A pesar de las manipulaciones de las últimas décadas, Nuestra Señora de Montserrat siempre fue una virgen tan española como muchas otras; quizá incluso podría afirmarse que una de las más españolas. No en vano, no solo es que Mosén Cinto Verdaguer escribió en el Virolai aquello “Dels catalans sempre sereu Princesa, dels espanyols Estrella d'Orient“, sino que la iglesia romana consagrada a la Moreneta se llama Santa Maria in Monserrato degli Spagnoli. Por ello no extraña que la devoción a la patrona de Cataluña se halle extendida por toda España, hasta el extremo de que, por ejemplo, existe una parroquia dedicada a ella en plena calle de San Bernardo en Madrid o una capilla en Sevilla en la céntrica calle Cristo del Calvario, la cual cuenta con una Hermandad fundada en 1601, cuya imagen sale en estación de penitencia en el Viernes Santo hispalense.
Este domingo, más de 300 hermanos sevillanos peregrinaron hasta el monasterio en una comitiva presidida por el arzobispo Saiz Meneses, a la que se unió el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla. Portando la imagen de la Virgen de Montserrat de Sevilla, esta recorrió, en andas y bajo palio, los alrededores del santuario en un rosario procesional, amenizado por un coro rociero integrado por cofrades sevillanos y catalanes. Un cuadro harto elocuente.
Eso fue, precisamente, un ejemplo de la Montserrat de todos. Esa Montserrat universal que es el propósito perseguido por el abad Manel Gasch, desde que tomó posesión del cargo en septiembre de 2021, y tuvo un fiel reflejo en la histórica visita de los Reyes el pasado mes de junio, con el repique de campanas a la llegada de nuestro monarca. Es la misma Montserrat abierta que ha guiado la conmemoración del Milenario, en la que se ha querido dejar atrás ese Montserrat provinciano y partidista que quiso apoderarse de la Madre de todos durante los tres últimos abadiatos, con el espectáculo lacerante de los días del procés.
El Monasterio se ha abierto y, como recalcó el abad Gasch, “a Montserrat le toca retirarse del papel que tuvo en los años sesenta y setenta”. Ejemplo de ello es el extraordinario documental El temps a Montserrat emitido por la corporación de televisiones locales, La Xarxa, en el cual, a lo largo de su hora y veinte minutos de duración, no se oye hablar de Cataluña, sino que se habla de la vida monástica, de la regla benedictina y del vínculo de unión con Santa María de Montserrat. Es más, en este documental, pulcramente elaborado, solo hablan monjes de las nuevas generaciones y los más ancianos aparecen como decorado de un atrezzo que se difumina. Es el Montserrat abierto del tándem que forman los padres Manel Gasch y Bernat Juliol. Gasch Huriós y Juliol Galí, catalanes por los cuatro costados.
Tanto el abad como su número dos también están cuidando especialmente la riqueza litúrgica y el decoro ornamental, como puede comprobarse en el uso del báculo y la mitra por parte del abad (no solo en ocasiones esporádicamente muy solemnes) e incluso con la recuperación de la pèlerine. Sin lugar a dudas, Montserrat padece una grave crisis vocacional que, de seguir las políticas anteriores, conduciría a la desaparición de la comunidad milenaria. Por el contrario, las abadías benedictinas tradicionales están viviendo un fulgurante repunte de vocaciones, con la comunidad francesa de Barroux como estandarte. Puede que un cambio hacia formas más espirituales y menos mundanas sea lo que atrae a los jóvenes a la vocación.
Durante años una parte de los políticos -con la colaboración de muchos monjes- se ha querido apoderar de la patrona de todos. Tal apropiación se sostuvo también sobre la construcción de relato y mitos que, repetidos durante décadas, acabaron por darse por ciertos. Esa mitología se está diluyendo como un azucarillo, hasta el punto de que, por poner un ejemplo significativo, ahora se ha descubierto que ni tan siquiera era cierto que Pujol hubiese fundado el partido Convergència Democràtica en Montserrat, como ha reconocido recientemente Miquel Sellarés, uno de sus fundadores. Hasta los mitos van cayendo. Olvidémonos de ellos y centremos en conseguir ese Montserrat de todos que anhela el abad Gasch y anhelamos todos aquellos que hemos sido montserratinos desde nuestra más tierna infancia.
Oriol Trillas
Apología montserratina anticatalana. Que raro.
ResponderEliminarYa se podría vestir bien el obispo, que parece sacado de una película de Berlanga. Qué dejadez más grande. Es que son cutres a más no poder.
ResponderEliminarCierto, como dice uno, el cura y obispo catalán, por regla universal, visten cutres, con el estilo "cutrefacto", entre demodé, pasado de moda, anticuado, ridículo y con falsa modestia, que es lo peor para Aristóteles, pues no están en el justo medio.
