¿OMELLA PAPABLE?

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No, no es únicamente Gérminans quien tiene la osadía de colocar a Omella en la lista de los cardenales papables (o más importante aún, de los muñidores del próximo cónclave) Evidentemente, nadie lo pone en la cabecera de la lista; pero estando tan enfrentados los bandos, no hay que descontar la solución de compromiso: “ni para ti, ni para mí”. Si ha de ser éste el desenlace, la lista de los papables crece exponencialmente: empiezan a entrar en ella esa mayoría silenciosa, prudente y discreta de personajes neutros, grises, anodinos, que no se han pronunciado nunca ostensiblemente ni por los blancos, ni por los rojos. Y menos aún, por los negros. Son cualquier cosa menos contundentes.
Todos hemos tenido ocasión de seguir el “tarannà”, que decimos por aquí, del cardenal Omella. Evidentemente, no le van las posiciones doctrinales. No es lo suyo, ni de lejos. Él no es hombre de doctrina ni de ideologías. Y cuando ha querido hacer alguna tímida incursión en ese territorio, ha salido trasquilado. Y es plenamente consciente de ello. Por eso se ha limitado a sus tareas administrativas de recursos pastorales, de personal y de bienes. Ahí se maneja, aunque con los inevitables tropiezos. Pero se ha guardado muy mucho de meterse en jardines doctrinales. De ahí que nadie pueda decir de él que sea ni bergogliano ni antibergogliano. En este terreno, se ha mantenido discretamente en segundo plano. Manteniendo su privilegiada condición de amigo del papa.
Y como tampoco le ha exigido más el papa, ni se han atrevido a tanto sus principales lugartenientes, ha podido vivir tranquilo su cardenalato, confiando en la amistad que le tiene el Santo Padre. Eso le ha permitido vivir confortablemente manteniéndose fuera de cualquier debate, sin que nadie se cuestionase su falta de pronunciamiento o su blandura en el mismo. Él no está en el debate doctrinal que es el núcleo de la crisis de la Iglesia y que será el campo de batalla del próximo cónclave. Si acaba en tablas (es decir sin pronunciamiento doctrinal), el número de cardenales que opten por un interregno de Omella, puede ser importante. 
Es significativa la anécdota (con grandes visos de verosimilitud) de unos intrigantes de su curia, donde también los hay, que fueron a Roma a segarle a Omella la hierba bajo los pies. Y de oficina en oficina, llegaron hasta el papa, que les atendió; pero se negó a escuchar las maledicencias contra su cardenal, con el fenomenal argumento de que no podía hacer tal cosa (prestarles atención) porque Omella era papable y no convenía de ningún modo poner su honorabilidad en entredicho. Tal y cual. Esas palabras salieron de boca de Francisco, según cuentan los protagonistas de esta anécdota. Y los remitió sin más a otro dicasterio para diluir en él las intrigas que le llevaban los píos justicieros.
Decía al principio de esta reflexión, que no somos nosotros los únicos que tomamos en cuenta la papabilidad de Omella. Repasando las opiniones (y hasta las quinielas) que van ganando fuerza tal como se alarga y se agrava la enfermedad del papa, doy con la de Wanderer, un bloguista argentino, muy bien informado tanto respecto a la personalidad del papa Francisco, pues conoce muy de cerca toda su peripecia vital, como de la Iglesia de/en Argentina.
Pues bien, en uno de sus últimos artículos, titulado “Quién será el próximo Papa”, tras un minucioso recorrido geográfico por las posibilidades de origen del próximo papa, llega a una pregunta crucial: “¿Será el próximo Papa un bergogliano? Y responde que no: casi categóricamente. Y es aquí donde nombra a Omella. Prefiero copiar todo el párrafo para no sacar la información de su contexto. 
El bergoglianismo, como hemos dicho, expirará junto con Bergoglio. En todo caso, podríamos hablar de cardenales bergoglianos lato sensu, lo que en otras palabras sería hablar de “cardenales progresistas”. Luis Badilla, un respetado conocedor del Vaticano, incluye varios nombres dentro de este sector en un artículo reproducido por Messa in latino. Me parece demasiado generoso. Nunca será elegido otro jesuita, por lo que Hollerich está descartado; Marengo es muy joven (50 años), como también Pizzaballa (59), y Omella demasiado viejo (casi 80 años); Tolentino de Mendonça desangelado y demasiado intelectual, y Arborelius demasiado exótico, pues Suecia entra, para la Iglesia, dentro de esa categoría. De ese listado quedan Pietro Parolin, Secretario de Estado; Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, y Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella”.
 
