valencia, podía llegar a mucha gente. En Barcelona, con más de cuatro millones de habitantes antes de su división, tenía que llegar a través de otras personas: obispos auxiliares, delegados,... y me dolía no poder tener más contacto directo.
El gran tamaño era un problema, y también había problemas añadidos de otros ámbitos, por ejemplo políticos, pero las dificultades van junto a las satisfacciones.
Creo que cuando era arzobispo de Barcelona, era la única diócesis donde había delegadas episcopales, concretamente tres: de juventud, de Caritas y de universidades. En esa época no había, y no es mérito mío, sino que encontraba gente con capacidad para escoger los cargos diocesanos.
Además, el Seminario fue creciendo, me reunía con jóvenes, daba retiros a los sacerdotes,.... He podido ordenar 115 sacerdotes.
¿Cómo ha encajado una emotividad fuerte como la suya en los puestos de responsabilidad que ha ocupado en la Iglesia?
La ventaja es que al tener sensibilidad, entiendes más el sufrimiento de los otros y lo compartes más. Además, te ayuda a poner más entusiasmo en temas importantes como la pobreza, la familia, la juventud o cuestiones morales.
¿Cómo ve la situación actual de la familia?
Algo básico es que Jesús dice que la persona casada que va con otra persona, comete adulterio. Le responden que la ley permite repudiar y Él apela al principio, y dice que entonces no fue así. Con ello, apela a la creación, al derecho natural, que hoy es menospreciado.
Al principio, había un hombre y una mujer para siempre. La unión del hombre y la mujer se apoya en su mismo ser, en la biología. Decir esto ahora casi va a ser un delito.
Hay leyes que no están favoreciendo la estabilidad de la familia y esto provoca daños en los hijos. La familia es más que dos personas que se agrupan.
En sus homilías y comentarios muestra a menudo su amor por la montaña. ¿De dónde proviene? ¿Todavía hace excursiones a la montaña?
Sí, cerca de Tortosa hago excursiones muy largas todavía. Hace poco tuve una experiencia, un problema de salud, que me hizo verme al lado de la muerte. Dios me dio una gran paz. Los médicos me dijeron que andara mucho. Y lo hago.
La afición me viene de la niñez. Veraneábamos en Benidorm, que está rodeado de crestas y está cerca de un pico. Mis padres eran muy deportistas y compartíamos excursiones. Al morir mi padre, fuimos al pueblo del cardenal Antonio Cañizares, a quien conocí y actualmente somos amigos.
Más tarde, las excursiones se convirtieron en un instrumento pastoral. Primero en la parroquia, hacíamos espeleología y escalada. Las vocaciones no salieron del coro ni del rugby, sino de los montañeros. También había seglares que descubrían la oración en la subida.
Después, pasábamos una semana de alta montaña al año con los seminaristas. Una Misa en una cima de Benasque es impresionante. Rezábamos Laudes y durante la bajada había un rato de oración. Ha servido para todo. Un chico, después de una dura bajada, me dijo: “Don Ricardo, en septiembre entro al Seminario”.
No sólo ayuda a cultivar las virtudes humanas, es encontrarte con la obra de Dios, el primer grado de los que habla San Juan de la Cruz para llegar a Dios. Una forma de amar a Dios en sus obras es verlas.
Frente al problema de la escasez de agua [un problema acuciante en el momento de esta entrevista, n.d.e], ¿cuál cree en su opinión que puede ser una solución cristiana?
Lo que está en la Península, es de toda la Península. Ir troceando según las situaciones políticas, no lo veo claro. En Barcelona se han hecho obras y ya está llegando la tubería. Si en el Ebro sobra agua, bien, pero si no, tampoco se puede matar el Delta del Ebro. Pero Dios es bueno y ahora hay agua, incluso en algunos sitios sobra.
¿Ser cardenal le ha ayudado a crecer en su fe?
Sí, porque necesitas más de Dios al ver que más personas dependen de ti. Además, tienes que obrar por obediencia. Si no me lo hubiera mandado el Papa, yo no hubiera ido a Barcelona. No te puedes arriesgar a hacer algo así si Dios no te lo ha pedido. Después Dios te ayuda.