EliminarLos curas y obispos visten con este falso estilo humilde, cuando están usando un patrimonio eclesial valorado en cientos de miles de millones de euros.
En efecto, si se hubieran de construir todas las iglesias, templos, catedrales, basílicas y ermitas de Cataluña, como pasó con los cafres de la Segunda República, que casi todo lo quemaron o destruyeron, hoy en día sería de casi imposible pago.
Notre Dame necesitó casi 900 millones para su reconstrucción (incluyendo la fase 3 futura), y muy curioso, 100% de donaciones privadas nacionales e internacionales.
Si se hubiera de reconstruir Montserrat, imaginando una destrucción total, el coste sería hasta 1.500 millones de euros si es reconstrucción íntegra.
La Sagrada Familia, reconstruirla de nuevo como copia exacta, suponiendo una catástrofe aniquiladora, subiría hasta unos 2.500 millones.
Pagar todas las iglesias, templos, catedral, basilicas de Barcelona, desde la más humilde hasta la Catredral, Pi, Mar, Mercè, Sagrada Familia, Tibidabo, Betlem, Neri y otras más, costaría unos 8.000 millones.
En Barcelona, una parroquia moderna normal, con los precios disparatados del suelo y la construcción (¡qué mal ayuntamiento y Generalidad, y son socialistas!), costaría como mínimo unos 4-5 millones.
En Cataluña, el coste de todos los monasterios, conventos, iglesias, templos, basílicas, catedrales y ermitas y otros edificios de uso católico (unos 5.655 centros de culto), costaría mínimo unos 200.000 millones. El PIB catalán es de 330.000 millones, y el presupuesto de la Generalidad es de 41.000 millones...
Por eso hemos de vigilar sinodalmente que el Arzobispado no se ventile nuestro patrimonio parroquial, como pasó con la parroquia del Espíritu Santo y su operación acordeón: derribaron la parroquia para devolverla hipotéticamente más pequeña dentro de una facultad de la Blanquerna.
Además de no ir vestidos por la calle como sacerdotes, con lo que dejan de hacer la evangelización pasiva indirecta que afecta a cientos de miles, sino millones de almas, durante toda su vida sacerdotal (50 años), además dentro de la iglesia, en la liturgia, van vestidos igualmente de deslavazados y de pobrissallas, los presbíteros de la pobretería, impostada y falsa, para parecer humildes, cuando usan edificios religiosos que valen millones, docenas de millones y algunos cientos y hasta miles de millones. El constraste es hasta ridículo... y no sirven estos argumentos: que si son humildes y pobres (y usan templos de millones), no hacer exhibicionismo clerical, acercarse al mundo...
Finalmente, los que valoramos la tradición i la "evangelización per la belleza", seguimos a Benedicto XIV (El espírtu de la liturgia) y luego lo que decía Gaudí: "la belleza eleva el alma a Dios y es un testimonio silencioso". El traje clerical (sotana, clergyman o alzacuellos) y litúrgico es un signo visible de la identidad católica sacerdotal: masculinidad celibataria consagrada para ayudar al laico a desarrollar su misión mundana,y además, recuerda en socidad la presencia de Dios en el día a día y atrae el recuerdo de Dios y sus Mandamientos.
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Un lugar que habría que revitalizar es el Templo de Tibidabo. Hace un cierto tiempo que fui y lo vi muy poco ocupado, muy desaprovechado como uso litúrgico, casi diría que está en estado comatoso, es un sitio muy bello para lo poquísimo que hace, tanto la cripta, la capilla de la Adoración Perpetua y el templo superior. Parece un fiel reflejo de la iglesia catalana: en estado vegetativo, pero lleno de turistas.
Tienen miedo estos obispos?.o les gusta el estilo cutrillo de progre desnortardo que es lo que se gasta en Catalunya y/o País Vasco? En fin, menudo viaje tuvieron los sevillanos..por lo menos no les cobrarían los 9 euros que piden ahora por entrar en la Basilica y les darían un bon plat d'arrós
EliminarMe indigna ver a un jerarca de un partido abortista (el PP) portando un cirio en una procesión.
ResponderEliminarY Saiz Meneses habría estado mucho más apropiado con sotana que con la cruz pectoral escondida en el bolsillo de la camisa.
Los dos clérigos con la mano libre en el bolsillo, muestran rostro desabrido, y Saiz Meneses con la cruz descuidamente o intencionadamente oculta.
EliminarDurante años una parte de los políticos -con la colaboración de muchos monjes- se ha querido apoderar de la patrona de todos. Tal apropiación se sostuvo también sobre la construcción de relato y mitos que, repetidos durante décadas, acabaron por darse por ciertos. Esa mitología se está diluyendo como un azucarillo, hasta el punto de que, por poner un ejemplo significativo, ahora se ha descubierto que ni tan siquiera era cierto que Pujol hubiese fundado el partido Convergència Democràtica en Montserrat, como ha reconocido recientemente Miquel Sellarés, uno de sus fundadores.
