El titular está sacado del artículo que el periodista Pep Martí escribe en el portal Nació digital bajo el titular "Omella ya prepara la despedida. ¿Quien le sustituirá?". Así que se abstengan los habituales comentaristas que dicen que le tenemos ganas al cardenal o que estamos desesperados anhelando su marcha de Barcelona. Martí es un periodista, con muchos años de experiencia en la información religiosa de Cataluña, ideológicamente hay que situarlo en el nacionalprogresismo, pero siempre desde Germinans Germinabit lo hemos respetado porque no repite los mantras de sus colegas ideológicos y es bastante más objetivo de lo habitual, habiéndose puesto en contacto con nosotros para recabar información o saber qué pensamos sobre algunos temas.
En su escrito, Martí habla de un ambiente tenso y de nervios en el Palacio Episcopal por la próxima marcha del cardenal Omella, según el periodista ya no hay ninguna duda de que el final está cerca y los fines de etapa siempre llevan a ese clima de incertidumbre y en algunos de un cierto temor. Según las fuentes consultadas por Martí ese final podría producirse en abril o mayo del año que viene, incluso se atreve a afirmar que en la inauguración oficial de la torre mayor de la Sagrada Familia en junio, podría ser que ya estuviera nombrado su sucesor.
Recordemos que Omella cumple los ochenta años precisamente en el mes de abril, por lo que podría suceder algo parecido a lo acontecido con el cardenal Christoph Schönborn, un peso pesado en la historia de la Iglesia reciente y arzobispo de Viena, al que se le aceptó la renuncia justamente el día que cumplía los 80 años, en enero de este mismo año.
Lo que ya tiene claro Omella es que cuando llegue el momento se vuelve a su diócesis originaria de Zaragoza, concretamente a la residencia de sacerdotes jubilados de la capital aragonesa, por tanto, poco se le verá por Barcelona, allí podrá estar con los sacerdotes de sus quintas de ordenación, los que fueron consagrados por el arzobispo Pedro Cantero Cuadrado, contra el que el mismo Omella y otros 21 colegas firmaron una carta, en la que tildaban a su pastor de "autoritarismo". Además, en la archidiócesis cesaraugustana, se encuentra como arzobispo uno de sus protegidos, Don Carlos Escribano, a quien el cardenal turolense promocionó primero para Teruel, después para sucederle en Logroño, y finalmente para que fuera a su diócesis de origen.
En cuanto a los posibles sucesores de Omella en Barcelona, Martí no aporta ningún nombre nuevo, se centra en Florencio Reselló de Pamplona, Conesa de Solsona o el actual auxiliar Javier Vilanova, a Ángel Javier Pérez Pueyo, muy cercano también a Omella, prácticamente lo descarta, por tener ya 70 años.
Pep Martí recuerda que ninguno de los últimos arzobispos de Barcelona han sido capaces de colocar a su delfín o candidato deseado, veremos que pasa con Omella que ha tenido mucho poder hasta ahora, pero en estos momentos ya no está el Papa Francisco, y además hay otros personajes en principio no muy cercanos al actual arzobispo barcelonés que tendrán mucho que decir, el nuncio Piero Pioppio que llegará a Madrid en diciembre y el actual presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. La pugna está servida, a ver quién se lleva el gato al agua.
Francesco Della Rovere


Sólo faltaría que nombrasen arzobispo de Barcelona a Pérez Pueyo después de la que ha liado en Barbastro con el santuario de Torreciudad. Es a su casa adonde deberían destinarlo.
ResponderEliminarSi el nombramiento del nuevo arzobispo se realiza estando el nuncio ya en España, es improbable que Omella pueda colocar a uno de sus protegidos.
Hacer pronósticos sobre vacantes és un entretenimiento consuetudinario en GG. Así, pues, apunto un candidato no contemplado por los corrillos de Palacio: El arzobispo Dr. Joan Planellas.
ResponderEliminarA veces no sé por qué hay gente con más gracia que yo... :)
EliminarDios le oiga
EliminarEso, eso y sabréis lo que es bueno: con don "quitaypon", "toma uno y pon dos" tendréis tema para rato: ¿vendrá él solo o con la familia pontificia? ¡Volverá a contratar a la prima! Y os costará una pasta gansa. Trasladará al "periodista" y otra pasta gansa. Si se va de Tarragona se llevará a todos los que saquean las arcas con sueldos astronómicos y las cuentas en esta archidiócesis volveran a la normalidad. ¡Ah! Y también os trarerá al ecónomo que ni se le ve ni se le espera.