El Papa Benedicto XVI me invitó a cenar a solas con él antes de ir a Barcelona. Me dijo lo que esperaba, que le preocupaba Barcelona. Él sabía que Barcelona influye en Cataluña y Cataluña, en España... Un día daré cuenta a Dios de mi cargo de obispo, algo de estricta obediencia.
La fe te hace ver que Él es quien trabaja, porque no puedes llegar a muchas cosas. Él te da fuerzas porque uno solo no es capaz.
Por otra parte, porque uno sea cardenal, no se puede separar de sus raíces. La familia, los compañeros de curso del Seminario y los bachilleres del año 46 nos seguimos reuniendo. Mantener relación con ellos también te hace vivir la realidad y sentirte uno más y eso también hace falta.
¿Qué le ha quedado de su participación en el cónclave?
Antes del cónclave [del que salió el Papa Benedicto XVI] , los cardenales estuvimos quince días reunidos. Era la primera vez que se hacía esta experiencia y estuvo muy bien. Nos pidieron el informe verbal de nuestra diócesis y de nuestro país; hablar de la situación política, social, económica y religiosa en siete minutos.
Fue una riqueza enorme porque en quince días tuvimos de primera mano un resumen de la situación de la enorme Iglesia, con sus dificultades y esperanzas. De los primeros doce cristianos, hemos pasado a ser más de 1.200 millones.
Si doce judíos solos comenzaron a conquistar el imperio romano, si por pura fe lo creyeron, ahora no podemos dudar de sus palabras: “Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos”. Ahora no podemos tener miedos y complejos. ¿Que somos perseguidos? Siempre, pero ése es el camino de la Iglesia.
¿Cómo vive ahora sus relaciones con la Santa Sede?
Si me llaman, voy. Antes tenía que acudir a las Congregaciones, pero ahora no estoy adscrito a ninguna. Para algunos temas que tienen que ver con los seglares o con la Acción Católica me han llamado alguna vez. He podido ver al Papa Benedicto XVI en diversas ocasiones y antes lo había conocido un poco.
¿Cómo valora la evolución de la Iglesia?
Hay que valorar la fuerza actual del Espíritu. La Iglesia sigue como siempre. Tiene mérito, por ejemplo, que muchas universitarias y jóvenes con estudios superiores lo dejen todo por el Señor en un mundo de sexo y dinero.
En algunos sitios se pasan buenos momentos y en otros, malos. Hay que insistir en la esperanza, porque vemos gente acobardada y desanimada. El Papa dice que la Iglesia debe verse con su crónica. El Cuerpo de Cristo ha crecido en número enormemente, en distintos lugares y tiempos.
Algo no marcha en nuestro mundo occidental. Mientras unos mueren de hambre, otros tiramos la comida. Algunos llegan a pensar que si hay más muertos de sida en países pobres, habrá menos gente allí. Pero aún así, la Iglesia crece.
Un sacerdote que discrepa, aparece en todos los medios de comunicación, mientras no sale nada de un médico barcelonés que preside de Federación Internacional de Asociaciones de Médicos Católicos o el laico Josep Miró i Ardèvol a quien nombran miembro del Consejo Pontificio para los Laicos.
ESCRITOS INTERESANTES ANTERIORES
ESCRITOS INTERESANTES
Comentarios recientes
Vistas de página en total
Formulario de contacto
Search
Correo Electrónico
omnesdicamus@gmail.com
Me ha dolido la muerte de este buen representante de Dios que ahora se ha reunido con El.Sólo le conocí en Barcelona, de lejos como un seglar conoce a su obispo. Lo saludé personalmente sólo una vez en un acto oficial. Sin embargo le apreciaba y le respetaba.Sufrió callado lo suyo con la camarilla de políticos "católicos" que le hicieron la vida imposible. Sin embargo tuvo la valentía de ser un hombre de Dios, sin ceder a los chantajes del nacionalismo barato que antes y después de Carles, han "adornado" a su antecesor y sucesor. Este de ahora, como muchos clérigos vascos son la verguenza del clero. ¿Como pueden decirse católicos y ser tan descaradamente sectarios? Del daño que le han hecho a tantas personas, espero que respondan, o hayan respondido ante Dios.