Y ya en el penúltimo párrafo de su artículo, contemplando la opción opuesta, explica: “El grupo de los abiertamente no bergoglianos creo que no tiene posibilidad alguna de ser elegidos. A no ser que un terremoto hiciera temblar los cimientos de la Sixtina y que, aterrorizados, los cardenales se decidieran por un candidato claramente católico, no veo que sea posible. Lo que sí pueden hacer y sin duda harán, será formar junto a los conservadores lato sensu un tercio de bloqueo que fuerce, luego de varios días de intentos, la elección de un candidato de compromiso. Y uno de ellos puede ser Peter Erdö o el holandés Willem Eijk, o algún otro que surja inesperadamente, como fue el caso de Wojtyla, que zanjó la disputa entre Siri y Benelli”. Y añado: ese candidato de compromiso puede ser Omella, que al hecho de ser conocido por muchos cardenales, como apuntaba nuestro Oriol Trillas, añade la ventaja de poder ser un papa de transición: por su alta edad y por su clara indefinición doctrinal, que lo convertiría en neutro, si es en eso en lo que finalmente no se ponen de acuerdo los distintos bandos para imponer a su candidato.
No nos precipitemos, pues, a descartar la papabilidad del cardenal Omella. Tiene todas las prendas para ser el mirlo blanco que pueden acabar buscando los cardenales cuando les empiece a pesar en exceso el encierro sixtino. Ni bergogliano, ni antibergogliano; ni pro misa en latín, ni contra la misa en latín; ni a favor, ni en contra de los grandes debates a los que Francisco ha dado aliento. Bueno, blandamente a favor. Y en cuanto a la consigna bergogliana del “hagan lío”, nada más lejos del carácter de Omella, nada aventurero. Coincide con la opinión dominante de que la Iglesia ya no está para líos: que le han salido carísimos. ¡Y a ver quién los paga! Y por si le faltara alguna cualidad a nuestro candidato de ni ganar ni perder, es duro de carácter: más duro incluso que Francisco; pero coherente y previsible, porque no tiene la menor inclinación a ir dando bandazos.   
En resumen, resulta que no es sólo Oriol Trillas el que apunta a Omella como papable de segunda ronda. También apuntan a él Wanderer, citando a Luis Badilla; y si fuera cierta la anécdota narrada más arriba, también el papa Francisco le habría señalado como posible sucesor suyo. Y como vamos copiándonos unos de otros, cada vez nos encontramos con más medios que citan a Omella de paso, sin insistir en él. Pero ahí están con su tímida predicción.
Por si finalmente se produjese la sorpresa (porque después de todo, Omella ni es bergogliano, ni abiertamente no-bergogliano, ni tampoco está en el abultado grupo de los cardenales totalmente desconocidos), queda dicho que más de uno le había pronosticado como papable, y Germinans se hizo eco de ello.    
Virtelius Temerarius

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23 comentarios

  1. "De ahí que nadie pueda decir de él que sea ni bergogliano ni antibergogliano. En este terreno, se ha mantenido discretamente en segundo plano. Manteniendo su privilegiada condición de amigo del papa...'

    I ser 'amic'[*] del papa Francesc no és una postura? Reprovable?

    Aquest papa, tan humil, que té com a amics[*] gent de la categoria de:

    Mccarrick
    Borras
    Grech
    Hollerich si
    Zanchetta
    Ricca
    Danneels
    Czerny si
    Becciu
    Javier Belda
    Maradiaga
    Rupnik [si]....

    [*] Donat el caràcter de mossèn Bergoglio, la paraula 'amic' no té cap sentit, em sembla.

    'Apparatchik,' més aviat?