EliminarPot portar tots la família que vulgui. En aquesta diòcesi de Barcelona ja pujen més les retribucions dels laics que les del clergat...
EliminarHay mucho vividor en cualquier administración, no iba a ser menos nuestro arzobispado
EliminarLlevarse a Planelles a Barcelona haría muy feliz a mucha gente de Tarragona, no sé si también a la de Barcelona. Pero para una felicidad angélica debería llevarse con él a don "periodista" del sueldazo escandaloso e ideas elitistas, a su familia pontificia, al ecónomo que no está y a la Secretaria redimida, ¿qué tienen en común obispo y esta camarilla? Foráneos a quienes importa cero la diócesis de Tarragona, clero incluido.
EliminarQuien es la familia pontificia de Planellas? La prima?
EliminarElección sinodal del arzobispo de Barcelona
ResponderEliminarLa Iglesia Latina en Barcelona podría revolucionar la elección de obispos con un modelo híbrido que fusiona el Código de Derecho Canónico de 1983 con la sinodalidad patrística, la propuesta proyectada y las directrices del Sínodo sobre la Sinodalidad concluido en octubre de 2024.
El papa anterior dijo en 2021 que la Iglesia era sinodal, es decir, que el Pueblo de Dios participaba plenamente en transparencia sinodal informativa, deliberación y decisión del pueblo de Dios. Podrá gustar o no, pero se dijo que así se eliminaba el clericalismo y se daba voz al Pueblo de Dios... eso se dijo, pues nos lo creemos y a ver qué obtenemos.
Subsanaríamos así la falta de legitimidad sinodal de origen electivo de todos los actuales obispos nombrados por el papa en un proceso secreto y discreto, clerical y sin intervención del Pueblo de Dios.
En principio, el Papa conserva la autoridad final —nombra o confirma—, pero el Pueblo de Dios gana voz vinculante en las fases locales y consultiva en Roma, aplicando subsidiariedad, equidad y transparencia controlada.
Todo el proceso se rige por la ortodoxia, la ortopraxis y el filtro permanente del sensus fidei y la sanior pars.
Cada tres años, un Collegium Diocesano Permanente —30 % obispos, 30 % presbíteros, 20 % diáconos y consagrados, 20 % laicos— mantiene una lista viva de 10 a 20 candidatos idóneos.
Cualquier bautizado puede proponer nombres individualmente o colectivamente. Tras oración comunitaria y dos vueltas de voto con mayoría de dos tercios, la lista se envía en secreto a la Santa Sede y se publica su envío de forma anonimizada en la diócesis.
Al producirse la vacante episcopal, se activa el Collegium pro Eligendo Episcopo, un órgano ad hoc de 15 miembros presidido por el nuncio sin voto: metropolitano, cuatro presbíteros elegidos por el consejo presbiterial, dos diáconos, dos religiosos y cinco laicos sorteados entre el consejo pastoral y movimientos.
En 48 horas los presbíteros entregan testimonio escrito u oral; en 15 días se realiza una encuesta anónima en parroquias y online a toda la feligresía. En tres días de sesión sinodal, dos vueltas de voto reducen primero a seis y luego eligen la terna definitiva por dos tercios.
El Tribunal Sinodal de Evaluación —siete miembros: nuncio, metropolitano, presidente de la conferencia episcopal, dos obispos sufragáneos por sorteo, un presbítero y un laico— escruta la terna en tres días, revisa vida, doctrina y capacidad misionera, entrevista superiores y ex-parroquianos, y consulta en 30 días a cien laicos, cincuenta presbíteros y veinte diáconos muestreados al azar.
Durante 15 días se publican los nombres de la terna en la diócesis, web y boletín oficial; cualquier fiel puede presentar hasta tres objeciones fundadas con pruebas.
También vale otro sistema: todo el Pueblo de Dios puede votar directamente a sus tres mejores candidatos, sería la mejor opción.
El tribunal emite informe final por mayoría y lo envía a Roma junto con actas y objeciones.
El Papa recibe la terna completa, el informe y las objeciones filtradas; confirma uno de los tres o devuelve una sola vez para nueva terna con motivos.
La publicación oficial aparece en el Boletín Vaticano y la diócesis; la ordenación se celebra en la catedral con el metropolitano como consagrador principal, en un plazo máximo de tres meses.
El secreto pontificio protege solo datos sensibles; el resto es público tras las proclamas.