ResponderEliminarVísperas de Navidad. Paz, reconciliación, perdón, alegría... No sea tan pesimista anónimo de las 20:02. De la boca del difunto Cardenal Carles no salió nunca ninguna maledicción. Motivos para ello tenía. Fue un hombre bueno. Séalo usted también!
EliminarEn general:
Eliminarmientras uno tiene vida, si se arrepiente de la culpa, debe reparar la pena.
Cuando uno muere, arrepentido pero sin reparar la pena (sin pagar hasta el último céntimo), entonces debe de purgar... ¡y que se acuerden de tí!
Malas noticias: si negaste en vida la presencia real de la Iglesia purgante, entonces, cuando tú mueras, nadie rezará por tí, pues ¿por qué rezar, si todos vamos al cielo?
Gracias al equipo de Germinans Germinabit, por la rápida información sobre el traspaso a la Casa del Padre de nuestro Cardenal emérito D. Ricard M. Carles.
ResponderEliminarSu lema episcopal "UT OMNES UNUM SINT"
"Que todos sean una sola cosa", expresión extraída del Evangelio y que pertenece a la oración ferviente de Jesús en la vigilia de su muerte.
"Solo si nos ven unidos, el mundo creerá. No hay cuerpo posible si los miembros se odian unos a otros",
Magnifica entrevista en la que se ve como un alma si se deja moldear por Dios, puede hacer grandes obras, de ser químico a sacerdote ¿Y qué sacerdote? ... que llegó hasta Cardenal !!!
Descanse en paz.
El bueno del Cardenal Ricard, llego a Barcelona a finales de los 80 del siglo pasado, enseguida nos lleno con su buen hacer QUE DISFRUTE DE LA GLORIA DE DIOS e INTERCEDA POR SU ESTIMADA BARCELONA:
ResponderEliminarDestaco un hecho personal con él. Al poco tiempo de estar en Barcelona le propusimos para entregarle la llave de la ciudad de Barcelona, el acepto. El acto se realizó en el Princesa Sofia, él acudió solo, cuando poda traer acompañantes ( El club de la LLAVE DE BARCELONA corre con los gastos) pero no lo hizo, luego nos enteramos que su secretario estaba en las puertas del hotel comiéndose un bocadillo "para no gastar mas de lo debido" el acto fue muy agradable y le entregue la LLAVE, que realmente abre el "consell de cent" de Barcelona, Nos dijo que estaba muy agradecido y que ademas de encomendarnos, rezar por nosotros y darnos su bendición dijo que lo aceptaba con reticencias pero lo interpretaba como un acto de bienvenida al que esperaba corresponder, este hecho no figuró en las noticias, no hizo publicidad de ello, seguro que entre sus títulos este no figura, era discreto, sencillo y practicaba la pobreza. Ha soportado los insultos y desprecios de muchos que se "llaman cristianos" entre varios hechos deleznables la campaña en su contra por vivir en la "Bonanova en una super torre" gran mentira pues vivia su vejes frugalmente como había vivido siempre y que si estaba en una propiedad del Obispado era por gentileza del Obispo no porque se lo merecies. Muy diferente de otros
Tiene razón, que la difamación salga del seno de la Iglesia demuestra el problema de calidad moral que tenemos.
EliminarSiento enorme pesar por la muerte de Don Ricardo. No compartí mesa con él... aunque sí muchos piscolabis en las Teresianas de Ganduxer. Eran las reuniones sobre Fe y Cultura que teníamos allí con ponencias extraordinarias. Unas magníficas como la de un obispo auxiliar de Madrid fallecido hace unos años a edad prematura y que ya adivinaba la traición de las instituciones eclesiásticas de estos lares en honor del dios nacionalista. Qué solidez doctrinal la de aquel obispo gallego que Rouco se había llevado a Madrid. Qué contraste con la de un presidente del Parlamento de la Ciudadela, que se decía cristiano y había sido sacerdote si mal no recuerdo, que balbuceaba ante las objeciones que le planteaba la audiencia desde distintos frentes: desde el derecho a la vida y la postura de los convergentes pujolianos y democristianos a otros aspectos de la moral social. No me pareció a mí que Don Ricardo disfrutase por igual en dichas tesituras.