    FEM

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    1. Muy muy muy bien dicho... si alguno de ellos es papa (le faltan los cardenales alemanes, chinos procomunistas, macarristas de EEUU y francisquistas), que se olvide... Si no se es ortodoxo, no hay munus, por mucha elección conclavataria...

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  2. Sr Virtelius, no nos especule con Omella. El Sr Cardenal se tiene bien. Merecido

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  3. El Sr Cardenal tiene bien merecida su jubilación en Cretas junto a los paisanos del Tío Calderón. Incluso podría recibir a su "amigo" Illa

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    1. El tío calduch, no Calderón, es de Calanda no Cretas.

      No se confunda!

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    2. Gracias hermano por su matización. No quise ofender al Tio Caldú ni a sus paisanos de Calanda. Se le echa de menos en GG

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  4. Aunque soy un cero a la izquierda, desde hoy y hasta el habemus Papa, voy a insistir en que sea alguien que se tome a si mismo cómo sucesor y continuador del apóstol Pedro .
    TEROL.

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  5. Hace mucho que no tenemos un Papa italiano y creo que son los que mejor entienden el Vaticano. Dejémonos de probergolianos o antibergolianos. Sentido común y doctrina es lo que necesitamos. Y, por supuesto, el progresismo para los políticos!

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  6. Dios nos libre del castigo de Omella como papa. Es solo un politico, metido a cura. Es un bergogliano en su concepto de la Iglesia, como entidad politica, nada que ver con la Verdad y la Fe.

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  7. Creo que Omella no tiene ningún predicamento fuera de España y la edad pesa en su contra. Dentro de poco cumple 79 años. Va a entrar en el cónclave por poco. Sería el Papa más anciano elegido en siglos.

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  8. Nueva Iglesia /1/17 de marzo de 2025, 3:34

    El artículo sugiere que, dentro de diversos sectores de la Iglesia, si el próximo cónclave se encuentra en un punto muerto doctrinal, la figura de Omella, por su neutralidad, experiencia administrativa y la percepción de ser un posible "papa de transición" debido a su edad (78 años), podría ganar relevancia como una solución de compromiso.

    En mi opinión personal, me ha hecho sonreír este tipo de percepción de algunos cardenales y sectores de la Iglesia... No, no, no... Piensan en antiguo, en viejo, piensan como dinosaurios, como trilobites... Estamos en una nueva era donde los pactos de conchabeo, el "ni tú ni yo", partimos la Iglesia en dos, es un empate, no pierde ni gana nadie, esconder la cabeza en la tierra como los avestruces... Esa era, esa época, esos tiempos ya han desaparecido... Estamos en la era de Trump, de la IA, de China, Rusia, nuevos desafíos...


    1. Lucha contra el gasto inútil y fraudulento

    El DOGE de Musk analiza línea por línea el gasto y determina hoy en día el fraude, abuso y despilfarro de cientos de miles de millones de dólares. Esto se aplicará a todos los estados y organizaciones, incluido el Vaticano, porque es una nueva tecnología.

    El DOGE de Musk se deberá exportar, sí o sí, al abuso, corrupción, fraude y despilfarro económico del Vaticano, que está hoy en día en bancarrota, en quiebra. Se deberá publicitar en transparencia sinodal al pueblo de Dios todo el estado de cuentas y responsabilizar a todos los que han cometido fraude, abuso y despilfarro. La economía de la Iglesia debe servir para la salvación de las almas, la extensión de la Iglesia, la intensificación de la fe, justicia y santidad, y la lucha contra los poderes hostiles demoníacos.

    Los pagos vaticanos han de ir con un código de financiación para que sean trazables en transparencia y el pueblo de Dios los pueda analizar. Los pagos se han de hacer de manera efectiva, clara y transparente, y deben ir donde tienen que ir, controlando e inspeccionando si el gasto se ha hecho correctamente. Han habido bastantes escándalos financieros que no deben repetirse:

    a) El caso Becciu (condenado en 2023 por malversación en el juicio del siglo vaticano) y la inversión fallida en Londres (pérdida de 150-200 millones de euros) son ejemplos claros de opacidad y mala gestión. El Óbolo de San Pedro, destinado a obras de caridad, ha sido cuestionado por su uso en operaciones especulativas.

    b) Contexto histórico: Desde el Banco Ambrosiano en los 80 (colapso con vínculos vaticanos) hasta el IOR (Instituto para las Obras de Religión), acusado de lavado de dinero, la Iglesia ha luchado por limpiar su imagen financiera.

