La tabla de salvación de Tamil Nadu

Pan para hoy, follones para mañana. Esto nunca va a salir bien.

Y en Roma, mientras, preocupado por la sinodalidad, sea eso lo que sea, y por el cuidado de la Tierra.

Por cierto, ¿los católicos de Tamil Nadu son de rito latino?

Llevo tres décadas fuera de Barcelona, conozco todos los templos que menciona el artículo y estuve muy relacionado con los franciscanos de San Antonio de Padua (recuerdo muy bien al padre J. Costa) y con los misioneros del Sagrado Corazón (en especial recuerdo a mi confesor, el padre Tomás Sorribas, y también al padre Plaza). En términos históricos 30 años son poco, muy poco tiempo. Cuando leo que esas congregaciones están agonizando y que están vacías esas iglesias, antes siempre llenas de fieles en las misas de los domingos y en las vespertinas de los sábados, así como con bastante asistencia en las de días laborables, no puedo creerlo. Si esto sigue así, cuando hayan pasado otros 30 años simplemente no habrá más cristianismo. Supongo, con alivio, que ya no estaré en este mundo para verlo. Lo peor de todo es la frivolidad, la imbecilidad y la sacrílega superficialidad de muchos que pretenden ser católicos. Soy consciente de que todos somos pecadores, pero hay cosas que son más que el "simple" pecado, son destructivas y demuestran lo lejos que estamos de nuestra propia fe y la ignorancia supina que nos impide llegar a ella. Hoy he visto el siguiente video y he sentido gran desconsuelo:

https://m.youtube.com/watch?v=cpfGQw21gT0

¿Adónde vamos a ir a parar?

La desaparición física de las antiguas órdenes religiosas es un fenómeno europeo, que no tiene correlato en Asia y África. Cierto es, pero en Cataluña tenemos el agravante de que no se vislumbra ni un brote verde, como puede ser el de las clarisas de Iesu Communio. Además, este yermo se ha agrandado exponencialmente en los últimos años en la ciudad de Barcelona. Así podemos observar en qué han quedado grandes focos de vida cristiana como eran el santuario de San Antonio de Padua de los franciscanos; el de San Cayetano de los padres teatinos; la iglesia del Perpetuo Socorro de los redentoristas; los paúles de la calle Provenza o incluso los misioneros del Sagrado Corazón de la calle Rosellón, que tuvieron que traspasar el colegio San Miguel a los escolapios. Si no acuden a Tamil Nadu el cierre de todos ellos se antoja muy cercano.

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Es indudable que la Providencia puso a De Bello Pallico en 2006 y a Germinans Germinabit en el 2007

germinansgerminabit.blogspot.com/2022/08/15-anos-de-germinans-germinabit-1-2007.html

Para ver que desde hace unos 20 años se viene diciendo y profetizando lo que dice este artículo: la vida sacerdotal y la religiosa decae hasta la extinción, unos más lentos, otros más rápidos, pero todos los números son indicativos de una tendencia hacia la desaparición física.

Las raíces de esta debacle son inconfundibles y se entrelazan en un proceso de deterioro que amenaza con extinguir la vida religiosa en Cataluña. Durante las últimas dos décadas, el catolicismo catalán, especialmente en Barcelona, ha sucumbido a fuerzas que lo han alejado de su esencia. Jesús, en su paciencia, les ha otorgado tiempo para rectificar, pero al no bendecir sus caminos errados, los ha dejado a sus propias fuerzas, insuficientes para evitar el colapso. El resultado es un desierto espiritual donde los consagrados, sin relevo ni intercesores, se desvanecerán en la indiferencia y el olvido de un mundo que los rechaza. A continuación, mis causas principales de este desastre, ordenadas por su relevancia y alcance:

1. Nacionalismo independentista como ídolo terrenal: El catolicismo catalán se ha doblegado ante el nacionalismo exacerbado, culminado en el procés, que ha reemplazado la fe trascendente por una devoción a los "dioses de esta tierra". Este fervor, encarnado en movimientos como Procés Constituent y partidos como ERC, CUP o Junts, ha desviado a la Iglesia de su misión universal, encerrándola en una identidad regionalista que rechaza toda influencia externa.

2. Progresismo politizado como deriva ideológica: El auge del progresismo, tanto de izquierdas como de ciertas derechas burguesas que aceptan la cultura de la muerte y la ideología de género (PSC, Junts, ERC, CUP, ejemplificado por Comuns o figuras como Teresa Forcades y su Procés Constituent), ha impregnado la Iglesia de una politización mundana. Este giro ha priorizado agendas sociales y partidistas sobre la doctrina, diluyendo su identidad espiritual en un proyecto secular que aleja a los fieles.

3. Modernismo teológico y sincretismo: Muchos consagrados han abandonado a Jesús y a la Iglesia, seducidos por corrientes como la Nueva Era, el budismo, el hinduismo o un catolicismo protestantizado y nacionalista, como la autoproclamada Església Nacional Alternativa i Progressista de Catalunya. Esta confusión doctrinal, agravada por escándalos, ha erosionado los fundamentos de la fe, dejando un vacío teológico que no sostiene vocaciones.

4. Rechazo a España y aislamiento vocacional: El desprecio visceral hacia España ha cerrado las puertas a posibles vocaciones de otras regiones, incluso de áreas cercanas como Valencia, la Franja o Mallorca. Este aislamiento autoinfligido ha transformado Cataluña en un yermo espiritual cada vez más extenso, incapaz de renovar sus filas con savia nueva.

5. Cierre de templos durante la pandemia: La decisión de clausurar iglesias durante el covid, relegando las misas a radio, televisión e internet, envió un mensaje demoledor: los consagrados antepusieron su seguridad al cuidado del pueblo de Dios. Al reabrirse los templos, la feligresía no regresó, evidenciando una ruptura de confianza que aceleró el abandono.