La manipulación se previene con sorteos, formación y objeciones probadas; la polarización, con mayorías cualificadas y veto papal.
Cuando el obispo gobierne, los actos que afecten a todo el Pueblo de Dios deben de someterse a transparencia informativa, deliberación y decisión del Pueblo de Dios.
Cuando el obispo se retire, deberá de ser sometido a un juicio de residencia, donde él y su gobierno deberán de responder ante el Pueblo de Dios por todos sus actos meritorios o demeritorios para asumir su responsabilidad correspondiente.
Otro que se creyó todo. Era pura broma de unos manipuladores natos
EliminarHay una cosa llamada Sínodo de la sinodalidad, que empezó el 2021, y que le falta una fase conclusiva para el 2028...
EliminarFase de Implementación (2025-2028): Es la etapa actual, donde las Iglesias locales deben poner en práctica las indicaciones y el espíritu del Sínodo.
Asamblea Eclesial de 2028
El evento de octubre de 2028 es la Asamblea Eclesial (que toma el lugar de un nuevo Sínodo). Su objetivo es:
Recoger los frutos: Evaluar los avances y las experiencias de sinodalidad que han madurado a nivel local, diocesano y continental durante la fase de implementación 2025-2028.
Consolidación: Ofrecer al Papa los elementos esenciales, fruto de esta experiencia eclesial, para confirmar las orientaciones consideradas válidas para la Iglesia universal.
En esencia, es la meta de un proceso más amplio, enfocado en hacer que la Iglesia sea más participativa, inclusiva y misionera.
Eso dicen...
Sobre los posibles sucesores de Omella en Barcelona, en mi opinión:
ResponderEliminar1. Sobre Vilanova, queda descartado: los fieles de la desaparecida parroquia del Espíritu Santo, derribada para hacerla más pequeña en favor de la universidad de Blanquerna, no guardan ningún bien a su favor; además, el proceso de derribo se hizo antisinodalmente: la sopa está hecha, se informa de qué está compuesta, a comerla. Nunca ha pedido perdón público ni ha ofrecido reparación simbólica (p. ej. una capilla memorial o misas anuales por los desplazados); su silencio ha convertido una decisión administrativa en agravio permanente. A corrales.
2. Pérez Pueyo también se descarta: con 70 años, ¿a dónde va? Aunque tiene experiencia en diócesis pequeñas (Barbastro-Monzón), su paso por la CEE en temas de abusos fue discreto y sin iniciativas visibles de transparencia; a su edad, no aporta renovación ni energía para una sede tan compleja.
3. Conesa de Solsona, pues no: es un francisquista a favor de la terrible Amoris Laetitia. Al ser nombrado obispo por el Papa Francisco y siendo miembro de la Comisión Episcopal de Doctrina de la Fe de la CEE (y más recientemente su Presidente), su línea de acción y pensamiento estuvo en sintonía con las directrices de Francisco, incluida Amoris Laetitia, Fiducia Supplicans y Traditionis Custodes. Además, procede de dos diócesis que no tienen nada que ver con Barcelona, aunque visto el caso de Planellas, de casi nada a Arzobispo Primado, todo es posible en esta Iglesia post-conciliar.
Como presidente de Doctrina de la Fe, no ha publicado ni una sola nota aclaratoria sobre los puntos más controvertidos de Amoris Laetitia o Fiducia Supplicans para los fieles españoles; su silencio se interpreta como complicidad pasiva con la ambigüedad.
4. Del obispo de Pamplona, Roselló, de 63 años, tampoco es idóneo. Es un francisquista dedicado a los marginados (presos, pobres), sin ningún tipo de polémica pero de perfil bajo: «le viene grande Pamplona», más lo será Barcelona. Partidario de Francisco, de Amoris Laetitia (acoger a todos), Fiducia Supplicans (votó a favor la nota de acogerla con prudencia), en 2024 lavó los pies a 12 reclusos (hombres y mujeres) en la cárcel de Pamplona en lugar de lo tradicional y correcto (12 hombres boni viri), del documento de Abu Dabi (a Dios le parece guay todas las religiones) y, sobre todo, de las inmanentistas y antropocéntricas Laudato Si’ y Fratelli Tutti.
Nunca ha gestionado más de 100.000 fieles, poco tiempo de obispo, sin experiencia institucional con la política catalana y muy débil con el nacional-progresismo (al cual hay que arrasarlo y no dejar ni el polvo: gente pactista, no). Además, un arzobispo de Barcelona debe tener 10 años de experiencia mínima de obispo.