    El DOGE, con su enfoque de "cero desperdicio", podría ser teóricamente útil, pero choca con la estructura vaticana clericalista (curioso, Francisco se dice "sinodal" anticlerical): no es una democracia ni una empresa, sino una monarquía teocrática. La transparencia total que pido (publicar cuentas al "pueblo de Dios") es improbable sin reformar la cultura del silencio y secretismo actual (no obstante, la transparencia radical total y absoluta es imposible por razones de privacidad y estado).

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  9. Nueva Iglesia /3/17 de marzo de 2025, 3:34

    4. Crisis en diócesis y órdenes religiosas

    Existe una gravísima crisis en diócesis y órdenes y congregaciones religiosas. Es un hecho objetivo y evidente.

    Las siete grandes órdenes que representan el 40% de los religiosos (jesuitas, franciscanos, salesianos, capuchinos, benedictinos, dominicos y redentoristas) han perdido el 50% de sus efectivos desde el fin del Concilio Vaticano II (1965), cuando deberían haber aumentado tres veces atendiendo a la población mundial actual: los jesuitas tuvieron 36.000 en 1965, hoy apenas llegan a 13.000; fracaso total, extinción final.

    La tendencia de la próxima generación indica que están en proceso irreversible de desaparición y extinción, por eso están vendiendo patrimonio (conversión de monasterios en hoteles). Esto implica que toda la dirigencia de más de 100 órdenes y congregaciones religiosas ha de ser intervenida por el Vaticano, especialmente y sobre todo los jesuitas, una orden decrépita condenada a su aniquilación en una generación.

    Las diócesis europeas occidentales están en una deriva fundamentada en un elemento clave: las vocaciones y ordenaciones sacerdotales están desplomadas, algunas desaparecidas, y los seminarios, templos e inmuebles se venden y alquilan. Gerona (ni una ordenación, antes tenía 20-30 ordenaciones anuales), Solsona, Tortosa son diócesis que van a desaparecer, a nivel de curas, en menos de 10 años. Esta auténtica barbaridad implica que el Vaticano deberá intervenir en cientos de diócesis, cambiando todos los obispos que no tienen una correcta alineación ortodoxa y ortopráxica: o se renueva o se muere.

    Cambiar obispos "no ortodoxos" masivamente quizás generaría caos y resistencia, además de que la "ortodoxia" es debatible entre facciones, pero la situación para los próximos 15 años es una condena a muerte para la Iglesia, y lo mejor es afrontarlo con conflictos y guerra interna contra la heterodoxia; quizás lo mejor es asumir un cisma respecto a los heterodoxos: renovación o muerte, y ya no es opinión, son hechos ciertos y objetivos.


    5. Liquidación de la era francisquista bergogliana

    Hay toda una serie de normas que aprobó Bergoglio que vulneran las verdades de fe, las verdades de doctrina católica definitiva y las verdades seguras no peligrosas ni temerarias, y por tanto, sí o sí, deberán ser derogadas: Amoris Laetitia y Fiducia Supplicans (heréticas), Traditionis Custodes (contra la Sagrada Tradición Litúrgica), acólitas y lectoras ministeriales, lavatorio de pies de Jueves Santo según criterios sociológicos, pacto secreto con China, tolerancia del apostático camino sinodal alemán, Abu Dabi donde Dios quiere todas las religiones, Laudato Si’ y Fratelli Tutti como documentos pro Agenda 2030, Querida Amazonía donde se adoró a la Pachamama y la introducción litúrgica de espiritualidades chamánicas, quiebra económica vaticana, reducción del número de religiosos y sacerdotes y de sacramentos en Occidente, Lutero testigo del Evangelio, nombramientos de abortistas en academias de la vida y familia, casos Zanchetta y Rupnik, sinodalidad que destruye la eclesiología de la Iglesia, reforma de las separaciones matrimoniales... Es un pontificado acabado, fracasado y terminal, cuando ya han pasado 12 años y se tienen casi 90 años con graves enfermedades. Necesitamos un líder ya; Francisco debe presentar su renuncia inmediatamente, ya ahora, incondicional, siguiendo la estela de Benedicto XVI (causas de enfermedad para atender una era difícil de grandes cambios).