6. Escándalos de abusos en colegios religiosos: El camino de varias órdenes se ha visto empañado por los casos de abusos, especialmente en instituciones educativas. Estos episodios han socavado la credibilidad moral de la Iglesia, alejando a los fieles y manchando el testimonio de los consagrados.

7. Fallecimiento de fieles y crisis demográfica: En estos veinte años, la base de fieles ancianos —pilar tradicional de la Iglesia— ha menguado inexorablemente por enfermedad y deterioro físico. Este declive natural se agrava con una caída demográfica: el reemplazo generacional es ínfimo, pues los jóvenes, cada vez menos numerosos por la baja natalidad, no ocupan los bancos que sus mayores dejaron vacíos. La grey envejece y se extingue sin relevo.

8. Inhumanidad del gobierno arzobispal: La gestión eclesiástica ha mostrado un rostro insensible, como evidencia el cierre y demolición de la parroquia del Espíritu Santo en Barcelona. Pese a ser una comunidad viva y próspera, sus ruegos fueron ignorados, sacrificándola sin proceso sinodal alguno por el lucro de vender el terreno a la Universidad Blanquerna. Esta decisión, motivada por intereses económicos antes que pastorales, ha sembrado desilusión y desconfianza entre los fieles.

9. Errores doctrinales heréticos en el Sínodo de la sinodalidad, fases diocesana y nacional: Bajo el mandato del arzobispo Omella, también presidente de la Conferencia Episcopal Española, se aprobaron documentos sinodales para el Sínodo de la Sinodalidad que promueven propuestas aberrantes —como la ordenación de mujeres o la reforma de la moral tradicional—. Estas desviaciones, lejos de fortalecer la fe, siembran escándalo y confusión entre los fieles, erosionan los fundamentos de la doctrina católica y contradicen la misión de salvar almas, acelerando la pérdida de credibilidad y la apostasía

10. Pérdida de la belleza y las devociones tradicionales: La Iglesia en Cataluña ha abandonado la riqueza de su tradición católica, visible en el deterioro de la música coral e instrumental, la esmerada celebración de la Misa, la majestuosidad de los templos y la dignidad de las vestiduras litúrgicas. La vida devocional —rosarios, exposición del Santísimo, estampas y medallas de santos, sacramentales como agua, sal y aceite, y la Liturgia de las Horas— se ha desvanecido, dejando un vacío estéril. Este abandono de la belleza, que elevaba el alma a Dios, ha tocado fondo, privando a los fieles de un legado espiritual que nutría la fe y reflejaba la trascendencia divina.

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Así, nacionalismo independentista, progresismo izquierdista y modernismo teológico, abusos, covid y cierre de templos, Nueva Era, demografía decadente, pérdida de devociones, falta de belleza, errores de la sinodalidad... junto con sus consecuencias prácticas, son las fuerzas que han conducido a este ocaso. Sin un giro radical, el destino será la nada: una muerte silenciosa correspondida por la amnesia y el desprecio del mundo que tanto idolatraron, y que éste les trata como es el mundo: olvido, irrelevancia, menosprecio, marginalización, hostilidad, aversión.

Ello implica tres cosas:

1. Necesitamos un nuevo papa en línea con San Juan Pablo II y Benedicto XVI, y ya.

2. Se hace imprescindible un nuevo arzobispo que siga el camino que dicte el Espíritu Santo

3. La Iglesia en Cataluña va camino hacia la desaparición y extinción si no hay una conversión: el actual camino es simplemente un camino de desvanecimiento y volatilización

La importación de sacerdotes, religiosos o religiosas NUNCA es una solución viable y a medio y largo plazo se ven los resultados, claro que siempre hay honrosas excepciones

Siempre lo mismo, faltan vocaciones sobre todo al Celibato, porque ahí está el problema, no en la práctica de la Fe porque la Fe no es patrimonio de ningún grupo de célibes sinó que la Fe es universal, por algo la expresión Iglesia Católica es lo mismo que Iglesia Universal. Si en Europa faltan vocaciones al Celibato en gran parte es debido a que el progresismo económico lleva aparejado un aumento de conocimientos científicos y culturales y una serie de asistencias sociales que convierten a los ciudadanos en unos autosuficientes vivientes muy bien asistidos. En gran parte los conventos de religiosos se basan en la ayuda mútua formando una familia como una sustitución del matrimonio tradicional, pero en nuestra sociedad rica ya tenemos la Seguridad Social y los asistentes sociales de los ayuntamientos que se encargan de socorrer a personas solitarias con problemas. Tambien el papa Francisco la ha bien liado con su torsión a la izquierda en tema de parejas, dicen algunos bien enterados que salieron hace unos días en Col·lapse TV3 que algunos magnates americanos han optado por no regalar dinero al Vaticano en vista de la deriva de Francisco. Claro, y luego el Papa dice que las arcas estan vacias. Referente a que en Hispanoamerica aumenta el Protestantismo a bien seguro estos si que predican el Diluvio y el fenómeno Sodoma, hay que copiarles la fórmula.

A Omella no le tengo por inteligente, pero es avispado. Si lee esta página – y estoy seguro que la lee- ya se dará cuenta del poco aprecio que se le tiene. Todo el mundo está harto de él, ya sea el sector conservador, ya sea el sector progre (no hay más que recordar el libro de Hortet: «Omella és autoritari i un espanyolista de cap a peus»).
Es hora de retirarse y cuando llegue el nuevo arzobispo lo primero que tendrá que hacer es limpiar la curia, de lo contrario no ganaremos nada con el cambio.