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Una buena noticia, es excelente.
Desde el procés, el 2012, que no he ido nunca más a Montserrat, excepto hará muy poco una sola vez, cuando casualmente estaban desguazando y empaquetando la antigua biblioteca por el fallecimiento de la antigua y venerable bibliotecaria, que sostuvo con su esfuerzo y reivindicación aquella entrañable biblioteca para adultos y niños: la pela es la pela, y este pequeño sustento de cultura catalana se nos ha ido... eso sí, cobrando entrada por todo y fent negoci en todo... en fin, un monasterio que se convertirá en un museo o parque temático histórico ("sí, esto antes fue un monasterio benedictino, miren la figura de cera que recrea un monje y el abad"), un Puy de Fou o Poble Espanyol...
Durante 14 años ni me acerqué. Estos necios religiosos y su insensato abad Soler, aunque el mal viene de Escarré hará ya más de 60 años, arruinaron a Montserrat, al decantarse por el nacionalismo independentista, el izquierdismo político y el modernismo progresista anticatólico, y no nos engañemos, la actual comunidad benedictina es un enfermo agonizante, tres lanzadas (independencia, izquierda, modernismo) que la han colocado en decadencia hacia la extinción a medio plazo si no tiene vocaciones, vamos, que dentro de poco, adiós benedictinos... irrelevantes y olvidados...
El coro donde se hace la liturgia de las horas y la misa conventual estaba diseñado para 150 monjes, pero hoy dudo que pasen de 35, con unos 10 en la enfermería por causa de dependencia por edad o enfermedad, y otros 10 en misiones exteriores, como el Miracle y Cuixà. Su alta edad promedio los encamina hacia los grados previos a la extinción: en peligro crítico, riesgo extremadamente alto, vulnerable y en peligro de extinción, sobre todo, cuando su edad los inhabilite funcionalmente (estén casi todos en la enfermería).
Un mínimo funcional en Montserrat (para mantener la liturgia diaria completa —Misa conventual, Laudes, Vísperas con gregoriano—, acogida de peregrinos, Escolanía, hospedería básica y administración mínima) se estima en 25 monjes activos (capaces de participar en el coro y trabajos), y eso pronto ya no lo veremos, sólo una comunidad más y más menguante.
Recuerdo que en los 1970 iban enfermos (incluso estirados en camillas y en sillas de ruedas) y fieles en el patio de Montserrat y un monje exhibía el Santísimo a todos ellos.
ResponderEliminarLuego, por una estúpida decisión modernista-progresista, el Santísimo desapareció en Montserrat: decían que lo más chic era la celebración "comunitaria" de la misa (eran tiempos de curas socialistas y comunistas), pues era una eucaristía-banquete comunitario y dinámico innovador, mientras que la Adoración al Santísimo (y la visita al Santísimo en el Tabernáculo) era retrógrada, medieval, individualista, tridentina, supersticiosa primitivista y atrasada (milagros, diálogos con Cristo, apariciones, mística y ascética), devocional, oraciones personales interiores, pietista (rosarios, arrodillados, meditación), "mágico-idolátrica", no histórica ni evangélica, sin justicia ni acción social, jerárquico-clerical, silenciosa, presencia real estática no dinámica, sin movimientos ni cantos ni participación colectiva bajo dirección de un "presidente de la asamblea", antimoderna, "española"... algo que hoy en día parece incomprensible e inconcebible, pero fue así...
Tampoco hay que olvidar que, según observé en mi reciente visita, Montserrat ya no celebra la mitad de las misas que tenía cuando la dejé, en 2012. Y en relación con los años 1970 a 1990, yo diría que las misas se han reducido en dos tercios, el 70% se ha evaporado, se hacían 3 y ahora 1... faltan monjes, y se nota en las misas y confesiones.
Luego está el caso de las chicas locuelas del Monasterio de Abajo, las benedictinas de San Benito, donde está la ya acallada Sor Forcades. Habrán una 15-20 activas plenamente (en liturgia diaria, coro, trabajo en cerámica, cursos de Focusing y acogida), y el resto (10-15) con participación reducida o en cuidados (enfermería o dependencias adaptadas), pero integradas en la comunidad. Otras que acompañan a los esbojarrats del Monasterio de Arriba hacia la extinción, lanzándose por algún barranco de Montserrat... lo que hay que ver desde los 1970, lo que fueron, lo que son (pocos y viejos) y lo que serán (marginales, intranscendentes, superfluos, postergados y extinguidos), ocupando otra orden más vital y juvenil todo el monasterio.
En la librería de Montserrat compré "El Missatge Retrobat" de L. Cattiaux, una obra muy rara de hallar.
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