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  10. Nueva Iglesia /4/17 de marzo de 2025, 3:35

    6. Omella

    Omella cerró los templos durante el COVID sin sinodalidad (puede alegar que fue general); cosa que otros obispos abrieron las iglesias, abandonó a todo el pueblo de Dios; impuso sin sinodalidad la agrupación y fronteras del mapa parroquial con graves distorsiones (puede decir que es una respuesta a una crisis); derrumbó la parroquia del Espíritu Santo sin sinodalidad; obligó a aprobar los documentos diocesanos de Barcelona y España del Sínodo de la Sinodalidad con la introducción de proposiciones heterodoxas para contentar a Francisco e implementar el apostático camino sinodal alemán (mujeres); no hay vocaciones religiosas y sacerdotales; calló en relación a Amoris Laetitia, Fiducia Supplicans y Traditionis Custodes; ha formado parte de la Curia de Francisco.

    Neutralidad: Su perfil bajo en debates doctrinales lo hace viable, pero en la "era de Trump y la IA", un líder tibio, hoy, es irrelevante frente a las urgentes necesidades de la Iglesia: pérdida de fieles, sacerdotes, religiosos, financiación, templos y monasterios. Hechos objetivos, evidentes y operativos, indiscutidos.



    7. Dos sectores irreconciliables en la Iglesia

    En la Iglesia hay una división profunda que debe acabarse a favor de la ortodoxia:

    a) Tradicionalistas/Conservadores: Quieren ortodoxia estricta, finanzas limpias y menos "modernismos". Ven a Francisco como un desastre y buscan un papa firme (tipo Ratzinger).

    b) Progresistas/Sinodales: Abogan por apertura, diálogo con el mundo y reformas (mujeres en ministerios, ecología). Apoyan a Francisco y ven a Omella como un puente; son modernistas y progresistas (modernismo: síntesis de todas las herejías).

    Estas tensiones no son nuevas (Vaticano I c./ modernistas, 1870; Vaticano II c./ Lefebvre, 1960s), pero la polarización actual (amplificada por redes sociales) las hace más visibles. Un cónclave en punto muerto podría elegir a Omella por agotamiento, pero no pueden haber "pactos de conchabeo" ni líderes débiles o bizcochables como Omella; la gravísima situación de la Iglesia requiere un líder disruptivo, no un pastelero.



    8. Crisis de credibilidad por abusos sexuales

    Aunque el pontificado de Francisco ha intentado abordar este problema (por ejemplo, con la cumbre de 2019 sobre protección de menores y sanciones a obispos como Theodore McCarrick), los escándalos siguen erosionando la confianza. Casos como los de Chile (Juan Barros), Zanchetta, o el reciente caso Rupnik (artista jesuita acusado de abusos) muestran que la respuesta sigue siendo percibida como lenta o insuficiente por muchos fieles. Esto no solo afecta la moral del clero, sino que aleja a los laicos de la institución.

    Hay diversos cardenales que no van a ser papas:

    a) Cardenales del apostático camino sinodal alemán: Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Holanda.
    b) Cardenales prochinos del sanguinario régimen comunista: Tagle.
    c) Cardenales de la Curia de Francisco: Omella, Parolin.
    d) Cardenales que implementaron Amoris Laetitia, Fiducia Supplicans, Traditionis Custodes: por herejía y atentado contra la Sagrada Tradición Litúrgica (Zuppi).
    e) Cardenales débiles, pactistas, conciliadores.