ResponderEliminarEra amabilísimo y cordial en los momentos de distensión mientras consumíamos los austeros bocaditos. Atento a todos el cardenal, cálido y ponderado en sus juicios. Sufriente.
Debió, en efecto, sufrir lo que no está escrito con las intemperancias de una clerecía abotorgada en sus miradas terrenas y con la defección de los que aupó y protegió. Dios lo tenga en su gloria.
Se encontrará a faltar a Don Ricardo, coincido en que fue tratado de forma injusta por una parte importante de la progresia clerical barcelonesa. Recuerdo con cariño su sencillez y su mirada en una visita pastoral a nuestra escuela donde nos recordó la importancia y necesidad de una buena educación en valores cristianos e insistió en el hecho de sentirse orgullosos de dichos valores y a no renunciar a ellos a pesar de las múltiples influencias actuales. Ya nos gustaría poder recibir las mismas palabras de ánimo de los actuales responsables de la escuela cristiana de Catalunya, cuanta mediocridad Dios mio!! el jesuita esperando presentar su renuncia y Siscares dedicado en cuerpo y alma a la Asamblea Nacional de Catalunya, que Dios nos de luz.
ResponderEliminarUn gran sacerdote y obispo. Hizo mucho bien, aún recuerdo con gratitud sus conferencias cuaresmales en la catedral, las escuelas de plegaria, las misas de 7 todos los domingos en la catedral, sus preciosas homilies que empezaba siempre con "Estimats fills i filles de Déu" llenas de anècdotes...etc. Descanse en paz Don Ricardo e interceda por todos nosotros.
ResponderEliminarPredicaba y celebraba con esmero y con arreglo a las disposiciones litúrgicas. Yo también asistía puntualmente a su misa de siete en la catedral y a la procesión de Corpus por él recuperada. Era como un oasis en este desierto eclesial barcelonés que te conectaba con Juan Pablo II y con la Tradición. La mayoría de mis compañeros que sólo recibieron educación religiosa o catequesis en un colegio religioso clásico, se han quedado por al camino: muchos ya no llegaron a la confirmación y los que lo hicieron, como si no lo hubieran hecho.
ResponderEliminarTuve la necesidad de buscar por mi mismo y no me hizo falta moverme demasiado, era vecino del casco antiguo, con la catedral a cargo de Carles y con la librería paulina en via layetana.
Rezé por él muchas veces, le defendí siempre que pude; ahora voy a rezar por él una última vez y le pediré que interceda por mí.
Como muestra del acoso a que fue sometido el Cardenal Carles en esta diócesis moribunda y agónica del cardenal Sistach, una muestra procedente de La Vanguardia. José Martí Gómez filtra una falsa conversación del arzobispo, que parece proceder de un arcipreste “espiadimonis bocamoll”, con la réplica del arzobispo a tavés de Jordi Piquer.
ResponderEliminar16 octubre 2002. Diario de un reportero. José Martí Gómez. “¿Diócesis enferma? Reunión del consejo de arciprestes para tratar asuntos de trámite. Al finalizar la reunión, uno de los presentes se dirige al cardenal Ricard Maria Carles y le espeta que las cosas no van bien. Respuesta del cardenal: “Si las cosas no funcionan bien es porque la diócesis está enferma y eso es culpa de una parte de los sacerdotes. Llegué a una diócesis enferma y me iré dejando una diócesis enferma”. Ay, Dios.”