En Pamplona: no ha visitado ni una sola vez la catedral ni ha celebrado misa solemne en la forma extraordinaria tridentina pese a existir un pequeño grupo estable; su ausencia se percibe como desdén.
En la CEE: sus intervenciones en asambleas plenarias han sido tan breves y genéricas que un obispo veterano comentó: «parece que lee un guion de Cáritas».
Pastoral penitenciaria: aunque loable, no ha creado ni un solo programa de reinserción laboral con empresas católicas; todo se reduce a visitas y gestos mediáticos, típico de los progres: "Amor a los progres, pero obras son amores y no buenas razones: besos pero no quesos".
...
El problema de Barcelona no es de justicia social —como no lo es para nada en España y Europa, con los mejores Estados del bienestar—, sino de tipo espiritual, de salvación de las almas.
El arzobispo de Barcelona lo hacen cardenal y entonces adiós: se nos convierte en un político ubicado entre Barcelona, Madrid y Roma. De hecho, ¿por qué lo llaman arzobispo? Excepto el vilipendiado cardenal Carles, los restantes han sido mal arzobispos; su paternidad no se ha visto en nada: Jubany el que lo dejó todo al nacional-progresismo, Sistach como el señor del statu quo, Omella como el vigilante del campo de trigo de Can Bergoglio.
No parece que Omella se vaya a quedar a inaugurar la torre de Jesucristo en Barcelona, podrá ver cómo la inaugura otro, él puede ser administrador apostólico o la nada, eso último sería lo mejor. Esperemos que la dimisión le sea aceptada el mismo día que cumpla los ochenta años. Descansará él, que, la verdad, se ha movido, para bien pero sobre todo para mal, a favor de su nepotismo y equivocándose en cosas muy graves. No goza del aprecio ni en Barcelona ni entre sus compañeros de la CEE y vete a saber qué se piensa de él en la Santa Sede. Que se vaya; él, que ha suspendido a sacerdotes, ahuyentado a otros, castigado a quienes no son de su cuerda, él, que se manifestó contra su obispo Cantero Cuadrado firmando un manifiesto -hay quienes nos acordamos- él, a quien no le gusta la más mínima crítica a su persona. Pero sobre todo si el nuevo arzobispo -quien ojalá que no sea cardenal y se ocupe de su diócesis- no echa fuera a todos los de la curia diocesana, no ganaremos nada. Hay alguno a quien no se le puede echar a la calle por razón de cargo, pero cuando se pueda se lo tiene que cargar, porque sin duda es el fautor de todos los dislates.
ResponderEliminarMuchos sacerdotes piensan lo mismo. Hay hartazgo. Omella se ha caracterizado por ascender a gente mediocre, pero de clara adulación a su persona. Algunos los conozco de su etapa de seminaristas: ¡me habéis decepcionado! La curia está copada por gente dura, mediocre, sin más afán que lo técnico, sin criterios de apostolado en sus labores. Se han cometido errores de gestión y económicos, que sonrojan, por desidia y estupidez. Por no decir cómo se ha planteado la pastoral en amplios ámbitos. Hay un tapón de gente sin ganas, sin criterios, sin formación. No hay un funcionamiento orgánico en la estructura diocesana. Si le intentas exponer con hechos concretos y datos todo esto al Cardenal, te manda a paseo con simpatía y chascarrillos. Y lo que faltaba ha sido lo del seminario: ¿no se pudo hacer de otra manera? ¿no se pudo consultar en los ámbitos de consejo diocesanos la fusión con el Interdiocesano? ¿No se pudo abrir espacios de consulta y de reflexión al respecto? ¿Tanto miedo le tienen a la escucha de sacerdotes y laicos?Existe una suerte de realidad paralela entre la predicada sinodalidad y la áspera forma de gobierno diocesano muy personalista y poco dialogante. Al Cardenal se le acogió con mucha esperanza. Probablemente, la culpa no la tenga él en gran medida, sino que la mayor responsabilidad recaiga en la camarilla de aduladores y arribistas que lo han copado. Y seguramente el resto tampoco hemos sabido estar a la altura para proponer alternativas.
EliminarLos tiros van para otro lado.
ResponderEliminarVilanova irá para otra diócesis con sede en Catalunya.
Conesa va para otra diócesis que no es Barcelona.
A Omella le ha pasado el tiempo de colocarnos a un aragonés en Barcelona.