    9. Conclusión

    La gravedad de la situación eclesial es de vida o muerte; la única línea es la de San Juan Pablo II y Benedicto XVI, pero ya con gran contundencia: excomulgar herejes, intervenir congregaciones y diócesis, borrar toda la normativa y nombramientos de Francisco, rupturismo radical hacia la ortodoxia. Sé que es duro, pero la enfermedad es grave y mortal, y los remedios se han de aplicar ya, y la era actual ha cambiado: regresan los dioses fuertes (vida, familia y matrimonio, patria, nación, propiedad, eficacia de la empresa y estado, nuevas tecnologías, religión, liderazgos fuertes y decisivos).

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  11. Los argentinos son unos de los primeros usuarios de las redes de Internet, desde veinte años atrás cuando empezó este medio de comunicación, no es nada extraño que exista el Caminante Walderer con su blog. Yo empecé hace 20 años interviniendo en el blog de Roberto Baldini que criticaba las adopciones de niños por parejas homosesuales y era un blog muy famoso en su momento. Tan sólo nos faltaba tener un papa argentino para más categoría internáutica aunque no usa como debiera su influjo a ciertos personajes como el Walderer y el Olivera, parece que prefiere a la monja Caram antes que a los dogmáticos correctos. El próximo papa debería ser un intelectual en toda regla y quedarse encerrado en el Vaticano haciendo la vida de monje contemplativo antes que dedicarse a viajar, y su ministerio debería consistir en golpes de encíclicas hablando del Universo, de las falsas ciencias y de los primeros capítulos del Génesis. Y amén, con Diluvio para que los de misa sean inteligentes.

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    1. No sé de donde se saca usted que Wanderer o el padre Olivera son pro Caram. A sor Caram, Dominica también dada ella a "sus labores mediáticas pro Bergoglio", le hace falta una buena predicción de Santo Domingo a ver si se "encarrila". Sobre un Papa Monje...mire usted ya Benedicto nos citaba el caso de la única abdicación de un Papa...Celestino V...quiso volver a monje y aparece que lo encarcelados los "poderes del momento"

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    2. El error del 3-3-del 13 lo pagaremos muy caro.

      Ya lo estamos pagando y a nivel mundial por cierto!!!

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  12. Yo confio en el Espiritu Santo.
    Y no veo a Omella en la silla de Pedro, sinceramente.
    En Barcelona ya tenemos bastante preocupación con quién va a sucederle al frente de la Archidiócesis.
    En las dos ternas que circulan hay algunos que es para ponerse las manos a la cabeza.
    Confiemos que el Señor nos ayudara.

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    1. Y encima, estas supuestas ternas las han redactado sin sinodalidad, es decir, que vivimos en la Iglesia sinodal pero las ternas de obispos y la elección del obispo se sigue haciendo de la manera más antisinodal posible, por oscurantismo altoclerical.

      Si en el 2021 se nos dijo que la Iglesia es sinodal, y sin discutir de dónde ha salido semejante "nueva característica" que hasta hoy no hemos descubierto en 2000 años (¿cómo la han justificado histórica, jurídica y teológicamente?), lo cierto es que dicen que la Iglesia es sinodal, luego por lo tanto, apliquemos este esquema sinodal, que es dar información pública y transparente, deliberación y decisión participativa a la asamblea del pueblo de Dios para la elección de obispos y la gestión y administración de diócesis. Lo dejamos así, sin discutir el por qué ahora esta sinodalidad.

      Entonces, estas misteriosas y enigmáticas ternas de obispos, salidas del profundo espacio exterior o de un mundo de los dioses mayores, vete a saber, motivan una serie de preguntas a la luz de esta hipotética Iglesia sinodal en la que ya supuestamente estamos:

      ¿Quiénes son los consagrados que hacen estas ternas?
      ¿Cuáles son sus nombres, currículum, funciones, cargos, competencia y capacidad?
      ¿Cuál es el procedimiento y la norma jurídica que los ampara, actúan dentro de los límites legales, quiénes son sus asesores, de dónde sacan los candidatos y bajo qué criterios?
      ¿Por qué las ternas no son revisables por el Pueblo de Dios en sinodalidad, por qué las imponen en monopolio de clericalidad exclusivista?
      ¿Bajo qué criterios de currículum, competencia, habilidad, conocimientos, capacidad, aptitud, carismas, unción y santidad se seleccionan y eligen a candidatos a obispo, y lo más importante, por qué y cómo rechazan a otros candidatos?
      ¿Por qué las hemos de aceptar estas ternas si no nos las han consultado ni las hemos decidido sinodalmente?
      ¿Por qué hemos de aceptar un arzoobispo no elegido sinodalmente, por qué?
      ¿Por qué el obispo saliente, Omella, no rinde cuentas y responsabilidades sinodalmente de todo el ejercicio de su pontificado en Barcelona? Tiene mucho de que responder, y se nos va así como así...
      ¿Por qué esta hipocresía farisaica de decir que la Iglesia es sinodal pero la elección de obispos se hace en monopolio exclusivista clerical, impidiendo toda toma de contacto con el Pueblo de Dios?
      ¿Qué legitimidad jurídica-sinodal y moral tendría un nuevo arzobispo de Barcelona cuyo proceso de selección y elección tiene una estructura oscura, silente, opaca, negra, sin ninguna consulta, transparencia, información pública?
      ¿Si la legitimidad de origen del arzobispo no es sinodal, cuál será la legitimidad de ejercicio de dicho arzobispo, nos puede mandar si no ha sido elegido sinodalmente por nosotros, los afectados del pueblo de Dios de la diócesis?
      ¿Han intervenido las otras diócesis afectadas de la provincia eclesiástica, por ejemplo, San Feliú y Tarrasa, y también han intervenido las otras provincias de la CET, Tarragona, Lérida, Gerona, Vic, Solsona, Tortosa, Urgell, porque están también afectadas a ser todas de la CET?
      ¿Qué legitimidad global tiene un arzobispo de Barcelona electo sin participación sinodal del pueblo de Dios de su diócesis, de su provincia eclesial y de la CET a la que pertenece?

      Todas son preguntas legítimas, porque la sinodalidad tiene vigencia al día de hoy por la vía de las costumbres de la sinodalidad de la Iglesia histórica y de los principios generales del derecho sinodal eclesial: lo que afecta a todos -un nuevo arzobispo- debe de ser elegido por todos.

      ¿Por qué se elige al arzobispo por régimen de monopolio exclusivista secretista y altoclerical, y no se elige de acuerdo a la sinodalidad abierta, pública, transparente y participativa, hoy vigente?

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  13. En la historia de la Iglesia, caro Virtellius, ha habido papas que no cumplieron la misión asignada. Recuérdense los casos de la Baja Edad Media y el Humanismo o el Renacimiento. Fueron un escándalo. Desde la Contrarreforma la sede de Pedro ha sido ocupada en general por personas muy dignas y muy santas, que confirmaron a los fieles en la fe, su principal obligación. Hasta que llegó Bergoglio y eso de confirmar en la fe se puso a beneficio de inventario. Algún cardenal ha insistido en ese punto a propósito el próximo cónclave.
    En el episcopado español no parece hoy que podamos esperar nadie que siga esa mandato con solvencia reconocida. Y ya sabemos el destrozo del que es capaz un pontífice cuando vacila en punto a doctrina.
    No es el obispo que usted menciona una persona que se haya distinguido por esa consigna, por ese imperio. Desde el candidato Merry del Val, España no puede presumir de aportar ninguna antorcha de la fe. Por más que el cínico pueda repetir, si llegó Bergoglio, por qué no va a llegar Omella. Roguemos por la salud de Francisco, es lo que manda el Evangelio.

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    1. Rogamos por su recuperación plena y porque haya reflexionado mucho en sí convalescenvia

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    2. Je je... es cierto, aunque hubo papas en la Baja Edad Media, el Humanismo y el Renacimiento que no cumplieron adecuadamente su misión y fueron escandalosos, desde la Contrarreforma la mayoría de los pontífices han sido figuras santas y dignas, enfocadas en confirmar a los fieles en la fe. Sin embargo el papa Francisco (Bergoglio) no cumple con esta obligación de manera firme, lo que genera preocupación de cara al próximo cónclave.