18 octubre 2002. Carta de los lectores. JORDI PIQUER. Delegado medios comunicación. Arzobispado de Barcelona. “En la edición del 16/X/2002 y en la sección “Diario de un reportero”, se ponen en boca del cardenal Ricard M. Carles estas palabras entrecomilladas que el cardenal habría dicho ante los arciprestes de la diócesis: “Si las cosas no funcionan bien es porque la diócesis está enferma y eso es culpa de una parte de los sacerdotes. Llegué a una diócesis enferma y me iré dejando una diócesis enferma”. Agradeceré que nos permita puntualizar que las palabras del cardenal fueron éstas: “Cuando llegué a la diócesis, un sacerdote, que después fue obispo, me dijo que llegaba a una diócesis enferma”. El resto de las palabras entrecomilladas en el “Diario de un reportero” no las pronunció en ningún momento el cardenal Carles.”
Tres fueron los "errores" del arzobispo Carles:
1. Cuando fue nombrado el 23 de marzo de 1990, el mismo 23 de abril de 1990 ya debía de haber excomulgado al mayor y mejor heterodoxo más representativo de Barcelona, como escarmiento y escarnio para los demás. Al no hacerlo, le empezaron a tomar el pelo como lobos que fueron. Cortar cabezas siempre al principio, porque luego uno se llena de “agravios comparativos”: “Tú me castigas injustamente, porque está éste, y éste, y éste caso igual que el mío, y no has hecho nada”.
2. Al formar el gobierno episcopal de Barcelona, debía de haber tomado sólo, única y exclusivamente a los mejores sacerdotes de Barcelona, en doctrina, espiritualidad y liturgia, sin hacer ninguna concesión en absoluto para las “diversas sensibilidades”, eufemismo que esconde la palabra “heterodoxia”. Una casa se construye con las mejores vigas y las mejores piedras, no con vigas podridas y carcomidas, ni con piedras mal niveladas y agrietadas.
3. La división de la macrodiócesis de Barcelona tuvo que haberla efectuado en cuatro diócesis, las tres existentes más la de Mataró: el territorio, cuanto más vigilado de cerca por el obispo, mejor.
Existe un concepto equivocado de amor, tolerancia, moderación completamente equivocado en estos ámbitos eclesiales catalanes de hoy en día, que consiste en tolerar y disimular la heterodoxia doctrinal, teológica, espiritual y litúrgica, dejando que estos clérigos, religiosos y teólogos lobos e hienas vayan circulando libremente por su territorio de caza para la perdición de los fieles, ovejas necesitadas de alimentos verdaderos en pastos tranquilos. Que recuerden que son sucesores de los Apóstoles.
Hablando de otra cosa, sin relación con lo anterior, recordar al obispo de Sant Feliu, D. Agustí, que el caso de sor Forcades sigue abierto, que esta religiosa sigue dando un modelo ejemplar escandaloso, desde el 2009, de cómo no debe de ser una: a) monja; b) contemplativa; c) benedictina; y d) católica. Espero que haga algo más de lo que se está demostrando por ahora como perfectamente inútil.
"Cortar cabezas." Qué lenguaje más antievangélico!
EliminarMe parece que conoce poco los textos evangélicos.
Eliminar1. En la parroquia de Santa María de Gracia en Barcelona, los Jóvenes de San José han hecho este sábado el acto de desagravio contra la grotesca figura de la Virgen de Montserrat.
ResponderEliminarwww.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=32771
a) A destacar, primeramente, a los ausentes, ni en persona ni por representación, ni han celebrado, que sepa, actos de desagravio:
- abad Soler del Monasterio de Santa María de Montserrat
- abadesa del Monasterio de San Benito de Montserrat, M. Montserrat Viñas i Santos (superiora de la no-Sor Forcades [1])
- obispo sufragáneo de Sant Feliu de Llobregat, Mons. Agustín Cortés Soriano
- arzobispo metropolitano de Barcelona, cardenal Lluís Martínez Sistach
- presidente de la Fundación de Escuelas Cristianas de Cataluña, cardenal Lluís Martínez Sistach
- URC y su presidente el P. Màxim Muñoz Duran
- abades, priores y superiores de Cataluña
- obispos de la CET
b) El acto fue sobrio y respetuoso, casi toda la iglesia llena. Un sacerdote repasó la profunda devoción en toda la historia de la Iglesia de Cataluña hacia la Virgen de Montserrat, segunda madre para los católicos catalanes, y las palabras marianas de los eclesiásticos más grandes de Cataluña, Salvador Casañas Pagés y Torres y Bages
c) Calificó la grotesca figura de la Virgen como de blasfemia, el peor pecado según Santo Tomás de Aquino, dado que es un acto puro de injuria hacia la Virgen María y Dios, del cual el blasfemo [objetivamente, sin contar lo subjetivo] se ha beneficiado económicamente (250 tallas a 16 €: 4.000 €).