La Santa Sede y el nuevo nuncio tienen otros candidatos.
Planellas a BCN, Vilanova a Tortosa y Gordo a Tarragona. Y cuando ordenen a Aguila lo haran auxiliar de Barcelona, entonces la Ciudad Condal tendrá un cantante pastoralista que no os cantará nunca las 40
EliminarEl ambiente de nervios no está en toda la curia barcelonesa, los periodistas no tienen ni idea. Algunos curiales, los peores, están muy tranquilos. Saben que van a seguir mandando y medrando. Seguirán instalados sea quien sea el sucesor del actual arzobispo, al que a veces han manipulado y engañado. No está previsto que venga un Sergi Gordo, el único que los conoce bien. Seguramente, se aprovecharán de un sucesor que ignora sus malas prácticas y lo manipularán. Se presentarán como fieles y leales colaboradores. Y si viniese alguien dispuesto a hacer limpieza... ¿son conscientes de lo que significa despedir a tantos trabajadores a sueldo en la curia? ¿No es un instrumento de presión el revuelo mediático que se podría crear? La gestión del patrimonio, recursos y economía de la archidiócesis, en su conjunto, es deleznable. Lo es por su planteamiento de base, porque ignora la peculiar naturaleza de las propiedades eclesiales, que se han de ordenar a un propósito pastoral. Y también lo es por errores que podemos atribuir a la mediocridad de los responsables en estos ámbitos diocesanos. También algo de mala fe, pero los más aprovechados se jubilaron. Ignoro si Omella ha sido consciente de la manera mediocre en la que se ha gestionado, y no sólo mediocre, sino también absurda, porque les aseguro que algunas cuestiones no superan el examen de un primer curso de económicas. La curia barcelonesa es muy cerrada. Se filtran cuatro minucias. Lo peor es que esos gestores inútiles luego son duros e inflexibles con sus subordinados y con el clero diocesano.
ResponderEliminarMás claro agua
EliminarELECCIÓN SINODAL EPISCOPAL.
EliminarTradicionalmente, las diócesis operan bajo la autoridad casi absoluta del obispo, con consejos consultivos que a menudo quedan en papel mojado.
El Proyecto de «Diócesis Sinodal Tripartita» cambia esto al crear un equilibrio de poderes, evitando que un pequeño grupo controle finanzas o decisiones pastorales. Su finalidad principal: promover la transparencia como «liberación» para el pueblo de Dios, alineada con el énfasis de Francisco en la sinodalidad. Esto significa auditorías independientes, participación laical y mecanismos para denunciar fraudes, todo orientado a que los recursos eclesiales sirvan a la misión pastoral, no a intereses personales.
2. Las tres ramas: un gobierno diocesano equilibrado
El modelo divide el funcionamiento en tres vertientes claras, cada una con roles específicos para prevenir abusos:
2.1. RAMA EJECUTIVA: la administración cotidiana al servicio de la comunidad
Encabezada por el obispo como «primero entre iguales», incluye vicarios y un equipo mixto de clérigos y laicos expertos en economía. Se encarga de la gestión diaria de presupuestos y patrimonio, pero con obligaciones estrictas: auditorías trimestrales por externos y un portal web público con datos en tiempo real. «Esto evita la mediocridad y los errores absurdos en finanzas que hemos visto en algunas curias». Rotación de cargos cada cinco años impide que se formen «feudos» de poder.
2.2. RAMA LEGISLATIVA: decisiones compartidas por todo el pueblo
Un sínodo diocesano permanente, con representantes elegidos (clérigos, laicos y religiosos en proporciones equilibradas), aprueba presupuestos, normas y nombramientos. Sesiones abiertas incluyen encuestas parroquiales y votaciones mayoritarias, con veto obispal limitado. La novedad aquí es su carácter vinculante: no solo consulta, sino que decide, fomentando la «decisión de todo el pueblo de Dios» que dijo Francisco promover. Un comité de ética revisa conflictos de interés para bloquear corrupciones.
2.3. Rama judicial: justicia y rendición de cuentas independiente
Un tribunal autónomo, con juristas laicos y clérigos, resuelve disputas sobre fraudes o mala gestión. Investigaciones rápidas ante denuncias anónimas y sanciones proporcionales garantizan accountability. «Es como un guardián imparcial que protege a los más vulnerables, como el clero diocesano o subordinados», detalla el modelo. Publicación de fallos (anonimizados) asegura transparencia sin revanchas.