      En el caso de España, se lamenta bien sobre la falta de obispos o cardenales actuales con solvencia para liderar en doctrina, mencionando que desde Merry del Val no ha habido figuras destacadas. Ojalá viniera el espíritu de Merry del Val...

      Ironiza sobre la posibilidad de que alguien como Omella llegue al papado, concluyendo con una llamada a rezar por la salud de Francisco... vamos, que ante la omellización de la Iglesia, al final vamos a desear que Francisco siga con sus líos para que nunca Omella sea Papa...

      Apoyo su importancia de la fortaleza moral y doctrinal en los papas, resuena con una verdad profunda que no podemos ignorar. La historia nos enseña que la Iglesia ha sufrido cuando sus líderes han flaqueado, ya sea por escándalos morales o por tibieza heterodoxa en la defensa de la fe como Honorio I y Juan XXII.

      Como bien apunta, desde la Contrarreforma hemos visto en general figuras ejemplares que han sostenido el mandato de Pedro con firmeza, y es innegable que un pontífice débil en doctrina, tolerante, disimulante u omisor en la defensa de la fe, puede causar un daño inmenso, como un pastor que deja desorientado al rebaño.

      Su preocupación por la situación actual y por la falta de antorchas de la fe, especialmente en el episcopado español, subraya una necesidad urgente: la Iglesia no puede permitirse papas o líderes que vacilen en lo esencial.

      La fe exige claridad y valentía, y comparto su criterio de que la sede de Pedro debe ser ocupada por alguien que no solo inspire santidad, sino que también confirme a los fieles con autoridad moral y doctrinal incuestionable.

      Oremos, sí, por la salud de Francisco, pero también, y más aún, y por encima de todo, por la Iglesia y la sede petrina, por un futuro donde la Iglesia sea guiada con la fortaleza que su misión reclama, con un papa de recta fe ortodoxa y tradicional, pues la persona concreta tiene una finalidad sobrenatural, que en el caso de la persona concreta del papa, es que no haga líos y dicte recta y ortodoxa tradicional doctrina y pastoral: fuera líos y fangos y rarezas y veleidades modernistas y progresistas.

      En mi opinión, Francisco debería de seguir el ejemplo de Benedicto XVI que hizo el 11 de febrero del 2013: renuncia y abdica del munus ahora ya de manera pura y simple, porque lo más importante es que el papa tenga salud física para afrontar un futuro que planteará muchos retos.

      Llevar la sede petrina hoy, y ayer y mañana, requiere un papa con salud biológica, y hoy no se exige la muerte martirial como de los tres primeros siglos, con emperadores impacientes y crueles... fácil, hoy es una vida mucho más fácil, y la renuncia debe de ser planteada ya, y retirarse, tranquilo, como hizo Benedicto XVI, a una residencia donde pasar los últimos años. Pero renuncie ya ahora.

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  14. M'agradaria Burke, però en conformo amb Müller.

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Omella destituye a un párroco crítico con un plan urbanístico de la Iglesia en Barcelona
Centenares de catalanes acompañan a la Virgen de Fátima por el centro de Barcelona.
Dues nuevas denuncias por abusos sexuales afectan a los Jesuitas de Casp
La CUP elige a un profe de religión como secretario general
El párroco de la Mercè, tras la retirada de la misa: «Tal vez recibamos a las autoridades tocando a muertos»
El Clínic traslada su proyecto de centro de investigación por la imposibilidad de instalarse en una iglesia del Eixample
El gran vitrall de l’església de l’Esperit Sant se salvarà de l’enderroc
Omella no está en su mejor momento: el cambio en Barcelona se acerca
La secta de la Casa de Santiago. El escándalo que la Iglesia catalana ocultó durante 30 años
Omella envía a un cura de 72 años a comerse el Santísimo de la iglesia que quiere derribar
Derribos Omella: el arzobispo desacraliza la iglesia del Espíritu Santo de Barcelona y suspende a divinis al párroco
Los memos del Bisbat de Sant Feliu de Llobregat
El hilo que une Monserrat con el Opus Dei: 85 años de amistad y protección