www.huffingtonpost.es/2013/11/27/escultor-caganer-moreneta_n_4348737.html
caganer.com
d) El sacerdote profetizó que hoy, son tiempos en que todos los católicos deberemos de dar la cara abiertamente en defensa de nuestra religión.
2. He oído que cuando se realizó este octubre el acto de beatificación de los mártires católicos de la Guerra Civil en Tarragona, parece ser que el proceso de beatificación llegó al Vaticano sin que el abad Soler de Montserrat se enterara del estado avanzado de dicho trámite. El Vaticano le llamó diciendo que tenían a sus mártires y a qué estaba esperando.
Parece entendible la petición de perdón del abad de Montserrat, el P. Soler, sobre la participación de la Iglesia en el franquismo realizada después de beatificación, que consta hasta en wikipedia [2] (sor Forcades se opuso a la beatificación). Ésta está mal vista por el nacionalprogresismo porque legitima, en su enfermiza visión de la historia, el franquismo y el españolismo.
La beatificación de los monjes mártires de Montserrat, presumo yo, debía ser vista como un ataque imprevisto desde el propio Montserrat, quizás así se lo debieron de hacer ver al abad Soler, y éste, cuando tuvo ocasión, dio un genérico perdón sin esperar ningún informe histórico y sin tener la representación de la Iglesia Particular de la Tarraconense (sólo es abad, no obispo).
Y los obispos tarraconenses, en lugar de reprenderle la usurpación imprudente de funciones, le han dado las gracias con su silencio porque así creen que tendrán el perdón social, y se ahorrarán la molestia de investigar y pedir perdón específico.
3. El X Concurso Bíblico de La Vanguardia de hoy, Francesc Grané comete un error garrafal: "... Jesús en los textos evangélicos, unos textos -¡hace falta remarcarlo!- que no son literatura periodística sino lenguaje simbólico, espiritual."
No es verdad, los evangelios son tienen historicidad, son narración de hechos verdaderos y ciertos, y tiene una finalidad de salvación de las almas. Jesús hizo auténticos exorcismos, sanaciones y curaciones de enfermedades, perdón de los pecados, milagros sobre la naturaleza: es la encarnación (historicidad) de realidades espirituales: Dios, ángeles, demonios, gracia, maldición, dones, frutos, carismas, tentaciones, posesiones...
[1] www.elconfidencial.com/sociedad/2013/04/14/teresa-forcades-la-monja-que-quiere-llevar-cataluna-a-la-secesion--118821
[2] ca.wikipedia.org/wiki/Beatificaci%C3%B3_de_Tarragona
Y lo de la necrológica de Carles en "El país" de ayer... absolutamente repugnante. Hasta después de muerto siguen acosándole. Se parecen a los asesinos etarras que visitan las tumbas de sus víctimas para seguir insultándolas.
ResponderEliminarEn la entrevista arriba citada del año 2008 dice literalmente el cardenal Ricard María Carles: "En mi vida ha estado muy presente el número 7". Curiosamente, el número 7 también ha estado presente en su tránsito a la Gloria. La persona que ha custodiado el acceso a su capilla ardiente durante los dos días que se ha podido visitar tiene dos apellidos con 7 letras, se casó el día 16 (1+6=7) de un mes de julio (7) de hace 25 años (2+5=7), su esposa tiene dos apellidos con 7 letras y tiene dos hijos cuyos nombres también tienen 7 letras. ¡Sorprendente!!!
ResponderEliminar