SINODALIDAD EN EL GOBIERNO EPISCOPAL
EliminarTradicionalmente, las diócesis operan bajo la autoridad casi absoluta del obispo, con consejos consultivos que a menudo quedan en papel mojado.
La modelización de una «Diócesis Sinodal Tripartita» cambia esto al crear un equilibrio de poderes, evitando que un pequeño grupo de poder o presión controle finanzas o decisiones pastorales importantes (mapa de agrupaciones, cierre y demolición de parroquias, nombramientos de gobierno y parroquias).
Su finalidad principal: promover la transparencia como «liberación» para el pueblo de Dios, alineada con el énfasis de dijo Francisco sobre la sinodalidad.
Esto significa intensificar auditorías independientes en finanzas, eficacia pastoral, funcionamiento gubernamental y organización competencial, participación laical y mecanismos para denunciar fraudes, corrupción, despilfarro y abusos, todo orientado a que los recursos eclesiales sirvan a la misión pastoral, no a intereses personales o de grupo.
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2. Las tres ramas: un gobierno diocesano equilibrado
El modelo divide el funcionamiento en tres vertientes claras, cada una con roles específicos para prevenir abusos:
2.1. RAMA EJECUTIVA:
La administración cotidiana al servicio de la comunidad
Encabezada por el obispo como «primero entre iguales», incluye vicarios y un equipo mixto de clérigos y laicos expertos en economía. Se encarga de la gestión diaria de presupuestos y patrimonio, pero con obligaciones estrictas: auditorías trimestrales por externos y un portal web público con datos en tiempo real. «Esto evita la mediocridad y los errores absurdos en finanzas que hemos visto en algunas curias». Rotación de cargos cada cinco años impide que se formen «feudos incastillados vitalicios» de poder, opacos, oscuros y vengativos.
2.2. RAMA LEGISLATIVA:
Decisiones compartidas por todo el pueblo
Un sínodo diocesano permanente, con representantes elegidos (clérigos, laicos y religiosos en proporciones equilibradas), aprueba presupuestos, normas y nombramientos.
Sesiones abiertas incluyen encuestas parroquiales y votaciones mayoritarias, con veto obispal limitado.
La novedad aquí es su carácter vinculante: no solo consulta, sino que decide, fomentando la «decisión de todo el pueblo de Dios» que Francisco dijo promover. Un comité de ética revisa conflictos de interés para bloquear corrupciones.
2.3. RAMA JUDICIAL:
Justicia y rendición de cuentas independiente
Un tribunal autónomo, con juristas laicos y clérigos, resuelve disputas sobre fraudes o mala gestión, corrupción y abusos, despilfarro e ineficiencia.
Investigaciones rápidas ante denuncias anónimas y sanciones proporcionales garantizan el buen gobierno. «Es como un guardián imparcial que protege a los más vulnerables, como el clero diocesano o subordinados».
Publicación de fallos (anonimizados) asegura transparencia sin revanchas. Canales de denuncia anónima.
¡Cuánto sabios veo que hay en este mundo! Ocúpense de lo que realmente les debe ocupar y preocupar! Todos piensan que son voceras del Espíritu del Señor.
ResponderEliminarSr. Francesco, no me diga que Pep Martí llama a GG para confrontar información. Tanto mal le desea a Pep Martí: la credibilidad de GG es la misma que la revista "Lecturas".
8.39 La curiosidad barcelonesa es sólo un rinconcito más de los mil y un tinglados montados en esta Catalunya "democrática" desde ayuntamientos, diputaciones, generalitat y sus múltiples empresas públicas. Los peores ocupan los mejores sitios. El dinero les ha arrasado la cabeza y sólo son los arietes del NOM
ResponderEliminarAntes de pensar en él quien, pensemos en él para qué.
ResponderEliminarPara atender a los viejitos que vamos a misa? ¿Acompañar a los
Jóvenes en su camino, con ejemplo, y hacerles llegar reflexiones ? ¿Para satisfacer a los religiosos/ordenes y sacerdotes nacional/indepes?
O un hombre de fe, padre de todos, que el ejemplo sea su seña de identidad, y el idioma el medio para escuchar a los fieles de distinta procedencia?
'...y el idioma el medio para...'
ResponderEliminar'Sí, claro que sí.'
Sense dubte l'idioma de Cervantes, de Lope de Vega, de Javier Cercas, del fill de la mare de Jordi E, de Cayetano AdeT i tants tants tants altres que estimen (en l'intimitat, evidentment) Catalunya, oi?